
GenVerde Tour
Roma
Participación en el evento: “Cuando la Caridad te llama”, promovido por la Familia Vicentina dentro del Festival Internacional de Cine “Finding Vince 400” (FV400). Auditorium Conciliazione. GenVerde Tours
Roma
Participación en el evento: “Cuando la Caridad te llama”, promovido por la Familia Vicentina dentro del Festival Internacional de Cine “Finding Vince 400” (FV400). Auditorium Conciliazione. GenVerde Tours
En las mesas servidas con gusto y simplicidad, las conversaciones se alternan en diversos idiomas. Durante tres noches, los jóvenes de los Focolares hicieron los honores de la casa, en una sala cercana al lugar donde se están desarrollando, hasta el próximo 28 de octubre, los trabajos del Sínodo. Después de algunas palabras de cálida bienvenida, las tres cenas fueron ocasiones de intercambio, conocimiento y comunión informal. En el momento del postre, se presentó el reciente Genfest y de algunas experiencias, historias de compromiso y coherencia de los jóvenes, que tenían como finalidad establecer un vínculo más estrecho con los Padres sinodales, en continuidad con un encuentro que ya habían tenido algunos días antes, en el cual se habían planteado preguntas, dudas, elecciones, esperando que del Sínodo puedan surgir algunas respuestas. Durante la segunda velada, Frantisek, de República Checa, tomó el micrófono. En sus palabras se siente una pasión auténtica por la política, y un compromiso concreto en vista a las próximas elecciones del Parlamento europeo. «Les pido que me sostengan con la oración, para que pueda permanecer siempre fiel a la elección de servir a mi gente, sin ningún interés personal». Continuó Nicola, de 33 años, originario de un pueblo cercano de Roma, terapeuta pediátrico en una institución hospitalaria universitaria. «Me ocupo de patologías raras en la práctica pediátrica, y por este motivo estoy continuamente en contacto con situaciones que a menudo se encuentran en el límite de la muerte. A veces es difícil comunicar a los familiares el diagnóstico y las expectativas de vida del niño. En estos momentos me confío a Dios para que me sugiera las palabras y la actitud justa. A veces mi fe se pone a prueba, pero después no tengo tiempo ni siquiera de reflexionar, “obligado” a ocuparme de las personas que tengo delante y amarlas. Es éste verdaderamente un rostro de Jesús Abandonado. Si logro acogerlo así, pobre y miserable, este rostro colma mi vacío. Son muchísimas las situaciones que debo enfrentar. Las familias del Este, son a veces las más desesperadas porque no tienen un sistema sanitario adecuado, ya sea desde el punto de vista económico como clínico, que los pueda ayudar. Por este motivo viajan con la esperanza de encontrar en nuestros hospitales un tratamiento, que en algunos casos representan para ellos costos altísimos, porque son erogables sólo para los ciudadanos residentes en Italia. Son situaciones que te llevan a reflexionar; a veces nacer en una parte o otra del mundo es sólo cuestión de suerte. Es en estos casos que Dios se muestra aún más grande y te pide lo imposible. No podemos ciertamente transgredir las leyes, pero podemos tratar de ayudar de otros modos, por ejemplo, aparatos que ayuden a contener lo mejor posible las deformaciones articulares, o estando siempre cercano y disponible». El tiempo se fue volando. Parecía que los invitados no querían marcharse. El desafío de la escucha profunda y recíproca entre generaciones, el motivo mismo del Sínodo, tomó forma y consistencia también en una cena. Y en las palabras de un canto entonado a María, Silencio altísimo de amor, con el que se concluyó la cena. Escrito por Chiara Favotti y Gustavo Clariá
En la pampa argentina, “Lia” sigue atrayendo a jóvenes de todas partes del mundo. La ciudadela del Movimiento de los Focolares, dedicada a Lia Brunet, pionera de los Focolares en América del Sur, recientemente celebró, a pesar del frío invernal de julio, sus 50 años de fundación. Y nuevamente abre sus puertas, en el tibio septiembre, preludio de la estación cálida, con una original propuesta, dirigida a los jóvenes: la invitación a convertirse en protagonistas de su vida, “hasta el último minuto”. «Esta expresión –cuentan en la Mariápolis Lia– nos la inspiró Guillermo Curti, un focolarino sacerdote que murió repentinamente a principios de año. Para todos, pero especialmente para los jóvenes, Guillermo fue un modelo de fidelidad y de amor hasta el último instante». El 22 y 23 de septiembre la ciudadela volvió a abrir sus puertas a 800 jóvenes, de los cuales 350 llegaron el primer día, y los otros 450 al día siguiente. Venían de Paraguay, Uruguay y Argentina. «El primer día se dividieron en grupos según los países de proveniencia y prepararon stand en todo el territorio de la Mariápolis, para presentar su cultura y estrechar un contacto más personal. A la noche tuvo lugar una presentación de danzas y expresiones folclóricas, muy bien lograda. Los jóvenes, como verdaderos protagonistas, se prodigaron con entusiasmo en la preparación de la segunda jornada,la del domingo, cuando llegaron también otros jóvenes provenientes de distintas provincias argentinas».
El programa del 23 preveía que los participantes fueran acogidos en un auténtico estudio cinematográfico, donde empezó la grabación de distintas películas, ambientadas en épocas distintas (Los años ’70, ’80, ’90, 2000 y 2010) y de géneros diferentes (terror, musical, ficción, fantaciencia). «Las cinco décadas representaban los cincuenta años de la ciudadela. En cada película se profundizaba un desafío para los jóvenes de hoy: dependencias, consumismo, elecciones de vida, medios de comunicación de masa, con la representación de experiencias e historias sobre estos temas. Al final participaron en la premiación y en el discurso final, no sólo los chicos que estaban presentes en la ciudadela, sino también en otros 200 puntos de escucha conectados en directo, con miles de visualizaciones que prosiguieron también en los siguientes días. Al concluir el fin de semana una gran alegría reinaba en todos. Habíamos hecho, aún en medio de muchas dificultades, una experiencia de unidad profunda que nos transformó, nos hizo experimentar la presencia de Jesús en medio nuestro. El lunes, después de una buena dormida, todos nosotros, habitantes de la Mariápolis Lía, cenamos juntos, en un clima de familia. Nuevamente las canciones y los bailes expresaron la inmensa alegría que había quedado en nuestros corazones por la experiencia vivida».
“Nuestras acciones son nuestro futuro” es el tema de la Jornada Mundial de la Alimentación, que cada año se celebra el 16 octubre por la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura). La jornada involucra organizaciones internacionales y de la sociedad civil, escuelas, empresas, medios de comunicación, entidades de investigación e instituciones en un rico programa de eventos y manifestaciones para sensibilizar la opinión pública sobre temas referidos a la pobreza, al hambre y a la desnutrición, en función de alcanzar el objetivo Hambre Cero, entre los indicados por la Agenda ONU para el año 2030. Los jóvenes del Movimiento de los Focolares lo colocaron como punto central de su formación y acción durante todo el año. El pasado mes de junio, una delegación de chicas participó en un debate en la sede internacional de la FAO de Roma, recibiendo al final del mismo, el pasaporte de “Ciudadanas Hambre Cero”. En todo el mundo se pusieron en acción iniciativas para sensibilizar a los coetáneos y adultos, y a este argumento se refirió el número 2/2018 de la revista bimestral “Teens” (Ciudad Nueva).
Ruggero Badano, padre de Chiara Luce, se apagó el 13 de octubre, a la edad de 83 años. Un hombre bueno, de fe sencilla y fuerte, junto a su esposa María Teresa fue testigo de la extraordinaria experiencia humana y espiritual que llevó a su hija a ser declarada Beata, el 25 de septiembre de 2010. “Agradezco a Jesús porque te mandó en medio nuestro en este Viaje que no terminará nunca” le había escrito el día que cumplió dieciocho años. El Movimiento de los Focolares expresa su cercanía a María Teresa, a los miembros de la Fundación Chiara Badano y a todos los amigos de la beata Chiara Badano, con gran reconocimiento por el don de la vida ejemplar de Ruggero. Para información: www.chiarabadano.org
Un símbolo de la civilización de hoy puede ofrecerlo la mujer. En revistas y pantallas, en la publicidad y en el arte, la mujer impera como reina. Pero es fácil ver cómo su realeza es algo postizo: esas divas, que señorean hoy, serán olvidadas mañana. En esta perspectiva, como contraste, se vuelven actuales las biografías de las más grandes santas del cristianismo y sus enseñanzas. Teresa, la reformadora del Carmelo, en medio de la revolución protestante, bajo el poderío difidente de reyes y grandes de España, frente a las amenazas de la Inquisición de su país, vivió en la pobreza la libertad; la única libertad de los hijos de Dios. Hizo de la existencia una aventura prestigiosa para arrastrar lo humano hacia lo divino. Volvió a poner en el centro de la existencia individual y social la belleza, la poesía de la santidad. Imperaba en ese entoneces una forma de fariseísmo que se podría llamar misoginia. Ya lo había padecido Catalina de Siena, a quien se la recluía en el silencio por ser mujer, ella que no dejaba de exhortar a los hombres, incluso a los poderosos a no comportarse como cobardes. Santa Teresa se donó totalmente a Dios y arrastró en esa donación a otras mujeres La obsesión de nuestros días está en esa ambición encarnecida, frenética, obsesiva de honores y riquezas. Teresa enseña a emanciparse de esa esclavitud y recupera la serenidad y la paz. Y en sus escritos explica las razones con una evidencia, una luz que encanta a las almas, incluso de los hombres de hoy más aferrados a los negocios. Es la mujer fuerte, que habla deseosa sólo de servir a Dios tenaz y fuertemente. Tenía conciencia de la influencia que la mujer consagrada a Dios puede ejercer en la sociedad. Su vida y sus escritos muestran la esencia de la revolución del Evangelio, en los corazones y en las masas, desplegando la esencia del amor que, a través del hermano, abre el acceso a Dios, pone a Dios en los espíritus, en las leyes, en las instituciones, en las costumbres. Teresa, con la gracia de una madre maestra, enseña a coloquiar sin descanso con Dios, un coloquio que todos pueden realizar en el templo de sus almas, incluso por la calle, incluso en medio de los ruidos. Creo que aumentará día tras día el número de hombres y mujeres que guiados por la sabiduría teresiana encuentren las razones de la vida, subiendo con ella hasta la fuente. La acción florecerá cada vez más en la contemplación Pero aquí – diremos con la Santa – Marta y Maria están de acuerdo casi siempre, porque la interioridad obra sobre la exterioridad… Cuando las obras exteriores proceden de esa raíz, son flores admirables y muy perfumadas, brotadas del árbol del amor divino. Teresa era una cosmonauta audaz de lo divino; pero era también una mujer práctica, que conocía el mundo. Y porque conocía el mundo, se aventuraba hasta el paraíso. Si su enseñanza sublime se dilata, nuestra casa también, el sindicato y la política y la fábrica también, el mundo también podrá ser una especie de Carmelo, en donde Teresa ubicará la realeza femenina de la bendita entre las mujeres. Igino Giordani, «Fides», n.7-12, 1962, págs.185-187