Oct 4, 2018 | Sin categorizar
Sonreír hace bien, lo dicen también los científicos. Prolonga la vida, reduce el estrés, acerca a las personas entre ellas. A veces puede también cambiar la vida. La Jornada internacional de la Sonrisa, una idea de Harvey Ball, el creador del “smile” que inspiró los emoticones, se celebra desde 1999 cada primer viernes de octubre. Donar una sonrisa no es siempre fácil, pero es necesario. «Yo no conozco ningún otro signo de superioridad en el hombre que el de ser amable», afirmó Beethoven. Y Platón: «Cada persona que encuentres está combatiendo una batalla de la que tú no sabes nada. Sé amable, siempre». Hunter Dohertyt Adams, conocido como “Patch” (“curita” en inglés) es médico, activista y escritor famoso en todo el mundo por practicar y sostener la “Risoterapia”. Él está firmemente convencido de que alegría y creatividad son parte integrante del proceso de curación, en especial de los niños. Patch y sus colegas luchan contra el dolor y la enfermedad usando una nariz roja de payaso, y éste se convirtió en el elemento distintivo de un nuevo modo de ejercer la profesión de médico. Adams ha dedicado su vida al estudio del ser humano bajo todos los aspectos y a la creación de un sistema sanitario al alcance de todos. Su filosofía de curación parte de la mente, de la acción que estimula en los pacientes la construcción de un pensamiento positivo que puede hacer que nuestra vida sea mejor.
Oct 2, 2018 | Sin categorizar
Economía es una palabra griega que se refiere directamente a la casa (oikos nomos, normas para administrar la casa), por lo tanto a la familia. Sin embargo la economía moderna, y más todavía la contemporánea, ha sido concebida como un ámbito regido por principios diversos, distintos y en cierto sentido opuestos a los principios y valores que siempre han regido y siguen rigiendo en la familia. Un principio fundamental de la familia, quizás el primero y la base de los demás, es la gratuidad, que está muy distante de la economía capitalista, que acepta sustitutos de la gratuidad (como los descuentos, la filantropía, los saldos), pero que en realidad tienen la función de inmunizar los mercados de la auténtica gratuidad. De hecho, la familia es el lugar principal donde aprendemos, para toda la vida y especialmente cuando somos niños, lo que Pavel Florensky llamaba “el arte de la gratuidad”. Es allí donde, sobre todo los niños, aprenden también a trabajar, porque no existe un trabajo bien hecho sin gratuidad. Sólo que nuestra cultura asocia la gratuidad a lo que es gratis, a los accesorios, al descuento, a la media hora de trabajo extra sin remuneración, al precio cero (San Francisco habría dicho que la gratuidad es un precio infinito: que no se puede ni comprar ni vender porque es impagable). […] La gratuidad es una forma de actuar y un estilo de vida que consiste en acercarse a los demás, a sí mismo, a la naturaleza, a Dios, a las cosas no para usarlas utilitariamente en beneficio propio, sino reconociéndolas en su alteridad y en su misterio, respetándolas y sirviéndolas. Decir gratuidad significa por lo tanto, reconocer que un comportamiento se realiza porque es bueno, y no por su recompensa o sanción. […] Si la familia quiere, y debe, cultivar el arte de la gratuidad, debe tener mucho cuidado para no importar dentro de casa la lógica del incentivo que hoy rige en todas partes. […] Una de las tareas propias de la familia es precisamente formar en las personas la ética del trabajo bien hecho, una ética que nace precisamente del principio de gratuidad. Si, en cambio, se empieza a implementar en la familia la lógica y la cultura del incentivo, y por lo tanto, el dinero se convierte en el motivo por el cual se realizan las tareas domiciliarias y los oficios de la casa, esos niños cuando sean adultos difícilmente serán buenos trabajadores, porque el trabajo bien hecho del mañana se apoya siempre en esta gratuidad que se aprende sobre todo en los primeros años de vida, y sobre todo en casa. La ausencia del principio de gratuidad en la economía depende también, en gran medida, de la ausencia de una mirada femenina. […] Las mujeres en la casa y en la economía ven como prioritario el nexo de relaciones humanas que se desarrolla en ellas. Los primeros bienes que ven son los relacionales y el bien común, y dentro de ellos ven también los bienes económicos. No es casualidad que la Economía de Comunión haya nacido a partir de la mirada de una mujer (Chiara Lubich), ni que la primera experta en el tema de los bienes comunes haya sido Katherine Coman (en 1911), ni que Elinor Ostrom haya sido distinguida (por ahora la única mujer) con el Premio Nobel en Economía precisamente por su trabajo sobre los bienes comunes. Y también hay dos mujeres (Martha Nussbaum y Carol Uhlaner) en el origen de la teoría de los bienes relacionales. Cuando falta la mirada femenina en la economía, sólo se ven las relaciones instrumentales, y la relación no es el bien, y las relaciones humanas y la naturaleza se convierten en medios para obtener bienes materiales. Si la mirada y el genio femenino de la oikos, casa, estuvieran presentes en los fundamentos teóricos de la economía moderna, tendríamos una economía más atenta a las relaciones, a la redistribución de la ganancia, al ambiente y quizás a la comunión. De hecho, la economía es una gran palabra que la familia puede pasar a la economía de hoy. […] La profecía de la familia hoy, para ser creíble, debe tomar la forma de los hijos y la forma de la economía, es decir, el compartir, la acogida, la comunión. Porque tanto los hijos como la economía no son otra cosa que la vida ordinaria de todos y de cada uno. Es el único lugar donde la profecía se nutre y crece. Fonte: www.avvenire.it, “Così lo sguardo femminile può cambiare l’economia”, (“Así la mirada femenina puede cambiar la economía”), 23 agosto 2018.
Sep 30, 2018 | Sin categorizar
“Ustedes, que han atravesado muchas estaciones, son el vivo testimonio de la constancia en la adversidad, pero también del don de la profecía, que recuerda a las nuevas generaciones que la atención y la protección de quienes nos han precedido son agradables y apreciadas por Dios, y que gritan a Dios cuando no les ponemos atención”. Al pronunciar estas palabras, el 24 de septiembre pasado, el Papa Francisco se dirigió a las personas ancianas presentes en la Catedral de Santiago, en Riga (Letonia), pero también a todos los ancianos del mundo, a quienes el 1° de octubre está dedicada una Jornada internacional. “Ustedes que se han prodigado en cuerpo y alma, que han dado la vida en pos de la libertad de su patria, a menudo se sienten olvidados. Aunque suene paradójico, hoy, en nombre de la libertad, los hombres libres someten a los ancianos a la soledad, al aislamiento, a la falta de recursos y a la exclusión, incluso a la miseria. (…) Ustedes que han atravesado muchas estaciones, no olviden que son las raíces de un pueblo”.
Sep 30, 2018 | Sin categorizar
Separación Nunca me hubiera imaginado que nuestros padres se podían separar. Pero, en cambio, sucedió y en ese momento – con una incógnita por el futuro y la certeza de que ya nada sería como antes – me invadieron pensamientos tristes y confusos. Nosotros, tres hermanos, nos quedamos con mamá, una “súper mamá”, como la llamamos. Pero todo había cambiado. Antes nunca habíamos tenido problemas en el colegio, y ahora empezábamos a tenerlos. Cuando nos dimos cuenta de eso, nos esforzamos más, sobre todo para darle una alegría a ella. Vivir sin un padre no es fácil, pero desde pequeños nuestros padres y abuelos nos habían enseñado a no juzgar. Uno de los momentos más bellos es cuando rezamos todos juntos y le pedimos a Dios que se cumpla su plan sobre cada uno. J. P. L. – Colombia Alumno difícil Muchos años atrás llegó a mi clase un alumno particularmente difícil, porque tenía una situación familiar complicada. A veces tenía reacciones violentas, y entonces algunos padres presentaron una queja al Director. Frente a la posibilidad de que se lo expulsara obtuve el permiso de poderme ocupar personalmente de él; por lo tanto avisé a mis colegas y conseguí también la colaboración de los alumnos. Al mismo tiempo una familia de amigos tomó contacto con sus padres para apoyarlos mientras la situación no se hubiera sanado. Mucho tiempo después volví a esa ciudad, de la que me había ausentado desde hacía años. Volví a ver a mi alumno, ya ccrecido y hecho todo un excelente padre de familia T. M. – Italia La torta Un vecino nuestro se oponía a una remodelación que queríamos hacerle a nuestra casa, con razones objetivamente injustas. Cansado de recibir sus cartas de protesta, mi marido consultó a un abogado, pensando en la posibilidad de hacerle un juicio. Pero luego, hablando del tema juntos, elegimos otro camino, el que nuestro corazón nos sugería, que era intentar construir un puente entre él y nosotros. Preparé una torta, y fuimos a verlo. Él nos dijo: “¿Cómo han sabido que hoy es el cumpleaños de mi hija?”. El choque que preveíamos se transformó en un encuentro. Algunos días después ellos nos devolvieron la visita, y ahora tenemos nuevos amigos. M. – España Una pared entre nosotros Siete años de matrimonio no nos habían llevado a la tan deseada unidad de nuestros corazones. Triste y agobiado, pensaba yo que las causas eran la inmadurez y la incompatibilidad de nuestros caracteres. En ese clima, lo que hacíamos era juzgarnos, y la pared de la incomunicación entre nosotros se hacía cada vez más alta. Además pesaba el sentimiento de culpa por no lograr transmitir a nuestros hijos el amor que un marido y una esposa debían irradiar. Cuando había decidido ya dejar de luchar, la cercanía de unos amigos que viven el Evangelio nos ayudó a derribar ese muro. Por parte de mi señora también llegaban señales que me hacían tener confianza. Aprendimos a acogernos, a pedirnos perdón cuando nos equivocamos, a vernos como un regalo y a considerar los fracasos como una ocasión para volver a empezar y amarnos. Ayudados por la amistad y por las oraciones de los demás, nos dimos cuenta de que Dios nos ama y conduce nuestra familia. L. – Italia
Sep 28, 2018 | Sin categorizar
«Lo que hayan hecho al más pequeño de mis hermanos, me lo han hecho a mí» (Mt 25,40): esta Palabra expresa de una manera definitiva quién es el hombre y cuál es su realidad. Esta interpretación del hombre es ciertamente un escándalo, no menor que el que Jesús suscitaba declarándose Hijo de Dios. En el nombre de la libertad de cada uno, de su identidad y peculiaridad, el hombre piensa poder cuestionar el hecho que se lo identifique con Jesucristo. El hombre quiere ser amado por sí mismo, por lo que es, no quiere ser degradado a una suerte de máscara de Jesús. Teme que ese mayor amor que él recibe por amor a Jesús sea algo que no lo tiene en cuenta, que le roba el amor que él quiere para sí mismo, y del cual tiene necesidad. Pero el que para amar a Jesús en el otro descuida al otro como persona, descuida también a Jesús. Y el que considera que reconocer la presencia de Jesús en el hombre significa disminuir su realidad, en realidad no ha entendido para nada la presencia de Jesús en el prójimo. Dado que Jesús se identificó con el hombre, Dios mismo, que es Amor, se identificó con él. Pero el amor no es un afirmarse a sí mismo que consume al otro y lo anula, es algo que se dona, y en esa donación ofrece al otro la libertad de poder ser él mismo. Jesús no me deja solo. Él está de mi lado, me acepta así como soy, y lo que me concierne, lo concierne también a él. Yo sigo siendo yo mismo, más aún, paso a ser plenamente yo mismo, justamente porque no me quedo solo. El misterio de Cristo es el misterio de todo hombre. ¿Qué significa para la persona con quien me encuentro y qué significa para mí y para mi vida? Con referencia al otro, significa que no estoy tratando con alguien que simplemente es un eslabón de una cadena, una arandela de un engranaje o un simple número en la gran cantidad de personas existentes. Cada vez que me encuentro con un rostro humano, me encuentro con Dios en su realidad incondicionada, me encuentro con esa voz que por encima de cualquier rostro humano pronuncia una vez más lo que dijo de Jesús en el monte de la Transfiguración: “Éste es mi hijo predilecto!” (Mc 9,7). Sin excepciones. El hombre no puede robarse a sí mismo su última dignidad. Por más que sea un criminal o un malhechor, yo nunca podré considerarlo un caso perdido. En cada uno me encuentro con Cristo, no porque es bueno o porque se lo merezca, y ni siquiera porque accedió a la luz divina en su vida, sino porque Dios lo adoptó de una manera irrevocable como hijo. Por cierto el hombre está sumergido en la vida divina por la gracia de Dios que dejó entrar en él, por la elección de creer personalmente, que se dio mediante el bautismo en el nombre de Jesús. Pertenecer a Jesús no es algo “automático”. Cuando una persona nace, Cristo ya asumió en él su vivir y su morir, su culpa y su extraviarse: todo fue asumido por la vida y la muerte de Cristo, que dio su vida por cada uno. Por ello, en cada prójimo nos encontramos con Jesús. Y nos encontramos con él en un modo particular en los últimos, en quien parece estar más lejos de él, en las personas en las que su rostro parece haberse oscurecido. ¿Cómo es posible? En la cruz, viviendo el abandono de Dios, haciéndose incluso pecado (2 Cor 5,21), Jesús se identificó con lo que está más lejos de Dios, que parece contraponerse más a él. Sólo descubriendo a Cristo en el prójimo y donando a cada uno ese amor humano que se dirige de una manera indivisa a él y al mismo Cristo, todo prójimo podrá descubrir su propia identidad con Jesús, su cercania a él, el estar plenamente asumido por él. (Extraído de: Klaus Hemmerle,“Offene Weltformel”, Neue Stadt, pág. 31-33)
Sep 27, 2018 | Sin categorizar
FECHAS: 27, 28 y 29 de octubre: talleres artísticos con los jóvenes 30 de octubre: Concierto From the Inside Outside – Conservatoire de la Ville de Luxembourg 31 de octubre: Feedback GenVerde Tours