Abr 6, 2018 | Sin categorizar
Deporte y Paz. Un binomio vigente desde la antigüedad, desde cuando, en ocasión de los juegos que se celebraban en honor a Zeus, regía la “tregua olímpica”, una suspensión de todas las enemistades públicas y privadas, para custodiar a los atletas y a los espectadores que atravesaban territorios enemigos para llegar al Olimpo. La jornada internacional que se celebra hoy, en el mismo día que, en el año 1896 vio la apertura, nuevamente en Grecia, de los Primeros Juegos Olímpicos de la era moderna, reafirma la actualidad y el valor de esta combinación. Paolo Cipolli, responsable de Sportmeet, red internacional de deportistas y operadores del deporte que desde el 2002 trabaja en la elaboración de una cultura deportiva orientada a la paz, al desarrollo, a la fraternidad universal; y está convencido de esto. «El deporte, definido por algunos sociólogos como “mímica de guerra” o “guerra sin disparos”, también en sus formas de mayor competitividad puede constituir un elemento de pacificación. A través de un proceso de catarsis, de purificación del elemento competitivo, el elemento de la confrontación, regulado según la forma del juego, constituye un gran potencial relacional». Los recientes Juegos invernales lo demuestran. «Lo ocurrido en PyengChang es verdaderamente sorprendente: al comienzo la elección de una localidad cercana a la frontera entre las dos Coreas, justo en un período de fuertísima escalada de tensiones, parecía nefasta. Sin embargo, el milagro del deporte se produjo y las Olimpíadas se revelaron no sólo como una extraordinaria ocasión para invertir las previsiones de fracaso, sino también como una sorprendente ocasión para acercar las dos naciones. Un milagro que ha superado a la política internacional. Ya ha sucedido, muchas veces, en la historia reciente, que el deporte se revele como una ocasión de distensión. Recuerdo el famoso partido de ping pong entre China y los Estados Unidos, en 1971». Sportmeet nació en el seno del Movimiento de los Focolares. Está difundiendo en el mundo del deporte los valores del crecimiento integral de la persona y de la paz. ¿Con qué objetivos? «Nos mueve el deseo de llevar también a este campo nuestra herencia espiritual, el ideal de la unidad de Chiara Lubich. Es necesario sostener las experiencias positivas que ya existen, reconociendo todo lo bueno que ya la historia del deporte ha producido. Es crecer además en la conciencia de que el deporte, de por sí, tiene grandes posibilidades de desarrollar sentimientos de fraternidad. Recientemente tuvimos la oportunidad de promover y participar en la primera edición de la “Via Pacis Half Marathon” de Roma. Nos mantendremos comprometiéndonos, en red con las diversas comunidades religiosas y con algunas instituciones deportivas, en vista de la segunda edición, que tendrá lugar el próximo 23 de septiembre. La realidad del límite, la matriz común de malestares, dificultades, barreras sociales, pero también físicas y psicológicas, atraviesa cada día nuestra vida, de forma individual y también colectiva. ¿Qué respuesta puede ofrecer el ejercicio deportivo? «La experiencia deportiva ofrece una contribución a la comprensión del límite, también más allá de su campo específico. El deporte, por su naturaleza es el terreno de la confrontación con el límite. Promoviendo la participación el ser humano se acostumbra a las diferencias, facilitando recorridos de integración y de superación de las barreras sociales, étnicas, religiosas o políticas». ¿Las próximas citas? «Sobre estos temas estamos organizando un congreso internacional, desde el 20 al 22 de abril, en Roma, abierto a quienes trabajan en el mundo del deporte y no sólo, para conocer y promover muchas buenas prácticas deportivas. En la jornada central, el 21 de abril, en el contexto del “Villaggio per la Terra”, en pleno centro de Villa Borghese, experimentaremos una interacción con los participantes en el Congreso de Eco-One “Nature Breaks Limits” (La naturaleza rompe los límites), con una lectura multidisciplinaria del límite. Será un congreso itinerante, entre el barrio Corviale, en la periferia geográfica y social de la ciudad, y el centro de Roma. Una ocasión para comprender las dificultades, la fragilidad y las “fronteras” en nuestra realización como límites que tenemos que reconocer y gracias a los cuales podemos ser más humanos». Chiara Favotti
Abr 4, 2018 | Sin categorizar
“Serán tomados en serio”, aseguró el Papa. ¿Cuántas veces ocurre que los jóvenes de esta sociedad no se han sentido considerados, verdaderamente escuchados, y tomados en serio? “Tal vez no nos toman en serio porque tienen miedo a que nuestra falta de experiencia pueda llevarnos a equivocarnos en todo. Tal vez es verdad que debemos aprender mucho, pero por otro lado nosotros tenemos algo que los adultos no tienen, que es el ser jóvenes hoy, aquí y ahora. Una experiencia distinta de la que vivieron ellos. Precisamos su experiencia seguramente, pero tenemos este plus que ellos no tienen. Por su lado, los jóvenes no debemos caer en la crítica improductiva hacia los adultos, ni tratar de destruir al otro, sino más bien se puede cultivar un diálogo intergeneracional profundo y sin juicios. Jóvenes y adultos tienen particularidades que ofrecen la posibilidad de un enriquecimiento recíproco fructífero: la persona adulta se rejuvenece y el joven madura”. Por lo tanto además de la experiencia del diálogo con jóvenes de otras Iglesias, credos y convicciones, hicieron también la experiencia del diálogo entre generaciones. “En realidad las dos dimensiones no están separadas, y la dimensión religiosa no se separa de nuestra humanidad, de nuestra realidad cotidiana. Es un error separar la vida espiritual de la cotidiana, pues la trascendencia forma parte del hombre. Comprender que somos seres limitados y buscar las respuestas yendo más allá de nosotros mismos es un tema antropológico, propio de nuestra humanidad. El diálogo intergeneracional es un hecho porque existen personas de edades diferentes. La humanidad se renueva y dentro de este hecho, existe también el aspecto espiritual que caracteriza a todas las edades, tanto a los mayores como a los jóvenes.
El Papa quiso que este Sínodo sobre los jóvenes fuese también un sínodo para los jóvenes, con los jóvenes y de los jóvenes. ¿Se sintieron de verdad protagonistas en estos días? “Sí mucho, y estamos conmovidos por esta apertura total en primer lugar del Papa y después de la Iglesia. Sus representantes que estaban allí para acompañarnos no se entrometieron: el Cardenal Lorenzo Baldisseri y Monseñor Fabio Fabene estaban allí para escucharnos. En ellos he visto la figura de María que hace pleno silencio y hace espacio para que nazca la Palabra, como un telón de fondo, una presencia silenciosa que hace que la Palabra surja. Estaban allí para escuchar ya sea durante los momentos de trabajo, como en los momentos de esparcimiento fuera del programa. Cuando preguntábamos algo nos respondían, de lo contrario estaban en silencio. Veíamos como se reflejaban en sus rostros la reacción ante las temáticas que afrontábamos, sobre lo que estaban de acuerdo y aquello que les hacían daño y esto nos ayudaba a encontrar el equilibrio que el Papa nos pidió el primer día: hablen siendo “cara duras” pero sean humildes y si se equivocan pidan disculpas. Esto ocurrió en los momentos de la elaboración del documento final. Alguno usó un lenguaje tal vez demasiado crítico, pero poco a poco encontramos este equilibrio, también porque contábamos con su presencia que nos ayudaba. Por lo tanto se sintió de verdad también el apoyo de la Iglesia jerárquica, de los adultos. No todo fue perfecto, pero esto forma parte de la realidad”. ¿Qué te impresionó cuando se terminó el trabajo? “Cuando el documento final fue aprobado, escuché a jóvenes de distintos países- uno de las islas Samoa, un asiático, un africano, un europeo y un latinoamericano- que decían que este documento refleja lo que los jóvenes son hoy. Son las mismas cosas que piensan mis amigos, son las mismas preguntas que nos hacemos nosotros, y esto me dio mucha alegría porque era éste el sentido de nuestro encuentro: el de poder abordar temáticas que de lo contrario no serían nunca abordadas. Es verdad que no todos estuvimos de acuerdo en todo, porque hay matices distintos en cada región, pero las problemáticas y las inquietudes principales, el vivir y la búsqueda de sentido en su profundidad está reflejada en el documento con todas las contradicciones que existen: algunos piensan de un modo, otros piensan de forma completamente distinta, pero las inquietudes y las aspiraciones son las mismas. Por lo tanto me dio mucha alegría ver que este trabajo de 5 días y de 300 jóvenes de todo el mundo y de todas las realidades, refleja esencialmente lo que el joven es hoy, ya sea en Medio Oriente como en Asia o en África. Somos conscientes de que éste es un momento histórico para la Iglesia, no sólo porque es la primera vez que se abre a escuchar a los jóvenes de este modo sino porque de ahora en adelante no se podrá actuar sin tener en cuenta este encuentro y lo que surgió de él. Es un comienzo y estamos contentos de haber podido participar”. Lee el documento completo (inglés, italiano, español)
Abr 3, 2018 | Sin categorizar

Noemi Sánches de Paraguay
El fructífero diálogo entre personas de Iglesias, religiones y convicciones diferentes es una realidad concreta en muchos países de los cinco continentes, y una iniciativa que habría que impulsar en un mundo a menudo lacerado por divisiones, prejuicios y temores. Es ésta la propuesta que los jóvenes del Movimiento de los Focolares llevaron al encuentro pre-sinodal que tuvo lugar en Roma, del 19 al 24 de marzo, por deseo del Papa Francisco, quien quería escuchar a los jóvenes en vista del Sínodo de los Obispos que se realizará en octubre, sobre el tema: “Los jóvenes, la fe y el discernimiento vocacional”. Entre los participantes en el encuentro, por parte de los Focolares, estuvo también Noemi Sánches, paraguaya de origen brasileño, de 28 años, graduada en Ontología Trinitaria en el Instituto Universitario Sophia de Loppiano, y actualmente cursando el segundo año del Doctorado en Filosofía de la Universidad de Perugia. Le pedimos que nos contara su experiencia. “Soy cristiana, católica y vivo en un Movimiento católico cristiano, por eso siempre he tenido la conciencia de “ser Iglesia” y siento que tengo que vivir mi “ser Iglesia” en todas partes. Sin embargo, participar en el encuentro pre-sinodal me ha dado la posibilidad de experimentar por primera vez esta dimensión dentro de un evento que la misma Iglesia organizó para nosotros jóvenes y con nosotros, para proseguir caminando juntos. Es un caminar no sólo entre nosotros sino con todos, con la humanidad que simbólicamente estaba representada por otras Iglesias, otras religiones y también por no creyentes. Y experimentamos que ¡es una realidad, que es posible, y que en este momento histórico sólo podemos avanzar así! ¿Qué le piden los jóvenes a la Iglesia? “Sobre todo piden apertura, sinceridad y coherencia, modelos coherentes y cercanos, que sean guías, y que no tengan temor de dar a conocer su humanidad, también sus errores, que sepan reconocer estos errores y pedir perdón. Modelos con quienes hablar a corazón abierto, de todo”.
El Papa los invitó a hablar con valentía y “cara dura”, ¿cuáles fueron los temas más difíciles que se anticiparon? Temas muy actuales y quizás polémicos, como la homosexualidad, por ejemplo. Y después se solicitó una posición más concreta con respecto al tema de las migraciones, los refugiados y las guerras. Temas que van más allá de los meros dogmatismos, como la familia en sentido tradicional y cómo vivirla cuando no es exactamente así. No pedimos que se cambie la doctrina, sino entenderla profundamente para poder llevarla a nuestra vida cotidiana. Hoy esto ya se hace, pero quizás de un modo que no llega a los jóvenes”. En el pre-Sínodo representaste a los jóvenes de los Focolares de los cinco continentes. ¿Qué le piden estos jóvenes a la Iglesia y qué proponen? ¿Cuáles experiencias ofrecen, como una especie de modelo? “En línea con la experiencia vivida en Roma con jóvenes de todas las proveniencias, culturas y credos, con quienes no sólo hablamos sino que también vivimos, dormimos y comimos, en un enriquecimiento recíproco de vida y de pensamiento, los jóvenes de los Focolares –que tienen como carisma la unidad y el diálogo- propusimos repetir afuera encuentros de este tipo con personas de todas las realidades. Esta experiencia, de hecho, ayuda a entender que el otro es otro como yo, y que en el fondo tenemos en el corazón las mismas preguntas y los mismos desafíos; que cada uno tiene quizás un enfoque distinto pero eso enriquece al otro que en su cotidianidad quizás vive de otro modo. Por lo tanto cada uno tiene algo que dar, y ese dar ofrece una visión más amplia, una experiencia más completa y enriquecedora. Juntos se puede llegar a dar respuestas concretas a las problemáticas que vivimos todos”.
Un testimonio precioso en este tiempo caracterizado por los temores, la desconfianza y los prejuicios, en el que es más fácil construir muros y recintos que puentes, o tender las manos hacia quien es diferente. ¿Cómo fue recibida esta propuesta contracorriente? “Por gracia de Dios, dentro del Movimiento de los Focolares ya desde hace años vivimos esta experiencia y hacemos este tipo de encuentros. Pero también en este espacio de diálogo ofrecido por la Iglesia a los jóvenes, la propuesta fue acogida con alegría y satisfacción, también por otras personas que no conocen el Movimiento y que viven otras realidades. En el momento de las propuestas concretas, en mi grupo, propuse aplicar este modelo de relación también para confrontarnos sobre otras temáticas, siempre en esta dinámica abierta a todos, donde todos participan, conviven, se descubren a sí mismos y a los demás. Todos los jóvenes presentes adhirieron enseguida, y fue un sí unánime. Pero tenemos que admitir que había personas más grandes que escuchaban y hacían comentarios y hacia ellos no sentí rechazo pero sí temor, el temor que causa el impulso a “salir” hacia otros puertos y perder la propia identidad. En cambio los jóvenes que hicieron esta experiencia comprendieron enseguida que en realidad la identidad no se pierde sino que se enriquece. Cierto, contemporáneamente hay que dedicarse a la formación y a profundizar la propia identidad religiosa, pero esta riqueza se puede donar y al donarla, se abre espacio para recibir al otro. El joven que ha vivido esto lo entendió y lo quiere. En este sentido vivimos lo que el Papa Francisco nos dijo al inicio: ustedes, los jóvenes, tienen que soñar los sueños de los mayores pero también profetizar, es decir, ir más allá de ese sueño. Y yo pienso que lo que hemos vivido en Roma ha sido traducir en lo concreto esta exhortación: queremos ser Iglesia y hemos entendido que para hacerlo tenemos que ir más allá de las estructuras tradicionales. La Iglesia es universal y entonces tenemos que estar abiertos, llegar y acoger a todos para ser más plenamente aquello que somos”. Lee el documento integral (inglés, italiano, español)
Abr 2, 2018 | Sin categorizar
Desalojo Habíamos recibido el desalojo y teníamos un mes para dejar el apartamento. En el barrio los alquileres eran muy altos. No teníamos más opción que buscar fuera de la ciudad, esperando encontrar un alojamiento adecuado para nuestras posibilidades. Empezamos a involucrar en la búsqueda a amigos y conocidos, ¡pero nada! Nos pusimos a rezar, como hacíamos ya antes, pero con mucha confianza en Dios. Precisamente a finales del mes supimos que una familia del segundo piso estaba dejando el apartamento. Localizamos por teléfono al propietario, que vivía en otra ciudad y le explicamos nuestra situación. Él aceptó sobre nuestra palabra la propuesta, diciendo: “Entren, cuando venga haremos el nuevo contrato”. Parecía imposible encontrar una casa en el mismo edificio y no tener ni siquiera que hacer una mudanza. Recordamos las palabras de Jesús: “Para quien tiene fe, nada es imposible”. G. – Italia Optimismo Tengo un carácter difícil y por este motivo estoy solo ya con cierta edad, después de intentar el matrimonio o vivir en comunidad. Un sacerdote me aconsejó que acompañara a un chico espástico, para permitirle a su mamá, que era viuda, hacer algunas diligencias. Empecé a frecuentarlos y vi que, a pesar de su difícil situación, estaban siempre contentos y acogían con alegría a cualquiera que fuera a visitarlos. Lentamente entró en mí un optimismo nuevo. Descubrí que la raíz de la serenidad de esa familia era una vida basada en el Evangelio. ¡Y me contagiaron! K. – Eslovaquia El arbusto Debido a un arbusto que, según mi opinión, mi esposo, había sido plantado en el lugar equivocado, entre nosotros se rompió la armonía. Mientras cocinaba, sintiéndome agitada, intenté confiarle todo a Dios y poco a poco me regresó la calma. Entonces pensé proponerle a mi esposo que plantáramos el arbusto en una maceta, para encontrarle después el lugar apropiado. A él le pareció una buena idea. Nos pedimos disculpas recíprocamente y fuimos juntos a comprar la maceta. Después también encontramos el lugar más apropiado. Ahora, cada vez que miro nuestro arbusto, siento que para nosotros se ha convertido en un signo que nos recuerda siempre que lo que cuenta en nuestra relación es amarnos, estar dispuestos a perder nuestras idea para hacer que el otro esté contento, para que Dios pueda resplandecer entre nosotros. B.– Suiza No sólo la salud física Después de un trasplante de médula ósea, estuve bien por un largo período, hasta que tuve una recaída, y fue necesario realizar un segundo trasplante. En los momentos de angustia, me repetía a mi misma que tenía que donar a María todas mis preocupaciones. Cuando lo hacía con todo el corazón, advertía una paz profunda. Antes siempre le pedía que sanara. Pero ahora he entendido que Dios me quiere llevar a Él precisamente a través de la enfermedad. Entonces, en lugar de rezar por mi salud física, he empezado a pedirle la gracia de poderme acercar más a Él.(S– Usa)
Abr 1, 2018 | Sin categorizar
Te alabamos, Padre, con todas tus criaturas, que salieron de tu mano poderosa. Son tuyas, y están llenas de tu presencia y de tu ternura. Alabado seas. Hijo de Dios, Jesús, por ti fueron creadas todas las cosas. Te formaste en el seno materno de María, te hiciste parte de esta tierra, y miraste este mundo con ojos humanos. Hoy estás vivo en cada criatura con tu gloria de resucitado. Alabado seas. Espíritu Santo, que con tu luz orientas este mundo hacia el amor del Padre y acompañas el gemido de la creación, tú vives también en nuestros corazones para impulsarnos al bien. Alabado seas. Fuente: Papa Francisco, Carta Encíclica Laudato Si’ sobre el cuidado de la casa común (Oración cristiana por nuestra tierra, 246)
Mar 31, 2018 | Sin categorizar
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Hoy más que nunca, mientras se encienden nuevos focos de guerra en diferentes partes del mundo, y tragedias de todo tipo parecen frustrar las expectativas de paz, queremos afirmar nuestra fe en el Hombre-Dios, muerto y resucitado por todos los hombres y para llevar el mundo a su destino de unidad. Él es nuestra esperanza y nuestra alegría. En nombre mío y de todo el Movimiento de los Focolares les expreso mis mejores deseos: que el espíritu del Resucitado nazca y renazca cada día en nosotros y entre nosotros, según la promesa de Jesús: “Donde dos o tres están reunidos en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos” (Mt 18,20). Permanezcamos pues unidos en su nombre, es decir, en su amor, difundiéndolo entre las personas y los pueblos. ¡Feliz Pascua a todos!
Maria Voce
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