Movimiento de los Focolares
Benedicto XVI: reformador en la continuidad

Benedicto XVI: reformador en la continuidad

El teólogo Piero Coda recuerda al Papa Benedicto XVI y el extraordinario aporte de sabiduría que ha dado al camino de la Iglesia de nuestro tiempo. Monseñor Coda, en el año 1998 en el Congreso Mundial de los Movimientos eclesiales, el que en ese momento era el prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, el Cardenal Joseph Ratzinger, pronunció un histórico discurso acerca del rol de los Movimientos eclesiales. Según su opinión, ¿cuáles son los puntos esenciales de ese texto? ¿En qué medida esas palabras han hecho un aporte para cambiar el rol de los movimientos en la Iglesia? Sí, ¡fue sin duda un discurso histórico!  Lo escuché presencialmente, porque yo estaba en ese Congreso. La gran competencia teológica y el conocimiento de la historia de la Iglesia, como así también la experiencia del Concilio y de su implementación a nivel universal (esto último particularmente por el rol que más adelante desempeñara en el Vaticano) le permitieron a Ratzinger ubicar con claridad el significado de los Movimientos eclesiales en la misión de la Iglesia. El punto central que propuso consiste en reconocer en ellos la acción del Espíritu Santo que a lo largo de los siglos, cada vez de una forma nueva, con oleadas sucesivas, renueva al Pueblo de Dios con el don de los carismas: San Benito, las órdenes mendicantes en el medioevo, la Compañía de Jesús y las órdenes misioneras en los últimos siglos, y justamente el inesperado florecimiento carismático en concomitancia con el Concilio. De allí la afirmación de Juan Pablo II, en sintonía con las enseñanzas del Vaticano II, según la cual la Iglesia está edificada gracias a la co-esencialidad de los “dones jerárquicos” –el ministerio conferido por el  sacramento del Orden– y de los “dones carismáticos”, que son el libre regalo de gracias especiales de luz y vida a todos los discípulos de Jesús. Con ocasión de la muerte de Chiara Lubich, fundadora de los Focolares, el papa Benedicto  XVI escribió un extenso mensaje de condolencias. ¿Qué relación tuvo Chiara Lubich con él? Chiara me dijo a mí personalmente que había quedado muy impactada por ese discurso del Cardenal Ratzinger en 1998 y siempre le quedó profundamente agradecida por haberlo escrito. Además, visitando el Centro Mariápolis de Castel Gandolfo (Italia) y celebrando allí la Santa Misa en la fiesta de la Inmaculada, el 8 de diciembre de 1989, comentó una parábola evangélica.  Dijo que veía el crecimiento de un gran árbol nacido de una pequeña semilla, en el que encuentran descanso los pájaros de cielo… Los primeros años del pontificado de Benedicto XVI coincidieron con los últimos de la vida de Chiara. Por ello, para Chiara no fue posible encontrarse con él personalmente y gozar por el hecho de que, a un año de su muerte, el Papa Ratzinger, en la encíclica Caritas in veritate, mencionara la economía de comunión. ¿Qué dicen el pensamiento y la vida del papa Benedicto XVI a la Iglesia de hoy y a la del mañana, que el Sínodo actual está delineando? Su imperdible aporte ha sido recordar con su autoridad moral de hombre de Dios y de gran teólogo una verdad decisiva: la obra de renovación que puso en movimiento el Vaticano II debe promoverse relacionándola directamente con el núcleo vivo del Evangelio de Jesús y en el álveo de la Tradición eclesial. Así lo remarcó en el magistral discurso a la Curia romana en diciembre de 2005 –era el primer año de su pontificado– cuando trazó la clave resolutiva de interpretación: “reforma en la continuidad”.  No es casualidad que el libro más conocido del aún joven teólogo Ratzinger, aparecido en su primera edición en 1968 y traducido a los principales idiomas, tenga el título de  Introducción al cristianismo. Ello para señalar que el trampolín de lanzamiento para un profético salto hacia adelante es la fe de siempre en Jesús. Tampoco carece de significado que, ya siendo Papa, haya querido dedicar tres encíclicas a las virtudes teologales: la caridad, la esperanza y la fe.  Haciendo hincapié con fuerza en la primacía de la primera, pues evoca el mismo nombre del Dios que se revela en Jesús. Ese Jesús al que dedicó una apasionada trilogía como invitación al encuentro con el principio vivo de la fe, que no es justamente una bella idea, sino que es él mismo. Por lo tanto, fidelidad al patrimonio de la fe. Pero para que de ella surjan la riqueza y la novedad del Evangelio.  Ése es el secreto de la fuerza y de la fascinación duradera del magisterio de Benedicto XVI. Y Ud. Personalmente, ¿cuál es el recuerdo más bonito que conserva en su interior del Papa Ratzinger? Me encontré con él muchas veces, primero cuando era Cardenal y luego durante su papado.  Siempre experimenté su gran cordialidad y su exquisita atención. Incluso pude conversar extensamente con él de teología, en el contexto de una serie de seminarios con otros estudiosos, a nivel internacional, cuando era Prefecto de la Doctrina de la Fe. Con creciente gratitud a Dios, siempre capté en él su extraordinario aporte de sabiduría al camino de la Iglesia en nuestro tiempo. De acuerdo con Chiara le comuniqué al Papa Benedicto la idea de hacer nacer el Instituto Universitario Sophia: “Es algo hermoso…–exclamó– y si consiguen hacerlo…”. Recuerdo, por último, su gozosa sorpresa cuando, durante una audiencia en la que le presenté al primer grupo de estudiantes, uno de ellos, Caelison, un estudiante no-vidente, espontáneamente le manifestó: “¡En Sophia hemos encontrado la luz!”.

Stefania Tanesini

“La última palabra de la historia del mundo será la comunión”

“La última palabra de la historia del mundo será la comunión”

Palabras de Margaret Karram, presidenta del Movimiento de los Focolares con motivo del fallecimiento de Su Santidad, el Papa Benedicto XVI Estima, reconocimiento y gran conmoción llenan mi corazón ahora mientras expreso mi más profunda gratitud por la obra y la vida del Papa Benedicto XVI, en mi nombre y en el del Movimiento que él siguió y acompañó con cercanía y amor. Con toda la Iglesia nos unimos en torno al Papa Francisco al devolverlo a Dios, seguros de que ya ha sido recibido en la gloria del Cielo y lo haré personalmente, el 5 de enero próximo participando a la misa exequial en la Plaza San Pedro. Tuve el don de acoger al Papa Benedicto, en mayo de 2009, en Jerusalén, participando en varias etapas de su peregrinación a Tierra Santa. Dos momentos me quedaron particularmente impresos, sus palabras en el Santo Sepulcro: “La paz aquí es posible”, “la Tumba Vacía ─continuó─ nos habla de esperanza, esa que no defrauda, porque es don del Espíritu de la vida”. Para mí fue también muy fuerte la participación en una misa privada en la Delegación Apostólica de Jerusalén, celebrada precisamente por el Papa Benedicto XVI. Capté su ternura paternal y la grandeza de su caridad que se expresaba con un gesto de reconocimiento por todo lo que el Movimiento de los Focolares había hecho para preparar su visita. En 1989, cuando todavía era Prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, el Card. Joseph Ratzinger fue invitado por Chiara Lubich para un diálogo con las focolarinas, reunidas con ocasión de los ejercicios espirituales anuales, en los que yo también estaba participando. Respondió a preguntas muy variadas y en un momento determinado pronunció palabras que no he olvidado. A propósito del futuro de la Iglesia y de la humanidad dijo: “La última palabra de la historia del mundo será la comunión, será llegar a ser comunión, no solo entre nosotros sino que, incorporados en el amor trinitario, llegar a ser comunión universal, donde Dios es todo en todos” [1]. Hoy, en el momento en que el amadísimo Papa Benedicto XVI ha vuelto a la casa del Padre, esta expresión suya resuena en mí casi como un testamento espiritual. Son palabras de una actualidad extraordinaria, que hoy arrojan luz y esperanza sobre una humanidad afligida por conflictos de los que no vemos el final. Nos hemos nutrido de su pensamiento tan iluminado, el de un gran teólogo que, aún muy joven, participó en el Concilio Vaticano II, transmitiendo y presentando a lo largo de los años la novedad de una Iglesia-comunión, hecha de conocimiento de la Palabra y de caridad traducida en práctica. Al día siguiente de su elección como Pontífice, Chiara Lubich se expresó así: “Por el conocimiento directo que tengo de él, ya que posee dones particulares para captar la luz del Espíritu, no dejará de sorprender y superar cualquier expectativa” [2]. No olvidaremos el papel clave que desempeñó en 1998, cuando el Papa Juan Pablo II, con ocasión de la fiesta de Pentecostés, convocó en la plaza de San Pedro a los Movimientos eclesiales y a las Nuevas comunidades. En esa ocasión, el Card. Ratzinger dio una lección magistral titulada: “Los Movimientos eclesiales y su colocación teológica”, en la que delineó el perfil de los Movimientos y de las Nuevas comunidades y la relación imprescindible con la Iglesia. Algunos pasajes de su intervención siguen siendo, para mí y para el Movimiento, de gran luz para poder ser instrumentos de comunión en la Iglesia y brazos de Cristo para la humanidad: “Es muy evidente que el Espíritu Santo está también hoy actuando en la Iglesia y le concede nuevos dones ─dijo entonces gracias a los cuales ella revive la alegría de su juventud (cf. Sal 42, 4). Agradecimiento a tantas personas, jóvenes y ancianas, que se adhieren a la llamada del Espíritu y, sin mirar ni alrededor ni hacia atrás, se lanzan gozosamente al servicio del Evangelio. Agradecimiento a los obispos que se abren a los nuevos caminos, les hacen sitio en sus respectivas Iglesias, debaten pacientemente con sus responsables para ayudarlos a superar cualquier unilateralidad y para conducirlos a la justa conformación”[3]. Junto a toda la Iglesia, doy gracias a Dios por el don que el Papa Benedicto XVI ha sido para nuestro tiempo y rezo para que sepamos captar y traducir en vida la profundidad de su pensamiento teológico, la fidelidad al Evangelio y la valentía de un testimonio de vida capaz de conducir a la Iglesia por los senderos de la verdad, de la fraternidad y de la paz.

Margaret Karram Presidenta del Movimiento de los Focolares

[1] Visita del Card. Joseph Ratzinger al encuentro de las focolarinas, respuestas a las preguntas. Castel Gandolfo, 8 de diciembre de 1989. Archivo Chiara Lubich en Archivo General del Movimiento de los Focolares. [2] Declaración de Chiara Lubich en: Comunicado de Prensa Movimiento de los Focolares, 20 de abril de 2005 [3] Los Movimientos en la Iglesia. Actas del Congreso mundial de los Movimientos eclesiales, Roma, 27-29 de mayo de 1998, Coll. Laici oggi 2, Libreria Editrice Vaticana, Città del Vaticano 1999.  

2022 con los ojos de Gen Verde

2022 con los ojos de Gen Verde

Las emociones vividas en un año inolvidable y las perspectivas para el nuevo año Difícilmente olvidaremos el año 2022. La guerra en Ucrania, comparable con un virus que aún no tiene vacuna, ha marcado cada uno de los días de este año que llega a su término.  Sin embargo, ha sido una ocasión para muchos artistas de dar mensajes de paz y esperanza. Así nació la canción “We Choose Peace” (Elegimos la paz), grabado por el grupo artístico internacional Gen Verde justamente en coincidencia con el comienzo del conflicto en Ucrania. El video clip grabado junto con los jóvenes de la ciudadela de Loppiano y lanzado durante la Semana por un mundo unido, fue de una contundente actualidad durante todo el año 2022, sobre todo en los varios conciertos de su gira por Europa. La banda también ha grabado otra canción, “Walk On Holy Ground” (Caminar en Tierra Santa), escrita especialmente para los seguidores de San  Vicente de Paul, pero también para todos los que se sienten llamados a seguir a Jesús. “Sentir que el que me ha escogido así como soy –cuenta Andreina Rivera, del Gen Verde, cantante venezolana– me ha dado la fuerza para seguir aún con una mayor convicción”. Este año se ha caracterizado por el regreso de los conciertos a las plazas y teatros, con talleres  y workshops, tras poco más de dos años de haberse suspendido por la pandemia. Varios han sido los conciertos del Gen Verde en Italia y ha habido una especial gira europea.  La experiencia más fuerte se vivió en la cárcel femenina de la ciudad de Vechta, Alemania. “Por primera vez me encontré en condiciones de no sentir que vivía en una  prisión.  Ha sido muy bonito –contó una detenida cuando terminó el concierto–. No he sentido ninguna diferencia, pues ellas eran como nosotras. Algunas de ellas tenían lágrimas en los ojos. Nos han entendido realmente”. Otra decía: “Muchas canciones eran muy adecuadas a nuestra situación, sobre todo la canción «On the other side» (Del otro lado) porque ayuda a no juzgar al que es distinto a ti”. Otra detenida destacó que “el tiempo ha pasado muy rápido y no queríamos que terminase.  Las historias de las canciones también son mi pasado y por ello ahora ya no me siento sola con mi dolor. Ahora sé que también otras personas con las mismas vivencias, con el mismo dolor, han conseguido volver a encontrar la felicidad”. Hablábamos del regreso tras la pandemia.  Para el Gen Verde fue emocionante retomar la actividad con el Start Now Workshop Project, (Proyecto del Taller Empezar ahora), que consiste en encontrarse con los jóvenes en talleres artísticos y subir al escenario junto con ellos. “Ha sido muy impresionante encontrarnos con jóvenes de distintas partes de Europa –transmite Raiveth Banfield, del Gen Verde, cantante panameña–. Donando nuestras experiencias brotaba en sus ojos una gran luz. Era una confirmación de que vale la pena vivir por la fraternidad universal”. Se asocia a estas palabras lo que dijeron dos jóvenes eslovacas: “Antes de llegar no sabíamos con qué nos encontraríamos. Al comienzo ni siquiera queríamos salir de nosotras mismas. Luego, en los talleres, descubrimos que todos teníamos mucho en común, por más de que no nos conociésemos o no pudiésemos entendernos al hablar idiomas diferentes.  Entonces, nos dimos cuenta de que cada uno de nosotros tiene una pequeña luz dentro de sí, a pesar de alguna pequeña oscuridad. Esta experiencia es inolvidable; nos la llevaremos dentro por el resto de nuestra vida”. En el Gen Verde empiezan a vislumbrar un 2023 lleno de sorpresas y novedades.  “Nos estamos preparando desde hace varios meses porque estará lleno de viajes, giras, conciertos  e incluso algunas sorpresas –afirma Alessandra Pasquali, cantante y actriz italiana–. No podemos adelantar mucho todavía porque hay cosas en elaboración, y aún se está trabajando en ello”. En los primeros meses de  2023 el Gen Verde estará nuevamente en Alemania y luego en Austria, Rumania, y durante el verano europeo en Portugal para la Jornada Mundial de la Juventud, además de viajar también a varias ciudades italianas. Entre estas últimas el 24 de febrero en Asís habrá un concierto dedicado a la paz.

Lorenzo Russo

Info: https://www.genverde.it/

Perú: la oración, lugar de encuentro

La oración no es sólo el mejor camino para buscar a Dios, sino que, sobre todo, es estar disponible para ser encontrados por Él. De esta experiencia de gracia deriva nuestra fuerza y ​​es precisamente en la oración que algunos jóvenes del Perú, ante una situación dolorosa, ha encontrado la respuesta. ¿Cómo vivir la oración? Este es el tema sobre el que las comunidades del Movimiento de los Focolares están llamadas a reflexionar este año y que también protagonizó el 13 de noviembre de 2022, durante la jornada Gen2day, que involucró las realidades juveniles del Movimiento de los Focolares, conectadas en directo desde muchas partes del mundo. Muchas experiencias sobre la importancia de la oración. Entre estas está la de un grupo de Gen de Arequipa (Perú), contada por un video a través de las palabras de Verónica, Alejandra, Anel y Katy. “Queremos compartir una experiencia de amor, unidad y oración que hemos vivido recientemente y que concierne en particular a una gen, nuestra gran amiga Pierina. Una semana después de su cumpleaños, sucedió algo inesperado, una noticia que conmocionó a todos: Pierina enfermó con consecuencias muy graves. Inmediatamente, entendimos la gravedad de la situación y que sería un proceso largo y delicado. Estábamos muy preocupados y sentíamos que teníamos las manos atadas. ¿Qué hacer? De repente nació de nuestros corazones la idea de rezar un rosario y una oración a la beata Chiara Luce Badano por la salud de Pierina. Junto con la comunidad de los Focolares de Arequipa empezamos a reunirnos todos los días a las 8 o 9 de la noche vía web. Pudimos observar cómo, lentamente, este momento juntos fue dando frutos inesperados, incluso en nosotros. Cada noche este rosario era nuestra fuerza. Aunque la situación seguía siendo complicada, pusimos todo en manos de Dios: la salud de Pierina, su recuperación y también la fuerza para la familia. Han pasado los meses y ha sido muy bonito ver como Pierina salía de terapia intensiva y luego comenzaba una lenta recuperación. Nos pareció una señal de que esta oración debía continuar. Nos dimos cuenta de que este espacio precioso que nos habíamos propuesto se había convertido en un momento para experimentar la unidad entre nosotros, en el que cada miembro podía no solo confiar la vida de Pierina a Dios, sino también traer sus dolores, sus dificultades, compartir y descubrir la belleza del encuentro con Dios. Ha sido una experiencia muy hermosa, que hasta el día de hoy es una fuerza para todos nosotros”.

Maria Grazia Berretta

Narrativas de paz para cambiar el mundo

Vinu Aram, directora del Shanti Ashram, visita el Centro Internacional del Movimiento de los Focolares (Rocca di Papa- Roma). Un momento de gran intercambio recordando el precioso legado que le dejó el encuentro con Chiara Lubich: vivir en unidad por un mundo mejor; una ocasión especial para desear una feliz Navidad a todos aquellos que se preparan para vivir esta celebración. “Creo que nuestro viaje sigue teniendo un gran significado. Basta pensar en las primeras semillas sembradas, el trabajo que hemos hecho juntos y el deseo constante de un mundo en paz. ¿Dónde estamos? Piensen en una familia en la que cada uno tiene su particularidad, pero donde también hay cohesión. Confiamos el uno en el otro, con respeto y con mucho amor”. Son palabras de fraternidad las usadas por Viru Aram, india e hindú, directora del Centro Internacional Shanti Ashram, amiga y colaboradora del Movimiento de los Focolares desde hace mucho tiempo. Su reciente visita a Margaret Karram, presidente de los Focolares, el 23 de noviembre de 2022 en el Centro Internacional del Movimiento en Rocca di Papa (Italia), fue una oportunidad para fortalecer este vínculo, reflexionar sobre algunas cuestiones que aquejan este tiempo y considerar formas comunes para hacer del mundo un lugar mejor. Vinu, según su parecer, hoy ¿qué necesita realmente el mundo? Creo que necesita una escucha real y sincera. Lo que se requiere de nosotros hoy es humanidad y la humanización de nuestra experiencia vivida. Hemos hecho mucho, en algunos casos bien, pero a veces el costo ha sido alto. Estamos en medio de lo que hemos denominado una confluencia de crisis y la pandemia de COVID-19 la ha exacerbado. El virus no discriminó, pero prosperó en un mundo desigual. Creo que es necesario actuar fortalecidos por todo lo bueno que hemos hecho, pero también informados sobre lo que podemos hacer mejor: el respeto por el medio ambiente, por la vida humana y su sacralidad. La forma en que vivimos, la forma en que gobernamos y compartimos recursos, conlleva una responsabilidad para con nuestros hijos. Son nuestro presente y nuestro mañana. Es necesario hacer las cosas no solo de manera diferente, pero teniendo en cuenta los intereses de todos. Hoy son muchos los países y regiones del mundo afectados por la violencia y los conflictos, algunos de ellos olvidados. Como docente, ¿qué mensaje da a sus chicos? La de promover en ellos una mentalidad de paz, para que no sólo las naciones y las comunidades puedan trabajar por la paz, sino también los propios pueblos. La paz es la base fundamental sobre la que avanza la prosperidad. Pero si miras al mundo, los indicadores de violencia superan en número a los de vida pacífica. Ya sea en la esfera social o en la esfera económica u otros. Y cada conflicto en todo el mundo quita la dignidad esencial de la vida humana. Lo que se necesita son narrativas de paz. La gente tiene que creer que es posible. Necesitamos experiencias vividas ante las cuales los jóvenes y los niños puedan decir: “Ah, si esto funciona, también podemos hacerlo nosotros”. Necesitamos estructuras adecuadas, compartir y un diálogo de la más alta calidad, sinceros, que realmente lleven a la transformación. Por lo tanto, como solía decir Mahatma Gandhi, de una manera amable, podemos sacudir el mundo.

Maria Grazia Berretta

Activar los subtítulos en español https://youtu.be/Sm3O6PbLE1A?list=PLKhiBjTNojHqtFwgi5TYI3T7zRvAuOZiD

Evangelio vivido:  el misterio de la Navidad, redescubrir la gratitud

El Adviento es un tiempo de recogimiento, de espera y es un tiempo que nos despierta del adormecimiento, sorprendiéndonos con la encarnación de un Dios que se hace “pequeño” para venir a vivir en medio nuestro. El misterio de la Navidad nos lleva a lo concreto, a acoger a Jesús niño que en nuestra vida nos abre la posibilidad de convertirnos nuevamente y mirar con gratitud nuestra cotidianidad. Una caridad siempre nueva Desde que estalló el conflicto en Ucrania nos comprometimos a recoger alimentos y ropa y a acoger a los refugiados. En la parroquia empezó una cadena de oración por la paz. Nosotros acogimos a una madre de familia ucraniana con dos hijos. Por el idioma, que tiene una raíz eslava, no tuvimos mucho problema, a pesar de que mezclado con el inglés hablábamos una especie de esperanto… pero ¿cómo ayudar a organizar la vida a personas completamente desorientadas? En nuestra familia ya somos cinco y para acoger a los huéspedes le pedimos ayuda a parientes y amigos. Teníamos que organizar también los espacios, era una experiencia que nunca habíamos hecho. Después de los primeros días, fáciles por la novedad, pero difíciles por el resto, notamos en nuestros hijos, todos adolescentes, un sentido de responsabilidad que antes no habían demostrado, ayudaban en los quehaceres de la casa, con las compras, llevando al médico a alguno, enseñándoles algunas palabras en eslovaco, a cocinar, a planchar. Comprendimos el dolor de nuestros huéspedes, la incertidumbre y la falta de un horizonte y que compartir este dolor sordo no era solo un buen modo de ayudar a alguien, sino que nos ayuda a nosotros a vivir mejor nuestra fe y a transformarla en caridad siempre nueva. (J. y K. – Eslovaquia) Dios te visita Cuando quedé viudo, no encontraba ningún punto de referencia para el futuro. Nuestras dos hijas, ya no vivían en casa y tenían una vida por delante. ¿y si me volvía a casar? Pero, mi problema no era la falta de compañía, sino un gran interrogante sobre el sentido de la vida. Comencé  a tomar licor, cada vez más. Un día tocó a mi puerta un chico de Bangladesh que vendía calcetines. Viéndome en estado catastrófico, se ofreció para acomodar la cocina y se puso a lavar un montón de platos y trastes hasta crear un aspecto ordenado. Mientras tomaba el café que me había preparado, le pregunté más sobre él. Estaba en Austria para tratar de sostener a sus padres ancianos y a su hermano enfermo. En resumen, después de pocos días se vio a vivir conmigo. Además de darme una mano con las labores de casa, le busqué otros trabajitos con amigos. Cuando veía que me dejaba llevar por la angustia, ese muchacho sencillo y bueno trataba de distraerme. Puedo decir que me salvó la vida.  A través de él, siento que Dios vino a mí,  vino para visitarme. (F.H. – Austria)

A cargo de Maria Grazia Berretta

(Tomado de “Il Vangelo del Giorno” (El Evangelio del día), Città Nuova, año VIII, n.2, noviembre-diciembre 2022)