El camino ecuménico del Movimiento de los Focolares

Discurso de Margaret Karram, Presidenta del Movimiento de los Focolares al Consejo Mundial de Iglesias (CMI). Ginebra, 28 de noviembre de 2022

Distinguidos
Reverendo Profesor Ioan Sauca,
Reverendo Profesor Dr. Jerry Pillay,
Colaboradores y amigos de esta prestigiosa institución inspirada por el Espíritu Santo:

En primer lugar, reciban mis más cordiales saludos. Les digo que para mí es una gran alegría estar hoy aquí. Gracias por haberme invitado, me siento muy honrada. Tengo una profunda admiración por el trabajo que el Consejo Mundial de Iglesias está realizando desde hace 80 años para que la comunión entre todos los cristianos crezca día a día y para llevar el espíritu de reconciliación y de unidad al mundo. ¡La reciente Asamblea General del Consejo Mundial de las Iglesias, celebrada en Karlsruhe, puso de relieve su ferviente compromiso!

Hace veinte años, Chiara Lubich, fundadora del Movimiento de los Focolares, vino aquí invitada por el entonces secretario general, el Dr. Konrad Raiser, y el profesor Ioan Sauca.

Estoy muy agradecida por estar hoy con ustedes para celebrar este aniversario. Alabo a Dios porque soy consciente de que piso un terreno que considero sagrado, por la experiencia de fraternidad que el Consejo ofrece a la cristiandad y al mundo.

He venido a asegurarles la voluntad y la disponibilidad del Movimiento de los Focolares para seguir "caminando juntos" con el Consejo Mundial de Iglesias, como lo expresaron Chiara Lubich y Konrad Raiser hace veinte años en su declaración conjunta, tras una fuerte experiencia de esperanza y de unidad.

Para los que no conocen el Movimiento de los Focolares, lo describiré brevemente.

Fue fundado en 1943 por Chiara Lubich y se propone contribuir a la realización de la oración de Jesús al Padre, descrita magníficamente en el evangelio de san Juan, cap. 17, a la luz del misterio de la Santísima Trinidad, promoviendo la fraternidad entre las personas, las culturas y las religiones, para alcanzar el objetivo de un mundo unido.

Nuestra experiencia ecuménica, que se remonta a 1961, involucra a cristianos, laicos, ministros ordenados y líderes de más de 350 Iglesias.

Además, desde 1999 comenzó una relación de comunión y colaboración con varios Movimientos y Comunidades Eclesiales en el marco de la iniciativa ecuménica "Juntos por Europa". Dicha iniciativa construye puentes entre las Iglesias y trabaja para promover un testimonio común en el ámbito social, un reto especialmente urgente tanto en el actual contexto multicultural y multirreligioso como frente a las actuales crisis de la justicia y de la paz.

Somos cristianos de varias Iglesias, totalmente fieles a nuestras comunidades, y formamos parte del Movimiento de los Focolares a varios niveles.

Viviendo el mismo ideal de unidad, experimentamos una profunda comunión en Cristo y un recíproco intercambio de dones entre nuestras respectivas Iglesias. De este modo, siguiendo a Cristo en la escucha del Espíritu y ejercitando el amor mutuo, vivimos ya, en cierto sentido, como un único pueblo que da testimonio común de nuestra vida juntos en Cristo. De diferentes maneras trabajamos para renovar la sociedad humana a la luz del Evangelio.

La espiritualidad de la unidad está centrada en vivir la Palabra de Dios, que se pone en práctica en la vida cotidiana como respuesta a su Amor (cf. Mt 7,21-27); nos invita a hacer nuestro el Mandamiento Nuevo de Jesús (cf. Jn 13,34). Esto nos ayuda no solo a amar al otro como a nosotros mismos, sino también a la Iglesia del otro como a la nuestra; enraizado en Jesús crucificado y abandonado (cf. Mc 15,34; Mt 27,21), clave de un estilo de vida y fuente del Espíritu que abre el camino a la unidad. Es una espiritualidad que nos permite vivir la experiencia de la presencia de Cristo entre los que están unidos en su nombre (cf. Mt 18,20) y que nos permite ver que la unidad es posible respetando la pluralidad y la diversidad, reflejando el misterio de la Santísima Trinidad.

Lo que afirmaron el Rev. Konrad Raiser y Chiara Lubich en 2002, o sea que las Iglesias que quieren hacer visible la unidad y la buscan sinceramente, tendrían que cambiar su comportamiento hacia Dios y entre ellas, esto hoy día parece hacerse realidad.

Declararon que las Iglesias "están llamadas a la metanoia y a la kénosis, donde encontramos el camino para practicar la más genuina penitencia y vivir la más auténtica humildad".

Y añadieron: "Si nos desprendemos de las falsas seguridades, si encontramos en Dios nuestra verdadera y única identidad, si tenemos la valentía de ser abiertos y vulnerables unos con otros, entonces empezaremos a vivir como peregrinos en tránsito. Descubriremos al Dios de las sorpresas que nos llevará por caminos nunca transitados, y nos descubriremos recíprocamente como verdaderos compañeros de viaje".

En realidad, ¡se han dado pasos adelante!

¿Cómo ha progresado el compromiso ecuménico en el Movimiento de los Focolares?

• Han continuado las reuniones internacionales y locales.
• Se ha desarrollado la red entre obispos y moderadores de diferentes Iglesias. Las ciudadelas del Movimiento en Alemania, Holanda y Gran Bretaña son puntos de referencia, con sus centros y comunidades ecuménicas.
• En el Instituto Universitario Sophia, con gran alegría, se creó en diciembre de 2017 la cátedra ecuménica conjunta "Patriarca Atenágoras-Chiara". Ha realizado cursos de posgrado y seminarios de expertos junto con el Patriarcado de Constantinopla, el más reciente el pasado mes de junio: la V Cumbre de Halki, sobre el tema crítico de la protección del medio ambiente.
• Tampoco podemos olvidar que en todo el mundo muchas personas rezan por la unidad y apoyan las iniciativas ecuménicas colaborando con las Iglesias y los grupos locales. Se mantienen en contacto ayudados por nuestra Oficina ecuménica internacional, que ustedes conocen bien, el "Centro Uno".

La cooperación con el Consejo Mundial de Iglesias siempre ha sido constante, basta pensar en las numerosas relaciones construidas a lo largo del tiempo y en las ocasiones de intercambio que se han sucedido a lo largo de los años.

Esto lo ha confirmado la cordial acogida que nos ha reservado hoy todo el personal y las profundas conversaciones que hemos mantenido con los dos Secretarios Generales.

Permítanme expresar mi especial agradecimiento al Rev. Joan Sauca por todo el período de su mandato. Recordamos con afecto su gratísima visita al Centro Internacional de Rocca di Papa el pasado mes de enero, y me alegra hoy haber podido corresponder.

El diálogo ocupa un lugar privilegiado en mi corazón, es más, puedo decir que es la base de mi vocación: tras las huellas de Chiara, entregar mi vida a Dios por la unidad.

He visto sus frutos en mi propio país. Ayudada por el ejemplo de mis padres y después sostenida por el carisma de la unidad, en Tierra Santa y luego en mi vida comunitaria en el Movimiento de los Focolares en otros contextos culturales y geográficos, he experimentado lo importante que es el diálogo, que derriba prejuicios, alimenta el conocimiento recíproco, la escucha auténtica del otro, e instaura relaciones con quienes piensan de otro modo que nosotros o incluso con los que provocan e infligen dolor.

He visto derrumbarse muros de sospecha e indiferencia, surgir relaciones y grupos de diálogo que siguen vivos y en acción.

Por lo tanto, para mí es una prioridad personal continuar la experiencia de amistad sincera entre el Movimiento de los Focolares y el Consejo Mundial de Iglesias, porque es una fuente de inspiración recíproca para acrecentar cada vez más la cultura del diálogo, para que se convierta en un estilo de vida universal.

Confirmo de todo corazón que tenemos la intención de renovar el compromiso asumido hace 20 años por el Rev. Konrad Raiser y Chiara Lubich. Cito: «Promover cada vez más un diálogo entre las personas. Un diálogo que no está en contradicción con el diálogo teológico, ni con las otras formas de diálogo tradicional entre las diversas Iglesias, sino que más bien favorezca y acelere el cumplimiento del Testamento de Jesús: “Que todos sean uno para que el mundo crea” (Jn 17,21)».

¡Mis mejores deseos para el Rev. Jerry Pillay! Que el Espíritu Santo nos dé siempre nuevos impulsos para trabajar juntos y cosechar los frutos de una comunión más profunda para enriquecer la Unidad que queremos testimoniar al mundo.

Margaret Karram