Nov 19, 2021 | Sin categorizar
Muchas luces en la pesadilla del Covid en India y Nepal: una red de ayuda que trabaja para proporcionar oxígeno a los hospitales de la ciudad de Mumbai y la historia de un padre que se curó gracias a este oxígeno; jóvenes del Movimiento de los Focolares que procuran alimentos para un centenar de familias del lugar; la comunidad del Movimiento de Nepal que, gracias a la ayuda recibida, proporciona alimentos, material escolar, medicinas y ayuda económica a personas con dificultades. https://vimeo.com/619795257
Nov 18, 2021 | Sin categorizar
También este año se llevó a cabo la Mariápolis, o “Ciudad de María”, en diversas partes del mundo, que desde el inicio del Movimiento de los Focolares reúne por algunos días a personas de los más variados orígenes, que quieren conocer el espíritu y estilo de vida de los Focolares, animándolos a vivir un laboratorio de fraternidad universal. “Veníamos de todas partes de Francia y muchos expresaron la alegría de redescubrir las relaciones presenciales y descubrir que la unidad se puede vivir a pesar del futuro incierto”. Con estas palabras las y los focolarinos en Francia relatan los días que vivieron en la Mariápolis de Ressins. Se celebró en forma presencial y ha sido muy lindo volver a vernos después del largo período de COVID. “Tomar impulso… para vivir la fraternidad hoy”, así era el título del evento al que asistieron más de 300 personas. También en Eslovenia se celebró en forma presencial con 200 participantes la Mariápolis titulada El amor: medicina para todo. “Caminando con los niños – dice Bárbara, presente en el evento con sus tres hijos pequeños, a quien hace un año se le descubrió un cáncer – escuché la voz de Jesús que me dijo: No te envié esta enfermedad porque no te amo, sino porque te amo aún más”. La enfermedad despertó un gran amor entre ella y su esposo y una extraordinaria confianza en Dios. Las palabras de Chiara Lubich y las experiencias ayudaron a descubrir la preciosidad de las relaciones, construidas por amor.
En Paraguay la Mariápolis se llevó a cabo online. Los “gritos de la humanidad sufriente”, el “grito de la creación” y “los gritos de las nuevas generaciones” fueron los temas abordados. “Hemos podido ver las desigualdades e intolerancias de nuestra sociedad y cómo podemos responder a estos gritos de sufrimiento”, dice Silvia. La alegría de la Mariápolis se sintió, no solo de los paraguayos sino también de las personas de diversas partes del mundo que participaron. En la zona de San Pablo, Brasil, la Mariápolis titulada Nueva Cultura, estableciendo diálogos, se llevó a cabo online con más de 1300 personas conectadas y más de 4000 visitas en YouTube. A continuación, algunas impresiones. “El tema de la ecología con la presentación del Dado de la
Tierra ha ampliado mi visión de cómo cuidar y mejorar nuestra casa común”. “Lo que me pasó hoy muestra la acción de Dios. ¡Me levanté feliz y lista para amar más! Fui al mercado y a la salida me encontré frente a mi hermana con quien no hablamos desde hace 10 años. Pensé que no podía perdonarla, pero en cambio le dije que sí a Jesús y fui a hablar con ella”. Finalmente, en Venezuela la Mariápolis ha sido definido como “un oasis en el desierto” debido al COVID y la incertidumbre del futuro. Escriben desde la comunidad local: “Nos llenó de esperanza y ha reforzado en cada corazón el reconocernos como familia de Chiara”. “Prometo convertirme en un superhéroe que siempre cuidará el planeta – dice un niño de 9 años -, que ayudaré a todas las personas y seré un buen ciudadano, dando ejemplo con mi vida y haciendo siempre el bien”. Una señora con COVID que siguió desde su cama dice: “¡Aquí estoy! Yo también estoy… la mejor experiencia que podía vivir en este momento es sentirme rodeada del amor de Dios a través de todos ustedes”.
Lorenzo Russo
Nov 17, 2021 | Sin categorizar
Como un sitio siempre abierto donde todos están llamados a “hacer”. Esta es la paz, no solo la ausencia de guerra o un concepto abstracto. Es algo que debemos construir juntos afrontando todas las dificultades y partiendo por lo pequeño. Otro Rob Rob se había ido de casa después de una discusión que pareció poner fin a nuestro matrimonio. Habían pasado dos años desde su partida, sin noticias de él salvo alguna información dada por sus padres: estaba haciendo las audiciones para una película y empezaba a incursionar en el mundo del cine. Cuando regresó de Italia decepcionado y sin un centavo, parecía un perro apaleado. Llorando, pidió perdón. El hombre que había amado, estimado y elegido como compañero de vida me parecía ahora un extraño, un fracaso. ¿A dónde estaba su orgullo? ¿Y la belleza que era su vanagloria? En cuanto a mí, durante la ausencia de mi esposo me había acercado más a la fe y había comenzado a apoyar mi vida en valores que había descuidado. Cuando regresó, me pareció que Dios estaba probando mi fe. Salí reforzada. Ahora él también ha encontrado no solo una nueva paz, sino que juntos estamos descubriendo una nueva forma de vida. Solo ahora parece que estoy empezando a conocer a otro Rob. (R. H. – Suiza) Constructores de unidad Durante una reunión de trabajo online, en mi grupo integrado por miembros de diferentes países, luego de las distintas presentaciones, alguien arriesgó imprudentemente las definiciones de los demás según el “color” político, con acentos de nacionalismo y fascismo. La tensión que surgió terminó degenerando en un escandaloso intercambio de palabras. Como periodista que había viajado mucho y también había estudiado la historia de los países en cuestión, mi opinión era muy diferente a la de quien, por otro lado, se basaba en rumores y en lo que decían los medios. Ese día la sesión fue un verdadero fracaso. Al día siguiente, preparándome para otro grupo de trabajo, estaba dispuesto a resaltar en cada participante solo los elementos que construyen y no los que dividen. Las cosas fueron de otra manera, tanto que cuando llegó mi turno de intervenir, todos se sintieron valorados. De ahí una reflexión: uno puede llegar a ser, aunque sólo sea en silencio, cómplice de la desintegración o bien un elemento constructivo y de unidad. La realización del sueño de Jesús “que todos sean uno” es costosa. (G.M. – Hungría) En el silencio En el hospital tenía que hacer guardia nocturna con otro médico. Cristiano, pero no practicante, al verme asistir a misa casi todos los días, a menudo se burlaba de mí. Nuestro turno duraba toda la noche, pero él me dejaba al final de la tarde y eso significaba mucho más trabajo para mí. A pesar de esto, traté de mantener una actitud abierta hacia él, sin juzgar, durante un mes, dos… Un día expresó el deseo de venir a misa conmigo («En estos meses, por tu forma de amar en silencio, he aprendido muchas cosas»). Desde entonces, no solo hace su turno hasta el final, sino que se preocupa que no me canse demasiado durante la noche. (Bashar – Iraq)
Maria Grazia Berretta
(tomado de Il Vangelo del Giorno, Città Nuova, año VII, n.4, noviembre-diciembre de 2021)
Nov 16, 2021 | Sin categorizar
Una entrega a domicilio especial, se trata de una actividad alternativa que la Espiga Dorada (Espiga Dourada), la panadería que está en la entrada de la Mariápolis Ginetta (San Pablo, Brasil), ha creado para poder garantizar su servicio cotidiano también en época de pandemia. “Esta emergencia realmente ha cambiado todo, pero al mismo tiempo nos ha donado una visión nueva, distinta, diría que mucho más bella, más libre. Nos dimos cuenta de las nuevas necesidades que las personas tienen”. Son las palabras de Adriana Valle, focolarina italiana quien se trasladó a Brasil hace ya más de 41 años. A pocos pasos de la Mariápolis Ginetta, la ciudadela de los Focolares que está a la entrada de San Pablo, se encuentra la Espiga Dorada (Espiga Dourada) y Adriana es la responsable de esta actividad que empezó en 1988 en la calle y solo después se convirtió en una verdadera panadería. Hoy como entonces, en este lugar se ofrece a los clientes mucho más que un simple pan, es un punto de referencia para todos los que quieren participar en esta misión que ni siquiera el Covid ha podido frenar. “La pandemia llegó de forma repentina y puso en crisis todos nuestros planes -continua Adriana. A pesar de que estábamos entre las pocas actividades que podían seguir abiertas, la normativa no nos permitía continuar nuestro trabajo como siempre. No podíamos acercarnos a la gente, servirles en la mesa y los clientes sólo podían entrar y llevarse el pan rápidamente, impidiendo incluso una breve conversación. Muchos ya no salían de sus casas y fue entonces que nos preguntamos qué podíamos hacer por estas personas, para hacerles llegar nuestros productos y nuestra presencia en este período tan difícil. Fue así que nació la idea de crear un servicio de entrega a domicilio. Involucramos a una persona adherente del Movimiento de los Focolares que en ese momento estaba sin trabajo y con una camioneta empezamos las entregas. Llegó una lluvia de pedidos. Empezamos a crear nuevos productos, a ofrecer también comida caliente, a hacer paquetitos con productos de primera necesidad y nos dimos cuenta que, cuando las personas los recibían estaban felices. Además, gracias a la Providencia, logramos superar la crisis económica y esto nos ha permitido mantener a todos nuestros empleados”. ¿Qué tipo de experiencias han vivido en este período? “Hemos asistido a verdaderos milagros de amor en este tiempo de pandemia. Durante la fiesta de la madre del año pasado todavía estaba prohibido encontrarse y recibimos muchísimos pedidos por parte de los hijos de nuestras clientas quienes, no pudiendo visitar a sus mamás, querían enviarles un cesto de regalo. Conociendo los gustos de las personas preparamos los pedidos en forma personalizada y también escribimos tarjetitas de felicitación. Trabajamos día y noche en ese período y lo mismo sucedió para Navidad. Llenar la soledad de las personas, incluso solo con una sonrisa, no tiene precio. La pandemia también nos ha permitido conocer mejor a nuestros empleados. Muchos tenían que tomar medios de transporte público para venir al trabajo y esto era un riesgo para su salud. Entonces algunos jóvenes y algunos focolarinos se ofrecieron para irlos a buscar en la mañana y llevarlos de regreso a su casa en la noche. Se creó una bellísima red de ayuda y, a través se este servicio, al acercarnos a la cotidianidad de ellos, llegamos a saber también de algunas dificultades que estos empleados estaban viviendo. Nos pusimos en acción, para dar una mano, como se hace en una familia, y esto realmente involucró a todos. Incluso un cliente nuestro que no es creyente, al enterarse de las dificultades que pasaban algunas persona que conocíamos, todos los meses nos deja pequeños aportes y es así como, poco a poco, la masa sigue creciendo y esta levadura del amor, sigue difundiéndose”. Adriana, ¿qué representa para ti hoy la Espiga Dorada? “Este lugar nació para amar a la gente y aquí todos se pueden sentir en casa. El nuestro es un lugar de paso para muchísimas personas que pertenecen a todas las clases sociales. Empresarios, personas acaudaladas, pero también obreros, hombres y mujeres sencillos. Todos entran aquí pero difícilmente lo hacen sólo para comprar algo. Algunas veces vienen para que les demos los buenos días, para intercambiar un par de palabras, para pedir ayuda. Las personas más pobres vienen en la madrugada para retirar el pan del día anterior que les donamos, quienes en cambio tienen más posibilidades nos dejan un aporte”.
Maria Grazia Berretta
Mira también: Brasil: Las “chicas del pan” | ConexiónCH (focolare.org)
Nov 15, 2021 | Sin categorizar
Establecer relaciones que conduzcan a la paz es algo revolucionario. La paz es un aspecto característico de las relaciones propiamente cristianas que el creyente procura establecer con las personas que trata o que encuentra ocasionalmente: son relaciones de amor sincero, sin falsedad ni engaño, sin ningún tipo de violencia implícita, de rivalidad, competencia o egocentrismo. Trabajar para entablar relaciones así en el mundo es algo revolucionario, pues las relaciones que suele haber en la sociedad son de una naturaleza muy distinta y desgraciadamente permanecen inmutables. Jesús sabía que la convivencia humana era así, y por eso pidió a sus discípulos que dieran siempre el primer paso, sin esperar la iniciativa ni la respuesta del otro, sin pretender la reciprocidad: “Pues yo les digo: amen a sus enemigos… Si no saludan más que a sus hermanos, ¿qué hacen de extraordinario?”[1]. “…Serán llamados hijos de Dios”. Recibir un nombre significa convertirse en lo que el nombre expresa. Pablo llamaba a Dios “el Dios de la paz” y saludaba a los cristianos diciéndoles: “Que el Dios de la paz esté con todos ustedes”.[2] Los que trabajan por la paz manifiestan su parentesco con Dios, actúan como hijos de Dios, dan testimonio de Dios, que – como dice el Concilio – ha grabado en la sociedad humana el orden cuyo fruto es la paz.
Chiara Lubich
Chiara Lubich, en Palabras de Vida, preparado por Fabio Ciardi, Obras de Chiara Lubich, Ciudad Nueva, Madrid, 2020, pp. 204-205. [1] Mt 5, 43, 47 [2] Cf. Fil 4, 9
Nov 12, 2021 | Sin categorizar
¿Qué tienen en común un grupo de jefes de Estado y algunos chicos de Serbia? Todos buscan soluciones a un problema común: proteger nuestro planeta que sufre. Mientras los grandes de la Tierra se reúnen en el Reino Unido para la COP26, algunos jóvenes serbios nos cuentan sobre una jornada ecológica que realizaron. “¿Es así como debe terminar nuestra historia? La historia de la especie más inteligente condenada por ser demasiado humana para poder ver el paisaje global y querer perseguir objetivos a corto plazo”. Con voz grave y potente, David Attenborough, un naturalista y investigador científico de 95 años, pronunció estas palabras frente a los grandes de la Tierra durante la COP26. La “Conferencia de las Partes”, organizada por las Naciones Unidas y que comenzó el 31 de octubre, está como siempre centrada en el tema del cambio climático. Este año en particular es percibido por muchos como una gran oportunidad para tomar decisiones importantes sobre el tema de la ecología y la ecología integral. Según muchos expertos, si no actuamos con decisión de inmediato, será demasiado tarde. Los jefes de Estado reunidos en Glasgow tienen un gran poder de decisión; pero también es cierto que es necesario un cambio que vea a todos como protagonistas. Un cambio basado por un lado en la colaboración entre Estados, por otro en acciones concretas a nivel local. Involucrando a cada uno de nosotros. Durante esta segunda semana de acuerdos y negociaciones internacionales, hemos decidido hacerles conocer una breve historia, que nos enviaron algunos chicos del Movimiento de los Focolares en Serbia. Durante una jornada ecológica organizada hace unas semanas, estos chicos se pusieron a trabajar para buscar soluciones inteligentes a problemas concretos, respetando la creación. “Somos los mejores solucionadores de problemas que jamás hayan existido en la Tierra, – continuó Attenborough en su discurso en la COP- (…) y la naturaleza es nuestro principal aliado”. Estos jóvenes también han ideado nuevas formas de resolver los problemas que viven, tratando de ser ecológicos, sostenibles y renovables. Uno de los primeros días de trabajo de la COP26, el papa Francisco tuiteó: “No hay más tiempo para esperar; son demasiados los rostros humanos que sufren esta crisis climática. Necesitamos actuar con urgencia, valentía y responsabilidad para prepararnos para un futuro en el que la humanidad sea capaz de cuidarse a sí misma y a la naturaleza”. Cada uno de nosotros puede hacer su parte, algunos dentro de una conferencia internacional, otros a través de un cambio en su rutina diaria. Lo importante es empezar, de inmediato y juntos. Este es el video de la jornada ecológica organizada por algunos chicos del Movimiento de los Focolares en Serbia. Active los subtítulos en inglés o italiano:
Laura Salerno
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