Movimiento de los Focolares
Cuatro regalos de Navidad

Cuatro regalos de Navidad

Dios no se deja ganar en generosidad y nos sorprende con su providencia. El testimonio de Urs, de Suiza: de un gesto hecho por amor pueden nacer muchos efectos positivos. «Me invitaron a festejar la Navidad con mis dos hermanos y sus esposas. Quería llevarles un regalo a cada uno, pero no tenía dinero …. Puse mi deseo en las manos de Dios. Hace algunos días, mi amigo Peter, pastor reformado, me invitò a su comunidad parroquial para hacer velas con cera de abeja. Aquí es una tradición a la cual no había prestado mucha atención. Me puse a hacer mi vela con los demás y, con sorpresa, vi que salió bien. Me acordé que la mujer de mi hermano menor es una enamorada de las velas. El primer regalo estaba listo! Cada tanto voy a dar una mano a una pequeña empresa de amigos, specialmente cuando tienen que hacer grandes envíos y están bajo presión. La última vez, hace un par de semanas, en un momento de pausa me puse a revisar el depósito y encontré una hermosa caja llena de block notes: uno para la guía telefónica, otro para organizar la agenda, etc… muy lindos. Pregunté por el precio pero estaba fuera de mis posibilidades. Por lo tanto, seguí preparando el envío. Fue una jornada intensa de trabajo. Al final estaba cansado pero contento por haber dado una mano. Cuando me estaba yendo, el encargado me entrega un paquete y me agradece por la ayuda que les di durnate todo el año. Abro el regalo y casi se me escapan las lágrimas: era ese block notes. Ya tenía el regalo para mi hermano mayor! Hace pocos días un amigo me entregó un sobre con dinero: “Es para ti, para una necesidad personal”. Fui al mercado de Navidad en nuestro barrio que estaba justo ese día, pero los precios me parecían exagerados. Antes de irme, descubrí un stand de un campesino che produce vinagre biológico enriquecido con ginepro … justo el que le gusta a la esposa de mi hermano mayor. Se presentaba en un envase bonito … y el dinero que me dieron alcanzaba justo para comprarlo. Otro pequeño regalo listo! Regresando a casa, otro amigo me cuenta que recibió un portadocumentos de cuero y que él ya tenía uno, por si me podía servir. Pensé en mi hermano menor, a él tal vez podía serle útil ya que se ocupa de asesoramientos y presupuestos. Supe después, que algunos días antes se le había roto el que tenía, por lo que le venía como anillo al dedo! Al final los regalos estaban listos y agregué cuatro cartas personales en donde decía lo que ellos significaban para mí. Estaban muy contentos! Creía que iría a la fiesta de Navidad con las manos vacías, pero Alguien pensó en hacerme encontrar un regalo para cada uno».

Recogida por Gustavo E. Clariá

   

Renovar la donación a Dios

Con su consagración a Dios el 7 de diciembre de 1943, Chiara Lubich, que entonces tenía 23 años, dio origen al Movimiento de los Focolares. 60 años después recordó este momento en una conexión telefónica, invitando a todos los pertenecientes al Movimiento a renovar su donación a Dios. […] Y hoy, mirando atrás, podemos comprender lo que podía decirnos, hace varios decenios, aquel 7 de diciembre de 1943, el año del nacimiento de nuestro Movimiento: afirma que en aquellos días descendió a la tierra un carisma del Espíritu Santo, una nueva luz; una luz que, según la mente de Dios, debía saciar la sequedad de este mundo con el agua de la Sabiduría, darle calor con el amor divino y así dar vida a este pueblo nuevo alimentado por el Evangelio. […] Y pensó en llamarme a mí, una chica como otra cualquiera. Y de ahí mi consagración a Él, mi “sí” a Dios, seguido muy pronto por muchos otros “sí” de mujeres y hombres jóvenes. Es decir, ese día expresa la luz y la entrega de unas criaturas en las manos de Dios como instrumentos para sus fines. Luz y entrega de sí a Dios, dos palabras extremadamente útiles en aquel tiempo de desorientación general, de odio recíproco y de guerra. Un tiempo de tinieblas en el que Dios parecía estar ausente del mundo con su amor, su paz, su alegría, su guía, y parecía que nadie se interesase por Él. Luz y entrega de uno mismo a Dios: dos palabras que el Cielo quiere repetirnos también hoy, cuando en nuestro planeta se prolongan tantas guerras y sobre todo -lo que es más espantoso de todo- ha aparecido el terrorismo. Luz que significa Verbo, Palabra, Evangelio, tan poco conocido todavía y, sobre todo, tan poco vivido. Donaciones a Dios que hoy son más necesarias y oportunas que nunca, cuando se recluta a hombres y mujeres dispuestos a dar la vida por las causas que mueven el terrorismo. Entonces ¿qué tendremos que hacer nosotros, cristianos, seguidores de un Dios crucificado y abandonado, para que nazca un mundo nuevo, para nuestra salvación y para darnos aquella Vida que no tendrá ocaso? […] […] Vayamos hacia el mundo que nos espera como Evangelios vivos, para poder sumergirlo en su Luz. Podemos hacerlo si seguimos viviendo la voluntad de Dios en el momento presente […] sin olvidarnos de poner en práctica la Palabra de Vida sacada de la Escritura, que se nos propone mes a mes. […] Y, como si naciéramos de nuevo, volvamos a entregarnos a Dios completamente de la manera que Él ha elegido para cada uno de nosotros.  Si lo hacemos, el presente y el futuro que Dios nos conceda le serán gratos.  

Chiara Lubich

 (En una conferencia telefónica, Rocca di Papa, 11 de diciembre de 2003) De: Chiara Lubich, Unidos hacia el Padre, Ciudad Nueva, Madrid 2005, págs. 144-146

Migrantes en sudamerica: una historia que vivimos hoy

Migrantes en sudamerica: una historia que vivimos hoy

La ayuda de las Comunidades de los Focolares en los países latinoamericanos: gestos concretos para poder ser “hermanos todos”, así como pide el Papa Francisco en la última encíclica. En Perú y en los demás países latinoamericanos se asiste a la continua llegada de migrantes, sobre todo venezolanos, pero también cubanos, centroamericanos, haitianos, árabes. Las comunidades de los Focolares todos los días se esfuerzan por ayudarlos. “Nuestra aventura en el Perú empezó pocos días antes de la Navidad de 2017 –cuenta Silvano Roggero, focolarino que vive en Perú–. En esa ocasión, invitamos a almorzar a nuestra casa a algunos venezolanos que habíamos conocido.  Al principio eran cinco, después tuvimos que trasladarnos al Centro “Juan Carlos Duque” porque los invitados llegaron a ser unos 120. Recuerdo el encuentro de Geno con Karlin y sus tres hijos pequeños.  Acurrucada en la acera, vendía caramelos. Geno tuvo la sensación de oír una voz que le decía: “¡es Jesús!”.  Volvió para atrás, le compró algunos caramelos y la invitó a almorzar.  Ese domingo llegó con sus tres hijos y trajo también a su hermana con los tres niños”. En Colombia, cerca de Bogotá, Alba, una migrante llegada de Venezuela en 2014, pasó a ser una referente para los “Caminantes” (los que emigran),  que pasan todos los días. Un día, antes de que ella hubiera almorzado aún, pasó una mujer embarazada con su compañero, en busca de atención médica. En el dispensario había una enfermera muy atenta y amable que pudo ayudarlos. A pesar del frío, el hambre, la preocupación por haber dejado a sus colegas voluntarios solos y de que sus hijos también estuvieran solos en casa, sin comida, Alba se quedó a esperarlos.  Cuando concluyó la consulta, acompañó a los dos jóvenes padres, y ¿qué sucedió? Los Caminantes sabiendo lo que Alba había hecho por ellos, juntaron un poco de dinero para comprar algunas docenas de huevos para ella, sus hijos y los compañeros de trabajo. Era el céntuplo realmente.  ¿De quién llegaba ese céntuoplo? Justamente de quienes más necesitados estaban. Concluyendo el año 2018 la comunidad de los Focolares de Ciudad de México se unió a la “bienvenida humanitaria” de las caravanas de migrantes.  Una asociación civil que se inspira en el carisma de los Focolares dio su aporte técnico y su colaboración en la coordinación con las autoridades. Se activó un canal para facilitar la llegada de alimentos, ropa, productos para la higiene personal y varias decenas de mantas.  Es posible imaginarse la gratitud de los migrantes. Brasil también dio la bienvenida a los migrantes. “La multiplicación de las donaciones nos sorprende –nos cuentan los de la Comunidad local–.  Pedimos una estufa, y de golpe recibmos mucho más. Alguien pidió un lavabo y al día siguiente una persona que no conocíamos donó cinco lavabos. Un día un amigo fue a comprar algo para regalarnos.  Le explicó al vendedor los motivos de la compra y, como conclusión, para su sorpresa, recibió un descuento y además el envío gratuito.  En otra ocasión una persona que no conocíamos nos dijo: “voy a hacer un evento y encargaré comida para ustedes, para que llegue a quien lo necesita”.

Lorenzo Russo

Mozambique: concluye la reconstrucción de la Fazenda de la Esperanza

Mozambique: concluye la reconstrucción de la Fazenda de la Esperanza

Destruida por el aluvión del 2019 ha sido reconstruida gracias al aporte de la Coordinación de Emergencias, la Asociación Familias Nuevas y Acción Mundo Unido del Movimiento de los Focolares. “La experiencia después de la tragedia fue dura, pero nos ha acompañado la certeza que todo sucedió para dar nueva vida a estos lugares y a esta comunidad”. Ildo Foppa, voluntario del Movimiento de los Focolares, responsable de la misión de la Fazenda de la Esperanza de Dombe, en Mozambique, habla del aluvión que afectó al país en marzo de 2019 y de los frutos preciosos nacidos del compromiso conjunto por la reconstrucción. “Se ha vuelto cada vez más fuerte la relación con la Iglesia local, con el obispo y con los sacerdotes, con las organizaciones que llegaron para ofrecer una ayuda y con toda la comunidad del territorio. Hemos encontrado a muchas personas y recibido muchas promesas de ayuda”. De la devastación a la necesidad de reconstruir nació la oportunidad de crear trabajo para muchos: “hemos dado vida a cooperativas compuestas por diez familias cada una, así para muchos ha sido posible volver a empezar viviendo del propio trabajo y pudiendo así volver a empezar a construir su propio futuro”. Casi dos años después del aluvión, la intervención de reconstrucción –de la que han formado parte junto a la Fazenda y la Coordinación de Emergencias, la Asociación Familias Nuevas y Acción Mundo Unido del Movimiento de los Focolares – se lograron reparar la guardería, el hospital, cuatro casas de acogida, la escuela secundaria y la Iglesia. Fueron reconstruidos alojamientos y servicios higiénicos, se preparó un galpón para la construcción de bloques de cemento que servirán para la construcción de las casas definitivas para las familias. En la primera fase de la emergencia se distribuyeron raciones de alimentos a las personas que habían perdido sus casas y se construyeron 550 barracas con letrinas provisionales para las familias damnificadas. Posteriormente se realizó un programa de apoyo para la creación de un fondo de renta y apoyo a la población. En especial, 150 familias recibieron ayuda directa para la reparación de sus casas y para comprar semilla, abono y gasolina para los tractores y asi reiniciar y mejorar la producción agrícola. Fue construida una carpintería para ofrecer formación y trabajo a más de 60 jóvenes huéspedes de la Fazenda, se construyó un molino que está al servicio de alrededor de 330 familias. Las intervenciones se han concluido en los últimos meses a pesar de que también Mozambique ha sufrido mucho por la difusión del contagio del Covid-19. En este link de Amu y Afn es posible seguir la situación de la región.

 Claudia Di Lorenzi

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Armonia for Peace: La marcha (virtual) que no se detiene

Armonia for Peace: La marcha (virtual) que no se detiene

Ya en su octava edición, la marcha que forma parte del festival “Armonía entre los pueblos” no se detiene, ni siquiera con el  Covid.  Hablamos del tema con Antonella Lombardo, directora de la escuela de danza Laboratorio Accademico Danza (LAD) en la localidad de  Montecatini (Italia) y promotora del evento. Los hemos visto en los lugares más disparatados en estos meses de pandemia: pianistas, violinistas, rockers, cantantes pop y de ópera en los techos, las plazas, los parques, manteniendo siempre la justa distancia.  Todo ello para demostrar que nada ni nadie puede frenar la expresión artística, ni siquiera un virus mundial. Antonella Lombardo, directora artística de la escuela Laboratorio Accademico Danza de la ciudad de Montecatini, cerca de Florencia, está también muy convencida de todo esto. Ella es la creadora del festival “Armonía entre los pueblos”, que, desde hace quince años, promueve la idea de la búsqueda de la armonía posible a través del arte, como instrumento transversal y universal.  La edición 2020 no se ha detenido ni siquiera con el Covid. ¿De qué manera se ha desarrollado el festival este año? La marcha “Armonia for peace” es uno de las citas principales del festival “Armonía entre los pueblos” y sabíamos que este año no íbamos a poder realizarla de la forma tradicional.  El formato virtual era la única posibilidad para no detenernos y así la lanzamos el 12 de noviembre pasado.  Dirigimos la invitación a los colegios del territorio en el que nos encontramos, pero también a otros sitios, fuera de Italia,  para que realizaran vídeos que expresaran el significado de la paz.   La respuesta fue increíble: a pesar de que muchos colegios ahora en Italia utilizan, a partir de un cierto nivel, la didáctica a distancia, los profesores sostuvieron el proyecto, los chicos respondieron con entusiasmo y todo asumió un valor superior, incluyendo también el punto de vista de la construcción de las relaciones.  Los docentes colaboraron entre ellos, muchos cursos realizaron los vídeos que hemos subido a la página Facebook de la Asociación Cultural  DanceLab Armonia y recibimos trabajos no sólo de Italia, sino también de otros países, como Francia y Jordania. Tomó forma así un maratón digital sumamente variado que dice “paz” en las formas artísticas y coreográficas más diversas. Del material que han recibido, ¿hay algo que te ha impresionado de un modo especial, y por qué? Ante todo nos impresionaron las interacciones que nacieron entre los chicos.  No sabemos hasta dónde llegará todo esto y hoy tal vez lo más importante es el hecho que se hayan juntado para trabajar sobre lo que significa construir la paz.  Con sus docentes tuvieron que elaborar ideas para poder realizar los vídeos; fueron a fondo en el sentido de la paz, en el hecho que no es un slogan y todo ello permitió excavar en el corazón de cada uno. Hasta incluso los funcionarios públicos de los Ayuntamientos de nuestro territorio que han visto nacer y crecer el festival “Armonía entre los pueblos” estaban muy entusiasmados, y nos dijeron que fue una de las actividades más bonitas que han marcado sus vidas.  En definitiva, esas relaciones han sido lo más hermoso: relaciones profundas, basadas en la construcción del bien recíproco. ¿Qué proyectos tienen de ahora en más? En colaboración con la Custodia de Tierra Santa y en particular con el sostén del sacerdote Ibrahim Faltas y la Fundación Juan Pablo II estamos trabajando para realizar una escuela de danza en Belén. Este proyecto aspira a ser una espiral de esperanza para dar dignidad a muchos niños que, en esos territorios, son prisioneros a la intemperie. Otro proyecto es el del Campus Internacional de alta formación a la danza que tendrá sede en Italia pero que es internacional.  Será un lugar de formación en el que el arte se hará instrumento para superar todo tipo de barrera; lo pensamos como un taller de formación para todos los jóvenes que quieran dejar una marca y usar este lenguaje para llevar la belleza a todas partes, incluso allí en donde pareciera imposible.

 Stefania Tanesini

Homilía de Patriarca Ecuménico Bartolomé I de Constantinopla

El 20 de octubre, Bartolomé I, Patriarca Ecuménico de Constantinopla, ha visitado el Centro Internacional de los Focolares. Después de una visita a la tumba de Chiara Lubich, se ha reunido con algunos representantes del consejo general del Movimiento. A continuación el texto de su discurso.  

Homilía de Su Santidad Bartolomé, Arzobispo de Constantinopla – Nueva Roma

y Patriarca Ecuménico por el Centenario del nacimiento de Chiara Lubich

Rocca di Papa-Roma, 20 de octubre de 202o

  Muy estimada María Voce, Emmaus, Presidenta del Movimiento de los Focolares, Eminencias, Excelencias, Amados hermanos y hermanas en el Señor: Hemos aceptado con gran alegría la invitación de venir, al final de este viaje a la Ciudad Eterna, la Antigua Roma, aquí a Rocca di Papa, donde descansa nuestra querida Chiara, esperando la Resurrección. Es particularmente significativo el hecho que llegamos en el centenario de su nacimiento, –de hecho, Chiara nació en 1920‒ para rendirle homenaje y expresar nuestra gratitud al Señor de la vida, por habérnosla concedido durante tanto tiempo, pero sobre todo por haberla inundado con su esplendorosa gracia, expresada en la frase que aquí le recuerda: “Y nosotros hemos creído en el Amor”. El Amor en el cual ella creyó y en el que insertó toda su vida, no pertenece a este mundo, sino que se encarnó en el mundo para que nosotros pudiésemos hacer experiencia de Él, pudiésemos conocerlo, pudiésemos encontrarlo en nuestros hermanos y hermanas, por doquier en el mundo; pudiésemos saborearlo, llegando a ser uno con Él en la Santa y Divina Eucaristía. ¡Cuántas otras cosas habría hecho nuestra Chiara si estuviese todavía entre nosotros! Pero no son los años lo que dan significado a la vida, no es la cantidad, la duración, sino el cómo hacemos fructificar los talentos que Él nos otorga, es la calidad de la vida, dedicada a testimoniar que Él es la Vida. Si pensamos por ejemplo en san Basilio de Cesarea, el gran Padre de la Iglesia, el primero de los Padres capadocios, él tuvo una vida decididamente breve, ni siquiera llegó a los cincuenta años, y sin embargo en esa breve vida totalmente ofrecida al Señor, produjo obras teológicas, litúrgicas, dogmáticas, ascéticas, que “llevan la inconfundible huella de su escritura, de su mente y de su corazón”. Fue un precursor en el cuidado de los pobres y los que sufren, haciendo construir una ciudadela de la caridad con posada, hospicio y leprosería, llamada ‘Basiliades’: fue el primer hospital de la historia. Se ocupó también de la naturaleza y de los animales, a propósito de los cuales emergen temáticas modernas en su célebre oración dedicada a los animales. Si en tan pocos años san Basilio realizó todas estas obras, es porque había impregnado toda su vida en el Amor a Cristo, dándole cada momento de su respiro hasta entregar su alma a Dios, probado por las austeridades, por las enfermedades y agotado por las preocupaciones. Nuestra Chiara vivió una vida más larga, pero del mismo modo nos legó una herencia sobre la que todavía tenemos que meditar mucho. Ella nos dejó el carisma de la unidad a todos los niveles, lo vivió, lo experimentó, se prodigó por él con todas sus fuerzas y enseñó a todos a desarrollar del mejor modo posible su propia función en la sociedad. Podemos afirmar tranquilamente que Chiara asumió este compromiso por la fraternidad, la unidad y la paz en todos los ámbitos de la vida humana, entregándonos un mensaje a través de su vida y de sus escritos que no podemos ignorar. El Movimiento y todas las obras que existen hoy, gracias a su carisma, son el testimonio de una vida consumida por el Señor, que pasó también a través de la Cruz, pero siempre orientada a la Resurrección. El timón de Chiara pasó después a otra muy querida hermana nuestra, cuya amistad con nosotros y con nuestro Patriarcado Ecuménico es larga y sólida, desde los años de su permanencia en Constantinopla, donde realmente dejó una huella indeleble del ministerio de la fraternidad, de la unidad y del amor hacia todos: María Voce-Emmaus. Acogiendo el testigo de Chiara, María Voce en estos años ha sabido ser como el siervo bueno de la Parábola de los talentos. No enterró el talento, sino que siguió haciéndolo fructificar más y más, y su Señor ciertamente sabrá reconocérselo. Llegando al fin de su mandato como Presidente, también nosotros queremos agradecerle por su gran contribución a la Obra; el recuerdo que tenemos de ella, como todos ustedes, está en nuestro corazón, y ella seguramente continuará llevando el carisma allá donde el Señor la llame. Quiera Dios, en su inmensa misericordia, conceder a esta Obra agradable a Él, un digno sucesor, capaz todavía de maravillarnos y sorprendernos con todos ustedes, para iluminar cada pueblo del mundo con la fuerza del Amor que todo lo vence, porque “para amar, el cristiano debe hacer como Dios: no esperar ser amado, sino ser el primero en amar”. (cit. Chiara Lubich). La gracia del Nuestro Señor Jesucristo, el amor de Dios Padre y la comunión del Espíritu Santo, esté con todos ustedes.   Lea también el artículo de la visita del Patriarca al Centro Internacional de los Focolares