En América Latina existen 826 pueblos indígenas, con una población cercana a los 50 millones, el 8 % de la población total, y se estima que otros 200 viven en aislamiento voluntario. En este contexto, desde la llegada del Movimiento de los Focolares a estas tierras, se ha dado importancia a la búsqueda del diálogo entre personas y grupos pertenecientes a las tres grandes matrices culturales que conforman la región: las culturas originarias del continente americano, las culturas hispanas-portuguesas-francesas y las culturas africanas de las poblaciones traídas a las Américas. Muestra de ello son los numerosos miembros del Movimiento pertenecientes a esos grupos étnicos.
Un centenar de personas representando casi todos los países de América Latina y el Caribe, se dieron cita en Atuntaqui, en el norte de Ecuador, del 1 al 4 de mayo de 2025, convocados por “Rimarishun”, una experiencia vital de interculturalidad basada en un ejercicio de diálogo entre la Cosmovisión Andina y Caribeña de los pueblos originarios y el Carisma de la Unidad. Un espacio nacido hace algunos años en Ecuador y que poco a poco se va extendiendo a todos los países latinoamericanos.
““Somos conscientes del dolor que, a lo largo de la historia, ha marcado nuestra relacionalidad como latinoamericanos/as -explican-; debido al racismo y la separación que han dificultado la relación simétrica entre las culturas, y nos han llevado a la ruptura de las relaciones entre personas de grupos culturales diversos, originando relaciones sociales inequitativas. Es por eso que, en Ecuador, en el año 2017, dimos vida a un camino de fraternidad, al que llamamos en lengua quichwa “Rimarishun” (Dialoguemos), haciendo de la interculturalidad una opción de vida y teniendo como método el diálogo fraterno”. ”.
El Congreso, concebido como un camino, una “peregrinación” vital, comenzó con el traslado de los participantes a la comunidad quichua de Gualapuro. Enseguida se comprende que se trata de crear espacios interculturales que tiendan puentes entre colectivos de diversos pueblos, nacionalidades o grupos culturales, donde lo fundamental es encontrarse con el otro, acogerse y cuidarse como hermanos. Lo expresa Manuel Lema de la comunidad quichua al dar la bienvenida bajo una gran carpa montada para la ocasión: “Nosotros podemos generar un camino pensando distinto, viendo el mundo de distintas formas, pero ser uno a la vez”. Y Jesús Morán, copresidente de los Focolares, que llegó de Italia para participar del Congreso con una pequeña comitiva del Consejo General de los Focolares, dando a todos el saludo de la presidente Margaret Karram agrega: “Estamos construyendo algo nuevo. Frente a una sociedad hiper desarrollada, nosotros aquí descubrimos que hay una sabiduría más profunda, que viene de los pueblos originarios ”. Toma sentido así subir todos al cerro para participar de la “Guatchacaram”, el rito de agradecimiento a la Madre Tierra. Más tarde, luego de compartir el almuerzo, todo es fiesta que expresa la fraternidad: música, danzas, baile. Al final del día se plantan algunos árboles en ese predio en recuerdo a quienes dieron impulso a este diálogo y ya no están, entre ellos uno dedicado al Papa Francisco.
Otra etapa de este camino fue la visita a la Casa de Mons. Leonidas Proaño (1910-1988), “el apóstol de los indios”. Su dedicación por los indígenas más pobres y explotados es un fuerte ejemplo de interculturalidad. En ese ambiente comenzaron a desarrollarse las “mingas”, grupos para sentir y pensar juntos entendiendo la reciprocidad como principio central de relación, sobre diversos temas: economía, ecología, educación, espiritualidad, cultura, racismo.
Se comparten, con mucho respeto y teniendo en cuenta la diversidad, ritos de afrodescendientes caribeños y centroamericanos y el rito maya que conectan con el profundo respeto de la naturaleza, la “Madre Tierra” y lo trascendente. Y en ese ámbito el compartir testimonios como el de focolares en territorios de pueblos originarios, escuelas de rescate de saberes y cultura ancestrales, o el sistema matemático amerindio, permiten el enriquecimiento de unos y de otros.
La “pereginación” sigue en la Universidad Católica de Ecuador en la sede de Ibarra para un momento abierto a la comunidad académica y público en general. Participan de la mesa redonda Custodio Ferreira (Brasil), Licenciado en pedagogía y docencia, especializado en historia africana, quien se refiere a “las heridas de la realidad”: el racismo que existe hoy en toda América Latina y el Caribe es una herida abierta que sangra. Su sanación y restauración requiere un diálogo fraterno y, en este sentido, la interculturalidad, tal como la vive Rimarishum, es una respuesta concreta para iniciar ese proceso de sanación”. ”.
Osvaldo Barreneche (Argentina), Doctor en Historia, Corresponsable del Centro del Diálogo con las culturas contemporáneas del Mov. De los Focolares, expone sobre “La Fraternidad y el Cuidado de la Tierra a través de algunos escritos del Papa Francisco”
Jesus Moran (España), copresidente del Movimiento de los Focolares, quien vivió 27 años en América Latina, afirma: “Es muy importante este trabajo de interculturalidad que en diversos lugares de América Latina viene cumpliéndose con admirable fidelidad. Para los que somos cristianos, significa que en las culturas originarias podemos descubrir aspectos de la revelación de Cristo que hasta ahora no han sido suficientemente evidenciados”. ”.
Maydy Estrada Bayona (Cuba), Doctora en Ciencias Filosóficas y profesora titular de la Universiadad de la Habana, expone sobre la Cosmovisión Afrocaribeña. Sigue Monica Montes (Colombia), Doctora en Filología Hispánica, Profesora e investigadora en la Universidad de La Sabana que se refiere a “Fraternidad y cuidado desde el pensamiento latinoamericano”. Concluye Jery Chavez Hermosa (Bolivia), Fundador, en la ciudad de Córdoba, Argentina, de la organización de Migrantes andinos que provienen de las culturas aymara, quechua y guaraní con una presentación dinámica involucrando a todos los presentes.
Concluye el encuentro una misa inculturada, con danzas, canciones típicas, con tambores en una iglesia adornada con flores y pétalos de rosa, celebrada por Mons. Adalberto Jiménez, obispo del Vicariato de Aguarico, que participó activamente del encuentro. Al momento del Padre Nuestro es recitado en 12 idiomas sucesivamente quedando manifestada la interculturalidad vivida en estos días.
En la homilía, Mons. Adalberto, partiendo del relato evangélico de la multiplicación de los panes, invita a todos a mirar al futuro: “Este Jesús, este Dios que nos une en los diferentes nombres, en los diferentes ritos, es el relato que debemos contar, son los rituales de la vida, de la unidad. Hoy nos vamos con un poco más de luz, que es fuego, que es iluminación. Que nos dejaron Chiara Lubich, el papa Francisco, que están presentes y nos llaman a cuidar la interculturalidad. Gracias Rimarishun”. ”.
Hace unas semanas, participé en el proyecto MED25, una nave escuela para la paz. Éramos 20 jóvenes de todo el Mediterráneo (norte, sur, este y oeste) a bordo de un barco llamado “Bel Espoir”. Salimos de Barcelona y el tiempo no fue el esperado, así que hicimos escala en Ibiza antes de llegar a Ceuta. Desde allí viajamos por tierra a Tetuán y luego de regreso a Málaga. No fue solo un viaje, fue un viaje a través de nuestras vidas, mentes y culturas.
Vivir en un barco con tanta gente diferente fue genial, pero no siempre fácil. Cada día teníamos que dividirnos las tareas: cocinar, servir la comida, limpiar, lavar los platos. Nos turnábamos en equipos para que todos experimentáramos el ritmo de vida a bordo. También aprendimos a navegar, lo cual fue un poco loco al principio. Ojalá pudiera decir que al final todo se volvió natural, pero la verdad es que fue más difícil de lo que esperaba. Empiezas a comprender cuánto trabajo en equipo se necesita para salir adelante.
Pero no estábamos allí solo para cocinar y navegar. Estábamos allí para hablar, para hablar de verdad. Abordamos ocho grandes temas: cultura, educación, el papel de la mujer, religión, medio ambiente, migración, tradiciones cristianas y, por supuesto, la paz. No eran discusiones teóricas. Eran temas profundamente personales. Compartimos nuestras opiniones y a veces chocamos. En ocasiones, las discusiones se acaloraron. Hubo momentos de frustración. Algunas conversaciones se convirtieron en discusiones acaloradas.
Pero la verdad es esta: no puedes simplemente irte de un barco. No puedes volver a casa y dormir. Vives junto con los demás. Comemos juntos. Navegamos juntos. Literalmente, estamos en la misma barca. Esto lo cambia todo. Hace que sea imposible seguir enojado por mucho tiempo. Tuvimos que hablarlo. Tuvimos que escucharnos, y a veces tuvimos que admitir nuestros errores.
Para mí, esto fue lo más impactante de esta experiencia. Me di cuenta de que la mayoría de los conflictos, ya sean entre personas o entre países, no surgen del odio. Provienen de la falta de conocimiento, de los estereotipos, de la desinformación. Y así como nosotros tuvimos la oportunidad de conocernos en ese barco, el mundo también puede. Si pudimos superar años de malentendidos en tan solo dos semanas juntos, imagínense lo que sería posible si la gente estuviera realmente dispuesta a escucharse.
También he descubierto muchas cosas inesperadas. Como que la Cuaresma se celebra de forma diferente en Europa y en Oriente Medio. O cómo la religión juega un papel completamente distinto en la política y la vida pública, según dónde vivas. En Europa, suele ser un asunto privado, mientras que, en muchos países de Medio Oriente, la religión influye en las leyes, las políticas y la vida cotidiana. No eran solo nociones: sentí la diferencia a través de la gente con la que convivía.
Lo que más me impactó fue que, a pesar de todas nuestras diferencias, teníamos mucho en común. Hemos reído mucho. Bailamos. Sentimos el mal de mar juntos. Incluso tuvimos la oportunidad de ayunar juntos, ya que estuvimos en tiempos de Cuaresma y Ramadán. Hicimos arte, leímos libros, hacíamos bromas, rezábamos en muchos idiomas diferentes al mismo tiempo, descubrimos religiones como el cristianismo, el islam, el hinduismo y el judaísmo, dormimos al aire libre y compartimos momentos de silencio y sagrados. Y a través de todo esto, aprendí que la paz no es algo lejano ni inalcanzable. Es algo muy humano. Es confusa y requiere esfuerzo. Pero es posible.
Regresé transformada. No porque crea que ya hemos resuelto todos nuestros problemas, sino porque ahora creo que la paz no es un sueño, es una elección. Una elección que realmente empieza por ver y escuchar al otro.
Y si 20 desconocidos pudieron hacer eso en una barca en medio del mar, entonces también hay esperanza para el resto del mundo.
Bertha El Hajj, joven embajadora de paz.
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Agustín y Patricia y sus dos hijos son una familia argentina. Tras un curso en Sophia ALC, la sede latinoamericana del Instituto Universitario con sede en la ciudadela internacional de Loppiano (Italia), fueron en busca de sus raíces entre los pueblos originarios y nació un fuerte compromiso por el diálogo intercultural.
La edición 2025 del tradicional festival de los jóvenes en la ciudadela de los Focolares escenifica las fragilidades y los conflictos vividos por los jóvenes de hoy y los transforma en una experiencia artística inmersiva y de esperanza. Muchos talleres y un espectáculo final en vivo para decirles a todos: «You are born to bloom», “Has nacido para florecer”.
«Recuerda que has nacido para florecer, para ser feliz». Éste es el mensaje que, con ocasión del Día del Trabajador, los jóvenes organizadores del Primero de mayo de Loppiano (en la localidad de Figline-Incisa Valdarno, Italia) quieren dar a sus coetáneos, que participarán en la edición 2025 del tradicional festival que desde el año 1973 se lleva a cabo en la ciudadela internacional del Movimiento de los Focolares.
El tema
Dentro del significado del título de la manifestación, que es “You are born to bloom (has nacido para florecer), la valentía de florecer”, están las fragilidades, las heridas y los conflictos que viven los chicos y los jóvenes de hoy; todo ello sublimado en una experiencia artística, inmersiva y de crecimiento.
«Creemos que ese conflicto, que a menudo nos golpea en las fases más difíciles de la vida podría llegar a ser una oportunidad para renacer más fuertes y conscientes de quiénes somos –explican Emily Zeidan, muchacha siria, y Marco D’Ercole, italiano, del equipo internacional de los jóvenes organizadores del festival–. Como decía el papa Francisco, “el conflicto es como un laberinto”, no tenemos que tener miedo de atravesarlo, porque “los conflictos nos hacen crecer”. Sin embargo, “de ese laberinto no podemos salir solos; salimos en compañía de otros que nos ayudan”. Así pues, en el día del Primero de Mayo de Loppiano queremos recordar a todos la belleza de los unos y de los otros, incluso en los momentos de vulnerabilidad».
Un tema di stringente attualità quello del 1° maggio a Loppiano, se si considera che in Italia, 1 minore su 5 soffre di un disturbo mentale (depressione, ritiro sociale, rifiuto scolastico, autolesionismo, ansia, disturbi del comportamento alimentare, tendenze suicide), secondo i dati della Società italiana di Neuropsichiatria dell’Infanzia e dell’Adolescenza. Gli under 35, invece, vivono la precarietà lavorativa, sono sotto retribuiti, subiscono disuguaglianza territoriale e di genere (“Giovani 2024: il bilancio di una generazione”, EURES), non si sentono compresi dagli adulti nelle loro esigenze e nel vissuto, in particolare, quando si parla di paure e fragilità, aspirazioni e sogni.
«El papa Francisco tenía una gran confianza en nosotros los jóvenes. No dejaba pasar ninguna ocasión para recordarnos que el mundo nos necesita, necesita de nuestros sueños, de grandes horizontes a los que apuntar juntos, para “colocar las bases de la solidaridad social y de la cultura del encuentro”», remarcan Emily y Marco. Por ello, este “You are Born to Bloom(has nacido para florecer)” será un espectáculo que habremos construido juntos, en donde el público no es simplemente un espectador sino parte integrante de la narración: todo aquel que participe se verá llamado a ser protagonista del espectáculo, dando lo mejor de sí junto con los demás.
El programa
Por la mañana, los participantes del festival del Primero de Mayo de Loppiano tendrán la oportunidad de explorar sus propias fragilidades y bellezas a través de talleres artísticos (workshops), motivacionales y experienciales guiados por psicólogos, formadores, counselors, artistas y performers.
Entre ellos estará también el Gen Verde International Performing Arts Group que preparará a los jóvenes a subir al escenario y formar parte del elenco de las coreografías, de los coros, de la compañía teatral y de la banda musical en el espectáculo final. Los talleres del Gen Verde se llevan a cabo en el ámbito del proyecto “M.E.D.I.T.erraNEW: Mediation, Emotions, Dialogue, Interculturality, Talents to foster youth social inclusion in the Mare Nostrum (Mediación, Emociones, Diálogo, Interculturalidad, Talentos para promover la inclusión social de los jóvenes en el Mediterráneo)”, Erasmus Plus – Juventud – partenariado de cooperación.
El festival culminará con la construcción colectiva del show en vivo: todos los participantes serán parte activa de la historia, no habrá distancia entre el escenario y el público.
Entre los artistas que han confirmado su presencia se encuentran Martinico y la banda AsOne.
“You are born to bloom, la valentía de florecer” se realiza con el aporte de Fondazione CR Firenze.
El Primero de Mayo de Loppiano es un evento de la Semana Mundo Unido 2025 (1-7 de mayo de 2025), taller y exposición global de sensibilización a la fraternidad y a la paz.
Para informaciones y reservas, se puede contactar a: primomaggio@loppiano.it – +39 055 9051102 www.primomaggioloppiano.it
Como “distribuidor de tareas”, en diez años había logrado, en colaboración con nuestro párroco, formar el consejo pastoral parroquial y el grupo de sacristanes. A medida que pasaba el tiempo, me di cuenta de que mi papel se estaba redimensionando. Muchas personas, antes menos activas, se han ofrecido a asumir diversos roles y yo he decidido hacerme a un lado para darles espacio. Al principio acepté con calma mi papel más marginal. Pero más tarde, al sentirme excluida, comprendí lo fácil que es apegarse a los propios roles, pero también lo importante que es saber soltar. A veces, el Señor nos invita a dar un paso atrás para prepararnos para algo nuevo. No es fácil, porque implica aceptar el cambio y confiar. Hoy, aunque me siento un poco al margen, sigo disponible para dar mi contribución si me lo piden. Estoy convencida de que cada servicio, incluso el más pequeño, tiene un valor y que cada etapa de la vida es una oportunidad para crecer en la fe y en el amor a los demás.
(Luciana – Italia)
Dios me ve
A veces, cuando vivía en Bruselas, me tocaba ir a misa a la iglesia del Colegio de San Miguel. Para llegar allí, había que recorrer largos pasillos con una interminable serie de aulas a ambos lados. Sobre la puerta de cada uno, había un cartel que decía: Dios te ve. Era una advertencia a los muchachos que reflejaba un pensamiento del pasado, expresado en negativo: “No cometan pecados porque, aunque los hombres no te vean, Dios los ve”. En cambio, para mí, quizás porque nací en otra época o porque creo en su amor, resonaba de manera positiva: “No tengo que hacer el bien delante de los hombres para que me vean, para escuchar decir que bueno eres, o que me den las gracias, sino para vivir en la presencia de Dios”. En el Evangelio de Mateo 23, 1-12, Jesús, dirigiéndose a los escribas y fariseos que aman ostentar, los invita a no dejarse llamar “maestros”, sino a tener una sola preocupación: actuar bajo la mirada de Dios que lee los corazones. Ahora bien, esto es lo que me gusta: Dios me ve, como dicen los carteles en el colegio; Dios lee los corazones y eso debería ser suficiente para mí.
(G.F.- Bélgica)
Dar el primer paso
Debido a un problema de herencia, el silencio se había impuesto entre mi madre y su hermana. Hacía mucho tiempo que no se veían y la brecha que había surgido solo seguía ensanchándose, sobre todo porque vivíamos en la ciudad y mi tía en un pueblo de montaña bastante lejano. Así continuó hasta el día en que tomé valor, provocada por la Palabra de Jesús: «Por tanto, si estás presentando tu ofrenda en el altar, y allí te acuerdas de que tu hermano tiene algo contra ti, deja allí tu ofrenda delante del altar, y ve, reconcíliate primero con tu hermano, y luego vuelve y presenta tu ofrenda». Buscando el momento oportuno, abordé el tema con mi madre y logré convencerla de que me acompañara a casa de mi tía. Estuvimos bastante silenciosas durante el viaje. Yo no hacía más que rezar para que todo saliera bien. En realidad, las cosas sucedieron de la manera más sencilla: tomada por sorpresa, la tía nos recibió con los brazos abiertos. Pero, era necesario que diéramos el primer paso.
(A.G. – Italia)
Maria Grazia Berretta
(tomado de Il Vangelo del Giorno, Città Nuova, año X – n.1 marzo-abril 2025)
Desde hace más de dos años, un grupo de profesionales de la comunicación, por iniciativa de NetOne, la red internacional de comunicadores del Movimiento de los Focolares, se reúne online en encuentros mensuales para profundizar algunos temas relacionados con el Sínodo de los Obispos, en particular sobre la sinodalidad y la comunicación. Escucha, silencio, testimonio, comunicación fraterna: son algunos de los elementos claves durante los encuentros. En estos dos años también se realizaron dos webinars: el primero en abril de 2024 (puedes leer más sobre ello aquí ) y el segundo en febrero de 2025 titulado “¿Qué comunicación para la sinodalidad?” (video). Este evento fue seguido en varias partes del mundo y contó con la participación de numerosos expertos en comunicación conectados desde diversos países.
Alessandro Gisotti, vicedirector de los Medios Vaticanos, abrió el ciclo de intervenciones citando tres términos esenciales para un buen comunicador: Comunicación, Acción y Comunidad. “En este Año Santo necesitamos una comunicación sinodal que sepa emprender el camino con las personas que vendrán —dijo—, para acompañarlas, sin la presunción de querer guiarlas. Pero dispuestos a escucharlas, a acompañarlas, a recorrer juntos un tramo del camino”.
Desde Estados Unidos, Kim Daniels, profesora de la Universidad de Georgetown en Washington D.C., coordinadora del Grupo de Estudio 3 del Sínodo “La misión en el entorno digital”. “Nuestro objetivo”, explicó Daniels sobre el grupo de estudio, “es ofrecer recomendaciones prácticas al Santo Padre para fortalecer la misión de la Iglesia en esta cultura digital, asegurándonos de que se mantenga firmemente arraigada en nuestro llamado a encontrar a las personas dondequiera que estén, orientándolas hacia una comunión más profunda con Cristo y entre sí”.
Pál Tóth, profesor del Instituto Universitario Sophia de Loppiano, habló desde Hungría y explicó que “para sanar las profundas heridas del mundo globalizado, se necesita una colaboración transversal, incluso con quienes tienen concepciones parcialmente diferentes a las nuestras. La idea del consenso diferenciado promueve un nuevo tipo de relación social: colaboramos para la realización de algunos valores, mientras que permanecemos en plataformas diferentes para otros”.
El Sínodo se construye a partir de los últimos. Esto surge de la experiencia de Muriel Fleury y Béatrice Binaghi, respectivamente responsables de Comunicación y encargada de Redes Sociales del Dicasterio para el Desarrollo Humano Integral. “Dar voz a quienes no la tienen”, dice Fleury, recordando que “hablar de quienes son explotados o marginados por los procesos dominantes significa hacer que estas personas existan. Sin estas voces a contracorriente, todo favorecería a quienes dominan, porque callar significa terminar apoyando a quienes maltratan, esclavizan, exprimen y quieren invisibilizar a demasiados hombres y mujeres”. Y Binaghi habló de la red de colaboración nacida entre los “obispos de frontera” responsables de la pastoral migratoria en Colombia, Costa Rica y Panamá, especialmente para afrontar la crítica situación en Darién, por donde pasan cada día cientos de migrantes. “El debate y la comunicación han creado comunidad, y el trabajo que antes estaba fragmentado ahora es más sinérgico e incisivo”.
La actriz Stefania Bogo tiene la tarea de brindar dos momentos de reflexión con la lectura artística de algunos pasajes de la reciente encíclica del Papa Francisco, Dilexit nos y La atracción del mundo moderno, de Chiara Lubich.
Erica Tossani, presidenta de la Asamblea Sinodal de la Iglesia Italiana, explicó la importancia de escuchar, lo cual “no es simplemente una acción pasiva, un silencio a la espera de ser llenado por las palabras de otros. Es una actitud activa que implica atención, discernimiento y disposición a ser cuestionado. Sin escucha, la comunicación se reduce a polarización y oposición estéril”.
Entre las experiencias sinodales se encuentra la de Paolo Balduzzi, corresponsal del programa A sua immagine del canal italiano Rai 1. “Las historias que se cuentan —explica— nacen de un diálogo compartido con todo el equipo editorial. Para mí, cada entrevista es un encuentro. Y la sinodalidad parte de este encuentro con mi interlocutor; es decir, implica adentrarse en su historia, en su experiencia, e intentar comprender juntos los aspectos más esenciales de la historia”.
La historia de Mariella Matera, blogger de Alumera, un espacio de evangelización en redes sociales, quien cuenta la historia de una comunicadora fascinada por la idea de transmitir el Evangelio a través de internet. “¿Cómo puedo ser un pequeño puente entre la red y Cristo?”, se pregunta. Alumera, en el dialecto calabrés (sur de Italia), es la antigua lámpara de aceite. Así como la lámpara, mientras tiene aceite, no se apaga, así también, mientras tenga el amor de Cristo en mí, no puedo permanecer callada”.
Por último, Anita Tano, responsable de comunicaciones de United World Project-NetOne Argentina. Relató la experiencia del Genfest 2024 en Brasil, el evento juvenil del Movimiento de los Focolares con el tema Juntos para Cuidar. A través de intercambios culturales, arte y talleres, el objetivo fue reconocer la comunicación como una herramienta para cuidar la “vida de uno mismo, de los demás y del planeta”. Un mensaje que destacó la diferencia entre estar simplemente “conectados” y estar verdaderamente “unidos”.
La transmisión en vivo fue moderada por Enrico Selleri, conductor y autor de los canales de la Iglesia italiana Tv2000 e InBlu2000, y Sara Fornaro, editora jefe web de la revista italiana Città Nuova y fue promovida por NetOne junto con la Secretaría General del Sínodo de los Obispos, el Dicasterio para la Comunicación, el Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral, Vatican Media, el Camino Sinodal de la Iglesia en Italia, TV2000, InBlu2000 y SIR (de la Conferencia Episcopal Italiana), el Instituto Universitario Sophia, Weca (Asociación de Católicos Web Italianos), el grupo editorial Città Nuova y la Universidad Pontificia de la Santa Cruz.