En la periferia de Bamenda, una pequeña ciudad en el centro-oeste de Camerún, casi en la frontera con Nigeria, existen algunas aldeas sin médico. Pero existen dos centros de salud, pequeñas estructuras con 50 camas, mantenidas por religiosas y grupos de laicos coordinados por las diócesis. El deseo de hacer algo más por los pacientes enfermos de Sida, y romper de algún modo el aislamiento en el que los prejuicios y extrañas creencias los quieren confinar, ha llevado a iniciar la experiencia del “Social Welfare Club de Akum & Bali”. En pocos meses, 25 personas seropositivas han ofrecido al médico su colaboración para acoger otras personas en sus mismas condiciones y, de acuerdo con las religiosas y los laicos que administran los Centros de Salud, han fundado dos clubes en donde se pueden encontrar semanalmente. El corazón de la acción lo constituyen estos encuentros periódicos: momentos de intercambio, de reflexión y, para quien puede, de trabajo en común. En Akum los encuentros tiene lugar los jueves. Se inicia con un desayuno juntos hacia las 8.30, en el que se trata de ofrecer una comida lo más nutritiva posible –por ejemplo, desde hace 4 meses se logra dar leche fresca, cosa que es muy rara en estos lugares, con pan integral-. Se está juntos, sencillamente, con algunos momentos de profundización espiritual interreligiosa (de hecho hay musulmanes, y cristianos católicos y presbiterianos) y de apoyo moral y psicológico, en los que se comparten experiencias, esperanzas y necesidades referentes a las propias condiciones de vida. Una parte del tiempo es dedicada a pequeñas actividades artesanales o a cultivar el huerto: trabajos modestos, pero fundamentales, porque le permiten a la gente involucrada el sentirse parte del contexto social y ganar algo para vivir, nutrirse y adquirir alguna medicina. Sólo en el pequeño ambulatorio de Akum, en un año han sido diagnosticados 296 casos de Sida. Aunque el costo del tratamiento médico sigue siendo prohibitivo, para la mayor parte de los pacientes, últimamente ha disminuido un poco y esto ha convencido a muchas personas a hacer el test, porque la esperanza de curarse es más concreta.
Amar a todos
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