La Asamblea nacional extraordinaria de la Acción Católica Italiana, con 837 delegados, de 214 diócesis, ha representado un cambio de ruta hacia una mayor comunión y un renovado empuje misionero, manteniendo siempre el carácter diocesano de su actividad y de su estructura.

Son éstas las líneas trazadas en el nuevo Estatuto, aprobado por la Asamblea.

El Papa, en su mensaje, subrayó que “La Iglesia tiene necesidad de ustedes, tiene necesidad de los laicos que en la Acción Católica han encontrado una escuela de santidad, en la que han aprendido a vivir la radicalidad del Evangelio en la normalidad de la vida cotidiana”.

La presidente nacional, Paola Bignardi, en una entrevista a “Città Nuova”, especificó entre otras cosas que la relación con los Movimientos y las Comunidades eclesiales tiene necesidad de una renovación, de modo que no sólo se “viva en paz unos con otros, sino que se sepa encontrar el camino para vivir unidos con los demás, los unos con los otros”.

Por tal motivo Paola Bignardi y el asistente general, el obispo Francesco Lambiasi, invitaron a Chiara Lubich y a Andrea Riccardi, fundador de la Comunidad de San Egidio, a dar un saludo a la Asamblea.

Chiara, invitada a la mesa de la presidencia, empezó así: “Conozco la Acción Católica por haber transcurrido buena parte de mi juventud entre sus filas. Fueron años especiales, los de la Asociación, que todavía gozaba de la presencia de Armida Barelli y de sus compañeras. Años felices para mí, por haber participado en tantos encuentros en Trento, mi ciudad, y en congresos para la juventud estudiantil, donde recibí una sólida formación cristiana de base”.

Seguidamente, Chiara pudo recorrer las etapas de la comunión entre los Movimientos y Nuevas Comunidades iniciada a partir de Pentecostés ’98, preguntándose al final: “�Será este el momento para dar inicio a lo que el Santo Padre quiere de la Acción Católica, del Movimiento de los Focolares y de los otros Movimientos? A nombre del Movimiento de los Focolares, que represento, puedo decir que nosotros estamos dispuestos. El Espíritu Santo indique el tiempo y la forma a ustedes, hermanos y hermanas queridísimos”.
Las palabras de adhesión de la presidente y el aplauso de la asamblea dieron enseguida una respuesta positiva.

Después, Andrea Riccardi habló de “la deuda que tenemos hacia este gran laboratorio cristiano que es la Acción Católica”, auspiciando una “comunión más profunda, vivida en la conciencia de la misión de hoy”.

Despidiendo a los huéspedes, Paola Bignardi dijo: “Gracias por la amistad que nos han brindado en esta nueva estación de comunión y de diálogo, que no es mortificación de las diferencias, sino todo lo contrario, un enriquecimiento de nuestras riquezas”.

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