Verdaderamente, un gran Papa �un gran santo! nos ha dejado �Cómo quisiera que volvieran los tiempos en donde la santidad era proclamada por el furor del pueblo! �Los jóvenes estarían en primera fila!

De la santidad del Papa también yo puedo dar testimonio personalmente. A menudo, después de una audiencia con él, me quedó la impresión de que el cielo se abriera. Me sentí directamente unida a Dios, en una profundísima unión con Él, sin intermediarios. Es porque el Papa es mediador, pero cuando te ha unido a Dios, desaparece. Me pareció comprender más profundamente cuál es el carisma propio del Papa. Las llaves para abrirnos el cielo, no le sirven sólo para borrar nuestros pecados, sino también para abrirnos el Cielo abriéndonos a la unión con Dios.

�No se explica así esa alegría, ese entusiasmo, ese atractivo que el Papa siempre ha ejercitado sobre los jóvenes, sobre millones de hombres y mujeres de toda raza, cultura, religión y credo que ha encontrado en todo el planeta? �Y esas transformaciones radicales de la historia obradas por él en estos 27 años? Este Papa comunicaba a Dios y Él “hace nuevas todas las cosas”. Una “Presencia” que se hizo cada vez más fuerte, a medida que se hizo más fuerte el peso del sufrimiento, hasta la última hora.

Pero en este momento no puedo dejar de expresar mi gratitud más profunda por muchas otras puertas abiertas por esas llaves: el Papa siembre ha abierto de par en par las puertas a las novedades del Espíritu que ha reconocido también en nuestro Movimiento, animándolo continuamente y sosteniéndolo, reconociéndolo como don de Dios y esperanza para los hombres.

Chiara Lubich

Comments are disabled.