Curryhills (Prosperous, Kildare), 14 de junio de 2012  – Un diálogo a 360° sobre los temas que más tiene en su corazón el pueblo irlandés. El futuro y las nuevas generaciones, la crisis por falta de líderes, la realización de la persona humana y la experiencia del fracaso, el diálogo. Un coloquio cada vez más profundo hasta llegar al tema de la relación con la Iglesia y con sus instituciones jerárquicas, que se ha exacerbado en todo el país a raíz del escándalo por el abuso de menores.

Estamos en la Mariápolis Lieta, a 35 Km. de Dublín. Es aquí que María Voce y Giancarlo Faletti se encontraron con un centenar de personas de la comunidad y algunos responsables de varios aspectos del Movimiento, después de participar en el Congreso Eucarístico.

Ante la pregunta sobre la Iglesia, María Voce responde ampliando el horizonte, y recuerda la experiencia de Chiara Lubich: cuando las autoridades eclesiales estaban estudiando todo el Movimiento de los Focolares y el carisma donado por el Espíritu Santo no era reconocido, Chiara sin embargo seguía considerando a la Iglesia como su madre.

“En ella existía un amor de hija, que le permitía acoger también los momentos de sufrimiento y vivirlos con confianza, y ayudar a todos aquellos que la seguían a vivir así”. Prosigue enfocando la atención en el hoy: “Nosotros sentimos este dolor porque nos sentimos hijos. Y a todos nos hace sufrir el escuchar decir que tu madre es fea, que no entiende nada, que no sabe estar al paso con los tiempos. Nos sentimos heridos en nuestra carne, no en la de nadie más. Es por lo tanto una familia que sufre por estos defectos, pero que trata de curarlos. Esta “cosa fea” yo tengo que hacerla ser bella con mi vida. Estando dentro y no escapando. Sufriendo juntos y viviendo para que llegue a ser más bella”.

La invitación de María Voce es por lo tanto a creer, con Chiara Lubich. Que Dios Obra en su Iglesia, más allá de nuestra incapacidad de corresponder. Y el co-presidente, Giancarlo Faletti, sugiere que no hay que tomar como buenas todas las cosas que dicen los medios de comunicación, sino que hay que ir a fondo y documentarse, y después trabajar en favor de la verdad. Pero “sólo estando en la Cruz seremos capaces de decir la verdad”, de “llegar al corazón de las personas… y llevar un hilo de vida en este momento tan especial”. “Aunque tiemblen las estructuras tradicionales, esto no nos puede asustar –concluye Faletti- en todo caso tiene que poner en evidencia la primacía de la vida, la necesidad de la comunión”.

img_1771Prosigue en esta línea la última pregunta de la noche: “Fracasar puede ser tan constructivo como tener éxito. ¿Qué importancia tiene la experiencia de los límites personales”. María Voce responde: “Ay de nosotros si pensáramos que no nos equivocamos. También la experiencia del error nos hace bien, nos hace entender mejor los errores de los demás, nos da la capacidad de amar. Obviamente los tenemos que evitar, pero sin presumir que lo lograremos. Sin dejarnos abatir, de lo contrario quiere decir que ya no confiamos en el amor de Dios. Porque pensamos que Él nos mide con la medida que nosotros medimos a los demás, mientras que Su amor (a diferencia del  nuestro) es infinito”. Recuerda las fábricas de alfombras de Estambul, donde aprendió una cosa: “Las mujeres que las hacen dejan siempre un error, para demostrar que sólo Dios es perfecto. Una alfombra perfecta con un pequeño error”. Es la metáfora de la condición humana, creaturas maravillosas, pero frágiles e imperfectas. Esto nos permite hacer la experiencia del amor de Dios que va más allá de nuestros límites.

En estos días estamos haciendo juntos un viaje para entender cómo ser más Iglesia – afirma David Hickey responsable con Juanita Majury de los Focolares en IrlandaHoy hemos empezado un análisis que queremos llevar adelante”. Juanita prosigue: “La participación de los Focolares en el Congreso Eucarístico nos coloca en esta realidad de fe. Creer que tenemos algo que decir y que dar. Lo hacemos porque amamos la Iglesia”.

De la enviada María Chiara De Lorenzo

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