«Pareciera que fue ayer cuando decidimos colaborar con el proyecto fraternidad con África – cuenta un grupo de voluntarios españoles de los Focolares. Era abril del 2009 y para la difusión del proyecto organizamos una serie de actividades en nuestro pueblo, Aljucer (Murcia), que concluyeron con una cena de beneficencia. Ahora vamos ya por la quinta edición»

El proyecto nació en 2006 en Budapest: en el Volontarifest,, evento internacionalque reunió a miles de personas en la capital húngara, con el lema: “La tierra es un solo país. Somos olas del mismo mar, hojas del mismo árbol, flores del mismo jardín”. En esa oportunidad se lanzó un proyecto que promueve becas de estudio en diversos ámbitos para los jóvenes africanos, junto con la idea de que en nuestras ciudades “brille” la cultura de la fraternidad. Un grupo de voluntarios de Aljucer, que estaba presente, decidió adherir a la propuesta.

 «Asumimos el compromiso, y en el 2007, comenzamos a darle forma legal a una asociación que nos ayudase a conseguir ese objetivo: que Aljucer sea un pueblo donde se cultive la cultura de la fraternidad. Realizamos muchas actividades a partir de ese momento, algunas junto con otras asociaciones, pero nuestra actividad principal es el proyecto Fraternidad con África» Cada año colocamos carteles, recorremos locales comerciales que a menudo colaboran en la difusión del proyecto donando productos que sorteamos en la cena de beneficencia, para recaudar fondos para las becas de estudio.

«La cena anual para el proyecto Fraternidad con África es una cita esperada. Se suman siempre nuevas personas. Nunca  habíamos  superado la cantidad de 90 comensales, pero este año éramos 125, un número “importante” para un pueblo como el nuestro, que sufre la crisis como muchos otros pueblos» Explicamos el funcionamiento del proyecto: el número de becas de estudio asignadas, el fondo recaudado, los ámbitos educativos promovidos y las experiencias de los estudiantes. Al final, en un clima de fiesta, sorteamos los regalos, y concluimos con la colaboración artística de algunos artistas locales. Con una novedad: la grata presencia de Carlos Piñana de Cartagena, guitarrista de “flamenco” y profesor del Conservatorio Superior de Murcia, que junto con cuatro alumnos suyos dio su aporte  con un recital de guitarra “flamenca”.

 «Estamos contentos –continúan los protagonistas del emprendimiento- porque creemos que estos eventos han servido para promover un poco más la cultura de la fraternidad. Cultura que nos hace iguales, que hace que nos sintamos hermanos, motivo más que suficiente para trabajar unos por otros, unos con otros»

Fuente: www.amu-it.en

Aljucer, un pueblo que promueve la cultura de la fraternidad

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