Movimiento de los Focolares

Evangelio vivido: la brújula para cada momento

Para comprender mejor qué hacer por los demás, Jesús nos invita a ponernos en su lugar; precisamente hizo Él, quien para amarnos asumió nuestra carne humana. ¿Lo haces por ti o por los demás? Me encontraba en una situación extraña; rezaba todos los días, frecuentaba regularmente la Misa, estaba comprometido en obras de caridad… sin embargo no tenía una fe viva. Era como si un velo me impidiera ver claramente. Un día, acompañando a mi abuela al médico, entramos en discursos profundos; sabiendo cuán creyente era, le conté mi estado de ánimo. Ella, fijándome la mirada, me dijo: “Hijo mío, todo lo que tú haces, ¿lo haces por ti o por los demás?”. Esa simple frase me sacudió. ¡Tenía que cambiar completamente de ruta! Empecé a reflexionar, constatando que también mis actos de caridad estaban llenos de un sistema de deberes. Periódicamente visitaba a un anciano. Yendo a verlo, después de ese momento, más que hablar de trámites por hacer o de medicinas, le pregunté qué tenía en su corazón. Me habló de la guerra, de sus compañeros de batalla que habían muerto, de la enfermedad de su esposa… Al final me agradeció por el gran don que decía que había recibido ese día. (U.R. – Argentina) Fidelidad Al enamorarse de un colega, mi esposa me dejó con cuatro hijos. No podía externar mi desesperación para no aumentar el dolor de mis hijos, pero no lograba dejar de preguntarme en qué me había equivocado con ella. También mi fe se puso a prueba. Ahora el desafío era hacer de que este drama le pesara lo menos posible a mis hijos y que ella no advirtiera juicios de parte de ellos. A veces le llevaba a la más pequeña de cuatro años, otras veces trataba de que ella participara en las reuniones de padres con los profesores de los otros hijos. Lentamente se creó una situación en la que parecía que la mamá, aunque no estaba en casa, de alguna forma seguía estando presente en la familia. Pero cuando ella me pidió el divorcio me pareció que volvimos al punto de partida. Era un nuevo paso que había que afrontar con los hijos. Fue el más grande, quien viéndome un día pensativo y triste, me animó diciéndome: “Papá, quédate tranquilo. Estamos aprendiendo a tomar en mano las riendas de la vida”. (B.d.P. – Croacia) El pequeño ajuar Siendo joven me había acostumbrado a tener dinero, vestidos, lujos, pero después del matrimonio tuve que reducir drásticamente todos los gastos. Días atrás me llegó una cifra extra del trabajo: enseguida pensé en nuestro hijo que estaba por nacer, en el pequeño ajuar que le habría podido comprar. Pero después, recordando cuantos pobres hay en la ciudad, me dije que ese dinero podía servir para ayudar a alguno de ellos. Cuando nació, nuestro bebé recibió como regalo muchos vestiditos usados. Ciertamente, habría deseado que todo su ajuar fuera nuevo, pero esas cosas recibidas por amor me parecía que tenían un valor y una belleza todavía más grandes. (Anita – Venezuela)

A cargo de Stefania Tanesini (tomado de “El Evangelio del Día”, Città Nuova, año VI, n.2, marzo-abril 2020)

“¡Vivimos un tiempo de gracia!”

Las palabras de Jesús Morán, Copresidente del Movimiento de los Focolares, en la Homilía de la Misa celebrada en privado y transmitida a través de streaming el 14 de marzo 2020. Homilía del 14 de marzo de 2020 (…) En estas últimas semanas -entre otras cosas, de Cuaresma bien entrada- en mi alma predominaba un pensamiento: la vanidad de todas las cosas, la precariedad de nuestra inteligencia para comprender profundamente la realidad, la vida, el curso de la historia. De hecho, ha sido suficiente un virus, un microorganismo acelular para poner en peligro todos nuestros grandes razonamientos y nuestras seguridades, nuestros planes económicos, nuestras estrategias políticas; para desatar el pánico en todo el mundo y poner de relieve las miserias de la así llamada globalización. Como tituló un periódico hace unos días, usando la jerga del fútbol: Coronavirus 1 – Globalización 0. Esa es la triste verdad. Cuando pensaba en las cosas que en los últimos años se han escrito sobre el fenómeno de la cultura en nuestros tiempos, los innumerables análisis y contraanálisis acerca del futuro de la historia, etc. etc., me invadía un sentimiento de desolación y de tristeza casi paralizante. Pero fue entonces cuando llegué a un redescubrimiento formidable: la Revelación, la Palabra de Dios dirigida al hombre en palabras y en la inteligencia del hombre; el pensamiento de Dios con palabras humanas sobre las profundidades de la vida y de la historia; una bocanada de sentido. De hecho, creo que solo la Palabra de Dios nos da respuestas para este momento que vivimos, porque solo ella conserva una sabiduría eterna que va más allá de los tiempos sin perder el significado. A la luz de la Revelación nos damos cuenta de un hecho que es tanto más desconcertante cuanto paradójico: que vivimos un tiempo de gracia. ¡Sabiduría! Esta es la clave exacta. Este es verdaderamente el momento de la sabiduría, un tiempo para la sabiduría; una visión de la realidad que viaja en otros parámetros, hoy extremadamente obligatoria e indispensable. (…)  Sabiduría que conduce a una inteligencia de la realidad iluminada por el amor y que, precisamente por esta razón, desencadena un formidable movimiento de fraternidad. Verdaderamente Dios puede hacer cosas prodigiosas, incluso en medio del mal. Lo derrota con su designio de amor. Chiara recorrió con su vida casi un siglo, y lo hizo como un río de sabiduría que ha irrigado la tierra. Atenta a los acontecimientos de la historia, no se detuvo en la superficie de las cosas, sino que se adentró en profundidad y altura para acceder al pensamiento y a la visión de Dios y desde Dios. Por eso no prestó atención a nada más que a Su Palabra. La unidad, en efecto, es el proyecto de Dios sobre la humanidad, el testamento de Jesús, el Verbo encarnado. Ahora podemos ver cómo esta palabra, unidad, puesto que está anclada en la Revelación, va más allá de los episodios pasajeros, los tiempos y las épocas. Ella representa una perspectiva de significado que involucra el pasado, el presente y el futuro. Una perspectiva profética capaz de desencadenar las mejores energías de los hombres y de las mujeres de todas las latitudes, culturas, razas y condiciones sociales. Fuertes en la unidad, podemos transformar la “globalización de la indiferencia” en “globalización de la fraternidad” La competición no ha terminado. Estamos seguros de una cosa: el triunfo será de la misericordia Dios.

A las raíces de la fraternidad en política

Una cita dedicada a uno de los “padres” de la Constitución italiana, escritor, periodista, político, que fue también co-fundador de los Focolares, Igino Giordani. El evento fue promovido por el Archivo General del Movimiento y el Centro Igino Giordani y es el primero de una serie de encuentros programados para ir “a las raíces” de la fraternidad como categoría política. En un momento en el que valores como el respeto, la coherencia, la lealtad se ven envueltos en relatos engañosos, que a menudo son el resultado de un sistema de comunicación manipulado, la idea nacida entre el Archivo General del Movimiento de los Focolares y el Centro Igino Giordani tiene como objetivo extraer del patrimonio custodiado algunas “perlas” que han constituido la vida de figuras comprometidas en el mundo de la política guiadas por los valores de la fraternidad propios del carisma de la unidad. “Si todos fuéramos como Giordani, no habría guerras, no habría discriminaciones, no habría odio. Este gran hombre debe ser un punto de referencia para la humanidad. Ahora nos toca a nosotros llevar adelante sus ideas”. Estas palabras pronunciadas por Gaia, estudiante de secundaria, son las que mejor dan la idea de la actualidad del mensaje y de la inspiración que hoy Giordani representa para las nuevas generaciones. En el Auditorio del Centro Internacional de los Focolares de Rocca di Papa, el 15 de febrero de 2020, se reunieron más de 300 personas entre las cuales algunos políticos, alcaldes, funcionarios locales. El evento fue seguido en streaming desde varios puntos de Italia y Europa, y se injerta dentro del año del Centenario del nacimiento de Chiara Lubich. Durante la velada el encanto de una figura como la de Giordani emergió también a través de las palabras de algunos relatores que tuvieron la fortuna de encontrarlo personalmente. Como Argia Valeria Albanese quien recuerda: “De esos encuentros, también personales en el jardín del Centro Mariápolis de Rocca di Papa, surgió en mí un fuerte impulso a comprometerme durante muchos años en un partido político y en las Instituciones. Pero fue en otra fase de la vida en la que advertí una fuerte relación con Igino Giordani, no tanto como maestro o ejemplo, sino como hermano mayor a quien abrirle el corazón. En el momento del fracaso –prosigue- de las incomprensiones, a menudo del rencor, la denigración pero también al no lograr alcanzar los objetivos previstos, por ser altos y desinteresados, la derrota electoral, la pérdida de los amigos”. Pietro Rossellini, asesor, quien estuvo al servicio de la colectividad de Montecatini afirma que fue guiado por la: “mutación radical de este hombre, ya maduro, considerado el más aguerrido defensor de la fe cristiana por excelencia, que se dejó transformar por Chiara Lubich y cambió su gran controversia en Fuego de Amor. No fue una desnaturalización, sino una sublimación una elevación de su ser”. Para Patrizia Mazzorla, en su trabajo apasionado de maestra en los barrios de Ballarò y Brancaccio en Palermo “algunos escritos de Giordani cambiaron mi perspectiva del compromiso político y social dándome valor en algunas batallas a favor de los más pequeños de la ciudad”.

Chiara Zanzucchi y Lucia Zurlo del Archivo General y Alberto Lo Presti del Centro Igino Giordani observaron que la voluntad de realizar esta serie de eventos reside en la creciente constatación de que el Archivo está vivo y vivifica. Estos encuentros dedicados a los “testigos de la política” también permiten valorar la influencia del carisma de la unidad, de su compromiso político, su coherencia moral y su pasión política, y su aporte a la fraternidad y a la paz.

Gianna Sibelli

Si la empresa pone en el centro a la persona

“Regreso al futuro, para una economía más humana” es el título del encuentro que tuvo lugar el 4 de marzo en la Embajada de Italia ante la Santa Sede. Empresarios, académicos y economistas juntos por una economía más justa, más inclusiva y sostenible. En línea con el gran evento “The Economy of Francesco”. “En el 2000 abrimos una pequeña empresa de cosméticos, en un local de 60 metros cuadrados con un solo empleado. Hoy trabajamos en un edificio de 7500 metros cuadrados donde trabajan 43 personas y producimos alrededor de 100 mil piezas por día. Nuestro beneficio y nuestra fortaleza son las personas”. Estas son las palabras de Marco Piccolo, un empresario de Turín (Italia), 45 años, 4 hijos, que también tiene tiempo para enseñar a los jóvenes en la parroquia. Con su empresa se adhiere a la Aipec, la Asociación italiana de empresarios para una Economía de Comunión, vinculada a la intuición que tuvo Chiara Lubich, fundadora del Movimiento de los Focolares, basada en el modelo económico que coloca en el centro de la empresa al hombre como persona y la “cultura de dar”. La Reynaldi de Marco es una empresa que ha apostado por los jóvenes y las mujeres (70% entre empleados y gerentes) pero también por la sostenibilidad medioambiental: la empresa de hecho no emite CO2, no desperdicia agua y no es perjudicial para el medio ambiente. Estas características empujan a muchas grandes empresas del norte de Europa y Estados Unidos a comprar sus productos. “Con esta visión empresarial, es posible transformar un sistema económico, hacer las cosas bien y centrarse en el cuidado de las personas que están en la empresa”, dijo en la reunión organizada en Roma, en la Embajada de Italia ante la Santa Sede, titulada “Regreso al futuro, por una economía más humana”. El evento, promovido por la Universidad Católica del Sagrado Corazón, el Movimiento de los Focolares y por la Embajada de Italia ante la Santa Sede, nació del deseo de ofrecer una oportunidad para reflexionar sobre el sistema económico actual y la necesidad de iniciar un proceso global de renovación para que la economía del futuro sea más justa, inclusiva y sostenible, en línea con el gran evento “La economía de Francisco” que el Santo Padre desea que se celebre en Asís el próximo noviembre. La empresa de Marco es un ejemplo virtuoso de una economía más humana. Una economía que, usando las palabras del papa Francisco “hace vivir y no mata, incluye y no excluye, cuida la creación y evita saquearla”. La Reynaldi fue una de las primeras empresas en Italia en transformar su forma jurídica y paso de una compañía con fines de lucro a una ‘Compañía de Beneficios’, es decir, integra en su objeto social, además de los objetivos de beneficios, el de provocar un impacto positivo en la sociedad y en la biosfera. “Cuidamos a las personas que trabajan con nosotros y es por eso que queremos que el tiempo de trabajo no sea abrumador”, continúa Marco. “Queremos que haya tiempo de vida para la familia y para que las personas estén bien”. Muchas son las empresas o cooperativas virtuosas, siguiendo el ejemplo de la de Marco. Al igual que Conad, sociedad cooperativa de la gran distribuidora italiana que involucra a las oficinas de Caritas para no desperdiciar la comida de sus supermercados, destinándola a quienes la necesitan. O bien, cuando tiene que comprar productos de otras empresas, verifica si explotan el trabajo infantil o utilizan contratación ilícita de mano de obra. Así lo afirmó Francesco Pugliese, CEO de Conad que habló en la reunión: “Si cada uno de nosotros hace su parte, tanto en el comportamiento, como en brindar a la comunidad una parte de tu bienestar, esto puede contribuir a una mejora general de la sociedad”. Si queremos redefinir el progreso económico para el futuro, debemos involucrar sobre todo a los jóvenes que saben cómo hacerse preguntas, cómo dialogar y encontrar respuestas importantes. Y el Papa quería que fueran los creadores del evento La economía de Francesco. “Sabemos que san Francisco de Asís es fuente de inspiración para entender la economía y las finanzas. Esperamos que el evento de noviembre nos ayude a redescubrir esto”, dice la hermana Alessandra Smerilli, consejera de Estado de la Ciudad del Vaticano. “Y en Asís, los jóvenes intentarán hacer propuestas y trabajar en 12 ámbitos temáticos donde trataremos de cubrir todos los temas importantes para presentar una propuesta para cada ámbito, como un compromiso personal, pero también como un compromiso con las instituciones, las empresas y la política”, concluye la hermana Alessandra. Pero es necesario hacer redes, dialogar entre instituciones, empresas y universidades para encontrar soluciones que ayuden a los jóvenes a encontrar trabajo. El embajador Pietro Sebastiani lo ha recordado: “El mundo de hoy es más complejo de lo que era antes y muchas sociedades han experimentado el flagelo del desempleo juvenil durante mucho tiempo”. Pero existen oportunidades y todos deben perseguir su propio talento”.

Lorenzo Russo

Coronavirus: medidas preventivas en el Centro internacional de los Focolares

Debido a la emergencia sanitaria que involucra a varios países del mundo, el Centro internacional de los Focolares en Rocca di Papa, Italia, ha lanzado una serie de medidas para prevenir la propagación del coronavirus. De conformidad con las decisiones del Gobierno italiano y con las indicaciones de los obispos italianos, el Centro Internacional del Movimiento de los Focolares, con sede en Rocca di Papa (Roma – Italia), ya había adoptado ayer, 9 de marzo, algunas medidas preventivas para limitar y detener la propagación de la epidemia de coronavirus lo antes posible. Medidas en línea con lo que fue establecido por el primer ministro italiano que desde hoy, 10 de marzo y hasta el 3 de abril, ha declarado a toda Italia como “área protegida”. Por esto:

  1. Se posponen todas las iniciativas organizadas por el Centro Internacional en la sede de Rocca di Papa o en otros lugares del territorio italiano en los meses de marzo, abril y mayo de 2020. Esta medida se refiere a las iniciativas previstas para el centenario de Chiara Lubich (1920 -2020) y a otros tipos de iniciativas.
  2. Se suspenden las visitas grupales al Centro Internacional programadas hasta finales de mayo de 2020.
  3. Se cancelan los viajes (en Italia y al extranjero) de colaboradores del Centro Internacional programados hasta finales de mayo de 2020.
  4. Hasta el 3 de abril, se suspenden todas las celebraciones eucarísticas entre semana y festivas en el Centro.
  5. Se garantiza el funcionamiento del Centro para los servicios esenciales, mientras que el trabajo ordinario de los colaboradores será llevado a cabo de forma remota.

Oficina de Comunicación Focolares

Evangelio vivido: la Regla de oro

La invitación de Jesús “Todo lo que deseen que los demás hagan por ustedes, háganlo por ellos: en esto consiste la Ley y los Profetas” (Mateo 7,12) es la llamada “Regla de oro”, una enseñanza universal contenida en las distintas culturas, religiones y tradiciones . Es la base de todos los valores auténticamente humanos, que construyen una convivencia pacífica, con relaciones personales y sociales justas y solidarias. El céntuplo Vivo en una ciudad pequeña con pocos negocios, en donde no siempre se encuentra todo lo necesario. Una mañana golpea a mi puerta una vecina pobre y enferma. Con una gran sonrisa me pide un poco de aceite. En la cocina ha quedado muy poco, y lo necesitaría. Pero advierto un impulso a dárselo todo. A la hora de preparar la comida me doy cuenta de que tengo que arreglármelas sin aceite, pero me siento feliz de lo que he hecho. En el momento de tomar la olla, golpean a la puerta. Es una religiosa que no veo desde hace tiempo porque vive bastante lejos. Me invita: “Ven, en el coche tengo algo para ti”. Me entrega tres cajas con botellas de aceite: en total 54 litros. (G.V. – Burundi) Si uno da amor … No era fácil volverme a integrar tras 20 años de ausencia de nuestro país. Al comienzo mi esposa y yo nos sentíamos un poco raros: había que empezar en todo sentido. Pero en el Evangelio encontramos la fuerza para abrirnos a los demás, para reconstruir relaciones de hacía tiempo y establecer nuevas amistades. Como nos habíamos casado no muy jóvenes, habíamos decidido que si los hijos no llegaban, estaríamos dispuestos a ser una familia para el que no la tenía. Con esa idea iniciamos un recorrido de adopción. Cuando algunos meses atrás recibimos la noticia de la llegada de Verónica y Carlos, dos hermanitos brasileños, mostramos sus fotos a todos esos nuevos conocidos. Después fuimos a buscarlos a Rio de Janeiro. Cuando regresamos vimos un enorme cartel en la calle con un saludo de bienvenida a Verónica y Carlos y, en la reja de nuestra casa, muchos globos y mensajes. No podemos olvidar las ayudas concretas en ropa y otras cosas necesarias. Una comprobación para nosotros de que, si se da amor, se recibe amor. (M.S.F. – España) Conjura de amor Una vez que se quedó sola, mi suegra, a pesar de que tenía hijas que podían recibirla, vino a vivir con nosotros. Su presencia, muy aceptada por mis hijos, era para mí, sin embargo, una exigencia más, que se sumaba a la familia que atender. Además, ella, por una forma de arterioesclerosis, hablaba sola, sin darse cuenta de que la estaban escuchando; y sucedía que a menudo protestaba contra mí. Mis hijos se reían de esa situación, mientras que para mí era una doble herida. ¿Ése era el agradecimiento por lo que estaba haciendo por ella? Un día ella estaba en cama por una gripe y durante la comida salió el tema de la abuela que hablaba sin sentido. Mi esposo quedó muy apenado; pero luego todos juntos decidimos realizar una hermosa “conjura de amor” para amar más y mejor a la abuela. Pienso que fue uno de los momentos más educativos y fecundos de nuestra familia. Los parientes, que son muchos, cuando vienen a verla, se quedan sorprendidos por el bien que la abuela “produce” en nuestra familia. (C.S. – Italia)

Recogido por Stefania Tanesini (extraído de “El Evangelio del día”, Città Nuova, año VI, n.2, marzo-abril 2020)

La solidaridad en tiempos de coronavirus

La solidaridad en tiempos de coronavirus

En todo el mundo son muchos los gestos concretos de apoyo, comunión y compartición de historias de esperanza para difundir el “antivirus” de la fraternidad. “Ya no soy ‘yo que tengo miedo del contagio’ o bien ‘yo a quien nada importa del contagio’, sino que soy YO que preservo al OTRO. Yo me preocupo por ti. Yo mantengo una distancia por ti. Yo me lavo las manos por ti. Yo renuncio a ese viaje por ti. Yo no voy al concierto por ti. Yo no voy al shopping centre por ti. Ésta es una ocasión para transformar una emergencia en una competencia de solidaridad”. Con estas palabras un joven de los Focolares en un amplio post en facebook alienta a un cambio radical de mentalidad y de acción en estos días en los que su país, Italia, ha subido al segundo puesto en la clasificación mundial de las naciones afectadas por el Coronavirus. Una difusión que se está propagando en todo el mundo, produciendo una crisis cuyos efectos indirectos sobre la vida de los varios países afectados son múltiples: desde el sistema sanitario a la educación y la economía. “Aun comprendiendo las preocupaciones que hoy angustian a muchos actores económicos –escribe el economista Luigino Bruni, coordinador internacional de la Economía de Comunión–, consideramos que el rol de las “empresas civiles” no se tiene que agotar sólo en la contabilidad de los daños y en contribuir a difundir las alarmas. Éste es el momento de demostrar que el Estado somos nosotros. Y que la responsabilidad social de la empresa no es sólo un instrumento de marketing sino una práctica real que se activa sobre todo en el momento de la crisis. Ello, demostrando atención a los bienes comunes (la salud, el trabajo), practicando una comunicación correcta, formulando propuestas concretas y sustentables con una visión de conjunto, activando acciones concretas dirigidas a las personas más frágiles, valorizando un sistema hecho de empresas, familias, escuelas, universidades, organizaciones y entes que pasen a ser protagonistas de una nueva e indispensable solidaridad proactiva”. Bruni cita una historia de responsabilidad social de estos días, la de Mahmoud Ghuniem Loutfi, que trabaja como repartiendo en una empresa de delivery en Turín. Como reconocimiento hacia la ciudad que lo ha acogido, compró barbijos para la Cruz Roja local. No pensó en su compromiso económico sino que se preguntó qué podía hacer por su comunidad, y por lo tanto por él mismo. Como Mahmoud, en estos días se están realizando experiencias de cooperación, compartición y solidaridad. Gloria, una joven de los Focolares en China nos cuenta desde Hong Kong que la tecnología ayuda a mantener los contactos entre las varias personas: “tratamos de organizar encuentros en videoconferencia para estar cada vez más unidos en este período especial. Como ahora hay que estar más tiempo en casa, todos los momentos que transcurrimos con nuestros familiares es útil para comprender más sus problemas y sufrimientos”. Caritas Lee vive en Ulsan, Corea. Cuenta que hicieron una recolección de fondos en su universidad. “El objetivo era recoger 500,000 wons (380 euros). Como se trataba de pequeñas donaciones, pensé en participar recordando a las 1595 personas infectadas e identificadas hasta ese momento. Pero sucedió algo maravilloso: se recogieron algunos millones de wons (35.360 euros) donados al hospital diocesano y al distrito sanitario de Daegu, la región más afectada”. Después de este gesto otras universidades quisieron recolectar fondos para ayudar al sistema sanitario. Pero no fue sólo eso. “Muchos voluntarios, médicos y enfermeros –explica Caritas Lee– están yendo gratuitamente a ayudar al hospital. Algunos dueños de casas, por ejemplo, no quieren recibir el alquiler mensual, o bien otras personas llevan alimentos delante de las casas para los que no pueden salir”. Yopi vive jsutamente en Daegu. Su casa se encuentra cerca de un hospital, por lo tanto se oyen continuamente las sirenas de las ambulancias. “Al comienzo cuando las oía, rezaba por los pacientes. Luego empecé a preocuparme más. Al iniciar la Cueresma decidí rezar todos los días el Rosario. Poco a poco la ansiedad dejaba el lugar a la paz del corazón”. Micaela Mi Hye Jeong, en cambio, escribe desde Gumi, siempre en Corea. “Aquí estamos preparando 150 barbijos para repartir en los lugares de mayor urgencia. Hemos pensado que en lugar de usar barbijos descartables que contaminan el ambiente, podemos confeccionarlos nosotros mismos con algodón lavable. En este período de mucho frío y bloqueado por el miedo sentí que mi corazón se calentaba con esta posibilidad de vivir concretamente el Evangelio”. En Brasil, Armando, empresario EdC, tiene una empresa que trabaja en el sector sanitario. “En este período barbijos y desinfectantes subieron sus precios en un 500% –cuenta–. Me pregunté: como empresario de EdC ¿cómo puedo dar testimonio de aquello en lo que creo y de aquello por lo que vivo? Decidí entonces ir contra los precios del mercado vendiendo mis productos a la mitad de mi competencia, y es bueno contar con el apoyo de mis dependientes para sostener esta política”.

Voluntarios de la Defensa Civil participaron en los controles sanitarios del aeropuerto de “Milán Malpensa”.

En Italia algunos jóvenes de la zona de Castelli Romani se ofrecieron a ir a hacer las compras al supermercado con entrega gratuita a domicilio. “Si Ud tiene más de 70 años o tiene patologías o por precaución prefiere quedarse en casa, nos encargamos nosotros de su compra –se lee en el mensaje WhatsApp -. “No piensen en las compras. Superaremos Pronto Esta Realidad” . Y siempre en Italia, el padre Paolo, párroco de Gorgonzola, un pueblito de la provincia de Milán famoso en todo el mundo por el queso que lleva su nombre, junto con el Alcalde fueron a verse con los alcaldes de algunas comunas de la “zona roja”, entregando cuatro trozos de queso, “signo de la cercanía de nuestra gente a su población” –explica el padre Paolo-. Signo para mí que quieren donar un antivirus, el antivirus de la fraternidad. (….). La atención que debemos tener para no contagiar hay que vivirla no como sospecha, sino como un acto de amor recíproco que nos donamos mutuamente. Y entonces también las privaciones que se nos piden, creo que es importante vivirlas como un acto de amor para con los hermanos”. Ésta es la ocasión apropiada para transformar la emergencia en una competencia de solidaridad.

Lorenzo Russo

Italia, Roma: De viaje por el Carisma de la unidad

Continúa el viaje de Paolo Balduzzi a través de la historia di Chiara y de los Focolares. Esta vez la etapa es en Roma donde Chiara conoció a Igino Giordani, primer cofundador, abriendo con él el carisma al ecumenismo, a la política, a las mil realizaciones sociales y civiles que han nacido. https://vimeo.com/389530316

¿Un mundo unido antes del 2050?

¿Un mundo unido antes del 2050?

400 jóvenes, 56 países, 4 días: WeGENerate! (¡Nosotros generamos!) el relato de Conleth Burns de Irlanda del Norte. En enero, Luisa, una amiga brasileña, y yo, hablamos con los 400 Gen 2, los jóvenes del Movimiento de los Focolares, reunidos en Trento, en el Norte de Italia. Les hicimos una pregunta: ¿quieren ser la Generación del Mundo Unido? ¿La generación que hará posible un mundo más unido antes del 2050? Setenta y siete años antes, Chiara Lubich y sus amigos habían hecho de una frase del Evangelio: “Que todos sean una sola cosa” (Jn. 17, 21) – el fin y la misión de sus vidas. El mes pasado me encontré en el congreso internacional Gen 2 con el título “WeGENerate” (Nosotros generamos), con algunos cientos de jóvenes. De la misma edad que tenía Chiara cuando dijo este “Sí“ al Evangelio; por primera vez me sucedió que me puse a pensar en esta oración por el “Ut omes”, es decir por la unidad de la familia humana, es una petición y no una simple declaración en forma de oración. Una petición, porque esta oración requiere una respuesta. Una petición, porque no son sólo lindas palabras para rezar. Me desafía quien las lee y vive para buscar una respuesta. Una petición, porque el “Ut Omes” es un argumento sobre el cual hay que plantearse interrogantes, no se trata de un simple hecho. La pregunta que Luisa y yo les dirigimos el mes pasado a los chicos, es decir, si querían ser la generación del mundo unido, era sencillamente la pregunta –aunque formulada en forma distinta- a la que Chiara Lubich respondió en 1943. Al final de las preguntas pusimos una fecha para ver si nosotros, los Gen, queríamos realmente responder. En lugar de responder con palabras, decidimos organizarnos. Para ello durante una tarde todos nosotros, 400 Gen, chicos y chicas de 56 países, con traducción en 16 idiomas, planificamos acciones locales y globales para combatir la corrupción, reducir la desigualdad, detener el cambio climático, reactivar el diálogo y prevenir los conflictos. Hemos respondido a esta exigencia de unidad, del Ut Omes, planificando actividades de promoción, de formación global para proteger la democracia, prevenir los conflictos, combatir la corrupción y detener la desigualdad. Hemos respondido a esta exigencia decidiéndonos a promover las campañas #CleanPlate, #GreenDay #ClearPlasticJarChallenge y CarPooling para combatir los problemas ambientales. Imaginamos plataformas y aplicaciones para desbloquear el diálogo; terminar con la ignorancia y construir relaciones. Mark de Siria dijo que quería regresar a Siria para ayudar a reconstruir su país. Víctor respondió a esta pregunta desafiándose a sí mismo para ser la realización viva del carisma de la unidad en Venezuela. Joelle respondió a esta pregunta prometiendo llevar a Líbano este mensaje de unidad y de amor. Todos contextos que no son distintos al de Chiara, cuando respondió a la misma pregunta en 1943. Muchas personas, como Marco, Joelle y Víctor, irán este año a Trento para “encontrar” la ciudad de Chiara Lubich. Visitarán la exposición dedicada a ella y los lugares de la ciudad donde vivió, encontrarán una comunidad de personas que hoy viven para construir la unidad en Trento. Irán para entender las raíces de la historia de Chiara y de los Focolares. Después de este congreso entendí que para ir realmente al origen de esta historia, es necesario plantearse las preguntas a las que ella respondió en 1943: ¿la unidad es posible? Y también: ¿Tú, crees que todos podemos ser una cosa sola? Y si la respuesta es sí, ¿qué puedo hacer yo?

Conleth Burns