Movimiento de los Focolares
La audaz utopía de Nedo Pozzi

La audaz utopía de Nedo Pozzi

El recuerdo de Anna y Alberto Friso, con quienes Nedo Pozzi, con creatividad y gran competencia, compartió durante décadas su compromiso de focolarino casado al servicio de la familia. “Dos ideas motrices influyeron en toda mi juventud: la necesidad de una consagración totalitaria a Dios y un amor instintivo y creativo por la belleza, por el arte, con la certeza inquebrantable de que en mi vida tendría que hacer algo realmente importante”.  Se trata de un ambicioso proyecto de Nedo Pozzi, que no dudó en confiar también a nosotros, que durante casi cuarenta años hemos compartido el privilegio de formar parte del Centro Internacional de los Focolares. Al principio trabajando juntos en el área de “Familia”, por sus sólidas habilidades como comunicador y por su vasta cultura – núcleo duro de una rara sensibilidad interior – Nedo fue llamado luego a tareas más arduas y complejas: ayudar a realizar en 2000 la red que en el Movimiento conectaría operadores y expertos en comunicación (NetOne) y, posteriormente, con Vera Araujo, coordinar el diálogo de los Focolares con la cultura contemporánea. Autor de artículos y publicaciones para la Editorial Città Nuova, de contribuciones para intervenciones públicas de la fundadora Chiara Lubich, ponente en congresos internacionales, nacido en Mantua (Italia) (6 de julio de 1937) criado a orillas del lago Mayor, Nedo nunca perdió su osadía de soñador. Cuando solo tenía veinte años, conoció a Angela: una historia de amor abrumadora que los haría declarar con franqueza en los muchos cursos para novios que habían inventado el amor. Se casan temprano en la mañana con solo los testigos. No importa la comodidad y la riqueza: su primer almuerzo de bodas son dos tostados y una cerveza en la estación de Milán (Italia). Su aventura juntos toma forma alegremente bajo esos arcos que aún hoy evocan la imagen de una catedral secular. Pero pronto el sueño no se corresponde con la realidad. Y aparecen los indicios de una crisis que a primera vista parece irremediable. Es en ese momento que Nedo conoce el Focolar a través de un matrimonio: es el descubrimiento del amor verdadero, el de la A mayúscula, compuesto de gratuidad, de perdón, de vivir por el otro, de un amor para toda la vida, cuya raíz es Dios. Desde entonces, el ideal de unidad se convirtió en la esencia de su amor. Descubren que la donación a Dios y a los hermanos abre también a los casados ​​la posibilidad de consagrarse a Dios, y en diferentes momentos Nedo y Angela responden a la llamada a ser focolarinos casados. Es el cumplimiento del primero de los dos grandes anhelos de Nedo: ser todo de Dios. En cuanto a la belleza, no quiere preocuparse, también porque no se imagina cómo conciliar esos dos llamados aparentemente tan contrastantes. Su vida es un crescendo de amor en la vida cotidiana en favor de todos. Y es en este sentimiento, en sus palabras, “implicado directa y vitalmente en pagar personalmente en todo momento”, que Nedo logra saciar su sed de belleza, descubriendo, escondida en cada prójimo, famoso o abandonado, la Belleza con la B mayúscula. Todos los que hemos tenido el don de vivir junto a él, de poder penetrar -gracias a sus intuiciones- el misterio de su vida y la nuestra, podemos testificar que en Nedo se dio la reconciliación de las profundas tensiones que dominaron su adolescencia. Con su fallecimiento (12 de agosto de 2021), tras ocho años de una enfermedad que fue reduciendo gradualmente sus habilidades intelectuales e interpersonales, hemos perdido a un gigante de sabiduría y caridad, un hombre de profunda fe y apasionada apertura. Pero nosotros, como ha testimoniado con Angela su hija Paola en nombre de los hermanos Pier Paolo y Daniela, también queremos recordarlo como un esposo y padre muy tierno, como un amigo de confianza, como un intelectual que vivió y trabajó para abrir – estas son todavía sus palabras – “un atisbo de lo Absoluto”.

Anna y Alberto Friso Ex responsables del Movimiento Nuevas Familias

     

Evangelio vivido: Jesús Abandonado y la alegría

Cuando se reconoce en el dolor ese rostro de Jesús Abandonado por su Padre en la cruz, y se lo acepta con todos los propios límites, entonces ese dolor se transforma en alegría. Y la vida adquiere otra dimensión, mejora, porque se la vive con amor. La pérdida del padre Yo ya era adulto cuando mi padre se fue de casa para formar otra familia, pero sin embargo la pérdida del padre siempre te deja un vacío que nada puede colmar.  De él vuelven una y otra vez a la mente recuerdos y palabras. Lo más triste es cuando no sabes con quién compartir la alegría, un triunfo. Por más que ahora ya estoy casado, con un hijo por llegar, hay una sensación de orfandad que sigue estando. Mi mujer, en cambio, siente rencor por el padre que dejó la familia cuando su hermanita y ella eran pequeñas.  Por ello, hablar entre nosotros de la figura paterna pone en evidencia nuestra gran diversidad. Pero justamente porque sabemos lo que significa tanto el amor como la falta de él nos esforzamos en ser para nuestros hijos futuros fuentes del verdadero amor. Por otro lado, es el tema en que tanto se hace hincapié en la comunidad parroquial a la que nos estamos incorporando: la naturaleza del verdadero amor, el que supera el egocentrismo, nos la explica Jesús que con su vida y su muerte nos indicó cuál es su medida. (P.I. – Suiza) El amigo humorista Considero que el humor  es la visión nueva, que viene de Dios, de la vida cuando se la compara con el aspecto limitado, carente y a veces trágico que el hombre encuentra en los propios semejantes, además de en sí mismo. Durante años colaboré como dibujante con Nino, un queridísimo amigo, en algunas de sus divertidas publicaciones. Todos, absolutamente todos, caminando nos tropezamos. A Nino le pasaba que todas las veces que se tropezaba, se detenía un instante para pensar y cuando retomaba el trabajo se reía de lo sucedido. Después nos lo contaba y todos sonreían.  Era ése, si lo miramos bien, el esquema de su humorismo.  Un humor que con los años se había vuelto cada vez más fino, sin caer en la sátira, pero igualmente penetrante; era una burla amable no del hombre, sino de su “hombre viejo” que está siempre al acecho en todos.  El mismo Nino escribía así hace algunos años: “Pienso que el humorismo es una dimensión imprevista, que de una persona, además de las cuatro medidas tradicionales –altura, longitud, anchura y profundidad–, también consigue descubrir sus cuatro anti-medidas. La cortedad, la bajeza, la estrechez y la superficialidad”. (Vittorio – Italia) Irina y el ecumenismo Soy ortodoxa, nací en Rusia y estuve casada con un sacerdote anglicano.  Entre mi marido y yo nunca hubo dificultades teológicas;  él amaba mucho a Iglesia ortodoxa.  En un momento descubrimos todo lo que también teníamos en común con la Iglesia Católica. En Roma, mi marido dirigió un centro ecuménico en donde empleó todas sus energías.  Tras su muerte, durante cinco años enseñé lengua rusa en la Gregoriana. Luego, ya en Inglaterra, fui presidente de un centro ecuménico en Oxford.  En un libro que lleva como título El camino de la unidad hablo de mi esposo, de los contactos que tuvimos con importantes personalidades de varias Iglesias que apreciaron nuestra labor ecuménica. Claro, aún queda mucho por hacer para que se realice la unidad, pero no faltan espíritus proféticos que trabajan en este sentido. Son una minoría, es verdad, pero los hay; y son la gran fuerza de la Iglesia. A pesar de que entristece ver que existen aún muchos prejuicios que superar, hay que trabajar y tener esperanza, porque el mandamiento de Cristo es “que todos sean uno”. Para mí la Iglesia ya es una.

  Recopilado por Lorenzo Russo

  (extraído de Il Vangelo del Giorno, Città Nuova, año VII, número 4, julio-agosto de 2021)

Chiara Lubich: El niño evangélico

Chiara Lubich nos recuerda que el reino de Dios pertenece a los que son como niños. Porque el niño se abandona confiadamente a su padre y a su madre: cree en su amor. Así, el cristiano auténtico, como el niño, cree en el amor de Dios, se lanza en los brazos del Padre celestial. Jesús desconcierta siempre con su modo de actuar y de hablar. Se aparta de la mentalidad común que consideraba a los niños insignificantes desde el punto de vista social. Los Apóstoles no quieren que estén a su alrededor, en el mundo de los “adultos”, pues no harían más que estorbar. También los sumos sacerdotes y los escribas “viendo a los niños que aclamaban en el templo: ¡Hosanna al hijo de David!”, se indignaron, y le pidieron a Jesús que los llamase al orden. Jesús, en cambio, tiene una actitud diferente ante los niños: los llama, los abraza, les abre sus brazos, los bendice y además los pone como modelo para sus discípulos: “De los que son como ellos es el Reino de los cielos”. En otro pasaje del Evangelio, Jesús dice que si no nos convertimos y nos hacemos como niños no entraremos en el Reino de los cielos. ¿Por qué el Reino de Dios pertenece al que se parece a un niño? Porque el niño se abandona confiado al padre y a la madre: cree en su amor. Cuando está en sus brazos se siente seguro, no teme nada. Y cuando a su alrededor advierte que hay peligro, le basta abrazarse más fuerte a su papá o a su mamá para sentirse enseguida protegido. A veces, su propio papá parece ponerlo en situaciones difíciles, como por ejemplo, para que un salto resulte más emocionante. Incluso en estas ocasiones, el niño se lanza confiado. Así es como Jesús quiere que sea el discípulo del Reino de los cielos. El cristiano auténtico, como el niño, cree en el amor de Dios, se lanza a los brazos del Padre celestial, pone en ÉI una confianza ilimitada, nada le da miedo porque nunca se siente solo. Aun en las pruebas cree en el amor de Dios, cree que todo lo que sucede es por su bien. ¿Tiene una preocupación? Se la confía al Padre y con la confianza del niño está seguro de que lo resolverá todo. Como un niño que se abandona completamente en Él, sin hacer cálculos. Los niños dependen en todo de los padres para la alimentación, el vestido, la casa, la instrucción. Nosotros también, “niños evangélicos”, dependemos en todo del Padre: nos nutre como a los pájaros del cielo, nos viste como a los lirios del campo, sabe lo que necesitamos aún antes de que se lo pidamos y nos lo da. Incluso el Reino de Dios no se conquista, sino que se acoge como un don de las manos del Padre. Aún más, el niño no hace daño porque no lo conoce. […] El “niño evangélico” pone todo en la misericordia de Dios y, olvidándose del pasado, empieza cada día una vida nueva, estando disponible a las sugerencias del Espíritu Santo, siempre creativo El niño no sabe aprender a hablar solo, necesita que alguien le enseñe. El discípulo de Jesús no sigue sus propios razonamientos, sino que lo aprende todo de la Palabra de Dios hasta hablar y vivir según el Evangelio. El niño tiende a imitar a su propio padre. Si se le pregunta que quiere ser cuando sea mayor, a menudo dice la profesión del padre. Del mismo modo, el “niño evangélico” imita al Padre celestial que es el Amor y ama como Él ama: ama a todos porque el Padre “hace salir el sol sobre malos y buenos y llover sobre justos e injustos”; es el primero en amar porque Él nos amó cuando éramos todavía pecadores; ama gratuitamente, sin interés porque así hace el Padre celestial… Por esto a Jesús le gusta rodearse de niños y los propone como modelo. […]

Chiara Lubich

Palabra de Vida de octubre de 2003 En: Parole di Vita, a cura di Fabio Ciardi, Opere di Chiara Lubich, Città Nuova, 2017, pag. 702  

Evangelio vivido: siembra amor

Dice San Agustín: “Una vez para siempre, se te da una breve norma: ama y haz lo que quieras. Si callas, calla por amor; si corriges, corrige por amor. Que en ti esté la raíz del amor y todo lo que hagas será sólo el bien. Pon amor… Nunca habría imaginado que me casaría con un desconocido. De hecho, mi esposo manifestó un egocentrismo que lo alejaba de los demás. En realidad, escondía una tremenda sensación de inferioridad. Me había dado cuenta de ello cuando, para no herirlo, no podía alegrarme ni siquiera por los logros de nuestros dos hijos. ¡Y pensar que en un momento me sentía sostenida por él! Ahora, ese apoyo firme se había desvanecido y yo me sentía abrumada. Fue en ese contexto que el mensaje de una ex compañera del colegio –que luego había entrado en un convento– me anunció su decisión de dejar el camino que había emprendido. Fui a verla y ella me habló de su soledad, de ideales que se habían derrumbado, de envidias y celos en una comunidad como la suya, que tenía fines humanitarios. Me pareció verme a mí misma reflejada en un espejo. Nos encontramos varias veces más y una frase de San Juan de la Cruz, que ella citó, me iluminó en lo que tenía que hacer para intentar salvar la familia. La frase era: “Donde no hay amor, pon amor y encontrarás amor”. Empecé a esforzarme por hacerlo. No fue fácil, pero hoy las cosas han cambiado, tanto para mí como para ella.  (M.d.A. – Albania) Quedarme en  Siria Hace unos diez años, cuando la vida se había vuelto difícil para nosotros cristianos, nos preguntamos si teníamos que quedarnos en nuestra patria. Muchos ya habían decidido partir. Creo que han encontrado ambientes apacibles, sin ruidos de armas y sin miedo.  Pero aunque hagamos poco, nos damos cuenta de que nuestra presencia aquí se ha vuelto una misión. No es cuestión de testimonio y fidelidad a nuestra fe, sino de proximidad, ésa de la que habla el Papa Francisco. Estamos seguros de que para nuestros hijos también esta situación, aun no siendo fácil, será una gran maestra de vida. (V.M. – Siria) Aprendamos de los pequeños Kanna nació en una familia cristiana y va al jardín de infantes. Muchos de sus compañeros y la misma maestra son de otras religiones. A finales de año, la maestra saludó una por una a todas las niñas; cuando llegó a Kanna, le dijo: “Te agradezco porque nos has hecho conocer a Jesús.  Cuando nos hablabas de él, se sentía que estaba a tu lado. Nos has enseñado las oraciones que has aprendido en tu casa y que son muy bonitas. Esta mañana te vi cuando le regalaste a una compañera el premio que habías recibido y ese gesto me conmovió. Yo estoy por casarme, pero antes quiero recibir el bautismo y para ello me estoy preparando, porque quiero creer en Jesús como tú”. (Z.J. – Japón)

Recogido por  Lorenzo Russo

  (extraído de Il Vangelo del Giorno, Città Nuova, año VII, número julio-agosto 2021)

Hermana Antonia Moioli – “Bienaventurados los que siguen mis caminos”

Hermana Antonia Moioli – “Bienaventurados los que siguen mis caminos”

El 30 de julio de 2021 nos ha dejado la hermana Antonia Moioli, acompañada del cariño y la oración de muchos. Estaba serena y con una hermosa sonrisa. Nació en Alzano Lombardo (Bérgamo, Italia) el 13 de junio de 1949 en el seno de una familia profundamente cristiana, a los 19 años Antonia Moioli conoció el Movimiento de los Focolares: el descubrimiento de Dios Amor la hace amar a todos: desde la familia hasta los niños de la guardería. “Me preguntaba qué quería Dios de mí. Un sacerdote me aconsejó que no me preocupara, que siguiera viviendo el ideal y que confiara en Jesús que ha dicho: A quien me ama me manifestaré. Confío y me encomiendo. Mientras tanto, me doy cuenta de que tengo como compañeras de trabajo a unas religiosas muy vivaces y libres. Me regalaron un libro de su fundador, al leerlo, sentí alegría por la sintonía con el Ideal”. En 1971 ingresó en el Instituto de las Hermanas del Niño Jesús, hizo sus primeros votos en 1974 y los votos perpetuos en 1980. Vivió con entusiasmo la experiencia educativa; todos la recuerdan por su vitalidad, amor y pasión por los niños y jóvenes. En 1977 va a Roma, a la escuela de Santa María de los Ángeles donde enseña y se convierte en directora del Instituto. Es un referente para muchos estudiantes. Sus deberes institucionales no la alejan de los chicos, le permiten mostrarles la belleza de seguir a Jesús. En 1993 trabaja, era la única monja, en la pastoral juvenil de la Diócesis y en la Prefectura. Un exalumno dice: “La hermana Antonia fue una verdadera mujer, capaz de mostrar a la Iglesia la altísima vocación de lo femenino: saber ser madre, generando constantemente a sus hijos en la fe, en el encuentro con Jesús… como madre que conoce la potencialidad de sus hijos, no se detenía ante nuestras quejas… Una mujer fuerte, capaz de mostrar su humanidad. Durante la recepción de los jóvenes peregrinos, que llegaron a Roma para la Jornada Mundial de la Juventud (en el 2000), la hermana Antonia… se acercó y me dijo: ‘Tú lavarás los baños del gimnasio’. Hubiera preferido participar en otras actividades. Antes de comenzar, la hermana Antonia me dijo que para servir de verdad a las personas había que ensuciarse las manos. Y ahí noté lo más hermoso que me hizo reconocerla como una verdadera educadora: su puso a limpiar los baños conmigo… Estaba ante una mujer fuerte, feliz de ser monja y educadora, una mujer plena y realizada”. Deseaba que todos pudieran experimentar que amar es dar la vida, momento a momento. Otro rasgo suyo, propio del carisma de su congregación era el amor por los pobres y era sensible ante los que luchaban y las personas más sencillas. También sentía un gran amor por sus hermanas mayores. En 1996 fue responsable de la congregación en Italia y anima a las comunidades con su entusiasmo habitual. Al final de su mandato, se dedicó durante dos años al servicio del Centro Internacional de las religiosas del Movimiento de los Focolares y continuará a partir de entonces, mientras ocupa otros cargos. Celebrando 25 años de consagración escribe: “En estos 25 años he experimentado Su fidelidad más fuerte que mis infidelidades. El inmenso amor de Dios sana, anima, sostiene, es el Paraíso”. Y otra vez: “Al volver a empezar todas las veces que me ha costado o fracasado, me he sentido siempre envuelta por un inmenso amor; María y el carisma de la Unidad han sido fundamentales para hacerme una verdadera hija de mi fundador, con un corazón ensanchado a todas las expresiones eclesiales y la humanidad”. En los últimos años se ha encontrado con la debilidad y la enfermedad; ¡no le fue ahorrado nada, se le ha pedido todo! En ella se realiza lo que dice el fundador Nicola Barré: “Esta noche es un día espléndido”, y como ha escrito la presidenta del Movimiento de los Focolares, Margaret Karram, “la hermana Antonia deja el ejemplo de una verdadera discípula de Jesús, fiel en vivir la Palabra y a seguirlo constantemente, que ha trabajado incansablemente y en los más variados ámbitos por la realización del que todos somos uno”.

Hermana Tiziana Longhitano

Chiara Lubich: El espejo

 Chiara Lubich nos invita a mirar a Jesús como a un espejo, como invita Santa Clara en las cartas a algunas de sus hermanas, un espejo que en su humanidad refleja la divinidad. Hoy podemos preguntarnos: nosotros ¿somos de algún modo espejo de Jesús? ¿Lo somos para los demás? En las cartas a Inés de Praga*, que forman parte de los escritos que hablan de su exigencia de fidelidad radical al Evangelio, (Santa) Clara invita a las hermanas a mirar a Jesús como a un espejo: un espejo que en su humanidad refleja la divinidad. “Pon tus ojos – escribe – delante del espejo de la eternidad (Jesús); y transfórmate totalmente (…) en la imagen de Su divinidad” (FF 2888) […] Santa Clara entonces le pide a Inés que mire al Esposo, pero también que lo imite repitiendo las mismas elecciones, los mismos actos, los mismos gestos. […] Pero hoy podemos preguntarnos: nosotros ¿somos de algún modo espejo de Jesús? ¿Lo somos para los demás? A propósito de esto quisiera recordar un sueño que teníamos en los primeros tiempos. Decíamos: “Si por una hipótesis absurda todos los Evangelios de la tierra se destruyesen, nosotros quisiéramos vivir de tal modo que los  demás, considerando nuestra conducta, viendo en nosotros, de alguna manera, a Jesús, pudieran volver a escribir el Evangelio: ‘Ama a tu prójimo como a ti mismo’ (Mt 19,19), ‘Den y se les dará’ (Lc 6,38), ‘No juzguen…’ (Mt 7,1), ‘Amen a sus enemigos…’ (Mt 5,44), ‘Ámense mutuamente…’ (Cf. Jn 15,12), ‘Donde dos o tres están reunidos en mi nombre, yo estoy en medio de ellos (Mt 18,20)”.

Chiara Lubich

El espejo – Chiara Lubich, Berna, 11 de agosto de 2002 * Religiosa de la Orden de Santa Clara  

Evangelio vivido: como el niño evangélico

Jesús nos pide que nos hagamos pequeños, como un niño que se abandona confiado a su padre y a su madre y cree en su amor. “Nosotros también, ‘niños evangélicos’, dependemos en todo del Padre – dice Chiara Lubich – él sabe lo que necesitamos, incluso antes de que se lo pidamos, y nos lo da”. Adopción a distancia En enero de 2017 adopté a distancia una niña de Kenia. Sin embargo, durante aproximadamente un año, mi vida dio un giro inesperado y no tenía un ingreso fijo, así que dos o tres veces me pregunté si podría seguir manteniendo a la niña; y siempre la palabra de Jesús “Lo que hagas a uno de estos mis hermanos más pequeños, a mí me lo hiciste”, fue un estímulo para seguir ocupándome de ella. De hecho, después de cada momento de vacilación, aparecía un nuevo proyecto de trabajo que confirmaba mi decisión. Doy gracias a Dios que me ama inmensamente y me da prueba continua. (Anny – Rumanía) Un modelo innovador Último año de odontología, el más desafiante. No debía pensar en otra cosa para graduarme rápido, en cambio acepté dar lecciones a Fabio, que no le va bien en la escuela, para favorecer a su madre, una señora que conocí por casualidad. Gratis, porque sus finanzas no son buenas. Un día, cuando le doy al chico una lección de ciencias, tengo que explicarle, casualmente, los dientes. Para hacerle comprender mejor la obra maestra que es nuestro sistema de masticación, sin darme cuenta, invento un modelo con un dispositivo técnico, sencillo pero muy práctico para la enseñanza. Comunico el descubrimiento al profesor de la tesis. Se entusiasma con eso. Además, me propone ilustrarlo en una lección que se hará en la Universidad de Caserta, especificando no solo el aspecto técnico, sino también la circunstancia que me hizo darme cuenta. En los meses siguientes, también tuve la oportunidad de hablar de ello con 70 estudiantes. La última noticia del profesor es que también se publicará un libro sobre mi descubrimiento. Y todo porque escuché la petición de una madre. (Tonino – Italia) Tentación Casado y con tres niñas, trabajo en una carpintería. Tengo una pequeña cuenta bancaria, pero nuestra situación económica no es floreciente. Un día, yendo a hacer un depósito, encontré 235 bolívares registrados a mi favor: ¡precisamente la suma que necesitaríamos! Fingí que no pasaba nada y decidí, con mi esposa, esperar una semana. Mientras esperaba, hice las más variadas conjeturas sobre ese dinero; tal vez alguien estaba sufriendo o podría perder su trabajo por mi culpa. Hace unos años el amor al prójimo no formaba parte de mis planes. Pero ahora… De vuelta en el banco, se lo expliqué al encargado del sector. “Eres la persona más honesta que he conocido”. Como era necesario investigar un poco para entender qué había sucedido, me dio una cita a los tres días. Cuando volví al banco ya habían encontrado el error. Con alivio, supe que el dinero pertenecía a un hombre que participa en las reuniones sobre la Palabra de Vida en mi propia parroquia. Afortunadamente, no había sucumbido a ese momento de tentación. (José – Venezuela)

Lorenzo Russo

  (tomado del Il Vangelo del Giorno, Città Nuova, año VII, n.4, julio-agosto de 2021)

Perfecta leticia

Chiara Lubich cita a San Francisco y su “perfecta alegría” y nos invita a experimentar, ante un dolor por una renuncia, un desapego, una prueba o una enfermedad, la plenitud de sentido: “Tú eres, Señor, mi único bien”. Un día san Francisco, verdaderamente enamorado de su Señor, mientras iba camino de Asís en invierno, descalzo y medio aterido de frío, le explicó a fray León en qué consistía «la perfecta alegría, la perfecta leticia». No consistía tanto en hacer milagros y resucitar a los muertos, ni en profetizar y hablar todas las lenguas, sino en estar dispuestos a recibir las injurias de los hermanos del convento al que se dirigían conservando la caridad, porque «por encima de todas las gracias y de los dones del Espíritu Santo… –decía–, está el de vencerse a sí mismo y de sobrellevar gustosamente, por amor a Cristo Jesús, penas, injurias, oprobios e incomodidades». En esto estaba según él la «perfecta leticia». Probemos también nosotros. Cuando nos demos cuenta de que se acerca el dolor (por una renuncia, un desapego, una prueba o una enfermedad), repitamos con san Francisco: «Aquí está la perfecta leticia», que es como decir, con sentido pleno, «Tú eres, Señor, mi único bien». Un pensamiento fuerte, ¿verdad? E implacable. Pero es con acciones como esta como podemos progresar en la vida, y hasta volar; podemos dejar una estela luminosa y arrastrar a muchos otros.

Chiara Lubich

  Perfecta leticia, Conexión CH – Castel Gandolfo, 17 de diciembre de 1998 Chiara Lubich, Construir el Castillo exterior, Ciudad Nueva, Madrid, 2004, pp. 71-72  

Alain Christnacht designado supervisor independiente para el caso de abusos de un ex focolarino francés

En relación con el caso de violencia a menores de edad por parte de J.M.M., ex miembro consagrado del Movimiento de los Focolares, el Movimiento instituyó el 26.07.2021 un órgano de Vigilancia con la Función de Supervisor Independiente (FSI) de la investigación en curso a cargo de la sociedad GCPS Consulting, comisión independiente encargada por el Movimiento de los Focolares en diciembre de 2020. La presidenta del Movimiento de los Focolares Margaret Karram junto al copresidente Jesús Morán, confirieron a Alain Christnacht la función de Supervisor Independiente. Dicho órgano se instituyó principalmente como garantía de las víctimas y también del correcto desarrollo de la investigación por parte de GCPS Consulting, sociedad a quien el movimiento renueva su total confianza y que sigue siendo la única autorizada para llevar a cabo la investigación. Para quienes deseen ponerse en contacto con el Supervisor Independiente en relación con la investigación en curso, puede utilizar este email: superviseurac@gmail.com Antes de diciembre de 2021, GCPS Consulting elaborará un informe público que explicará detalladamente los resultados y las recomendaciones de la comisión de investigación. En este sentido, la vigilancia del Supervisor Independiente, externo al Movimiento de los Focolares y al GCPS, es una garantía adicional para las víctimas y un ulterior soporte en la búsqueda de la verdad. Quién es Alain Christnacht Alain Christnacht, francés, es un alto funcionario del Estado; ocupó cargos a nivel nacional como prefecto y consejero de Estado. Hoy es presidente del Samusocial de París, una organización de interés público que ayuda a las personas sin hogar. Ex presidente o administrador de organizaciones juveniles, desde 2016 preside una comisión nacional independiente de expertos en pedofilia, formada por magistrados y médicos, la misma asesora la Conferencia Episcopal Francesa.

Stefania Tanesini

Overshoot Day: la Tierra pide ayuda

Overshoot Day: la Tierra pide ayuda

El 29 de julio es el último día del año 2021 para la disponibilidad de los recursos que la Tierra pone a disposición del hombre. ¿Cómo se puede invertir el rumbo frente a este derroche? Los jóvenes de los Focolares han lanzado dos proyectos sobre la conversión ecológica. El overshoot day (Día de la sobrecapacidad de la Tierra) es la fecha simbólica que indica el momento en el que el hombre ha consumido todos los recursos que la Tierra permite regenerar en un año. Para hacer un ejemplo banal, imagina que en la Tierra en un año crezcan 100 nuevos árboles, pero nosotros, los hombres, derribamos más de 100.  El overshoot day indica el día en el que la humanidad derriba el árbol número 101. Este año el overshoot day cae el 29 de julio. Es exactamente así, a partir de hoy y hasta fin de año consumiremos más recursos de los que nos podemos permitir.  Y a pesar de ello, apuesto a que no te parece un día tan distinto de ayer. Mientras estás leyendo, no estás preocupado, así como no te han parecido preocupadas las personas con las que te has encontrado hasta ahora durante este día, ni te parecerán preocupadas las que encontrarás a partir de ahora hasta que te vayas a dormir. Quiero que sepas sólo una cosa: no es culpa tuya. No eres un insensible, alguien que no se interesa por nada, incluyendo el ambiente o el planeta. No estás preocupado porque tú también como yo, ya te has acostumbrado a este tipo de noticias acerca de la crisis climática. Y cuando nos acostumbramos a algo, dejamos de percibirlo como una emergencia. Las noticias acerca de la crisis climática ya forman parte de nuestra rutina, de lo cotidiano. Y existe el peligro de que acostumbrarse a oírlas nos haga perder el deseo de comprometernos en cambiar las cosas. Me pasa a mí también, que estoy escribiendo, y ello me entristece. Sin embargo, tengo una buena noticia. No todos se quedan inermes frente a estas noticias desalentadoras. Algunos tratan de reaccionar para cambiar las cosas.  Hablo por ejemplo de los jóvenes del Movimiento de los Focolares, que con dos proyectos que apuntan a afrontar justamente el tema de la utilización de los recursos y de la ecología, se están movilizando para dar su aporte. PATHWAYS – Las personas, el planeta, y nuestra conversión ecológica El primer proyecto lleva el nombre de PATHWAYS – Las personas, el planeta, y nuestra conversión ecológica, es una campaña de sensibilización y acción, dentro del proyecto Pathways for a United World (caminos para un mundo unido), con una duración de seis años. A partir de ahora y por la duración de un año, los Chicos por la Unidad, los Jóvenes por un Mundo Unido y la Asociación New Humanity, promotores de la iniciativa, trabajarán en acciones a nivel local y global, con una modalidad de actividad en tres fases: 1) Learn – estudiar e informarse, para dar fundamento a las propias acciones. 2) Act  – actuar. 3) Share – compartir las propias acciones en las redes sociales con el hashtag #daretocare ZERO HUNGER  (hambre cero) El segundo proyecto tiene relación con los recursos alimenticios de nuestro planeta. Desde ya hace algunos años, los chicos y los jóvenes del Movimiento de los Focolares han empezado a dar su ayuda a la FAO, con un compromiso por “Zero Hunger”, que tiene como objetivo la reducción del hambre en el mundo. En este momento, un equipo internacional está trabajando para coordinar actividades globales, pero sin olvidar el aspecto local de la temática, con actividades e iniciativas en los diferentes territorios. Luigi Muraca – Redacción adolescentes

Lima, Perú, para ayudar a los migrantes

Lima, Perú, para ayudar a los migrantes

Numerosos migrantes venezolanos intentan todos los días llegar a Chile vía Perú. La solidaridad de la comunidad de los Focolares de Lima con gestos concretos gracias a la Providencia que no tarda en llegar. “Solo se necesitan unos pocos gestos para salvar el mundo”, dice la escritora y poeta Edith Bruck. Y esto es lo que intentamos hacer todos los días, para ayudar a los más necesitados, especialmente a los migrantes venezolanos que pasan por el Centro Juan Carlos Duque vinculado a la comunidad de los Focolares en Lima, Perú. De camino a Chile C. es colaborador del Centro Juan Carlos Duque. Hace unas noches pudo volver a abrazar a su hermana: ¡no se habían visto en 4 años! Ella va camino a Chile con su esposo y un niño con la esperanza de cruzar la frontera a través del desierto muy frío. Pudimos darles una maleta con ropa de abrigo, llegados de Providencia. Son muchos los venezolanos que intentan, no sin riesgo, ingresar a Chile para reunirse con sus familiares. La solidaridad entre estas personas es enorme a pesar del sufrimiento que las acompaña. Para que podamos vestir a Jesús Otra colaboradora del Centro Juan Carlos Duque nos habló de una pareja de venezolanos, que están en Perú desde hace 4 años y han llegado a Lima hace casi tres meses. Solo tienen un colchón para dormir, una colcha insuficiente para el frío de esta región (ha comenzado el invierno) y una cocina que le han prestado, pero que deben devolver. ¡Necesitan sábanas, platos, vasos, ropa y zapatos talla 44! Con gran asombro encontramos, entre los que llega de Providencia, ¡un par de zapatos n° 44! Tenemos tanta Providencia como cuanta ellos necesitan. “De esta manera podemos vestir a Jesús para que no sufra frío…”, dijimos. Gracias también a las donaciones de UNCHR (agencia de la ONU para los refugiados) pudimos satisfacer las necesidades de esta familia. Pueden imaginar su alegría: después de solo 40 minutos de su solicitud de ayuda, ya los habíamos contactado para darles todo lo que necesitaban. Barbara, uno de nosotros muere Llega una llamada telefónica desde Arequipa: “Estamos pasando por tiempos muy duros. Nuestra inquilina y gran amiga venezolana, Bárbara, murió repentinamente. Estaba a punto de cumplir 29 años. Estamos en estado de shock. Mi madre, mi hermano y yo dijimos inmediatamente nuestro Sí a la voluntad de Dios, en un momento tan difícil en el que no es fácil entender los planes de Dios. Pero se trata de amar este dolor y poder transmitir a su hermano y primos la misericordia y el amor del Padre”. Bárbara había estado unos días antes en nuestra sede en Arequipa para recoger una manta pesada y un kit de cocina, que llegó como una donación de UNCHR, y habíamos incluido algunas cosas más. Iestaba realmente feliz con esa Providencia! Estamos seguros que ahora seguirá ayudándonos desde arriba y a que no falte la Providencia. Y hablando de la Providencia, el timbre de la puerta del Centro Juan Carlos Duque, inesperadamente, vuelve a sonar es UNHCR que nos entrega mucho más de lo pedido para nuestros migrantes: 100 barbijos de tela lavables; 216 jabones; 5 paquetes con 72 mantas… ¡el ciento por uno!

Silvano Roggero

 

La familia es el futuro

Fragmento del discurso de Chiara Lubich pronunciado en Lucerna (Suiza) el 16 de mayo de 1999, con motivo del 19° Congreso Internacional para la familia. Si observamos la situación internacional de la sociedad que nos rodea, estas breves reflexiones sobre lo que debería ser la familia, pueden parecer una ingenua utopía. La cultura individualista difundida en Occidente tiende a fragmentar y promover al hombre y a la mujer según sus necesidades y consumo. […] “En un contexto social marcado por el individualismo y por la búsqueda del beneficio, la familia es muy frágil. Y sobre todo son las familias marginadas las que se disgregan”*. […] Frente al gran misterio del dolor nos quedamos desorientados. […] En la Biblia existe un momento vértice de dolor, expresado con un “porqué” lanzado al cielo. El evangelista Mateo, en la narración de la muerte de Jesús, dice: “A eso de las tres Jesús gritó con fuerza: “Dios mío, ¿por qué me has abandonado?” (Mt 27, 46). […] En aquel abandono, expresión última y mayor de su amor, Cristo alcanza la extrema anulación de sí y reabre a los hombres el camino de la unidad con Dios y entre ellos. Aquel “porqué” – que para Él no tuvo respuesta – responde a cualquier grito del ser humano. ¿No es acaso semejante a Él el angustiado, el que está solo, el fracasado, el condenado? ¿No es acaso la imagen de toda división familiar, entre grupos, entre los pueblos? ¿No es acaso la figura de Jesús Abandonado la persona que pierde, por así decir, el sentido de Dios y de su designio sobre el hombre, la persona que ya no cree en el amor y acepta cualquier subrogado? No existe tragedia humana o fracaso familiar que no estén contemplados en la noche del Hombre-Dios. Por medio de aquel vacío, de aquella nada, volvió a correr la gracia, la vida de Dios hacia el hombre. Cristo reconstruyó la unidad entre Dios y la creación, recompuso el designio, creó hombres nuevos y de consecuencia familias nuevas. […]  El gran evento del sufrimiento y del abandono del Hombre-Dios puede llegar a ser punto de referencia y fuente secreta capaces de transformar  la muerte en resurrección, las limitaciones en motivo de amor, las crisis familiares en etapas de crecimiento. ¿Cómo? […] Si creemos que detrás del entramado de la existencia existe Dios con su amor, y si, fortificados por esta fe, percibimos en los pequeños y grandes sufrimientos cotidianos, nuestros y de los demás, un aspecto del dolor de Cristo crucificado y abandonado, una participación en el dolor que redimió el mundo, es posible comprender el significado y porvenir también en las situaciones más absurdas. […] Podemos contar dos experiencias emblemáticas. Claudette, una joven esposa francesa, fue abandonada por el marido. Tenía un hijo de un año. El ambiente cerrado de provincia y de su familia la llevó a pedir el divorcio. Mientras tanto, conoce a una pareja que le habla de Dios, que está cerca de quien sufre: “Jesús te ama – le dijeron -; también Él, como tú, fue traicionado y abandonado; en Él podemos encontrar la fuerza para amar todavía y perdonar”. Lentamente el resentimiento en ella desapareció y empezó a comportarse de otra manera. También su marido se dio cuenta de ese cambio. Cuando se encontraron ante el juez para la primera audiencia, Claudette y Laurent se miraron con ojos nuevos. Aceptaron reflexionar unos seis meses. Volvieron a tener contacto entre ellos y cuando el magistrado los llamó para decretar el divorcio, respondieron juntos: “No”. Y descendieron las escalinatas del tribunal tomados de la mano. El nacimiento de otras dos hijas fue la alegría de un amor que puso en el dolor raíces profundas. Otra. A una hermosa familia, precisamente de aquí, de Suiza, un día el hijo le comunica que consume drogas. Intentan de todo para curarlo, pero sin éxito. Un día ya no vuelve a casa. Sentimientos de culpa, miedo, impotencia, vergüenza en estos padres. Pero es el encuentro con Jesús Abandonado, en esta típica llaga de nuestra sociedad. Lo abrazan en su sufrimiento y advierten  en su corazón que el amor verdadero “se hace uno con el otro, entra en su realidad”… Los padres entonces se abren solidariamente a este tipo de sufrimientos. Organizan un grupo de familias que distribuyen sándwiches y té a los jóvenes de la plaza Platzpitz, que en aquel momento era el infierno de la droga de Zurich. Un día allí encuentran a su proprio hijo, consumido y casi en las últimas. Con la ayuda también de otras familias ha sido posible iniciar a recorrer el largo camino de la liberación. […] Muchas veces los traumas se resuelven, las familias se reúnen. A veces no. Las situaciones externas permanecen como son, pero el dolor es iluminado, la angustia se resuelve, la fractura se supera. A veces el sufrimiento físico o espiritual permanece, pero adquiere un nuevo sentido, uniendo la propia pasión a la de Cristo que continua redimiendo y salvando las familias y la humanidad entera. Entonces el yugo se vuelve suave. La familia puede intentar recomponerse y corresponder al esplendor original del designio del Creador, bebiendo de la fuente del amor que Cristo trajo a la Tierra.

Chiara Lubich

De Nuova Umanità, 21 [1999/5], 125, pp. 475-487 *Chiesa locale e famiglia (CLEF), «Agencia de información y documentación de pastoral familiar», 13 (1995), 49, p. 15.  

Primera jornada mundial de los abuelos y de los ancianos

El Papa Francisco ha dedicado esta celebración del 25 de julio a subrayar la vocación de la Tercera Edad. “Custodiar las raíces, transmitir la fe a los jóvenes y hacerse cargo de los pequeños” sostiene Francisco en su mensaje. Para la ocasión hemos recogido algunas experiencias de abuelos y nietos que dan testimonio del amor entre las generaciones. “Cuando todo parece oscuro, como en estos meses de pandemia, el Señor sigue mandando ángeles para consolar nuestra soledad y repetirnos: “Yo estoy contigo todos los días”. En su mensaje por la primera Jornada Mundial de los abuelos y los ancianos, que se celebra el 25 de julio de 2021, el Papa Francisco ha querido ofrecer un mensaje de esperanza y cercanía a los abuelos y a los ancianos de todo el mundo. ¡Quisiera que “cada abuelo, cada anciano, cada abuela, cada anciana -especialmente quién entre nosotros está más solo- reciba la visita de un ángel!” a través de un nieto, un familiar, un amigo. Durante este periodo de pandemia hemos comprendido cuán importantes son los abrazos, las visitas, los gestos de amor. Signos que se viven cotidianamente entre abuelos y nietos o con los vecinos de casa ancianos. Por ejemplo Martín tiene 8 años y es un Gen 4 -los niños de los Focolares- que vive en Uruguay. Vive cerca de una anciana abuelita, que cultiva flores en su jardín. Algunas veces unos niños tiran el balón a su jardín haciéndola enojar, y después se burlan de ella. Martón se da cuenta de que esto no está bien y entonces decide ayudar a la señora. Toma una carriola y quita la mala hierba y la basura del jardín. La señora le agradeció y, cada vez que la ayuda, le regala un dinerito, que él comparte con los pobres. Nicola en cambio es abuelo de 8 nietos. Un día un Gen 4 lo invita a hablar en el catecismo sobre la familia. Mientras camina ve un nido que se había caído de una rama y que estaba abandonado. Lo recoge y lo lleva al catecismo. Una linda idea, porque así puede explicar cómo nace un nido, pero también cómo nace una familia. Todos tienen algo que agregar y la hora del catecismo pasa muy rápido. Rosaria tiene 70 anni y es una abuela que se dedica mucho a sus nietos y a los Gen 4 de la comunidad local. “Siempre me parece que hago pocas cosas -cuenta- pero me doy cuenta de que algo pasa, hacen experiencias que no me habría imaginado. Por ejemplo, una niña de la escuela le arañó la cara a Tommaso. Cuando la maestra se da cuenta le pregunta por qué no le había dicho nada. Y él responde excusando a la compañera porque no lo había hecho a propósito. Cuando la maestra se lo cuenta a sus padres, quedan sorprendidos positivamente porque nunca se había comportado así”. La abuela Rosaria tiene un secreto, todos los días reza por todos los Gen 4 y por todos los niños del mundo. “Creo que esto es lo más importante”. La abuela Mary de New York relata en Living city: “Hace algunos años antes de Navidad nuestra nieta Cecilia, que entonces tenía 11 años, regresó a la casa con un bolso lleno de regalos comprados con el dinero que le había dado su mamá. Estaba tan feliz mientras hacía ver lo que había elegido para un par de amigos y para sus familiares. ¡Me quedé maravillada del amor con el que había elegido esos regalos!”. Empecé a contarle cómo había sido mi Navidad cuando era niña y vivía en Filipinas. Éramos bastante pobres. Después de la misa de medianoche íbamos a la casa de los vecinos para cenar juntos. Cada uno de nosotros recibía una manzana roja deliciosa como regalo de Navidad. ¡Era algo realmente especial! Cecilia escuchándome dijo: “¿De verdad? Una manzana roja deliciosa?”. “Sí”, le dije, “¡una manzana roja deliciosa!”. En cuanto su papá volvió a casa le dijo: “¿Sabes qué recibió la abuela de regalo de Navidad? ¡Una manzana roja deliciosa!”. El día de Navidad, estábamos festejando en nuestra casa de Nueva York con algunos de nuestros hijos y sus hijas. Mi nuera trajo una cesta con escrito “Feliz Navidad” y dentro una docena de manzanas, diciendo: “Cecilia me llamó y me pidió: ‘¿Comprarías 12 manzanas para la abuela, para que no tenga solo una sino 12 para Navidad? ¡Qué regalo de Navidad! Hemos descubierto más y más veces que no es necesario tener muchos regalos para amar a Dios y a los demás en Navidad. A veces basta una manzana roja y deliciosa”.

Lorenzo Russo

  Videomensaje del Papa por la primera JOrnada mundial de los abuelos y de los ancianos  https://youtu.be/1qhzDGFl-6w

Evangelio vivido: anclarse en Dios

Como el ancla, que aferrándose al fondo marino da a los navegantes seguridad, así es la esperanza que nos mantiene seguros en Dios y que refuerza nuestra fe. Clase de francés En el liceo, clase de francés. El profesor no llegaba. Estábamos juntas dos secciones, no nos conocíamos y durante la espera crecía la incomodidad. A este punto, superando el temor de ser juzgado o que se burlaran de mí, tomé la iniciativa de compartir con mis compañeros algunos textos de poesías en francés, idioma que conozco bastante bien. Después me puse a escribir en la pizarra, siempre en francés, el “Padre nuestro”. Los demás empezaron a copiar el texto. Cuando recién terminé de escribir, entró la profesora, que, viendo a los alumnos que trabajaban silenciosamente, se quedó sorprendida, casi conmovida. Resultado: le puso un 10 -la nota más alta- a toda la clase. (Ralf – Rumanía) El suicidio de un hijo Luca tenía 19 años y era muy sensible. No lograba aceptar el mal que a veces parece prevalecer en el mundo. Cuando se suicidó, solo el anclarnos en Dios y el apoyo de la comunidad nos dieron un poco de alivio y esperanza. Nuestra relación como pareja subió de nivel. También nuestro otro hijo, Enrico, reaccionó poniéndose al servicio de los demás y ahora trabaja en una comunidad de jóvenes desadaptados. Ciertamente con el pasar del tiempo advertimos fuerte la ausencia de Luca, pero un hecho nos ha dado fuerza. Un amigo nuestro nos habló de un joven enfermo de cáncer que, cansado de todo, rechazaba la quimioterapia y prefería dejarse morir. Le hablé de Luca, que también había frecuentado su escuela, y de cómo su trágica desaparición había llevado a mucha gente a “despertar” y ser más sensible con los demás, y al final ese joven aceptó continuar con el tratamiento. Este episodio nos hizo entender que la vida sigue adelante y fue el estímulo para ser fuertes y sembrar esperanza en quienes encontramos. (Maurizio – Italia) Mi ambición Después de haber trabajado durante años en un conjunto musical de éxito, con el crecimiento de mi familia había emprendido un trabajo en una agencia cultural que organizaba conciertos. Pero debido a los efectos de la pandemia muchas cosas cambiaron, también para mí; había pocos contratos, pocos espectáculos. Ante un futuro cada vez más incierto me preguntaba cómo salir adelante. Después, recibí una llamada telefónica de una persona que había conocido porque me había ayudado cargando y descargando instrumentos, quería saber cómo me estaba yendo, si tenía necesidad de trabajo, dado que en el supermercado donde trabajaba necesitaban personal. Acepté. Y de esta forma pasé de los contactos con las filarmónicas a ayudar a la viejita desorientada a encontrar el estante donde estaban los huevos y el aceite… La gran lección de la pandemia ha sido precisamente esta, el amor pasa a través de pequeños gestos de amor silenciosos, y no a través de proclamas ruidosas. En mi juventud mi verdadera ambición era llegar a ser rico… ahora soy rico en otro sentido, he descubierto una dimensión más auténtica y más bella de la humanidad. (T. M. – República Checa)

A cargo de Lorenzo Russo

  (tomado de Il Vangelo del Giorno (El Evangelio del día), Città Nuova, anño VII, n.4, julio-agosto 2021)

Bangui, África Central: una escuela para cambiar el futuro

Bangui, África Central: una escuela para cambiar el futuro

En las afueras de la capital de la República Centroafricana, miembros de los Focolares fundaron una escuela. Hasta la fecha, acoge a más de 500 niños, muchos de los cuales, después de largos períodos de guerra, deben recuperar los años escolares perdidos. Estamos en Bangui, la capital de la República Centroafricana, un Estado ubicado en la parte interna y central del continente africano, sin salida al mar. La capital está ubicada en el suroeste, en una zona fronteriza con la República Democrática del Congo. Hace cuatro años en un suburbio de Bangui nació una guardería y escuela primaria llamada Sainte Claire (Santa Clara), que actualmente alberga a 514 alumnos. Se fundó tras un llamamiento que habían lanzado el papa Francisco y Maria Voce, entonces presidenta de los Focolares: para atender las necesidades de la gente, especialmente hacia las periferias. “Para nosotros, la necesidad más urgente era la educación – explica Bernadine, miembro de los Focolares y directora de la escuela Sainte Claire – porque, después de largos años de guerra, muchos niños habían perdido varios años de escuela. Por lo tanto, podríamos ayudarlos a recuperar y alcanzar el nivel de sus compañeros”. Al estar ubicada en un vecindario suburbano, la escuela recibió de inmediato a muchos niños nacidos de familias que huyeron de la ciudad, donde la guerra destruyó sus hogares. “Vienen aquí para renacer, para comenzar una nueva vida”, continúa Bernadine. El Instituto Sainte Claire es católico y, fundado por miembros del Movimiento de los Focolares, trata de transmitir una enseñanza basada en la cultura de la unidad. El director explica: “cada día se comienza con la oración de la mañana; luego tiramos el dado del amor, en el que se puede leer frases cortas para vivir bien el día. Al día siguiente, antes de volver a tirar el dado, compartimos las experiencias del día anterior. Están los que ayudaron a su madre a lavar los platos, los que hicieron las paces con su amigo después de una pelea…”. En este momento ya no hay guerra en el país y la situación a nivel político es más tranquila. Sin embargo, aún quedan muchas secuelas que repercuten en la población, entre ellas el toque de queda de las 20:00 a las 5.00 de la mañana. Luego, hay numerosas complicaciones vinculadas a factores económicos y sociales. Bernadine, explica: “Hace unos días, por ejemplo, hubo una gran lluvia que dañó los cables eléctricos. A partir de ese momento disponemos de electricidad solo durante 2-3 horas al día. Esto cambia mucho la vida de las personas: empezando por la comida, que no se puede conservar. Por no hablar de todos los que trabajan con electricidad: ¡no pueden realizar sus actividades durante varios días!”. Luego se añadió la pandemia. En 2020, el instituto Sainte Claire tuvo que cerrar definitivamente el año en marzo en lugar de junio, lo que tuvo un fuerte impacto en la educación de los alumnos, que nuevamente se quedaron sin escuela. Pero las consecuencias económicas para todo el país también fueron duras: se cerraron las fronteras y la República Centroafricana, sin acceso al mar, tuvo dificultades con la entrega de mercancías desde el exterior. Por tanto, ha habido un fuerte aumento de los precios. Sin embargo, a pesar de las dificultades del momento, las actividades de la escuela se han reanudado y continúan: “durante la Semana Mundo Unido de este año (del 1 al 9 de mayo) los niños ayudaron a construir un campo deportivo, plantando las semillas del césped, de manera que en unos meses podrán usarlo como un lugar para practicar deportes”. La educación, por tanto, no se detiene, incluso en medio de las dificultades: todavía nos permite sembrar nuevas semillas de esperanza, para un futuro mejor.

Laura Salerno

Es cosa de dos

Es un trabajo entre dos, en perfecta comunión, que exige de nosotros una fe grande en el amor de Dios por sus hijos. Esta confianza recíproca produce milagros. Se verá que, donde no hemos llegado nosotros, ha llegado verdaderamente Otro que ha actuado inmensamente mejor que nosotros. Es gran sabiduría emplear el tiempo que tenemos viviendo perfectamente la voluntad de Dios en el momento presente. Sin embargo, a veces nos invaden pensamientos tan agobiantes –tanto con relación al pasado o al futuro como al presente, pero concernientes a lugares, circunstancias o personas a las que no podemos dedicarnos directamente–, que cuesta un grandísimo esfuerzo manejar el timón de la barca de nuestra vida manteniendo el rumbo hacia lo que Dios quiere de nosotros en ese momento presente. Entonces, para vivir bien, con perfección, se necesita una voluntad, una decisión, pero sobre todo una confianza en Dios que puede llegar hasta el heroísmo. «Yo no puedo hacer nada en ese caso, por esa persona querida, en peligro o enferma, por esa circunstancia intrincada… Pues bien, haré lo que Dios quiere de mí en este momento: estudiar bien, barrer bien, rezar bien, atender bien a mis niños… Y Dios se encargará de desenredar esa madeja, de consolar a quien sufre, de resolver esa situación imprevista». Es un trabajo entre dos, en perfecta comunión, que exige de nosotros una fe grande en el amor de Dios por sus hijos y le da al mismo Dios, por nuestro modo de actuar, la posibilidad de tener confianza en nosotros. Esta confianza recíproca produce milagros. Se verá que, donde no hemos llegado nosotros, ha llegado verdaderamente Otro que ha actuado inmensamente mejor que nosotros. Este acto heroico de confianza será premiado; nuestra vida, limitada a un solo campo, adquirirá una dimensión nueva; nos sentiremos en contacto con lo infinito que anhelamos, y la fe, al cobrar nuevo vigor, reforzará en nosotros la caridad, el amor. Nos olvidaremos completamente de lo que significa la soledad. Resultará más evidente, porque lo hemos experimentado, que somos de verdad hijos de un Dios Padre que todo lo puede.

Chiara Lubich

  (De El tiempo queda, Ciudad Nueva, Madrid, 2ªEd 2005, pp. 36-38)  

Manaus, Brasil: la pastoral del pueblo de la calle

Manaus, Brasil: la pastoral del pueblo de la calle

La experiencia del focolar de Manaus ayudando a los sin techo. Un forma de ser Iglesia en salida, ir a las periferias existenciales y buscar a los más necesitados. Hace algunos meses, un focolarino del focolar de Manaus, Brasil, sintió el deseo de hacer algo para ayudar a las personas que se encuentran en dificultades.  Para ello, contactó a varios sacerdotes y religiosas y se puso a su disposición. Después de alrededor de un mes nació la posibilidad de dar una mano en la “pastoral del pueblo de la calle”, o sea para ayudar a los sin techo. Todo el focolar se vio involucrado en ello:  Renzo, Daniel, Francisco, Valdir y Junior. Todos los domingos por la noche en la plaza de la iglesia “Nossa Senhora dos Remedios”, en el centro histórico de la ciudad, uno de esos lugares bien concurridos durante el día y peligrosos de noche, empezamos a ayudar en la breve Celebración de la Palabra, luego en darles a los sin techo una comida y quedarnos con ellos para escucharlos.  Ellos rezan con nosotros y nos cuentan lo que viven durante la semana. Hay algunos voluntarios que les dan la comida y luego se marchan rápidamente. Los sin techo nos reconocen y nos agradecen pues para ellos estar juntos, rezar, hablar, comunicar la vida de cada uno y ser escuchados les sacia el alma como una comida lo hace con el estómago. Muchas veces nos lo han dicho. Nuestra presencia es una consecuencia del amor, del hecho de estar siempre disponibles para intercambiar alguna palabra y crear relaciones con todos, y también con el equipo de la pastoral. Pero todo ello no es suficiente. Por lo tanto, todos los viernes por la tarde, nos ofrecemos para ayudar a los sin techo para que se puedan duchar y cambiarse, con ropa que personas generosas nos donan. Hemos involucrado en esta acción a la Comunidad de los Focolares también, para recolectar ropa, zapatos, pantuflas… y es muy sugestivo ver la sensibilidad con relación a esta actividad y también es muy bonito recibir comentarios positivos todas las veces que comunicamos esta experiencia.  Muchos nos alientan a continuar o vienen a ayudarnos. Con el aislamiento obligatorio a causa del Covid lamentablemente se han interrumpido varias actividades en favor de los más pobres. Entonces, tuvimos un encuentro online para decidir qué hacer y estaba presente también el arzobispo Mons. Leonardo Steiner. Impactado por esta situación, nos donó una suma de dinero para que pudiéramos seguir ofreciendo una comida al día, durante 20 días, para doscientas personas, repartidas en dos grandes plazas del centro histórico. Sin duda, trabajar dos o tres horas con todo el equipamiento de seguridad necesario y el calor de Manaus es bastante agotador, pero también es una manera concreta de ir a las periferias existenciales, ir a buscar a los más necesitados, los predilectos del Padre, ofreciendo el dolor de poder hacer tan poco frente a este Jesús Abandonado que presenta muchísimas necesidades. Nos duele que no podemos hacer más por ellos, más que brindarles una sonrisa, escucharlos y darles nuestro amor. La Providencia, además, no falta nunca. De las autoridades del Ministerio del Trabajo, nos buscaron para darnos dinero y recursos para garantizar trescientos almuerzos durante 15 días  más. Ello significa más trabajo para nosotros voluntarios, pero no se le puede decir que no a una providencia tal y además creemos que Dios se nos manifestará para darnos energías, salud u otros voluntarios que nos ayuden.  

Los focolarinos del focolar de Manaus

Abuelos y nietos: cómo transmitir los valores de la vida

Abuelos y nietos: cómo transmitir los valores de la vida

Se aproxima la primera Jornada mundial de los abuelos y los ancianos promovida por el Papa Francisco para el 25 de julio de 2021.  Los abuelos Sarah y Declan O’Brien nos cuentan cómo viven su diálogo con los nietos que nunca han tenido ocasión de conocer a Dios. En mi camino de fe, estuve influenciada profundamente por mi abuelo. Él venía de una familia tradicional irlandesa que se estableció en el Yorkshire a finales del siglo XIX. Llegó a ser, gracias a su duro trabajo y honestidad, un hombre de negocios respetado y exitoso en Bradford. Esencialmente, era un hombre de Dios y amaba la Iglesia, pero no hablaba mucho de esas cosas. Lo que yo había notado en él era su amor para con todos y su amor particular conmigo, su nieta. Su forma de vivir tuvo un gran efecto en mí e influyó mucho en las decisiones que tomé luego. Ahora, mi marido Declan y yo somos abuelos. Los padres de nuestros cuatro nietos han optado por no educar a sus hijos en la fe en Dios.  Nosotros respetamos sus decisiones, mientras tratamos de descubrir nuevas maneras para transmitir los valores de la fe, ofrecidos con creatividad y amor, y en forma amena. Una manera es la de pasar tiempo con nuestros nietos allí donde viven, en París. El Papa Francisco nos dice: “El tiempo es más grande que el espacio”. Como nuestros cuatro nietos viven en el extranjero, el tiempo que pasamos con ellos es aún más importante. En ese tiempo que pasamos juntos, tratamos de amar a nuestros nietos con paciencia, ternura, bondad, misericordia y perdón. Nosotros también experimentamos su amor y su misericordia. Lógicamente, estamos lejos de la perfección y cometemos muchos errores en el camino, y en la vida familiar no podemos escondernos detrás de una máscara. Nuestros nietos pueden ver nuestra autenticidad o la falta de ella. Cuando vamos a verlos nos sentamos todos juntos a la mesa para la cena. Pero a veces nuestro hijo, una persona que nos impresiona por el amor que tiene con todos, instaura discusiones polémicas con nosotros. Nuestros nietos pueden ver cómo respondemos en estas situaciones, si tratamos sólo de ganar puntos sobre el otro o si tratamos de tener un verdadero diálogo.  Muchas veces no lo logramos, pero intentamos ponernos en los zapatos de nuestro hijo, escuchando bien, perdonándole algunas observaciones ultrajantes, sirviéndole otro vaso de agua, llevando la discusión a una instancia positiva. Cuando conseguimos poner en práctica todo eso, y nuestras acciones están inspiradas por el amor, esperamos que nuestros nietos lo perciban. Una segunda manera de transmitir nuestra fe es compartir cosas importantes con nuestros nietos. Pasar tiempo con ellos nos permite hablar, cuando es el momento, “de cosas importantes con simplicidad y paz” (Amoris Laetitia 260). Tratamos de tener la fuerza de decir lo que es realmente importante para ellos. Ellos también pueden plantearnos a nosotros cosas significativas, si estamos atentos para escucharlos.  De esta manera podeos tener breves diálogos con ellos, como entre amigos.  “Nada de largas prédicas, son suficientes pocas palabras”, dice Chiara Lubich, fundadora de los Focolares. Un tercer camino es la oración. No estamos en condiciones de rezar con nuestros nietos, pero por supuesto podemos rezar por ellos. Y cuando salimos juntos a pasear, a veces podemos visitar una iglesia. Una vez entramos en un templo justo en el momento de una adoración eucarística y recibieron la bendición. Hemos gozado con ellos el silencio de estar en una iglesia. Se dan cuenta de que nosotros vamos a misa y en alguna oportunidad nos pidieron para ir con nosotros. Nuestros nietos no leen la Biblia, pero para Navidad recibimos un hermoso libro pop-up para niños y les leímos la historia de la Navidad, que nunca habían oído. Tal vez la única Biblia que pueden leer es a través de nosotros. Nuestra esperanza, nuestra alegría, nuestro amor pueden ser su buena nueva, “una fuente de luz en el camino”, como escribió el Papa Francisco en la Amoris Laetitia (290).

Sarah e Declan O’Brien

  Publicado primero en Living City y compartido en el World Meeting of Families de 2018 en Dublin

Evangelio vivido: la misericordia del Padre

“En la fe, el hombre muestra claramente que no se apoya en sí mismo, sino que se entrega a Quien es más fuerte que él”, escribe Chiara Lubich meditando sobre un pasaje evangélico. Momentos de oscuridad, apatía, recuerdos dolorosos pueden convertirse en una oportunidad para profundizar la relación con Dios, para mostrarle nuestra confianza en Él, incluso en las dificultades. La necesidad de un padre Con mis padres separados desde que tenía tres años, he tenido una vida marcada por la ausencia de un padre. Introvertido y rebelde, me desquitaba con todos. No sabía a quién acudir para hablar de mis cosas, tenía la impresión de que incluso mi madre ya no me entendía. Tenía 15 años cuando mi profesor de religión, sin sermonearme, me puso en contacto con un grupo de chicos comprometidos. Comencé a participar en algunas de sus iniciativas a favor de los niños de los barrios pobres. Estaba tan cómodo con ellos que nunca los dejé. Una experiencia de unos meses en O’Higgins, la ciudadela de los Focolares, me abrió nuevos horizontes, un propósito por el que vivir: contribuir a embellecer el mundo. La propuesta de amar a todos despertó lentamente un pensamiento en mí: “¿Y papá? ¿Qué hará ahora? ¿Me habrá extrañado, después de tantos años de silencio?”. No tuve paz hasta que fui a buscarlo a nuestra antigua casa. Casi no me reconoció. Había envejecido, era un hombre cansado. Nos miramos a los ojos, el pasado quedó a nuestras espaldas. (Luis – Argentina) Me estaba enamorando Cantante y compositora fracasada, caí en una apatía total. En ese período negro negué todo en lo que había creído. A Dios lo consideraba un obstáculo para mí tanto como música que, como mujer, así que me liberé de él viviendo como si no existiera. Esto, hasta la llamada telefónica de Carmine, un actor amigo que necesitaba mi colaboración para una comedia en la que estaba trabajando. Partiendo hacia Bolonia, me convenció de que tomara el tren con él para hablar de ello durante el viaje. Pero lo inundé con toda mi historia: tenía tantas ganas de abrirme y él me escuchó tan bien. Que… me estaba enamorando. Ese año trabajamos juntos. Escribí la música y él se encargó de la dirección. Pero, de repente, Carmine se sintió mal. Con el miedo de perderlo, me encontré cara a cara con ese Dios que pretendía ignorar. Pero ahora ya no lo sentía como un extraño. El amor había ablandado mi corazón y ese dolor lo irrigaba, le daba toda esa fecundidad que solía cantar en mis canciones. (Chiara – Italia) Liberado de una carga Una ofensa recibida hace años, que luego pasó al olvido, volvió a mí cuando conocí a la persona “culpable”. No recordaba tanto a ese hombre, sino a mi marido que no me había defendido. Los sentimientos de dolor y humillación aún estaban vivos bajo las cenizas y no pude reprimirlo. Luego un pensamiento: “Sed misericordiosos como vuestro Padre es misericordioso”. Me parecía que Jesús me decía: “¿Cómo quieres darme todo si todavía estás llena de estos dolorosos recuerdos?”. Palabras fuertes, pero ciertas. Finalmente, Dios con su gracia me ayudó a dar el paso de perdonar. La misericordia del Padre me liberó de esta carga. (Bernadette – Suiza)

Lorenzo Russo

  (Tomado del Il Vangelo del Giorno, Città Nuova, año VII, n.4, julio-agosto de 2021)

El arpista paraguayo

El arpista paraguayo

Su música recorría la sala del aeropuerto entre la indiferencia de la gente. Un juego de miradas y sonrisas. Estos son los misterios de las buenas relaciones, capaces de generar reciprocidad. Pequeños gestos que te hacen compartir algo con el otro y sentirte parte de la misma humanidad. Regresaba al Paraguay luego de muchos años pasados en Europa. Me emocioné cuando vislumbré la tierra roja y el verde, tan caractéristicos, mientras el avión descendía para el aterrizaje. El aeropuerto internacional, Silvio Pettirossi, no había cambiado mucho. La primera impresión, al salir del avión, el calor sofocante que me traía recuerdos tan queridos. En vez de asfixiarme me pareció como un caluroso abrazo de tantas personas queridas que encontraría. Mientras esperaba que saliera mi valija en la gran sala que sirve de embarque, desembarque, zona para recoger las maletas, negocios duty free y un bar en el centro, llegaron a mis oídos las maravillosas notas de un arpa paraguaya. Busqué con la mirada el origen de la música; y allí estaba, sentado delante del bar, como abrazado a su enorme instrumento musical, un hombre con un rostro sereno y de fuertes rasgos indígenas: el arpista paraguayo. Su música se esparcía por la sala, llenándola de armonía y de alegres notas de una polca paraguaya. Me llamaron la atención su discreción y la indiferencia de la gente, como si estuviera acostumbrada a la música del arpista; como si fuera parte de la escenografía de la sala, igual que el bar, los negocios o la zona para recoger las maletas. El hombre parecía resignado a tocar notas tan maravillosas, sin que nadie –en apariencia– lo tomara en cuenta. Instintivamente revisé en mis bolsillos y recordé que había apartado 5 dólares para dar la propina al maletero (en general niños) que se ofrecería a cargar con mis maletas hasta el vehículo que vendría a buscarme. Me acerqué discretamente al arpista, lo miré agradecido, y dejé los 5 dólares en la gorra que tenía delante, temiendo herir su sensibilidad, porque su música valía mucho más que eso. Fue un gesto simple, en el cual puse toda la intención de agradecer y reconocer su talento, también en nombre de quien no lo percibía. Pasaron tres semanas inolvidables, llenas de reencuentros con gente tan querida, y me volví a encontrar en la misma sala del aeropuerto, esta vez para tomar el avión que me reportaría de regreso a Montevideo, donde residía. Estaba aún saludando a mis amigos que, desde afuera, seguían levantando las manos, cuando a mis oídos esta vez me sorprendieron las notas de … ¡La cumparsita! El tango más famoso que ganó su popularidad gracias a la inolvidable voz de Carlos Gardel. ¿Qué había sucedido? Estábamos en Paraguay, donde se toca y escucha música paraguaya. ¿De dónde salía ese tango? Lo busqué con la mirada, con un pálpito. Y allí lo volví a encontrar, sentado con su inseparable arpa, que me miraba con una sonrisa cómplice, como diciendo: “¿Te gustó la sorpresa que te di?”. Yo le respondí “que me encantó”, con otra sonrisa cómplice, aunque también lo miraba como preguntándole cómo había hecho para reconocerme entre tanta gente que por allí va y viene y, sobre todo, cómo había adivinado que soy argentino. Son los misterios de las buenas relaciones, capaces de generar reciprocidad. Son pequeños gestos que te hacen compartir con el otro y sentirte parte de una misma humanidad. Desde entonces, cada vez que me ve aparecer en la sala de embarque, desembarque, zona de maletas y de duty free … interrumpe su polca y parte con un tango siempre diferente, dedicado a su amigo argentino.

Gustavo E. Clariá

Existe lo que buscas

En junio de 1944 Chiara Lubich está en Trento sola después de que su familia, tras el bombardeo del 13 de mayo de 1944 que había destruido su casa, se desplazó a las montañas trentinas. Chiara se había quedado en la ciudad para acompañar a las jóvenes que habían seguido su Ideal. Las cartas de aquel periodo fueron el primer vínculo en la comunidad del Movimiento naciente. ¡Hermanita mía en el Inmenso Amor de Dios! ¡Escucha, te lo ruego, la voz de este pequeño corazón! Tú has sido deslumbrada como yo por la luminosidad ardiente de un Ideal que todo lo supera y todo lo resume: ¡por el Infinito Amor de Dios! ¡Oh! hermanita mía: es Él, Él, mi Dios y tu Dios, quien ha establecido entre nosotras un vínculo común más fuerte que la muerte, porque nunca se corrompe; uno como el espíritu; inmenso, infinito, dulcísimo, tenaz, inmortal ¡como el Amor de Dios! ¡Es el Amor el que nos hace hermanas! ¡Es el Amor el que nos ha llamado al Amor! ¡Es el Amor el que ha hablado en lo profundo de nuestros corazones y nos ha dicho: «Mira alrededor: en el mundo todo pasa; cada día tiene su atardecer y enseguida llega cada noche; cada vida tiene su ocaso, y enseguida está aquí también el atardecer de tu vida! Pero no desesperes: ¡sí, sí, todo pasa, porque nada de lo que ves y de lo que amas está destinado a ti eternamente! ¡Todo pasa y deja solo nostalgia y nueva esperanza!». Sin embargo, no desesperes: tu Esperanza constante, que trasciende los límites de la vida, te dice: «Sí, existe lo que buscas; hay en tu corazón un anhelo infinito e inmortal; una Esperanza que no muere; una fe que traspasa las tinieblas de la muerte y es luz para aquellos que creen: ¡no en vano esperas y crees! ¡No en vano!». Tú esperas y crees – para Amar. Ese es tu futuro, tu presente, tu pasado: todo se resume en esta palabra: ¡el Amor! Siempre has amado. ¡La vida es una continua búsqueda de deseos amorosos que nacen en el fondo del corazón! ¡Siempre has amado! ¡Pero has amado demasiado mal! Has amado lo que muere y es vano, y en el corazón ha quedado solo la vanidad. ¡Ama lo que no muere! ¡Ama a Aquel que es el Amor! Ama a Aquel que, al atardecer de tu vida, mirará sólo tu pequeño corazón: en ese momento estarás sola con Él: ¡terriblemente infeliz quien tenga el corazón lleno de vanidad, inmensamente feliz quien tenga el corazón colmado del infinito Amor de Dios!  […]

Chiara Lubich

(Chiara Lubich, Existe lo que buscas, junio de 1944, en El primer amor, cartas de los inicios, Ciudad Nueva, 2011, pp. 53-55)

Evangelio vivido: den y se les dará

Ayudar al prójimo sin pedir nada a cambio, y hacerlo con fe.  Ello nos permite también ser portadores de salvación “tocando” con ternura a quien está en el sufrimiento, en la necesidad, en la oscuridad o está desorientado. “Den…” Mi abuela se había comportado muy generosamente dándome una cifra consistente para mis gastos. Yo ya había hecho mis cálculos sobre cómo emplear ese dinero, cuando un amigo me habla de sus problemas familiares.  Su padre estaba desocupado y se habían reducido a una sola comida al día. Más tarde, después de haberlo dejado, volviendo a casa, vienen a mi mente algunas experiencias que había leído en un libro que cada tanto encuentro por mi casa. Allí están citadas algunas palabras del Evangelio a las que nunca había prestado atención, o mejor dicho que nunca había tomado en serio: “Den y se les dará”.  ¡Qué palabras tan extrañas! –me decía–.  El que las pronunció podía sólo ser un loco… o un Dios. Ese “den” daba vueltas en mi cabeza.  Al día siguiente fui a ver a mi amigo y le dejé todo lo que tenía en la billetera. Él quedó sorprendido y feliz, y yo experimenté una alegría incontenible. Pero no terminó allí. Algunos días después recibí una llamada telefónica de una revista importante: habían aceptado la idea de publicar algunos de mis artículos, y me hablaron de una importante compensación. (Vincenzo – Italia). En el hospital Una paciente muy anciana deliraba y decía cosas absurdas. Por su edad y sus condiciones de salud, con mis colegas nos pusimos de acuerdo para hacerle sentir más nuestra cercanía y una mañana le puse en la mesa de luz un saludo en nombre de todos. Cuando pasé a verla por los controles de rutina, la encontré serena.  Me dijo: “Hijo mío, esta noche sentí la muerte cercana y pensé que llevaría conmigo toda mi maldad”.  Me tomó de la mano, continuó: “Te pido a ti y les pido a todos perdón porque no me han juzgado”.  Parecía otra persona. Esa viejecita nos ayudó a vivir mejor nuestro servicio. (K.V. – Hungría) Proyecto “El fardo” Con la llegada de la pandemia algunos laboratorios estacionales de un gran centro agrícola habían perdido el trabajo. Cuando supimos eso, con algunos amigos del Sur de la California (EE.UU.) hicimos nacer un proyecto al que llamamos “El fardo” que consistía en recoger ropa, libros, juegos de mesa, pequeños electrodomésticos y otras cosas útiles, que una vez que se hubieran repartido entre esas familias afectadas podrían aliviar algunos gastos y el malestar impuesto por las circunstancias.  Esta iniciativa de compartir, vivida con gran entusiasmo, no involucró sólo a nuestra comunidad, sino que comprometió incluso a colegas de trabajo y a otras personas que nos conocen. En tres días conseguimos llenar un furgón con lo que habíamos recogido, que luego fue enviado a las comunidades de la California central.  Como contrapartida recibimos un cajón de cerezas que distribuimos nuevamente entre nuestros amigos y vecinos.  La experiencia hecha nos ha fortalecido y hecho felices. Fue haber visto que se realizaba ese “den y se les dará” del Evangelio. (G.S. – EE.UU.)

Recogido por Lorenzo Russo

  (extraído de El Evangelio del Día, Città Nuova, año VII, número 4, julio-agosto 2021)

Delegación de la Iglesia luterana visita el Centro de los Focolares

Delegación de la Iglesia luterana visita el Centro de los Focolares

El encuentro con la presidente Margaret Karram y el copresidente Jesús Moran fue una oportunidad para el conocimiento mutuo y una comunión profunda en el compromiso común por la unidad. El sábado 26 de junio una delegación de la Iglesia Luterana alemana visitó el Centro Internacional de los Focolares en Rocca di Papa (Italia). Recibidos por la presidente de los Focolares, Margaret Karram y el copresidente, Jesús Morán, los miembros de la delegación también se reunieron con el Centro “Uno” para la Unidad de los cristianos y algunos miembros del Consejo general del Movimiento. En la delegación estaban presentes el obispo Frank-Otfried July, presidente de la sección alemana de la Federación Luterana Mundial (DKN/FLM), los obispos Ralf Meister y Karl-Hinrich Manzke, respectivamente presidente y encargado de las relaciones con la Iglesia Católica de la Unión de las Iglesias Luteranas alemanas (VELKD). Una oportunidad para el conocimiento mutuo y comunión profunda. La escucha mutua les hizo experimentar la hermandad y la unidad en Cristo. El encuentro con la presidente Karram y el copresidente Morán, en particular, fue un momento de intercambio sobre cómo afrontar los desafíos del mundo actual. Del diálogo emergió una sintonía en la “pasión por la unidad en Cristo” que, sin embargo, debe extenderse a toda la humanidad: el amor evangélico nos impulsa a buscar la hermana y el hermano junto a nosotros. El compartir ejemplos concretos de vida evangélica, de reconciliación incluso en lo pequeño, de elección de Dios en la vida cotidiana, ofreció a los participantes esperanza en el camino de la unidad que se intenta seguir también a nivel teológico e institucional. “Cambiar de perspectiva – dijo uno de los obispos – significa hacer más concreto lo que significa seguir al Mesías. Empezando por uno mismo, sin preguntarte ¿qué quiero recibir? Sino más bien, ¿qué quiero dar?, ¿qué puedo dar? Quien vive así está inspirado por el Espíritu y quien es inspirado por el Espíritu es esperanza para el mundo”. La delegación estaba en Roma con motivo de la conmemoración del quincuagésimo aniversario de la excomunión de Martín Lutero por el papa León X que marcó, cuatro años después del inicio de la Reforma (1517), la ruptura definitiva dentro de la Iglesia occidental. Un aniversario que se celebra hoy, sin embargo, no para ratificar la escisión, sino para resaltar, profundizar y desarrollar los más de “cincuenta años de diálogo ecuménico constante y fructífero entre católicos y luteranos” que, como se lee en el documento redactado con motivo de la Conmemoración conjunta católico-luterana de la Reforma de 2016, “nos ayudaron a superar muchas diferencias y han profundizado la comprensión y la confianza entre nosotros”[1]. El día anterior a su visita a los Focolares, el papa Francisco, reunido con los representantes de la Federación Luterana Mundial en el aniversario de la Confessio Augustana (25 de junio de 1530), dijo entre otras cosas: “Queridos hermanos y hermanas, en el camino del conflicto a la comunión, en el día de la conmemoración de la Confessio Augustana habéis venido a Roma para que crezca la unidad entre nosotros. (…) He dicho ‘en el camino del conflicto a la comunión’, y este camino se recorre solamente en crisis: la crisis nos ayuda a madurar lo que buscamos. Del conflicto que hemos vivido durante siglos y siglos, a la comunión que queremos, y para hacerlo entramos en crisis. Una crisis que es una bendición del Señor”[2]. Durante su estancia en Roma, la delegación de la Iglesia Luterana alemana mantuvo varios encuentros en el Vaticano, como el que tuvo con el cardenal Kurt Koch, presidente del Pontificio Consejo para la Promoción de la Unidad de los cristianos, en el que también se abordaron temas candentes de carácter pastoral como, por ejemplo, para los matrimonios mixtos la admisión a la Eucaristía del cónyuge no católico. Entre los encuentros previstos, además del con el Movimiento de los Focolares, también uno con la Comunidad de San Egidio.

Heike Vesper

  [1] Declaración conjunta en ocasión de la Conmemoración conjunta católica-luterana de la Reforma, Lund (Suecia), 31 de octubre de 2016 en https://www.vatican.va/content/francesco/it/events/event.dir.html/content/vaticanevents/it/2016/10/31/dichiarazione-congiunta.html [2] Discurso de papa Francisco a los representantes de la Federación Luterana Mundial, Roma (Italia), 25 de junio de 2021 en https://www.vatican.va/content/francesco/it/speeches/2021/june/documents/20210625-federazione-luterana.html  

La unidad entre nosotros a toda costa

Chiara Lubich subraya que si queremos ser fieles al carisma de la unidad debemos abrir completamente las puertas del corazón a Jesús Abandonado. Crecer en la unidad en todos los frentes. Unidad: palabra clave para todos nosotros, palabra síntesis de toda nuestra espiritualidad, conditio sine qua non para mantener la vida que ya existe e incrementarla.  […]  No se puede concebir la unidad sin dolor, sin morir, porque la unidad es un don, pero es también fruto de nuestra auténtica vida cristiana y no existe verdadera expresión de vida cristiana sin la cruz. Debemos tenerlo presente siempre. […] Tenemos que recordarnos que la vida la hemos entregado solo a uno: a Jesús Abandonado. Por tanto, no podemos ni debemos sustituirlo, ni traicionarlo nunca. Él nos enseña el inmenso valor del sufrimiento para la unidad: y precisamente, es con su cruz, con su abandono como ha unido a los hombres con Dios y entre sí. Él está, pues, allí para decirnos que la unidad cuesta, aunque con Él y actuando como Él, se alcanza. Por tanto, si queremos ser fieles al carisma de la unidad, que nos dio el Espíritu Santo, abramos de par en par, una vez más, las puertas del corazón a Jesús Abandonado y ofrezcámosle el mejor lugar. […] Para subrayar un aspecto concreto de este amor, amémoslo en las dificultades que conlleva precisamente la unidad entre nosotros […]. Esto significa estar siempre dispuestos a vernos nuevos; quiere decir tener paciencia; soportar; saber pasar por alto; significa manifestar confianza; esperar siempre; creer siempre. Sobre todo, no juzgar. Juzgar a los otros, sobre todo a los responsables, es terrible, es la hendidura a través de la cual entra el demonio de la desunión; con ese juicio cualquier bien del alma se disuelve lentamente, la vocación misma puede tambalearse. Por lo tanto cuidemos este amor por los demás, lleno de matices dolorosos: son el aspecto concreto de nuestro estar dispuestos a morir el uno por el otro; son los pequeños o grandes obstáculos que hay que superar con el amor a Jesús Abandonado para que la unidad siempre sea plena.

Chiara Lubich

(En una conferencia telefónica, Rocca di Papa 25 de octubre de 1990) Cf. Chiara Lubich, Santificarse juntos, Ciudad Nueva, Madrid, 1994 pp. 60-64.      

La ciudad de Cortona rinde homenaje a Spartaco Lucarini

La ciudad de Cortona rinde homenaje a Spartaco Lucarini

Político, escritor y periodista, fue uno de los primeros focolarinos casados. El 3 de julio de 2021 su ciudad natal le dedicará una escalera mecánica ubicada en el Centro y recordará su compromiso civil y político en un encuentro que tendrá lugar en el teatro de la ciudad. Un alma abierta de par en par al mundo y profundamente vinculada a su tierra de origen a favor de la cual se comprometió constante y valientemente promoviendo el desarrollo social y cultural. Spartaco Lucarini fue un periodista, escritor, político y hombre de cultura. Uno de los primeros focolarinos casados, dirigió durante varios años la revista Città Nuova de los Focolares y ofreció su colaboración en el Centro internacional del Movimiento cerca de Roma. Allí se transfirió con su familia desde su ciudad de origen, Cortona en Toscana, donde nació el 6 de mayo de 1924. En esta localidad, que es una joya de arte, todavía hoy muchos lo recuerdan, sobre todo por su compromiso en campo social, político y civil. Spartaco, entre otras cosas, dio vida a una empresa de Hotelería y turismo que dio a conocer su ciudad no sólo en Italia, sino también en el extranjero,  a través de un premio periodístico y de otros eventos. Desde joven se preocupó por los problemas de su territorio, principalmente de la desocupación y de las condiciones laborales precarias. “A pesar de los compromisos de su trabajo profesional siempre participó con compromiso y afecto de los acontecimientos de Cortona – confirma Walter Checcarelli, presidente de la Asociación Cortona Cristiana y del periódico local “L’Etruria.it” – A principios de los años Sesenta intuyó las grandes potencialidades del anticuario y fundó la Expo del mueble antiguo que, con el pasar del tiempo, se convirtió en una de las más importantes a nivel nacional. Dio su aporte como Consejero Comunal, y se convirtió en el jefe del grupo de la Democracia Cristiana con un estilo abierto y dialógico, poco comunes en esos años de fuerte contraposición ideológica. Personalmente recuerdo unas vacaciones junto a su numerosa familia durante el período de Pascua, su presencia y su oración el Viernes Santo me quedaron grabadas de forma imborrable en mi mente y en mi corazón”. Y precisamente como signo de reconocimiento por su compromiso político como Consejero Comunal, pero también como reconocimiento por su aporte como constructor de la cultura social del territorio, es que el 2 de marzo de 2021 el Consejo Comunal de Cortona, por unanimidad, decidió dedicarle las escaleras mecánicas que desde el parqueo del Espíritu Santo conducen a la plaza Garibaldi. La ceremonia de la dedicación tendrá lugar el 3 de julio de 2021 durante el Festival de Música Sagrada, a las 10.30 (hora italiana). Se proseguirá con un encuentro en el Teatro Signorelli de Cortona donde se recordará su figura poliédrica y su aporte al panorama político y cultural del ‘900. La idea de hacer un homenaje a Spartaco nació el año pasado y estaba previsto que formara parte de los eventos programados con ocasión del Centenario del nacimiento de Chiara Lubich Lubich, fundadora de los Focolares (1920-2020). Pero la situación sanitaria mundial obligó a postergar el evento dedicado a Lucarini. Fue precisamente Chiara Lubich quien propuso a Spartaco, a su esposa Iolanda (para todos Lalla) Castellani y a los 5 hijos de la pareja, si podían transferirse de Cortona a Roma para trabajar en la sede internacional de los Focolares. Lucarini también contribuyó al desarrollo de los Movimientos “Familias Nuevas” y “Humanidad Nueva” de los Focolares. Pero permaneció siempre vinculado a Toscana, además de contribuir al nacimiento de la comunidad local del Movimiento, ofreció un importante aporte también al desarrollo de la ciudadela de Loppiano (Incisa y Figline in Valdarno-Italia), en especial al nacimiento de la cooperativa agrícola y al nacimiento de la escuela internacional para familias que todavía hoy tiene su sede en la ciudadela. En abril de 1974 se le diagnosticó una grave enfermedad que le causó la muerte con solo 51 años. En los últimos tiempos, Spartaco, aun estando enfermo, volvió a Cortona. “Spartaco siempre parecía sereno -recuerda su esposa Lalla-, pero ya no era el de antes”. “Me encontré completamente cambiado -escribía Spartaco- yo siempre fui un tipo muy activo, tengo un temperamento muy dinámico por lo que siempre traté de dar todo de mí; ahora entendí que no cuenta tanto lo que haces, también cuenta no hacer nada. He descubierto el valor de “vivir dentro” más que fuera, porque viviendo dentro, en estrecha relación con Dios tu puedes llegar a las personas más lejanas, mientras cuando vives proyectado fuera puedes llegar solo a los más cercanos, a los que te rodean. Creo que he visto lo esencial. En este siglo María ha creado una Obra para ayudar a la Iglesia, y realmente quiere hacerlo rápido, quiere realizar la unidad no sólo entre nosotros los católicos, no sólo entre las Iglesias, sino también entre todos los hombres. Un programa que va más allá de cualquier programa humano”[1].

Lorenzo Russo

[1]  Alfredo Zirondoli, Coraggio! Inchiesta su Spartaco Lucarini, Citta Nuova, 2000, p. 96-97.  

Y nosotros que podemos hacer

Numerosas experiencias sobre el “cuidado” por parte de los niños de los Focolares, los gen4. Además de esforzarse por ayudar a los necesitados, les piden a los adultos que se ocupen de todos los niños del mundo que tienen dificultades. Las experiencias concretas de los gen4, los niños del Movimiento de los Focolares, provienen de todo el mundo: en todos los continentes compiten por amor al prójimo, cuidando a los más necesitados. A continuación, presentamos algunos de sus testimonios partiendo de la India. Aquí algunos gen4 han decidido cuidar a los pobres que viven en la calle, preparándoles un plato caliente para la cena. Uno de ellos dice: “Mi mamá y yo solíamos poner los noodles calientes en las tazas, una pasta típica de algunos países asiáticos; mi hermano y mi papá los distribuyeron a los pobres. ¡Hay muchos niños pobres viviendo en la calle! Ahora, todos los viernes, repetimos esta acción”. En Grecia, en cambio, los niños de los Focolares han decidido hacer compañía a los ancianos que han permanecido aislados en las casas de reposo debido al Covid-19. También involucraron a sus amigos, recolectando dibujos con los que crearon un cartel muy apreciado por todos. Pasemos ahora a Corea, donde una gen4 ha decidido donar cabello a niños que tienen cáncer. Después de involucrar a una amiga suya, juntas comenzaron a dejarse crecer el cabello para poder donarlo, felices de ayudar a quienes están padeciendo una enfermedad. Desde Burundi, llega la noticia de que muchos gen4 han recolectado alimentos y los han llevado a un asilo de huérfanos. ¡Estos niños, que tampoco poseen mucho, estaban felices de llevar regalos a sus coetáneos! En Australia, algunos adultos han distribuido alimentos a personas sin techo y a estudiantes con dificultades económicas. La gen4 quisieron dar su aporte preparando postales para acompañar los paquetes que se distribuyeron. En Sudamérica, en Brasil, desde hace unos dos años los gen4 de la Mariápolis Ginetta han recolectado cajas de leche y jugo, colaborando con una ONG que tiene un proyecto llamado “Brasil sin grietas”. Con estas cajas se tapan las grietas de las paredes de las casas, aislándolas y evitando la entrada de insectos y se crean mantas térmicas para las personas sin techo. Otra noticia, de Irlanda: las y los Gen 4 participaron, involucrando a la comunidad local, en una iniciativa lanzada por el Correo irlandés: enviaron postales y pequeños paquetes como obsequio para los ancianos solos. Finalmente, vamos a Portugal: João, de 7 años, después de ver un noticiero que mostraba imágenes de guerra, se preguntó: “Nosotros gen 4, ¿qué podemos hacer?”. Quiso llamar al animador del grupo de los Gen 4. Poco después nació la idea de sensibilizar al mundo político: João y su hermana escribieron conjuntamente un comunicado de los niños a los políticos, maestros y todas las autoridades civiles y religiosas. La declaración dice: “Nuestras leyes hablan de los derechos del niño, pero deberían ser más explícitas al imponer el deber de cuidado. (…) Sabemos que no es fácil (…), pero si le cambias la vida a un solo niño ¡ya valió la pena enviarte este comunicado! ¡Si nos cuidan, nosotros cuidaremos del mundo!”. Una delegación de gen4 acercó el comunicado al lugar donde se celebró la Cumbre Social de la Comisión Europea, en Oporto. Esa misma noche, la noticia se transmitió en un noticiero. La declaración de los gen4, traducida a varios idiomas, se está difundiendo en varios países del mundo.

Laura Salerno

Evangelio vivido: todo es un don

La voluntad de Dios es la voz de Dios que nos habla siempre y nos invita; es la manera que Dios tiene para expresarnos su amor, un amor que pide una respuesta para que él pueda realizar sus maravillas en nuestra vida.  La verdad que no pasa Tras cuatro años en la India y 25 de vida sin escatimar nada estando al servicio del prójimo, con las “baterías” completamente descargadas, volví a Italia para tratar de recuperar una salud que temía estuviera completamente comprometida. Durante los largos meses de inactividad, de soledad (si bien estaba rodeado del amor de los compañeros de comunidad), fuera de la vida tan dinámica y rica de relaciones que mi temperamento extrovertido siempre me había hecho llevar, se dio –a nivel interior, existencial– algo muy importante y difícil de expresar con palabras: un retorno a mi elección original, a la comprensión de una verdad fundamental. Entendí lo siguiente: que todo es un don, es un regalo, que hay que agradecer a Dios por todo, pero dispuestos a perder, porque eso no es la verdad; la verdad que no pasa es otra, y es justamente la relación con él, el único ideal de siempre: Dios y basta. Contrariamente a lo que temía, recuperé la salud. Empezó así un nuevo período, en la alegría que había reencontrado de trabajar a su servicio.  Y al mismo tiempo comenzaba a custodiar en lo más profundo de mi ser la nueva unión con Dios, nacida de esa prueba. (Silvio – Italia) Yo había sido enfemera Impresionada por el hecho que tantos médicos y enfermeros arriesgan y dan la vida, y como 30 años atrás yo había sido enfermera (después había cambiado de actividad) decidí inscribirme en un hospital como enfermera de reserva. Recientemente me han llamado para que dé mi ayuda en el sector de terapia intensiva una vez por semana. Es un reto enorme para mí (en estos 30 años muchas cosas han cambiado en lo que se refiere al equipamiento y atención hospitalaria),  pero la alegría de ser útil todavía es muy grande. La mayor recompensa que podría haber recibido fue cuando mis hijos, a quienes trato de no descuidar, dijeron que se sintieron orgullosos de mí. (Martina – República Checa) Esencialidad nueva En el instituto para ancianos en donde presto servicio como animadora, mi relación con los internos se había vuelto afectiva. Saber adivinar cómo ayudar a un enfermo de Alzheimer o pacientes con otras patologías degenerativas hizo que mi servicio creara una verdadera red de relaciones intensas y vivas.  Luego, entró el Covid y uno tras otro se enfermaron todos. Para mí era desgarrador sentir que yo era el vínculo entre el paciente y el pariente sin poder hacer nada para llenar ese vacío. Tal vez por haber ayudado a una anciana muy enferma a hablar con sus seres queridos por celular, contraje el virus yo también. En mi soledad comprendí mejor aún la de mis ancianos y volví a descubrir el valor de la oración. Cuando recibía la noticia de la muerte de alguno de ellos, mi dolor aumentaba junto con el sentido de impotencia, pero también intensificaba la oración, generalmente no sola sino junto a quien se quedaba. La pandemia nos ha llevado a una esencialidad nueva, más allá de la que ya causa la enfermedad y la vejez. (G.K. – Eslovaquia)

Recopilado por Lorenzo Russo

  (extraído de  El Evangelio del Día, Città Nuova, año VII, número 3, mayo-junio 2021)

Renacer con el amor al prójimo

Todos estamos llamados a realizar esta conversión en nuestro interior recomenzando continuamente a amar  a todos, si hubiésemos dejado de hacerlo; tenemos que experimentar este tipo de renacimiento, esta plenitud de vida. Por eso es necesario, lo más posible, traducir en amor al prójimo todas las expresiones de nuestra existencia. Tenía ante mis ojos la estupenda página del juicio final: Jesús vendrá a juzgarnos y nos dirá: “Tuve hambre y ustedes me dieron de comer; tuve sed y ustedes me dieron de beber”*. La lectura de aquellas palabras me impresionó como si fuese la primera vez que las leía. Redescubrí que Jesús, en el examen final, no me preguntaría sobre esta o aquella cosa que también debo hacer, sino que se fijaría precisamente en el amor al prójimo. Empecé, como una persona que inicia ahora su ascenso hacia Dios, a amar a todos, a todos aquellos con quienes yo tenía algo que hacer durante el día y, ¡créanlo! me sentí renacida, y advertí que mi alma tiene sobre todo hambre de amor, hambre de amar; y que aquí, en el amor hacia todos, encuentra realmente su respiro, su alimento, su vida. El hecho es que también antes trataba de realizar muchos actos de amor, pero ahora me daba cuenta de que algunos de ellos eran, más que otra cosa, manifestaciones de una espiritualidad demasiado individual, que se alimenta de pequeñas o no tan pequeñas penitencias que, a pesar de nuestra buena voluntad, pueden ser para nosotros que estamos llamados al amor, ocasión de un cierto replegarnos sobre nosotros mismos. En cambio, ahora, en esta nueva tensión a amar a todos, podía realizar también muchos actos de amor, pero todos ellos finalizados a los hermanos, en los que veía y amaba a Jesús. Y solo de esta manera yo alcanzaba la plenitud de la alegría. Queridos, todos estamos llamados a realizar continuamente en nosotros esta conversión y todos debemos experimentar esta especie de renacimiento, esta plenitud de vida. Por eso debemos tratar lo más posible de traducir en caridad hacia el prójimo todas las manifestaciones de nuestra existencia. ¿Es nuestro deber ocuparnos de la casa? Hagámoslo no solo por motivos humanos, sino porque Jesús está en los hermanos a los que hay que amar, vestir, saciar su hambre y servirles. ¿Debemos realizar cualquier otro trabajo? Jesús está en los individuos y en las comunidades a las cuales llevamos nuestra contribución. ¿Debemos orar? Oremos siempre por nuestra persona como por las demás, utilizando ese «nosotros» que Jesús nos enseñó en el Padrenuestro. ¿Estamos llamados a sufrir? Ofrezcamos nuestro dolor por los hermanos.  ¿Es voluntad de Dios que tratemos con alguien? Que siempre exista la intención de escucharlo a Él, de aconsejarlo a Él, de instruirlo a Él, de consolarlo a Él… en una palabra, de amarlo a Él. ¿Tenemos que descansar, comer o distraernos? Demos a todas estas acciones la intención de querer con ellas recobrar fuerzas para servir mejor al hermano. En resumen, hagamos cada cosa, pensando en el prójimo. Por eso, más aún, para que se produzca en nosotros esta reconversión, tengamos en nuestra mente en los próximos […] días este compromiso: «Renacer con el amor».

Chiara Lubich

  *Mt 25, 35. (En una conferencia telefónica, Rocca di Papa 20 de marzo de 1986) Cf. Chiara Lubich, Juntos en Camino, Ciudad Nueva, Buenos Aires 1988, pp. 147-149.        

Evangelio vivido: acoger a todos

Jesús conoce bien las necesidades básicas de las personas: ser comprendidos en lo más íntimo y tener, además de apoyar los esfuerzos, indicaciones claras sobre el camino a seguir. No perdamos la oportunidad de comportarnos con los que nos encontramos con el amor que sugiere en el Evangelio. Con paciencia y tenacidad Mi tío, considerado “un hombre de honor”, vivía desde hacía años en el Supramonte, una región montañosa de Cerdeña. Volvía al pueblo de vez en cuando y, cuando los carabinieri vinieron a arrestarlo, ya estaba lejos. Mi padre había tratado de evitar que nos metiéramos en líos con la justicia y con la familia del tío, de la que, entre otras cosas, nos separaban cuestiones de herencia. Sin embargo, como cristiana, esperaba la oportunidad adecuada para hacer las paces con ellos. La primera se presentó con la llegada al pueblo de una prima. Sin importarme de la gente que nos miraba, fui a saludarla. Cuando ella y su esposo me devolvieron el saludo, suspiré aliviada: el primer paso estaba dado. Más tarde, cuando supe de la hospitalización de mi tío, quise ir a verlo. Mi madre me desaconsejó, diciendo que yo no tenía tíos. Pero para mí era un hermano. Fui y me dio recibió conmovido. Con el tiempo, me acerqué a todos los demás familiares. La última fue la tía, la que más nos había hecho sufrir: hacía 18 años que no nos veíamos y habían sido necesarios tantos para que la paz volviera a nuestras familias con un amor paciente y tenaz.

(Gavina – Italia)

  Las necesidades de los demás Cuando estoy saliendo en el coche, noto que el vecino está tratando de quitar el hielo del parabrisas y de las otras ventanas. Voy a ayudarlo, dejando de lado mi apuro. Con una sonrisa, pregunta: “Pero, ¿quién te empuja a hacerlo?”. No tengo respuestas preparadas, pero por dentro agradezco a Dios por señalar las necesidades del otro antes que mis tareas. Unas horas después me telefonea el mismo vecino: “Me alegré tanto con tu gesto que me dije: yo también debo vivir estando atento a las necesidades de los demás. Y no fue necesario mucho tiempo: en el trabajo, de hecho, me encontré con una situación difícil, que luego se resolvió con bastante facilidad poniéndome en el lugar del otro. ¡Gracias!”.

(F.A. – Eslovenia)

  Adoptar un hermanito Somos estudiantes de un instituto técnico. Desde que nuestra profesora nos trajo Cittá Nuova para leer en clase, al principio algunas cosas nos parecieron un poco ilusorias… Pero la idea de ayudar a construir un mundo más unido juntos parecía, después de todo, hermosa. También porque, a medida que íbamos leyendo, nos dimos cuenta de que no eran palabras. La revista traía noticias que no encontrábamos en otras revistas, una forma diferente de ver los hechos. En fin, ¿qué perdíamos con intentar? Probamos. Cada mañana, junto con la profesora, nos dábamos una pequeña “máxima” para vivir. Por ejemplo: “Amar a todos” ¿quién lo había pensado? Luego, leímos un artículo sobre adopciones a distancia. Entonces, se nos ocurrió la idea de hacer una, todos juntos. Ese pequeño gesto de aportar cada uno una pequeña suma mensual también nos hace crecer como personas. A estas alturas Nader, aunque vive lejos (es un pequeño libanés), se ha vuelto muy importante: hablamos de él, de sus necesidades, como si fuera nuestro hermanito.

(Los chicos de la IIIB – Italia)

editado por Lorenzo Russo

  (tomado de El Evangelio del Día, Città Nuova, año VII, n. 3, mayo-junio de 2021)

Evangelio vivido: permanecer en el amor

Jesús invita a reconocer la cercanía amorosa de Dios e indica cómo actuar en consecuencia: descubrir en la voluntad del Padre el camino para alcanzar la plena comunión con él. Huracán Las imágenes de la televisión mostraban las localidades afectadas por el huracán y que habían quedado aisladas, y como allí vivían nuestras familias es posible imaginar nuestra ansiedad, de nosotros seminaristas.  La Palabra de vida del mes era muy adecuada: exhortaba a tener fe.  Unidos, rezamos por nuestros queridos parientes y obtuvimos por parte de nuestros formadores el permiso para ir a verlos al día siguiente. Pero justamente esa noche la capital también fue objeto de esa calamidad: calles inundadas, puentes caídos, sin electricidad… Nuestro seminario, sin embargo, quedó en pie. De todos modos salimos.  Durante el viaje, caminando o con medios precarios, en bote o atados a sogas para vencer la resistencia de los ríos, infinitas veces nos vimos obligados a desviar el camino.  Pero al final llegamos a nuestro pueblo… ¡irreconocible!  En donde antes había campo sembrado ahora había un lago. Tras haber abrazado a nuestros seres queridos (lo habían perdido todo, pero estaban sanos y salvos), nos pusimos a disposición del párroco para los primeros auxilios.  La nueva Palabra propuesta para ese mes parecía que estuviera dirigida justamente a nosotros, para darnos coraje e infundirlo a los demás: “Bienaventurados los afligidos…”

(Melvin – Honduras)

  El paraguas Sabiendo que en los pobres y los marginados está Cristo que pide ser amado, trato de no perder las ocasiones para hacerlo. Por ejemplo, en el bar que está cerca de mi casa había detectado a un pobre, al que llamaban Penna, que ese día estaba empapado porque llovía mucho.  Yo sabía que él había tenido tuberculosis, y superando una cierta resistencia de que me vieran en su compañía, lo invité a mi casa, para darle algo de ropa seca. Mi familia quedó estupefacta e incrédula.  “Papá, necesitaría un poco de ropa…”. Al comienzo mi padre no estaba demasiado convencido, pero luego me consiguió un par de pantalones, mientras yo buscaba una chaqueta. Pero la lluvia no daba señales de querer terminar… Y yo, volví a la carga: “Papá, ¿y si también le damos un paraguas?”. Llegó también el paraguas. El pobre estaba feliz, pero más lo estaba yo, porque nos habíamos esforzado juntos para ayudarlo. Pero la cosa no terminó allí. Algunos días después, Penna volvió para devolvernos el paraguas. En realidad, no era el que le habíamos dado, sino que era uno más bonito.  Lo que había pasado era que se lo habían robado, y alguien después le había regalado uno nuevo. Y él quería devolvernos el favor.

(Francesco – Italia)

  El amor no se explica con palabras Poco después de nacer, le habían diagnosticado a Mariana una lesión cerebral. No iba a poder hablar ni tampoco caminar. Pero Dios nos pedía que la amáramos así y nos encomendamos a sus brazos de Padre. La niña vivió con nosotros sólo cuatro años; nunca oímos de su boca las palabras papá o mamá, pero en su silencio hablaban sus ojos, que tenían una luz resplandeciente. No pudimos enseñarle a dar los primeros pasos, pero ella nos enseñó a dar los primeros pasos en el amor, en la renuncia a nosotros mismos para amar. Mariana ha sido para toda la familia un regalo de Dios, que podríamos resumir en una única frase: el amor no se explica con palabras.

(Alba – Brasile)

Recopilado por Lorenzo Russo

  (extraído de El Evangelio del día, Città Nuova, año VII, número 3, mayo-junio de 2021)

En India, junto a las madres solteras y sus hijos

El Balashanti Program es un proyecto nacido para ayudar a las madres solteras, para sostenerlas y garantizar a sus hijos los cuidados necesarios, la formación escolar y una condición de bienestar, salud y dignidad. Estamos en Coimbatore, región al sur de India. En 1991 nace el Balashanti Program un proyecto que ayuda y acoge a los niños más vulnerables y necesitados, entre los 3 y los 5 años, y a sus madres, que a menudo están solas. El programa forma parte de Shanti Ashram que es un centro internacional para el desarrollo cultural, social y sanitario al servicio de los necesitados de la comunidad en el territorio, inspirado en los ideales y las enseñanzas de Mahatma Gandhi. “Mi abuela siempre tuvo que vivir sola, por este motivo mi madre tuvo que dejar de estudiar cuando estaba en la secundaria y se tuvo que casar cuando tenía 16 años. Cuando esto sucedió era el ‘78 pero hoy, después de 40 años, sigo escuchando historias parecidas o iguales a esta”. Son las palabras de Deepa, responsable del Balashanti Program. De hecho, explica que todavía hoy los hijos de las madres solteras experimentan tres tipos de dificultades muy grandes: la pobreza, el abandono escolar y la obligación a un matrimonio precoz. El Balashanti Program se propone por lo tanto ayudar a estas mujeres para que saquen adelante a sus hijos en una condición de bienestar, salud y dignidad. Según el reporte de las Naciones Unidas del 2019-2020, alrededor del 4.5% de las familias en India son llevadas adelante por madres que están solas y se estima que de ellas el 38% vive en condiciones de pobreza. “Una mujer en India, en condiciones de vulnerabilidad difícilmente puede vivir sola, no se trata de una elección personal -explica Deepa- muchas de ellas se encuentran en condiciones de abandono, inseguridad y explotación”. El objetivo último del Balashanti Program es por lo tanto combatir la pobreza, la desnutrición y las enfermedades que se desarrollan en contextos de  mucha precariedad, para construir una sociedad pacífica. Para hacer esto, además de la ayuda económica, los niños y sus mamás reciben instrucción sobre temas como la educación, la paz, la alimentación sana, las normas de higiene y el liderazgo. Hoy día existen 9 Balashanti Kendra – centros de desarrollo para la primera infancia – que acogen a más de 200 niños por año. Desde el ‘91 a hoy más de 10 mil niños han completado el itinerario de estudios y durante el año de la pandemia del Covid-19 se le han dado ayudas a 15 mil personas, entre niños y familias. Desde el ‘98 el proyecto inició una colaboración con AFN Onlus, la organización sin fines de lucro vinculada al Movimiento de los Focolares que, mediante apoyo a distancia, ayuda a dar a los niños becas del Balashanti Porgram. Son muchos los que podrían dar testimonio de la importancia del Balashanti Program en sus vidas, como Fathima, de 45 años, quien hasta hace pocos años era una madre soltera en dificultad económica que no sabía cómo hacer para sacar adelante y educar a su hijo, el pequeño Aarish. Desde que el Balashanti Program empezó a ayudarla su vida ha cambiado. Aarish ha participado en los programas de formación gracias a una beca para estudiar a distancia.  “También me ayudaron con alimentos -explica- me pusieron en contacto con médicos competentes y me invitaron a espectáculos y danzas que me permitieron distraerme y pensar en algo bello. Para mí ha sido muy importante”. Ahora Aarish ha crecido, tiene 15 años, es voluntario en el Shanti Ashram desde hace tres años. También gracias a su ayuda el Balashanti Program podrá ofrecer apoyo a más madres solteras y a sus hijos. Así, permanece encendida la esperanza de que esta cadena de ayuda se vuelva cada vez más robusta y contagiosa.

Laura Salerno

Obras perfectas por amor a Jesús Abandonado

Cada día ante cualquier acción podemos descubrir qué rostro de Jesús Abandonado podemos amar a través de la misma. Esta es la sugerencia de Chiara Lubich para cumplir bien, perfectamente todo lo que tenemos que hacer. Amar a Jesús Abandonado. Es precisamente a este nombre, que toca tantos aspectos de nuestra vida como individuos y como comunidad, al que quiero referirme también hoy. Más precisamente quisiera decirles algo sobre una forma especial de amar a Jesús Abandonado, que es puerta y camino hacia nuestra santidad. […] En todas partes tenemos la maravillosa oportunidad de amarlo, de aliviarlo, de consolarlo, de poner remedio a males concretos, expresiones de Él. Esto es una gracia grande, porque con este trabajo siempre estamos en contacto con Él, con Jesús Abandonado, y amándolo podemos construir nuestra santificación. Pero hay distintos modos de amarlo. Se le puede amar mucho y se le puede amar poco, lo cual significa que con este amor podemos contribuir a nuestra gran santidad o a una pequeña […] Los santos buscaron y buscan, para la Gloria de Dios, ese amor que da el máximo rendimiento. ¿Escribimos nuestra historia para donar nuestra experiencia? Hagámoslo bien, muy bien, escuchando con gran atención su voz dentro de nosotros, esa voz que arroja luz sobre nuestro pasado y nuestro presente, esa luz que agrada a quien escucha y que atrae; y prestemos atención a lo que esa voz nos sugiere y a lo que corrige. Hagamos todas las cosas con empeño, con el máximo empeño. Dejemos de retocar nuestro trabajo solamente cuando esa voz ya no tenga nada más que decirnos. No maltratemos nunca la Obra de Dios; no hagamos nunca obras imperfectas. Hagámoslo todo bien, todo muy bien. […] Ante cualquier obra que emprendamos, tratemos de descubrir qué rostro de Jesús Abandonado podemos amar con ella y lancémonos a hacerla con perfección. Obras perfectas, pues, por amor a Jesús Abandonado y construir así nuestra santidad, nuestra gran santidad.

Chiara Lubich

 (En una conferencia telefónica, Loppiano 20 de febrero de 1986) Cf. Chiara Lubich, Juntos en camino, Ciudad Nueva, Buenos Aires 1988, pp. 143-146          

Bolivia: hemos vuelto a recorrer las calles

Bolivia: hemos vuelto a recorrer las calles

El testimonio de los voluntarios de la “Casa de los Niños”, de Cochabamba (Bolivia), obra inspirada en la espiritualidad de la unidad, comprometidos en atender sin descanso a los contagiados de COVID-19 y en dar consuelo a los moribundos. Hemos vuelto a recorrer las calles de nuestra ciudad con un poco de inconciencia y mucha ingenuidad. Este virus asusta a todos. Empuja a aislarse unos de otros. Pero somos conscientes de la importancia y de la necesidad de lo que se nos pide con la mayor urgencia. Por eso no retrocedemos, aunque tratamos de tomar las debidas precauciones. Realizamos las pruebas cada semana y los test siguen dándonos resultados negativos. Tal vez alguien tiende una mano misericordiosa sobre nuestra ingenuidad. Aquí comenzó la estación fría y las infecciones por COVID-19 han aumentado exponencialmente. Hemos llegado a cifras hasta ahora nunca alcanzadas. Los hospitales públicos están al límite. La gente muere en el coche, esperando que se libere una cama… Incluso en las clínicas privadas, muy caras, se suspendieron las hospitalizaciones. Ya no se encuentra oxígeno medico y hay largas colas para reabastecimiento en los dos únicos lugares preparados para este servicio pago. ¡Un cilindro de 6 m3 dura menos de 5 horas! Los medicamentos más especializados se encuentran sólo en el mercado negro: ¡cada frasco tiene un costo de casi 1500 dólares! Llevamos oxígeno y remedios allí en donde nos llaman. Este año las personas afectadas por el virus son mucho más jóvenes. Contamos con los permisos para circular todos los días y a toda hora. Nuestro furgón, muy espacioso, se ha transformado en ambulancia y, a menudo y con dolor, en un coche fúnebre a costo cero. El tiempo pasa muy rápido para quien necesita y lucha por respirar, así que también nosotros corremos y no tenemos tiempo para pensar en nosotros mismos. Llevamos oxígeno y medicinas, pero, para decir la verdad, estamos comprometidos con llevar sobre todo semillas de esperanza. A pesar de encontrarnos por primera vez con las personas que visitamos, se establece enseguida una recíproca complicidad que abre las puertas a la esperanza. Y, poco a poco, el miedo se diluye y las vemos  sonreir serenas. También llevamos la coronilla del Rosario. No es un amuleto mágico. No. Es nuestra coronilla de las grandes aflicciones y dolores de este tiempo, de tantos hermanos y hermanas, que queremos encomendar al corazón de la Madre celestial. Es parte de la oxigenoterapia: ¡da aire al corazón de quien sufre! Nos reunimos cada noche para la oración comunitaria de nuestra ciudadela, al aire libre, frente a la hermosa capilla que acoge las historias de muchos de nuestros niños que ya volaron al cielo. Rezamos delante de la estatua de la “Virgen de Urcupiña”, patrona de Cochabamba, que lleva a su Hijo en brazos. La nuestra es una oracíon que va directamente al cielo y que quiere fijar los nombres de muchos que hemos visitado durante el día. Pedimos para cada uno una luz del cielo, necesaria para iluminar la noche de su dolor.  

Los voluntarios de la “Casa de los Niños” – Cochabamba (Bolivia)

 

Margaret Karram: alternancia y estilo sinodal

Entrevista a la presidenta de los Focolares publicada por Città Nuova italiana sobre el decreto del Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida sobre el relevo de los dirigentes de las agregaciones laicales. Favorecer la alternancia. Aprobado por el Papa Francisco, fue promulgado el pasado 3 de junio por el Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida un Decreto que regula la duración del mandato de los cargos de gobierno de las asociaciones internacionales. Cada mandato tendrá una duración máxima de cinco años por un período máximo de diez años consecutivos; es la norma indicada (con sus específicos detalles correspondientes entre los cuales posibles dispensas para los fundadores), mientras que una articulada nota explicativa ayuda a comprender el espíritu de dicha normativa: favorecer una mayor comunión eclesial, una sinodalidad más amplia, un auténtico espíritu de servicio, evitar los personalismos, los abusos de poder, aumentar el entusiasmo misionero y un verdadero estilo evangélico. Hemos hablado de ello con la presidenta de los Focolares, Margaret Karram. Presidenta, ¿les sorprendió el decreto del Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida referente al relevo de los dirigentes  de las agregaciones laicales? No esperábamos un decreto de esta naturaleza en este momento del año, pero el contenido no nos sorprendió. Desde hace años, en el Movimiento de los Focolares se inició un proceso que tiene en cuenta la alternancia en los órganos de gobierno, en el centro internacional y en los países donde estamos presentes, estableciendo límites en los mandatos. El Decreto nos muestra una vez más a la Iglesia como madre. Estando al cuidado de asociaciones como la nuestra, acompaña y ayuda a cada realidad a encontrar formas organizativas que le permitan permanecer fiel a su carisma y misión, en consonancia con el camino de la Iglesia en el mundo de hoy. Por ello acogemos plenamente el espíritu y las determinaciones del Decreto, que además sale al encuentro de la reflexión abierta en el Movimiento sobre la representatividad en los órganos de gobierno, ya compartida con el Dicasterio. El íncipit del Decreto afirma que “las asociaciones internacionales de fieles y el ejercicio del gobierno en ellas son objeto de especial reflexión y consecuente discernimiento por parte del Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida”. ¿Sienten que haya cierta preocupación por los Movimientos en general? ¿Y en relación al Movimiento de los Focolares? Yo diría que el Dicasterio ciertamente tiene una atención particular a los Movimientos, y somos testigos de ello, teniendo en cuenta que es de su particular competencia. Además, al ser una realidad tan variada, el Dicasterio ciertamente también tendrá alguna  preocupación. El mismo Decreto subraya el “florecimiento” de dichas asociaciones y reconoce el hecho de que estas han aportado “a la Iglesia y al mundo contemporáneo una abundancia de gracia y de frutos apostólicos”. No es la intención de la Iglesia frenar el impulso carismático de los Movimientos, su fuerza innovadora y su impacto misionero. Quiere ayudarlos a lograr sus propios objetivos, que están siempre orientados al bien de la persona, de la Iglesia y de la sociedad. El Decreto ofrece elementos estructurales que pueden ayudar a reducir algunos de estos riesgos al limitar el tiempo en el que una persona puede ocupar cargos directivos. Sin embargo, no veo en estas intervenciones una particular concentración en el Movimiento de los Focolares, también porque ya es una práctica recogida en nuestros Estatutos la alternancia en los cargos de gobierno. El Papa Francisco en su discurso a los participantes en el III Congreso Mundial de los Movimientos Eclesiales y las Nuevas Comunidades en noviembre de 2014 indicó un método para alcanzar la madurez eclesial deseada también por sus dos predecesores: «No olviden que, para alcanzar este objetivo, la conversión debe ser misionera: la fuerza para vencer las tentaciones y las insuficiencias proviene de la alegría profunda del anuncio del Evangelio, que está a la base de todos los carismas”. ¿Qué opina? ¡Estoy plenamente de acuerdo! El deseo del Papa nos exige un doble compromiso: siempre es necesario volver al Evangelio, a la Palabra de Dios y ser conscientes de que el carisma del fundador no es otra cosa que una lectura nueva y actual de las palabras de Jesús, iluminadas por un don del Espíritu Santo que hace que las vivamos desde una perspectiva particular. Por lo tanto, debemos tener en cuenta que la espiritualidad que nace de un carisma, es una forma de anunciar el Evangelio y, por lo tanto, de trabajar por el bien de la Iglesia y de la humanidad. ¿Basta un saludable relevo generacional, una alternancia de las personas en los cargos directivos para asegurar un gobierno sinodal, realizado con espíritu de servicio y capaz de no repetir los errores del pasado, de los personalismos hasta los abusos de poder? Yo diría que esto no puede bastar si se quiere implementar un verdadero cambio cultural, duradero y fructífero. Creo que primero deberíamos preguntarnos cuál es el propósito del gobierno de una asociación como la nuestra. No es –aunque esto sea importante–  el cambio generacional ni tampoco el evitar los errores del pasado. El objetivo principal de nuestro gobierno –como pienso de todo Movimiento eclesial– es garantizar que el Movimiento avance y se desarrolle en el espíritu genuino de su propio carisma, siguiendo el designio que emana de él y realizando las finalidades para las que el Espíritu Santo lo hizo nacer. El mismo decreto subraya que el gobierno “se ejerza en consonancia con la misión eclesial de las mismas (asociaciones), como un servicio orientado a la realización de sus propios fines y a la protección de sus miembros”. Es un trabajo de continua actualización, mejora y renovación que requiere sobre todo una conversión del corazón al Evangelio y a las propias raíces carismáticas. El relevo generacional en los órganos directivos, a través de una frecuente rotación en los cargos de gobierno, puede favorecer la actualización de una asociación, puede ayudar a evitar –como dice una nota explicativa del Dicasterio– “formas de apropiación del carisma, personalismos, centralización de las funciones así como expresiones de autorreferencialidad, que fácilmente producen graves violaciones de la dignidad y la libertad personales e, incluso, abusos reales”. Pero la alternancia de los cargos por sí sola no garantiza una gestión justa del poder. Necesitamos otros elementos que desde hace algunos años venimos implementando y mejorando continuamente, como por ejemplo, un itinerario de formación espiritual y humana hacia un liderazgo coherente con un estilo evangélico y con el propio carisma, por lo tanto, un estilo de gobierno que resalte el discernimiento comunitario, con nuevas formas de acompañamiento y modalidades sinodales para la elección de los candidatos a los cargos de gobierno. En concreto, dentro de tres años, varias de las personas elegidas durante la Asamblea General del pasado mes de febrero deberán ser sustituidas. ¿Tienen ya una idea de cómo proceder también para modificar los Estatutos actuales que prevén seis años para la duración de los cargos y la posibilidad de un segundo mandato? En algunos puntos ya estamos en línea con el nuevo Decreto, especialmente en lo que se refiere al límite máximo de dos mandatos consecutivos para los cargos de gobierno, lo que hay que cambiar ahora es la duración: de 6 a 5 años. Ya habíamos iniciado la constitución de una comisión para la necesaria revisión de nuestros Estatutos en varios puntos, a lo que ahora se suma el trabajo prioritario para la adecuación al Decreto. Es un trabajo que queremos hacer con calma y con cuidado, porque no quisiéramos solamente acoger esta nueva normativa “al pie de la letra” sino también y sobre todo su espíritu y estudiar bien cómo realizarlo no solo para los órganos centrales e internacionales, sino a gran escala, también en el gobierno local de los centros territoriales. En todo caso, nos gustaría hacer todo esto en diálogo con el Dicasterio, profundizando algunos aspectos puntuales y algunas dudas. Han dicho expresamente que están dispuestos a escucharnos en relación a eventuales cuestiones. El Papa Francisco, al reunirse con los participantes en la Asamblea General, había destacado algunas cuestiones a las que se debía prestar especial atención: la autorreferencialidad, la importancia de las crisis y saber gestionarlas bien, la coherencia y el realismo al vivir la espiritualidad, la sinodalidad. ¿Qué se ha hecho o se piensa hacer para dar seguimiento a estas indicaciones? Consideramos el discurso del Papa Francisco a los participantes de la Asamblea General como un documento programático, así como el documento final de la misma Asamblea. . Con gran alegría vemos cuánto la profundización y la búsqueda de formas de aplicación de estos dos documentos están dando sus frutos en las distintas áreas geográficas en las que nuestro Movimiento está presente. Están emergiendo dos puntos centrales: la escucha atenta al grito de sufrimiento de la humanidad que nos rodea, en el que redescubrimos el rostro de Jesús crucificado y abandonado y un nuevo espíritu de familia en nuestro Movimiento más allá de cualquier subdivisión. Esto expresa el núcleo de nuestra espiritualidad: ofrecer al mundo un modelo de vida al estilo de una familia; es decir, hermanos y hermanas a nivel universal, unidos entre ellos por el amor fraterno hacia cada hombre y mujer y preferencial por los que más sufren, por los más necesitados. ¿Con qué estilo y con qué modalidades se inició el nuevo gobierno del Movimiento de los Focolares? ¿Margaret Karram tiene al respecto alguna novedad en su corazón? Siento especialmente importante vivir en el gobierno del Movimiento una experiencia de “sinodalidad”. Esto significa llevar a cabo todo con espíritu de escucha y restablecer en las relaciones interpersonales ese amor evangélico fraterno, en la verdad y en la caridad, que también ilumina el puesto que le corresponde a cada uno, como por ejemplo en el Centro. Como Consejo General, por ejemplo, hemos hecho recientemente la maravillosa experiencia de ponernos a la escucha de nuestros responsables territoriales en todo el mundo. Ellos son los que tienen las “manos en la masa”, que conocen las potencialidades, las necesidades y las características culturales y antropológicas de nuestras comunidades. Escuchándolos, sobresalió toda la vivacidad y la creatividad del “pueblo de Chiara”, que quiere hacerse cargo de las diferentes formas de desunión y curar las heridas de la humanidad que lo rodea. Quizás ni siquiera sea necesario que el Centro Internacional dé siempre las directrices o dirija el itinerario del Movimiento. Lo importante es que el Centro siempre garantice la unidad de toda la Obra y que pueda poner de relieve lo que el Espíritu Santo va indicándonos para todos.

Aurora Nicosia

Fuente: Città Nuova      

El futuro de la EdC: conocimiento para fortalecer la acción

El futuro de la EdC: conocimiento para fortalecer la acción

Stefano Zamagni, economista, director de la academia de Ciencias Sociales del Vaticano, habló recientemente en Loppiano (Italia) en el acto por los “30 años de la Economía de Comunión”. Transcribimos un fragmento de su discurso en el que destacó la contribución de la Economía de Comunión a la evolución del pensamiento económico.  “(…) Debo confesar que cuando, hace exactamente 30 años, escuché el discurso de Chiara Lubich en Brasil cuando lanzó el proyecto Economía de Comunión, quedé muy impactado, casi conmocionado. Porque la economía como ciencia tiene muchas palabras: riqueza, rédito, eficiencia, productividad, equidad, pero no tiene la palabra comunión. Y me preguntaba: “¿Cómo es posible que una persona como Chiara, cuya matriz cultural no incluía una formación en materia económica, se haya podido lanzar a un desafío intelectual de ese tipo?”. Tenía que haber un carisma especial, hoy sabemos que así es. Esto me perturbó positivamente. Comencé a reflexionar y me pregunté: “Pero, ¿cómo es posible que, en la larga historia del pensamiento económico, en los siglos pasados, nunca se haya abordado un concepto como este?”. Unos años más tarde me encontré con la obra de Antonio Genovesi, el fundador de la economía civil y comprendí toda una serie de conexiones entre la Economía de Comunión y la economía civil. Evidentemente, al principio hubo muchas dificultades para la Economía de Comunión. Recuerdo que en 1994 en Ostuni (Puglia-Italia), el Meic (Movimiento eclesial de compromiso cultural) organizó seminarios culturales durante el verano. En una presentación presidida por un célebre economista italiano, dos focolarinas recién recibidas se atrevieron a presentar el proyecto de Economía de Comunión. Este profesor empezó a decir: “Esto es una tontería, porque no reúne el criterio de racionalidad”. Yo, que estaba presente, le pregunté: “¿Pero crees que el gesto del buen samaritano reúna el criterio de racionalidad?”. Él que era inteligente lo comprendía. “Ves – continué – tú eres esclavo de un paradigma, de una forma de pensar que has mamado de tus estudios sin ponerte el problema, porque la racionalidad en la que piensas es la racionalidad instrumental, pero también existe la racionalidad expresiva. ¿Quién dijo que la racionalidad instrumental es superior a la expresiva? ¿No sabes que la Economía de Comunión está inscrita en el modelo de la racionalidad expresiva? Donde expresiva significa que se expresa un carisma, porque los carismas deben expresarse y traducirse en realidad histórica”. La Economía de Comunión ha permitido recuperar esa tradición de pensamiento de la economía civil que nació en Nápoles en 1753. Hoy pensamos en la economía y en la escuela de economía civil que precede Luigino Bruni. Pero pensemos en el último gran evento que es la “Economía de Francisco” que no es más que una mezcla entre la economía civil – que es un paradigma, que significa una mirada a la realidad que luego se plasma en modelos, proyectos, en diferentes teorías – y la economía de comunión. Evidentemente, el evento aún es reciente, pero estoy seguro de que pronto conocerá una nueva temporada. Para terminar, quiero utilizar una palabra que, lamentablemente, ha desaparecido del uso al menos desde hace un siglo: “conazione”. Es una palabra acuñada por Aristóteles hace 2400 años. Es el resultado de la mezcla entre conocimiento y acción y significa que el conocimiento debe ponerse al servicio de la acción y la acción no puede ejercitarse y dar frutos si no sobre una base de conocimiento. Digo esto porque el desafío de la Economía de Comunión para los próximos 30 años y más es fortalecer el componente cognitivo. Hasta ahora, se ha dado prioridad a la acción, a los logros. Pero debemos ser conscientes de que, si la acción no se nutre continuamente del conocimiento, corre el riesgo de implosionar. Chiara Lubich tenía capacidad de intuición, comprensión y, por tanto, de anticiparse incluso en temas en los que no era especialista. De hecho, la contribución de la Economía de Comunión a la evolución del pensamiento económico como ciencia ha sido notable. Y hoy podemos hablar de ello en nuestras universidades: el profesor Luigino Bruni dirige un programa de doctorado de investigación en la Lumsa (Universidad Maria Assunta) en Roma (Italia) en economía civil y economía de comunión. Aquí en Loppiano está el Instituto Universitario Sophia y también en otras universidades ya no está prohibido hablar de Economía de Comunión. Desde mi punto de vista, este es un gran resultado (…)”  Para ver la transmisión en directo de Loppiano por el 30 aniversario de la Economía de Comunión clic aquí

Lorenzo Russo

Esculpir en nosotros la figura de Cristo

Vivir la caridad fuente de toda virtud, resalta en nosotros la figura de Cristo, porque amando somos otros Él. No obstante nuestro amor a los hermanos, arrastramos algunos defectos que le quitan algo a la belleza de Cristo en nosotros. […]. Ustedes saben que para adquirirlas (las virtudes) y luchar contra los vicios opuestos, nosotros, llamados por Dios a hacer del hermano nuestra «fortuna», encontramos precisamente en el amor a Dios la renuncia a nosotros mismos. Y saben que nuestra praxis para mejorar en general no consiste tanto en combatir un defecto tras otro, sino más bien en evitar los obstáculos, en «cambiar de habitación» –como solemos decir– «viviendo los otros» y poniéndonos así en la caridad, fuente de toda virtud. […] Además, Jesús Abandonado al cual hemos entregado la vida, es para nosotros el modelo de todas las virtudes, y siempre repetimos que queremos amarlo no solo en el dolor, sino también en la práctica de las mismas. La caridad, en efecto, resalta en nosotros la figura de Cristo, porque, cuando amamos, somos otros Él. Pero al amar a Jesús Abandonado practicando las virtudes tenemos la impresión de cincelar esa figura de Cristo en nosotros, de retocarla con perfección. El hecho es que podemos observar que, a pesar de nuestro amor a los hermanos, arrastramos desde hace años defectos pequeños o no tan pequeños, a veces triviales, pero que le quitan algo a la belleza de Cristo en nosotros. El hecho es que podemos observar que, a pesar de nuestro amor a los hermanos, arrastramos desde hace años defectos pequeños o no tan pequeños, a veces banales, pero que le quitan algo a la belleza de Cristo en nosotros. […] ¿Cuáles son esos defectos? Cada uno tiene los suyos. A veces estropeamos lo que hacemos por la prisa; cumplimos imperfectamente la voluntad de Dios; estamos distraídos en la oración; nos detenemos en tonterías que gustan al mundo; o no sabemos moderar la gula. Con frecuencia nos vence la curiosidad o caemos en la vanagloria; hablamos inoportunamente o sin necesidad; estamos apegados a pequeños objetos o somos algo dependientes de la televisión; nos hacemos servir por los hermanos; somos inconstantes, y así sucesivamente. ¿Qué hacer entonces? Cuando se trata de cosas que no son buenas, Jesús nos invita a actuar con decisión, como cuando afirmó: «Si tu ojo es para ti ocasión de pecado, sácatelo…».* Por lo tanto, también nosotros, aunque continuando en el camino del amor- y por amor a Jesús Abandonado- no tenemos que titubear, quedándonos como somos, sino erradicar vicio tras vicio. […] Yo estoy convencida de que en nuestro camino hay más posibilidades: el amor ayuda, porque el amor es negarse a sí mismo, y quema también estas cosas. De todos modos, no estará mal al observar algún defecto habituarnos a la virtud opuesta a él. […] Entonces, ¡ánimo y manos a la obra!  

 Chiara Lubich

  * Cf. Mt 5, 29. (En una conferencia telefónica, Rocca di Papa 21 de junio de 1984) Cf. Chiara Lubich, Juntos en camino, Ciudad Nueva, Buenos Aires 1988, pp.25-27    

Albania: una experiencia marcada por la reciprocidad

Albania: una experiencia marcada por la reciprocidad

Después de casi dos años del fuerte terremoto, la comunidad de los Focolares agradece a todos los donantes que han sostenido su país en un momento de gran dificultad. Pero la comunión de bienes no se detiene; los recursos en excedencia han sido enviados a los que han tenido que afrontar nuevas emergencias. A las 3.54 del 26 de noviembre de 2019 un fuerte temblor sacudió la República de Albania, en el área centro septentrional.  Las víctimas fatales son 52 y más de dos mil los heridos; numerosos los derrumbes y los daños. Más de 4.000 personas tuvieron que abandonar sus casas. La Coordinación Emergencias del Movimiento de los Focolares se puso enseguida en movimiento para ir al encuentro de las necesidades del país. Durante los trabajos preliminares se identificaron 6 familias en estado de necesidad, cuyas viviendas habían sufrido daños importantes, tales como para que pudieran entrar en el proyecto de reconstrucción. Por la pandemia los trabajos tuvieron serios atrasos, pero todas las familias pudieron afrontar la estación invernal en una estructura conveniente. Al día de hoy, en 5 casas se han completado los trabajos.  La única familia que aún espera ver su casa reparada está a la espera de los permisos necesarios por parte del Ayuntamiento. Después de la noticia del terremoto, muchos miembros de los Focolares en el mundo se movilizaron para ir al encuentro de las necesidades de la comunidad albanesa. Se efectuó una gran comunión de bienes organizada junto con AMU (Acción por un Mundo Unido) y AFN (Acción para Familias Nuevas), recogiendo donaciones de numerosos países entre los cuales Italia, Alemania, Suiza, Austria y Australia. Destaca Francesco Tortorella de AMU: “Los efectos se multiplican cuando nos movemos juntos, no como organizaciones aisladas o aisladas expresiones del Movimiento de los Focolares, sino como una única realidad.” En total se recaudaron 53 mil euros, de los cuales 14 mil fueron usados –y se usarán– para proyectos de reconstrucción en Albania, incluyendo los trabajos de la última casa, que se llevarán a cabo tan pronto se obtengan los permisos. La parte restante fue enviada a las poblaciones indígenas de Honduras, tras la destrucción de campos y palafitos de los campesinos, por la acción de dos tifones durante el año 2020. “Por lo tanto, la experiencia de reciprocidad involucró todo el proyecto –sigue explicando Francesco Tortorella– estaban todos de acuerdo en usar el dinero de más para esa nueva emergencia”. Una parte de los fondos fue invertida en la realización de un curso sobre las emociones para jóvenes: tras el terremoto y la pandemia se veía esa necesidad, sobre todo por parte de los chicos, de recibir ayuda en la gestión del stress y de la angustia.  Son 25 los jóvenes de entre 14 y 24 años que están participando del curso actualmente. Elsa Cara, miembro de los Focolares, economista en Tirana, la capital albanesa, cuenta: “A causa del terremoto perdí a 7 primos. Fue algo muy duro, pero tuve que ponerme manos a la obra: gracias a las donaciones de los Focolares estuve en Thumane, uno de los lugares más afectados por los temblores.  Siendo un país prevalentemente musulmán, la comunidad católica es muy pequeña. Decidí ir allí todas las semanas, para estar cerca de los niños, desarrollando un curso de catecismo. Al comienzo estaban todos bajo el efecto de un shock. Ahora son un grupo unido y feliz de atravesar este recorrido y muchos de ellos ya se han bautizado. Todo ello ha sido fruto de una colaboración entre los Focolares, la Iglesia local y la Cáritas.” Alfred Matoshi, abogado en Tirana y colaborador en el proyecto de reconstrucción, agradece a los donantes en nombre de toda la comunidad de los Focolares en Albania: “Gracias porque son ellos los que me han permitido ir al encuentro de las familias en dificultad, de los niños de la calle sin casa, de las personas que lloraban por el miedo.  Gracias, no dejen de donar, hay necesidades en todas partes.”

Laura Salerno

“Ámense como yo los he amado”

Un congreso internacional on line, con traducciones a 20 idiomas, promovida por los Focolares destacó la contribución de la espiritualidad de Chiara Lubich para aumentar la unidad entre los cristianos. “La voluntad de Dios es el amor recíproco, por eso para cerrar esta ruptura es necesario amarse”. Con estas palabras Chiara Lubich puso en marcha el 26 de mayo de 1961 el Centro “Uno” para la unidad de los cristianos, como una contribución en el ámbito ecuménico para “suturar” la “ruptura” de la división entre cristianos de varias Iglesias. Quienes, de todo el mundo, más de 13.000 personas, participaron en el encuentro internacional por la unidad de los cristianos promovido por los Focolares y realizado on line el pasado 28 y 29 de mayo titulado Ámense como yo los he amado” (Jn 15, 12), han podido constatar que, la indicada en su momento por la fundadora, sigue siendo la línea del Movimiento en el ámbito ecuménico. Dos, en particular, las orientaciones surgidas en el camino hacia la unidad de los cristianos: “el diálogo de vida” y “el compartir los dones espirituales”. En la base de ellos, para los focolares, dos puntos de la espiritualidad de la unidad: la presencia de Jesús en medio de los cristianos unidos en Su amor (cf. Mt 18,20) y el amor llevado al extremo en el grito de Jesús en la cruz (cf. Mc 15,34). “El grito de la humanidad hoy – dijo Margaret Karram, presidente de los Focolares en su discurso – parece un eco de su grito: ‘Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?’ (Mc 15,34). Pero Jesús con un acto supremo se entregó completamente al Padre, colmando así toda ruptura, todas las desuniones posibles”. “En Él – continuó – encontramos la medida del amor. Cuando lo reconocemos en todo lo que nos lastima, en nuestros límites y los de los demás, cuando es difícil ‘encontrarnos’ sin lastimarnos, es nuevamente Él quien nos llama a amar la Iglesia del otro como propia”. A los “dos polos del carisma de la unidad”, la unidad y Jesús abandonado, se ha referido el cardenal Kurt Koch, presidente del Pontificio Consejo para la promoción de la unidad de los cristianos, indicándolos como la contribución de la espiritualidad ecuménica de Chiara Lubich para aumentar la unidad entre los cristianos. También afirmó que de esta “ha recibido mucha inspiración para mi función actual”. Transmitió el saludo del papa Francisco que “espera que la reflexión sobre el diálogo y el intercambio de dones espirituales, así como el compartir la experiencia de comunión vivida en los últimos años, sea un estímulo para llevar a cabo la oración de Jesús al Padre ‘Para que todos sean uno’”. El reverendo Ioan Sauca, secretario interino del Consejo Ecuménico de las Iglesias, afirmó que el amor es “el corazón de la espiritualidad de la unidad de la que Chiara ha hablado siempre; todos somos abrazados por el amor de Dios en Cristo en la fuerza del Espíritu Santo”. El teólogo católico Piero Coda, refiriéndose a la presencia de Jesús entre los suyos, dijo: “Y entonces será Él, a la luz y en la fuerza del Espíritu, quien nos guiará por el camino de la unidad”. “Jesús en medio” es una expresión acuñada por la Lubich quien, como recuerda la profesora Mervat Kelly, de la Iglesia Ortodoxa Siria “nunca antes se había oído”, aunque varios Padres de la Iglesia se han referido a esto. Mientras que el teólogo evangélico luterano Stefan Tobler observó que “el Movimiento, queriendo apoyar el camino de las Iglesias, puede remontar a una experiencia que sea el fundamento, el alimento de todo camino ecuménico”. El congreso fue seguido en muchos países del mundo: con 20 idiomas en traducción simultánea, el primer día la web en vivo tuvo más de 13.000 visitas y el segundo día 8500. Experiencias en vivo de Cuba, México, Perú, Venezuela, Hong Kong, Filipinas, Congo, Estados Unidos, Líbano, Rumanía, Gran Bretaña, Irlanda, Italia y el proyecto “Juntos por Europa” han confirmado que el “diálogo de vida” es una vía posible en el camino hacia la unidad. Otra dimensión que surgió en la conferencia fue el “ecumenismo receptivo”, es decir, el intercambio de dones espirituales, el descubrimiento de los dones que cada Iglesia puede ofrecer y compartir. Monseñor Juan Usma Gómez del Pontificio Consejo para la unidad de los cristianos, experto en diálogo con la realidad carismático-pentecostal, destacó las tensiones que existen dentro del cristianismo. “Me gustaría que intentemos juntos – dijo – soñar con un posible camino entre los miembros del Movimiento de los Focolares y los que pertenecen al Movimiento Pentecostal / Carismático, identificando algunos elementos esenciales para implementarlo”. Esta sesión fue enriquecida por el pastor Giovanni Traettino, fundador de la Iglesia Evangélica de la reconciliación en Italia y el pastor Joe Tosini, fundador del Movimiento John 17 en los Estados Unidos, mientras que los testimonios de Italia de pentecostales y católicos miembros de los Focolares trabajando juntos en proyectos solidarios para sus ciudades, respaldaron la fecundidad del “diálogo de vida”. Jesús Morán, copresidente del Movimiento de los Focolares, al finalizar el encuentro comentó: “El amor recíproco entre nosotros los cristianos es el testimonio más fuerte y creíble para el mundo que nos rodea” y “en el momento presente que vive la humanidad, la unidad de los cristianos es un imperativo ético que no se puede posponer”. Afirmando que “no queremos eludir ese “esfuerzo de unidad” al que se refería el cardenal K. Koch en su disertación, ha concluido: “Sólo queremos dar prioridad a lo que tiene la prioridad, y esta es la experiencia de Dios que fundamenta toda lógica, todo discurso predicativo sobre Dios. Me parece que en estos días hicimos esta experiencia, una vez más, como un don inmenso de Dios”.

Joan Patricia Back

  Aquí están los enlaces para ver transmisiones del 28 y 29 de mayo en diferentes idiomas: https://www.youtube.com/playlist?list=PLKhiBjTNojHo9Zx4JZmSokKOePyBL4Prp  

Premio Chiara “Luce” Badano 2021

Para jóvenes de los 10 a los 35 años, el concurso pone en evidencia a quienes de forma artística expresan de qué forma el encuentro con Chiara Badano los ha inspirado. El plazo cierra el 30 de junio de 2021. También este año se podrá participar en el Premio Chiara “Luce” Badano – nacido en el 2018, llega este año a su IV edición, promovido por la Fundación Chiara Badano -. El premio está dedicado a Chiara Badano, una joven del Movimiento de los Focolares, de la comunidad de Sassello (Italia), beatificada el 25 de septiembre de 2010. El concurso quiere promover obras artísticas que se hayan inspirado en la experiencia y en el modelo existencial de Chiara Badano, con el fin de promover y favorecer el conocimiento de su figura y de su historia, proponiéndola como modelo de vida para muchos jóvenes. A la edad de 17 años Chiara descubre que tiene un tumor óseo. Se da cuenta de la gravedad de la enfermedad pero el amor infinito por Dios es más fuerte. Su ofrecimiento es decidido: “¡Por ti Jesús, si lo quieres Tú, también yo lo quiero!”. Mantiene una relación estrecha y profunda con Chiara Lubich, fundadora de los Focolares, quien le escribe: “Dios te ama inmensamente y quiere penetrar hasta lo más íntimo de tu alma y hacerte experimentar gotas de cielo. “Chiara Luce” es el nombre que pensé para ti; ¿te gusta? Es la luz del Ideal que vence el mundo….”. Chiara Badano parte para el Cielo el 7 de octubre de 1990 a la edad de 19 años. Hoy, su breve pero intensa vida de relación con Dios Amor es un ejemplo para miles de jóvenes y adolescentes de todo el mundo. El Premio Chiara “Luce” Badano está abierto a todos los jóvenes de los 10 a los 35 años y quiere poner en evidencia a quienes expresan de forma artística cómo el encuentro con Chiara Badano los inspiró. Está prevista la subdivisión en dos categorías de participantes, pueden participar personas individualmente o grupos de chicos (de los 10 a los 16 años) y jóvenes (de los 17 a los 35 años) de todo el mundo, con una obra única por edición. La fecha que se tomará en cuenta es la señalada en la inscripción en el concurso. Los artistas podrán participar mediante su expresión creativa preferida: dibujo, poesía, cuento, canciones, danzas o mimo, caricaturas, videoclip y otras. Las obras deberán llegar al jurado antes y no más allá del 30 de junio de 2021 según la normativa y las modalidades indicadas en el reglamento que se encuentra en el sitio www.chiarabadano.org. Un jurado cualificado, presidido por la mamá de Chiara, María Teresa Badano, calificará los trabajos subdivididos en las dos categorías de chicos y jóvenes. El próximo 29 de octubre en Sassello, día de la fiesta litúrgica anual, está prevista la premiación con una placa de vidrio que representa a Chiara Badano y la exposición y/o ejecución de la obra ganadora.

Lorenzo Russo

Escuchar la voz del  Espíritu

La caridad, que es una participación en la vida divina, no podemos improvisarla nosotros, debemos obtenerla de Dios y de su Espíritu. Entonces, al escuchar y obedecer a su voz, el plan de Dios transcurre magnífico y majestuoso. […] Ser perfectos en el amor. Y –como sabemos– para alcanzar este objetivo hay que ser cada día más perfectos, porque «quien no avanza, retrocede», y tener hacia el prójimo que pasa a nuestro lado una caridad cada vez más refinada, cada vez más exquisita. Ahora bien, ¿cuál es el mejor medio para alcanzar este objetivo? Yo no veo otro que el de tener nuestro corazón, nuestra mente y nuestras fuerzas orientadas hacia Jesús Abandonado, en un deseo siempre renovado de amarlo; de amarlo en los inevitables dolores de cada día […]. Con este amor, y con el ir siempre y en cada momento «más allá de la llaga» –como decimos nosotros–, es como el Resucitado puede vivir luminoso en nosotros, y como el Espíritu Santo puede romper cada una de las cadenas de nuestro yo. Y si el Espíritu Santo vive libre en nosotros, Él puede difundir mejor la caridad que precisamente Él mismo ha derramado en nuestros corazones. Estoy haciendo en estos días la experiencia de que, tratando de vivir con el Resucitado en el corazón, la voz de Dios se agiganta dentro de mí y es esa voz la que me guía en las relaciones que debo entablar con cada uno, sea que pertenezca o no a la Iglesia o al Movimiento. […] Sí, la caridad, que es una participación en la vida divina, no podemos improvisarla nosotros, sino que debemos obtenerla de Dios y de su Espíritu. Entonces, al escuchar y obedecer su voz, el plan de Dios transcurre magnífico y majestuoso; y mientras esto se realiza, la unidad entre nosotros se profundiza y crece […]. Queridos, tenemos un Ideal extraordinario, divino. […] Verdaderamente no sabemos lo que tenemos, o mejor dicho, sí lo sabemos: tenemos a Jesús, el Hijo de Dios, en nosotros y en medio de nosotros, que vive y domina donde reina la caridad. Entonces, para ser así cada vez más, […] lancémonos de nuevo a amar a Jesús Abandonado, para que el Resucitado resplandezca en nuestros corazones. La palabra de su Espíritu se hará poderosa en todos nosotros y podremos ser cada vez más perfectos en el amor, complaciendo cada vez más a Dios y a María, y siendo siempre más aptos para servir a la Iglesia. Recordemos pues este trinomio: Jesús Abandonado, el Resucitado, escuchar la voz del Espíritu. Así seremos para todos expresión de la caridad de Dios.

Chiara Lubich

  (En una conferencia telefónica, Rocca di Papa 21 de noviembre de 1985) Cf. Chiara Lubich, Juntos es camino, Ciudad Nueva, Buenos Aires 1988, pp. 123-125

Volcán Nyiragongo: la (heroica) solidaridad de los ciudadanos de Goma

Volcán Nyiragongo: la (heroica) solidaridad de los ciudadanos de Goma

Hemos contactado a la comunidad de los Focolares de Goma (República Democrática del Congo) que, como toda la población, vive en estado de peligro tras la erupción del volcán Nyiragongo y los posteriores terremotos. Hace poco más de una semana explotó el volcán Nyiragongo ubicado en la República Democrática del Congo y definido como uno de los más activos del mundo. Según National Geographics, “el monte Nyiragongo rara vez está en calma y es uno de los pocos lugares en el mundo que tiene un verdadero lago de lava en su subsuelo que burbujea hasta la parte superior del cráter”. A última hora de la tarde del sábado 22 de mayo, las cosas se intensificaron drásticamente: grandes fracturas se abrieron en los flancos rocosos, arrojando lava en rápido movimiento hacia Goma, una metrópoli de más de 1,5 millones de personas que se encuentra a unos diez kilómetros del volcán. “El miedo y la desesperación se han convertido en compañeros de la vida cotidiana – dice Asu-Oma Tabe Takang, focolarina camerunesa que vive en Goma y a la que hemos contactado – una pesadilla que, lamentablemente, los habitantes de esta ciudad conocen demasiado bien”. Ante el riesgo de una nueva erupción, el gobierno provincial ha pedido a los habitantes de 10 barrios de la ciudad que abandonen sus hogares. UNICEF ha advertido que doscientos ochenta mil niños se encuentran entre las cuatrocientas mil personas que se espera sean evacuadas y necesitan protección o apoyo. “La situación aún no es estable – continúa Asu-Oma – y todavía se teme una nueva erupción. Vivimos en un barrio definido como “sin riesgo”, por lo que estamos más tranquilas. Hay algunas personas que han venido a buscar refugio”. ¿Cómo afrontan la situación? Desde los primeros momentos de esta tragedia nos planteamos el desafío: esforzarnos por vivir “aquí y ahora”. Es decir, ser conscientes y estar atentas a lo que sucede a nuestro alrededor, no dejarnos distraer por la preocupación y el miedo para poder ayudar a los más necesitados. ¿Cómo han vivido esta tragedia? Aun no podemos salir de casa como antes, todavía hay mucho miedo, aunque el ritmo de la vida se está recuperando lentamente. Pero a través de los medios de comunicación hemos estado en contacto con amigos, familiares y todos los miembros de los Focolares de la región. Los primeros momentos de esta tragedia fueron duros para todos, estábamos nerviosas, en la incertidumbre. En un momento, alguien envió un mensaje en uno de nuestros sitios, recordando la experiencia de Chiara Lubich con sus primeras compañeras durante la guerra. “También para Chiara eran tiempos de guerra, pero habían hecho un descubrimiento que les cambió la vida: Dios es amor”. Estos mensajes llegaban como chispas que infundieron valor en las personas, transformando también la actitud hacia nuestro sufrimiento, nuestras incomodidades, pero también hacia las personas a nuestro alrededor, especialmente las más sufridas. Nuestros celulares estaban llenos de mensajes y experiencias: una verdadera cadena de solidaridad. ¿Qué quieres decir? Una cadena de solidaridad está formada por pequeños actos de atención, amabilidad, ternura, caridad que pueden ser practicados en cualquier lugar y por cualquier persona: los que han tenido que salir de sus casas, pero también los que han podido quedarse. Fue gracias a este apoyo que nuestros corazones, pero también nuestros hogares, se convirtieron en lugares de acogida. Una mañana habíamos recibido mensajes de unos amigos y conocidos que estaban preocupados por nosotros, aconsejándonos que nos fuéramos de la ciudad. Recibimos una llamada de alguien que necesitaba evacuar porque su barrio estaba en alto riesgo. Se estaba preparando para salir, pero ni siquiera sabía a dónde ir. En ese momento reflexioné: “Estoy a salvo y estoy pensando en irme, mientras esta persona que tiene que salir de su casa y no tiene adónde ir”. Hablé con las focolarinas de mi reflexión y decidimos quedarnos en la ciudad para todos los que nos necesitaran. Así que llamamos a esta persona ofreciéndole hospitalidad a ella y a sus hijos en el focolar. Estos simples gestos de atención están generando relaciones recíprocas entre personas, incluso entre desconocidos, haciéndonos experimentar paz y serenidad. En un momento dado ya no había luz ni agua en la ciudad y nuestro conserje, que nos había dicho lo impactado que estaba, porque habíamos decidido quedarnos, hizo todo lo posible para que tuviéramos un poco de agua. Para ello acudió a un vecino a quien le dijo: “no pueden estar sin agua” y ellos hicieron todo lo posible para que tuviéramos agua en abundancia. El desastre también afectó a 17 pueblos… Sí, con la pérdida de cientos de viviendas, escuelas, centros de salud y hasta un acueducto. Se han confirmado 37 víctimas, cifra que podría aumentar en los próximos días; algunas personas murieron quemadas, otras debido a accidentes de tráfico durante la caótica evacuación. En todos estos días hemos tratado de estar cerca y orar con y por todas las familias que lo han perdido todo o a sus seres queridos, como les sucedió a tres familias de nuestra comunidad de los focolares que perdieron todo bajo la lava. Nos preguntamos qué podíamos hacer para aliviar un poco este dolor. Entonces una persona de la comunidad ofreció su terreno donde construir temporalmente una vivienda para cada una de estas familias, que asegure la convivencia de las familias y su intimidad. Asistimos también a momentos de gran generosidad.

Lily Mugombozi y Ghislane Kahambu

Un minuto por la paz

Un minuto por la paz

El martes 8 de junio a las 13 (hora local) nos detendremos en todos los husos horarios para rezar por Tierra Santa, Myanmar y por todo el mundo, cada uno según la propia tradición. “Con UN MINUTO POR LA PAZ 2021, el 8 de junio a las 13 (hora local) invitamos a todos: católicos, cristianos de las diferentes confesiones, creyentes de las más variadas religiones, hombres y mujeres de buena voluntad a unirse para rezar y trabajar juntos por la paz en todo el mundo, en especial en Jerusalén, entre israelíes y palestinos, y en Myanmar”. Este llamado ha sido lanzado por el Foro Internacional Acción Católica (FIAC) junto con la Acción Cartólica italiana y argentina, por la Unión Mundial de las Organizaciones Femeninas Católicas (UMOFC) y por otras asociaciones. El Movimiento de los Focolares adhiere a esta iniciativa e invita a todos a unirse espiritualmente en este momento especial. La fecha tiene un alto significado simbólico: el 8 de junio de 2014 se llevó a cabo en los Jardines Vaticanos el encuentro “Invocación por la paz” promovido por el Papa Francisco junto con el  Presidente de Israel Simon Peres, con el  Presidente de la Autoridad Palestina Mamūd ʿAbbās – Abu Mazen, y con el Patriarca de Constantinopla Bartolomé I. En ese encuentro estaba presente también Margaret Karram, actual Presidente de los Focolares, que en esa ocasión recitó la oración por la paz de San Francisco de Asís. “Creo en la fuerza de la oración porque la he visto en acción muchas veces, como el 8 de junio de 2014, cuando el Papa Francisco quiso que se realizara ese extraordinario momento que fue “la invocación por la paz” en Tierra Santa –recuerda Margaret Karram durante una entrevista que le hiciera el diario italiano Avvenire– (…) Yo tuve el privilegio de leer delante de ellos la oración por la paz de San Francisco de Asís.  Fue una experiencia muy fuerte. Nos podríamos preguntar: ‘¿Para qué sirvió esa oración?’. Fue un punto luminoso al que debemos tender, porque la oración –como dijo el que era entonces el Custodio de la Tierra Santa– no es una cosa que produce algo, la oración genera.  Entonces tenemos que seguir generando la paz dentro de nuestro corazón ante todo y con todos los demás”. A partir de esa fecha histórica, todos los años ese día 8 de junio el Foro Internacional Acción Católica invita a “Un Minuto por la Paz” para implorar juntos, en todo el planeta, que termine el conflicto.  ¡Nos toca nosotros!  Involucrémonos y difundamos esta iniciativa para contar en todo el mundo con un número cada vez mayor de MINUTOS POR LA PAZ.

Lorenzo Russo

 Info: International Forum Catholic Action

Colombia, en medio de las protestas la esperanza en un futuro mejor

Desde el año 2019 el país sudamericano vive protestas sociales contra las medidas del actual Gobierno. Daniel, joven de los Focolares, nos cuenta acerca del compromiso del Movimiento en favor de soluciones pacíficas de las tensiones. ¿Qué está pasando en Colombia? El país vive tensiones entre las fuerzas del orden y los ciudadanos. Protestas contra las opciones del actual Gobierno que –según los manifestantes– está llevando a cabo políticas que aumentan las desigualdades.  Para entender lo que está sucediendo hemos entrevistado a Daniel Osorio uno de los Jóvenes por un Mundo Unido del Movimiento de los Focolares en Colombia. ¿Cuál es la situación actual en tu país? Desde 2019 en Colombia ha habido protestas de masa que ponen en discusión lo actuado por el Gobierno.  La causa principal son los disensos por políticas gubernamentales y la exigencia de tener una educación pública gratuita; pero no es sólo eso. Entre los motivos de las protestas se encuentra también el uso excesivo de la fuerza pública contra los civiles, a veces verdaderas masacres.  Los manifestantes piden la intervención de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos  para verificar los muchos casos de presuntas violaciones. Son muchos los heridos y los muertos en estos años. Las cifras son: de 2016 a 2020 se registraron 971 homicidios de defensores de los derechos humanos y líderes sociales. En particular, en el mes de mayo de 2021, la tensión ha aumentado a causa del proyecto de ley para la reforma fiscal que afecta a la frágil clase media y a los estratos sociales más débiles y que han sufrido más el impacto económico de la pandemia. Las protestas desembocaron en una huelga nacional que involucró a más de cinco millones de personas.  Si bien la mayoría de las protestas han sido pacíficas y culturales, ha habido algunos actos vandálicos y una represión violenta por parte del Estado que ha provocado víctimas fatales y heridos. ¿Qué rol tienen las redes sociales para concientizar al mundo de lo que estás viviendo? Gracias a la influencia de las redes sociales, a la facilidad en la generación de contenidos audiovisuales y a la gran cantidad de informaciones que circulan, la gente puede tomar conciencia de lo que está sucediendo en nuestro país. Pero a veces es difícil estar seguros de la confiabilidad y la veracidad de los contenidos colocados en los espacios digitales. Por otra parte, la gran difusión de las redes sociales facilita el amplio alcance de los contenidos que dan cuenta de todas las exigencias de los manifestantes, y que también señalan las violaciones de los derechos humanos, ayudando a tener un cuadro cada vez más completo y real de lo que está pasando. ¿Qué hacen en esta situación la comunidad de los Focolares y los Jóvenes por un mundo Unido? Una vez que iniciaron las protestas, como Jóvenes por un Mundo Unido experimentamos dos sentimientos muy fuertes: una gran impotencia frente a los episodios concretos de violencia y un fuerte deseo de poder hacer algo concretamente. Hemos iniciado tres acciones:

  • a nivel local, hemos creado un espacio virtual en donde todos pudieran expresar lo que sentían, y lo entendíamos como un medio para compartir y recibir nuevas propuestas e ideas.
  • Hemos lanzado un video en nuestras redes sociales para visibilizar y alentar las protestas pacíficas y culturales,  seguros de que para cambiar la situación del país el camino es ése y no el de la violencia.
  • Estamos creando infografías –que difundimos a través de las redes sociales– para llegar al mayor número posible de personas en Colombia y en el mundo, explicando las causas de las protestas, la situación actual en nuestro país, pero también enviando un mensaje de esperanza, comunicando la importancia de estar unidos como país, como pueblo, como sociedad y como mundo.

¿Cómo ves tu futuro y el de Colombia? A pesar de la difícil situación veo que hay esperanza, porque la razón por la que estamos protestando y hablando es la siguiente: creemos que Colombia y el mundo pueden ser lugares mejores en donde vivir, con más justicia, equidad y unidad.

Lorenzo Russo

“Chi piange per te?” El nuevo videoclip del Gen Verde

 En 2013, después de otro trágico naufragio de una barca de migrantes en el mar Mediterráneo, el Gen Verde compuso una canción inspirada en la historia real de una niña que fue una de las víctimas. Hoy, después de muchos años, los problemas relacionados con la migración siguen siendo de dramática relevancia. Por esta razón, el Gen Verde vuelve a proponer la canción con un videoclip inédito. “Cuando alguien está sufriendo, es asunto nuestro. Nunca permitas que la indiferencia se apodere de ti, pero ten el valor de llorar ante el dolor y la capacidad de cuidar a los demás”. Este es el mensaje que el Gen Verde, grupo musical internacional, quiere transmitir a través del nuevo videoclip inédito lanzado el 9 de mayo de 2021, al compás de la canción: “Chi piange per te?”. Esta composición está tomada de la historia real de una niña migrante que murió en uno de los muchos naufragios en el mar Mediterráneo. Su cuerpo yacía en un hangar en la isla de Lampedusa (Italia). Junto con ella, 368 migrantes perdieron la vida. Era el 3 de octubre de 2013. Una de las muchas tragedias en el mar Mediterráneo que suceden desde hace muchos años. Como la ocurrida entre el 21 y el 22 de abril de 2021, donde 130 migrantes en una balsa destartalada, entre olas de más de seis metros de altura, escapaban del horror vivido en Libia. Y allí mismo, frente a la costa de Libia, pidiendo ayuda a gritos a través del teléfono de alarma durante dos días, no encontraron ayuda. Estas 130 personas se ahogaron. Otra tragedia más en este cementerio en el fondo del mar Mediterráneo. “Hemos caído en la globalización de la indiferencia. Nos hemos acostumbrado al sufrimiento del otro, no nos concierne, no nos importa, ¡no es asunto nuestro!”, dijo el papa Francisco tras el naufragio de octubre de 2013. “Después de componer la canción, ‘Chi piange per te?’, contada por el grupo internacional Gen Verde, nos dimos cuenta de que para muchos era una ayuda para cambiar de perspectiva y para despertar esa llama de ternura y solidaridad que todos llevamos dentro”. “Por eso, a pedido de muchos – explican – la volvemos a proponer con un videoclip inédito que esperamos ayude a ponerse en el lugar de los que sufren. Porque si despertamos la conciencia de que quienes están a merced de las olas son verdaderamente nuestros hermanos y hermanas a quienes cuidar, también cambiará nuestro modo de pensar y actuar. De modo que “ya no haya ‘otros’, sino un ‘nosotros’ cada vez más grande, que llega a incluir a todos”.

Lorenzo Russo

https://youtu.be/8iaemHN4r1c

La comunión del amor

La experiencia de los Focolares es vivir en la alegría de la unidad, efecto del amor recíproco, que es la voluntad de Dios para todos nosotros. Queridos, para confirmar una vez más nuestra espiritualidad colectiva, me ha salido al paso en estos últimos días un librito que me han indicado recientemente. Es del beato Balduino, que vivió en el siglo XII. Abad cisterciense, llegó a obispo, luego a primado de Inglaterra y después a legado pontificio En sus escritos[1] habla de que los monjes tienen necesidad no solo de vivir bien la soledad (O beata solitudo o sola beatitudo), sino también de realizar la «comunión» con los hermanos. Cita la frase: « ¡Ay del que está solo!»[2] Y dice: «El amor odia estar solo». […] Así pues, para el beato Balduino está el amor de quien ama y busca la comunión, que él llama «el amor de la comunión», y la correspondencia de amor por parte del amado, que hace que nazca entre los dos la «comunión del amor». […] La «comunión del amor», según él, lleva a la bienaventuranza tal como se puede experimentar en la tierra. Es nuestra experiencia: se trata de la alegría de la unidad, efecto del amor recíproco, que es voluntad de Dios para todos nosotros. […] Si vivimos nuestra vida cristiana plenamente, como nuestro Ideal enseña (y es en el amor recíproco), participamos –en la medida de lo posible en la tierra– de la gloria y la alabanza que están en la Santísima Trinidad; participamos de ella en nuestra relación con Dios (podemos glorificarlo a nuestra vez y alabarlo dignamente) y participamos de ella en nuestra relación recíproca. Dice el beato: «Todo bien, por el mero hecho de ser bien, necesita alabanza». «Todo bien», todo amor verdadero, y por tanto, también el que hay entre nosotros. Esta gloria y alabanza recíprocas, ínsitas en el amor mutuo, son las que nos hacen gozar con sencillez de todo lo que hay de alegre en nuestra vida de comunión. […] Tendamos siempre allí, al amor recíproco, a la comunión del amor, y dejémonos iluminar y calentar por la irradiación de su esplendor de alabanza y de gloria, solo para la gloria de Dios, para ser cada vez más dignos y estar cada vez más dispuestos a llevar este amor allí donde se hiela en la indiferencia recíproca y donde se muere de frío.

Chiara Lubich

  (En una conferencia telefónica, Rocca di Papa 26 de octubre de 1995) Cf. Chiara Lubich, Un pueblo de santos, Ciudad Nueva 2001, pp. 76-79. ——————————- [1] Baldovino di Ford, Perfetti nell’amore, Qiqajon, Comunità di Bose, Magnano 1987. [2] Si 4, 10.

Hoy hace más falta que nunca una Economía de Comunión

Hoy hace más falta que nunca una Economía de Comunión

“No nos olvidemos de los pobres” (Chiara Lubich). En un tiempo que está buscando afanosamente el camino para conjugar la economía con la justicia social y la sostenibilidad, la Economía de Comunión lleva treinta años viviendo y anunciando una nueva economía, portadora de un mensaje más actual que nunca. En mayo de 1991, cuando Chiara Lubich, fundadora del Movimiento de los Focoalres, aterrizó en Sao Paulo (Brasil), quedó impresionada por el contraste entre los rascacielos y los miles de casas pobres de las favelas que los rodeaban. Sintió la urgencia de hacer algo al respecto. El 29 de mayo de 1991 hizo surgir la Economía de Comunión. Viendo hoy nuestro mundo, se observan contrastes aún mayores, agravados por la pandemia. Ahora hace más falta que nunca una Economía de Comunión. El 29 de mayo de 2021, de las 13 a las 17 horas se emitirá online el evento internacional “30 AÑOS DE ECONOMÍA DE COMUNIÓN”, en directo desde la Ciudadela Internacional de Loppiano (Florencia, ITALIA), en italiano, inglés, portugués, francés, español y coreano. Intervendrán, entre otros: el economista Stefano Zamagni que ha acompañado a la Economía de Comunión desde siempre; Vera Araujo, socióloga brasieña; Jean Tonglet, de ATD Cuarto Mundo; Luca Crivelli, de la Università SUPSI (Lugano-Suiza); Alberto Ferrucci, empresario y “pionero” de la EdC; Isaías Hernando, presidente de la Asociación Internacional por una Economía de Comunión (AIEC); Geneviève Sanze, del Consejo General del Movimiento de los Focolares; Benedetto Gui, del Instituto Universitario Sophia; Margaret Karram, y Jesús Morán, Presidente e co-Presidente del Movimiento de los Focolares; Luigino Bruni, economista, Coordinador del proyecto Economía de Comunión. Forman parte de la Economía de Comunión más de 1.000 empresas que se inspiran en el proyecto en todo el mundo, 15 incubadores de la red EoC-IIN para el desarrollo de nuevas empresas en otros tantos países, 6 proyectos de desarrollo humano integral actualmente en marcha, y más de 400 tesis de grado y doctorales. El programa comenzará con el relato de los orígenes históricos y espirituales de la Economía de Comunión, seguido de algunas representaciones artísticas. Numerosos serán los testimonios de la vida de la Economía de Comunión desde Brasil, Argentina, Filipinas, Emiratos Árabes, Portugal, Estados Unidos, Bélgica así como video-mensajes recibidos de distintos países del mundo: desde Nueva Zelanda hasta Benin y México. También está prevista la participación artística del grupo internacional Gen Verde. La dirección profesional del evento estará a cargo de Maria Amata Calò. Habrá hubs locales de escucha y participación, garantizando el respeto de las normas anti-Covid. Luigino Bruni, Coordinador de la Economia de Comunión: “Os esperamos en gran número para celebrar treinta años de comunión, de compartir con los pobres, de ver cómo la economía de los cinco panes compartidos se convierten en mil y sacian a una multitud. Será una fiesta de gratitud, jóvenes y futuro. Porque la Economía de Comunión es un bien global, un don para todos”. Cómo participar: El evento está abierto a todos sin necesidad de inscripción. Playlist de YouTube con la relación de todas las lenguas disponibles: https://youtube.com/playlist?list=PLseXirhCvXpFZxIHlHX721qP1QvE3ranQ Canal  INTERNACIONAL:  https://youtu.be/FdBZIz3mBkY PORTUGUÉS: https://youtu.be/3joXe3qID1g INGLÉS: https://youtu.be/UEcaW9EN3k4 CASTELLANO: https://youtu.be/46KXJGo9aLc ITALIANO: https://youtu.be/BEIKv64Adl8 FRANCÉS: https://youtu.be/QzwQnIkaW3c Más información en las páginas dedicadas al evento en:  https://www.edc-online.org/it/italiano/news/30-anni-di-edc.html Todos los materiales divulgativos se encuentran disponibles aquí: https://www.edc-online.org/it/header-pubblicazioni/archivio-documenti/events-international/eventi-2021/30-anni-di-edc.html Galería fotográfica Economía de Comunión: https://www.flickr.com/photos/133391424@N02/albums   Oficina de Prensa de la Economía de Comunión : Antonella Ferrucci – (+39) 349 5620268    

La unidad de los cristianos hoy: “amaos como yo os he amado”

Congreso internacional on line 28-29 mayo 2021 – 13.30 -17.00 (hora italiana) 60 años de diálogo entre fieles de muchas Iglesias: una contribución, la del Movimiento de los Focolares a la unidad de los cristianos que genera acogida, justicia y paz entre comunidades y pueblos. En el congreso se profundizará en el “diálogo de la vida” que nace de la proximidad y del compartir entre cristianos de diferentes Iglesias. Tomarán parte: Card. Kurt Koch, presidente del Pontificio Consejo para la promoción de la unidad de los cristianos (Vaticano) Margaret Karram, presidente del Movimiento de los Focolares Rev. Prof. Dr. Ioan Sauca, secretario general ad interim Consejo Ecuménico de las Iglesias (Suiza); Prof. Dr. Piero Coda, instituto Universitario Sophia (Italia) Prof. Dr. Stefan Tobler, universidad Sibiu (Rumania); Prof. Dr. Mervat Kelly, pontificia Universidad Lateranense (Italia) Mons. Juan Usma, pontificio Consejo para la promoción de la unidad de los cristianos (Vaticano) Pastor Giovanni Traettino, fundador de la iglesia evangélica de la reconciliación (Italia) Pastor Joe Tosini, fundador del Movimiento John 17 (EE.UU.) Rev. Dr. Jesús Morán, copresidente del Movimiento de los Focolares “Centrándose en la espiritualidad de la unidad, Chiara Lubich ha impactado en el movimiento ecuménico y ha contribuido de manera significativa fomentando relaciones auténticas entre las diferentes Iglesias y tradiciones cristianas”. Así lo expresó Olaf Fykse Tveit, ex secretario general del Consejo Ecuménico de Iglesias. Hay miles de cristianos que se reconocen en el carisma de Chiara Lubich y en la primacía de la palabra evangélica en la que Jesús pide al Padre: “Que todos sean uno” (cf. Jn 17, 21). “Unidad” es la palabra clave del carisma de los Focolares y también del proceso de diálogo en curso; un camino que no anula la diversidad, sino que sabe reconocer allí una riqueza. El congreso impulsado por los Focolares, titulado “Amaos como yo os he amado” (cf. Jn 15,13), que tendrá lugar on line los días 28 y 29 de mayo, no podría haber llegado en un momento más oportuno, en el cual el reavivamiento de guerras y conflictos, además del flagelo de la desigualdad social exacerbada por la pandemia, requiere una contribución personal y global para curar las fracturas y heridas que afronta la humanidad hoy. El enfoque de la conferencia será doble: se profundizará en el “diálogo de la vida” – el punto de vista extraordinario a partir del cual Chiara Lubich comenzó en 1961 a recorrer un camino de comunión con cristianos de diferentes Iglesias – y el intercambio de “dones espirituales”. El “diálogo de vida” o “diálogo del pueblo”, como también lo definió Chiara Lubich, no se opone al de los líderes de las Iglesias, sino que lo acompaña y lo testifica. Son los propios cristianos los que viven, operan y trabajan juntos en la vida cotidiana y, inmersos en los desafíos de la historia, alimentan un clima de confianza recíproca, de estima y respeto mutuo que derriba barreras y prejuicios de siglos. Son muchos los testimonios de este diálogo que enriquecerán el congreso, como el de Lina, católica, y Roberto de la iglesia pentecostal, ambos de Agrigento (Italia), comprometidos en un proyecto de solidaridad común en favor de su ciudad, basado en el Evangelio, realzando lo que une y no lo que divide. O los de Filipinas, donde cristianos de muchas Iglesias colaboran para aliviar juntos situaciones de emergencia, descubriendo que son oportunidades fructíferas para caminar, trabajar y orar juntos. Nicole, por otro lado, es de la Iglesia greco-católica, mientras que Garo es ortodoxo armenio; son libaneses y colaboran con la Federación Mundial de Estudiantes Cristianos (WSCF) presente en todos los países de Oriente Medio. De su participación está naciendo una red de relaciones que crea comunión: “y de esta – explican Nicole y Garo – tenemos mucha necesidad en nuestros países”. El congreso internacional se celebra en el 60 aniversario del Centro “Uno” para la unidad de los cristianos, la secretaría para el diálogo entre cristianos de diferentes Iglesias fundada por Chiara Lubich el 26 de mayo de 1961. Tendrá lugar de 13.30 a 17.00 (hora italiana), se retransmitirá desde el Centro Mariápolis de Castel Gandolfo (Roma, Italia) y se traducirá a 20 idiomas. Para seguir el evento: http://live.focolare.org la invitación en PDF

Stefania Tanesini 

   

Tres “visionarios” de la unidad

Tres “visionarios” de la unidad

En su mensaje a los participantes de la Cátedra Ecuménica Internacional Patriarca Atenágoras-Chiara Lubich, el Patriarca Ecuménico de Constantinopla Bartolomé I define así al Papa Paulo VI,  al Patriarca Athenagoras y a  Chiara Lubich, protagonistas de esta tercera edición, organizada en sinergia entre el Instituto Universitario Sophia y el  Patriarcato Ecuménico de Constantinopla  el  25 y 26 mayo. “El Papa Paulo VI, el Patriarca Atenágoras, Chiara Lubich – Profecía de unidad entre las Iglesias hermanas”. Éste es el título de la tercera cátedra ecuménica internacional instituita por el Instituto  Universitario Sophia en sinergia con el Patriarcado Ecuménico de Constantinopla, que lleva como título el nombre de dos gigantes del diálogo entre las “Iglesias hermanas”, que son el Patriarca Ecuménico de Constantinopla Atenágoras I y la fundadora de los Focolares, Chiara Lubich. Muchos son los relatores que intervienen,  entre los cuales Su Eminencia el Metropolitano Policarpo, Arzobispo Ortodoxo de Italia y Exarca de Europa Meridional, Su Eminencia el Motropolitano Máximos de Selvyria, Co-titular de la Cátedra con el Profesor Mons.  Piero Coda, teólogo, el Profesor  Giuseppe Argiolas, rector del IUS, el presbítero Giuliano Savina Director de la Oficina Nacional para el Ecumenismo y el Diálogo Interreligioso de la Conferencia Episcopal Italiana, el Profesor  Augustinos Bairactaris, docente de Diálogo Ecuménico y de Teología Ortodoxa en la Academia Eclesiástica Universitaria Patriarcal de Creta, el Profesor Dimitrios Keramidas, docente en la facultad de Misionología de la Universidad Gregoriana, la Doctora  Sandra Ferreira, corresponsable del  Centro “Uno” para la unidad de los cristianos del Movimiento de los Focolares. Proponiendo el estudio de tres personalidades de altísimo perfil ecuménico como el Papa Paulo VI, el Patriarca Atenágoras I y  Chiara Lubich, los promotores han querido presentar un recorrido profundo y clarividente, aunque acaso aún demasiado poco explorado, como el que relaciona el diálogo teológico y el  “diálogo de la vida”, que la fundadora de los Focolares promovió e impulsó. El 25 de julio de 1967, cuando durante una de las históricas visitas de Paulo VI a Estambul, en el Fanar –histórica residencia de los Patriarcas de Constantinopla– el Patriarca Atenágoras I puso de relieve que el objetivo principal, de ellos como jefes de las respectivas Iglesias, era “unir lo que estaba dividido”, con mutuas acciones eclesiásticas, donde ello fuere posible, afirmando los puntos comunes de fe y gobierno, orientando de esa manera el diálogo teológico hacia el comienzo de una comunidad sana, sobre los cimientos de la fe y de la libertad de pensamiento teológico inspirados por nuestros Padres comunes y presentes en las distintas tradiciones locales”[1]. Fueron encuentros de una dimensión “epocal” que marcaron un cambio de ritmo en la historia moderna del diálogo entre las dos “Iglesias hermanas”. El primer encuentro entre Paulo VI y Atenágoras I se realizó en  1964; un encuentro que fue definido  “profético” por el actual Patriarca Ecuménico de Constantinopla Bartolomé I en su mensaje: “Los dos Primados percibieron que Occidente y Oriente no podían vivir aislados y con autosuficiencia, porque  ello era un daño para la unidad y la catolicidad del Cuerpo de Cristo y que un diálogo de amor y de verdad iba a poder conducir a la unidad, fundada en el sólido terreno del primer milenio”. Palabras extremadamente actuales, que ofrecen una clara indicación y un horizonte también para lo que la humanidad está viviendo en este tiempo dividido por una pandemia mundial y por el encenderse de conflictos en muchos sitios del globo; sólo el diálogo y un camino común en el que todo está compartido salvará a la humanidad. Bartolomé I es muy osado en su discurso y retoma una expresión del teólogo Florovsky, quien define a las dos Iglesias de Occidente y de Oriente como ‘hermanas siamesas’, que no pueden separarse la una de la otra”. “Este Congreso de dos días  –prosigue Bartolomé I en su mensaje– consiste en recordar y  renovar el llamado a este bendito camino, trazado por el Papa Paulo VI y por el  Patriarca Atenágoras. Chiara Lubich apoyó este camino con su sensibilidad, su comunicación inmediata y la certeza de que no había que debilitar el dinamismo en las relaciones entre las dos Iglesias, creado por el abrazo de los dos Primados en Jerusalén, que había derribado el muro milenario entre Roma y Constantinopla”. Margaret Karram, presidente de los Focolares, que en su saludo de apertura define a  Chiara Lubich como “un puente evangélico entre dos gigantes en la profecía de la unidad”, parece ser un eco de todo lo que se había dicho. “El deseo que formulo es que la Cátedra Ecuménica pueda continuar, con toda la Obra de María, siendo un puente con el amor, a través del recíproco conocimiento y el estudio, entre nuestras dos Iglesias hermanas, caminando juntos en la luz de Jesús, Camino, Verdad y Vida (cf. Juan, 14,6). El Profesor Piero Coda, explica el alto significado y la necesidad de mantener aún hoy la expresión “Iglesias hermanas” porque –aclara– “Significa reconocer la dignidad igual de dos grandes tradiciones de familias eclesiales”. Y, recordando la expresión del Papa Francisco que concuerda con que  “La unidad es un camino”2 , un horizonte de diálogo entre las iglesias cristianas que redescubre en el amor el motor de la unidad, agrega:  “No basta con descubrir el tesoro precioso que puede yacer sepultado en el campo conflictual de las interpretaciones. Tampoco es ya suficiente apuntar simplemente a una “diversidad reconciliada” como el reconocimiento recíproco de las diversidades acercadas la una a la otra. No: es necesario captar –allí donde ella esté presente– la savia del Espíritu Santo que circula y florece y fructifica en los sarmientos distintos de la única vid que es Cristo, y cuyo  viñador solícito y rico en misericordia es el Padre (cfr. Juan, 15). Caminar juntos, entonces, como Pueblo del Resucitado: allí en donde está la división está aún la muerte; en donde está el amor, entre los discípulos de Jesús, está el Resucitado y, en él, está ya la unidad con y en Dios, al servicio de todos”.

Stefania Tanesini

  El texto del mensaje del Patriarca Ecuménico de Constantinopla Bartolomé I en PDF El mensaje de la Presidente del Movimiento de los Focolares Margaret Karram en PDF El programa del congreso en PDF ——————————————- [1] De la intervención de S.S. Bartolomé I, Patriarca Ecuménico de Constantinopla “Unir lo que está dividido” – 24 de julio de 2017 http://www.vatican.va/content/osservatore-romano/it/comments/2017/documents/piccoli-passi-ma-balzi-da-gigante.html 2 Preghiera ecumenica comune nella cattedrale luterana di Lund (Svezia), Omelia del Santo Padre Francesco https://www.vatican.va/content/francesco/it/homilies/2016/documents/papa-francesco_20161031_omelia-svezia-lund.html