Movimiento de los Focolares

Serbia: Solucionadores de problemas entre Glasgow y Serbia

¿Qué tienen en común un grupo de jefes de Estado y algunos chicos de Serbia? Todos buscan soluciones a un problema común: proteger nuestro planeta que sufre. Mientras los grandes de la Tierra se reúnen en el Reino Unido para la COP26, algunos jóvenes serbios nos cuentan sobre una jornada ecológica que realizaron. “¿Es así como debe terminar nuestra historia? La historia de la especie más inteligente condenada por ser demasiado humana para poder ver el paisaje global y querer perseguir objetivos a corto plazo”. Con voz grave y potente, David Attenborough, un naturalista y investigador científico de 95 años, pronunció estas palabras frente a los grandes de la Tierra durante la COP26. La “Conferencia de las Partes”, organizada por las Naciones Unidas y que comenzó el 31 de octubre, está como siempre centrada en el tema del cambio climático. Este año en particular es percibido por muchos como una gran oportunidad para tomar decisiones importantes sobre el tema de la ecología y la ecología integral. Según muchos expertos, si no actuamos con decisión de inmediato, será demasiado tarde. Los jefes de Estado reunidos en Glasgow tienen un gran poder de decisión; pero también es cierto que es necesario un cambio que vea a todos como protagonistas. Un cambio basado por un lado en la colaboración entre Estados, por otro en acciones concretas a nivel local. Involucrando a cada uno de nosotros. Durante esta segunda semana de acuerdos y negociaciones internacionales, hemos decidido hacerles conocer una breve historia, que nos enviaron algunos chicos del Movimiento de los Focolares en Serbia. Durante una jornada ecológica organizada hace unas semanas, estos chicos se pusieron a trabajar para buscar soluciones inteligentes a problemas concretos, respetando la creación. “Somos los mejores solucionadores de problemas que jamás hayan existido en la Tierra, – continuó Attenborough en su discurso en la COP- (…) y la naturaleza es nuestro principal aliado”. Estos jóvenes también han ideado nuevas formas de resolver los problemas que viven, tratando de ser ecológicos, sostenibles y renovables. Uno de los primeros días de trabajo de la COP26, el papa Francisco tuiteó: “No hay más tiempo para esperar; son demasiados los rostros humanos que sufren esta crisis climática. Necesitamos actuar con urgencia, valentía y responsabilidad para prepararnos para un futuro en el que la humanidad sea capaz de cuidarse a sí misma y a la naturaleza”. Cada uno de nosotros puede hacer su parte, algunos dentro de una conferencia internacional, otros a través de un cambio en su rutina diaria. Lo importante es empezar, de inmediato y juntos. Este es el video de la jornada ecológica organizada por algunos chicos del Movimiento de los Focolares en Serbia. Active los subtítulos en inglés o italiano:

Laura Salerno

una jornada ecológica-Serbia

Brasil: Truequen el hambre con una flor

El 8 de mayo de 2021, en un semáforo de la ciudad de Porto Alegre (Brasil), Lorenzo (24 años) y su madre, Themis, vieron a un pobre con un cartel: “Tengo hambre, ayúdame”. Así nació el proyecto “Troque-a-fome-por-flor” (Truequen el hambre con una flor). El resultado es una red de floristas y voluntarios que ahora emplea a más de 70 personas y se está extendiendo a otras ciudades de Brasil. https://vimeo.com/619912565

Declaración del Movimiento de los Focolares

El Movimiento de los Focolares ha tenido conocimiento de la publicación del libro “La secta divina” del periodista Ferruccio Pinotti (Ed. PIEMME), que ha salido hoy, 9 de noviembre de 2021 a la venta en las librerías italianas. El volumen llega en un momento difícil y crucial de la historia del Movimiento de los Focolares: el del paso del periodo de la fundación a la fase post-fundacional. Este es un tiempo que, a lo largo de la historia de la Iglesia, a menudo ha puesto a dura prueba a las Órdenes religiosas, a los Movimientos y a las comunidades que han nacido de una inspiración carismática. El libro di Ferruccio Pinotti pretende demostrar que también en el Movimiento de los Focolares, el celo inicial ha llevado a veces a interpretaciones erróneas del carisma de Chiara Lubich y/o a acciones engañosas. De los documentos que Pinotti ha encontrado y publicado en el libro, relativos a algunos debates internos del Movimiento de los Focolares, emerge sin embargo que los miembros son cada vez más conscientes de estas y otras desviaciones en su historia y de la necesidad de remediarlas. De todos modos el volumen no parece ofrecer una presentación objetiva y ponderada de dicho carisma, reconocido por la Iglesia católica, y no tiene en cuenta el compromiso de miles y miles de personas que, inspiradas en la  vida y en las enseñanzas de la fundadora, se dedican con generosidad cotidianamente en todo el mundo a crear relaciones, a sanar heridas y a superar divisiones en todos los ámbitos de la vida eclesial y social, para construir un mundo más fraternal y más unido. Consideramos indiscutible el dolor de las personas que en estas páginas cuentan sus historias de gran sufrimiento, desilusión, engaño y abusos sufridos, como también el de aquellos que no han querido hacer públicos sus propios testimonios. El Movimiento de los Focolares, en las personas de la Presidente Margaret Karram y del Copresidente Jesús Morán, expresa nuevamente la vergüenza y el dolor por las víctimas y por todos los que de alguna manera se han sentido ofendidos, la propia cercanía y el deseo de continuar o iniciar un proceso de diálogo con ellos. Reitera el compromiso a combatir todo tipo de abuso, a continuar itinerarios de prevención y de formación de los miembros  y de los responsables y repite la invitación a todas las personas que tengan que informar acerca de hechos o historias de abusos, a  dirigirse a la Comisión para el Bienestar y la Protección de los menores y de los adultos vulnerables (CO.BE.TU.) o a los respectivos órganos eclesiales. A pesar de la lectura parcial,  unilateral, a veces inexacta o reductiva de la historia, de la espiritualidad y de la actividad del Movimiento, miramos este libro come un ulterior impulso en la prosecución de los procesos de conversión y de renovación en curso, en la fidelidad al carisma de fundación y en el desarrollo de un dialogo abierto, libre y crítico dentro del Movimiento y con todo aquel que desee comprender plenamente su realidad y colaborar con el mismo.

Stefania Tanesini

Chiara Lubich: constructores de paz

La Palabra de Vida para este mes de noviembre de 2021 nos invita a ser constructores de paz. Chiara Lubich explica en este pasaje cómo se puede llegar a serlo. ¿Sabes a quienes se refiere Jesús cuando habla de los que trabajan por la paz? No se refiere a los que llamamos pacíficos, que aman la tranquilidad, que no soportan las discusiones y se manifiestan conciliadores por naturaleza aunque suelen revelar un recóndito deseo de no ser molestados, de no querer tener problemas. Los que trabajan por la paz no son tampoco esas buenas personas que se fían de Dios y no reaccionan cuando alguien las provoca o las ofende. Los que trabajan por la paz son los que aman tanto la paz que no temen intervenir en los conflictos para procurársela a quienes están en discordia. Puede ser portador de paz el que la posee en sí mismo. Es necesario ser portador de paz ante todo en nuestro comportamiento de cada instante, viviendo de acuerdo con Dios y su voluntad. Los que buscan la paz se esfuerzan por  crear lazos, establecer relaciones entre las personas, allanando tensiones, desarmando el estado de guerra fría que uno encuentra en muchos lugares: en la familia, en el trabajo, en clase, haciendo deporte, entre países, etc.

                                                                                                   Chiara Lubich

(Chiara Lubich, en Palabras de Vida, preparado por Fabio Ciardi, Obras de Chiara Lubich, Ciudad Nueva, Madrid, 2020, pp. 203-204)

Nueva comisión para la protección de niños, niñas y adolescentes y adultos vulnerables (CO.BE.TU.)

Son 15 profesionales en distintos campos del derecho, la formación y la psicología, provenientes de distintas áreas geográficas y culturales. Una comisión independiente que colabora y vigila tanto para la protección de los menores como en los casos de abusos de poder dentro de los Focolares. El 17 de septiembre de 2021 fue instituida y su coordinador es el abogado civil y penalista italiano Orazio Moscatello, experto en Derecho de Familia y de los Menores. La Comisión para el Bienestar y la Protección de niños, niñas y adolescentes y adultos vulnerables (CO.BE.TU.) fue ampliada para ofrecer un servicio cada vez más competente y completo a quienes sufrieron o sufren abusos en el ámbito del Movimiento de los Focolares y a quienes desean hacer llegar de denuncias al respecto. Las áreas de competencia de los 15 profesionales que la componen son dos:

  •  formación y prevención
  •  gestión de las denuncias de abuso tanto de tipo sexual a menores como de poder

“El tema de los abusos fue una de las prioridades tratadas por la Asamblea General de los Focolares de enero pasado” -explica el abogado Moscatello- “aun consciente de todo lo que ya se hizo y se está haciendo en este campo, la Asamblea ha solicitado a todos los miembros del Movimiento un nuevo compromiso en la prevención de los abusos, come se lee en el documento final”. En efecto el punto 2 del texto de las conclusiones y los desafíos de los Focolares para los próximos 5 años declara que: “Nos comprometemos a reforzar todo lo que ya se está realizando para la prevención de todo abuso físico, sexual, de poder y de conciencia. Pedimos perdón a todas las víctimas y les aseguramos nuestro total apoyo, reconociendo, con profundo dolor, todas esas situaciones en las que no hemos estado a la altura de protegerlas. Nos comprometemos a promover aún más una cultura de prevención y promoción del bienestar de cada persona, con una formación adecuada y una comunicación transparente”. Por lo tanto, como primera consecuencia de esa declaración, la presidenta de los Focolares Margaret Karram dispuso que la Comisión para la Protección de niños, niñas y adolescentes y la Comisión Independiente de la Tutela de la persona fueran unificadas en una única entidad. Además, para permitir la plena independencia de la comisión de los órganos de gobierno, centrales y periféricos, sus componentes, durante los tres años de mandato, no tendrán ningún rol de responsabilidad dentro del Movimiento.

Stefania Tanesini

Para cualquier pedido o denuncia de abuso es posible escribir a: cobetu@focolare.org

La audacia de la unidad – Congreso de obispos de varias Iglesias

181 obispos amigos del Movimiento de los Focolares, procedentes de 45 países del mundo y de 70 Iglesias y comunidades eclesiales, participaron, presencialmente y por zoom, en el congreso “Atreverse a ser uno. El don de la unidad en un mundo dividido” que se realizó del 23 al 25 de septiembre de 2021. La génesis y el significado de este encuentro a través de entrevistas a cinco de los obispos participantes. https://vimeo.com/620772390

En la escuela de la “unidad”: tradición e innovación con Sophia Web Academy

Sophia Web Academy (SWA) es una forma original de formación a la cultura de la unidad, un experimento nacido dentro del IUS (Instituto Universitario Sophia) que tiene como objetivo dar respuesta a las necesidades de esta época. Un curso de formación de alto nivel y un doble camino en el campo de la cultura y el liderazgo de la unidad, dirigido al Movimiento de los Focolares y no solo. El profesor Michele Zanzucchi, docente de comunicación en Sophia, coordinadora de SWA, habla de ello. ¿Cuál es la misión de Sophia Web Academy? Sophia Web Academy (SWA) tiene como objetivo investigar y presentar las principales declinaciones conceptuales y operativas del carisma de la unidad, explicitando el intento de intercambio con quienes han iniciado una reflexión cultural a partir de la intuición mística de Chiara Lubich, fundadora del Movimiento de los Focolares. ¿Cómo surgió la idea de crearla? Nació durante la pandemia, viendo que aumentaba la demanda de formación sobre los fundamentos del carisma de la unidad y comprobando que era posible impartir enseñanzas satisfactorias online. De hecho, en el Movimiento de los Focolares se advierte la necesidad de un doble curso de formación para los cuadros dirigentes, tanto a nivel central como local; itinerarios que puedan dar a los participantes por un lado una preparación adecuada para los desafíos de los tiempos actuales, para poder dar cuenta del don recibido del carisma de unidad y, por otro lado, capacitar culturalmente a algunos de sus miembros para gestionar grupos o menos grandes. ¿Cómo se articula? El curso de especialización comienza en el primer año online con un total de 700 horas – 180 clases magistrales, 60 horas de trabajo bajo la guía de tutores o diálogo con profesores, y 460 de estudio personal – correspondientes a unos 30 créditos académicos, repartidos en 8 meses, del 28 de noviembre de 2021 al 3 de julio de 2022. Partiendo de una base común de aproximadamente 44 horas de enseñanza comunes, se articularán otras 120 horas según un doble camino: “Cultura de unidad” y “Liderazgo dialógico”. Mientras que, en unos “tres días” finales se impartirán las 16 horas finales, con un carácter decididamente interdisciplinario. ¿Cuáles son los requisitos de acceso? La inscripción al curso se puede realizar como alumnos o auditores. Los primeros necesitan un título, aunque breve, participan en los cursos, tienen derecho a un tutor, rendir exámenes y obtener la certificación universitaria. Los auditores, en cambio, pueden matricularse sin títulos especiales, participan en los cursos, no tienen derecho a tutor, no se presentan a exámenes y reciben un certificado de participación de extensión universitaria. Como auditores, es posible registrarse en módulos individuales. El curso completo de estudio como estudiante se puede completar en uno o dos años. Uno de los dos caminos que propone SWA se refiere a la “cultura de la unidad”. ¿Cuáles son los objetivos a alcanzar? Una de las cualidades de un líder en un mundo que cambia rápidamente es la sabiduría. La tarea específica de Sophia, según Chiara Lubich, es precisamente la de “enseñar sabiduría” que también se adquiere escuchando las voces – y dialogando con ellas – de quienes han buscado la verdad a lo largo de los siglos. Para un líder, esto significa adquirir la capacidad de ver lejos y también pensar estratégicamente sobre los procesos que se implementan hoy para prepararse para un mañana más humano. Una parte esencial del camino está dedicada a la experiencia y pensamiento de Chiara Lubich en el contexto del Movimiento de los Focolares, un aporte muy válido para la formación integral de líderes. ¿Cómo se puede relacionar el término “liderazgo” con el de unidad? SWA ofrece un espacio de conocimiento y aprendizaje del liderazgo con marcadas características de diálogo y servicio, atención a los más pequeños, comunión, implicación activa y flexibilidad; todo en grado de llegar a decisiones y elecciones estratégicas, trabajo en equipo y comunicación. El itinerario del Liderazgo se basa en 5 unidades didácticas que se complementan orgánicamente, combinando aspectos teóricos y prácticos. “Fundamentos del liderazgo”, “Gestión de grupo”, “Desarrollo personal”, “Trabajo flexible”, “Tipos y modelos de liderazgo” son las etapas de este camino innovador y convincente. Para inscripciones e información: https://swa.sophiauniversity.org

 Maria Grazia Berretta

La alquimia de Sophia

La alquimia de Sophia

Ha sido inaugurado en la ciudadela de los Focolares de Loppiano (Italia) el nuevo Año académico del Instituto Universitario. El centro del debate fue la ecología integral y sus implicancias para la universidad. El Instituto Universitario Sophia tiene una ambición: proponer en el sistema pedagógico universitario el modelo usado por los filósofos griegos antes de Cristo, como el Gimnasio o el Liceo, en donde la convivencia entre docentes y alumnos era el resorte educativo fundamental, pero introduciendo allí los valores cristianos de la persona y de la comunión.  No es una empresa menor, en un lugar de investigación y de “ecología integral”. Dice Federico Rovea, un ex-estudiante de Sophia, actualmente docente: “Sophia quiere decir hacer universidad, buscar la verdad en un clima de amistad”.  Todo ello ha sido experimentado el 29 de octubre de 2021, en Loppiano  (Italia), en el Instituto Universitario Sophia, durante la ceremonia de inauguración del año académico 2021-2022. El tema ha sido: “¿Qué implicancias tiene para la universidad esta época de la ecología integral?”. La Presidente de los Focolares, Margaret Karram, que es vice-Gran Canciller del Instituto remarcó en su discurso que “los objetivos que Sophia se propone son altos y emocionantes, demandan de todos que den lo mejor de sí en una continua apertura al diálogo y a la escucha, un lugar en el que el compromiso intelectual siempre está en búsqueda de nuevos caminos para responder a las exigencias culturales de nuestro tiempo”.  Llenas de significado también las palabras del nuevo rector, Giuseppe Argiolas, que volvió a recorrer el gran desafío relacionado con la pandemia: “Hemos realizado lo que en el pasado habíamos imaginado hacer en varios años:  1) completar por internet el año académico 2019/20; 2) crear las condiciones para una oferta de nivel, con una plataforma profesional; 3) ofrecer un diploma específico para quienes quieran estudiar en Sophia pero no tienen la posibilidad de venir a  Loppiano. Se trata de Sophia Web Academy: Cultura de la unidad y Liderazgo dialógico”. En un apreciado discurso, Valeria Garré, en representación de los estudiantes, puso el acento en tres palabras: camino, compromiso y apertura: “Sophia es mi casa cuando me doy cuenta de que la ecología es realmente integral  cuando lo es incluso en situaciones no fáciles, en las relaciones, en el cuidado de los espacios, siendo fieles en llevar adelante una tarea”.  Al final, el Cardenal  Giuseppe Betori, Arzobispo de Florencia y Gran Canciller de Sophia, se concentró en el encuentro –que está previsto en Florencia para el próximo mes de febrero– de algunos obispos e intendentes de países del Mediterráneo.  “Nuestras Iglesias sienten la necesidad de redescubrir la propia identidad, a partir de una común pertenencia mediterránea.  Partiendo de ella cada una de las Iglesias locales y cada uno de los gobiernos puede ponerse en esa actitud de escucha y de acogida del grito de la humanidad, sin tener miedo de reconocer en ese grito de naturaleza política, religiosa, social, cultural, económica, sanitaria, alimenticia, hídrica y ecológica, el grito de Cristo, su  ‘¿por qué?’”. Por consiguiente, el tema central de la ceremonia fue la ecología integral. El Profesor Sergio Rondinara quiso hacer propio el reto ecológico relacionándolo con un más profundo e invasivo reto antropológico: “Si en un pasado reciente la relación entre persona humana y naturaleza fue una relación equilibrada y a menudo de colaboración (pensemos sólo en la sociedad agrícola y campesina) hoy ésta ha asumido una configuración crítica a la que generalmente damos el nombre de crisis ambiental”.  Y explicó cómo se puede salir de una crisis tal, trabajando a cuatro niveles: “Nivel antropológico cultural, nivel del pensamiento, nivel ético y nivel religioso, o sea otros tantos senderos de un recorrido educativo personal y social”. En el debate, el Profesor Mario Taccolini, de la Universidad Católica de Milán, hizo hincapié en la experiencia hecha por su universidad para poner en el centro del interés la necesidad de una ecología integral, mientras que la Profesora Stefania Papa, de la Universidad Vanvitelli (Nápoles), destacó la necesidad de programas universitarios que estén animados por una cultura vital. Nos queda una convicción: la ecología integral no es un objetivo sólo científico o político, sino que es un modo de “estar en el mundo”.

Michele Zanzucchi

Chiara Lubich: Santos por amor a los hermanos

En la fiesta de Todos los Santos, Chiara Lubich nos invita a buscar la santidad juntos para testimoniar el amor recíproco también más allá del límite de nuestra vita terrena. Hemos comprendido que estamos llamados a amar a los hermanos, pero se puede amar poco o mucho. Ama poco aquel que se limita a hacerlo durante su vida terrena; ama mucho en cambio, quien encuentra el modo de amarlos también después, a lo largo de los años y de los siglos, porque, viviendo Cristo en él, se queda en la tierra como modelo al que muchos pueden imitar. Así han hecho los santos. Se sigue meditando sobre sus vidas, sus escritos y sus obras, incluso después de siglos y siglos de haber dejado esta tierra. Siguiendo su ejemplo, nosotros también podemos hacer esto: hacernos santos por amor a nuestros contemporáneos y a los que vendrán, para darles luz y estímulo en el camino de la vida durante largo tiempo, e infundir en sus corazones la llama del amor. Hacernos santos, por lo tanto, no para satisfacción nuestra, sino  ̶  además que para gloria de Dios  ̶ por nuestros hermanos

Chiara Lubich

En: Chiara Lubich, Santificarse Juntos, Ciudad Nueva, Madrid 1994, p. 88

Cuando Dios te toma la palabra

“El amor familiar: vocación y camino de santidad” es el tema del X Encuentro Mundial de las Familais que tendrá lugar en Roma del 22 al 26 de junio de 2022. Marcelo Chávez y Pia Noria, focolarinos casados chilenos, responsables del Movimiento Familias Nuevas del Cono Sur (Argentina, Chile, Uruguay y Paraguay), relatan su historia y la expectativa ante este evento. “Desde niño sentía que Dios me llamaba a seguirlo, a pesar de que no sabía bien cuál era el camino que tenía que emprender. Después de un período de discernimiento entendí que mi camino era el matrimonio”. Son las palabras con las que Marcelo Chávez, el esposo de Pía y papá de tres espléndidas hijas, relata el maravilloso designio que Dios tenía en mente para ambos. La de ellos es una vocación nacida a partir de una amistad de décadas, vivida compartiendo el mismo ideal de vida; un bellísimo viaje de novios que dio inicio a una nueva gran aventura en el matrimonio. Su familia hoy se ha vuelto una “Iglesia viva” junto con muchas otras, todas protagonistas del X Encuentro Mundial de las Familias “El Amor familiar: vocación y camino de santidad”, que se realizará en Roma (Italia) del 22 al 26 de junio de 2022. ¿Cómo se están preparando para este evento que, como ha escrito el papa Francisco en su mensaje de presentación, debido a la pandemia, asumirá un formato “multicéntrico y difuso”? Cuando el papa Francisco inauguró el año de Amoris Laetitia en marzo de 2021, indicando que se concluiría con el X Encuentro Mundial de las Familias en Roma, enseguida sentimos el llamado a participar en el evento presencialmente. Después, en julio 2021, cuando el Papa nos invitó a todos a vivir juntos este evento mediante una nueva modalidad, cada uno con su propia diócesis, sentimos que Roma extendía sus brazos hacia el mundo, acercándose a todas las familias, hasta la periferia, para que ninguno se quedara fuera. Intuimos que podíamos vivir este milagro de la unidad familiar siendo protagonistas, y no sólo mirando desde lejos. Por eso viviremos el encuentro desde donde estamos, adhiriendo a las iniciativas que se suscitarán en la Arquidiócesis de Santiago del Chile junto a otros Movimientos. ¿Qué quiere decir, como familia, recorrer el camino hacia la santidad? El 6 de septiembre del 2021 festejamos 18 años de matrimonio y, también en los momentos difíciles, no hemos tenido dudas, nuestro llamado siempre ha sido a amar al otro como lo quiere Dios. Dios nos ha tomado la palabra cuando dijimos nuestro “sí” y nos ha ayudado a ir adelante. Este camino de santidad en el matrimonio, lo entendemos como un camino compartido, recorrido juntos, unidos, en donde cada uno contribuye también a la santificación del otro. ¿De qué modo Jesús es el apoyo en sus vidas y qué papel  ha jugado la oración, sobre todo en este tiempo de pandemia? En estos 18 años, día tras día, nos hemos dado cuenta que la medida del amor conyugal implica realmente dar la vida el uno por el otro. Estar dispuestos a ello con la gracia de Cristo nos ha permitido darnos cuenta cuando nuestras diferencias están asumiendo una dimensión diversa. Naturalmente ha habido situaciones en donde no ha sido fácil afrontar los conflictos, algunos más difíciles que otros, pero ha sido en esos momentos que hemos sentido el fuerte deseo de ser fieles al sacramento del matrimonio y de seguir amando a Jesús también en las dificultades. Esto requiere tener valor y con gran fuerza de voluntad nos confiamos a Dios, a la Sagrada Familia para afrontar las situaciones complejas que los desafíos de hoy comportan. La oración nos ha sostenido y nos sostiene en este viaje, nos da fuerza y la seguridad que todo es Amor de Dios. En este período de pandemia, especialmente, la oración en familia ha sido importante al igual que la oración con la comunidad de los Focolares y con otras familias. Aunque no podíamos recibir a Jesús Eucaristía, entendimos que el encuentro con Él siempre lo podíamos tener y que Su amor se habría manifestado en medio nuestro. Durante la rueda de prensa de presentación del Encuentro el Card. Kevin Farell, Prefecto del Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida dijo: “Las familias son la semilla que puede fecundar el mundo. Ellas son las evangelizadoras que dan testimonio al mundo de la belleza familiar”. ¿Cómo podemos llevar este testimonio más allá de los muros domésticos? Esta realidad la encontramos reflejada en la Sagrada Familia de Nazaret. Es esta la grandeza y la importancia de ser familia hoy, ser el lugar donde Jesús nace y se dona al mundo. Nosotros experimentamos que el amor de Dios que se ha manifestado en nuestra vida no puede quedarse en nuestra familia, sino que se debe irradiar y ser la base para encontrarnos con otras familias, parejas, novios. Todos es una oportunidad para amar y para donar el amor de Dios. Caminar junto a otras familias significa formar comunidades, compartir los bienes, las necesidades, las preocupaciones y estar atentos a las necesidades de todos.

Maria Grazia Berretta

Feliz cumpleaños, Chiara Luce Badano

Feliz cumpleaños, Chiara Luce Badano

El 29 de octubre de 1971 nacía la Beata Chiara Luce Badano.  Varios eventos en todo el mundo la recordarán. En Sassello  (Italia), su pueblo de origen, la Santa Misa, el Timeout y la proyección de un video inédito con una entrevista a sus padres, realizado por la Fundación Chiara Badano. La Beata Chiara Luce Badano hoy cumpliría 50 años. Nacía 50 años atrás, el 29 de octubre de 1971, y hoy es un ejemplo de vida para miles de jóvenes. Chiara vivió poco menos de 19 años y “Luce” es el nombre que Chiara Lubich le propuso añadiéndolo al suyo y deseándole que fuera portadora de la luz del amor de Dios. Siendo adolescente conoció el Ideal de la unidad y llegó a ser una Gen, la generación de jóvenes y chicos del Movimiento de los Focolares.  Siempre atenta al prójimo, vivió su juventud como una chica normal y tal vez no imaginó nunca que iba a lidiar con la enfermedad cuando sólo tanía 17 años: una enfermedad grave. Si hoy Chiara Luce viviese, ¿cómo sería y en qué estaría comprometida su vida?  Una pregunta que muchos nos planteamos, justamente porque sentimos a Chiara Luce cercana, como una de nosotros, hoy como ayer. Se lo hemos preguntado a tres de sus amigos más íntimos, Chicca y Franz Coriasco y Cristina Cuneo, de la Fundación Chiara Badano. “Por lo que hemos vivido con ella, podemos imaginar que sería una chica completamente normal –afirma Chicca–, pero consciente de que viviendo el Evangelio y el ideal de Chiara Lubich, se pueden hacer grandes cosas”. ¿Qué anhelos tendría?  “Creemos que son los jóvenes los que podrían responder a esta pregunta –interviene diciendo Cristina–. De hecho, uno de los últimos mensajes de Chiara Badano, que fue como su testamento, era el de “entregar” a los jóvenes la antorcha, “como en las Olimpíadas”. Y así lo han entendido muchos jóvenes, con su compromiso concreto para reducir las desigualdades y las injusticias sociales, por el cuidado del ambiente, por la tutela del bien común, en las situaciones más dolorosas propias de cada contexto. Mucho más aún en este período de emergencias pandémicas. En síntesis, sanar las heridas abiertas como ella trató de hacer durante toda su vida:  en su medida, pero siempre con una gran concreción”. Y Franz agrega: “Ella escribía una vez: ‘A menudo el hombre no vive su vida porque se encuentra sumergido en tiempos que no existen: o en el recuerdo o en la añoranza del pasado, o proyectado hacia el futuro. En realidad, el único tiempo que el hombre posee es el momento presente, que debe vivirse completamente, aprovechándolo en plenitud…  De esa forma, tomaríamos conciencia del valor de nuestra vida, un regalo precioso que no puede y no debe ser desperdiciado ni destruido por egoísmos estériles e inútiles ambiciones”.  Una cita cotidiana con ella y con todos en el mundo era el Timeout: todos los días, a las 12 del mediodía nos deteníamos para pedir por la paz.  Era una urgencia fundamental para ella y pensamos que lo sigue siendo para todos nosotros hoy también”. La Iglesia la beatificó el 25 de septiembre de 2010 tras haber reconocido el milagro de la curación improvisa de un chico de  Trieste (Italia). Del  28 al 30 octubre en varias partes del mundo habrá eventos para recordarla. El primero será el  28 de octubre a las 20 horas (Easter time de Estados Unidos y Cánada). El evento está organizado por New City Press, Living City y la YCNA (Youth Center for North America), con números artísticos y momentos interactivos con personas impactadas por el testimonio de vida de Chiara Luce. En el programa habrá un mensaje de una testigo directa que conoció a Chiara. Será también una ocasión para presentar dos nuevos libros sobre Chiara en inglés: Blessed Chiara Badano. Her Secrets to Happiness” (https://www.newcitypress.com/blessed-chiara-badano.html), particularmente dirigido a los chicos, con texto de Geraldine Guadagno e ilustraciones de Loretta Rauschuber, y “In my staying is your going. The Life and Thoughts of Chiara Luce Badano” (https://www.newcitypress.com/in-my-staying-is-your-going.html), elaborado por la Fundación Chiara Badano. En Sassello, su ciudad natal, el 29 de octubre se celebrará una Santa Misa a las 18 horas de Italia, que podrá seguirse en directo por streaming en la página www.chiarabadano.org. A continuación se proyectará el video “Chiara Badano: una vida de luz” (dirigido por Marco Aleotti) con entrevistas inéditas a sus padres, que cuentan de ella y de la vida de la familia. El video estará disponible en los días siguientes siempre en la página dedicada a ella. El sábado 30 de octubre, su fiesta litúrgica, a las 12 (hora italiana) directamente desde el cementerio de Sassello, alrededor de Chiara Luce y siempre por streaming en www.chiarabadano.org se hará el Timeout: un minuto de silencio para pedir por la paz en todo el mundo.  A las 15 horas se celebrará la Santa Misa en la parroquia de la Santísima Trinidad de Sassello celebrada por el obispo Mons. Luigi Testore con la participación del postulador, el Padre Gianni Califano. Concluyendo, se hará la premiación de los ganadores del Premio Chiara Luce Badano 2021.

Lorenzo Russo

Chiara Lubich: Todavía estamos en viaje

“La vida puede traducirse en una aventura divina”, escribe Chiara Lubich, sugiriendo el modo de hacer que nuestra existencia sea tal. Es necesario aprender a ver lo que nos sucede creyendo que todo es un signo del amor de Dios por nosotros y que todo lo que nos sucede puede contribuir a nuestro bien. Todo contribuye al bien para quienes aman a Dios. El hecho es que Él tiene un propio designio de amor sobre cada uno de nosotros, nos ama con amor personal, y si creemho toltoos en ese amor y correspondemos con el nuestro  ̶ esta es la condición ̶  Dios conduce cada cosa hacia el cumplimiento de ese designio. Basta mirar a Jesús. Sabemos cómo Él amó al Padre. Pues bien, si pensamos en Él aunque sea un momento, podemos ver cómo realizó esta Palabra durante toda su vida. Para Él nada sucedía por mera casualidad. Todo tenía un significado. Pero la encarnación de esta Palabra se ve en Él, de manera especialisima, sobre todo en el último tramo de su existencia: nada sucedió por casualidad durante su pasión y muerte. También el abandono por parte del Padre, prueba extrema para Él, cooperó al bien porque con su superación Jesús dio cumplimiento a su Obra. Las causas eran tal vez ciegas: quienes lo sometieron a sufrimientos y después a la muerte no sabían lo que hacían. Y no solo en el sentido de que no conocían a quien flagelaban y crucificaban, sino también porque no sabían que eran autores de un sacrificio, del sacrificio por excelencia, que llevaría a la salvación de la humanidad. Los dolores le llegaban a Jesús, por tanto, sin esta intención, pero Él, porque amaba al Padre, los tradujo todos en medios de redención, viendo en esos terribles momentos, por el contrario, la hora esperada desde siempre, el cumplimiento de su divina aventura terrenal. El ejemplo de Jesús tiene que ser una luz para nuestra vida: todo lo que llega, lo que sucede, lo que nos rodea y también todo lo que nos hace sufrir, tenemos que saber leerlo como voluntad de Dios que nos ama, o una permisión suya, que es igualmente amor. Entonces todo resultará más que interesante en la vida; todo tendrá un sentido; todo, será extremadamente útil. ¡Ánimo! Aún estamos vivos. Todavía estamos en viaje. La vida puede convertirse en una divina aventura. El designio de Dios sobre nosotros todavía puede cumplirse. Basta amar y tener los ojos abiertos a su voluntad siempre espléndida.

                                                                                                                      Chiara Lubich

(Chiara Lubich, Conversazioni in collegamento telefonico, a cura di Michel Vandeleene, Città Nuova, Roma, 2019, pp. 160-161)

¿Qué sabor tiene la felicidad?

Cuánto hicieron a uno de estos hermanos Míos, aun a los más pequeños, a Mí me lo hicieron” (Mt 25,40). Es el pasaje del Evangelio que se evidencia en esta experiencia narrada por Gustavo Clariá, focolarino argentino en Lima. Un relato que tiene el sabor de aquella alegría de los pequeños gestos capaces de derrumbar muros y hacer felices a los demás. La primera vez que lo vi estaba allí, inmóvil, con algo en las manos que, desde lejos, non lograba detectar qué era. La doble mascarilla y el gorro permitían ver solo sus ojos. Esa mirada apagada, perdida en el vacío, atrajo mi atención.  Permanecía de pie teniendo algo que, acercándome, descubrí que era una cajita de golosinas. No cabían dudas, estaba allí para venderlas y, sin embargo, no hacía nada para ofrecerlas. Lo saludé sin obtener respuesta. Saliendo de Misa lo volví a saludar, pero otra vez sin éxito. “Este hombre tan triste tendrá mi edad –pensé–. ¡Qué injusta se presenta, a veces, la vida! Sin embargo Dios lo ama inmensamente, como me ama a mí”. Me propuse saludarlo cada día, pero ¿era un simple saludo lo que él se esperaba? Él estaba allí para hacer su trabajo y, obviamente, esperaría que alguien se diese cuenta. Decidí, entonces, comprarle algo. No tengo la costumbre de gastar en golosinas y de comerlas a cualquier hora, pero de algún modo tenía que comenzar. Me detuve y me interesé por la variedad de sus productos como si estuviera en un gran negocio de dulces. Después de un atento examen, elegí un chocolatín a la menta. Pagué, le agradecí y lo saludé, sin suscitar reacción alguna. La escena se repitió por varios días de la misma manera. Luego de un mes de ausencia, volví a la Misa de la parroquia. Él estaba siempre allí, en el mismo lugar en donde lo dejé. Lo saludé sin esperarme nada, pero cuando me reconoció se le escapó una sonrisa, como si estuviera contento de volver a verme. No lograba creerlo. Durante la Misa pasó la señora con la bandeja de las ofrendas, busqué en mi bolsillo y tanteé una moneda de 2 soles. Estaba por ponerla en la bandeja, cuando pensé: “Jesús se identifica también en las personas que más sufren. Con 2 soles puedo comprarle otra golosina”. A la salida me dirigí a donde estaba: “¿Qué me puede ofrecer hoy de rico?”. Por primera vez me miró y, con un gesto cómplice, comenzó a buscar en la cajita hasta que encontró lo que quería hacerme probar: “Le gustará, es un chocolatín con sabor a fresa muy rico y cuesta 2 soles”. No lo podía creer. Fue el diálogo más largo del mundo. Había pronunciado una frase completa solo para mí. Le agradecí infinitamente por su gentileza y, felices, nos despedimos. No veo la hora de volver a encontrarlo para confirmarle su elección: el chocolatín con sabor a fresa era riquísimo.

Gustavo E. Clariá 

Evangelio Vivido: Un salto en la oscuridad

Es como firmar un cheque en blanco, dar un salto en el vacío. A menudo confiar en Dios parece un desafío demasiado grande y exige un impulso, una valentía a la que no siempre estamos dispuestos. Reconocer nuestra pequeñez, pedir ayuda y permitir que alguien se haga cargo de nosotros con ternura es el camino para reconocer ese Amor providencial del Padre que no nos abandona nunca y, con gratitud, volver a ponerlo en circulación en el mundo. Compartir El  terremoto había semidestruido nuestra casa. Mis hijos y yo estábamos durmiendo a la intemperie y casi no teníamos nada para comer. Un día en el que realmente no sabía qué llevar a la mesa, confiando en Dios que es Padre, puse a calentar una olla con agua. Estaba por hervir cuando llegó una persona con una bolsa llena de verduras y fruta. Enseguida me puse a hacer una sopa, cuando nuevamente tocaron a la puerta, ¡era un amigo que había venido a traer carne y un poco de arroz! al regresar de la escuela, los chicos se quedaron sorprendidos en la mesa: “¿Qué pasó mamá? ¿No habías dicho  que hoy no había nada para comer?”. Les conté a ellos, que no quieren saber nada de Dios, que mis oraciones habían sido escuchadas. Pero después de la comida le pedí a Jesús que me mandara una persona necesitada con la cual compartir la comida que había recibido. Al día siguiente llegó un joven que me pidió un poco de pan. Lo acogí con amor y si bien él no quería abusar de nuestra hospitalidad, viendo que éramos pobres, lo hice entrar y le serví el almuerzo. (Lusby – Colombia) Amor que circula Delante de la universidad me encontré con un anciano sucio y vestido con harapos, casi ciego y con heridas debido a sus frecuentes caídas. Era una auténtica imagen de Cristo en la cruz, lo ayudé a levantarse y le propuse si se quería bañar. Entrando en la universidad, me animé a pedirle  al rector, que es musulmán, el permiso para usar su baño personal, que es el único que tiene una tina, para que ese pobre se pudiera bañar con mi ayuda. Sorprendido por la insólita solicitud, no sólo nos permitió entrar, sino que él mismo nos procuró el jabón. Después acompañé al viejito a su casa, le compré comida y limpié su cuarto, que estaba inhabitable por la suciedad. Al día siguiente, fui convocado por el rector, que quería conocer el motivo de ese gesto. Entonces le pude decir que la elección de amar al prójimo unía a millones de personas de todas las religiones. Interesado en conocer más, me ofreció una suma de dinero para las necesidades del anciano. También mis amigos que presenciaron la escena de la llegada recogieron dinero para comprarle al anciano ropa nueva. (Bassam – Irak) Tres vacas Desde hacía un poco de tiempo ayudaba a un chico pobre que había conocido durante nuestra misión en el campo de refugiados de Karuma, en el noroeste del país, pagándole la matrícula de la escuela. Lamentablemente a un cierto punto, como ya no tenía dinero para seguir apoyándolo tuve que explicarle mi dificultad. Cuando más tarde este chico me volvió a pedir ayuda, nuevamente sufrí por no poder ayudarlo. Entonces decidí vender una vaca que tenía en la casa de mis padres, para permitirle que siguiera estudiando. Naturalmente él estaba muy feliz de poder retomar sus clases. En la nueva parroquia donde vivo hace casi un año, un día una representación de mis parroquianos vinieron a hacerme una visita de solidaridad, porque sabían que mi papá estaba enfermo. Entre los regalos que me trajeron había tres vacas. No lo podía creer, volvían a mi mente las palabras del Evangelio: “Una medida buena, apretada y desbordante les será versada en su regazo”. (Padre David – Kenia)

a cargo de Maria Grazia Berretta

(tomado de Il Vangelo del Giorno, Città Nuova, año VII, n.4, septiembre-octubre 2021)  

Chiara Lubich: En todas las cosas

«Sabemos que en todas las cosas interviene Dios para bien de los que lo aman», es la Palabra de vida que tratamos de poner en práctica durante este mes de octubre de 2021. Chiara Lubich, en este pasaje nos ayuda a penetrar más en estas palabras que el apóstol Pablo escribió a los Romanos. Él [Dios] interviene para bien de los que lo aman. (…) O sea, no para bien de cualquiera, sino para los que aman a Dios, que son los que corresponden a su amor. Él no tiene por cada uno de nosotros un amor genérico, sino un amor personal y especial, y hace que todo sirva para el bien –es decir, para la salvación, para la verdadera felicidad, para el progreso espiritual– de los que lo aman. Todas las cosas. Entonces no se trata solamente de su Palabra o de los sacramentos o de los ministerios o de los diferentes medios que Él dispuso en la Iglesia para nuestro bien espiritual. Eso sería evidente. El Apóstol quiere decir algo más: para los que creen en el amor de Dios y lo aman, las más diversas circunstancias que condicionan su existencia no son simples efectos de la casualidad o de las leyes ciegas de la naturaleza o de la voluntad de los hombres, sino que están guiadas por ese amor; son todas ocasiones y medios de los que Dios se sirve para llevar a cabo la obra de su santificación. Él se esconde detrás de todos los acontecimientos de nuestra vida, como detrás de un estado de salud determinado, de un contratiempo, un cambio repentino de planes impuesto por las circunstancias; detrás del estado de vida en el que nos encontramos, o de una prueba moral inesperada o de una dificultad de cualquier tipo que encontramos en el trabajo. Se esconde tras el hecho de que nos hallemos en un lugar determinado o al lado de un prójimo en concreto. Para el que ama a Dios, todo, hasta las faltas de su vida pasada, adquiere un significado positivo, porque en todas estas circunstancias experimenta el amor de Dios, que quiere guiarlo hacia la santidad. (…) Ante todo, no debemos detenernos nunca en el aspecto puramente externo, material y profano de las cosas, sino creer que cualquier hecho es un mensaje con el que Dios nos expresa su amor. Entonces veremos que la vida, que se nos puede mostrar como un tejido del cual no vemos más que nudos e hilos confusamente entrelazados, en realidad es distinta: es el dibujo maravilloso que el amor de Dios va tejiendo sobre la base de nuestra fe. En segundo lugar, debemos abandonarnos con confianza y totalmente a este amor en todo momento, tanto en las pequeñas cosas como en las grandes. Es más, si sabemos encomendarnos al amor de Dios en las circunstancias comunes, Él nos dará la fuerza para confiarnos a Él en los momentos más difíciles, como pueden ser una gran prueba, una enfermedad o el mismo momento de la muerte.

Chiara Lubich

(Chiara Lubich, en Palabras de Vida/1, preparado por Fabio Ciardi, Obras de Chiara Lubich, Ciudad Nueva, 2020, pp. 312-314)

Unidos en la creación

A pocos días de la clausura del “Tiempo de la Creación”, algunas reflexiones y experiencias sobre el aporte que nosotros, ciudadanos del mundo, pertenecientes a diferentes religiones, podemos ofrecer para la protección de nuestro planeta y de la humanidad, viendo la creación como un punto de encuentro. Como “una hermana, con la cual compartimos la existencia, y como una madre bella que nos acoge en sus brazos”. Estas son las palabras con las que el Santo Padre, al describir nuestro planeta, nos introduce en su Exhortación Apostólica Laudato Si’. Un llamamiento, el del Papa, dirigido a “todos los hombres de buena voluntad” y a los creyentes de toda fe: “la mayor parte de los habitantes del planeta se declaran creyentes, y esto debe provocar a las religiones a entrar en un diálogo entre ellas orientado al cuidado de la naturaleza, a la defensa de los pobres, a la construcción de redes de respeto y fraternidad”[1]. Nuestra casa está en peligro y la gravedad de la crisis ecológica que estamos viviendo necesita un camino a seguir para el bien común. Profundizar, hasta llegar a la esencia de cada fe, es el camino para descubrir, con asombro, la unidad con la creación. Es la forma de encontrarnos, en la belleza de la diversidad, como hermanos que viven bajo un mismo techo. “El judaísmo enseña que somos compañeros de Dios en la creación”, explica Emily Soloff, director asociado para las relaciones interreligiosas e intergrupales del Comité Judío Estadounidense. “No somos dueños de la creación – continúa – pero tenemos la responsabilidad de proteger y cuidar el mundo. (…) El Shabat es un día de la semana en el que reducimos intencionalmente nuestro consumo de energía al apagar completamente las computadoras, teléfonos y otros dispositivos electrónicos. No conducimos ni hacemos compras en Shabat. Es un día de descanso”. La modernización nos ha alejado, progresivamente, de ver la tierra como una manifestación de lo divino, dejando que el hombre triunfe sobre la naturaleza. Mostafa El-Diwany, médico musulmán del Departamento de Medicina de la Universidad de Montreal-Canadá dice: “En el islam, como en las otras religiones abrahámicas, el eje del ser es la Unidad de Dios; el Creador es la fuente de todo lo que existe (…). Como tal, todo organismo viviente y la materia misma están impregnados de lo Sagrado y, en consecuencia, son sagrados. Esta noción de ninguna manera obstaculiza el estudio objetivo del mundo físico y del hombre en su interior. (…) Dios le dio al hombre la dignidad sobre el resto de su creación confiándole la vicegerencia. Este no es un rol de dominación y explotación, sino un cargo de responsabilidad (…)”. Lo que, por lo tanto, parece ser una crisis ambiental, podría verse como una crisis espiritual, la incapacidad de reconectarse con lo divino y vivir en armonía con la naturaleza. Restaurar el orden con la creación “es la base de los preceptos budistas”, dijo Wasan Jompakdee, miembro cofundador y ex secretario general de la Fundación Dhammanaat para la Conservación y el Desarrollo Rural en Tailandia. Al relatar el trabajo realizado por Phra Ajahn Pongsak Techadhammo, monje fundador, dice: “Hace unos treinta años comenzó a observar la pérdida de árboles y tierras en las montañas del norte de Tailandia. Los embalses de gran altitud que alimentaban los arroyos y ríos de abajo se dañaron, lo que provocó que los ríos se secasen lentamente. (…) Dio un paso radical para revertir la desertificación, movilizando a los habitantes para regenerar sus tierras estériles y restaurar las cuencas hidrográficas. (…) Hoy, las áridas tierras desérticas amarillas que él había protegido reverdecieron con árboles frutales”. Es una lógica de compasión por lo que nos rodea, por ese espacio que se nos ha dado y que debemos compartir. Según el hinduismo, “la naturaleza – dice Meenal Katarnikar, miembro de la Facultad de Filosofía de la Universidad de Mumbai – pertenece a todos, a los animales, los hombres, los dioses y las plantas y ama a todos por igual”. “En la India – continúa – las rimas de nuestra infancia reflejan nuestra amistad con animales como vacas, gorriones y cuervos. Cada bocado con el que la madre alimenta al niño se asocia con ‘hermano gorrión’ o ‘querido cuervo’, o ‘hermano pavo real’”. Esta fraternidad, que tanto recuerda el “Cántico de las criaturas” de san Francisco de Asís, sólo es posible si nos redescubrimos locamente enamorados de la creación. Un impulso que afecta a todos sin distinción, incluso en el ámbito cristiano, donde hay varias Iglesias. El Patriarca Ecuménico de Constantinopla Bartolomé I en la Cumbre de Halki (Turquía) en 2012 dijo: “Los cristianos estamos llamados a aceptar el mundo como sacramento de comunión, como forma de compartir con Dios y con el prójimo a escala global. Es nuestra humilde convicción que lo divino y lo humano se encuentran en el más mínimo detalle del vestido sin costuras de la creación de Dios, incluso en el último granito de polvo de nuestro planeta”[2].

Maria Grazia Berretta

[1] Papa Francisco, Carta Encíclica Laudato si’, 201. [2] Patriarca Ecuménico de Constantinopla, Bartomé I, Discurso Global Responsibility and Ecological Sustainability: Closing Remarks, I Vertice di Halki, Estambul, Turquía, 20 de junio de 2012.  

Objetivo mundial Hambre Cero

Objetivo mundial Hambre Cero

Sigue adelante el proyecto de los Chicos por la unidad de los Focolares para vencer el hambre en el mundo. El sábado 16 de octubre de 2021 en una transmisión en vivo global a partir de las 14.30 horas (hora italiana) y hasta las 16.00 p.m. cientos de jóvenes se reunirán para dar testimonio de su compromiso. “Estamos seguras de que a partir de ahora nos comprometeremos con más entusiasmo con este objetivo. Nos sentimos parte de la generación Hambre Cero. Es un gran sueño imaginar que también gracias a nuestro aporte, en unos años ya no habrá hambre en el mundo”. Con estas palabras Elena y Agnese, Chicas por la unidad del Movimiento de los Focolares, se dirigieron a la FAO en junio de 2018. Elena y Agnese, junto con otras 630 chicas de 9 a 14 años de 16 países, se sentaron en la gran sala plenaria (ver video) de la sede de la Organización de las Naciones Unidas para la agricultura y la alimentación (FAO) en Roma (Italia). El mensaje de invitación de la FAO a los Chicos por la unidad fue muy claro: “Jóvenes, los necesitamos, ayúdenos a vencer el hambre en el mundo”. Son 17 los Objetivos de Desarrollo Sostenible que los 193 Estados miembros de las Naciones Unidas aprobaron el 25 de septiembre de 2015, comprometiéndose a implementarlos en un plazo de quince años (2015-2030). El segundo objetivo es Hambre Cero: vencer el hambre de nuestro planeta. Estas chicas firmaron la carta de compromiso, convirtiéndose en las primeras ciudadanas Hambre Cero. A partir de ese día, comenzó una competición de amor global por los Chicos por la unidad para alcanzar la meta Hambre Cero. En Venezuela, por ejemplo, la situación es abrumadora. Las familias pobres temen al hambre más que a la pandemia de COVID 19. Pero a través de un centro de alimentación, los chicos pueden ayudar a un grupo de familias. Además, desde 2017, gracias a una red de profesionales médicos, psicólogos, nutricionistas y algunos párrocos, se ha tratado de construir relaciones sociales más serenas basadas en la Regla de Oro: “Haz a los demás lo que te gustaría que te hicieran a ti”. En Tailandia, en cambio, los niños distribuyen semillas de hortalizas a amigos y sus familias para plantar verduras orgánicas y ayudarles a ahorrar dinero, ya que sufrimos esta crisis mundial. En Argentina Fran forma parte de un grupo llamado “Corazones solidarios”, jóvenes universitarios que salen a la calle todos los días a ofrecer desayunos a personas sin casa. “Cuando te acercas a ellos – dice – sus rostros cambian, te reciben con los brazos abiertos y te hacen un lugar en sus corazones. Todas las mañanas salimos de casa para ofrecer este servicio, vamos con bolsas llenas y volvemos con los termos vacíos y el corazón feliz”. En Portugal, los jóvenes de Lisboa van a un barrio donde viven muchas familias en dificultad. Se inició una competición de amor para conseguir mantas, conservas, y varias personas se ofrecieron para cocinar pasta y arroz. Pero tan pronto como entregaron la comida, la providencia llegó con más comida para distribuir a otras familias. Estos y otros testimonios se contarán durante la transmisión en directo, para niños, jóvenes y adultos, el sábado 16 de octubre de 2021 a partir de las 14.30 horas (hora italiana) y hasta las 16.00 p.m. La transmisión en vivo será traducida a 12 lenguas, basta acceder a este link. La carta de compromiso #testacuoremani. Para vivir y difundir un nuevo estilo de vida, los Chicos por la unidad han ideado ocho senderos para vivirlos personalmente o en grupo. Luego está la carta de compromiso, que los convierte en ciudadanos activos poniendo en acción la cabeza, el corazón y las manos. Cabeza. Usemos nuestras cabezas para estudiar e informarnos. Cuanto más conozco la realidad en la que viven los pobres, más eficaz será mi compromiso. Corazón. Escuchemos con el corazón el grito de los que sufren: sensibilicémonos a nosotros mismos y a muchos más. No puedo vencer el hambre en el mundo solo, pero puedo involucrar a muchas personas para lograr el objetivo. Manos. Abramos las manos al don de la hospitalidad, hagamos acciones concretas a diario para vencer el hambre. Comprometámonos a evitar cualquier tipo de derroche.

Lorenzo Russo

Evangelio vivido: “Todo contribuye al bien para los que aman a Dios”

Una garantía de amor. La certeza de que todo en la vida tiene un sentido. San Pablo, con esa frase de la carta a los Romanos (Romanos 8,28), nos revela que toda experiencia humana, desde la más bella a la más complicada, forma parte de un designio más grande, un designio de salvación.  La clave para aceptar esta propuesta es confiar y fiarse del Padre. El camino hacia la felicidad Tocaba el violín por la calle no para ganar dinero, sino porque me había percatado de que tocando para las fiestas podía hacer felices a las personas. Entonces, ¿por qué no ensanchar el círculo? Un día una señora, que a juzgar por su ropa era dignamente pobre, se quedó escuchándome por largo tiempo, pidiéndome disculpas por no poder ni siquiera colocar una moneda en el estuche del violín. Se alejó con timidez cuando le propuse que tomara el dinero que necesitaba, pero al final acabó aceptándolo. “Compraré pan”, me dijo, y se marchó con lágrimas en los ojos. Al día siguiente toqué en la misma calle, con un cartel bien visible: “Para quien lo necesite”.  Muchos tomaron algunas monedas, pero muchos dejaron billetes. Mientras estaba por irme, se me acercó la señora que me había hecho nacer la ida. Le conté lo que había pasado; si lo aceptaba, la suma que se había juntado era para ella.  Me contó la desastrosa situación financiera que había reducido la familia a la pobreza. Conocí luego a su esposo enfermo y a una hija desocupada que ahora es mi esposa. Hacer felices a los demás es el camino de la felicidad. (O.A. – Francia) Confiar en Dios Con ocasión de los bautizos de nuestras hijas, como acostumbramos a hacer, organizamos fiestas muy simples, sin derroches, abriendo nuestra casa a amigos y parientes, y dado que siempre recibíamos dinero como regalo, una parte la dedicamos a un proyecto en favor de los niños recién nacidos de un país africano.  Recuerdo el bautizo de nuestra tercera hija: en ese período tanto mi esposa como yo estábamos sin trabajo y por lo tanto era difícil decidir si mandar o no el dinero que habíamos recibido (250 euro). Pero, luego, confiamos en Dios y lo mandamos.  Después de algunos meses nos hicieron saber que habían rezado para pedir exactamente esa cifra; además ese dinero, que había llegado justo en el momento en que ya no tenían con qué dar de comer a los niños, iban a ser suficientes para tres meses… Nuestra emoción fue muy grande. A nosotros no sólo no nos había faltado nada, sino que a mi esposa, que en ese tiempo necesitaba alguna prenda de vestir, le habían llegado como regalo un abrigo, una chaqueta, dos faldas y dinero por un valor equivalente a tres veces lo que habíamos donado. (D.P.- Italia) Recuerdo de un amigo Una característica de mi amigo Urs era una gran fuerza comunicativa: con su sonrisa y con palabras estimulantes transmitía experiencias personales de su relación con Dios.  En el trabajo, en tren, en una habitación de hospital, durante el deporte o de vacaciones… toda ocasión era buena para establecer relaciones no superficiales. Muchos recuerdan su capacidad de ponerse a escuchar, de hacerse prójimo especialmente con el que sufría. En Zurich, animaba un grupo de jóvenes que trabajaban en una iniciativa en favor de los tóxico-dependientes, y gracias a él más de 30 de ellos se recuperaron y varios se acercaron a una vida de fe.  En los sufrimientos que padeció en el último período, a raíz de un cáncer, Urs no se dejó vencer: “Todo es amor de Dios, todo, realmente todo”, repetía. Y a pesar de que tenía un futuro tan incierto, se lo veía sereno, confiado. Con otros dos amigos que estaban en las mismas condiciones, se apoyaban y sostenían recíprocamente. Decía: “Le he dado todo a Dios sin condiciones ni peros… y él ha realizado en mí sus promesas: el céntuplo ya en esta tierra.  Estoy feliz”.  Son palabras que expresan muy bien quién ha sido Urs para nosotros. (F. – Suiza)

Recogido por Maria Grazia Berretta

(extraído de Il Vangelo del Giorno, Città Nuova, año VII, número 4, septiembre-octubre de 2021)

Serbia: construir una casa, para ser casa

Serbia: construir una casa, para ser casa

Un padre finalmente puede permitirse comprar una casa para sus hijos. Pero no tiene los recursos económicos y físicos para restructurarla él mismo. Una comunidad se organiza a su alrededor. Muchos vinieron a ayudarme, en tres días pudimos rehacer el techo y reemplazar los de tierra y paja por unos de yeso”. Estas son las palabras entusiastas de Janos Kalman, serbio, de nacionalidad húngara, padre de 3 hijos. Los trabajos en curso en su casa tienen algo extraordinario. Hasta hace poco, vivía en una casa destartalada y sin agua entre baldíos, y su sueño siempre había sido tener su propia casa. Pero, nunca había podido permitírselo. Gracias a la indemnización por un accidente y la generosidad de muchos, finalmente reunió la suma para comprar una propiedad. Sin embargo, había otro problema. Necesitaba una restructuración. “Me hubiera gustado poder arreglarla – dice – pero sabía que solo nunca lo habría logrado”. Janos caminó con muletas durante 10 años debido a un accidente de trabajo. Ahora ha vuelto a caminar, pero todavía no puede doblar la rodilla. Necesitaba ayuda para los trabajos. Así se puso en marcha la comunidad de los Focolares, poniendo en práctica el lema #daretocare (“atreverse a cuidar”), propuesto por Jóvenes por un Mundo Unido. (www.unitedworldproject.org/daretocare2021). “Decidimos hacer una lista de las personas más necesitadas – explica Cinzia Panero, miembro de los Focolares en Serbia – algunas tenían dificultades económicas, otras estaban enfermas, otras sin casa”. Entre estas últimas, la de Janos, que aún tiene trabajo por hacer, “pero la ayuda que he recibido es un gran regalo para mí”, dice él mismo. Todavía hay un hecho más importante que marca la diferencia en esta historia: la casa de Janos está ubicada en Vojvodina, una región autónoma de Serbia compuesta por varios grupos étnicos (eslovacos, rutenos, rumanos, croatas, con una mayoría de población de habla húngara). Además, algunas personas de la República Checa contribuyeron al trabajo de restructuración, recolectando dinero para los materiales necesarios y enviando a dos personas a Serbia. Todo esto con un detalle: quienes contribuyeron económicamente, por ejemplo, han querido escribir un mensaje personal dirigido a quienes recibirían la suma enviada. Los beneficiados han respondido con gratitud y emoción. Un gesto que ayuda a construir un sentido de familia más allá de la distancia. Un verdadero trabajo en equipo entre diferentes culturas. Entre los voluntarios que ayudaron, hay uno que dijo: “Además de ayudar a alguien que lo necesitaba, sentí que también me estaba ayudando a mí mismo a salir de mi zona de confort”. Puedes ir hacia el otro para construir una casa. Y así, ser casa.

Laura Salerno

Vea el vídeo de la experiencia  

Chiara Lubich: Como si fuese el primer día

Estamos en tiempos que debemos caminar juntos, al estilo sinodal. En este pasaje se nos pide que pongamos en primer lugar el amor a nuestros hermanos y hermanas, pero especialmente con aquellos con los que trabajamos, estudiamos y vivimos. […] En la ayuda al hermano están resumidos todos nuestros deberes. Lo confirma una de esas Palabras de la Escritura centradas en el amor, que resuenan en nosotros de un modo especial: «Toda la ley alcanza su plenitud en este solo precepto: Amarás a tu prójimo como a ti mismo» (Gal 5, 14). Si esto es así, para nosotros tensión a la santidad significa fijar toda nuestra atención y nuestro esfuerzo en amar al hermano. Para nosotros, buscar la santidad no consiste tanto en quitarnos los defectos uno a uno, cuanto en amar, en pensar en los demás, olvidándonos completamente de nosotros mismos. […] Y ya se sabe: quien ama al hermano, quien vive en el otro, se da cuenta enseguida de que en realidad ya no es él quien vive en sí mismo, sino que es Cristo en él. Cristo vive en su corazón. Y ¿quién es Cristo? ¿Quién es Jesús? Es la santidad. La santidad la encontramos en Jesús que aflora en nosotros porque amamos. La santidad nos  llega  como consecuencia del amor. Y  nosotros no podemos alcanzarla de otra manera. Si buscásemos la santidad por sí misma nunca la alcanzaríamos. Por tanto, amar y nada más. Perderlo todo, incluso el apego a la santidad, para tender solo, solo, solo a amar. Solamente así podremos un día hacer de la santidad un don a María. […] Volvamos a empezar hoy como si fuese el primer día de nuestra revolución de amor y el primer día de nuestro Santo Viaje. Volvamos a empezar sin pensar en nada más, porque en el amor está todo. Vivamos disponiéndonos a amar a cada prójimo como a nosotros mismos y para eso en la actitud constante de «sumergirnos» en cada situación. […]

Chiara Lubich

https://vimeo.com/623447094 (LUBICH, C; Editado por Michel Vandeleene, Conversazioni in collegamento telefonico, Cittá Nuova, Roma, 2019, pp. 120-121)

JMJ: llamados por su nombre

JMJ: llamados por su nombre

Se está preparando la próxima Jornada Mundial de la Juventud (JMJ).  Promovida por la Iglesia Católica, se llevará a cabo este año a nivel diocesano. Será una etapa del camino de preparación al 2023, cuando los jóvenes se volverán a encontrar alrededor del Papa en Lisboa (Portugal). Es verdad.  Entre los que han sufrido más en este período de emergencia sanitaria están los jóvenes. Su deseo de relación con los demás se vio, de golpe, impedido.  No pudieron asistir al colegio, a la universidad, no pudieron ir a trabajar.  Fueron excluidos de la vida social, de la relación con los amigos. Pero también es cierto que los jóvenes fueron los primeros que pusieron en movimiento la solidaridad, la lucha por la vida, infundiendo esperanza, siendo constructores de paz y cuidando el ambiente. El Papa Francisco los ha escuchado, ha sabido lo que ellos han vivido en este tiempo y hace pocos días ha hecho público su mensaje para la GMG 2021 con un lema que invita a la acción: “¡Levántate! Te constituyo en testigo de lo que has visto”. “Cuando un joven cae, de alguna manera cae la humanidad.  Pero también es cierto que cuando un joven vuelve a levantarse, es como si elevara al mundo entero”, afirma.  Les pone delante el episodio del joven San Pablo que mientras iba hacia Damasco para arrestar a algunos cristianos, Jesús, en medio de una luz “más resplandeciente que el sol”, lo llama por su nombre: “¡Saulo!” Es como si el Papa Francisco hoy quisiera llamar a cada joven por su nombre.  Y recorre con ellos el camino del testigo de Cristo que Pablo hizo. Al final le dice a cada uno de ellos: “Levántate” y sé testigo de tu experiencia, del amor y el respeto que es posible instaurar en las relaciones humanas. Levántate y defiende la justicia social, la verdad, los derechos humanos.  Sé testigo de la nueva mirada que te deja ver la creación con ojos llenos de sorpresa, reconoce la tierra como nuestra casa común y ten la valentía de defender la ecología integral.  Sé testigo de que siempre se puede volver a empezar y de que Cristo vive. “Veo este mensaje como un gran reto para nosotros los jóvenes” –me confiesa Klara María Piedade, 27 años, una joven brasileña–. “Pienso que es una respuesta y una confirmación de que verdaderamente tenemos que ser responsables y hacernos protagonistas de un mundo unido, de un mundo más fraterno”. Klara forma parte de un grupo de jóvenes que durante un período de tiempo trabajan en el Centro Internacional  de los  Jóvenes por un Mundo Unido de los Focolares.  Junto a todos los jóvenes y chicos de los Focolares del mundo están comprometidos en distintos frentes por el cuidado de la casa común, reflejando lo que dice la Laudato Si’. Dare to care –Atreverse a cuidar– es el nombre del programa, cuyos principales promotores son ellos mismos.  “Tenemos que ser protagonistas” – afirma Klara– “no sólo de palabra, sino sobre todo con nuestras acciones. Cambiaremos el mundo si damos este primer paso. Es muy importante ponernos en red con todos los que ya están haciendo algo”. Se ha fijado para agosto de 2023 la fecha de la próxima Jornada Mundial de la Juventud, que tendrá lugar en Lisboa.  Mientras tanto, este año en noviembre, con ocasión de la fiesta de Cristo Rey, la JMJ se celebrará en todas las diócesis del mundo. Será una etapa hacia el año 2023, estando abiertos a las sorpresas de Dios, “que quiere ver resplandecer su luz en nuestro camino”.

Carlos Mana

Comunión de pensamiento y espíritu

Comunión de pensamiento y espíritu

Un Congreso en la Facultad Teológica de Innsbruck (Austria) como conclusión de un itinerario plurianual de actividad intelectual y ejercicio existencial. Mirar a todas las flores” un título insólito para un congreso teológico y, además, en un prestigioso contexto como lo es la Facultad de Teología de Innsbruck que los expertos en el área identifican con el nombre de Karl Rahner, quien está sepultado en la gran iglesia jesuita que divide las dos alas del Ateneo. Ha sido significativo que, precisamente aquí, en la prestigiosa Leopold Saal haya tenido lugar este congreso, caracterizado por una amplia participación (alrededor de cien personas) con 150 puntos de escucha en otros continentes. No se trata de un evento aislado, sino de la conclusión de un itinerario que inició hace casi una década con motivo de un congreso islamo-cristiano organizado por el Movimiento de los Focolares y que se basó en el intercambio de experiencias de un diálogo de vida. Dos profesores de la facultad teológica austríaca – Roman Siebenrock y Wolfgang Palaver – quienes estaban presentes en esa ocasión mostraron gran interés en esta experiencia de diálogo. Los meses siguientes entraron en contacto con la espiritualidad de los Focolares y también visitaron el naciente Instituto Universitario Sophia y el centro internacional del diálogo interreligioso del Movimiento. A partir de entonces nació la idea de conformar un grupo de investigación con académicos de las dos religiones para profundizar aspectos de la espiritualidad desde las dos perspectivas. Desde entonces, cada año, a finales de agosto, este grupo -o cluster como se le conoce –, que está compuesto por unas veinte personas de distintas proveniencias, se reúne regularmente durante algunos días. Desde un inicio no fue una simple actividad intelectual y académica sino un ejercicio existencial que poco a poco permitió que se fueran construyendo relaciones profundas a nivel personal, cultural, religioso e intelectual. En los últimos años el interés del grupo se ha concentrado en  algunas páginas de carácter místico de Chiara Lubich.  Los textos, entre los cuales se encuentra el que le dio el título a la conferencia, han sido profundizados tanto desde la sensibilidad cristiana (católica y reformada) como desde la musulmana (sunita y chiita). Al final de este camino, se decidió organizar un congreso académico que permitiera compartir la riqueza de estas reflexiones. El congreso de estos días ha abierto esta experiencia a un público académico, y no solo, de matriz germánica (de hecho la gran mayoría de participantes eran austríacos, suizos y alemanes) que expresó en el estilo, el lenguaje y en las categorías de pensamiento de esta parte de Europa un patrimonio espiritual reciente (el de Chiara Lubich) pero que la mismo tiempo logró una sintonía con pensadores de distintas proveniencias, tanto étnicas como culturales y sobre todo religiosas y no religiosas: católicos, reformados, musulmanes y marxistas. A una reflexión teológica sobre el escrito que dio el título al evento -presentada por el teólogo reformado Stefan Tobler- siguieron otras reflexiones y mesas redondas desde las cuales emergió la experiencia de comunión intelectual y espiritual que estos académicos -cristianos y musulmanes- viven desde hace años. Tal como lo percibió una artista de Ginebra, que participó en el trabajo, se podía notar este testimonio claro cuando subía al palco un grupo que ofrecía un aporte colectivo. La comunión de pensamiento y espíritu,un aspecto que raramente se encuentra en el ámbito académico, fue una dimensión importante que caracterizó al congreso de estos días. Además, la presencia de católicos, reformados, marxistas y musulmanes ofreció una selección importante de las escuelas de pensamiento, de las sensibilidades académicas, pero también culturales y religiosas que no es fácil de encontrar en el mundo actual que vive fuertes polarizaciones cotidianas también en el ámbito académico y cultural.

 Roberto Catalano

La sabiduría de los mansos

Lucia Abignente, focolarina italiana, recuerda a Anna Fratta (Doni) con quien compartió parte de sus años en Polonia. Una vida enteramente “Donada”, como el significado del nombre que le dio Chiara Lubich. “Un abismo de humanidad”, “una maestra de vida”, “una pequeña gran mujer”. Estos son tres fragmentos de los muchos ecos suscitados, el 24 de septiembre de 2021, por la noticia de la llegada de Anna Fratta a la casa del Padre, conocida en el Movimiento de los Focolares como Doni. Quizás, al escucharlos, se sentiría casi incómoda, tímida como era ante todos los elogios y mesurada en sus palabras que, en esencia, eran una destilación de sabiduría. Su naturaleza, fortalecida por las experiencias de la vida, la había convertido en tales. La menor de seis hermanos, vive una infancia a la que la dimensión del dolor no es ajena en absoluto, y se manifiesta de forma particularmente aguda con la muerte de una hermana. Cuestiones existenciales profundas sobre el sentido de la vida la cuestionan incluso de niña, lo que la lleva progresivamente a distanciarse de Dios y a buscar respuestas en otro lugar. Posteriormente, el estudio de la medicina, elegido por rebelión, resulta providencial. La biología la fascina y afecta su viaje interior. Descubre en la naturaleza una relación de reciprocidad y servicio que no puede explicar: una ley del amor en la raíz de la cual, como entiende una noche “después de una lucha interior dolorosa, dramática”, hay “un-Ser que tiene en sí mismo el amor”. Es un punto de inflexión decisivo seguido del encuentro con Dios en el carisma de Chiara Lubich. Pronto Doni advierte que Él la está llamando para que lo siga en el camino del Focolar. Doni formará parte del grupo de médicos focolarinos que, aceptando la petición de la Iglesia, irá detrás del muro de Berlín, donde vivirá treinta años (1962-1992), primero en la República democrática alemana y luego en Polonia, trabajando en silencio y eficazmente para dar vida a la comunidad de los Focolares, cuyo camino y crecimiento seguirá con asombro y gratitud a Dios. Desde estas tierras, marcadas por el sufrimiento de la falta de libertad y la imposibilidad a menudo de contacto con el Centro de los focolares en Roma, se trasladará posteriormente para estar justo en el corazón de la misma, viviendo en Rocca di Papa (Roma-Italia) en el focolar de Chiara Lubich. Con ella compartirá años intensos, brillantes, llenos de eventos y compromisos a nivel mundial, acompañándola después con dedicación y mucho cariño incluso en el último tramo de su permanencia en la tierra. El plan de Dios para ella se completa con su sabia contribución como consejera general del Movimiento en el aspecto de “espiritualidad y vida de oración” que, combinada con la donación para acoger a muchos – con Gis Calliari, Eli Folonari y otras de las primeras focolarinas – transmite la luz de la vida cotidiana vivida con Chiara Lubich; y luego en la ciudadela de Loppiano (Italia), donde se traslada debido a una enfermedad que la inhabilita y reduce lentamente sus capacidades físicas. Una profunda coherencia interior unía su acción: “El amor, como sabemos, desarma; nuestro hablar era tal que todos, amigos y enemigos, podrían haberlo escuchado”, recordó, consciente del especial cuidado con el que, detrás del Muro, los seguía la policía secreta. “Amar, amar, solo amar y llenar las maletas con este amor, ¡esto es lo único que me llevaré!”, señala en los últimos años mientras se prepara para el viaje decisivo. No es de extrañar, entonces que su actividad profesional se haya ganado la estima de las autoridades que, en la República democrática alemana, le otorgaron tres medallas por el trabajo realizado y el “colectivo” construido. Y es aún más lógico que su vida transmitiera el amor de Dios a muchos de manera límpida. Tal vez el secreto esté precisamente en esa relación íntima y constante con la Virgen, en particular con ella que, Desolada, abre en el sí del Gólgota, el corazón y los brazos a la humanidad. Es en Su escuela que Doni se pone. Escribió el 15 de septiembre de 1962, poco después de cruzar el muro de Berlín: “Aquí no tienes en qué apoyarte, y si dejas de mirar siempre a María al pie de la cruz, caes por tierra. Hay momentos en los que te parece sofocar, y no puedes más que rezar a María. Solo así el vacío se convierte poco a poco en plenitud y el dolor se transforma en paz. Estos son los momentos más hermosos del día, los más valiosos, porque en el dolor encuentro una relación cada vez más profunda e íntima con la Virgen, y por Ella con todos sus hijos”. Aquí el secreto de la fecundidad de su vida enteramente “Donada” como lo expresa el nombre que le dio Chiara Lubich.

Lucia Abignente

Chiara Lubich: Una relación armoniosa con la naturaleza

Hoy, 4 de octubre, fiesta de San Francisco de Asís, patrono de la ecología, concluye el “Tiempo de la Creación”, la celebración anual de oración y acción por nuestra casa común. Las diferentes Iglesias y comunidades eclesiales de todo el mundo se unen juntamente para proteger y defender la Creación. Chiara Lubich nos invita en este escrito a tener, en primera persona, una justa relación con el ambiente. […] Desde muchos lugares se lanzan propuestas para sanar nuestro mundo enfermo. […] Los jóvenes son especialmente sensibles a esta cuestión y sienten la necesidad de cambios radicales en la relación con el medio ambiente, en la relación entre los individuos y entre los Estados, en el uso de los descubrimientos científicos. También advierten que la protección del medio ambiente y la construcción de la paz son posibles solamente si se practican a escala planetaria. Ellos están convencidos de que, para hacer realidad el ideal de un mundo unido, hay que afirmar la primacía del ser humano sobre la ciencia y la tecnología. […] Pues bien, se trata de dar nuestra contribución concreta, aunque sea pequeña, a la solución de problemas importantes. Nuestros jóvenes lo han entendido y ya han emprendido diversas iniciativas que ponen de manifiesto una conciencia ecológica personal y colectiva, en muchos aspectos, y concretamente adquiriendo aquellos productos que no tienen un impacto negativo en el medio ambiente, en la recogida de residuos que contaminan el medio ambiente y en todas aquellas opciones que nacen de un profundo respeto por la naturaleza. Es a partir de los pequeños problemas locales como se forma una conciencia moral capaz de afrontar los problemas a escala mundial. Al fin y al cabo, la ecología es un reto que solo se puede vencer cambiando las mentalidades y formando las conciencias. Muchos estudios científicos serios han demostrado que no faltarían ni los recursos técnicos ni los económicos para mejorar el medio ambiente. Lo que sí falta es ese suplemento de alma, ese nuevo amor por el ser humano, que hace que todos nos sintamos responsables de todos, en el esfuerzo común de gestionar los recursos de la tierra de una manera inteligente, justa y mesurada. No olvidemos que Dios creador confió la tierra a todos los hombres y no a un solo pueblo o a un solo grupo de personas. La distribución de los bienes en el mundo, la ayuda a las poblaciones más pobres, la solidaridad del Norte con el Sur, de los ricos para con los pobres es la otra cara del problema ecológico. […] La Biblia, con su relato de la creación, nos enseña que solo en armonía con el plan de Dios la naturaleza y el hombre encuentran el orden y la paz. Si el hombre no está en paz con Dios, la tierra misma no está en paz. […] Si descubrimos que toda la creación es un regalo de un Padre que nos ama, será mucho más fácil encontrar una relación armoniosa con la naturaleza. Y si además se descubre que este regalo es para todos los miembros de la familia humana, y no solo para algunos, se prestará más atención y respeto a algo que pertenece a toda la humanidad presente y futura.

Chiara Lubich

(Carta de Chiara Lubich a Nikkyo Niwano – 1990, en POLI, R. e CONTE, A., Vita, salute, ambiente tra speranza e responsabilità, Cittá Nuova, Roma, 2021, pp. 32-34) Buenas prácticas y actividades: http://www.unitedworldproject.org/daretocare2021/

Trabajar junto al movimiento Laudato Si’

Trabajar junto al movimiento Laudato Si’

El Movimiento de los Focolares trabaja en conjunto con el Movimiento Laudato Sì para el cuidado de la Creación. Una sinergia muy fuerte para mejorar nuestra casa común, cuenta el director ejecutivo Tomas Insua El 4 de octubre de 2021 se concluye el “Tiempo de la Creación”, una iniciativa de oración y de acciones concretas para salvaguardar y proteger nuestra casa común, que se realiza todos los años del 1 de septiembre al 4 de octubre. Además se realizará un llamamiento por parte de 46 líderes religiosos de todo el mundo -entre los cuales el papa Francisco- para promover una acción concreta que incida en el cambio climático mediante el lanzamiento de la iniciativa mundial “Faith Plans for People and Planet” en la que participa el Movimiento  de los Focolares. Sobre ello hablamos con Tomas Insua, director ejecutivo del Movimiento Laudato , una red mundial de asociaciones y movimientos que trabajan conjuntamente por la ecología y el ambiente. ¿Cuál es el itinerario sinodal que el Movimiento Laudato Sì quiere conducir hacia la conversión ecológica? Antes se llamaba “Movimiento católico global por el clima”, ¿a qué se debe este cambio de nombre? El Movimiento Laudato Sí  es una realidad nueva en la vida de la Iglesia. Fue fundado hace solo seis años, en el 2015, poco antes de que se publicara la encíclica Laudato Sí  del papa Franciasco. El nombre “Movimiento católico mundial por el clima” era demasiado largo, no todos lo recordaban. Además la crisis climática, que sigue siendo una grandísima prioridad para el Movimiento, no es nuestro único camino. En los últimos años, por ejemplo, hemos empezado a trabajar también por la crisis de la biodiversidad y también en otros ámbitos. Por lo tanto empezamos un camino sinodal, de discernimiento y diálogo entre distintas realidades que conforman el Movimiento -entre las cuales el Movimiento de los Focolares- y, después de dos años de trabajo, surgió este nuevo nombre, Movimento Laudato Sì, porque la Encíclica del papa Francisco y sus contenidos son el corazón de todo lo que hacemos. ¿Qué tienen programado para el futuro? Entre los distintos proyectos está el más inmediato que es la petición “Planeta sano, personas sanas”. Es importante firmar la petición, porque del 1 al 12 de noviembre de 2021 tendrá lugar la gran cumbre de la ONU (COP26) que se realizará en Glasgow (Reino Unido). Los líderes mundiales pueden fijar objetivos significativos para proteger la creación. Es nuestra responsabilidad hacer escuchar la voz de los más vulnerables y movilizarnos en nombre de ellos. Después, en este “Tiempo de la Creación” ha sido maravilloso ver cuántas actividades se han desarrollado y cuantas todavía están en curso a nivel local, en todo el mundo, gracias a los círculos Laudato Sì. Es un signo de esperanza, que se mueve desde la base y que crece con la conciencia de la crisis de nuestra casa común, pero también por el deseo de hacer algo. El 26 de agosto de 2021 te reuniste con la Presidente de los Focolares Margaret Karram. ¿Qué fue para ti este encuentro y cómo los Focolares pueden interactuar con vuestro Movimiento? El encuentro con Margaret fue bellísimo. Fui junto con nuestra presidente, Lorna Gold. Para mí fue estupendo conocer la realidad de los Focolares. Lo que más me gustó fue la sintonía entre los dos movimientos. Obviamente el Movimiento de los Focolares es mucho más grande y tiene más años de vida. Nosotros somos una realidad muy joven, pero, en algunos aspectos, somos muy similares a los Focolares, como por ejemplo en el compromiso por el diálogo entre distintas Iglesias y el diálogo entre las grandes religiones. Entre nosotros en el Movimiento Laudato Sì de hecho participan personas que viven la fe católica, pero también tenemos animadores pertenecientes a varias Iglesias y a distintas religiones. Aprender de la experiencia de diálogo de los Focolares es un don maravilloso.

Lorenzo Russo

Ecuador: cuidar la casa común

Ecuador: cuidar la casa común

Un testimonio de ecología integral: los jóvenes y las comunidades unidos para la salvaguardia de los manglares “Un hábitat destruido, quemado, atacado por la basura y los pesticidas. Los manglares aquí se están convirtiendo en eso. Queremos ayudar a nuestra tierra, y a nuestra gente”.  Así se expresa Sirángelo Rodrigues Galiano, focolarino de 49 años, brasileño de origen, pero ya ecuatoriano por adopción.  Vive en la provincia de Esmeraldas, región afro-ecuatoriana en el norte del Ecuador, conocida como provincia verde. Clima tropical, playas de ensueño, riquísima biodiversidad.  Pero sobre todo, la presencia de manglares que crean un hábitat natural muy peculiar y único, que hoy está en peligro a causa de la acción del hombre. Los manglares son formaciones vegetales constituidas por enormes raíces, periódicamente cubiertas por las mareas.  Estas características permiten la creación de un hábitat muy especial, rico de animales y vegetales, imposible de encontrar en otros sitios, y que ahora corre el riesgo de extinguirse. . Sirángelo, desde su Brasil natal, se transfirió al Ecuador en el año 2016, cuando esa zona se viera afectada duramente por un terremoto. Gracias a AMU (Acción por un Mundo Unido), FEPP (Fondo Ecuatoriano Populorum Progressio) y la Fundación Amiga se empezó el proyecto Sunrise, cuyo responsable es justamente Sirángelo.  El proyecto dio ayuda a tres poblaciones destruidas por el seísmo, Salima, Diez de agosto y Macará, cuyos habitantes aún hoy están agradecidos por todo lo que recibieron. “Después de algunos años de la emergencia del terremoto –explica Sirángelo– hoy tenemos otras urgencias:  la climática y la de los jóvenes, que a menudo se ven impulsados a marcharse porque no hay trabajo, o a volverse víctimas del comercio de la droga”.  Fue entonces cuando se empezó con Sunrise +, programa de limpieza, reforestación de los manglares y formación sobre el tema ecológico. “Participaron alrededor de 400 jóvenes.  Ahora nos encontramos periódicamente para limpiar y sensibilizar sobre este tema a toda la comunidad.  La actividad empezó con los jóvenes, pero ahora queremos involucrar a todos”.  Uno de los actores principales de esta nueva experiencia ha sido el Ministerio del Ambiente, del Agua y de la Transición Ecológica de Muisne (al Oeste de la Provincia de Esmeraldas), que está trabajando junto con el gobierno y otras cuatro ONG. Es interesante el hecho que hayan sido justamente los jóvenes los que dieron las indicaciones de cómo proyectar Sunrise +. A través de la metodología del  6X1, seis pasos para un objetivo: observar el contexto y las problemáticas; pensar  en posibles soluciones; involucrar; actuar; evaluar  lo que se realizó; celebrar. Todo ello para conseguir la paz. “Nuestro objetivo es estar al lado de la población –concluye Sirángelo–.  Hoy son sobre todo los jóvenes  quienes  nos piden ayuda y nosotros tratamos de estar  para ellos y con ellos. Aman a su tierra, pero a menudo se ven constreñidos a dejarla. Queremos ayudarlos a quedarse, y encontrar nuevas oportunidades, justamente a partir de la preservación de las riquezas naturales. Gracias a ellos se está produciendo un cambio de mentalidad para la preservación de nuestro planeta, nuestra casa común.”

Laura Salerno

  Si quieres profundizar el tema, lee el artículo integral aquí   

Un puente que une

Hacer que fructifique la esperanza. Es la semilla que el Papa Francisco dejó caer durante su Viaje Apostólico a Budapest, que se llevó a cabo el pasado 12 de septiembre con ocasión de la misa conclusiva del 52° Congreso Eucarístico Internacional, poco antes de dirigirse a Eslovaquia. El Centro de esta breve etapa fue la Statio Orbis, “una pausa de compromiso y de oración” en la que las Iglesias particulares se unieron en comunión con el Papa en torno al misterio eucarístico, para profundizar la propia fe. Algunos pertenecientes al Movimiento de los Focolares presentes en el evento nos regalan su experiencia. La imagen sugestiva varias veces evocada por el Papa Francisco, durante su reciente visita apostólica a Hungría, es el famoso Puente de las Cadenas que une Buda y Pest, sobre el Danubio. Entre los temas de este viaje, que concluyó en Eslovaquia el 15 de septiembre, mencionamos martirio y represión, la misión evangelizadora y, lógicamente, el Diálogo Ecuménico e Interreligioso. Estas últimas dimensiones son posibles sólo si, en la base, hay “un gran deseo de unidad”, remarcó el Pontífice en su discurso durante el encuentro con los representantes del Consejo Ecuménico de las Iglesias y de algunas comunidades judías. “Nosotros no somos conscientes plenamente de lo especial que es la presencia de tantas denominaciones cristianas en Hungría. Además, el Movimiento de los Focolares aquí desarrolla un importante trabajo tanto en el Diálogo Ecuménico como en el Interreligioso, pero podemos y debemos hacer más. La alegría del Papa nos impulsa a aprovechar más nuestra especificidad”. Es la voz de Eszter, 47 años, casada, madre de cinco hijos, directora de la Casa Editorial Ciudad Nueva en Hungría (Új Város)  y encargada de la sección sobre la espiritualidad de la homónima revista online. “Vivir por el hermano –dice– significa redescubrir que la unidad y Jesús Abandonado son dos caras de la misma medalla y este recorrido sólo puede hacerse alimentándose de la Eucaristía”. Un camino común, en subida, que todos juntos tenemos que seguir. Ésta es la unidad de la que tanta necesidad de escuchar ha tenido este pueblo, nos explica Ágoston, presentador de radio que en estos años ha trabajado como director de la comunicación del Congreso Eucarístico: “Nunca he tenido en mi vida un deseo de unidad tan fuerte como ahora. Unidad entendida, lógicamente, como diálogo con los representantes de las varias religiones, pero también como acercamiento entre nosotros: miembros de los Focolares, hombres y mujeres húngaros. Me parece un reto importante, tender a la defensa de los valores y al mismo tiempo buscar la relación con las personas que están a nuestro lado. Últimamente pareciera que estos factores se excluyesen, pero no es verdad.  Debemos tener más coraje para acercarnos el uno al otro, aceptando el riesgo”. Por ello el Papa Francisco estando en el corazón de Europa, atravesando lugares que han sufrido la violencia de los totalitarismos, nos invita a todos a ser “raíz”, una raíz de paz que removiendo el terreno de la memoria es capaz de alimentarla y hacer germinar el futuro. Este deseo habita también en el corazón de Gergely, joven padre húngaro, que es el editor de Ciudad Nueva. “Me ha impactado mucho una frase del Papa pronunciada durante la homilía final en la Plaza de los Héroes de Budapest, concluyendo el Congreso Eucarístico Internacional: la Eucaristía nos lleva a “rompernos por los demás”. Necesito la Eucaristía como alimento espiritual. Es un modo muy poderoso para salir de nosotros mismos y gracias al cual estamos cada vez menos dispuestos a ignorarnos recíprocamente. Cuando salí de la iglesia –sigue diciendo– y después de la Santa Comunión tuve una discusión con mi esposa, y sentí inmediatamente el contraste. Jesús me ama independientemente de lo que yo soy, por lo tanto ¿cómo podía no ver al otro con los ojos de Jesús?  Entonces, la discusión se volvió una conversación profunda que terminó con la reconciliación. Tendríamos que ver al otro como a alguien a quien servir, amar y aceptar, y estoy seguro de que la Eucaristía nos podrá ayudar en este reto.  Siempre he vivido la presencia de tantas Iglesias en Hungría como una riqueza y mi anhelo es estar unido con todos. Quisiera concentrarme en lo que nos une realmente, y es lo que el carisma de Chiara me ha enseñado a lo largo de estos años: construir puentes y encontrar a Jesús en cada persona”.

Maria Grazia Berretta

 

“Mi Líbano”, la iniciativa de los jóvenes de Beirut

Líbano: un grupo de jóvenes de los Focolares a través de un mercadillo apoya la iniciativa Lebnenele, que significa “Mi Líbano”. Nacida durante las protestas de octubre de 2019, esta iniciativa de jóvenes estudiantes tiene como objetivo ayudar a algunas de las familias más necesitadas. En Líbano, los Jóvenes por un Mundo Unido del Movimiento de los Focolares decidió apoyar a las familias de compatriotas más necesitadas. Lo hicieron colaborando con una iniciativa llamada Lebnenele (mi Líbano), apoyada por estudiantes universitarios y nacida tras las protestas de octubre de 2019. En ese contexto, miles de personas, entre ellas muchos jóvenes, salieron a las calles para manifestarse contra la imposición de nuevos impuestos del gobierno. Se trataba de bienes y servicios como gasolina, tabaco y telefonía online. Las protestas llevaron a la renuncia del primer ministro Saad Hariri, el 29 de octubre de 2019. Durante una manifestación, un grupo de jóvenes, que luego fundaría Lebnenele, se dio cuenta de que una persona necesitada estaba distribuyendo pañuelos a otros necesitados. De ahí nació la idea de hacer algo. Joelle Hajjar, una joven que colaboró ​​de inmediato con el proyecto Lebnenele, dice: “En ese momento empezamos a mirar a nuestro alrededor, a buscar familias necesitadas. Decidimos ayudarlos a través de donaciones que habíamos recibido de amigos o a través de las redes sociales”. Después de la explosión en Beirut el 4 de agosto de 2020, hecho que causó daños considerables a la población, el grupo de jóvenes decidió llevar adelante la iniciativa Lebnenele expresando afecto y cuidado por su país en dificultad. El objetivo era recolectar suficientes bienes para entregar paquetes de comida a 50 familias para Navidad. Gracias a la solidaridad construida a su alrededor, lograron superar la meta inicial, ayudando a 76 familias. Esto les confirmó: esta iniciativa no se detendría, sino que seguiría creciendo para poder ayudar a más familias. Y así fue: las actividades de recaudación de fondos para comprar bienes para las familias necesitadas continúan hoy. George y Salim, dos jóvenes del grupo Jóvenes por un Mundo Unido, dicen: “Decidimos ayudar a Labnenele creando un mercado de segunda mano en el que vendemos muchos artículos recogidos de lo que ya no necesitamos y que todavía está en buen estado. Había bolsos, camisas, vestidos, corbatas, libros, bisutería… todo en excelentes condiciones. Gracias a la venta de estos productos, recaudamos dinero que luego usamos para comprar alimentos de primera necesidad que donamos a Lebnenele. De esta forma sabemos que la mercadería llegará a muchas familias libanesas en dificultad”. Joelle concluye: “Los jóvenes de los Focolares han sido de gran apoyo en muchas actividades: nos han ayudado donando dinero que habían recaudado a través de su mercado, y ayudándonos a preparar el material para entregar a las familias. Junto a ellos siempre hemos tenido el deseo de difundir el ideal de unidad a estas familias, de crear entre nosotros una solidaridad y una unidad que aún hoy está presente”.

Laura Salerno

https://youtu.be/zXS2fl4ytYU  

Chiara Lubich: ¡Sirvamos a todos!

La Palabra de Vida para este mes de septiembre nos invita a ser servidores de todos. Es la condición necesaria para ser el primero. Si queremos ser grandes, debemos hacernos pequeños ante el hermano, atender sus necesidades, estar a su lado. Si Jesús que es el Señor y el Maestro, lavó los pies (una acción reservada a los esclavos), también nosotros si queremos seguirlo, –sobre todo si tenemos determinadas responsabilidades–, estamos llamados a servir a nuestro prójimo con la misma concreción y entrega. Es una de las paradojas de Jesús. Se la comprende solo si se piensa que la actitud típica del cristiano es el amor, ese amor que lo lleva a ponerse en el último lugar, que lo hace pequeño delante del otro, tal como hace un papá cuando juega con su hijo más pequeño, o ayuda en las tareas de la escuela al mayor. Vicente de Paul llamaba “mis patrones” a los pobres y los amaba y los servía como tales, porque en ellos veía a Jesús. Camilo de Lellis se inclinaba sobre los enfermos, lavando sus llagas, acomodando su cama, “con ese afecto –escribe él mismo– que una madre amorosa suele tener por su hijo único enfermo”[1]. Y cómo no recordar, más cercana a nosotros, a santa Teresa de Calcuta, que se agachó junto a millares de moribundos, haciéndose “nada” ante cada uno de ellos, los más pobres de los pobres. “Hacerse pequeños” ante el otro quiere decir tratar de entrar lo más profundamente posible en su alma, hasta compartir sus sufrimientos y sus intereses, aunque a nosotros nos parezcan poca cosa, insignificantes, pero que sin embargo constituyen el todo de su vida. (…) “Vivir el otro”, por lo tanto, y no llevar una vida encerrada en uno mismo, llena de las propias preocupaciones, de las propias cosas, de las propias ideas, de todo lo que se considera nuestro. Olvidarnos de nosotros, posponernos para tener presente al otro, para hacernos uno con cualquiera hasta descender con él y ayudarlo a elevarse, hacer que salga de sus angustias, de sus preocupaciones, de sus dolores, de sus complejos, de sus limitaciones, o simplemente para ayudarlo a salir de sí mismo e ir hacia Dios y hacia los hermanos y así encontrar juntos, la plenitud de la vida, la verdadera felicidad. También los hombres de gobierno, los administradores públicos (“quien gobierna”), a cualquier nivel, pueden vivir su responsabilidad como un servicio de amor, para crear y custodiar las condiciones que permiten que todos los amores florezcan (…). Desde la mañana, cuando nos levantamos, hasta la noche, cuando nos acostamos, en casa, en la oficina, en la escuela, en la calle, siempre podemos encontrar una oportunidad para servir, y para dar gracias cuando por el contario somos servidos. Hagamos todo por Jesús en los hermanos, no descuidando a nadie, más aún, siendo nosotros los primeros en amar. ¡Sirvamos a todos! ¡Solo así somos “grandes!”.

Chiara Lubich

(Chiara Lubich, en Parole di Vita, por Fabio Ciardi, Opere di Chiara Lubich, Città Nuova, Roma, 2017, pp. 717-719) [1]     Cf. Scritti di San Camillo, Il Pio Samaritano, Milano-Roma 1965, p. 67.

El papa Francisco a los obispos de varias Iglesias, amigos de los Focolares: La unidad es el “sueño” de Dios

El papa Francisco a los obispos de varias Iglesias, amigos de los Focolares: La unidad es el “sueño” de Dios

Una llamada decisiva a “tener la audacia de ser uno” en la situación de fragmentación que el mundo está viviendo; a proseguir el camino de amistad emprendido, así el Santo Padre a la delegación de obispos de diversas Iglesias cristianas.

© Vatican Media

“Frente a las ‘sombras de un mundo cerrado’, donde muchos sueños de unidad ‘se hacen pedazos’ donde falta ‘un proyecto para todos’ y la globalización navega ‘sin una ruta común’ donde el flagelo de la pandemia corre el riesgo de exasperar las desigualdades, el Espíritu nos llama a ‘tener la audacia de ser uno’ como evoca el título de su encuentro. “Atreverse a la unidad”. Estas las palabras del papa Francisco que concluyó el congreso “Atreverse a ser Uno. El don de la unidad en un mundo dividido” (23-24 de septiembre) de los obispos amigos de los Focolares pertenecientes a varias Iglesias. Esta mañana los recibió en audiencia en la Sala de los Papas en el Vaticano: estuvieron presentes 10, mientras que 180 de 70 Iglesias siguieron la audiencia  conectados a través de la Web. Los exhortó a vivir la unidad, corazón del Carisma de Chiara Lubich, un carisma: “crecido atrayendo a hombres y mujeres de toda lengua y nación con la fuerza del amor de Dios que crea unidad sin anular las diversidades, más aún, valorizándolas y armonizándolas”.

© Vatican Media

Luego explicó que la unidad que nos ha dado Jesucristo “no es humanismo, no es estar de acuerdo a toda costa. Obedece a un criterio fundamental, que es el respeto a la persona, el respeto al rostro del otro, especialmente del pobre, del pequeño, del excluido”. Finalmente, es importante la llamada a continuar el camino ecuménico emprendido, que debe ser -dice el Papa Francisco-: “siempre abierto, nunca exclusivo” y concluye con una nota de afecto: “sigan sonriendo, que es parte de su Carisma”. Presentes, junto con la delegación de los obispos, el Card. Koch, presidente del Pontificio Consejo para la Promoción de la Unidad de los Cristianos, además  de Margaret Karram y Jesús Morán, presidenta y copresidente de los Focolares.

© Vatican Media

Mons. Brendan Leahy , Obispo católico de Limerick (Irlanda), coordinador de los Obispos amigos de los Focolares, presentó al Papa los dos días del congreso, definiéndolos “extraordinarios” , mientras que el Obispo Christian Krause (Alemania), ex presidente de la Federación Luterana Mundial, presentó al Santo Padre el compromiso de los obispos de “ampliar el círculo de estos encuentros entre obispos de varias Iglesias” para contribuir a la curación de las heridas de un mundo dividido, de jóvenes que tienen miedo de afrontar el futuro. También anticipó el deseo de llevar encuentros similares al continente africano y otros. El Metropolita Chrysostomos, de la Iglesia Ortodoxa de Kyrenia (Chipre), destacó con fuerza la experiencia de unidad vivida durante los días del congreso: “(…) nos hemos redescubierto ‘uno’ como en la primera Iglesia cristiana, con el amor evangélico entre nosotros. Hemos compartido experiencias, admitiendo nuestros errores; hemos compartido preocupaciones y juntos hemos querido abrazar a Jesús en la cruz,  solución para todo tipo de desunión; hemos rezado para ir más allá de estas divisiones. Queremos contribuir a la difusión de la luz de Cristo, así las personas no se verán privadas de esperanza”.

Stefania Tanesini

 

El “eje central” del camino ecuménico

El “eje central” del camino ecuménico

Segunda jornada del encuentro de los Obispos de varias Iglesias amigos de los Focolares bajo el signo de la unidad. La penumbra de las catacumbas se ilumina a la luz de las candelas y llegan desde los pasillos personas de varias Iglesias que caminan mientras resuenan las palabras de una oración de los primeros cristianos. Se reúnen alrededor del altar de la pequeña capilla donde la comunidad unida compartía el pan. Tomados de la mano, con una oración espontánea piden en don de la unidad. Es un anticipo del “pacto” de amor recíproco que se renueva en cada encuentro de los Obispos amigos de los Focolares. “El pacto refuerza nuestra unidad, nuestra alianza y nos empuja a mantenerla en nuestras relaciones con hermanos y hermanas, en nuestros países o dondequiera que estemos”, dijo poco antes el obispo Nelson Leite de la Iglesia metodista de Brasil. Y agregó: “El pacto ha cambiado mi vida, me ha motivado y me ha llevado a aceptar las otras personas, a vivir con ellas, a aprender a escucharlas y a poder instaurar un diálogo, aunque seamos diferentes”. Un momento sagrado, conmovedor, que simbólicamente recogió, como en una capilla, a los 170 Obispos de varias Iglesias cristianas que participaron en el congreso “Dare to be one” esparcidos en todo el mundo. No se sentían las distancias ni los dispositivos electrónicos que permitían la conexión y las mismas candelas de las catacumbas iluminaban el nuevo compromiso de unidad. “Queremos que el Mandamiento Nuevo de Jesús sea el fundamento de nuestras relaciones, “ese amarnos recíprocamente”, queremos que sea el fundamento de nuestras relaciones fraternas”, subrayó Brendan Leahy, Obispo de Limerick (Irlanda), uno de los moderadores del encuentro. Con la conciencia de que, si se pone en práctica, Jesús puede cumplir su promesa: “Donde dos o más se reúnen en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos” (Mt 18,20). “Nosotros queremos que Jesús pueda darnos este don -afirmó Leahy – y por eso quisiéramos prometerLe que queremos seguir viviendo en el amor el uno hacia el otro, y amar la diócesis y la comunidad del otro como la mía, amar la Iglesia del otro como amo la mía”. Si existe amor recíproco entre los cristianos, es el testimonio más fuerte y creíble que se puede dar al mundo que nos rodea. Fue lo que dijo Jesús Morán, Co-presidente de los Focolares, “sí, nuestra unidad, la unidad de todos los cristianos, podría ofrecer un aporte decisivo para la transformación del mundo. Se trata de un imperativo ético impostergable”. Fue Margaret Karran, la Presidente de los Focolares, quien concluyó estos dos días, recogiendo el deseo expresado por muchos de los participantes de seguir avanzando, “de crear una gran red que nos ayude a conectarnos entre todos, como células vivas unidas en el nombre de Jesús. ¡Quién sabe cuántas iniciativas podrán nacer para renovar la vida de nuestras Iglesias en la única Iglesia de Cristo…!”. Y así invitó a todos a unirse para pedir a Dios Padre que ilumine el camino por recorrer recitando el Padre Nuestro. Las palabras de la oración enseñada por Jesús se fueron entremezclando en tantos idiomas, como una sinfonía que se eleva al cielo e inunda los corazones y las mentes de cada uno sellando así el pacto de unidad que se había hecho poco antes.

Carlos Mana

“Cuando ya no tengamos miedo”

Mensajes del Cardenal Kurt Koch, Presidente del Consejo Pontificio para la Promoción de la Unidad de los Cristianos, Justin Welby, Primado de la Iglesia Anglicana, y Bartolomé I, Patriarca Ecuménico de Constantinopla, a los Obispos de varias Iglesias amigas del Movimiento de los Focolares durante la conferencia “Atrévete a ser uno”. “Permaneced en mí y yo en vosotros” (Jn 15, 4). Una imagen elocuente es la de la vid y los sarmientos que acompaña la invitación de Jesús a los suyos. Un llamado a “quedarse” para dar frutos, el mismo que impulsó el congreso internacional de los obispos amigos de los Focolares, de diferentes Iglesias cristianas, en estos días, en Castel Gandolfo con el título: “Atreverse a ser uno. El don de la unidad en un mundo dividido”. Recibir este don, en el contexto del compromiso ecuménico “forma parte de la misión de los obispos de estar al servicio de la unidad, pero no sólo de la unidad de la propia Iglesia, sino de la unidad de todos los bautizados, en el nombre del Dios Trino. El bautismo nos une a Cristo y nos hace miembros de su único cuerpo”, dijo el cardenal Kurt Koch, presidente del Pontificio Consejo para la Promoción de la Unidad de los cristianos, en su mensaje a este encuentro. Animando a los obispos de las Iglesias reunidas a recorrer el camino en el amor recíproco para afrontar los desafíos del mundo, subraya el papel fundamental que juega la oración: “los cristianos no somos capaces de lograr la unidad con nuestras propias fuerzas. Los cristianos somos capaces de producir divisiones, como lo demuestra la historia y, lamentablemente, también el presente. La unidad, por otra parte, solo se nos puede dar como un regalo. (…) Debemos reflexionar siempre sobre el hecho de que Jesús no ordenó la unidad a sus discípulos, ni se las pidió, sino que ha rezado por la unidad”. Apuntar a ser una sola cosa en Él y con el hermano es convertirse en una llama viva, un faro, una fuente de luz que atrae a quien está al lado. Este es el verdadero significado de este encuentro: dar luz al mundo. Una esperanza que también encontramos en las palabras del reverendo y honorable Justin Welby, arzobispo de Canterbury: “‘Atreverse a ser Uno’ toca la vida de muchos cristianos, animándolos también a crecer en comunión mutua. (…) Nunca antes el mundo ha necesitado la unidad de los cristianos como hoy. En tiempos de crisis ambiental y de pandemia mundial, sin mencionar los múltiples desafíos económicos y políticos que enfrenta el mundo, es cada vez más claro que nadie está a salvo hasta que todos estén a salvo, y que nuestras acciones realmente se influencian entre sí. La unidad entre los cristianos puede ser el cemento que consolida la solidaridad de los seres humanos, convirtiéndose así en el fundamento de soluciones duraderas”. Para que “todos sean uno”, por tanto, hay que tomar decisiones concretas, vivir el diálogo, cuidar del otro, reconociéndolo como hermano. El mensaje de saludo de Su santidad Bartolomé, arzobispo de Constantinopla-Nueva Roma, Patriarca Ecuménico, a los Obispos amigos de los Focolares, traza un rumbo que, gracias a las páginas del Evangelio de Mateo (Mt 14,24-33) da esperanza y consuelo: “En el transcurso de la historia, la barca de los discípulos de Jesús encuentra vientos y tormentas contrarias: e incluso entre los propios discípulos de Jesús se desatan a menudo oposiciones, enemistades, persecuciones. (…) En la parábola, Jesús camina sobre el agua yendo hacia los discípulos (…): “Ánimo, soy yo, no teman”. (…) Si tenemos valor – prosigue – entonces no tendremos miedo de dialogar con los demás, porque todos somos de Cristo (…). Cuando ya no tengamos miedo, no necesitaremos coraje, porque seremos uno en el Uno, reunidos en torno a un banquete con el Pan y el Vino del que nos dirá “Soy yo”.

Maria Grazia Berretta

 

Up2Me, depende de mí

Up2Me, depende de mí

Streaming internacional en directo Sábado 25 de septiembre de 2021 traducido a seis idiomas para profundizar el curso de formación – del Movimiento de los Focolares – sobre la educación en sexualidad y afectividad, para un desarrollo armónico de la persona en todas sus dimensiones, dirigido a niños, adolescentes y padres.  “Up2Me me ha dejado una mayor conciencia de quién soy, en mi esfera emocional y física y en cuanto al proyecto de vida que me gustaría construir, así como la importancia de las relaciones con los demás”. “El programa me ha ayudado especialmente a relacionarme con las chicas. Me enseñó a respetarlas. Estoy más dispuesto a ayudar en la casa y estoy feliz de colaborar con mi madre y mi hermana sin sentirme inferior”. “Esta experiencia me permitió hablar con chicos de mi edad sobre temas que son importantes para nosotros, pude expresarme libremente, sin miedo a ser juzgado”. Estos son algunos de los testimonios de cientos de chicos que en diversas partes del mundo pudieron participar en Up2Me, el curso de formación en afectividad y educación sexual, que tiene como objetivo el desarrollo armónico de la persona en todas sus dimensiones. El programa se basa en la “persona-relación”. El estar en relación es la esencia de la persona humana, el fundamento ontológico para promover un crecimiento integral que ve a los niños y jóvenes, según las características de su edad, protagonistas de opciones conscientes y capaces de vivir relaciones positivas.   Sábado 25 de septiembre de 2021 a las 14.00 h. (hora italiana) será una oportunidad, para quienes lo deseen, para conocer un poco más a través de una transmisión en vivo en este este link, traducido a seis idiomas simultáneamente: inglés, francés, español, holandés, portugués, italiano. Nacido en el contexto del Movimiento de los Focolares, Up2Me se ha desarrollado en veintiocho países y responde a una clara solicitud de niños y adolescentes que se enfrentan a grandes temas (vida, salud, sexualidad, estilos de vida modernos, emociones, opciones para su futuro…) y no disponen de las herramientas adecuadas. Los padres a menudo no se sienten preparados para responder a estos requerimientos. En consecuencia, las redes sociales se convierten en la fuente principal, sin formar al valor de la persona en su conjunto. “Estas cosas nunca las he encontrado en Internet” fue el “estallido” de una chica al final de una sesión de Up2Me sobre el conocimiento de la belleza y delicadeza de su cuerpo. Up2Me pretende dar respuesta a estos retos y ayudar a los padres en esta fase de acompañar a los niños y adolescentes en un itinerario de formación integral. ¿Cuáles son los principales temas que se abordan? Para los niños: emociones; corporeidad; amistad; vida y muerte… Para preadolescentes y adolescentes: la belleza y delicadeza del propio cuerpo; la maravilla del nacimiento de la vida; respeto por la vida humana y el planeta; higiene personal; aborto; anticoncepción; técnicas de reproducción asistida; adicciones; pornografía; estudios de género; estilos de vida saludables (deporte, nutrición, descanso…); oportunidades y problemas de Internet; importancia del aspecto espiritual para el ser humano; medios de comunicación; bullying; amistad; emociones; enamoramiento; el proyecto de vida… Para padres de preadolescentes y adolescentes: educar en tiempos de crisis; autoridad; comunicar bien; adolescencia, edad de oportunidades; cómo hablar con los niños sobre sexualidad, adicciones (sustancias, pornografía, smartphones …), estilos de vida (alcohol, tabaquismo, nutrición…), las redes… El curso de formación también está dirigido a quienes quieran convertirse en “tutor Up2Me” a través de la participación en una escuela internacional con formación teórica y experimentación práctica. Up2Me está coordinado internacionalmente por un equipo central conectado con varios equipos locales. Cuenta con una comisión científica multidisciplinaria internacional, con profesores de psicología, pedagogía, medicina, teología y derecho.

Lorenzo Russo

 

Un signo de esperanza para el camino ecuménico

Un signo de esperanza para el camino ecuménico

Ha empezado hoy el encuentro de los Obispos de distintas Iglesias amigos de los Focolares. El sábado por la mañana serán recibidos en audiencia por el Papa Francisco. “Debemos tener el coraje de arriesgar”, “Los testimonios nos dan la fuerza para ser uno”, “Hemos asistido a una experiencia de ecumenismo vivido”; he allí algunas impresiones espontáneas de los 181 obispos de 70 Iglesias y 45 países reunidos en el primer día del encuentro de Obispos de varias Iglesias amigos del Movimiento de los Focolares. Brendan Leahy, obispo católico de Irlanda y Matti Repo, obispo luterano de Finlandia, moderadores del encuentro, tras haber saludado a los participantes, en su mayoría conectados a través de una conexión web, con 15 traducciones simultáneas, le dieron la palabra a Margaret Karram, Presidente de los Focolares que, después de darles la bienvenida, dijo: “Mi deseo –que es también una certeza– es que este encuentro conduzca a reforzar entre todos los aquí reunidos esa maravillosa realidad de escucha y acogida recíprocas, en donde el Espíritu Santo se vuelve el protagonista de nuestras relaciones.  Sólo él es capaz de producir la renovación en la realidad eclesial y social, él sabe abrir el camino y hacer que todo proceso de reconciliación sea constructivo. La presencia de ustedes en este Congreso es de por sí un signo de los tiempos, revela el anhelo de cada uno de ustedes hacia la unidad, un horizonte que no está tan lejos porque la vida en común del Evangelio lo hace tangible entre hermanos”. El Obispo Christian Krause, ex Presidente de la Federación Luterana Mundial, tras haber explicado la génesis del encuentro hizo una mención al título: “’Dare to be one’ (Atreverse a ser uno). Es un humilde aporte a un diálogo y a una iniciativa en curso para compartir, para entenderse y para mantener entre nosotros el mensaje de Jesús en el camino hacia la paz”.  Luego invitó a todos a no fijarse en mantener su poder institucional, sino “a abrir las puertas a la compartición del carisma de la unidad y de la hospitalidad eucarística de los hijos de Dios. Por ello, una vez más – por amor al cielo – ¡atrévanse a ser uno!”. Después de un momento de encuentro por grupos lingüísticos para conocerse e intercambiar las primeras impresiones se profundizó la vida de la Palabra de Dios en la espiritualidad de los Focolares.  Un trozo de Chiara Lubich leído por la focolarina anglicana Sarah Finch fue enriquecido luego por las varias intervenciones del obispo luterano Dr. Matti Repo, de la Dra. Mervat Kelly, focolarina siro-ortodoxa  y de la Dra. Sandra Ferreira, focolarina católica. A continuación, los obispos donaron sus testimonios, que hacían visible lo que se había dicho. Una sucesión de experiencias vividas en primera persona que demuestran el esfuerzo de comprometerse para construir la unidad entre las distintas Iglesias. Conmovedoras, concretas en las distintas situaciones pastorales. Resuenan las palabras de Chiara Lubich que se habían escuchado antes: “Un fruto es que la Palabra nos hace uno: provoca la unidad. Como en las plantas con el injerto, dos ramas descortezadas, por el contacto vivo de las dos partes vivas, se vuelven una sola cosa, de la misma manera dos almas descortezadas de lo humano mediante la Palabra de Vida vivida, se convierten mejor en una sola cosa”. Cuatro horas que incluyeron a personas de todo el mundo, de Australia, EE.UU., Brasil, Ucrania, Madagascar, países europeos y asiáticos, con la variedad de husos horarios, condiciones políticas y sociales. Mañana, 24 de septiembre, la segunda jornada y el sábado 25 serán recibidos en Audiencia por el Papa Francisco.

Carlos Mana

 

El coraje de la unidad entre las Iglesias en un mundo dividido

Sinodalidad, ecumenismo y paz son los temas que afrontarán los 170 obispos de 44 países del mundo y de70 Iglesias y comunidades eclesiales que se reunirán del 23 al 25 de septiembre próximos en Castel Gandolfo (Italia). El Papa Francisco los recibirá en audiencia el 25 de septiembre. “Atreverse a ser uno. El coraje de la unidad en un mundo dividido” es el título del próximo congreso internacional de Obispos amigos de los Focolares, pertenecientes a distintas Iglesias cristianas. Un título que expresa bien la urgencia que los obispos sienten en estos tiempos en que la pandemia ha agravado rupturas, violencias y formas de soledad viejas y nuevas en todo el mundo. “A ello hay que agregarle la injusta distribución de la riqueza y la pobreza, la dramática divergencia entre libertad y opresión, las crecientes amenazas del ambiente natural. Todo ello nos ha impulsado a formular con pasión este llamado: ‘¡Atrévanse a ser uno!’. Lo dirigimos a nosotros mismos y a nuestros hermanos obispos para que lo hagan propio en sus respectivas Iglesias y comunidades”.  Con estas palabras el Obispo Christian Krause, ex – Presidente de la Federación Mundial Luterana, uno de los ideadores de este evento, sintetiza el significado del Congreso. “Esta cita está promovida por la red mundial de Obispos de distintas Iglesias amigos de los Focolares  –explica Mons. Brendan Leahy, obispo católico de Limerick (Irlanda), que es el coordinador– que se encuentran regularmente desde hace 38 años para profundizar la comunión entre ellos sobre la base de la espiritualidad de la unidad de los Focolares. El objetivo es estar unidos en Cristo y si está la presencia de Jesús entre nosotros, el viaje hacia la unidad está asegurado”. El encuentro se llevará cabo con una modalidad mixta: 10 obispos estarán físicamente presentes en Castel Gandolfo, mientras que otros 170 seguirán el congreso online, solos o reunidos en pequeños grupos, en el respeto de las reglas sanitarias. El 25 de septiembre próximo serán recibidos en audiencia por el Papa Francisco quien, por streaming, también llegará a todos los participantes conectados en forma remota. Intervendrán  en los trabajos: Margaret Karram, Presidente del Movimiento de los Focolares y Jesús Morán, Co-Presidente del Movimiento; Nelson Luiz Leite Campos, Obispo emérito de la Iglesia Metodista de Brasil; Stefan Tobler, teólogo de la Iglesia Reformada Suiza, profesor de teología evangélica en la Universidad Lucian Blaga de Sibiu (Rumania); Piero Coda, teólogo católico, miembro de la Comisión Mixta Internacional para el diálogo teológico entre la Iglesia Católica y la Iglesia Ortodoxa, docente en el Instituto Universitario Sophia de Loppiano (Italia). El programa prevé profundizaciones sobre la espiritualidad de la unidad de Chiara Lubich, testimonios de vida presentados por obispos de distintas Iglesias que tendrán como tema la Palabra de Dios, el misterio de Jesús crucificado, abandonado y resucitado, el carisma de la unidad y su encarnación en las llagas de la humanidad contemporánea. El momento central y sin duda el más característico de los congresos de Obispos amigos de los Focolares es el “Pacto de amor recíproco”.  Éste consiste en un compromiso solemne a amarse mutuamente teniendo como base la invitación de Jesús en el “mandamiento nuevo” (cf. Juan 15,17). Los obispos se comprometerán, a continuación, a recibir los dones ofrecidos por la Iglesia del otro y a compartir sus dolores y sus alegrías, sintiéndolos propios para que cada vez más se acerque y sea visible el proceso de unidad entre las Iglesias. Obispos amigos de los Focolares: desde la década de 1980 hasta nuestros días. En 1982 Klaus Hemmerle, obispo católico de Aquisgrán (Alemania) empezó a promover encuentros de obispos pertenecientes a distintas Iglesias. Ya desde la década de 1960 numerosos obispos, identificándose con la espiritualidad de los Focolares, se habían comprometido a caminar juntos hacia la unidad y a promoverla a todos los niveles. Pero las palabras del entonces Papa Juan Pablo II a un grupo de obispos católicos amigos de los Focolares, con ocasión de una audiencia, representaron un ulterior impulso a la realización de encuentros periódicos con obispos de diferentes Iglesias. Hoy estos encuentros se desarrollan periódicamente en lugares símbolo para el diálogo ecuménico.  Un itinerario no sólo espiritual, sino también ocasión concreta para los obispos de conocerse y acogerse los unos con los otros ofreciéndoles a todos la posibilidad de hacer una experiencia de vida cristiana con las distintas Iglesias.

Oficina Comunicación Focolares

Stefania Tanesini

A Chiara Lubich homenaje de la ciudad de Grottaferrata

A Chiara Lubich homenaje de la ciudad de Grottaferrata

El pasado 10 de septiembre la Alcaldía de Grottaferrata (Roma-Italia) otorgó a Chiara Lubich la ciudadanía honoraria póstuma, se trata de un reconocimiento que renueva en forma visible la amistad entre la fundadora del Movimiento de los Focolares y este territorio, que ella quiso tanto, donde surgieron las primeras estructuras del Movimiento. La placa la recogió Magaret Karram, la actual Presidente. Una “ciudad madre”, un lugar donde “recoger en un único pueblo a personas de las distintas vocaciones”. La de Chiara Lubich es una inspiración que la impulsó a reconocer en los Castillos Romanos y, específicamente, en la ciudad de Grottaferrata (Roma-Italia), el terreno fértil donde había florecido una nueva casa del Movimiento de los Focolares, después del de Trento su ciudad natal, y de Roma. En Grottaferrata, en 1959, se inauguró una sala de encuentros en la Villa María Assunta, una bellísima casa que fue puesta a disposición del Movimiento de los Focolares por la marquesa Rossignani Pacelli, hermana del Papa Pio XII. Una casa que poco después se convirtió en el corazón de la Obra, de la viva y entusiasta “ciudadela de María”. Chiara Lubich, si bien seguía viviendo en Roma, transcurrió algunos períodos en Grottaferrata en el lapso de tiempo que va de 1956 a 1964. Son imágenes de una historia conducida por Dios y recordadas por la Presidente del Movimiento de los Focolares, Margaret Karram, con motivo de la ceremonia de entrega de la ciudadanía honoraria póstuma de Grottaferrata a Chiara Lubich, que tuvo lugar el pasado 10 de septiembre. Estaban presentes en el evento: Luciano Andreotti, Alcalde de Grottaferrata, Angelo Viticchiè, ex-alcalde de la ciudad, Sergio Lubich, sobrino de Chiara y Veronica Cimmino, Alcaldesa de Rocca di Papa. Como conclusión se proyectó la película  “Chiara Lubich: el Amor vence todo”. Estaban presentes también el director de cine Giacomo Campiotti, el productor artístico Saverio D’Ercole, el productor de la película Luca Barbareschi y la actriz Valentina Ghelfi. La cita, que ya estaba programada en el 2004 y que fue postergada debido a la enfermedad y a la muerte de Chiara, tuvo como protagonistas al sentido de comunidad y de fraternidad. Estos valores, radicados en la vida del Movimiento, pueden llegar a ser, como lo recordó el Alcalde de Grottaferrata, el único “instrumento de comunión” también dentro de la vida pública de una ciudad, donde la “búsqueda del bien común” sigue siendo el objetivo principal. Lo que parecía un arduo camino encuentra su confirmación en la “unidad a través del amor” y en las palabras inéditas que Chiara habría querido donar recibiendo este reconocimiento, y que regresan a nosotros gracias a la voz de Margaret Karram: “Quisiera ofrecer este Arte de Amar a la atención de todos los presentes en especial a los ciudadanos de Grottaferrata para que, si lo desean, puedan ayudarnos a vivirla y difundirla por doquier”. Es una herencia de la que todos disponemos y de la que cada uno, desde su pequeño espacio, se convierte en custodio, ayer y hoy; una experiencia que, como concluyó la Presidente del Movimiento de los Focolares, “no se limita a los confines de nuestra ciudad, sino que se extiende a través de las relaciones de colaboración fraterna también con otras alcaldías, para hacer crecer y hacer que sea cada vez más luminosa la red de las ciudades por la fraternidad”.

Maria Grazia Berretta

La existencia se convirtió en una aventura

El 17 de septiembre de 1948, Chiara Lubich  por  primera vez conoció en Roma (Italia) a Igino Giordani[1], al que más tarde llamó Foco. Era una terciaria franciscana y estaba acompañada por algunos religiosos de distintas familias franciscanas. Giordani tenía 54 años y era ya un hombre afirmado en el ámbito político y cultural cuando conoció a Chiara Lubich, de 28 años, reconociendo en ella un carisma. Giordani se adhirió inmediatamente a los Focolares y, por su contribución al desarrollo del Movimiento, Chiara Lubich lo consideró  cofundador. A continuación el relato de aquel encuentro, extraído del diario de Giordani.  “Ver unidos y en armonía a un conventual un menor, un capuchino y un terciario y una terciaria de san Francisco me pareció ya un milagro de unidad, y así lo dije. La señorita habló; (…) ya desde sus primeras palabras advertí algo nuevo. Había un timbre inusitado en aquella voz: el timbre de una convicción profunda y segura que nacía de un sentimiento sobrenatural. (…) Cuando, al cabo de media hora, terminó de hablar, yo estaba sobrecogido en una atmósfera encantada: como en un nimbo de luz y de felicidad; y hubiese querido que aquella voz continuase. Era la voz que, sin darme cuenta de ello, había esperado. Ponía la santidad al alcance de todos; quitaba las verjas que separan el mundo laical de la vida mística. Sacaba a la luz los tesoros de un castillo al que solo pocos eran admitidos. Acercaba a Dios: lo hacía sentir Padre, hermano, amigo, presente en la humanidad. (…) Me sucedió una cosa. Sucedió que aquellos retazos de cultura yuxtapuestos se pusieron a moverse y a animarse, enlazándose hasta formar un cuerpo vivo, recorrido por una sangre generosa: ¿la sangre de la que ardía santa Catalina? Había penetrado el amor embistiendo las ideas, y trayéndolas a una órbita de alegría. Había sucedido que la idea de Dios había hecho sitio al amor de Dios, la imagen ideal al Dios vivo. En Chiara había encontrado no a alguien que hablaba de Dios, sino una que hablaba con Dios: hija que, en el amor, conversaba con el Padre. (…) Todo se iluminó. El dolor asumió un significado salvífico, o se transformó en amor. La vida resultó ser un designio adorable de la voluntad de Dios y cada uno de sus instantes adquirió plenitud y una belleza propia. La naturaleza y la historia se desplegaron en entramados ricos de armonía y sabiduría. Y para vivir esta nueva vida, para nacer en Dios, no tenía que renunciar a mis doctrinas: solo tenía que ponerlas a la llama de la caridad, para vivificarlas. A través del hermano, comencé a vivir a Dios. La gracia brotó libremente, y los diafragmas entre lo sobrenatural y lo natural se derrumbaron. Toda la existencia se convirtió en una aventura, vivida conscientemente en unión con el Creador, que es la vida”.

Igino Giordani

(Igino Giordani, Memorias de un cristiano ingenuo, Ciudad Nueva, Madrid, 2ª ed. 2005, pp. 143-147). [1] Igino Giordani (1894 – 1980) fue un escritor, periodista y político italiano. En 1946 fue elegido miembro de la Asamblea Constituyente y en 1948 diputado como miembro del Partido Democrático en el Parlamento italiano, donde se distinguió por su compromiso en favor de la paz y de la justicia social.

Costa de Marfil, reinventarse para dar vida

La experiencia que la Ciudadela Victoria de Man (Costa de Marfil) ha vivido durante el período de la pandemia es de una gran tenacidad.  El Covid-19 no ha frenado las actividades del Centro Sanitario y del Centro Nutricional que, gracias también a la ayuda de la Comunión de los bienes extraordinaria promovida por el Movimiento de los Focolares, atendieron a las necesidades de mucha gente. Monica Padovani es una focolarina italiana, tiene 53 años y hace veinte años que vive en África. Desde hace dos años está en la Ciudadela de los Focolares de Man (Costa de Marfil), desempeña el rol de educadora profesional y coordinadora de las actividades en el Centro Nutricional Suplementario del Focolar (CNSF). Durante la pandemia este corazón pulsante que atiende y socorre con valentía no ha dejado de latir dando ejemplo de gran ingenio y audacia. La creación de un taller para la producción de mascarillas, que no pueden encontrarse en el mercado, ha garantizado servicios indispensables a los enfermos del CNSF y al Centro Médico adyacente.  Las ayudas recibidas fueron fundamentales para poder continuar y recibir a todos. ¿Qué ha significado para la Ciudadela Victoria vivir la emergencia en esta cadena de amor continua? Los retos que se han encarado este año son muchos, pero con alegría podemos afirmar que a muchos de ellos los hemos superado. Las medidas de restricción tomadas en el país cuando empezó la pandemia han permitido contener la difusión de la enfermedad en la zona limítrofe a la capital, Abidjian. En Man, donde se encuentra nuestra Ciudadela, las consecuencias sobre todo son de carácter económico-social y han incidido, lamentablemente, en una situación que ya era frágil, afectando particularmente a las franjas más pobres de la población. Afortunadamente las actividades del Centro Sanitario y del Centro Nutricional han continuado, aunque con una reducción de marcha, y las ayudas recibidas han sostenido varias actividades de emergencia, permitiendo además el empleo de una enfermera más. Con un equipo reforzado se han podido atender mejor los casos de desnutrición infantil, sostener a muchas madres en dificultad y dar respuestas concretas a las varias necesidades. Socorrer parece haber sido la forma que ustedes han tenido para “abrazar” al otro. ¿Alguna experiencia que a ustedes les ha impactado particularmente? Cada caso es único pero, entre los muchos que hay, la de una pequeña de apenas un día de vida, que había nacido prematuramente, nos conmovió de una manera especial. Tras el parto, la niña pesaba sólo un kilo y los padres se dirigieron a la sala de pediatría con la exigencia urgente de una cama térmica. Debido a diferentes dificultades no pudieron satisfacer esa necesidad y fue en el CNSF en donde recibieron los primeros auxilios. La niña y la madre fueron ayudadas para que pudiera ser amamantada y se les aseguró un ambiente sereno y tranquilo en donde poder estar abrigadas y en estrecho contacto. Gracias a estos pequeños gestos la pequeña recobró fuerzas y peso y dentro de poco celebraremos su primer año en perfecto estado. ¿El verbo “nutrir” ha asumido nuevos significados durante la pandemia? El término nutrir, en la experiencia cotidiana en el CNSF, tiene un significado sin duda más amplio. Seguramente se refiere a la comida, la prevención y la lucha contra la desnutrición.  Sin embargo, “nutrir” indica también la posibilidad de dar aquello que la persona realmente necesita en ese momento, como un consejo, una palabra de aliento, una escucha especial. Pues bien, el Covid ha puesto de relieve justamente este aspecto: una mayor atención al otro. Así es como hemos comprendido que las cosas que en nuestra visión parecieran a menudo “simples” para otros pueden ser vitales.

Maria Grazia Berretta

Evangelio vivido: ser los primeros en dar

También es un llamado para nosotros: tener una mente y un corazón abiertos para reconocer y ocuparnos de las necesidades de los demás, usar nuestros talentos, nuestro tiempo, para el bien común en las casas y más allá. Es una invitación a ponernos en el último lugar para ser “primeros”, para impulsar a todos hacia el único futuro posible: la fraternidad universal. Escuchar Amar a un prójimo a veces significa simplemente escucharlo… ¡incluso durante horas! Me pasó esta mañana, cuando alrededor de las 9.30 me vino a visitar un amigo que pasa la mayor parte del año en el exterior. Me habló de su padre fallecido recientemente, de su cuidador, de varios problemas familiares, también que, para no perder la misa dominical, viaja dos horas de ida y dos de vuelta para llegar a la capellanía donde se celebra en italiano. Eran más de las 12 cuando nos despedimos. Solo entonces me di cuenta de cuánto tiempo me tomó escucharlo. (Umberto – Italia) Competición en la cocina Siempre, al volver a casa del trabajo, veía a mi esposa cansada. Le pregunté a Dios cómo ayudarla y una noche, durante la cena, se me ocurrió la idea de una semana de prueba en la cocina: cada uno tenía que preparar una cena diferente (junto con la abuela somos exactamente siete). Incluso nuestro tercer hijo, un adolescente siempre feliz con todo, estaba entusiasmado con la competencia. A medida que pasaba la semana, una de las hijas propuso continuar, incluso poniendo una calificación. Aquí se volvió aún más divertido. Con gran alegría noté a mi esposa aliviada y feliz de ver a sus hijos en acción. Una vez, hablando entre nosotros, me dijo que estaba descubriendo lados nuevos e inesperados de nuestros chicos. (G.B. – Eslovaquia) Esa mirada decía todo Me había retirado del trabajo antes de lo esperado solo para estar cerca de mi esposa, que desde hacía tiempo comenzaba a estar enferma. Desafortunadamente, la suya era una enfermedad degenerativa. Día tras día veía disminuir sus capacidades, el habla, los movimientos … ¿Dónde estaba la maravillosa mujer con la que había soñado una vida de felicidad, una familia numerosa y hermosa, un compromiso de ser una casa abierta para todos? Ahora estaba allí, inmóvil; movía los ojos y esa mirada decía todo. Mi fe no estaba viva, también porque, como profesor de filosofía, conozco los trucos de la mente y el peligro de las mistificaciones. Pero desde cuando la conversación con mi esposa se había convertido en silencio, sentí que se alegraba si yo rezaba junto a ella, por ella, en ella. Hace dos meses murió en silencio. Dejó un bien que ni mis hijos ni yo sabemos cuantificar. Ella plantó una semilla de luz en nosotros. Cuando apareció la enfermedad, dijo: “La vida ahora es cuesta arriba. Me gustaría recorrerla con ustedes. Pero Dios me pide que pueda decir con la vida mi gracias”. (G.d.P. – Italia)

Maria Grazia Berretta

(tomado del Il Vangelo del Giorno, Città Nuova, año VII, n.4, septiembre-octubre de 2021)

Aprendamos a decir “somos siervos inútiles”

Aprendamos a decir “somos siervos inútiles”

La palabra del papa Francisco a los miembros de las diversas asociaciones de fieles, movimientos eclesiales y nuevas comunidades. Hemos pedido a Margaret Karram y a Jesús Morán sus primeras impresiones. Una mirada al futuro aunque manteniendo los pies bien arraigados en el presente. Este parece ser el comienzo de un camino de discernimiento sugerido hoy por el papa Francisco en la audiencia a los miembros de las diversas asociaciones de fieles, movimientos eclesiales y nuevas comunidades. Esta mañana el Santo Padre se presentó inesperadamente en el encuentro con los moderadores de las asociaciones de fieles, de los movimientos eclesiales y de las nuevas comunidades, organizado por el Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida. A este momento de gran reflexión sobre el tema: La Responsabilidad de gobernanza en las agregaciones laicales: un servicio eclesial, participaron también la presidenta del Movimiento de los Focolares, Margaret Karram, y el copresidente, Jesús Morán Cepedano. “Fue una gran sorpresa –dijo Margaret Karran– ver que el Santo Padre llegaba justamente al comienzo del encuentro. Hizo una estupenda intervención, muy densa y clarificadora; nos dio la interpretación correcta del Decreto general que promulgó el Dicasterio, el pasado mes de junio, sobre la renovación de los cargos de gobierno en los movimientos eclesiales y en las nuevas comunidades”. Al renovar su estima y su agradecimiento a todos los presentes, sobre todo por el modo de vivir y testimoniar el Evangelio, el Santo Padre identifica como primera etapa en el arduo mandato de evangelización y apostolado de todos, precisamente el Bautismo, el medio que “nos hace sacerdotes juntos, en el sacerdocio de Cristo: el pueblo sacerdotal”. El Papa Francisco describe las variadas realidades eclesiales como un pueblo que camina, en continuo crecimiento, que también reconoce sus debilidades; un pueblo que no se detiene y tiende siempre a la conversión: “¡Recuerden siempre que construir el futuro no significa salir del presente que estamos viviendo! Al contrario, hay que preparar el futuro aquí y ahora, ‘en la cocina’, aprendiendo a escuchar y discernir el tiempo presente con honestidad y valentía y con la disposición al encuentro constante con el Señor y a una constante conversión personal. De hecho, si no se tiene esta actitud, se corre el riesgo de vivir en un ‘mundo paralelo’, destilado, lejos de los verdaderos desafíos de la sociedad, de la cultura y de todas las personas que viven junto a ustedes y que esperan su testimonio cristiano. El camino del Evangelio no es un viaje turístico. Es un reto: cada paso es un reto y cada paso es una llamada de Dios”.

Jesús Morán, Margaret Karram y Giovanni Ramonda (Moderador de la Asociación Papa Juan XXIII)

Un verdadero estímulo paternal que revela cómo la docilidad y la humildad sean una exhortación a seguir, y necesaria para profundizar continuamente en el carisma al que se pertenece y reflexionar sobre la mejor manera de encarnarlo en la vida cotidiana. El mismo Decreto promulgado el 11 de junio de este año –Las asociaciones internacionales de fieles–, va en esta dirección: aceptar algunos cambios y preparar el futuro partiendo del presente. La responsabilidad de gobierno en las agregaciones laicales sobre la que reflexiona hoy el Papa también invierte su pirámide o, podríamos decir, recompone el orden correcto colocando el servicio en su cúspide:Gobernar es servir. (…) Aprendamos a decir ‘somos siervos inútiles’ (Lc 17,10). Tengamos presente esta expresión que hace mucho bien a la Iglesia y recuerda la actitud adecuada para trabajar en ella: el servicio humilde, del que Jesús nos dio ejemplo, lavando los pies a los discípulos”. “Tras la intervención del Papa –dice Jesús Morán– no es posible leer solo el Decreto; hay que hacerlo agregando también las palabras que pronunció esta mañana. Es como un pequeño tratado sobre cómo se ejerce el gobierno a la luz del Evangelio”. “Estamos viviendo un acontecimiento profundamente eclesial de gran comunión –añade la presidenta Karram– con profundas reflexiones. En los próximos meses creo que tendremos que profundizar en este importante tema también para vivir mejor nuestro carisma”. “Debemos reconocer y expresar el gran amor y cuidado del Dicasterio hacia los movimientos; su intención es salvar los carismas y así lo demostró el Papa, quien reiteró varias veces su agradecimiento a las diversas realidades eclesiales presentes, especialmente por su compromiso en este momento de sufrimiento para toda la humanidad”, concluyó Morán. Para acceder a la transcripción completa del discurso del Papa Francisco: https://www.vatican.va/content/francesco/es/events/event.dir.html/content/vaticanevents/es/2021/9/16/associssioni-fedeli.html  

Chiara Lubich: un único camino

Más allá de la valla de la libertad y de la igualdad. A veinte años de la caída de las Torres Gemelas, las palabras de Chiara Lubich sobre el atentado que cambió el destino del mundo están más vigentes que nunca, y nos recuerdan cuál es el único camino por recorrer hacia la paz. Al día siguiente del 11 de setiembre muchos de nosotros advertimos la exigencia de reflexionar a fondo sobre sus causas, pero sobre todo de comprometerse por una verdadera, responsable y decidida alternativa al terror y a la guerra. (…) De modo análogo hoy, en Nueva York como en Bogotá, en Roma como en Nairobi, en Londres como en Bagdad,  muchos nos preguntamos si es posible vivir en un mundo de pueblos libres, iguales, unidos, donde no solamente unos respeten la identidad de los otros, sino que también se interesen por las respectivas necesidades. (…) Desde muchos puntos de la tierra se eleva hoy el grito de abandono de millones de refugiados, de millones de hambrientos, de millones de explotados, de millones de desocupados que son excluidos y como ‘amputados’ del cuerpo político. Esta separación  ̶ y no solamente las carencias y las dificultades económicas ̶  es la que los hace aún más pobres, que aumenta –si es que todavía puede aumentar– su desesperación. (…) La libertad y la igualdad no bastan por sí solas para los retos del presente y del futuro de la humanidad.  Nuestra experiencia nos enseña que se necesita, creemos, un tercer elemento, olvidado desde hace tiempo en el pensamiento y la praxis política: la fraternidad. (…) Es la fraternidad la que puede hacer florecer proyectos y acciones en el complejo tejido político, económico, cultural y social de nuestro mundo. Es la fraternidad la que hace salir del aislamiento y abre la puerta del desarrollo a los pueblos que todavía están excluidos. Es la fraternidad la que indica cómo resolver pacíficamente las discordias y que relega la guerra a los libros de historia. Es por la fraternidad vivida que se puede soñar e incluso esperar en alguna comunión de bienes entre países ricos y pobres, ya que el escandaloso desequilibrio que existe en el mundo es una de las causas principales del terrorismo. La profunda necesidad de paz que la humanidad expresa actualmente, dice que la fraternidad no es solamente un valor, no es solamente un método, sino que es un paradigma global de desarrollo político. Por eso, un mundo cada vez más interdependiente tiene necesidad de políticos, de empresarios, de intelectuales y de artistas que pongan a la fraternidad –instrumento de unidad– como centro de sus acciones y de sus pensamientos

Chiara Lubich

(Chiara Lubich, Mensaje a la Primera Jornada Mundial de la Interdependencia, Filadelfia, EE.UU., 12 de septiembre de 2003 en Discorsi in ambito civile ed ecclesiale, por Vera Araujo, Città Nuova, Roma, 2020, pp. 111-113)  

No olvidar nunca: recordar el 11 de septiembre

No olvidar nunca: recordar el 11 de septiembre

La solidaridad compartida el 11 de septiembre por católicos y musulmanes en Indianápolis (EEUU) continua. Los días después de los ataques terroristas del 11 de septiembre de 2001, muchos musulmanes estadounidenses fueron víctimas de un contraataque agresivo y a veces violento por parte de sus compatriotas, porque los hombres que ese día pilotearon los aviones de la aerolínea eran extremistas musulmanes. El Nur-Allah Islamic Center de Indianápolis fue objeto de muchas amenazas de atentado los días después de los sucesos del 11 de septiembre. Por eso, cuando los musulmanes del centro se reunieron para la oración del viernes después de los ataques, sabían que ellos también podrían ser víctimas de un ataque. Pero no estaban solos. Ese día se unieron a ellos algunos amigos católicos que eran miembros de los Focolares, un movimiento de la Iglesia, eclesial, internacional y laico, que entre otras cosas promueve una mayor unidad de la familia humana. “Fue una experiencia muy emocionante”, dijo un miembro del Nur-Allah David Shaheed, quien también es juez del condado de Marion desde 1996. “Se sintieron vinculados a nosotros. Sintieron que éramos amigos y vecinos de casa. Arriesgaron su vida para estar con nosotros en un momento históricamente tan tumultuoso y espantoso”. John Mundell, era miembro de la parroquia de San Pio X el 11 de septiembre y formaba parte del grupo de los Focolares que vino a  Nur-Allah el 14 de septiembre de 2001. “Esa experiencia ha sido probablemente uno de los momentos más sagrados de mi vida”, dijo. “Cuando entramos como grupo y nos vieron, se advertía en su mirada y en sus rostros que se daban cuenta de que la relación que habíamos establecido era real. No había nada falso ni superficial”. Los miembros de los Focolares sabían que decidir estar con sus amigos del Nur-Allah después de las amenazas de bombardear su centro podía poner en peligro sus vidas. Pero la relación recíproca era tan importante para ellos que decidieron aceptar ese riesgo. “Nuestra fe católica nos invitaba a estar ahí con ellos”, dijo Mundell, quien ahora es miembro de la parroquia de Nuestra Señora de Lourdes, en Indianápolis. “A partir de ese momento se abrió el camino. Dentro sabía que era justo hacerlo, pero a partir de ahí podía decir, ‘Sí, lo estamos haciendo’”. “Afortunadamente ese día no hubo ataques. Pero algunos miembros del Nur-Allah apreciaron tanto la expresión de solidaridad de sus amigos católicos que se reunieron con ellos en la misa dos días después, en la iglesia de San Pío X. “Era amor recíproco”, dijo Mundell. “Te expandes por amor y después recibes esa misma ola (de amor) de vuelta. Era una sensación sagrada. En cierto modo estaba la presencia de Dios en esta relación que se estableció”. Esa relación había iniciado en 1997, siguiendo el ejemplo de Chiara Lubich, la fundadora italiana de los Focolares, quien había ido a visitar a W.D. Muhammed, el líder de una rama de los musulmanes de Estados Unidos compuesta mayoritariamente por negros estadounidenses. Después del inicio de la relación con los miembros de los Focolares, durante los siguientes años, en el Nur-Allah se empezaron a realizar encuentros de católicos y musulmanes que atraían a personas de toda la región medioriental. Uno de estos encuentros había tenido lugar solo dos meses antes del 11 de septiembre. Pero los eventos de ese día hicieron que la relación se consolidara rápidamente en un modo que no se habrían podido imaginar. “Hay momentos en los que Dios nos llama a la unidad a través del dolor”, dijo Michael Saahir, el imán residente en el Nur-Allah. Para él, ésta es una lección que perdura desde el 11 de septiembre, y teme que se vaya olvidando con el pasar de los años. “Sucede demasiado a menudo que cuando el dolor se aplaca olvidamos”, dijo Saahir. “Tendemos a olvidar demasiado fácilmente. O ni siquiera sacamos el tiempo para estudiar las lecciones que se derivan de estos momentos. Y la unidad de la familia humana es la principal lección”. En los últimos años, los miembros de los Focolares de Indianápolis han tomado más conciencia del dolor experimentado por sus amigos musulmanes negros debido a su raza. “No somos perfectos como estadounidenses, ni como católicos, al abrazar esta idea de la fraternidad universal”, dijo Mundell. “Tenemos todavía mucho camino que recorrer. Hay un aspecto racial en el que tenemos que seguir trabajando y escuchar”. Los miembros de los Focolares y del Nur-Allah se han comprometido para que las lecciones del 11 de septiembre y otras lecciones se sigan recordando. A lo largo de los meses y de los años después de ese día, personas de ambas comunidades de fe han sido invitadas a las parroquias de toda la arquidiócesis y también de fuera, y a las universidades, para contar su experiencia de relación interreligiosa. Cuando Mundell empezó a recibir estas invitaciones, empezó a reconocer el significado de las relaciones personales sencillas que se habían creado con sus amigos musulmanes desde 1997. “Nos hicieron entender lo extraordinaria que era esta relación y que no estaba destinada sólo a nosotros”, dijo. “Había que compartirla con todos”. “La gente tiene necesidad de ver un modelo o un ejemplo”, dijo Saahir. “Agradezco que nuestra relación con los Focolares sea un modelo, no sólo para musulmanes y católicos, sino para cualquiera que quiera ver que es factible y por mucho tiempo”. Mundell y Saahir esperan que la longevidad de la relación entre sus dos comunidades continúe en la siguiente generación”. “Es como transmitir la propia fe”, dijo Mundell. “La próxima generación deberá asumirla como propia. Deben hacer la experiencia. Es algo que haremos durante el resto de nuestra vida. Las relaciones se deben renovar y reconstruir continuamente”.

De Sean Gallagher para “The Criterion”, 3 de septiembre de  2021

Al servicio de la Iglesia en Indianápolis central y meridional (EEUU) desde 1960

Evangelio vivido: un llamado al servicio

A pesar de las fragilidades y los miedos de los discípulos, Jesús tiene confianza en ellos y los llama a seguirlo para compartir su misión, que es la de servir a todos.  Servir, no tanto como un esclavo, que está obligado a su trabajo, sino como una persona libre que ofrece generosamente sus capacidades y sus fuerzas. Solidaridad con los gitanos La pandemia ha agudizado los problemas sociales de nuestro territorio. Y uno de los problemas más graves en nuestro ambiente es el habitacional. Mucha gente no sabe cómo resolverlo y vive en situaciones de angustia y a veces de gran deterioro. Con mi parroquia, en un momento ayudamos a una familia a mudarse de una choza húmeda y en ruinas, a una vivienda más digna. Ese gesto sirvió para superar ciertos prejuicios; porque era como si pensaran que si el Padre Peppino y los demás reciben a extranjeros gitanos, quería decir que son personas como nosotros, a quienes podemos y debemos ayudar. Para ellos se puso en marcha una verdadera competencia de solidaridad.  Hubo quien donó muebles, quien se ocupó de transportarlos y armarlos, algunos se encargaron del contrato y otros de los servicios.  M., madre gitana de dos niños preciosos, ni bien volvieron del hospital en donde había estado internada por el Covid-19, me dijo: “Estoy emocionada y quería agradecerles, porque nunca me sentí querida como me quieren ustedes y toda la comunidad”. (Padre Peppino – Italia) Haz a los demás… En el colegio tenía un compañero de clase perezoso y muy malo en matemática. Varias veces le había insistido en que debía poner más empeño en estudiar, pero nunca obtenía resultados. En las pruebas del primer semestre salió insuficiente.  Se sintió humillado delante de todos y lloró. Aunque no había escuchado mi consejo y era culpa suya, una frase venía a mi mente: “Haz a los demás lo que quisieras que te hiciesen a ti” y pensé en ayudarlo.  Me ofrecí para darle clase de matemática y él, sorprendido y feliz, enseguida accedió. No fue fácil llevarlo a un nivel aceptable, pero se dio un pequeño prodigio pues en el examen del segundo semestre obtuvo un resultado superior a la suficiencia. (Radu – Rumania) Proximidad Hace unos diez años, cuando vivir en Siria se había vuelto difícil para nosotros cristianos, nos preguntamos si debíamos quedarnos.  Muchos parientes y amigos habían optado por partir y por las noticias recibidas parecía que habían encontrado ambientes tranquilos, sin ruidos de armas, terrores y peligros.  Sin embargo, por más que hagamos poco, nos parece que nuestra presencia aquí, día tras día, es una verdadera misión.  No es una cuestión de dar testimonio de nuestra fe o de fidelidad a la patria, sino de esa proximidad de la que habla el Papa Francisco. Estamos seguros de que para nuestros hijos –aunque siga siendo difícil– también será una gran maestra de vida. (V.M. – Siria)

Recogido por Maria Grazia Berretta

  (extraído de Il Vangelo del Giorno, Città Nuova, año VII, número 4, septiembre-octubre de 2021)  

Focolares trabajando para acoger a los refugiados afganos

El Movimiento de los Focolares participa en varios países del mundo en la acogida de refugiados afganos. En Italia, hasta la fecha, unas 400 personas se han ofrecido a abrir sus puertas a los refugiados. Ha habido una respuesta inmediata de personas, familias y comunidades enteras, desde Milán hasta Ragusa. En Italia el Movimiento de los Focolares  ha lanzado un llamamiento para concretar la acogida, enseguida después de los primeros puentes aéreos que trajeron a los refugiados afganos a nuestro país: desde el 26 de agosto se ha lanzado una invitación a través de las comunidades locales de los Focolares y de las muchas personas involucradas a varios niveles en redes locales o nacionales de acogida y acompañamiento de inmigrantes. El llamado nos invita a considerar la posibilidad de abrir los centros del movimiento, institutos religiosos, canónicas, casas parroquiales, pero también las propias casas; captar a quienes estén dispuestos a colaborar en esta emergencia apoyando a los refugiados que llegan; iniciar colaboraciones con autoridades y organizaciones locales. Un trabajo en marcha, que debe combinar la iniciativa privada con los sistemas de acogida preparados por el Ministerio del Interior, y que ya está dando sus primeros pasos concretos, en línea con lo que esperaba el papa Francisco en el Ángelus del domingo 5 de septiembre, que todos los afganos “tanto en patria, como en tránsito y en los países de acogida” pueden “vivir con dignidad, en paz y fraternidad con sus vecinos”. Las respuestas no tardaron en llegar: algunas personas pusieron a disposición su experiencia profesional, sus viviendas o viviendas desocupadas. Entre los primeros en responder al llamamiento, una enfermera de Bérgamo: “Entre un turno y el siguiente, estoy disponible para cualquier necesidad”. Otros ofrecieron sus competencias legales, de salud o relacionadas con la educación. Una familia de Lombardía, con cinco niños pequeños, dijo que estaba dispuesta a acoger a un niño. No solo familias, sino comunidades enteras que responden a la invitación del Papa para abrir canónicas e iglesias. El mundo religioso se pregunta cómo ponerse a disposición: este es el caso de un grupo de religiosos de los pueblos del Vesubio. También hay comunidades de focolarinas, como en Pesaro, Milán, Cosenza, que se unieron para unir fuerzas y encontrar un lugar para poner a disposición de alguien. También continúan los contactos con algunas organizaciones y cooperativas con ideales compartidos, que pueden sostener y apoyar esta acogida que se hace en familia con las herramientas adecuadas, como el Fo.Co. (Chiaramonte Gulfi, RG) y la asociación Nuevos caminos para un mundo unido (Roma). También en la región de Lacio, en Marino, la acogida es un hecho por parte de la cooperativa y asociación sin fines de lucro Una ciudad no basta, que se activó de inmediato. En el Centro Mariápolis de Castel Gandolfo, algunas familias afganas han sido acogidas desde los primeros días de la emergencia. En varias ciudades de Italia, el pasado 28 de agosto se participó en la iniziativa impulsada por la Economy of Francesco por los derechos y libertades de las mujeres afganas. Paralelamente, continúa la recaudación de fondos, con pequeñas y grandes cifras – hay quienes no pudieron abrir sus casas y cotizaron sus joyas familiares, destinándolas a asociaciones que a nivel local podrán utilizarlas para necesidades específicas, que no se pueden cubrir con las contribuciones estatales. La cuenta de referencia es la que ya está en uso para la emergencia del COVID. Los aportes se pueden depositar con el propósito ACCOGLIENZA AFGHANISTAN.

Maria Chiara De Lorenzo

Chiara Lubich: Los 40 días

Palabras como perfección y santidad pueden parecer metas inalcanzables, pero Chiara Lubich, partiendo de una frase de San Buenaventura, reflexiona sobre cómo es posible caminar hacia ellas, a partir de los gestos más sencillos de la vida cotidiana. La última vez hablamos de la santidad, es más, de “santidad de pueblo” y nos despedimos con decididos a alcanzarla, con la ayuda de Dios, viviendo el lema “santos enseguida”, como resumen del: seré santo si soy santo enseguida. Y sin duda, cada uno de nosotros ha experimentado los frutos. Sigamos hablando hoy de santidad. Los primeros días de este mes, haciendo meditación con nuestros libros, encontré un pensamiento sobre la santidad, atribuido a san Buenaventura, que seguramente muchos de nosotros conocemos pero que quizá aún no esté presente en nuestra vida. (…) Ese pensamiento suscitó en mi corazón el enorme deseo de ponerlo en práctica con todos ustedes. ¿Acaso no tenemos que hacernos santos juntos? Se trata de la afirmación de un santo, alguien que entiende bastante de caminos para ir a Dios. Él asegura con audacia que una persona avanza más espiritualmente en cuarenta días si no se detiene en los valles de las imperfecciones y de los pecados veniales, que otro en cuarenta años que sí se detiene. Bonito, ¿no? Naturalmente me he preguntado: « ¿En qué consisten las imperfecciones y los pecados veniales?». Está claro que podríamos hacer una larga lista… Sin duda, son lo opuesto a la perfección. ¿Y en qué consiste la perfección? En vivir la caridad; «la caridad es el vínculo de la perfección», dice san Pablo ; «que sean perfectos en la caridad», reza Jesús en la última cena, como recuerda el Evangelio de Juan . Esa caridad que, si somos varios, como nosotros, se hace recíproca: «Les doy un mandamiento nuevo –dice Jesús–: que se amen los unos a los otros; que como yo los he amado, así ámense también ustedes los unos a los otros» . Por ello, para no permanecer en los valles de las imperfecciones y de los pecados veniales, es necesario vivir así y, en el caso de que se nos olvidara o perdiera fuerza, volver a empezar. Y ¿por dónde conviene empezar? Por casa. Sí, por casa, comenzando por la mañana, porque de esta forma el día arranca bien. Por casa, porque a veces nos esforzamos en vivirlo bien con los demás, en las reuniones, en los congresos, y luego, cuando volvemos a casa, quizá cansados, perdemos la paciencia con los hermanos, el control y… ¡adiós amor recíproco! (…) Recordémoslo. Si hacemos así, dentro de cuarenta días, el 30 de noviembre, sin duda habremos progresado espiritualmente y habremos dado un notable impulso a nuestra santidad personal y a la santidad de pueblo.

Chiara Lubich

(Chiara Lubich, Conversazioni in Collegamento telefonico, Roma 2019, p. 561-562)

El tiempo de la Creación

Entrevista a Stefania Papa, la nueva responsable de Eco One, la iniciativa cultural del Movimiento de los Focolares en el ámbito ambiental, la adhesión de los Focolares al “Tiempo de la Creación” y a varias iniciativas en el ámbito ambiental. Del 1° al 4 de octubre de cada año tiene lugar en todo el mundo el “Tiempo de la Creación”, una iniciativa de oración y de acciones concretas para salvaguardar y proteger nuestra casa común. Stefania Papa es la nueva responsable de EcoOne, la iniciativa cultural del Movimiento de los Focolares promovida por una red de docentes, académicos, investigadores y profesionales que trabajan en el ámbito de las Ciencias Ambientales. Le hicimos una entrevista sobre la adhesión de los Focolares al “Tiempo de la Creación” y a varias iniciativas del ámbito ambiental. ¿Qué es “Tiempo de la Creación”? Es un período específico que va del 1° de septiembre, día de la Jornada Mundial de Oración por el Cuidado de la Creación, al 4 de octubre, fiesta de San Francisco de Asís, el santo patrono de la ecología. Es un período en el cual distintas Iglesias en todo el mundo se reúnen para rezar y promover acciones concretas para salvaguardar y proteger nuestra casa común. Este año el tema es: “¿Una casa para todos? Renovar el Oikos de Dios” y Oikos en griego significa casa. ¿Por qué es importante que cada vez más se convierta en un evento de las distintas Iglesias? Para responder a esta pregunta me viene a la mente un antiguo proverbio africano que dice así, “Si quieres ir rápido corre solo. Si quieres ir lejos, hazlo con los demás”. El mismo Papa Francisco en la Encíclica “Laudato Sí” dice que “tenemos necesidad de un intercambio que nos una a todos, porque el desafío ambiental que vivimos, y sus raíces humanas, nos interpelan y nos impactan a todos”. Tenemos necesidad de “unir a toda la familia humana en la búsqueda de un desarrollo sostenible e integral”[1]. Esto lo podemos realizar sólo uniéndonos, buscando una colaboración y comunión cada vez mayores también entre las distintas Iglesias cristianas que hay en el mundo. Han pasado seis años desde la “Laudato sí” del Papa. Sin embargo todavía hay mucho camino por recorrer… Son muchas las iniciativas que han surgido y que siguen yendo adelante, pero todavía queda mucho por hacer. La tarea por realizar puede parecer ardua, pero todavía podemos revertir algunas tendencias negativas, adaptarnos para reducir al mínimo los daños, restaurar los ecosistemas cruciales y proteger mejor los que tenemos, a partir de un replanteamiento de las soluciones habitacionales y de la movilidad social, promoviendo la recolección diferenciada de basura y en tantos otros campos. Pero el camino emprendido es el correcto. Y la Encíclica del Papa marca un punto que no tiene marcha atrás. Existe también una petición para firmar: ¿en qué consiste? Es una oportunidad importante que se nos ofrece para pedir con fuerza a los líderes mundiales que se comprometan urgentemente para combatir la crisis climática y la crisis de la biodiversidad. De hecho, próximamente tendrán lugar dos eventos muy importantes: del 11 al 24 de octubre de 2021 se realizará la Conferencia de las Naciones Unidas sobre la biodiversidad (COP15) donde los líderes mundiales podrán fijar objetivos significativos para proteger la creación y del 31 de octubre al 12 de noviembre de 2021 se realizará la 26a. Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP26), donde los países anunciarán sus proyectos para alcanzar los objetivos del Acuerdo de París. El Movimiento de los Focolares es aliado del Movimiento Laudato sí. ¿De qué forma los Focolares se comprometen en el “Tiempo de la Creación”? El Movimiento de los Focolares desde siempre ha estado comprometido con el ambiente. Con el “Tiempo de la Creación”, específicamente, ha participado y está participando en las iniciativas de la Iglesia Católica, como la Laudato si’ action platform del Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral (a través de Familias Nuevas ) y en los eventos promovidos por el Movimiento Laudato sí, también adhiere al Global Catholic Climate Movement. Además, en la última Asamblea General de los Focolares, que se concluyó en febrero de 2021, se relanzó la conversión ecológica de sus miembros y estructuras, con actividades pequeñas, medianas y grandes (como son los proyectos internacionales para la cooperación al desarrollo, financiados por:  Acción por Familias Nuevas, Acción Mundo Unido, etc). Al mismo tiempo, existe un compromiso constante por parte de todos los miembros de los Focolares a favor de la reducción del uso de combustibles fósiles. Además, precisamente este año, los jóvenes del Movimiento se comprometieron con el Itinerario llamado DareToCare. Es una campaña que significa “osar hacerse cargo”, es decir responsabilizarse, interesarse, ocuparse activamente, dar importancia a los más frágiles, al planeta, a las Instituciones, a  nuestras ciudades, a nuestros barrios, a los problemas de nuestra sociedad. Además desde mayo pasado, fue acreditada la ONG New Humanity como observadora ante el organismo de gobierno de las Naciones Unidas responsable del ambiente, es decir el UNEP, o sea el Programa Ambiental de las Naciones Unidas, que es la agencia que se ocupa de todas las cuestiones ambientales globales. New Humanity ejerce su actividad de tutela del ambiente especialmente a través de la iniciativa cultural EcoOne. También quisiera recordar la colaboración nacida entre el Movimiento de los Focolares y FaithInvest, una organización internacional que se encarga de ayudar a las religiones a desarrollar planes estratégicos a favor del medio ambiente a largo plazo. En el ámbito cultural-educativo existen distintos convenios en programa promovidos por EcoOne, la participación de EcoOne en la Red Europea Cristiana para el Ambiente ECEN (European Christian Environmental Network) y los proyectos en las escuelas como el “Dar para salvaguardar el ambiente”, que es reconocido por el Ministerio de Educación italiano.

Lorenzo Russo

[1] Papa Francesco, Lettera enciclica Laudato si’, 13-14.  

Chiara Lubich: Lo más bello que puedo hacer

La pandemia sigue adelante, mientras se agravan las crisis económicas y sociales que genera; la situación medioambiental del planeta parece dramática y los conflictos en algunas zonas del mundo no parecen atenuarse. ¿Qué hay que hacer? Según Chiara Lubich solo hay un remedio: la fraternidad universal. Hacer de la humanidad una sola familia, empezando por las pequeñas acciones concretas y cotidianas de cada uno. Ante las múltiples dificultades de relación entre mentalidades tan opuestas, entre pueblos tan distintos, culturas tan alejadas unas de otras y religiones con presencia de extremistas que las distorsionan, solo hay un remedio: la fraternidad universal: hacer de la humanidad una sola familia con Dios como Padre y todos los hombres como hermanos. Y ¿cómo hacerlo? ¿Quién está mejor capacitado para ello? No hay duda: uno que supo morir por su ideal pero que luego resucitó para dar a todos la misma posibilidad, Jesús. Tenemos que hacer todo lo posible para traerlo de nuevo a la tierra a través de nosotros y ser nosotros otro Cristo, otro Amor encarnado, Santidad, Perfección, como es Él. Esta es la hora de aspirar decididamente a la perfección. Pero ¿en qué consiste la perfección? Recientemente, en un ensayo sobre la vida espiritual, he leído unas palabras espléndidas de Padres y santos de la Iglesia de gran calibre. Quizá las conozcamos, pero no está de más recordarlas en este momento. Para todas estas personas eminentes de la Iglesia, la perfección consiste en no dejar nunca de crecer, porque quien no avanza, retrocede. Y como el nuestro es un camino del amor, la perfección consiste en crecer siempre en la caridad. Amar, entonces, amar cada vez mejor. Cada vez mejor. ¿Cómo? Fijando la mirada en nuestro modelo perfecto: […] Dios Amor. […] San Francisco de Sales dice: « Quien no gana, pierde; por esta escalera quien no sube, baja; quien no vence, fracasa»*. Es impresionante esta radicalidad que el amor exige. Pero en Dios todo es radical. […] ¿Es difícil? ¿Es fácil? Hay que probar para ver. Entregarnos en cada instante a la voluntad de Dios, al otro, al hermano que debemos amar, al trabajo, al estudio, a la oración, al descanso, a la actividad que nos toca cumplir. Y cada vez mejor, pues de otro modo retrocedemos. Nos ayudará a comportarnos así el repetir antes de cada acción, hasta la más simple y trivial: “Esto es lo más bello que puedo hacer en este momento”. […] De este modo nos entrenamos también nosotros para el cometido que nos espera, específicamente nuestro: la fraternidad universal.

Chiara Lubich

Evangelio vivido: donarse a los demás

Ser los primeros en amar, amar desinteresadamente, amar siempre, enseguida y con alegría. Es una oportunidad para encarnar el arte de amar en nuestra vida. Es allí donde nace la comunión fraterna, casi por atracción. Es vida nueva, un mundo que cambia. Fisioterapista En el centro donde estaba trabajando habían disminuido las solicitudes debido al Covid, de modo que durante el día tenía muchas horas libres. Entonces me dieron el permiso para ayudar en un reparto de contagiados. También otros colegas siguieron mi ejemplo. Un día uno de ellos me contó confidencialmente que su servicio nunca había sido tan humano y solidario: “Sólo ahora me doy cuenta de lo que significa un gesto de solidaridad, una caricia, aunque tengas guantes. Me parece que he descubierto una dimensión más humana de mi trabajo. Quisiera que mis hijos hicieran este servicio, porque es una verdadera escuela de vida”. (J.H. – República Checa) Nuestra proximidad Cuando el Papa Francisco habla de “proximidad”, parece que anula todas las reglas que nos hemos creado con respecto a un cierto estilo de vida. Para él lo que cuenta es el otro y nuestra capacidad de acogida. Un día en la oficina nos pusimos a hablar al respecto con una colega que en cambio pensaba que esta actitud sin normas está arruinando a la Iglesia. La escuchaba sorprendido y desanimado ante su seguridad al condenar al Papa, a pesar de ser una mujer inteligente y, a su modo, católica practicante. A partir de ese día evité tocar el argumento y cada vez que ella me atacaba con algún artículo sobre el Papa, trataba de cambiar la conversación. Hace un tiempo me avisó por teléfono que no podía venir al trabajo porque tenía problemas con una hija anoréxica. En cuanto pude fui a visitarla. Efectivamente la vida de la chica estaba en riesgo. Mi esposa es psicóloga y, gracias a su habilidad, logramos empezar a frecuentarnos. Ahora su hija está mejor, viene a menudo a nuestra casa. La colega me escribió un mensaje: “Ahora comprendo lo que quiere decir el Papa con la palabra “proximidad”. (F.C. – Francia) Voy yo Mi maestro de primaria nos había contado la historia de un soldado, quizás un alpino, algo especial: estaba siempre disponible para cualquier tarea, incluso la más ingrata, y decía a sus superiores:“Vago mi” (Voy yo). Hasta que “Vago mi” (como lo habían apodado) no regresó más, lo mataron en la guerra. Esa muerte, que era el sello de una vida caracterizada por el altruismo, impactó mi fantasía de niño. Habría querido ser como él. En fin, “Vago mi” se convirtió para mí en el modelo de quien se prodiga por los demás. Y esto muchos años antes de encontrarme con Aquél que dio la vida por nosotros y dio sentido a mi vida. (Giuseppe – Italia)

 A cargo de Lorenzo Russo

  (Tomado de ”Il Vangelo del Giorno” (El Evangelio del día), Città Nuova, año VII, n.4, julio-agosto 2021)

Como olas que danzan en el océano

Recientemente ha muerto el Profesor Sureshchandra Upadhyaya, docente y estudioso indio, profundo conocedor de la cultura hindú.  Se había encontrado con Chiara Lubich en 2001. Su rostro se veía adornado por una cándida barba que le llegaba hasta la cintura. Era un hombre menudo del que emanaban pensamientos nítidos y esenciales.  El Profesor Sureshchandra Upadhyaya era una persona con una vastísima cultura y con una honda espiritualidad.  Conocía muy bien el sánscrito y la cultura hindú, a cuya profundización y difusión dio un gran aporte a través de su actividad docente. El encuentro con Chiara Lubich y  su carisma en 2001 marcó el comienzo de una profunda amistad espiritual e intelectual en la que luego involucró también a otros académicos indios. El Profesor Upadhyaya fue un exponente de relieve del “Bharatiya Vidya Bhavan” de  Mumbai, el Instituto de Cultura india, presente en toda la nación. Había llegado allí en 1960, a la edad de 28 años, como docente de sánscrito. Luego, en 1972, fue nombrado director académico y continuó su carrera con gran pasión, guiando a muchos estudiantes en el doctorado de investigación. Son numerosos también los premios que recibió, entre ellos: el premio “Eminent Vedic Scholar” de la Universidad de Mumbai (India), el “Certificate of Honour” del Presidente de la India, el premio “Eminent Sanskrit Scholar” del Gobierno del país y el “Best Teacher Award” del Gobierno del Estado indio de Maharashtra. El 5 de enero de 2001 en Coimbatore (India), en la sala del College Nani Kalai Arangam se llevó a cabo la ceremonia de entrega del prestigioso “Defender of Peace Award” (“Premio Defensor de la paz”) a Chiara Lubich. Estaban presentes 500 personas, en su mayoría hindúes, un público cualificado entre los cuales el Profesor Upadhyaya.  “Mientras haya personas así, Dios está con nosotros –dijo después de escucharla– y un día la tierra será como el cielo. Todas las religiones buscan la verdad y la verdad no es otra cosa que amor y paz como nos dice Chiara”. Más adelante explicará aún más: “Chiara Lubich me revela tangiblemente que a Dios se lo puede experimentar mediante un profundo e incondicional amor.  Ni bien amas a Dios, tú te amas a ti mismo y amas a los demás así como Dios ama a toda la creación.  Difundiendo tu amor, tu experiencia de Dios se hace más profunda dentro de ti y se vuelca fuera de ti. Amar se vuelve tu misma naturaleza, como las flores que emanan alrededor de ellas su fragancia.  Regidos por el amor y la compasión, se fluye sin ningún esfuerzo, olvidándonos de nosotros mismos, como olas que danzan en el océano divino. Dejémonos inspirar por la consigna de Chiara para vivir amando a uno y a todos, experimentar la presencia de Dios dentro y fuera de nosotros y sentirnos felices sin medida”. El 12 de agosto de 2021 el Profesor Upadhyaya alcanzó para siempre la beatitud “Ananda” (el estado puro de alegría y felicidad), de la que a menudo hablaba.

A.M.A

https://vimeo.com/155552113 He aquí el recuerdo del profesor Upadhyaya escrito por Roberto Catalano, profesor de teología y praxis del diálogo interreligioso en el Instituto Universitario Sophia de Loppiano (Italia) http://whydontwedialogue.blogspot.com/2021/08/uppadhyaya-ji.html  

Chiara Lubich: Apóstoles del diálogo

Chiara Lubich nos recuerda que todos estamos llamados al diálogo. Y si vivimos momentos de la jornada solos, podemos hacer cada cosa en función de nuestros hermanos y hermanas, como verdaderos “apóstoles del diálogo”. … cada vez que tenemos que entrar en relación con uno o más hermanos o hermanas, directamente o por teléfono, o por escrito, o porque se trabaja para ellos, o se reza por ellos, debemos sentirnos en un perenne diálogo, llamados al diálogo. ¿De qué modo? Abriéndonos a ellos  ̶  al hermano, a la hermana  ̶  escuchando con el alma vacía lo que el hermano quiere, lo que dice, lo que le preocupa, lo que desea. Y cuando esto ha ocurrido, darle nosotros lo que desea o lo que sea oportuno. Y si tengo momentos y horas en los cuales debo dedicarme a mí misma (para comer, descansar, vestirme, etc.) hacer cada cosa en función de los hermanos, de las hermanas, teniendo siempre presentes a aquellos que me esperan. De este modo y solo de este modo, viviendo continuamente la “espiritualidad de la unidad” o  “de comunión”, puedo contribuir con eficacia a que mi Iglesia sea “una casa y una escuela de comunión”; a que progrese, con los fieles de las otras Iglesias o Comunidades eclesiales, la reunificación de la Iglesia; a que se realicen con personas de otras religiones o culturas, espacios cada vez más amplios de fraternidad universal. […] Sintámonos pues “apóstoles del diálogo” y vivamos como tales. Un diálogo a 360º, ciertamente, pero iniciando con el pie justo: amando a cada prójimo que encontramos con la medida del don de la vida.

Chiara Lubich

Cf.  “Conversazioni in collegamento telefonico” Citta Nuova ed. pag. 667, –  2004