Movimiento de los Focolares
El entusiasmo de los jóvenes chilenos

El entusiasmo de los jóvenes chilenos

2018-01-16-PHOTO-00000443Desde hace dos días el Francisco está en “su” tierra, en donde desde el 15 de enero, luego del aterrizaje en el Aeropuerto de santiago, ha comenzado el viaje que tocará en una semana dos Países sudamericanos. «Deseo encontrarlos, mirarlos a los ojos, ver sus rostros» había dicho el Papa Francisco antes de partir. Casi 15.000 voluntarios están trabajando, ofreciendo sus talentos, tiempo y compromiso para prestar un servicio fundamental en los distintos eventos que se sucederán durante la primera etapa en tierra chilena. «Esta experiencia rompe los límites de una tarea confiada: es la expresión sincera de un compromiso que marcará a los voluntarios para siempre», han dicho algunos de ellos. «A contramano de la apatía que promulgan algunos medios, los jóvenes de Chile dan su nota de entusiasmo y emoción por la venida del Papa que no olvidarán en su vida», bien expresada por la canción compuesta para la ocasión por Claudio González Carrasco, de la comuninidad de los Focolares de Temuco (sur de Chile). Acogido por la Presidente saliente, Michelle Bachelet, el Papa se ha luego dirigido a la Nunciatura apostólica, en donde alojará durante esta etapa. Entre los numerosos momentos fundamentales del viaje en Chile, se cuenta el encuentro con las poblaciones mapuches chilenas, en lucha por la salvaguardia de la propia identidad, y la Misa del 17 de enero para los pueblos aborígenes de la región. (más…)

Palermo recuerda a Chiara Lubich

El 20 de enero de 2018, en el año en que Palermo fue elegida como capital italiana de la cultura, se festejará el 20º aniversario de la entrega de la ciudadanía honoraria a Chiara Lubich. Una ocasión para echar un vistazo a los procesos para difundir la fraternidad, la acogida y la paz, que se pusieron en marcha a partir de este evento. “Palermo desea ser un lugar donde sea posible dialogar, donde el carisma de la unidad pueda ser el fundamento de la vida. Por esto Chiara Lubich es nuestra conciudadana”, afirmó en aquel momento el Intendente Leoluca Orlando. Será el mismo Intendente, veinte años después, quien recuerde aquel evento y su significado actual, en la histórica sala del Concejo del Palazzo delle Aquile. Se contará también, con la presencia de autoridades civiles y religiosas.  Se continuará con una velada en los Centro Cultural de Zisa, con una representación teatral inspirada en el romance Vento di scirocco… a Palermo”, de Roberto Mazzarella, periodista y escritor de Palermo quien falleció de forma prematura, que trata sobre el amor a la propia ciudad y al compromiso político orientado a la fraternidad.  

Una familia más grande

«Distintas circunstancias nos indicaban que ya no podíamos quedarnos más en nuestro país, Venezuela. Armando fue despedido de su trabajo y una carta que llegó de Perú nos abría una esperanza. Parecía que Dios nos llamara allí». Con estas palabras comienza el relato de Ofelia y Armando, obligados a dejar en su patria a los hijos mayores de edad, Daniel y Felix, para encontrar una casa, trabajo y un futuro para todos en otro país. «Sin un peso en el bolsillo comenzamos a prepararnos. Nos llegó también una cantidad para enfrentar los gastos del viaje. Dejar el propio país es algo traumático. Nuestra hija había salido para Perú en octubre, y en la frontera le quitaron la computadora y la plata. Con estas premisas nos fuimos hacia la frontera». Armando y Ofelia dejaron todo, pero llevan con ellos una foto de Domenico Mangano: persona de gran fe, comprometido con la comunidad de los Focolares, del centro de Italia y político luchador, que murió en 2001 y de quien, recientemente se abrió la causa de beatificación. «Le pedimos a él que se ocupara de nuestro viaje». «Atravesaron la frontera, increíblemente, no hubo ninguna dificultad. Pasamos casi como si fuéramos invisibles, y una mujer joven, como un ángel, nos indicó lo que teníamos que hacer. Después de un único control de nuestro equipaje, pasamos, sin tener que hacer la cola de personas que se había acumulado los días anteriores. Casi no podíamos creerlo. Pensamos que era por la ayuda de Domenico, y nos confiamos nuevamente a él. Por un contratiempo llegamos a Quito y pasamos la noche en el Focolar femenino. Algunas personas de la comunidad del lugar nos llevaron a cenar y al día siguiente a pasear. Después de siete días de viaje logramos finalmente llegar a Lima». En Lima, Ofelia y Armando fueron alojados en la casa de Elba y Mario, recibieron ropa, una bolsa de comida y plata. «Visitamos ambos Focolares, fuimos al Centro Fiore para ayudar a preparar el almuerzo de Navidad que los miembros de la comunidad de Lima ofrecen a las chicas que fueron salvadas de la esclavitud blanca, que están viviendo en la casa de unas religiosas. Estaban felices. Encontramos también a Silvano y a Nilde que antes que nosotros habían dejado Venezuela. Fuimos recibidos por todos con mucho amor, nos sentimos como en una verdadera familia». «El día de Navidad una familia nos invitó a su casa, y después del almuerzo dimos un paseo. Ahora le pedimos a Dios que nos ayude a encontrar una casa y un trabajo. Vivimos muchas cosas y sabemos que Domenico y Chiara Lubich siguen ayudándonos desde allá arriba. Una noche, mientras dormíamos – continúa Ofelia- una joven con los pies descalzos y con una niña pequeña en sus brazos tocó a nuestra puerta. No era nuestra casa, pero decidimos igualmente abrirle, porque era el mismo Jesús en ella que nos interpelaba. Era la vecina del piso de arriba. Su marido estaba ebrio y la maltrataba. Nos dijo que antes de ese momento nunca se había animado a tocar en otra puerta del edificio, pero que se había fijado en nosotros, algún día antes, mientras bajábamos la escalera, y en su corazón había pensado que podría confiar. Ahora estaba allí, delante de nosotros. Armando fue a hablar con el marido, mientras que yo trataba de consolar a la joven mujer. Después de un tiempo ella pudo volver a su apartamento y ahora Armando y ese hombre están en constante contacto. Estamos felices de haber amado a Jesús en esa familia. En cuanto a nosotros, Dios nos guiará para comprender qué quiere. Pero tenemos una renovada esperanza: Estamos seguros de que el corte con nuestra familia, con nuestro país y los amigos dará sus frutos». Gustavo Clariá

Estuve en el Genfest de 1980

Estuve en el Genfest de 1980

Genfest1980_bNací y crecí en Macao, una ex colonia portuguesa que ahora forma parte de China continental. Allí conocí el Ideal de la unidad en una Mariápolis. Macao es una pequeña ciudad que se puede visitar en pocas horas, por lo tanto, la invitación a un Genfest que tendría lugar en Roma, junto con miles de jóvenes de todo el mundo, me atraía mucho, aunque no tenía la mínima idea de qué era. Recién había empezado a vivir este Ideal junto con otros jóvenes y algunas focolarinas venían a menudo a visitarnos y nos traían noticias y la vida concreta del Evangelio vivida en el Movimiento en todo el mundo. Ese mundo que había conocido sólo a través de las lecciones de Geografía, ahora, con el Ideal de la unidad, se había vuelto pequeño y cercano. En cuanto llegamos a Roma, algunos días antes, nos reunimos en una casa con muchos jóvenes provenientes de Filipinas, Hong Kong, Australia, América Latina… ¿Cómo convivir con todos ellos? Nosotras asiáticas éramos un poco tímidas y, sin conocer el idioma no sabíamos cómo comunicarnos. Pero en cambio no había necesidad de hablar para entendernos, nos congregaba la misma alegría y enseguida entre nosotros nació un fuerte vínculo. Después de un par de días nos sentíamos una única familia. Después supimos que el título del Genfest era: “Por un Mundo Unido”. El Genfest se realizó en un estadio abierto, por lo tanto rezábamos mucho para que no lloviera. Se esperaban cientos de autobuses de toda Europa.

Chiara Lubich

Supimos que Chiara Lubich (a quien todavía no conocía personalmente) deseaba que el Genfest fuera “un momento de Dios”. Más que a la fiesta, Chiara nos llevaba a lo esencial. Aunque entonces no entendía mucho el italiano tenía la tarea de traducir para los gen chinos, filipinos y brasileños. No fue nada fácil, todo lo contario. Cuando empezó el Genfest, entre la emoción y la dificultad de escuchar, no lograba traducir. Cuando Chiara subió al palco, los 40.000 jóvenes éramos “un solo corazón y una sola alma”. Estábamos fascinados por su presencia y allí entendí quién era Chiara. Aún en medio del inmenso estadio, cada uno la sentía cercana. No entendí todo lo que dijo, pero sentía que ya habíamos emprendido el camino hacia el mundo unido. Pero un ideal tan grande exigía el compromiso de cada uno. En un momento dado llegó la lluvia… Era impresionante ver como quien tenía paraguas lo usaba para tapar a quien tenía delante. Y a pesar de que no logramos, por motivos técnicos, entender el mensaje de Chiara, todos estábamos felices. Su presencia en medio nuestro, por el amor recíproco, nos arrastraba y nos llenaba de alegría. ¡Ese “momento de Dios” se estaba realizando!”. Al terminar el Genfest todos los 40.000 partimos con la convicción que recorriendo el camino que Chiara Lubich nos había indicado habríamos podido dar nuestro aporte a la construcción de un mundo más unido. Y empezamos enseguida: amando a cada persona que encontrábamos y viviendo el amor recíproco entre nosotros 24 horas sobre 24. Del de Sousa

Chiara Lubich: la concreción del amor

Chiara Lubich: la concreción del amor

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Foto: Pixabay

Mantener encendido el amor, aquel amor que el Espíritu Santo infundió en nuestros corazones […] tiene que expresarse en hechos concretos. En los próximos quince días examinémonos precisamente sobre este aspecto del amor, y sobre el modo de concretarlo, y trabajemos para hacerlo auténtico. ¿Cómo? […] Nosotros sabemos que, viviendo en este mundo, es fácil llenarse de polvo, acumular en casa, poco a poco, cosas más o menos útiles, o superfluas. Se trata, quizás, de un lápiz de más, de un libro, de alguna prenda de vestir, de un instrumento, de un cuadro, de alguna alfombra; de ropa de la casa, de muebles; de cosas voluminosas, o pequeñas, de alguna cantidad de dinero. ¿Por qué no recoger todos estos objetos y ponerlos a disposición de quien, en nuestra comunidad, no tiene, o de los pobres, o del “Jesús Abandonado cotidiano”, como nosotros llamamos las calamidades que dejan a mucha gente en el dolor, en la angustia, en el frío y en tantos y tantos peligros? Cada mañana, nada más levantarnos, nos lavamos la cara. ¿No sería tal vez necesario que, a principios de cada año, comprobásemos lo superfluo que tenemos y lo diéramos a los demás por deber de caridad? En los focolares se hace de vez en cuando lo que llamamos “la montañita”: es decir, se amontona todo lo que tenemos de más y se distribuye. ¿No podemos hacer esto todos nosotros? […] Recogiendo todo lo que es superfluo y donándolo, nuestra caridad hacia el prójimo será verdadera y, de este modo, mantendremos la presencia viva del Resucitado en nosotros. Sé por experiencia que para hacer esto hace falta un poco de tiempo. Es necesario considerar bien cada cosa. Naturalmente, dispongamos sólo de lo que podamos decir que es nuestro, y determinemos lo que es superfluo y lo que no lo es. Seamos generosos, y pensemos que es mejor quedarse sin algo que es útil que tener cosas innecesarias. […] Huyamos también nosotros de esos apegos, del poco o mucho consumismo que tal vez, involuntariamente, ha penetrado en nuestra vida. Nos sentiremos más libres y más ligeros, más aptos para trabajar para […] hacer que el presente año sea fructuosísimo.   De “Buscando las cosas de arriba” – Ciudad Nueva 1993 – pp. 124-126

Maria Voce: “Tener espacio, no revancha”

Maria Voce: “Tener espacio, no revancha”

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© Osservatore Romano

“Las mujeres, ¿el futuro de la Iglesia?” es el título del artículo de la entrevista de Alberto Chiara, de dos páginas, ilustrado por amplias fotos, en el número especial de fin de año de la Revista editada por la San Pablo. Pero en el curso de la entrevista, el tema se extiende, pasando del rol de la mujer en la Iglesia a los desafíos que se le abren desde el pontificado de Francisco, para ir al encuentro de los pobres y de los marginados, hasta el compromiso de diálogo con las nuevas generaciones. El mes de octubre estará dedicado a los jóvenes, en un Sinodo de Obispos, precedido por una serie de eventos presinodales de gran relieve. Las mujeres, ¿salvarán la Iglesia?. «Ya la salvó Jesús», responde sintéticamente María Voce. «Cuenta lo que hacen, juntos, los hombres y las mujeres de las diversas comunidades». El periodista recuerda los recientes nombramientos del Papa Francisco, en dos Discaterios clave – el de los laicos y el de la familia y la vida- de dos mujeres, ambas casadas y con hijos, Linda Ghisoni y Gabriella Gambino. La primera nombrada es docente universitaria y Juez instructora del Tribunal para las causas de anulación de matrimonios en Lazio y la segunda es Profesora de Bioética y Filosofía del Derecho en la Universidad romana de Tor Vergata y de Ciencias del Matrimonio y de la Familia en el Pontificio Instituto Teológico Juan Pablo II. «Me parece que en el Papa Francisco existe la intención de afirmar una relación auténtica, ¿verdad?, de complementariedad entre la mujer y el hombre», replica María Voce. «Naturalmente esta relación existió siempre. Al comienzo “Dios creó al ser humano como hombre y mujer”. Creó dos seres diferentes, los cuales, juntos, componen la humanidad» Después de tanto machismo, ¿es el momento de revancha para las mujeres?. «El Papa Francisco quiere que la mujer tenga, igual que el hombre, la posibilidad de dar su opinión dentro de la Iglesia, asumiendo también los roles de responsabilidad cada vez mayor, pero sin aplastar al hombre, en toda caso, mostrando sus propias condiciones, su particular capacidad generadora y de maternidad. Ninguna revancha, por lo tanto, aunque es cierto que hasta este momento las mujeres no tuvieron su espacio propio. En la Iglesia y tampoco en la sociedad» Sobre el estado de salud de la Iglesia en esta época, María Voce comenta: «Estoy muy feliz de vivir en esta época, con esta Iglesia». «No podríamos vivir un momento mejor que éste». Y agrega: el rasgo característico que más me convence es «la serenidad profunda que existe en la relación entre el Pontífice y el pueblo de Dios. Francisco es un Papa siempre generoso en el recibimiento, dispuesto a abrir puertas, atento a comprender las dificultades de la humanidad». No esconde las dificultades del momento, también dentro de la Iglesia, pero «cada época tiene sus dificultades. Nuestros días no escapan de esta regla. Muchas veces pienso en cuánto debe sufrir el Papa Bergoglio cuando no se siente comprendido, cuando es calificado con juicios severos por palabras que se dicen fuera de contexto…» Debo elegir primero una, luego dos palabras que definan al actual Pontífice. La presidente de los Focolares indica “caridad” y “verdad”, pero especifica: «Una no excluye la otra. Bergoglio sabe que algunas cosas que él dice o que él hace pueden dar fastidio, pueden no ser comprendidas hasta el fondo por todos. Pero actúa, movido por el amor, para mejorar, corrigiendo ciertas situaciones» Con respecto a los sectores predilectos del actual Pontífice, Emmaus observa: «La insistente atención del Papa a los pobres, a los enfermos, a los marginados, su capacidad de inclinarse ante quien se equivoca, no lo hace sentir de otra categoría» Delante de una Iglesia cada vez más abierta al diálogo, de par en par con todos, María Voce expresa un sueño: «Que el Papa promueva una jornada de oración común e invite a los jefes de otras Iglesias, Ortodoxos, Anglicanos, Luteranos, Metodistas, Bautistas…. a rezar juntos una vez por año, durante la Semana de Oración por la Unidad de los Cristianos o en otros momentos. Creo que si los creyentes vieran a sus jefes rezar juntos de forma habitual descubrirían que la unidad es posible en la diversidad». La conclusión de la entrevista está dedicada, con una referencia a los jóvenes, de quienes la Iglesia quiere ocuparse este año con especial atención: «Nosotros los adultos deberemos escucharlos»

El papa Francisco en Chile y Perú

«Voy hacia ustedes como peregrino de la alegría del Evangelio, para compartir con todos “la paz del Señor” y “confirmarlos en una misma esperanza”». Inicia así el videomensaje que Francisco dirige a cuantos lo acogerán en el próximo viaje en América del Sur, desde el 15 al 22 de enero. «Deseo encontrarme con ustedes, mirarlos a los ojos, ver sus rostros y poder entre todos experimentar la cercanía de Dios, su ternura y misericordia que nos abraza y consuela». El Papa conoce la historia de estos dos Países «fraguada con tesón y entrega», y desea «dar gracias a Dios por la fe y el amor a Dios y a los hermanos más necesitados, especialmente por el amor que ustedes tienen hacia aquellos que están descartados de la sociedad». El papa Francisco expresa su deseo de hacerse «partícipe de las alegrías de ustedes, las tristezas, de sus dificultades y esperanzas», la paz que «sólo Él nos la puede dar». Una paz que «se sostiene en la justicia y nos permite encontrar instancias de comunión y armonía». El Papa concluye el videomensaje poniendo «en las manos de la Virgen santa, Madre de América, este Viaje Apostólico y todas las intenciones que llevamos en nuestro corazón, para que sea ella, como buena Madre, quien acoja y nos enseñe el camino hacia su Hijo». Videomensaje y texto completo

Familia: la apuesta de Rosy y Leo

Familia: la apuesta de Rosy y Leo

2017-12-21-PHOTO-00000351Napolitanos, él maquinista, ella contadora. Rosy y Leo Prisco son ambos pensionados, aunque no tienen ni el aspecto ni el espíritu. Su historia empezó hace 40 años, en una época en la que en Italia muy pocas parejas se casaban sólo civilmente. Pero ellos eran agnósticos y fueron a casarse a la municipalidad. Son dos tipos tan distintos que nadie, excepto ellos, habría estado dispuesto a apostar que se habrían mantenido como pareja. Cuando nació el primer hijo surgió una duda: ¿lo bautizamos o no? Hablaron con el párroco sobre el asunto. «Para nosotros, agnósticos y marxistas convencidos –recuerda Rosy- era impensable que un cura nos acogiera en una forma tan abierta y amigable. El Padre Salvatore no sólo no hizo ningún juicio sobre nuestra posición como pareja, sino que llegó a ser nuestro amigo, hasta el punto de que le pudimos contar que estábamos siempre peleando. Sí, porque era fácil ser revolucionarios ‘afuera’, pero adentro de la casa la que tenía que cocinar y hacer todo era yo. Recuerdo que para hacer que Leo me escuchara (era un poco loco pero ¡al menos algunas veces funcionaba!) hacía lo mismo que cuando iba a la plaza con pancartas a protestar: en las paredes de la cocina pegaba carteles con escrito: “Sos un tirano”, “Estás atropellando la paridad hombre-mujer”, etc. El Padre Salvatore nos hizo conocer a otras parejas. También ellas tenían dificultades, pero habían aprendido a dialogar, también porque conocían un secreto: pedirse disculpas y volver a empezar. Un ejercicio que tratamos de hacer también nosotros, para el bienestar de nuestra relación que fue mejorando día con día. Mientras tanto el Padre Salvatore nos permitió celebrar el bautismo de Francesco y, seis años después, el de Nunzio». «Gracias al Padre Salvatore y a otras familias –explica Leo- encontramos a Dios y su amor, y poco a poco se encendió en nosotros el deseo de ser una familia según el corazón de Dios. Nos dimos cuenta de que aunque le habíamos dado la espalda, Él, siendo amor, nunca había dejado de hablarnos. Como lo hizo en el’93, en la morgue del hospital. Allí, casualmente, nos cruzamos con el dolor de unos papás a quienes se les murió un angelito de 3 años. Para nosotros fue un mensaje fuerte: ¿y si nos hubiese sucedido a nosotros? Años después volvimos a encontrar a esos mismos papás en un congreso de los Focolares, invitados por el Padre Salvatore. A partir de ese dolor nacieron tres hogares para niños en situaciones de riesgo». 2017-12-21-PHOTO-00000353En el ’95 Rosy y Leo dijeron su sí en el sacramento del matrimonio, haber reencontrado a Gino y Elisa en el ámbito de los Focolares no fue una simple casualidad. «Enseguida nació un vínculo –cuenta Rosy- que nos llevó a ofrecer nuestra colaboración, yo a tiempo completo como mamá sustituta en uno de los hogares de la Fundación Ferraro, mientras que Leo llegaba después del trabajo. Fueron seis años maravillosos, en los cuales tuvimos la posibilidad de amar de corazón a muchos niños que trascurrían en ‘Casa Sonrisa’ períodos más o menos largos dependiendo de su situación y de la situación en la que sus familias hubiesen caído». «Esta experiencia – cuenta Leo – nos donó la conciencia de ser sólo instrumentos en las manos de Dios y de que el poder dar ayuda no depende del tener quien sabe qué requisitos. Nosotros dos, hoy como entonces, no somos la familia perfecta, sencillamente queremos ponernos al servicio de quien nos representa a Jesús. Como lo fue para dos chicas rusas que vivieron un tiempo en nuestra casa; ahora ambas son adultas, pero la relación continua». A principios del 2017, estando jubilados, decidieron festejar el 50° aniversario de Familias Nuevas ofreciendo su disponibilidad para colaborar con la realización de varios eventos conmemorativos. Colaboraron también en un proyecto de formación de jóvenes. Y si bien el 2017 terminó, su deseo de donación no. Desde octubre pasado se transfirieron a Loppiano hasta julio para poder, por logística, seguir de cerca los trámites burocráticos, y coordinar los traslados de las familias que desde distintas partes del mundo llegan a la Escuela Loreto para aprender a ser familias según el corazón de Dios.

Amor en acción. Es siempre Navidad

Amor en acción. Es siempre Navidad

IMG-20171213-WA0282El cálido verano del hemisferio austral fue el marco de un encuentro con la sociología latinoamericana, que sus participantes definieron como “fulgurante”. «Every time we love, every time we give, it’s Christmas» sintetiza a nombre de la secretaría de Social-One Silvia Cataldi, investigadora de la Universidad “La Sapienza” de Roma y autora, junto a Vera Araujo y Gennaro Iorio, del libro “El amor en los tiempos de la globalización. Hacia un nuevo concepto sociológico” (Città Nuova, 2015), que sondea la dimensión “pública” y “social” del amor como fuerza transformadora de la vida de las comunidades y de los comportamientos colectivos. La misma dimensión “agápica” sobre la que un grupo de sociólogos se interrogó, en momentos de estudio y talleres.

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Vera Araujo

«En Uruguay – explica Cataldi – participamos en un Congreso internacional con cinco mil sociólogos, organizado por la Asociación Latinoamericana de Sociología (Alas). Presentamos una investigación de recolección y meta-análisis de casos de “acción agápica” en el mundo. Después participamos en una mesa redonda sobre el Manifiesto Convivialista, firmado en el 2013 por filósofos, sociólogos, economistas y antropólogos de todo el mundo, como aporte de las Ciencias Humanas al arte de la convivencia. Fue una oportunidad para conocer la sociología latinoamericana e identificar lo que América Latina puede ofrecer al mundo: una visión muy vital de la cultura en la cual el estudio, la intervención y la transformación social son una sola cosa, al servicio de la humanidad». Sucesivamente, el grupo de Social-One – 60 estudiantes y docentes provenientes de Brasil, Colombia, Argentina, Chile e Italia- se trasladó a Recife, en Brasil, donde participó en un seminario en la Universidad Federal de Pernambuco, y después fue a la ciudadela Santa María donde tuvo lugar una escuela de verano con el título “Acción agápica y realidad social: Imaginación sociológica para promover el desarrollo, para construir el futuro”: «Una escuela de aprendizaje recíproco sobre el tema del ágape en acción en lo social, seguido por un taller en las comunidades de las favelas cercanas. Las impresiones recogidas al final hablaban de una profunda renovación personal, comunitaria y espiritual. Siempre sólo hablamos de sociología, pero el amor entre nosotros y las ideas de Chiara Lubich tocaron no sólo las mentes, sino también los corazones». IMG-20171218-WA0147Una estudiante brasileña, trabajadora social, comentó: «La escuela de verano ha sido para mí la confirmación de la importancia de la interdisciplinariedad. Soy trabajadora social y estoy en contacto con el sufrimiento de personas que han perdido su dignidad. Una nueva comprensión del ser persona genera nuevas praxis que activan aspectos latentes de la naturaleza humana». Un profesor de Recife: «El ágape no es sólo un concepto sociológico, sino que traspasa el campo de la filosofía y de la metafísica. He visto que el amor actúa también en su grupo. Desde esta perspectiva, se abre un diálogo amoroso y generoso». Giuseppe Pellegrini, de la Universidad de Padua: «El encuentro con las culturas latinoamericanas es siempre enriquecedor. Para mí es una forma de conocer mejor mi país. La necesidad de poner a prueba categorías y conceptos, la capacidad de leer la realidad social y sus cambios, son algunos de los elementos más estimulantes que he encontrado. A  treinta años de mi experiencia en Brasil, he sentido las mismas vibraciones, la misma energía que anima a este pueblo tan variado en sus formas y manifestaciones de vida comunitaria. El esfuerzo realizado por muchas personas que viven según el ideal de Chiara Lubich ha dado frutos genuinos y respetuosos de la vida latinoamericana. La acción agápica es una de las manifestaciones del amor recíproco, un elemento generador y contagioso, teórico y práctico al mismo tiempo, en grado de influir en el cambio social, cultural y político». La próxima etapa de Social One será el Congreso del 7 y 8 de junio en la Universidad italiana de Salerno, cuyo objetivo será continuar el diálogo con la sociología contemporánea, y también será la sede de una “social” Expo de buenas prácticas de asociaciones e instituciones que trabajan en el campo social.  

TURN IT UP! Sube el volumen

En el año del 50° del Gen Verde, el conjunto internacional lanzó ¡TURN IT UP! «Una invitación –dicen- a “subir el volumen de la unidad”. Y esto exige un amor, concreto, universal y que sabe tomar la iniciativa». La idea ha viajado junto a grupo por el mundo, ha resonado en las plazas, en las escuelas, en las casas. Ha contagiado a muchos y se ha convertido en un compromiso de vida. «Ahora que termina el año –agregan las artistas- la idea nos regresa “vestida de mil colores”, cantada por innumerables voces, danzada con fantasía por pueblos diferentes. Son 465 los chicos y chicas, de 31 ciudades, de 21 países de los 5 continentes, los protagonistas del video montaje ¡TURN IT UP!, con su pasión, entusiasmo y alegría». https://youtu.be/DKoodP6IYqg?t=40