Jun 19, 2016 | Sin categorizar
Desde los inicios del Movimiento, sobre todo por las circunstancias dolorosas de la guerra, Chiara y sus compañeras estuvieron muy atentas en amar a los pobres de su ciudad, acogiéndolos en su casa, visitándolos, llevándoles lo necesario, socorriéndolos de todas formas. Por este ejercicio de amor, de caridad hacia el prójimo más necesitado, más tarde comprendieron que su corazón no tenía que dirigirse sólo a los pobres sino a todas las personas indistintamente. (…) Sobre las obras de misericordia Chiara habla en varias cartas enviadas, desde los primeros tiempos a cuantos se acercaban al Movimiento. Entre las muchas que escribió, hacemos referencia a lo que escribió a su amiga Ana, exhortándola a vivir en cada momento del día la obra de misericordia que Dios le pone delante y hacerlo también en la relación consigo misma, a Jesús que está dentro de ella: “Recuerda que al final de la vida te interrogarán sobre las 7+7 obras de Misericordia. Si las cumpliste, habrás hecho todo. Quisiera que vivieras con nosotros el momento presente y en el presente, la obra de Misericordia que Dios te pide. ¿Estudias? Instruye al ignorante. Una compañera te preguntan algo. Aconseja al dudoso. ¿Comes o das de comer?. Alimentas al hambriento. (…), etc. Las 14 obras de misericordia son tales que resuelven cada una de tus acciones. Y tu actividad puede estar dirigida a Jesús que debe vivir y crecer en ti y en tu prójimo”. El amor recíproco, el pacto de misericordia y el perdón El mandamiento nuevo de Jesús: “ámense los unos a los otros como yo los he amado…” (cfr. Jn. 13, 34), pone de relieve la característica de las relaciones interpersonales de los cristianos y el fin último de la misericordia.Representa otro punto fundamental de la espiritualidad de Chiara. Es el amor recíproco que, vivido en la tensión de “ser los primeros en amar”, de donación incondicionada, gratuita de los unos hacia los otros, caracterizó la vida del primer focolar. Chiara misma describe la radicalidad de esta vida, hablando a un grupo de amigos musulmanes sobre el “pacto de misericordia”. (…) En otras circunstancias Chiara reafirma cuán oportuna es esta práctica, subrayando el valor del perdón, y defendiéndolo como un auténtico acto de libertad: “Perdonar. Perdonar siempre. El perdón no es un olvido que a menudo significa no querer ver de frente la realidad. El perdón no es debilidad, o sea no tener en cuenta un desaire por miedo a quien lo ha cometido que es más fuerte que nosotros. El perdón no consiste en afirmar que no tiene importancia lo que es grave, o que es bueno lo que es malo. El perdón no es indiferencia. El perdón es un acto de voluntad y de lucidez, por lo tanto, la libertad consiste en recibir al hermano así como es, a pesar del mal que ha hecho, como Dios que nos acoge siendo pecadores, a pesar de nuestros defectos. El perdón consiste en no responder a la ofensa con la ofensa, sino hacer lo que Pablo dice: ‘No te dejes vencer por el mal, vence con el bien el mal’. El perdón consiste en abrirle a quien te hace daño la posibilidad de una relación nueva contigo, por lo tanto, la posibilidad para él y para ti de volver a empezar la vida, de tener un porvenir en el cual el mal no tenga la última palabra. (…) Sobre esta actitud que se ha de tener delante de cada hermano, Chiara insiste y especifica la necesidad de volver a empezar siempre: “Quizás ese hermano, como todos nosotros, ha cometido errores, pero ¿cómo lo ve Dios? ¿Cuál es realmente su condición, la verdad de su estado? Si está bien delante de Dios, si Dios ya no recuerda nada, y ha borrado todo con su sangre. ¿Por qué tenemos que recordar nosotros? ¿Quién está en el error en ese momento? ¿Yo que lo juzgo, o el hermano? Yo. Entonces tengo que ponerme a ver las cosas desde el punto de vista de Dios, en la verdad, y tratar consecuentemente al hermano. Y si lamentablemente él todavía no se ha arreglado con el Señor, el calor de mi amor, que es Cristo en mí, lo debería llevar al arrepentimiento como el sol que absorbe y cicatriza tantas llagas. La caridad nos mantiene en la verdad y la verdad es misericordia pura, de la cual tenemos que revestirnos completamente para poder llamarnos cristianos. ¿Mi hermano regresa? Yo tengo que verlo nuevo, como si nada hubiese sucedido y recomenzar la vida juntos, en la unidad de Cristo, como la primera vez, porque ya no queda nada de aquello que me dolió. Esta confianza lo salvaguardará de otras caídas, y también yo, si lo mido así a él, podré tener la esperanza de ser juzgado un día por Dios de la misma manera”. Fuente: Centro Chiara Lubich Primera parte: La misericordia en la espiritualidad de Chiara Lubich Texto integral de Alba Sgariglia (italiano)
Jun 18, 2016 | Focolare Worldwide
«Mientras estoy volviendo a casa – cuenta Ofelia quien vive en un barrio marginal de Valencia, la tercera ciudad de Venezuela– veo una pareja que se dirige a pie hacia la zona donde está mi casa. Freno el auto y les pregunto si quieren que los lleve. Exhaustos, sin tener casi fuerza para responder, suben al auto. Después de haberse reanimado, me cuentan que se levantaron temprano para conseguir harina y otros alimentos de primera necesidad para sus hijos, pero la cola era tan larga que cuando les llegó el turno ya no había nada. Desilusionados, lo único que llevaban a casa era un fuerte dolor de cabeza por no haber desayunado ni almorzado» Son situaciones dolorosas y lamentablemente frecuentes, ante las cuales a menudo no hay respuesta. De hecho, tampoco Ofelia tenía algo para darles. También su bolso estaba vacío y tampoco ella tenía trabajo. La difundida carencia de medios ha impulsado a la comunidad del Focolar presente en Venezuela a ayudarse y a ayudar en todas las formas posibles. Por ejemplo las señoras se arreglan y se corta nel cabello unas a otras y arreglan los vestidos antiguos compartiéndolos según las necesidades de cada una, de forma de estar presentables y armoniosas a pesar de la lpobreza. Testimonian también de esta forma visible el amor evangélico que tratan de vivir entre ellas. «Un día – cuenta un padre de familia- voy a comprar la comida, pero no encuentronada: parecía que todo había desaparecido. Dando vueltas por aquí y allá veo el “fororo” (maíz tostado). En general no lo comemos, pero recordando que una familia de amigos nuestros lo comían, pensé que era mejor que nada. A la tarde, pasando delante de su casa, me detuve y pregunté a sus moradores: ¿Almorzaron? No, me respondió la esposa, y tampoco desayunamos. No tenemos plata y mi marido ya no tiene fuerza por el hambre que sufre. Les dije que no podían irse a dormir sin haber comido, y corrí a casa a buscar el fororo que había comprado. Esa noche tuve una gran alegría porque ellos pudieron cenar, aunque fuera simplemente fororo» Un día, Laura se encuentra con una señora que le confiesa su preocupación por no lograr encontrar las medicinas para controlar la hipertensión. Ella, en cambio, había logrado conseguir los fármacos a través de sus conocidos del extranjero. En tiempos como éstos, la prudencia aconsejaría tenerlos reservados, también porque no se sabe si se podrá conseguir nuevamente la medicina. Pero en el Evangelio Jesús dice «den y se les dará» y, sin pensarlo dos veces, abre su cartera y le da un blister entero de comprimidos.
En esta difícil situación del país, la visita (21 – 25 de mayo) de Cecilia Di Lascio, argentina, coordinadora regional del Movimiento Políticos por la Unidad, no podía ser más oportuna. En Caracas, fue interesante el intercambio que ella tuvo con 75 personas – entre los cuales no faltaban varios jóvenes- comprometidas a favor del bien común. Se comunicó el ideal de la fraternidad a un grupito de personas que trabajan en política en una sala de la Asamblea Nacional; y antes de dejar el país, se realizó un encuentro con un grupo de docentes universitarios en el que se reflexionó sobre cómo formar a los jóvenes según el paradigma de la fraternidad en los diversos ámbitos del conocimiento y de las actividades humanas. Se realizaron también dos eventos importantes en Maracaibo: el encuentro con el Dr. Lombardi, rector de la Universidad Cecilio Acosta, y una reunión con la comisión RUEF (Red Universitaria de estudios sobre la Fraternidad). Todo esto contribuyó a adquirir una mayor comprensión del proceso político que el país está viviendo. «Hay que apuntar a la equidad como objetivo central a partir del paradigma de la fraternidad– afirmó Di Lascio en sus varias intervenciones- . En esta situación que no es fácil creo firmemente en la importancia del compromiso de todos juntos por el bien común».
Jun 17, 2016 | Focolare Worldwide
«Cuando sonó el teléfono el domingo a la mañana, del otro lado del cable estaba el hijo de mi marido que gritaba y lloraba: un amigo suyo se encontraba entre las víctimas de la masacre de Orlando. Quedamos paralizados y también nosotros lloramos abiertamente. La tragedia había entrado en nuestra casa». Rachel sintió que la única respuesta posible a este dolor sin sentido era el amor, era reunir a la familia. «Nos unimos al momento de silencio de las 6.00 de la tarde, que hizo que toda la ciudad y el Estado se detuvieran, y luego fuimos a misa porque sólo Dios podía consolar a las familias, a los heridos, a los amigos y a nuestro hijo». El salón de belleza de Eva que queda a pocas cuadras del club y los colaboradores conocían bien a algunas de las personas que lo frecuentaban. «No había visto la Tv y no me había alarmado particularmente por las sirenas nocturnas y por lo tanto, me enteré del atentado sólo en la iglesia cuando anunciaron que un parroquiano nuestro había sido asesinado. Lo conocíamos. Estas personas, eran profesionales, eran nuestras amigas, no sólo gay. Lo que le ocurrió a ellos me podría haber ocurrido a mí o a mis seres queridos. Me pregunté si había dado lo mejor de mí misma para amar a quien estaba a mi lado. Esos disparos habían asesinado a jóvenes, pero yo no podía dejar que el amor muriera».

Una vigilia de oración por las víctimas de la matanza de Orlando
Son muchos los testimonios que se intercambiaron los miembros de los Focolares en las horas siguientes a la masacre de Orlando, donde en un conocido night club para Lgtb perdieron la vida 49 personas, asesinadas por Omar Matee, un hombre con serios problemas psíquicos, que quiso marcar ese gesto de muerte como una reivindicación religiosa. Las investigaciones hasta el momento demuestran que el Islam no tiene nada que ver con los homicidios perpetrados, dado que el asesino hace tiempo había sido identificado por su carácter belicoso y agresivo. «Las noticias de homicidios brutales como el del domingo parece que se han convertido en algo normal y sentía que estaba siendo contagiado por un sentimiento de insensibilidad – confiesa Martín. ¿Por qué seguir creyendo en la fraternidad y en el amor frente a esta misión imposible de revertir el mal? Cuando estos pensamientos abstractos tomaron el rostro de muchos amigos musulmanes, advertí físicamente la angustia y el dolor que estaban sintiendo al ser tachados nuevamente como terroristas. No podía ignorar las horas transcurridas dialogando con ellos, conociéndolos y en muchas ocasiones ayudándonos recíprocamente. No puedo y no quiero ignorar el bien que existe y que permite que este mundo se convierta en un mejor lugar».
El riesgo de que los musulmanes sean nuevamente acusados de favorecer actos de violencia es fuerte, pero la realidad es muy distinta porque justamente ellos fueron los primeros en donar su sangre para muchos heridos y en muchas ciudades la oración del fin de la jornada del Ramadán fue dedicada especialmente a los muertos de Orlando. Las edades de Sandra, Milagros y Joyce, juntas suman menos de 70 años. Se repitieron a sí mismas que el Evangelio es la única arma que no hiere a los demás, sólo al propio orgullo y al propio egoísmo. «Es completamente insensato todo lo que estamos viviendo, pero no dejar que el miedo nos detenga. Debemos demostrar que nuestro amor personal justamente porque comienza por el más pequeño, por la paz en nuestro ambiente de trabajo, por nuestro vecino, puede cambiar mucho, puede llevar perdón y esperanza» «Cuando el domingo a la mañana me enteré de la tragedia, que ocurrió lejos de mi casa, a personas que han hecho elecciones distintas de la mía, pensé que la diversidad no puede dividirnos: son nuestros hermanos y hermanas». Celi comenzó con este testimonio una cadena de oraciones y de comunión. «La única respuesta al odio y al terrorismo es no dejar de vivir con esta fe y sobre todo junto a todos aquellos que realmente no se rinden, y siguen ofreciendo la caricia de Dios, a pesar de sus muchas fragilidades».
Jun 16, 2016 | Focolare Worldwide
“Cristianos de fiesta” fue el título de un gran encuentro ecuménico realizado en Niza (Francia), donde Martin Hoegger, pastor reformado suizo, fue invitado a dar su testimonio sobre “Cristo, luz en mi vida”, y sobre cómo esta luz lo llevó del ateísmo a la fe. Reportamos una síntesis. La intervención integral se puede leer en francés en su blog. «Cuando tenía 18 años, me hacía muchas preguntas sobre el sentido de la vida. Me preguntaba qué estudios emprender. Estaba muy aferrado a la Filosofía y a la Literatura, pero lo que buscaba no era sólo la sabiduría. También quería conocer a Dios. Me inscribí en la Facultad de Teología de Lausana. Me atraía el estudio de la religión y pensaba que encontraría mi camino en la Teología. Pero a medida que avanzaba, aumentaban los interrogantes. Después de 10 meses me había vuelto ateo. Un día entré en una iglesia y dejé escrita mi rebelión en el atril: “¡Dios no existe!”. Entonces decidí dejar de estudiar, pero seguí haciéndome preguntas. Tiempo después, un amigo me invitó a participar en un encuentro en Aix-en-Provence, en una facultad de Teología protestante. Allí Dios me esperaba. Me impresionó la atmósfera de fraternidad que se vivía en ese encuentro. A la noche, me arrodillé en mi habitación y sólo una palabra salió de mi boca: “perdón”. Estaba sorprendido: ¿a quién dirigía esa palabra? En el fondo sabía por qué la había pronunciado: en esa época había entrado en conflicto con muchas personas y había herido a bastantes de ellas. Regresando a casa fui a visitarlas para pedir “perdón”. Cada vez era una experiencia nueva, de luz. Sentía que Cristo me esperaba en los demás, sobre todo en los más débiles. A partir de allí busqué un contacto con otros cristianos. Hasta ese día había vivido por mi cuenta. Ahora descubría la luz de Jesús Resucitado que ilumina a quienes se reúnen en Su nombre. Comparto con ustedes tres experiencias de la Palabra que tienen una fuerte dimensión ecuménica. La escuela de la Palabra: cuando era director de la Sociedad Bíblica Suiza entré en contacto con el Card. Martini, quien entonces era el arzobispo de Milán. Él reunía a miles de jóvenes mediante la propuesta de la lectio divina. A algunos dirigentes juveniles de las iglesias católicas, reformada y evangélica en Suiza les interesó esta experiencia. El Cardenal nos animó a lanzar una escuela ecuménica de La Palabra. Experimentamos que escuchar juntos a Cristo nos une profundamente. La Palabra de Vida, como “luz en mi camino” (Salmos 119,105). La Palabra de Vida la publica el Movimiento de los Focolares, con el que estoy en contacto desde hace unos veinte años. Se trata de tomar un versículo de la Biblia, meditarlo y profundizarlo durante todo el mes, pero sobre todo, de tratar de vivirlo en la vida cotidiana y compartir los frutos con los demás. En las parroquias donde he ejercitado mi ministerio he propuesto vivirla: renueva la parroquia. La celebración de la Palabra en la catedral de Lausana, el primer domingo a la noche de cada mes. La Comunidad de las Iglesias cristianas del cantón de Vaud, ha invitado a las 20 iglesias que forman parte de él. Desde el 2004, más de 100 celebraciones nos han reunido en este lugar. Son un aprendizaje introductorio al ecumenismo en donde descubrimos nuestras diversidades y gozamos por ellas. Nos anima a no tener miedo de la diversidad y a dar gracias por los dones encontrados en los otros, que no dejan de enriquecernos. Esta iniciativa es preciosa para ayudarnos como cristianos a caminar juntos hacia la unidad. Reunirnos juntos ante la presencia de Dios para escuchar su Palabra, es anticipar desde ya la plena comunión. Mediante la oración, el Espíritu Santo nos une. Por eso Cristo es luz en mi vida». Maria Chiara De Lorenzo Blog de Martin Hoegger Discurso del papa Francisco a la Directiva de la Comunión mundial de las Iglesias Reformadas.
Jun 15, 2016 | Senza categoria
La Carta “Iuvenescit Ecclesia”, firmada por el Cardenal prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, Ludwig Müller, y por el arzobispo secretario, Luis Ladaria, fue aprobada por el Papa Francisco, y está dirigida a los obispos de la Iglesia Católica. Está centrada “en la relación entre los dones jerárquicos y los carismáticos para la vida y la misión de la Iglesia”. La Carta está injertada en el camino de la Iglesia “en salida”, en esta nueva fase de la historia y representa un motivo de alegría y de gratitud para las nuevas realidades eclesiales de las que el Movimiento de los Focolares es una expresión. Esta reciprocidad entre los dones jerárquicos y los dones carismáticos, de la que hace referencia la Carta, interpreta plenamente la experiencia que ha acompañado al Movimiento de los Focolares hasta hoy. Éste se encuentra inmerso en el cauce de las “olas de Movimientos” suscitadas por el Espíritu Santo para la renovación de la Iglesia en sinergia con sus Pastores, como afirmó el entonces Card. Ratzinger en mayo de 1998, en preparación al Jubileo del 2000. El Movimiento de los Focolares se siente ulteriormente motivado, por la “Iuvenescit Ecclesia”, a corresponder con autenticidad a la co-esencialidad entre dones jerárquicos y dones carismáticos que San Juan Pablo II indicó, siguiendo la línea del Concilio Vaticano II. Hoy día, dicha co-esencialidad se ha vuelto más que nunca necesaria para la vida y la misión de la Iglesia, al servicio de la humanidad, de sus expectativas, heridas e instancias, con el objetivo, comprometedor pero realista, de edificar todos juntos la civilización del amor. Lee el documento integral Fuente: Servicio de informaciones Focolares-SIF
Jun 15, 2016 | Focolare Worldwide, Senza categoria
La crisis de los refugiados en Europa interpela a todo el mundo, por sus dimensiones y sus muertes, las fronteras cerradas, y también por la gran generosidad de muchos. Esta noticia nos llegó desde Indonesia y los que escriben son los Jóvenes por un Mundo Unido de la ciudad de Medan (que tiene 4 millones de habitantes). «Los numerosos refugiados que acampan en Grecia nos interpelaban. Queríamos hacer algo. Decidimos por lo tanto vivir nuestra Semana del Mundo Unido de 2016, organizando un concierto para recaudar fondos para ellos. Ese concierto era también una expresión fuerte para afirmar que la paz es posible y comienza por nosotros mismos, a través de hechos concretos». «Teníamos dos meses para prepararlo; no era mucho tiempo, pero dijimos que lo íbamos a lograr y nos pusimos a trabajar sin prestarle atención al cansancio físico y a las dificultades económicas. Para cubrir los gastos de la organización fuimos a tocar nuestras canciones a los restaurantes, y tampoco faltó la providencia de Dios. Logramos así pagar el alquiler de la sala, una parte del sistema de sonido y otros gastos varios». «Cuando vi a todos esos jóvenes delante de mí – cuenta Ika- traté de no pensar en mí misma sino en los refugiados y me armé de coraje». Desde el punto de vista técnico – confiesan con simplicidad- «hubo muchos errores, pero la atmósfera de entusiasmo y de alegría de casi 350 participantes nos convenció de que ¡valió la pena!». Un coro de una universidad católica y 4 cantantes quisieron dar su contribución al concierto por la paz». «Se recaudaron € 600, que corresponde a 3 ó 4 meses de sueldo base en Indonesia. No es muchísimo, pero estábamos muy felices porque pudimos dar nuestro grano de arena por nuestros hermanos en dificultades» «Fue una experiencia extraordinaria – afirma Randi -. Sentí fuerte que las diferencias, tanto religiosas como de etnia, verdaderamente son bellas. Espero que muchos corazones hayan sentido el impacto y comiencen a amar con gestos concretos» «En un mural en el que estaba escrito “Let’s bridge”, los participantes dejaron por escrito su compromiso de construir la paz».
Jun 14, 2016 | Focolare Worldwide
Párroco de misericordia «Para comenzar el Año de la misericordia con un gesto concreto, le pedí perdón a mis parroquianos si no se habían sentido siempre amados por mí e invité, a aquél que lo deseaba, a acercarse y darnos un apretón de manos para sellar el pacto de vernos con ojos nuevos. Se formó una fila larguísima; con cada uno pude intercambiar alguna palabra. Al día siguiente, una parroquiana que no había estado presente vino a pedirme si podía repetir con ella ese gesto que había impresionado mucho a la gente del pueblo y que estaba teniendo muchas consecuencias» (I. S. – Hungría) Compartir «Estoy casi ciego. El compañero que me ayuda a estudiar me dio 1.220 chelines para comprar el medicamento contra la malaria. En la calle hacia la farmacia, me encontré con una señora pobre que me contó sus necesidades económicas. Para ayudarla le di 200 chelines. Poco después, delante de la farmacia, me encontré con otra mujer, también ella necesitada de dinero: no tenía lo suficiente para comprar un medicamento que precisaba. También en ella reconocí a Jesús que me pedía ayuda. Así que otros 200 chelines fueron para ella. Ahora, para comprar mi medicamento me faltaban 400 chelines. Estaba seguro de que Dios no me haría faltar su auxilio, así que entré igualmente a la farmacia. Y allí encontré un amigo que hacía tiempo no veía. Apenas le conté lo que me pasaba, él insistió en ofrecerme 500 chelines: más de lo que necesitaba». (R. S. – Tanzania) En el lavadero público «Éramos muchas las que estábamos en el lavadero público lavando nuestra ropa cuando llegó un hombre casi ciego con dos sábanas, una camisa y un turbante para lavar. Pidió que le hiciéramos un poco de sitio. Como nadie quería moverse, me dirigí a él: «Baba, dame tus cosas: te las lavo yo» Las otras se pusieron a reír. Antes de irse, el señor, contento con su ropa lavada, me dio su bendición y también un pedacito de jabón que cuidaba celosamente. Ahora nadie se burlaba. Al contrario, comenzaron a prestarse las cosas y a ayudarse entre ellas». (F. R. – Pakistán) Divorcio anulado «No fue fácil para Susanna aceptar mi decisión de pedir el divorcio. Sobre todo porque deseaba trasladarme a otra ciudad con la persona con quien había comenzado una nueva relación. Después de un rechazo oficial, la actitud de mi esposa cambió: me sorprendía su gran dignidad y no comprendía de dónde sacaba esa energía que le permitía tratarme bien a pesar de mi traición. Este pensamiento me quitó la paz. Un día la invité a almorzar a un restaurante: quería saber. Con simplicidad ella me confesó que había descubierto, a través de la cercanía con algunos amigos cristianos, el amor de Dios. Dios que nos ama siempre, a pesar de nuestra infidelidad, y está al lado nuestro también en los acontecimientos dolorosos de la vida. Esto fue suficiente para hacerme cambiar de idea. Susanna y yo recomenzamos» (L. M. – Usa)
Jun 13, 2016 | Focolare Worldwide
«Cochabamba es el corazón del país, la tercera ciudad boliviana. Está sumergida en un valle fértil, rodeada por la Cordillera de los Andes. Ya el viaje me prepara para escalar mis montañas personales para dar el salto de dejar atrás mi cultura, mis categorías, mis prejuicios, y estar así lo suficientemente libre para acoger la belleza de esta experiencia en la que cada uno será un don para el otro». «El 26 a la mañana visitamos el centro histórico, donde se respira un clima tradicional y culto y donde se conservan numerosas imágenes coloniales que yacen en muchos templos y en las grandes viviendas coloniales. Por la tarde nos dirigimos hacia la “Universidad Católica Boliviana San Pablo” para participar de un encuentro con 70 jóvenes de varias facultades. Después de las presentaciones teóricas, escuchamos unas experiencias, precedidas por una dinámica de grupo que preparó Aldo Calliera quien nos propuso buscar el “Norte”, ya que – dijo – “el mundo perdió su brújula”. Para la Economía de Comunión, lo sabemos, el norte es el Otro». «El día 27 de mayo empezó el 1° Congreso de empresarios EdC en Bolivia, del cual tuve la suerte de participaren vivo y en directo, observando, escuchando, para relatar un evento extraordinario, compuesto por muchas historias que apuestan a la comunión día tras día». «Ramón Cerviño, empresario argentino, nos recibió mientras nos recordaba que vinimos para hacer una experiencia de comunión, porque es precisamente la comunión la riqueza más importante de la EdC». «El programa nos llevó a sumergirnos hasta las raíces del Carisma de la unidad, para redescubrir los orígenes de la EdC.
Luego, fuimos a visitar el “Centro Rincón de Luz”, una obra social que ofrece apoyo escolar a los niños de un barrio muy pobre. Allí, no siempre las familias pueden seguir y controlar las tareas escolares de los pequeños pues viven amontonados en pequeñas cabañas de uno o dos cuartos, a menudo están desnutridos y a veces incluso, son maltratados. Maricruz, quien ahora es una de las directoras, era una de estos niños. Solidaridad que genera más solidaridad. El círculo virtuoso de la reciprocidad es la clave para responder a los problemas sociales concretos». «Visitamos también la “Casa de los Niños”. Chiara Lubich alguna vez expresó el deseo de que un día se cerraran todos los orfanatos, con la esperanza de que cada niño pudiera gozar del calor y del amor de una familia. Persiguiendo este sueño, muchos, como Arístides se pusieron a trabajar, allá donde y cómo se puede, para darles un alojamiento provisional y apoyar a las familias de los niños que sufren el abandono más grande, los que son portadores de VIH. En estos últimos años, gracias a la ayuda de muchas personas, lograron acoger a casi un centenar de familias y ofrecerles una vivienda digna. A pesar del dolor de esas familias, muchas de las cuales son seropositivas, la belleza de la ciudadela demuestra que es posible abrazar el dolor inocente y llenarlo de alegría, de juegos, flores y esperanza». «En el encuentro entre empresarios mexicanos, paraguayos, argentinos y bolivianos, compartimos nuestros sueños, los fracasos, los éxitos, las dificultades y las esperanzas. El 28 de mayo tuvo lugar un encuentro especial en el “Gran Hotel Cochabamba”, del cual participaron unas 120 personas, entre las cuales había empresarios, estudiantes, docentes, ejecutivos y personas interesadas en una “nueva cultura económica”. El domingo 29 fue un día de fiesta: |se celebraba el 25° aniversario de Economía de comunión! Cantos, danzas, comidas típicas y mucho compartir. Gracias Bolivia por haberme hecho redescubrir “el norte”, donde cielo y tierra parecen confundirse». Fuente: sito del Cono Sur
Jun 12, 2016 | Sin categorizar
“Misericordiosos como el Padre” es el programa de vida propuesto por el Papa Francisco para el Año Santo. “En la misericordia, de hecho –dice la Bulla de convocación – tenemos la prueba de cuánto Dios nos ama. Él da todo de sí mismo, por siempre, gratuitamente, y sin pedir nada a cambio. Nos ayuda cuando lo invocamos. (…) Su ayuda consiste en hacernos sentir su presencia y su cercanía” (MV 14). Es éste el rostro del Amor . Misericordia que revela plenamente la Paternidad de Dios. Dios es Amor: es la chispa inspiradora que origina el carisma de la unidad que el Espíritu Santo donó a Chiara Lubich en nuestro tiempo (…) Chiara, entonces, no descubre un Dios lejano, inaccesible, extraño a su vida, sino el rostro Paterno de Él (…) Por lo tanto, todo lo que sucede es visto como realización del plan de amor sobre cada uno, como prueba tangible de su mirada vigilante, de su presencia cercana. “Incluso los cabellos de sus cabezas están contados” (Mt 10,30). Es un amor paterno que provee ante todas las necesidades, incluso las más pequeñas, hasta llegar incluso a colmar los vacíos dejados por nuestras imperfecciones, por nuestros pecados. Es el rostro del Padre misericordioso que –mediante el Hijo encarnado- se manifiesta y revela plenamente su amor misericordioso. Episodios evangélicos sobre la misericordia En varios documentos del Magisterio de la Iglesia dedicados al tema de la misericordia, se hace referencia a esos pasajes evangélicos que mejor la ilustran. Un ejemplo clásico es la parábola del hijo pródigo (Lc. 15,11-32). (…) Una vez Chiara ilustró esta parábola a un nutrido grupo de jóvenes reunidos en la catedral de Paderborn, en Alemania. Era el 12 de junio de 1999. Estas son sus palabras: “El padre del hijo pródigo tendría muchas cosas que hacer: ocuparse de la hacienda, de los empleados, de la familia; pero su principal actitud era la de la espera, la espera del hijo que se había ido. Subía a la torrecita de su casa y miraba a lo lejos. Así es el Padre Celestial. Imaginen, jóvenes, si pueden, su divina, altísima y dinámica vida trinitaria, su empeño de sostener la creación, de dar un lugar a quien llega al Paraíso. Sin embargo, Él sobre todo hace una cosa: espera. ¿A quién? A nosotros, a mí, a ustedes, especialmente si nos encontramos lejos de Él. Un buen día ese hijo, que el padre terreno tanto amaba, después de haber despilfarrado todo, regresa. El padre lo abraza, lo cubre con una vestidura preciosa, le pone un anillo en el dedo, hace preparar el ternero gordo para hacer una fiesta. ¿Qué debemos pensar? Que él deseaba ver a su hijo renovado, ya no quiere recordarlo como era antes. Y no sólo lo quiere perdonar, sino que lleva incluso a olvidar su pasado. Éste es el amor por él, en la parábola. Así es el amor del Padre por nosotros en la vida: nos perdona y olvida”. Fuente: Centro Chiara Lubich Testo integral de Alba Sgariglia (italiano)
Jun 11, 2016 | Focolare Worldwide
«Tuve que dejarlo todo: patria, esposa, dos hijos pequeños. La verdad es que no tenía otra opción. Siendo docente y hombre todavía joven, hubiera tenido que enrolarme en el ISIS y difundir sus ideas. Y dado que me opuse, me hubieran matado si me quedaba allí». Una vez llegado a Graz (Austria), Mohamed, como muchos otros migrantes, quedó “aparcado” en un campo para refugiados, donde durante meses no tuvo nada que hacer ni posibilidades de contactos con el mundo exterior. «Nos sentíamos aislados y deprimidos – cuenta – pero en un determinado momento alguien empezó a interesarse en nosotros». Eran los de la comunidad local de los Focolares. Ellos, gracias a la mediación de una amiga siria, que se encuentra en Graz desde hace tres años, invitaron a los refugiados de Siria que vivían en el campo – unos cuarenta – para que se reunieran en una sala parroquial. Allí pudieron expresar sus necesidades más apremiantes: aprender el idioma y encontrar un trabajo. La comunidad se puso manos a la obra y en poco tiempo logró organizar un curso de alemán. Alguien ofreció dinero para los libros de texto; una señora recogió entre los amigos unas quince bicicletas, cubrió personalmente los gastos de reparación y las puso a disposición de los estudiantes que debían recorrer unos 10 km para llegar a clases; otros realizaron trabajitos de restauración en las casas y en el cuidado de los jardines. «Por fin teníamos algo útil que hacer – suspira con alivio Mohamed –, por fin alguien nos daba una mano y nos apreciaba». Así nació una amistad que se ha vuelto cada vez más profunda. De tal suerte que llegó a ser lógico encontrarse, comer juntos y también abrirse al diálogo cultural y religioso. El primer paso fue ir juntos a la mezquita, donde encontraron a muchas otras personas; una vez llegaron incluso a ser unos 400, «Algo grandioso para nosotros – confía Mohamed –. Por fin nos sentíamos nosotros mismos. Allí podíamos olvidar lo que nos estaba pasando y entrar en contacto directo con Dios. Vivir ese momento juntos musulmanes y cristianos nos hizo sentir aún más cercanos los unos con los otros».
Durante el verano, 4 musulmanes participaron de la Mariápolis, cuya fecha coincidía precisamente con el fin del Ramadán, celebrado todos juntos con músicas árabes, danzas al aire libre y dulces sirios. En esos mismos días, Mohamed se enteró de la muerte de su madre. Fue una ocasión conmovedora para orar juntos por ella recitando algunos Salmos, elegidos de manera que respetaran la sensibilidad de todos. También comprender el dolor del otro es un diálogo profundo. Luego Mohamed presentó a las Autoridades la solicitud de reagrupación familiar en Austria, trámite que se reveló muy complicado. Veintidós veces su esposa se preparó para alcanzar a pie la frontera (7 horas de caminata, pasando hambre, frío y peligros), para luego ser puntualmente rechazada. Una vez fue incluso encarcelada. Pero al final logró cruzar los confines. Se acercaba entonces la tan esperada recomposición de la familia. Les sugirieron no radicarse en Graz, sino en Viena. Con pesar Mohamed tuvo que dejar a sus amigos de Graz, ignorando que la misma cálida acogida la encontraría también en la comunidad focolarina de la capital que, mientras tanto, fue avisada de su llegada. La comunidad del Focolar se activó para ofrecer a la familia una vivienda digna, lo cual no era algo fácil dada la escasez de alojamientos. Nació así la idea de dirigirse a unas religiosas amigas que administraban una casa para ancianos. En el lapso de un día llegó la primera respuesta positiva, gracias a un tranquilizador coloquio con los miembros del Focolar. Así, desde hace dos meses, la familia de Mohamed vive en esta casa de religiosas cristianas, con ningún tipo de incomodidad por ambos lados. Las religiosas han tomado conciencia de las costumbres de los huéspedes musulmanes y la familia vive en una estructura con numerosos y evidentes símbolos cristianos. También esto es parte del diálogo y, como afirma Mohamed: «cristianos y musulmanes somos realmente hermanos».