Dic 5, 2020 | Sin categorizar
La ayuda de las Comunidades de los Focolares en los países latinoamericanos: gestos concretos para poder ser “hermanos todos”, así como pide el Papa Francisco en la última encíclica.
En Perú y en los demás países latinoamericanos se asiste a la continua llegada de migrantes, sobre todo venezolanos, pero también cubanos, centroamericanos, haitianos, árabes. Las comunidades de los Focolares todos los días se esfuerzan por ayudarlos. “Nuestra aventura en el Perú empezó pocos días antes de la Navidad de 2017 –cuenta Silvano Roggero, focolarino que vive en Perú–. En esa ocasión, invitamos a almorzar a nuestra casa a algunos venezolanos que habíamos conocido. Al principio eran cinco, después tuvimos que trasladarnos al Centro “Juan Carlos Duque” porque los invitados llegaron a ser unos 120. Recuerdo el encuentro de Geno con Karlin y sus tres hijos pequeños. Acurrucada en la acera, vendía caramelos. Geno tuvo la sensación de oír una voz que le decía: “¡es Jesús!”. Volvió para atrás, le compró algunos caramelos y la invitó a almorzar. Ese domingo llegó con sus tres hijos y trajo también a su hermana con los tres niños”. En Colombia, cerca de Bogotá, Alba, una migrante llegada de Venezuela en 2014, pasó a ser una referente para los “Caminantes” (los que emigran), que pasan todos los días. Un día, antes de que ella hubiera almorzado aún, pasó una mujer embarazada con su compañero, en busca de atención médica. En el dispensario había una enfermera muy atenta y amable que pudo ayudarlos. A pesar del frío, el hambre, la preocupación por haber dejado a sus colegas voluntarios solos y de que sus hijos también estuvieran solos en casa, sin comida, Alba se quedó a esperarlos. Cuando concluyó la consulta, acompañó a los dos jóvenes padres, y ¿qué sucedió? Los Caminantes sabiendo lo que Alba había hecho por ellos, juntaron un poco de dinero para comprar algunas docenas de huevos para ella, sus hijos y los compañeros de trabajo. Era el céntuplo realmente. ¿De quién llegaba ese céntuoplo? Justamente de quienes más necesitados estaban.
Concluyendo el año 2018 la comunidad de los Focolares de Ciudad de México se unió a la “bienvenida humanitaria” de las caravanas de migrantes. Una asociación civil que se inspira en el carisma de los Focolares dio su aporte técnico y su colaboración en la coordinación con las autoridades. Se activó un canal para facilitar la llegada de alimentos, ropa, productos para la higiene personal y varias decenas de mantas. Es posible imaginarse la gratitud de los migrantes. Brasil también dio la bienvenida a los migrantes. “La multiplicación de las donaciones nos sorprende –nos cuentan los de la Comunidad local–. Pedimos una estufa, y de golpe recibmos mucho más. Alguien pidió un lavabo y al día siguiente una persona que no conocíamos donó cinco lavabos. Un día un amigo fue a comprar algo para regalarnos. Le explicó al vendedor los motivos de la compra y, como conclusión, para su sorpresa, recibió un descuento y además el envío gratuito. En otra ocasión una persona que no conocíamos nos dijo: “voy a hacer un evento y encargaré comida para ustedes, para que llegue a quien lo necesita”.
Lorenzo Russo
Dic 4, 2020 | Sin categorizar
Destruida por el aluvión del 2019 ha sido reconstruida gracias al aporte de la Coordinación de Emergencias, la Asociación Familias Nuevas y Acción Mundo Unido del Movimiento de los Focolares.
“La experiencia después de la tragedia fue dura, pero nos ha acompañado la certeza que todo sucedió para dar nueva vida a estos lugares y a esta comunidad”. Ildo Foppa, voluntario del Movimiento de los Focolares, responsable de la misión de la Fazenda de la Esperanza de Dombe, en Mozambique, habla del aluvión que afectó al país en marzo de 2019 y de los frutos preciosos nacidos del compromiso conjunto por la reconstrucción. “Se ha vuelto cada vez más fuerte la relación con la Iglesia local, con el obispo y con los sacerdotes, con las organizaciones que llegaron para ofrecer una ayuda y con toda la comunidad del territorio. Hemos encontrado a muchas personas y recibido muchas promesas de ayuda”. De la devastación a la necesidad de reconstruir nació la oportunidad de crear trabajo para muchos: “hemos dado vida a cooperativas compuestas por diez familias cada una, así para muchos ha sido posible volver a empezar viviendo del propio trabajo y pudiendo así volver a empezar a construir su propio futuro”. Casi dos años después del aluvión, la intervención de reconstrucción –de la que han formado parte junto a la Fazenda y la Coordinación de Emergencias, la Asociación Familias Nuevas y Acción Mundo Unido del Movimiento de los Focolares – se lograron reparar la guardería, el hospital, cuatro casas de acogida, la escuela secundaria y la Iglesia. Fueron reconstruidos alojamientos y servicios higiénicos, se preparó un galpón para la construcción de bloques de cemento que servirán para la construcción de las casas definitivas para las familias.
En la primera fase de la emergencia se distribuyeron raciones de alimentos a las personas que habían perdido sus casas y se construyeron 550 barracas con letrinas provisionales para las familias damnificadas. Posteriormente se realizó un programa de apoyo para la creación de un fondo de renta y apoyo a la población. En especial, 150 familias recibieron ayuda directa para la reparación de sus casas y para comprar semilla, abono y gasolina para los tractores y asi reiniciar y mejorar la producción agrícola. Fue construida una carpintería para ofrecer formación y trabajo a más de 60 jóvenes huéspedes de la Fazenda, se construyó un molino que está al servicio de alrededor de 330 familias. Las intervenciones se han concluido en los últimos meses a pesar de que también Mozambique ha sufrido mucho por la difusión del contagio del Covid-19. En este link de Amu y Afn es posible seguir la situación de la región.
Claudia Di Lorenzi
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Dic 2, 2020 | Sin categorizar
Ya en su octava edición, la marcha que forma parte del festival “Armonía entre los pueblos” no se detiene, ni siquiera con el Covid. Hablamos del tema con Antonella Lombardo, directora de la escuela de danza Laboratorio Accademico Danza (LAD) en la localidad de Montecatini (Italia) y promotora del evento. Los hemos visto en los lugares más disparatados en estos meses de pandemia: pianistas, violinistas, rockers, cantantes pop y de ópera en los techos, las plazas, los parques, manteniendo siempre la justa distancia. Todo ello para demostrar que nada ni nadie puede frenar la expresión artística, ni siquiera un virus mundial. Antonella Lombardo, directora artística de la escuela Laboratorio Accademico Danza de la ciudad de Montecatini, cerca de Florencia, está también muy convencida de todo esto. Ella es la creadora del festival “Armonía entre los pueblos”, que, desde hace quince años, promueve la idea de la búsqueda de la armonía posible a través del arte, como instrumento transversal y universal. La edición 2020 no se ha detenido ni siquiera con el Covid.
¿De qué manera se ha desarrollado el festival este año? La marcha “Armonia for peace” es uno de las citas principales del festival “Armonía entre los pueblos” y sabíamos que este año no íbamos a poder realizarla de la forma tradicional. El formato virtual era la única posibilidad para no detenernos y así la lanzamos el 12 de noviembre pasado. Dirigimos la invitación a los colegios del territorio en el que nos encontramos, pero también a otros sitios, fuera de Italia, para que realizaran vídeos que expresaran el significado de la paz. La respuesta fue increíble: a pesar de que muchos colegios ahora en Italia utilizan, a partir de un cierto nivel, la didáctica a distancia, los profesores sostuvieron el proyecto, los chicos respondieron con entusiasmo y todo asumió un valor superior, incluyendo también el punto de vista de la construcción de las relaciones. Los docentes colaboraron entre ellos, muchos cursos realizaron los vídeos que hemos subido a la página Facebook de la Asociación Cultural DanceLab Armonia y recibimos trabajos no sólo de Italia, sino también de otros países, como Francia y Jordania. Tomó forma así un maratón digital sumamente variado que dice “paz” en las formas artísticas y coreográficas más diversas.
Del material que han recibido, ¿hay algo que te ha impresionado de un modo especial, y por qué? Ante todo nos impresionaron las interacciones que nacieron entre los chicos. No sabemos hasta dónde llegará todo esto y hoy tal vez lo más importante es el hecho que se hayan juntado para trabajar sobre lo que significa construir la paz. Con sus docentes tuvieron que elaborar ideas para poder realizar los vídeos; fueron a fondo en el sentido de la paz, en el hecho que no es un slogan y todo ello permitió excavar en el corazón de cada uno. Hasta incluso los funcionarios públicos de los Ayuntamientos de nuestro territorio que han visto nacer y crecer el festival “Armonía entre los pueblos” estaban muy entusiasmados, y nos dijeron que fue una de las actividades más bonitas que han marcado sus vidas. En definitiva, esas relaciones han sido lo más hermoso: relaciones profundas, basadas en la construcción del bien recíproco. ¿Qué proyectos tienen de ahora en más? En colaboración con la Custodia de Tierra Santa y en particular con el sostén del sacerdote Ibrahim Faltas y la Fundación Juan Pablo II estamos trabajando para realizar una escuela de danza en Belén. Este proyecto aspira a ser una espiral de esperanza para dar dignidad a muchos niños que, en esos territorios, son prisioneros a la intemperie. Otro proyecto es el del Campus Internacional de alta formación a la danza que tendrá sede en Italia pero que es internacional. Será un lugar de formación en el que el arte se hará instrumento para superar todo tipo de barrera; lo pensamos como un taller de formación para todos los jóvenes que quieran dejar una marca y usar este lenguaje para llevar la belleza a todas partes, incluso allí en donde pareciera imposible.
Stefania Tanesini
Dic 1, 2020 | Sin categorizar
El 20 de octubre, Bartolomé I, Patriarca Ecuménico de Constantinopla, ha visitado el Centro Internacional de los Focolares. Después de una visita a la tumba de Chiara Lubich, se ha reunido con algunos representantes del consejo general del Movimiento. A continuación el texto de su discurso.
Homilía de Su Santidad Bartolomé, Arzobispo de Constantinopla – Nueva Roma
y Patriarca Ecuménico por el Centenario del nacimiento de Chiara Lubich
Rocca di Papa-Roma, 20 de octubre de 202o
Muy estimada María Voce, Emmaus, Presidenta del Movimiento de los Focolares, Eminencias, Excelencias, Amados hermanos y hermanas en el Señor: Hemos aceptado con gran alegría la invitación de venir, al final de este viaje a la Ciudad Eterna, la Antigua Roma, aquí a Rocca di Papa, donde descansa nuestra querida Chiara, esperando la Resurrección. Es particularmente significativo el hecho que llegamos en el centenario de su nacimiento, –de hecho, Chiara nació en 1920‒ para rendirle homenaje y expresar nuestra gratitud al Señor de la vida, por habérnosla concedido durante tanto tiempo, pero sobre todo por haberla inundado con su esplendorosa gracia, expresada en la frase que aquí le recuerda: “Y nosotros hemos creído en el Amor”. El Amor en el cual ella creyó y en el que insertó toda su vida, no pertenece a este mundo, sino que se encarnó en el mundo para que nosotros pudiésemos hacer experiencia de Él, pudiésemos conocerlo, pudiésemos encontrarlo en nuestros hermanos y hermanas, por doquier en el mundo; pudiésemos saborearlo, llegando a ser uno con Él en la Santa y Divina Eucaristía. ¡Cuántas otras cosas habría hecho nuestra Chiara si estuviese todavía entre nosotros! Pero no son los años lo que dan significado a la vida, no es la cantidad, la duración, sino el cómo hacemos fructificar los talentos que Él nos otorga, es la calidad de la vida, dedicada a testimoniar que Él es la Vida. Si pensamos por ejemplo en san Basilio de Cesarea, el gran Padre de la Iglesia, el primero de los Padres capadocios, él tuvo una vida decididamente breve, ni siquiera llegó a los cincuenta años, y sin embargo en esa breve vida totalmente ofrecida al Señor, produjo obras teológicas, litúrgicas, dogmáticas, ascéticas, que “llevan la inconfundible huella de su escritura, de su mente y de su corazón”. Fue un precursor en el cuidado de los pobres y los que sufren, haciendo construir una ciudadela de la caridad con posada, hospicio y leprosería, llamada ‘Basiliades’: fue el primer hospital de la historia. Se ocupó también de la naturaleza y de los animales, a propósito de los cuales emergen temáticas modernas en su célebre oración dedicada a los animales. Si en tan pocos años san Basilio realizó todas estas obras, es porque había impregnado toda su vida en el Amor a Cristo, dándole cada momento de su respiro hasta entregar su alma a Dios, probado por las austeridades, por las enfermedades y agotado por las preocupaciones. Nuestra Chiara vivió una vida más larga, pero del mismo modo nos legó una herencia sobre la que todavía tenemos que meditar mucho. Ella nos dejó el carisma de la unidad a todos los niveles, lo vivió, lo experimentó, se prodigó por él con todas sus fuerzas y enseñó a todos a desarrollar del mejor modo posible su propia función en la sociedad. Podemos afirmar tranquilamente que Chiara asumió este compromiso por la fraternidad, la unidad y la paz en todos los ámbitos de la vida humana, entregándonos un mensaje a través de su vida y de sus escritos que no podemos ignorar. El Movimiento y todas las obras que existen hoy, gracias a su carisma, son el testimonio de una vida consumida por el Señor, que pasó también a través de la Cruz, pero siempre orientada a la Resurrección. El timón de Chiara pasó después a otra muy querida hermana nuestra, cuya amistad con nosotros y con nuestro Patriarcado Ecuménico es larga y sólida, desde los años de su permanencia en Constantinopla, donde realmente dejó una huella indeleble del ministerio de la fraternidad, de la unidad y del amor hacia todos: María Voce-Emmaus. Acogiendo el testigo de Chiara, María Voce en estos años ha sabido ser como el siervo bueno de la Parábola de los talentos. No enterró el talento, sino que siguió haciéndolo fructificar más y más, y su Señor ciertamente sabrá reconocérselo. Llegando al fin de su mandato como Presidente, también nosotros queremos agradecerle por su gran contribución a la Obra; el recuerdo que tenemos de ella, como todos ustedes, está en nuestro corazón, y ella seguramente continuará llevando el carisma allá donde el Señor la llame. Quiera Dios, en su inmensa misericordia, conceder a esta Obra agradable a Él, un digno sucesor, capaz todavía de maravillarnos y sorprendernos con todos ustedes, para iluminar cada pueblo del mundo con la fuerza del Amor que todo lo vence, porque “para amar, el cristiano debe hacer como Dios: no esperar ser amado, sino ser el primero en amar”. (cit. Chiara Lubich). La gracia del Nuestro Señor Jesucristo, el amor de Dios Padre y la comunión del Espíritu Santo, esté con todos ustedes. Lea también el artículo de la visita del Patriarca al Centro Internacional de los Focolares
Nov 30, 2020 | Sin categorizar
Cuando Chiara Lubich hablaba de sufrimiento y de dolor no se limitaba a un concepto filosófico, psicológico o espiritual, sino que mantenía siempre la mirada dirigida a quien le gustaba llamar “el Esposo de su alma”: Jesús en el momento en que en la cruz experimentó el abandono del Padre: “Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?”. (Mt 27,46). En su íntima y misteriosa relación con Él encontró la fuerza para aceptar todo dolor y transformarlo en amor. Sería como para morirse si no pudiéramos dirigir nuestra mirada a Ti, que conviertes, como por encanto, toda amargura en dulzura; a Ti, sobre la cruz, en tu grito, en la más alta suspensión, en la inactividad absoluta, en la muerte viva, cuando hecho frío, arrojaste todo tu fuego sobre la tierra y, hecho inmovilidad infinita, arrojaste tu vida infinita sobre nosotros, que ahora la vivimos con embriaguez. Nos basta vernos semejantes a Ti, al menos un poco, y unir nuestro dolor al tuyo y ofrecerlo al Padre. Para que tuviéramos la Luz, se nubló tu vista. Para que tuviéramos la unión, probaste la separación del Padre. Para que poseyéramos la sabiduría, te hiciste «ignorancia». Para que nos revistiéramos de inocencia, te hiciste «pecado». Para que Dios estuviera en nosotros, lo sentiste alejado de Ti.
Chiara Lubich
El atractivo de nuestro tiempo. Escritos Espirituales/1, Ciudad Nueva, Madrid, 1995, p.41.
Nov 28, 2020 | Sin categorizar
En dos ciudades de la costa siria un grupo de voluntarios del Movimiento de los Focolares promueve un proyecto que tiene el objetivo de asegurar comidas de buena calidad a familias pobres y a personas ancianas o vulnerables.
“En el trabajo en equipo he sentido la presencia de Dios, y este compromiso colectivo nos ha hecho una familia”. Así se expresa Hazem hablando de su experiencia en el ámbito del proyecto “Lokmat Mahaba” que en árabe significa “una bocanada de amor”. La iniciativa, promovida por el Movimiento de los Focolares es sostenida con fondos del programa “Emergencia Siria” de AMU (Acción por un Mundo Unido), nace para ofrecer un soporte a algunas familias necesitadas de las ciudades de al-Kafroun y Mashta al-Helou, en el noroeste de Siria, e involucra a cristianos de distintas confesiones. En una realidad marcada por la crisis económica, por una altísima conflictividad, por las medidas restrictivas impuestas por la UE y los Estados Unidos, por la devaluación de la libra siria y el alto costo de la vida, que se ha agudizado por la crisis sanitaria y ocupacional debida a la difusión del Coronavirus, el pequeño grupo de voluntarios se ofrece para ayudar a unas veinte familias –entre damnificados y residentes- que viven en condiciones de vulnerabilidad económica y sanitaria. Ofrecen su tiempo y energías. Alguno también los frutos de su tierra. Otros un pequeño pero significativo aporte económico.
Gracias al aporte de personas de las aldeas cercanas, de sirios que viven en otros países, de algunos intelectuales y de pequeñas donaciones, juntos cocinan y distribuyen a cada familia una comida a la semana, que entregan personalmente entrando en cada casa, poco antes de la hora del almuerzo. “Estos pocos minutos en donde estamos en pie con cada familia durante la distribución de la comida –cuenta Micheline, una de las voluntarias- nos ayuda a construir una relación con ellos. Los ruegos que escuchamos y compartimos y la relación que nos vincula son el verdadero tesoro del proyecto”. Y qué alegría participar del entusiasmo de los niños, y de aquellos que no son niños desde hace tiempo, que esperan ansiosamente esa “bocanada de amor”: “Compartir las preocupaciones de la vida cotidiana y ser con ellos una sola cosa” es lo que anima el profundo compromiso de cada uno. La fuerza de llevar adelante este trabajo –dicen- viene de Jesús Eucaristía y del compartir momentos de oración. A un año de distancia del inicio del proyecto, en septiembre de 2019, el grupo de los voluntarios y colaboradores ha crecido y para la confección de las comidas el padre Gandhi Muhanna, pastor de la Iglesia maronita, ha puesto a disposición la cocina de su casa. La dificultad –explican- es la de la elaboración de la comida, que sea sana y nutritiva, realizada con ingredientes de calidad, a menudo difíciles de conseguir, mientras que los precios de los alimentos siguen subiendo. Un desafío –explican- delante del cual sin embargo ninguno se echa para atrás: el objetivo consiste en desarrollar el proyecto, ampliar la red de colaboradores, aumentar la calidad y la frecuencia de las comidas, pero sobre todo llegar a un mayor número de familias y personas necesitadas, para “compartir con todos los medios posibles los dones que cada uno ha recibido de Dios”.
Claudia Di Lorenzi
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Nov 26, 2020 | Sin categorizar
El Movimiento de los Focolares ha recibido el premio internacional “Yo hago mi parte” de la Academia Kronos por su compromiso con el planeta a través de EcoOne, la iniciativa medioambiental de los Focolares. Entre los premiados de esta edición 2020, el papa Francisco y, póstumo, el explorador y antropólogo noruego, Thor Heyerdahl.
Una antigua fábula africana dice que durante un incendio forestal un colibrí, el más pequeño de los pájaros, voló hacia el fuego mientras todos los animales huían. Cuando el león le preguntó qué estaba haciendo, el colibrí, mostrando una gota de agua en su pico, respondió: “¡Estoy haciendo mi parte!”. De esta narración ha tomado el nombre el premio internacional, ahora en su cuarta edición, que la Academia Kronos asigna cada año a personas, organizaciones y naciones que han demostrado que “han hecho su parte” para proteger el medio ambiente y el clima. Entre los ocho ganadores de este año también se encuentra EcoOne, la iniciativa internacional del Movimiento de los Focolares, impulsada por una red de docentes, académicos, investigadores y profesionales que trabajan en ciencias ambientales y se esfuerzan por enriquecer su conocimiento científico con una lectura humanista profunda de los problemas ecológicos contemporáneos (www.ecoone.org)
Debido a la pandemia no fue posible entregar los premios, como se esperaba, en la Sala de la Protomoteca del Capitolio en Roma (Italia). La entrega al Movimiento de los Focolares tuvo lugar ayer, jueves 26 de noviembre de 2020, en la sede internacional de los Focolares en Rocca di Papa (Roma-Italia) por Vincenzo Avalle, miembro de la junta nacional de la Academia Kronos, acompañado por Armando Bruni, coordinador del Centro Italia de la Academia y tres guardias ambientales. En nombre del Movimiento de los Focolares, el profesor Luca Fiorani, presidente de EcoOne, recogió la escultura de un colibrí, realizada con material metálico reciclado del artista Renato Mancini, y el diploma del premio. “Este premio quiere dar un estímulo, una motivación a todos aquellos que están comprometidos con la protección del medio ambiente – explicó Vincenzo Avalle – Me ha impactado la actividad del Movimiento de los Focolares por el medio ambiente como se expresa en EcoOne, apoyado por la ciencia y la interacción con la política”.
“Veo una gran sinergia entre nosotros, la Academia Kronos y el Movimiento de los Focolares/EcoOne – ha explicado Fiorani al recibir el premio – porque somos complementarios: Kronos nace de la acción, EcoOne nace de la reflexión. Nos necesitamos el uno al otro. Como Movimiento de los Focolares, podemos contribuir en varios ámbitos de estudio cultural. Destacar la economía y la política, determinantes para el medio ambiente. Y también podemos ofrecer nuestra dimensión internacional”. “Veo – añadió – una posibilidad de colaboración, de sinergia muy fuerte. Hay una galaxia de entidades que trabajan por el medio ambiente. Creo que ha llegado el momento de que todas estas organizaciones colaboren”. La Academia Kronos (www.accademiakronos.it) es la continuación y heredera espiritual de una de las primeras organizaciones ambientales, “Kronos 1991”. Con cerca de 10.000 miembros en Italia y sedes y referentes internacionales, está comprometida con la protección del medio ambiente y la calidad de vida. En colaboración con Institutos científicos y Universidades, Kronos ofrece un curso de grado en “Educador y divulgador ambiental” y dos maestrías universitarias en “Salud y medio ambiente” y apoya un organismo supervisor de prevención e información ambiental. Pero, sobre todo, invita a personas de todo el mundo a “hacer su parte” para proteger el medio ambiente.
Joachim Schwind
Nov 26, 2020 | Sin categorizar
En la escuela de Jesús podemos aprender a ser testigos e instrumentos los unos para los otros del amor tierno y creativo del Padre. Es el nacimiento de un mundo nuevo, que sana de raíz la convivencia humana y atrae la presencia de Dios entre los hombres, fuente inagotable de consuelo para secar cada lágrima. Una idea insólita Mi esposo y yo viajábamos por la autopista cuando noté a una pareja en el auto detrás de nosotros. El hombre al volante parecía muy agitado y con su conducción podía representar un peligro. Al llegar al peaje, tuve una idea: ¿por qué no pagarles el peaje a ellos también? Entonces, mientras mi esposo pagaba el nuestro, le di al empleado la cantidad para los viajeros que estaban detrás de nosotros, con el siguiente mensaje: “Que tengas un buen día y unas buenas vacaciones de parte de la pareja del coche de Massachusetts”. Y a mi esposo que no entendía, le expliqué que quizás este pequeño gesto le recordaría a ese hombre que alguien lo quería: ¡quién sabe si no daría una nota diferente a su viaje! Luego, mirando hacia atrás, vi que el empleado de la cabina de peaje estaba hablando con esa pareja, señalando en nuestra dirección. Al rato, habiendo retomado el viaje, un coche se acercó al nuestro: eran ellos. El hombre sonrió mientras ella mostraba un trozo de papel donde estaba escrito en letras grandes: “¡Vuestra amabilidad funcionó! ¡Gracias, Massachusetts!”. (D.A. – Estados Unidos) Paz en la familia Desde hacía años la relación con nuestra hija y nuestro yerno nos hacía sufrir. Estaba celoso de nosotros hasta el punto de que Grazia ya no podía venir a visitarnos. Por mi parte, no lograba perdonarle tanta pasividad. Luego, una llamada telefónica con mi yerno: una hora y media de acusaciones mutuas. No pude dormir esa noche. Entonces decidí escribir una carta a los dos en la que les pedía disculpas y les aseguraba que siempre tuvieron un lugar en nuestro corazón. No esperaba nada de esa carta, en cambio me llamó conmovido, anunciando la llegada de Grazia al día siguiente. Poco después de una llamada telefónica de los padres de nuestro yerno, a quienes no habíamos visto durante años, confirmó que la situación había cambiado por completo: nos invitaron, de hecho, a pasar unos días con ellos. Nunca se nos habían demostrado tanto cariño y hemos pasado días serenos, que no olvidaremos fácilmente. Al regresar a casa, mi esposo y yo agradecimos a Dios porque con una simple carta nos había dado el inmenso regalo de la paz en la familia. (R.D. – Italia) La suma A mi esposa y a mí nos parecía que había llegado el momento de comprar la casa. Habiendo hecho nuestras cuentas, comprometido todos nuestros ahorros y el anticipo de liquidación, aún nos faltaba una suma para poder hacer una hipoteca a diez años. Justo en estos días, en el trabajo, hicimos una gran compra. El proveedor entonces me llevó aparte y me informó que cuando quisiera visitarlo encontraría “mi parte”. Comprendí lo que quería decir con “mí parte”: era una cierta cantidad que podría haberme dado. En otras palabras, era una forma, de corrupción, sin duda una mala praxis, muy común en las ventas. Por un lado, esa suma nos habría venido bien y la tentación de aceptarla no fue poca. Pero la libertad de ser “puro de corazón”, como dice el Evangelio, que quiero vivir, no tiene precio. La certeza de que Dios proveerá, como ha provisto en abundancia hasta ahora, ha hecho que rechacemos la oferta y, además, nos ha dado el empuje para dar nuestro segundo coche a una persona que seguramente lo necesita más que nosotros. (D.A. – Italia)
Stefania Tanesini
(tomado de Il Vangelo del Giorno, Città Nuova, año VI, n. 6, noviembre-diciembre de 2020)
Nov 24, 2020 | Sin categorizar
Con motivo del 50º aniversario de Religiones por la Paz, hacemos el balance de los avances y perspectivas futuras con Azza Karram, secretaria general electa.
Azza Karram ha sido elegida secretario general de Religiones por la Paz en agosto de 2019. Egipcia de origen, ciudadana holandesa, profesora de estudios religiosos y diplomacia, ex funcionaria de la ONU, alma con dimensión universal, lidera hoy un movimiento al que se adhieren más de 900 líderes religiosos de 90 países comprometidos a hacer de la paz un lugar de encuentro y un camino a recorrer como comunidad. Religiones por la Paz, del 16 al 21 de agosto de 1970, inauguró su primera asamblea. Dirigido por Nikkyo Niwano, japonés y fundador de Rissho Kosei-kai, con un espíritu de gran visión. En los años 90 también involucró a Chiara Lubich en este encuentro mundial: encontró en ella una consonancia espiritual y pragmática única. Este año Religiones por la Paz celebra su 50 aniversario. Nos comunicamos con Azza Karram en Nueva York para pedirle un análisis de los avances realizados y las perspectivas de futuro. Después de 50 años desde la fundación de Religiones por la Paz, ¿qué misión y qué mensaje sigue dando el movimiento? Después de 50 años de vida, la nuestra es el testimonio de que es inevitable que las religiones trabajen juntas, independientemente de las diferencias institucionales, geográficas o doctrinales. Este es el mensaje que damos aunque todavía no nos demos cuenta perfectamente porque sabemos que es un proceso de aprendizaje constante y que también existe el esfuerzo de trabajar juntos. El Covid, entonces, ha resaltado aún más la necesidad de un trabajo común. Las comunidades religiosas o las ONG inspiradas en valores religiosos lo están haciendo porque fueron las primeras en responder a esta crisis humanitaria y no otros. Es cierto que las instituciones de salud también han intervenido, pero no podrían haberlo hecho de manera tan generalizada sin las instituciones religiosas que no solo han dado una respuesta sanitaria, financiera y psicológica a esta crisis, sino que también han podido ver las necesidades espirituales de una comunidad y están respondiendo en todos los frentes al 100%. Sin embargo, ¿cuántas de estas instituciones religiosas, mientras responden a las necesidades de la misma comunidad, están trabajando juntas? Muy pocas y no por falta de necesidades ni de eficiencia ni de conocimientos. A veces sospecho que en realidad estamos tratando de salvar nuestras instituciones y colaborar en este momento complejo requiere aún más esfuerzo y más compromiso porque es más fácil preocuparse por la santidad y cohesión de nuestros grupos que abrirnos a un compromiso universal y en cambio precisamente el Covid nos obliga a hacer otra cosa. Hemos querido poner en marcha un fondo humanitario multirreligioso precisamente para demostrar que responder juntos a una necesidad es construir el futuro común con intencionalidad y voluntad y los resultados son y serán abundantes: lo sabemos por nuestra historia y queremos seguir demostrando lo fructífera que es la colaboración interreligiosa. ¿Qué desafíos enfrenta Religiones por la Paz? Creo que los desafíos de Religiones por la Paz son los mismos que los de todas las instituciones, no solo religiosas, sino políticas, institucionales, judiciales y financieras en términos de confianza, eficiencia, legitimidad, competencias. En mi opinión, las instituciones religiosas están sufriendo estas crisis desde hace mucho tiempo y sufrirán más que las instituciones civiles. Vuelvo a la pandemia. Los encierros y cierres han creado un colapso institucional en nuestras comunidades. Se puede comprender bien lo que significa no poder reunirnos más, que es una de las funciones básicas y fundamentales de nuestras experiencias y, en cambio, estas funciones se ven amenazadas con iglesias, templos, mezquitas y sinagogas que recibían a miles o cientos de cientos de personas y ahora tienen que limitarse a 50 o unas pocas docenas. La ausencia de reunión, por tanto, exige una reestructuración de nuestro servicio religioso también y de hecho nos hemos trasladado allí, pero ¿cuánto está afectando esto a la práctica religiosa? Incluso aquellos que lideran estas comunidades y no solo los miembros deben reconfigurar su rol y la forma en que lo desempeñan en el mundo. Por ello, si ya estoy luchando por sobrevivir como institución, ¿cómo puedo trabajar con otras personas que tienen los mismos problemas en otras partes del mundo? Todos somos desafiados en este replanteamiento, las Naciones Unidas, los gobiernos y también nosotros como religiones. Y luego están las amenazas precisamente a la existencia de la fe en países y sociedades donde el autoritarismo no permite prácticas de fe y donde los regímenes se sienten amenazados en su fragilidad intrínseca por estas voces que vibran por los derechos humanos, la justicia, el pluralismo. Para dar respuesta a estos retos se necesita una mayor colaboración, se necesitan recursos económicos y me atrevería a decir que también se necesitaría una mayor conciencia política del papel social de las colaboraciones multirreligiosas, las cuales también deben ser apoyadas económicamente porque son espacios de servicio, encuentro, recursos únicos para el crecimiento de una sociedad. Y, en cambio, veo que las religiones a menudo están al margen y si luego trabajan juntas, son las últimas en las perspectivas de los gobiernos. Anteriormente citó la colaboración como un pilar básico de la experiencia interreligiosa. Sabemos que existe una colaboración de larga data entre Religiones por la Paz y el Movimiento de los Focolares. ¿Cómo continúa y cómo implementar este trabajo conjunto? Se trata de una colaboración de años, nacida en 1982 y que vio a Chiara Lubich como una de los presidentes honorarios de Religiones por la Paz desde 1994 y ahora Maria Voce ha continuado siendo una de nuestros copresidentes desde 2013. Me prometí, comenzando mi mandato, honrar a todos los que me precedieron y que permitieron que Religiones por la Paz fuera lo que es y, por tanto, también a Chiara. Realmente tengo que encontrar un espacio, incluso en nuestro sitio, para contar esta amistad. Lo que más me llama la atención de nuestro vínculo, tanto en el pasado como ahora, es que el nuestro siempre ha sido una colaboración vital y viva hecha por personas. Es fruto de esta herencia si aún hoy la comunicación de Religiones por la Paz la maneja una persona de los Focolares y a lo largo de los años, los de los Focolares han servido a nuestro Movimiento de las más variadas formas. Y también lo hizo la Rissho Kosei-kai. Estas colaboraciones interreligiosas capaces de compartir recursos humanos, imágenes vivas de lo divino que honran el espacio sagrado del diálogo con su presencia son para mí un signo de reciprocidad hacia Dios porque a través de este trabajo común en el diálogo interreligioso le estamos sirviendo, mostrando a todos la belleza de habernos creado de tantas religiones ¿Cómo imagina el futuro de Religiones por la Paz? Lo imagino bajo el signo del multilateralismo. Así como las Naciones Unidas es el multilateralismo de los gobiernos, yo veo nuestro movimiento como el multilateralismo de las religiones. Básicamente, nos comprometemos como seres humanos a nivel micro y macro para preservar la diversidad deseada por el Creador y salvarla para todos, incluidas las instituciones. Imagino el beneficio que las instituciones podrían obtener de esta visión y de nuestro trabajo y si trabajamos juntos, ambos prosperarán. Si las instituciones políticas están enfocadas en salvarse a sí mismas, si las entidades religiosas están interesadas en salvarse a sí mismas, esto conducirá a la destrucción no solo de nuestros grupos sino de todo el planeta. Y, en cambio, el Papa mismo, primero con Laudato Sì, ahora con su encíclica, nacida de ese documento común con el mayor líder sunita, nos llama; es un llamado común a salvaguardar la tierra, pero sobre todo a la fraternidad humana inclusiva de todas las religiones. Apoyamos esta encíclica y el llamado a la fraternidad no deja a nadie afuera, ni siquiera a los sin fe y lucharemos para que sea verdaderamente un patrimonio de todas las religiones.
Maddalena Maltese
Nov 23, 2020 | Sin categorizar
El sufrimiento es maestro de sabiduría. Esta es la convicción que expresa Chiara Lubich en la siguiente reflexión. Debemos acercarnos a quien sufre no solo con compasión, sino con una actitud de reverencia y de escucha. ¿Por qué algunos hombres que desconocen las ciencias, incluso religiosas, se han hecho santos con el único libro del Crucifijo? Porque no se han quedado en contemplarlo, venerarlo o besar sus llagas, sino que han vuelto a encarnarlo en ellos. Y quien sufre y está en la oscuridad ve más lejos que el que no sufre, así como es necesario que se oculte el sol para ver las estrellas. El sufrimiento enseña lo que de ninguna otra manera se puede aprender. Ocupa la más alta cátedra. Es maestro de sabiduría, y quien posee la sabiduría es feliz (Cf. Pr 3,13) «Bienaventurados los que lloran, porque ellos serán consolados» (Mt 5,4) no solo con el premio del más allá, sino también con la contemplación de cosas celestiales aquí abajo. Debemos acercarnos a quien sufre con esa reverencia y más aún, con la que en otros tiempos se iba al encuentro de los ancianos, cuando de ellos se esperaba la sabiduría.
Chiara Lubich
Chiara Lubich, Ve más lejos. Escritos espirituales /2, Editorial Ciudad Nueva, Madrid, 1999, pág. 76.