“En el encuentro han participado 120 personas de los cuales casi la mitad niños. No todos los adultos eran parejas, ya que para algunos esposos no ha sido posible participar. También estuvieron presentes familias provenientes de Bangkok.
No ha sido fácil preparar el encuentro debido a la distancia y a los compromisos de todos. Pero gracias a la tecnología, el equipo organizador compuesto por el focolar masculino y el femenino, Myrra y Mark, Edmund y Esther y por nosotros, se pudo confrontar y armar el programa. El tema central que elegimos fue del el amor recíproco en la familia. Luego de la meditación de Chiara Lubich, se contaron experiencias que ayudaron a concretar la reflexión en el ámbito familiar: la relación de amor recíproco ha sido presentada desde el punto de vista de la pareja, en la relación con los hijos, ofreciendo siempre sugerencias prácticas, ejemplos y experiencias. Si bien Edmund y Esther no estuvieron presentes en el Campamento, realizaron un video en el que compartieron su vida. A partir de su testimonio ha sido más fácil comprender cómo la pareja se puede amar concretamente como cada uno desea ser amado.
El programa contemplaba sobre todo el intercambio de experiencias concretas. Algunas mujeres compartieron sus dificultades y exigencias, como por ejemplo el deseo de ser ayudadas por sus maridos en el hogar. Dimos a los hijos el espacio para expresar cómo ellos deseaban ser amados por sus padres escribiéndoles y comunicándoles directamente a ellos.
Otro tema que se presentó fue el de las 5 fases de la vida de pareja: luna de miel, rutina, edad media, madurez, edad de oro. Se puso particular atención en cómo superar las crisis que pueden surgir en cada una de estas fases. Myrra y Mark compartieron sus experiencias y nosotros también ofrecimos nuestro testimonio.
Las parejas dispusieron de distintos espacios para reflexionar e interrogarse sobre qué fase estarían viviendo y cómo afrontar desafíos específicos.
El domingo por la mañana organizamos un seminario sobre la comunicación, seguido de ejercicios, juegos y preguntas para permitir a las parejas una participación más activa y ofrecerles elementos para generar el amor recíproco en la familia. Algunas personas se conmovieron cuando compartimos nuestras experiencias de dolor, pero al final todos sintieron la paz y la luz de un clima especial entre nosotros. Personalmente hemos recibido mucho más de lo que dimos.
Algunas impresiones de las parejas presentes:
“Ayudaré más a mi mujer ya que comprendí más a fondo su cansancio cotidiano. Somos de religiones distintas y la familia a veces sufre a causa de ésto, pero me he animado a ir adelante y ayudarnos uno al otro.”
“A menudo dedico más a mis hobbies que a construir la relación con mi mujer. Trataré de quererla más y ayudarla a atender a sus padres.”
“Es la primera vez que vengo al Campamento. Mi familia no es perfecta pero siento la calidez con que nos recibió el focolar.”
“La vida en familia es como caminar por las escaleras. A veces se sube y otras veces se baja. Es hermoso tener familias con quienes compartir buenos y malos momentos.”
“Al inicio pensaba que Alve e Ivan eran una pareja perfecta y feliz, pero cuando escuché su experiencia de dificultad entre ellos y con los hijos, comprendí que no estamos solos.”