La ética teológica hoy: construir puentes

 
En Sarajevo (Bosnia-Herzegovina) se reunieron 500 especialistas en ética teológica. El aporte de algunos miembros de los Focolares del Cono Sur.

Desde el 26 al 29 de julio cerca de 500 especialistas en ética teológica de más de 70 países de todo el mundo se congregaron en la ciudad de Sarajevo, Bosnia-Herzegovina, para reflexionar sobre la profundidad del pensamiento teológico tanto en su dimensión académica como en su rol profético y de impacto en la efectiva transformación de las realidades injustas en tantos países.

Bajo el lema “Un tiempo crítico para la construcción de puentes: la Ética Teológica hoy”, se abordaron temas como la crisis climática global, su impacto sobre las poblaciones marginadas, la trágica banalidad de ciertos liderazgos políticos contemporáneos, y la agenda económica, política y social del mundo global. Esas fueron algunas de las líneas de reflexión e intercambio durante las  cuatro (4) jornadas de la conferencia.

Los participantes provenían de 78 países diferentes, y más del 54 por ciento eran del hemisferio Sur. En cuanto a la representación por género cerca del 60% de la composición de los participantes de la conferencia eran mujeres.

Pablo A. Blanco, miembro de los Focolares de Argentina, participó del panel plenario de cierre de la conferencia, y nos compartió que el evento buscó “acercarse a la realidad sin considerar solo una visión teórica del mundo, sino tratando de descubrir cuánto Dios está presente en nuestra realidad y en el otro de manera concreta”.

Para Pablo fue particularmente significativa la decisión de celebrar la conferencia en Sarajevo, que estuvo bajo un asedio brutal de casi cuatro años durante la guerra de los Balcanes entre 1992-1995: “estar allí fue decidir estar cerca de la injusticia, hacerse uno con los que han sufrido el horror de la guerra”, y agregó “ir a Sarajevo es escuchar el llamado del Papa Francisco de ir a las periferias, en este caso a los márgenes de la Europa occidental, para intentar vivir aquí la experiencia de una fraternidad universal”.

Pablo Blanco y Susana Nuin

El propio lema de la conferencia de Sarajevo “bridge-building”, le pareció particularmente cercano: “me hizo recordar al lema del Genfest de Budapest (2012) “Let’s bridge”, que invitaba a superar los conflictos, a vincular y unir a las generaciones y a los pueblos… a reencontrar la unidad dentro de sí mismo… siento que aquí en Sarajevo se da una nueva oportunidad de vivir esa experiencia”, completó

Susana Nuin (focolarina uruguaya que actualmente reside en Colombia), también participó en un panel plenario de la conferencia y afirmó que “Sarajevo, situada al este del mar Adriático y al oeste de Serbia, tiene una historia de diálogo interreligioso, con una población mayoritaria musulmana pero con importantes comunidades de cristianos ortodoxos y católicos”.

“Creo que también es una señal del desafío que enfrentamos. En el futuro necesitaremos mucho más diálogo y cooperación entre las religiones”, dijo porque “las preocupaciones éticas quizás también puedan unir a diferentes grupos religiosos en la tarea de ayudar y promover el mundo unido y resolver los problemas concretos de las personas”.

Susana integró uno de los paneles plenarios del día domingo abordando el tema que tituló “¿Es posible la paz en América Latina y Caribe sin la distribución de tierras?”

En su presentación afirmó que “este tema fundamental, encuentra su reconocimiento en el pensamiento y propuesta del Papa Francisco cuando dice: que cada persona tiene derecho a estas tres cosas, refiriéndose a trabajo, techo y tierra”, concluyendo que “las políticas de estado que dan respuesta a las injusticias estructurales son definitivamente fundamentales, y también lo son aquellas que pueden integrar métodos nuevos, fundados en el diálogo que abran horizontes no solo de tenencia, de distribución equitativa de la tierra, sino desde el mismo uso que la empresa le da al bien tierra, generando otros tipo de economía posible, que no desbaste el planeta, y que respete a la persona y sus comunidades”.

Por su parte, Pablo, en el panel de cierre de la conferencia concluyó sus comentarios con un retorno al tema de la “construcción de puentes” pidiendo la afirmación de proposiciones muy significativas: Decir “Sí” a una nueva relación fundada en Cristo; a salvaguardar la dignidad humana y la Creación; al desafío de un discipulado misionero y una inculturación renovada de la fe; a la Persona como centro de las preocupaciones económicas, y a una Política que sirva al bien común: al reconocimiento de la riqueza de la religiosidad popular; a unir a hombres y mujeres comprometidos con la verdad, la justicia, la solidaridad y la paz; en resumen, para decir “sí” a una ética teológica que “construye puentes”.

El nutrido grupo de Latinoamérica y el Caribe

El Papa Francisco hizo llegar su mensaje a los asistentes a la conferencia a través del Nuncio Apostólico en Bosnia Herzegovina, S.E.R. Arzobispo Luigi Pezzuto. En su carta, el Pontífice recordó que el tema de la reunión “es uno al que yo mismo he llamado a menudo la atención: la necesidad de construir puentes, no muros. Repito esto con la viva esperanza de que la gente de todas partes preste atención a esta necesidad que cada vez se reconoce más, aunque se resista al miedo y a las formas de regresión”.

La conferencia de Sarajevo fue precedida de anteriores conferencias internacionales que se celebraron en Padua en 2006 y Trento en 2010, con conferencias continentales celebradas en Nairobi (2012), Berlín (2013), Cracovia (2014), Bangalore (2015) y Bogotá (2016).

La conferencia fue organizada por la Catholic Theological Ethics in the World Church (por sus siglas en inglés CTEWC) una red que reúne a profesores y académicos que, además de compartir sus avances teóricos, se proponen establecer un programa de acción global en favor de los que más sufren como consecuencia de la inequidad y la desigualdad.

Pablo integra la red CTEWC desde la Conferencia de Trento en 2010. A partir de la Conferencia de Bogotá (2016), a la cual asistieron Susana Nuin, Cecilia Di Lascio y el propio Pablo A. Blanco, el CLAdeES (un centro de estudios especializado en la enseñanza social de la Iglesia conformado por miembros del Movimiento apostólico de Schonstatt, del movimiento de la Palabra de Dios y del movimiento de los Focolares) pasó a integrar la red de la CTEWC.

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