El 7 de agosto pasado, la iglesia católica de Jordania quiso recordar, con una noche ecuménica de oración, el trágico evento ocurrido hace un año, que llevó a emigrar a más de 100.000 cristianos.
«Más de 2000 fieles, en su mayoría iraquíes refugiados, rezaron con solemnidad y con dolor en la plazoleta de la iglesia de Fuheis», escriben desde Amman.
«Ha sido de gran consuelo la lectura de la carta escrita por el Papa Francisco, pero también la noticia de la ayuda concreta en dinero que la Conferencia Episcopal Italiana (CEI) decidió enviar y que permitirá a 1400 niños iraquíes ir a la escuela este año».
En la velada de oración estuvieron presentes el Secretario General de la CEI, Mons. Galantino, acompañado por el Pbro. Ivan Maffeis; el Patriarca caldeo de Irak Mons. Louis Sako, con sus vicarios Mons. Salomone Warduni y Mons. Basil Yaldo; el Patriarca de los latinos, Mons. Fuad Twal; el actual obispo de los latinos en Jordania, Mons. Marun Lahham; y el obispo emérito de los latinos Mons. Salim Sayegh. Estuvo presente también, el Secretario de la Nunciatura, Mons. Roberto Cona, y algunos sacerdotes de varios ritos, también de la Iglesia Ortodoxa, presentes en Jordania e Irak, y algunas personalidades civiles. Ha sido un evento dentro del marco de los encuentros de oración de los cristianos.
«Después de la oración –escriben las focolarinas de Fheis – estaba prevista una cena para las autoridades religiosas presentes, en la casa de las Hermanas del Rosario, ofrecida por la Cáritas local. Pero, repentinamente, el obispo latino de Ammán, de acuerdo con el Secretario de la Nunciatura, ¡quiso que la cena tuviera lugar en nuestra casa! Por lo tanto, a último momento comenzamos con la preparación de la cena pero siempre con gran alegría y emoción por la inesperada bendición de Dios de poder convertirnos en una casa acogedora para la Iglesia».
«Vinieron alrededor de 40 personas, entre ellas, el Alcalde de la ciudad a quien acompañaron algunas personalidades civiles. Los cardenales, patriarcas y obispos quisieron rezar en nuestra capilla: fue un momento sagrado».
«En este período de incertidumbre y de grandes amenazas para la paz y para los cristianos presentes en Medio Oriente, este momento de oración conjunta, por la atmósfera de paz y de unidad en que se realizó ha sido un fuerte llamado de unidad y. una tregua para estas tierras tan castigadas».
Grazie! Questo articolo ci aiuta a non dimenticare il dramma che da più di un anno affligge quelle popolazioni e che, purtroppo, ha allargato i suoi confini. Testimonia allo stesso tempo la forza e speranza che possono nascere dalla condivisione.