Trento, primeros meses de 1946
(…) olvidada del mundo, llevada por una necesidad instintiva, me nutría cada día del Señor. La Comunión fue mi alimento predilecto, que nunca descuidé.
Luego me di cuenta (y había pasado algún tiempo) de que mi servicio a la Verdad y mi amor a aquel Alimento eran idéntica expresión de un mismo deseo.
Y vi y amé a Dios en el Alimento;
y vi y amé a Dios en la Verdad.
Es más: Jesús se convirtió en Rey de mi corazón.
Y a Él le entregué apasionadamente la vida y quise, por amor a Él, olvidarlo y perderlo todo…, hasta mi alma.
Carta a Anna Melchiori, donde le habla de frecuentar la Eucaristía como un hecho ya habitual: El primer amor. Cartas de los inicios (1943-1949, Madrid 2010, 2012.
Publicado en Jesús Eucaristía (Chiara Lubich, preparado por Fabio Ciardi), Editorial Ciudad Nueva, Buenos Aires, 2014