Sábado Santo: el dolor de María

 
María está sola. En su desolación, espera...

image013Sábado Santo. María está sola. Sola con su hijo-Dios muerto. ¿Un abismo de angustia insondable, una laceración infinita? Sí, pero Ella estaba de pie, firme, convirtiéndose así en un ejemplo excelso, monumental, de todas las virtudes. Ella espera, cree: las palabras de Jesús que, durante su vida, anunciaban su muerte, pero también su resurrección, si otros las habían olvidado, Ella no las ha olvidado jamás: conservaba todas estas, con las otras, en su corazón y las meditaba (cf. Lc 2, 51).
Por lo tanto, no sucumbe ante el dolor: espera.

Chiara Lubich
(Pensamiento espiritual del 20 de abril de 2000)
(Pintura de Gianni Daví, artista italiano fallecido recientemente)

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