Era noviembre de 2017 cuando Aldo Calliera, de visita por Rosario nos propuso organizar el 42° Congreso de Economía de Comunión en nuestra ciudad. En ese momento supimos que la maratón, había comenzado.
Empiezo por el final, una carrera soñada.
Llegó febrero 2018, el calor se hacía sentir, caminando por la peatonal cruzo a un viejo amigo de la facultad, ahora gerenciando hoteles, lo corrí, lo alcancé y le conté del sueño. Fue finalmente el hotel elegido para realizar el Congreso. En realidad fue otro, pero nos cambiaron al de mejor categoría de la Cadena porque superamos el cupo.
No faltaron esfuerzos y desvelos, pero permanentemente tuvimos al resto de la EdC Argentina alentándonos: “Animate, hacelo, yo te empujo”. Y fue así, porque en estos 42 K empujaron TODOS.
De “Congreso” pasamos a “Jornadas”, para aprovechar los días previos y hacer actividades de difusión en ocasión del Encuentro nacional.
Largamos. El jueves 6 de septiembre en la Fac. de Ciencias Económicas de la Universidad Nacional de Rosario. La charla bajo el título: ¿Qué es la Economía de Comunión?, convocó a 70 personas aprox., entre estudiantes universitarios y de colegios secundarios, docentes y otros interesados. Dado el contexto de toma de facultades, fue muy buena convocatoria.
EL viernes 7, todo el team madrugó y allá fuimos, con el corazón. Más de 300 chicos de 4° y 5° año de 12 colegios secundarios de Rosario participaron del Taller de EdC en el Colegio Natividad del Señor. Armaron empresas de forma creativa y se sometieron a la toma de decisiones en diferentes situaciones, con la competencia, en crisis, distribución de utilidades y selección de empleados. La parte más interesante fue cuando le hicimos “el examen” a los empresarios de EdC que estaban presente y que con sus propias experiencias demostraron cómo poner al centro a las personas en esas situaciones.
Por la tarde fuimos invitados al After unplugged “Empresas de un solo tiempo” en La Maquinita Rosario, un espacio de coworking en donde Gonzalo Perrín, Leandro Simeoni y Lucas Longhi contaron a un grupo de emprendedores qué los motiva a emprender por el bien común y cómo lo hacen.
Así terminaba el 2° día y recordé que en el km 28 empieza la maratón.
Sábado 8. Eran las 9:30 y junto a Lucas dimos la bienvenida a los 120 participantes del Congreso EdC, de más de 30 ciudades, de 8 provincias, y de 4 países. Hermoso grupo, heterogéneo, de edades y profesiones.
Una mañana increíble, a una novedosa presentación de la EdC desde el hoy al origen le siguieron las experiencias de los empleados de empresas de EdC que se comprometen permanentemente y, con mucho coraje y no menos esfuerzo, cada día concretan algo. Y, cada día, vuelven a soñar con algo nuevo.
El bloque de “nuevas economías” fue profético. Con experiencias variadas, desde un emprendimiento familiar de banquetas sustentables, a un contact center donde trabajan 1.200 empleados, a Nomines, un negocio inclusivo de base tecnológica, que contrata solamente a personas con discapacidad. Nos hicieron reflexionar, emocionar, reír y motivar. Nos demuestran con sus historias que está muy bueno conocernos y comenzar a conectarnos. Un grupo de 30 quedó entusiasmado y fue a visitar Nomines, que quedaba a la vuelta del hotel.
Después del almuerzo llegó el baile. Sí, el baile, el de la silla. Después de hacer varias vueltas con el tradicional juego de la silla llegó la contrapropuesta. Hay una versión DIFERENTE, es más arriesgada y aún más DIVERTIDA, en lugar de que los participantes queden eliminados si no consiguen sentarse al detenerse la música, la CLAVE es que TODOS encuentren SITIO para sentarse. NADIE queda eliminado, debes tener mucho INGENIO y EQUILIBRIO e ir sentándose unos encima de otros. Lo MÁS DIFÍCIL es cuando queda una silla, deben sentarse TODOS en ella, ¡sin que nadie se caiga!!!
En las fotos podrán apreciar la creatividad de los grupos. Ese mismo ingenio que utilizan todos aquellos que trabajan por la erradicación de la pobreza, que fue el bloque siguiente. Con una gran profundidad y trabajo de investigación se presentó una de las caras más tristes de nuestra sociedad. Nos recordamos el para qué nació la EdC y las experiencias nos dieron pistas e ideas de por dónde seguir. Luego recorrimos las calles céntricas buscando rostros de pobreza para luego reflexionar sobre lo que vimos.
Un descanso. La Cena Show debería tener su propio Report, vale destacar que la revelación de la noche fue José Luis de Santiago del Estero (colaborador de Aldo) que sorprendió en el escenario con sus guarachas santiagueñas.
Los más jóvenes siguieron la fiesta, algunos nos animamos un rato más, queríamos vivir cada km con todos los sentidos.
Llegó el domingo. Los últimos 500 metros fueron gloriosos. Cuando pensás que ya está, qué más lindo puede pasar. Pasa lo impredecible.
La cultura del dar. Los chicos de 8 años nos compartieron sus experiencias de EdC, su pequeña empresa para juntar fondos y ayudar a chicos de otros países en guerra o sus visitas a un hogar de ancianos donde aprenden mucho, pero mucho, sobre todo la estima a los abuelos.
La EdC en la escuela. Las profes de Natividad vinieron a compartir la experiencia del Taller que hicimos el viernes. Su alegría y sueños nos hicieron sentir que vamos por buen camino.
Cerraba Enrique con su tema “Hacia una pedagogía de comunión” y muy asertivamente cambió repentinamente “su tema” por una entrevista espontánea a una de las participantes: Martina, de unos 9 años.
Increíble. Sus preguntas, las respuestas de Martina y las reflexiones finales nos mostraron la profecía de la EdC, los hombres nuevos que viven la cultura del dar desde chicos, son los capaces de transformar la economía.
Antes del final, el Hoy (y el futuro), la presentación de la Red de Incubación, un grupo de jóvenes mendocinos que junto a empresarios y profesionales de la EdC están trabajando en red con otros (de todo el mundo) para acompañar nuevos proyectos.
Y llegamos a los 42 K, llegó el cierre, y el anuncio de volvernos a ver en Mendoza 2019.
Me emocionó como a vos el resultado. Seguiremos corriendo con la EdC para comprobar lo hermoso que se siente. Cada carrera es única.
Carolina Carbonell (EdC Rosario)
Fotos (Gentileza Manu Cornet)