Valentín “Lito” Robledo

 
Amigo, hermano, padre, abuelo (1935 - 2 de febrero de 2015)

El 2 de Febrero de 2015 partió a la Casa del Padre Lito Robledo, luego de una enfermedad que le fue quitando, poco a poco, su fortaleza física pero que no pudo apagar nunca su fortaleza espiritual.

Lito era voluntario. Participaba del núcleo de Resistencia (Chaco, Argentina) y fue uno de los pioneros en difundir el espíritu de los Focolares en el Noreste argentino.

Su biografía “oficial”, la “formal”, dirá que nació en Aguilares, Tucumán, hace 80 años. Que se recibió de médico en la ciudad de Tucumán y siguió la especialidad de anestesista.

Que, de joven, soñó con ser sacerdote. Que se casó con Nené, su compañera de toda la vida, después de 14 años de noviazgo y que tuvieron cuatro hijos: Silvia, Sonia (que es focolarina y que, actualmente, vive en Estados Unidos), Gabriela y Javier. Y que tuvo seis nietos.

Que, en 1969, se mudan con Nené, recién casados y esperando su primer hija, a vivir a Resistencia, en el Chaco… y que se quedaron para siempre allí.

Que tuvo una participación social y profesional intensa en su provincia de adopción. Por ejemplo, fue uno de los fundadores de la Asociación de Anestesiólogos del Chaco.

Que participó activamente del Movimiento de Cursillos, en el que hizo cientos de amigos que lo acompañaron durante toda su vida.

Que también fue activo militante en las actividades de la Iglesia local, siendo, por ejemplo, presidente de Cáritas Diocesana.

Que, a fines de la década del setenta, conoce el Movimiento de los Focolares y queda fulgurado para siempre. Y, sin dudar, ve en el Ideal de Chiara Lubich, aquel ideal que siempre soñó… Y lo sigue sin reservas y con un entusiasmo sin pausas, que lo mantuvo hasta el último de sus días.

Que, a partir de allí, comienza a generar el Movimiento en el NEA, demostrando para ello una capacidad apostólica inigualable.

Que amaba el deporte, especialmente el básket (había sido un gran jugador en su juventud y, de grande, era un tirador implacable).

Que era un viajero incansable. Sería imposible contar cuántos kilómetros recorrió en su vida. Pero cada viaje era distinto. Cada viaje significaba un asombro nuevo que compartía con todos los que estaban a su lado como si fuera un niño. Cada viaje incluía el pre-viaje (en el que todo se planificaba) y el post-viaje (en el que todo se comentaba y se revivía a través de fotos, videos y anécdotas). Y que recién terminaba cuando comenzaba el pre-viaje siguiente.

Que, a mediados del 2014, su salud empieza a deteriorarse rápidamente y, luego de un proceso muy duro, fallece el 2 de Febrero de 2015.

Pero la otra biografía, la que se escribe con la vida, con las relaciones que se construyen dia a dia, dirá muchísimo más todavía… El tenía, desde siempre, las características que pedimos a un amigo: simple, divertido, leal, comprensivo, alegre, participativo, tanto en los dolores como en las alegrías… El encuentro con el la espiritualidad de los Focolares fue, para él, una luz que lo encegueció, como a Pablo de Tarso. Y, sobre esas características humanas, intrínsecamente suyas, la espiritualidad de los Focolares sumó otras nuevas que lo convirtieron en un sabio, sin perder su alma de niño, en un experto en construir la familia sobrenatural, en un generador de unidad… En alguien que podíamos llamar indistantemente amigo, hermano, padre, abuelo… Era todo al mismo tiempo.

Conocedor de sus limitaciones, encontró en cada dia su afán y construyó la familia grande a su alrededor…Hoy tenemos la certeza que está también costruyendo la familia en el Cielo.

 

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