Construyendo juntos un techo

 
En Uruguay, se colabora con los más necesidados en la construcción de su propia vivienda.

 

En el marco de la invitación de la Asamblea del Movimiento de los Focolares que proponía articular con otros actores sociales e ir al encuentro de los más excluidos, apenas se retomaron las actividadesen Uruguay, comenzamos a trabajar con la organización TECHO.

Techo es una organización presente en 19 países de América Latina, que busca superar la situación de pobreza que viven millones de personas en asentamientos populares, a través de la acción conjunta de sus habitantes y jóvenes voluntarios.

Algunos jóvenes de un centro educativo donde trabajan algunos miembros del Movimiento, junto a los jóvenes por un mundo unido, participamos en la construcción de viviendas en dos asentamientos, uno denominado “El caño” (en la localidad del Cerro) y otro en “Bella Italia” (Punta de Rieles).

Fue para todos una experiencia muy fuerte de contacto con la realidad de muchas familias que carecen de lo imprescindible para vivir. La mayoría vive de la recolección, en viviendas de cartón o chapa sobre terrenos con varias capas de desechos.

Cada vivienda se construyó en dos jornadas de 10 hs de trabajo intenso, con la construcción de 16 casas en total este año. La experiencia nos permitió establecer verdaderos lazos de fraternidad entre nosotros y con la gente del lugar, ya que trabajamos codo a codo con los futuros propietarios y las familias del barrio, que se suman siempre para colaborar con la vivienda de cada vecino.

La alegría, la solidaridad entre compañeros, y la paciencia recíproca cuando había un error, hicieron de cada jornada una experiencia de equipo riquísima, ya que todos teníamos para aprender de los otros. Las viviendas si bien no son definitivas al problema habitacional son una solución real a una situación de altísima precariedad.

Resultó imposible no llevarse en el corazón la imagen de cada familia, siempre con varios niños, cuando entraba a una nueva vivienda que no se llovía, que tenía baño y cocina con agua, nuevo diseño de las viviendas de Techo.

La vuelta de cada jornada en el micro compartido era siempre una explosión de alegría que nacía desde adentro de cada uno de los voluntarios, muertos de cansancio pero con el alma plena.

En breve estaremos, junto a Techo, planificando el próximo año.

 

Desde Montevideo – Patricia Silva y María Inés Nin Márquez 

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