Misión carnaval 2022

 
El fin de semana largo de Carnaval, 15 jóvenes compartieron la Misión Carnaval en la Fazenda de la Esperanza de Caruhé junto a los “caminantes” (que transitan su tiempo de recuperación a las adicciones). Hicieron vida los tres pilares fundamentales: trabajo, convivencia y espiritualidad.

 

¿Qué habrá impulsado a unos 15 jóvenes de los Focolares, con algunos amigos de varias ciudades de la ciudad de Bahía Blanca y alrededores, a pasar los días de Carnaval en una comunidad de recuperación para personas con adicciones?

Sin duda, el deseo de compartir, de donarse, de conocer, pero también la disponibilidad de dejarse asombrar por algo nuevo, nunca probado. “Misión Carnaval” era el título de la actividad.

La comunidad en cuestión era una de las Fazendas de Esperanza esparcidas en el mundo, verdadero oasis de paz para cientos de jóvenes atravesados por el flagelo de la droga. La metodología de recuperación se basa en tres pilares: una fuerte experiencia comunitaria, un trabajo que forja y una dimensión espiritual centrada en la vivencia de la Palabra y de los puntos de la espiritualidad de los Focolares, considerados desde el comienzo una obra hermana.

Para acercarse a este lugar tan sagrado, los jóvenes dedicaron un día entero (el sábado) para preparar el alma adecuadamente. Ayudados por un programa hecho de momentos lúdicos, experiencias, charlas formativas y con el aporte alegre y fresco de adolescentes del Movimiento Chicos por un Mundo Unido que presentaron contemporáneamente su actividad del Laboratorio Hombre Mundo.

Con esta alma bien enfocada, los 15 jóvenes cruzaron en puntas de pie la tranquera de la Fazenda de Esperanza de Carhué para empezar a vivir juntos con los 10 jóvenes presentes allí. Fueron tres días de trabajo, servicio, oración, comunión y juegos. Cada integrante de la misión se lanzó a dar su aporte, con sus talentos y con generosidad.

Cuando el tiempo pasa rápido, las charlas se vuelven profundas en pocos instantes, cuando los abrazos se hacen indispensables y las lágrimas expresan la conmoción por el dolor compartido. Cuándo Dios se hace presente y visible en el rostro sufriente de quién experimentó en su vida facetas impensables de un calvario que parece no tener fin. Cuando a pesar de todo, vuelve la sonrisa llevadora de esperanza, definitivamente no se puede negar que Dios conduce nuestras vidas y no nos abandona, ni siquiera cuando tocamos fondo. Y la Resurrección es para todos. Si, porque la Fazenda es, sobre todo, un lugar de Resurrección.

Sus expectativas fueron satisfechas y esto se pudo percibir en sus rostros y en los comentarios que nos dejaron

  • Agradecido… Renové energías muy positivas y emotivas. Gracias por compartir, incluirme, escucharme y amarme como soy. Me sentí muy feliz. (J)
  • … Sus canciones, risas, historias de dolor y superación, platos exageradamente abundantes, ganas de ser mejores y potencia al cantar quedará para siempre en un recuerdo tierno de haber podido ser familia en tan poco tiempo. Nos fuimos con el corazón lleno, esperanzados y seguros de que hay otro mundo escondido en este, donde la unidad puede ser moneda corriente en cada esquina y vulevo con ganas de trabajar por ello. (A)
  • Fui con ganas de misionar, de ayudar, para salir de mí, de todo lo que me venía preocupando en la vida cotidiana, buscando algo que me haga bien al corazón. Mostrándome tal cual era, y dándome sin que nadie lo pidiera, sin esperar recompensa. Pero al final, si la tuve, tuve más de lo que esperaba, tuve paz en el corazón, que es el tesoro más grande… Fui buscando la paz y la encontré.
  • Una vez en una película escuché algo como “cuando le abrís la puerta al universo, el universo entra con fuerza a llenar todo ese vacío” y si, la apertura del corazón es tan poderosa, porque ahí es cuando le permitimos a Dios llenarnos con su amor. ¡De tantas maneras distintas, que vuela la cabeza, el cuerpo y el alma! Siempre caigo en el amor, sé que suena cursi. Pero es la verdad. Caemos en el amor, y nos levantamos en el amor. (M)
  • ¡Lo que tengo que expresar son solo agradecimientos por el fin de semana compartido, por la UNIDAD que me enseñan a vivir y por alentarme a caminar juntos con Jesús en medio y con esperanza! (W)
  • … las pocas horas que viví en aquel lugar, me bastaron para darme cuenta de lo valientes que son esas personas, de la gran entrega que están haciendo para mejorar su vida y el enorme esfuerzo que conlleva eso, acompañado de (obviamente) muchísima predisposición y fe.  La fe, otra cosa que me parece increíble de la Fazenda de la Esperanza; es una locura que teniendo eso como foco, tantos hombres(en este caso) puedan refugiarse en Dios de una manera, justamente, tan esperanzadora.
  • Fue poco lo que viví el sábado, pero fue mucho lo que me llevé; personas con ganas de mejorar, de ser escuchadas, de emprender una mejor vida, personas con fe, con muchas ganas de vivir (o de revivir)
  • Misiones como esta, creo que nos enseñan a valorar y a pensar muchísimo más en nuestras decisiones, palabras y actos. Aunque no lo crean, con el hecho de solo haber estado un día, me hizo pensar en muchísimas cosas de mi vida que no sabía que tenía y quería cambiar, o simplemente a desnaturalizar algunas otras.
  • Sinceramente, tengo muchas ganas de volver y compartir todo aquello que me quedó pendiente. Gracias a ustedes también por su apertura y compañía; me sentí 1 con todos.

 

Con esta experiencia fuerte en el corazón, con esta certeza firme en la mente, cada uno regresó a su casa; tres días vividos tan intensamente que dejaron una huella indeleble que marcará un antes y un después, que ayudará a abrazar de forma nueva y más cercana los dolores de la humanidad que nos pertenecen, que son nuestros por ser parte de una misma familia, la familia humana.

 

Luca Pestarino e Ivana Barrios

 

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