JMJ 2023: «María se levantó y partió sin demora» (Lc 1,39)

 

Los jóvenes han tenido diferentes citas con el Papa para las que se han venido preparando desde hace tiempo y, en estos días en Lisboa (Portugal), han participado en los encuentros “Rise Up”. Averigüemos cuáles son.

Mientras escribimos, la XXXVIII Jornada Mundial de la Juventud se halla en su punto de inflexión y los primeros 4 días muy intensos ya forman parte de la vida de más de medio millón de jóvenes que recibieron al papa Francisco el 3 de agosto de 2023 en el corazón de Lisboa (Portugal), en el Parque Eduardo VII, rebautizado como “Cerro del Encuentro”, para indicar la dimensión fundante de esta JMJ: la relación con Dios, consigo mismo y luego con los demás, para construir un mundo en paz, sustentable y fraterno.

Al grito “Dios ama a todos”, en una Iglesia donde hay espacio para todos, Francisco ha inaugurado oficialmente la JMJ portuguesa cuya crónica diaria podemos leerla en los medios de comunicación.

En cambio, lo que corre el riesgo de quedar en un segundo plano es el gran trabajo de actualización que la Iglesia, en el sentido más universal del término – realizada por los jóvenes junto con sus educadores, a los sacerdotes y obispos, y las diversas realidades eclesiales – ha realizado, para que esta Jornada Mundial fuese un lugar donde los jóvenes se “encuentren” en sus interrogantes, en la búsqueda consciente o menos de Dios para tenerlo como compañero de vida; en la creación de espacios de intercambio, inspiración y escucha mutua.

“Rise Up” Meetings: espacios para pensar, compartir, inspirarse

Sin duda una de las mayores novedades de esta edición son los encuentros “Rise Up” (levántate), el nuevo modelo de catequesis de la JMJ que invita a los jóvenes a reflexionar sobre los grandes temas abordados durante el pontificado del papa Francisco: la ecología integral, la amistad social y la fraternidad universal, la misericordia.

Son 270 encuentros realizados en 30 idiomas que se relacionan todos con el tema general de la JMJ: “María se levantó y partió de prisa” (Lc 1,39).

El Movimiento de los Focolares también participó en los encuentros Rise Up – 3 citas de medio día cada uno – para peregrinos de habla inglesa, reuniéndose con un promedio de 5.000 jóvenes por día. “Inmediatamente me sentí protagonista – dice Eunice, una gen del equipo organizador – y el tema de esta JMJ me inspira mucho: yo también me siento impulsada a levantarme e ir de prisa, como María; siento una fuerte motivación para dar más, para superar los límites, el cansancio y las dificultades, como hizo ella cuando fue a visitar a Isabel. Ella no se detuvo, amó”.

Margaret Karram y Jesús Morán, presidente y copresidente de los Focolares, tomaron la palabra junto al Cardenal Patrick O’Malley de Boston (EE.UU.), al arzobispo Anthony Fisher de Sídney (Australia) y el obispo Robert Barron de Winona-Rochester en Minnesota (EE.UU.).

Los jóvenes de la JMJ de Lisboa

Experimentar el amor de Dios y llevarlo donde estés o te sientas llamado fue el hilo conductor de los encuentros marcados por dinámicas, música, oración y mucho compartir. “Sentí que después de un año y medio de ‘aislamiento’ por el COVID algo en mí había cambiado” – dice Pete, de Estados Unidos, en su primera JMJ. “Decidí venir con los muchachos de mi diócesis para involucrarme. Quería salir de mi zona de confort, conocer chicos de otros países, ver cómo afrontan los problemas. Todavía tengo muchas preguntas, a algunas he encontrado respuestas aquí”.

Incluso para los jóvenes de Eslovaquia no fue fácil decidir a partir y abrirse a personas de otras culturas y formas de hacer las cosas. Hay una gran expectación por lo que dirá el Papa en los próximos días. “Estamos seguros que sus palabras permanecerán para siempre en nuestros corazones y nos ayudarán en las diferentes situaciones de la vida”.

Este encuentro, reconocerse como hermanos y hermanas, es quizás el rasgo más característico de este evento; por lo tanto, los testimonios son fundamentales para las reuniones de Rise Up.

La vida real en el centro 

Como la de Lucas, que vive en la Amazonía brasileña. En la JMJ de Panamá quedó fascinado con la figura de Jesús y, de regreso a casa, se involucró en un proyecto para ayudar a las comunidades indígenas de su tierra. Durante 15 días, con un equipo de médicos, enfermeras y psicólogos, junto a una veintena de jóvenes, llevan ayuda, tratamiento y apoyo a muchas personas alejadas de los centros de tratamiento. “Una experiencia increíble: la de entregarme de la mañana a la noche, sin parar”, dice Lucas. “El Proyecto Amazonas me ha hecho crecer mucho como persona. El primer fruto de todo esto soy yo: he cambiado, ya no soy el mismo”.

Sofía, de Argentina, habla de su viaje existencial de fuerte búsqueda de sentido. En un momento se encontró con la figura de la beata Chiara Luce Badano cuyo sí a Dios, incluso en el dolor, le dio la fuerza para dar su vida en el camino de la consagración en el Movimiento de los Focolares. Y podríamos seguir porque son muchos los testimonios contados, así como las preguntas que los jóvenes hacían a los obispos y líderes que hablaban.

“Vine a esta JMJ con un grupo de amigos – dice Pat, 19 años, de Sídney – y esto es importante para mí porque creo que, para poder hacer una diferencia en el mundo, pero también para tomar decisiones personales, necesitamos a otros. La soledad es un problema para muchos jóvenes de mi edad y quiero hacer algo al respecto, empezando por amar a mis amigos y aquí entendí que ese es el camino correcto”.

Son muchas las preguntas y también los miedos de estos jóvenes, pero no sólo esto: estos chicos quieren abrirse, conocer; vienen de diferentes historias y existencias, a menudo opuestas, pero están aquí para encontrarse con el papa Francisco y encontrar a Dios en sus vidas y encontrar amigos con quienes compartirlo. La JMJ de Lisboa ha llegado al corazón de su camino.

Stefania Tanesini

Fuente: En el corazón de la JMJ

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