Viajeros de la Luz

 

Una experiencia nueva en Junín de los Andes (Neuquén, Argentina), donde se encuentra el parque escultórico Vía Christi. Del 15 al 22 de enero, se realizó un retiro-convivencia para jóvenes de 20 a 30 años. 

Los objetivos: acrecentar la propia interioridad en comunión, reconocer e iluminar nuestras búsquedas, apuntando juntos a la santidad.
La experiencia ha sido extraordinaria, profunda, hermosa y simple… Habrá que decantar tanta luz, tanta gracia junta. Nos hemos autodenominado “Los viajeros de la Luz”.
Participaron doce jóvenes provenientes de distintas partes de la Argentina: Rosario (Santa Fe), Berazategui y La Matanza (Pcia. de Bs As), San Juan, Paraná (Entre Ríos) y tres de la Mariápolis Lía; y un equipo de 5 adultos.
El encuentro con Jesús ha sido personal, afectivo y vivencial también, por la realidad construida entre todos durante la convivencia. Caminar, cocinar, lavar platos, disfrutar del río Chimehuin, hacer oración contemplativa, disfrutar también del silencio, de los momentos de adoración; cantar, disentir, decidir horarios, comidas y senderos, jugar, reír, conmoverse, cantar…, todo, todo en la
misma sintonía. Compartir el alma era espontáneo, se iban hilvanando vínculos, dando luz sobre situaciones personales, rectificando propósitos, era edificante para todos.
En tres etapas, contemplamos cada estación del Vía Christi, meditando sobre la vida de Jesús en relación con nuestras culturas e historias, con nuestra humanidad.

Fuimos a visitar al beato Ceferino Namuncurá al santuario del kultrum en la estancia San Ignacio (a 60 kms de Junín de los Andes); conocimos la historia de la beata Laurita Vicuña y casi diariamente tuvimos la misa en su Santuario; hicimos adoración eucarísticay admiramos la naturaleza con el majestuoso Volcán Lanín, el cielo estrellado… y también contemplamos el alma de cada uno. No faltaron varios imprevistos campamenteros, (¡un  esguince, 2 ruedas de autos para cambiar, incluso una operación quirúrgica!, etc) pero contábamos con un gran equipo y personas dispuestas a vivir aventuras amando.

Tuvimos ocasiones concretas de anuncio: con un grupo juvenil salesiano (dando testimonios y animando con canciones), con un grupo de seminaristas que estaban haciendo su retiro en la misma casa que nosotros, con los curas y religiosas que encontrábamos diariamente en misa, con los administradores del Cerro Vía Christi (sorprendidos por la propuesta de hacer el itinerario en 3 días), etc.
El Obispo Fernando Croxatto, volviendo de un viaje hacia San Martín de los Andes, pasó a saludarnos  y preguntó a cada uno qué nos llevábamos después de esta experiencia. ¡Esta comunión final fue el broche de oro! Le dieron de regalo, al final, la lectura de un fragmento de Chiara Lubich: “El maestro interior”, de La doctrina espiritual. Bendijo a cada uno y los estimuló a ir adelante.
La despedida de los Viajeros de la Luz fue fuerte y conmovedora, pero con ¡tanta, tanta alegría y agradecimiento!

Continuamos el viaje, allí donde estamos, tratando de ser portadores de la Luz.

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