Con este lema empezamos la aventura del Congreso de Familias 2024 realizado en Paraguay. En esta ocasión en la ciudad de Coronel Oviedo, a 132 km de la capital de Paraguay. El Congreso realmente empezó meses antes ya con la organización que tuvo como protagonistas a los “locales” quienes se esmeraron para ofrecer lo mejor en cada detalle a los participantes.
Unas 31 parejas vivieron dos días cargados de momentos de reflexión, de alegría, de compartir experiencias y muchas emociones. El fin de semana se presentó radiante lo que consideramos ya como un regalo del altísimo para quienes dimos el Sí a apostar por Dios en sus familias.
La constante fue la fuerte presencia de Dios entre nosotros en medio de los temas desarrollados que fueron:
“Las historias familiares y la relación de pareja”, a cargo de Bibi Fabre, focolarina del Focolar de Asunción; “Los Sentimientos en la comunicación”, a cargo de Rodolfo y Raquel del Movimiento Retrouvaille y “Amar es Dialogar” a cargo de Fátima y Raúl, responsables de Familias Nuevas en Paraguay.
Los encuentros en grupos de parejas y los encuentros entre los cónyuges no pudieron faltar y dieron paso al diálogo siempre anhelado. En los grupos se aprovechó para hablar sobre los temas, además de compartir las experiencias de los participantes, enriqueciendo aún más el Congreso. El de a dos sirvió para reflexionar cómo estamos en cuanto al diálogo en pareja, tan necesario para una relación sana.
En la noche del sábado, como ya es costumbre, luego de una dinámica y de compartir una picada de asado, vivimos un momento de entretenimiento en el que las parejas pudieron bailar y muchos revivir las épocas cuando el amor iniciaba en sus vidas.
Del Congreso participaron parejas de todas las edades, desde las que participan desde hace décadas hasta parejas que participaron por primera vez. Todos coincidimos en la necesidad de invertir en la relación de pareja y en lo importante que es el de crecer en el amor propuesto por Dios.
Terminamos nuestro Congreso con mucha esperanza de salir a cumplir la misión de ser faroles en el mundo a fin de que otras parejas puedan observar familias felices de la mano de Dios.