Dos intensas semanas de gira para el Gen Verde en Portugal, desde finales de julio a comienzos de agosto de 2023, del norte al sur del país. Talleres artísticos y conciertos, y la ayuda de muchísimos jóvenes, han dado como resultado la transformación de la música en instrumento de testimonio y encuentro con el otro.

Empezaron su viaje por Braga (Portugal) para dirigirse hacia el sur del país, a Algarve, y concluir su recorrido en Lisboa, en el clima de fiesta y algarabía de una Jornada Mundial de la Juventud cuyo hermoso recuerdo aún se mantiene muy vivo. Ése ha sido el recorrido que desde el 23 de julio hasta el 4 de agosto realizó el Gen Verde international Performing Arts Group, el grupo musical femenino nacido en 1966 por una inspiración de Chiara Lubich, Fundadora del Movimiento de los Focolares.

Una gira intensa, bajo el signo del encuentro y de la amistad, y en la que, tras haber sembrado en palabras y notas, se recogió mucho en términos de experiencia viva.  Un ejemplo de ello es el  Start Now Workshop Project, proyecto musical y artístico pensado para educar a la paz y al diálogo desarrollado por el Gen Verde que en Braga contó con la participación de un  bellísimo grupo de jóvenes provenientes de España y Portugal y con la especial colaboración del Projeto Homem Braga, especializado en el tratamiento, la prevención, la reducción de daños y  la reinserción de personas con dependencias. “Nosotros generalmente tenemos algo de miedo cuando invitamos a gente de afuera para que conozcan a los usuarios de nuestro centro –dice uno de los educadores de la sede del Projeto Homem Braga después del encuentro con las artistas– porque no queremos interferir en su proceso de recuperación.  Hoy les agradecemos porque han difundido mucha alegría en todos nosotros”.

“Hemos descubierto que la música, la danza, el arte realmente pueden ayudarnos a superar muchas barreras, como la lingüística y la cultural –dice un muchacho español que participó en el taller–.  A veces es difícil remar  en la misma dirección, se requiere paciencia porque no vamos todos al mismo ritmo, pero algo que llevamos con nosotros es la alegría que se transmite, más allá de las dificultades. El amor hace que superemos cualquier conflicto”.

Con las notas del Girl On A Mission (Magnificat), el trozo musical compuesto por el Gen Verde para la Jornada Mundial de la Juventud de Lisboa, el grupo se trasladó a Faro  (Algarve- Portugal) en donde participó en las Jornadas de las diócesis que precedieron a la JMJ, concluyendo con un concierto en el Estadio Algarve el 31 de julio; el viaje siguió hacia la capital portuguesa para otra edición del «Start Now» del que participaron alrededor de 100 jóvenes que el 2 de agosto, para la conclusión, se exhibieron con las artistas en el escenario del Auditório da Faculdade de Medicina Dentária de Lisboa repleto de público: “Ha sido muy gratificante participar en una actividad como ésta –dice una chica portuguesa– porque podemos aprender a conocer a otros. Hemos comprendido que es importante tanto decir nuestra opinión como perder esa idea en el trabajo de equipo, cuando es necesario. La palabra que sintetiza todo lo que hemos aprendido es humildad, para dar al otro la posibilidad de expresarse”.  Hay que a superar los retos como “el de saber escuchar, acoger las ideas de los demás, aprender a interactuar; dejar de lado la timidez y crear algo bello, pero juntos” –dice otra chica–. Marita Alvarez (Argentina), cantante del Gen Verde, nos cuenta: “hemos encontrado a muchos jóvenes que en varios países habían participado en nuestros talleres artísticos en estos años, y a raíz de ello hemos constatado cuán profundas han sido nuestras relaciones, verdaderas y duraderas. Por nombrar algunos países, hemos visto jóvenes de Eslovaquia, Polonia, Ucrania, España, Austria, Alemania e Italia. Los hemos visto como líderes en sus comunidades, con un fuerte compromiso y dispuestos a multiplicar la alegría a través del “Magnificat anima mea” que Dios ha hecho en sus vidas”.

Durante la JMJ, Lisboa se enciende de jóvenes y se vuelve una ocasión única para dar testimonio y experimentar,  al mismo tiempo, la vivacidad de una Iglesia peregrina que llama a cada uno por su nombre, en cualquier parte del globo.  En ese espíritu de familia el Gen Verde participó del segundo día de las catequesis  Rise Up organizado por el Movimiento de los Focolares, en donde cantó y animó la misa, junto con más de 7.000 chicos, para concluir luego su viaje por Portugal con un concierto, el 4 de agosto, en  Alameda Dom Afonso Henriques, durante la clausura del Festival Halleluya: “

Me impactó la unidad entre ellas  –dijo Jesús Morán, Copresidente del Movimiento de los Focolares– y los jóvenes, que irradiaban felicidad. Todos estaban envueltos en el ritmo, en la música, pero también en los momentos de profundidad, que no faltan en las canciones. Además, los chicos sabían tener sus momentos de recogimiento. Pensando en el Vía Crucis, fue como la ‘décimo quinta estación’, que no existe, pero que es el signo de la Resurrección, como todos dicen e imaginan.  Fue un canto a la Resurrección, a la alegría.  Creo que éste es el camino correcto para comunicarse con el Evangelio con un lenguaje musical que tanto les gusta a los jóvenes”.

Maria Grazia Berretta

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