Movimiento de los Focolares

La Desolada: la Santa por excelencia

Sep 15, 2017

El 15 de septiembre muchos cristianos recuerdan la figura de la Virgen María a los pies de la cruz. Meditemos sobre este momento de altísimo dolor con una reflexión de Chiara Lubich.

20170915-01«María  a los pies de la cruz, en el desgarrador «stabat» que hace de Ella un mar amargo de angustia, es la expresión más alta, en una criatura humana, de la heroicidad de todas las virtudes. Ella es la mansa por excelencia, la dócil, la pobre hasta la pérdida de su Hijo que es Dios, la justa que no se lamenta de ser privada de aquello que le pertenece por pura elección, la pura en el desapego afectivo, a toda prueba, de su Hijo Dios… En María Desolada se encuentra el triunfo de las virtudes de la fe y de la esperanza por la caridad que la iluminó durante toda su vida, y la inflamó, en aquel momento, en la participación tan viva de la Redención. Con su desolación, que la reviste de todas las virtudes, María nos enseña a cubrirnos de humildad y de paciencia, de prudencia y de perseverancia, de sencillez y de silencio para que oscureciendo lo humano que tenemos, brille para el mundo la luz de Dios que habita en nosotros. María Dolorosa es la Santa por excelencia, un monumento de santidad al que todos los hombres que son y serán pueden mirar para aprender a revestirse de aquella mortificación que la Iglesia desde hace siglos enseña y que los santos, con matices distintos, han hecho resonar en todos los tiempos. Nosotros pensamos demasiado poco en la «pasión» de María, en las espadas que atravesaron su corazón, en el terrible abandono experimentado en el Gólgota cuando Jesús la encomendó a otros… Y quizá todo esto dependa de que María supo cubrir demasiado bien de dulzura, de luz y de silencio su viva y angustiosa agonía. Y, sin embargo, no hay un dolor semejante al suyo… Si un día los sufrimientos alcanzasen ciertos vértices, en los que todo en nosotros parece rebelarse porque el fruto de nuestra «pasión» parece ser arrebatado de nuestras manos y más de nuestro corazón, acordémonos de Ella. Con este hielo nos asemejaremos un poco a Ella, se perfilará mejor la figura de María en nuestras almas, la llena de belleza, la Madre de todos, porque fue separada de todos, principalmente de su divino Hijo, por la divina voluntad. La Desolada es la Santa por excelencia.                                                                                             Querría revivirla en su mortificación.  Querría, como Ella, saber estar sola con Dios, en el sentido de que, aun entre hermanos, me sienta impulsada a hacer de toda la vida un diálogo íntimo entre el alma y Dios. Debo mortificar palabras, pensamientos, acciones que estén fuera del momento de Dios, para encajarlos en el momento que les corresponde. La Desolada es certeza de santidad, fuente perenne de unión con Dios, vaso desbordante de gozo. Chiara Lubich, La Doctrina Espiritual, Editorial Ciudad Nueva (Madrid), pp.182 – 183

___

0 comentarios

Enviar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Suscríbete a la Newsletter

Pensamiento del día

Artículos relacionados

¡Gracias Emmaús!

¡Gracias Emmaús!

Carta de Margaret Karram, Presidenta del Movimiento de los Focolares, con motivo del fallecimiento de Maria Voce – Emmaús.

A che serve la guerra?

A che serve la guerra?

In questo momento in cui il mondo è dilaniato da conflitti efferati, condividiamo uno stralcio del celebre volume scritto da Igino Giordani nel 1953 e ripubblicato nel 2003: L’inutilità della guerra. «Se vuoi la pace, prepara la pace» : l’insegnamento politico che Giordani ci offre in questo suo volume può riassumersi in questo aforisma. La pace è il risultato di un progetto: un progetto di fraternità fra i popoli, di solidarietà con i più deboli, di rispetto reciproco. Così si costruisce un mondo più giusto, così si accantona la guerra come pratica barbara appartenente alla fase oscura della storia del genere umano.

¿Para qué sirve la guerra?

¿Para qué sirve la guerra?

En estos tiempos en que el mundo se ve desgarrado por conflictos brutales, compartimos un extracto del famoso libro escrito por Igino Giordani en 1953 y reeditado en 2003: La inutilidad de la guerra. «Si quieres la paz, prepara la paz»: la enseñanza política que Giordani nos ofrece en este libro se resume en este aforismo. La paz es el resultado de un proyecto: un proyecto de hermandad entre los pueblos, de solidaridad con los más débiles, de respeto mutuo. Así se construye un mundo más justo, así se deja de lado la guerra como una práctica bárbara propia de la fase oscura de la historia de la humanidad.