Movimiento de los Focolares
Chiara Lubich a los jóvenes: la alegría de los primeros cristianos

Chiara Lubich a los jóvenes: la alegría de los primeros cristianos

(…)

La alegría de los primeros cristianos (como por otra parte la de los cristianos de todos los tiempos y de todos los siglos, cuando el cristianismo se vive radicalmente), la alegría de los primeros cristianos era una alegría realmente nueva, desconocida hasta entonces. No tenía nada que ver con la risa, con la euforia, con el buen humor. Ni ─como diría Pablo VI─ tenía nada que ver con «la alegría exaltante de la existencia y de la vida», con «la alegría tranquilizadora ─ continuaría ─ de la naturaleza y del silencio». (…) Aunque todas ellas sean hermosas…

La de los primeros cristianos era distinta: era una alegría parecida a la embriaguez que invadió a los Discípulos cuando vino el Espíritu Santo.

Era la alegría de Jesús. Porque Jesús, así como tiene su propia paz, tiene su propia alegría.

Y la alegría de los primeros cristianos, que brotaba espontánea del fondo de su ser, saciaba completamente su ánimo.

Ellos habían encontrado realmente eso que necesita y va buscando el hombre de ayer, de hoy y de siempre. Habían encontrado a Dios. Habían encontrado la comunión con Dios. Y esto los saciaba completamente y los llevaba a la realización. Eran hombres auténticos.

De hecho, el amor la caridad, con la cual Cristo, a través del bautismo y de los demás sacramentos, enriquece el corazón de los cristianos, se puede comparar a una planta. Cuanto más hunde sus raíces en el terreno, es decir, cuanto más se ama al prójimo, tanto más crece la planta, es decir, el tallo. O sea, cuanto más se ama al prójimo, más el corazón se inunda de amor a Dios. Este amor, esta comunión no es algo en lo que se cree solamente por fe, sino que es una comunión experimentada. Y esto es felicidad, es la felicidad: se ama y nos sentimos amados.

Esta era la alegría de los primeros cristianos, esta era la felicidad de los primeros cristianos, de grandes y jóvenes como ustedes, que después se manifestaba en forma de jubilosas liturgias maravillosas y rebosantes de himnos de alabanza y de acción de gracias.

(…)

Chiara Lubich

(Para acceder al texto completo: https://chiaralubich.org/archivio-video-it/la-gioia/)
Foto: © Archivio CSC Audiovisivi

Buscar la paz: un camino en manos de cada uno

Buscar la paz: un camino en manos de cada uno

«Bienaventurados los que trabajan por la paz, porque ellos serán llamados hijos de Dios». (Mt 5,9)

¿Sabes quiénes son los constructores de paz de los que habla Jesús?

No son los que llamamos pacíficos, que prefieren la tranquilidad, que no soportan las disputas y se manifiestan por naturaleza sus conciliadores pero a menudo revelan un recóndito deseo de no ser disturbados, de no querer tener problemas.

Los constructores de paz no son tampoco esas buenas personas que, fiándose de Dios, no reaccionan cuando son provocadas u ofendidas. Los constructores de paz son los que aman tanto la paz que no temen intervenir en los conflictos para procurársela a los que están en discordia. […]

Puede ser constructor de paz el que la posee en sí mismo.

Es necesario ser constructor de paz antes que nada en el propio comportamiento de cada instante, viviendo de acuerdo con Dios y haciendo su voluntad.

Los constructores de paz se esfuerzan además en crear vínculos, en establecer relaciones entre las personas, aplacando tensiones, desmontando el estado de guerra fría que encuentran en muchos ambientes, en la familia, en el trabajo, en la escuela, en el deporte, entre las naciones, etc. […]

La televisión, la prensa, la radio te dicen cada día que el mundo es un inmenso hospital y las naciones están a menudo tan grandemente enfermas que tendrían extrema necesidad de constructores de paz, para sanar relaciones con frecuencia tensas e insostenibles que representan amenazas de guerra, cuando esta no se ha desatado ya. […]

La paz es un aspecto característico de las relaciones típicamente cristianas que el creyente trata de instaurar con las personas con las que está en contacto o que encuentra ocasionalmente: son relaciones de amor sincero sin falsedad ni engaño, sin ninguna forma de implícita violencia, de rivalidad, de competencia o de egocentrismo.

Trabajar y entablar semejantes relaciones en el mundo es un hecho revolucionario. Las relaciones que, de hecho, normalmente existen en la sociedad, son de un estilo muy diferente y, lamentablemente, permanecen a menudo inmutables.

Jesús sabía que la convivencia humana era así y por eso pidió a sus discípulos dar siempre el primer paso sin esperar la iniciativa o la respuesta del otro, sin pretender la reciprocidad: «Yo les digo: amen a sus enemigos… Si saludan a sus hermanos, ¿qué hacen de extraordinario?». […]

Jesús vino a traer la paz. Todo su mensaje y comportamiento están orientados en este sentido.

Pero precisamente esta relación nueva, establecida con las personas, desenmascara a menudo relaciones sociales falsas, revela la violencia escondida en las relaciones entre las personas.

Al ser humano no le gusta que se descubra esta verdad y existe el riesgo, en casos extremos, que responda con odio y violencia contra el que osa disturbar la convivencia y las estructuras existentes.

A Jesús, portador de la paz, lo mató la violencia del hombre. […] «Bienaventurados los que trabajan por la paz, porque ellos serán llamados hijos de Dios».

¿Cómo vivirás entonces esta Palabra?

Ante todo difundiendo el amor en el mundo. […] Después intervendrás con prudencia cuando la paz a tu alrededor esté amenazada. Con frecuencia basta escuchar con amor, hasta el fondo, a los adversarios y se encuentra una solución pacífica.

. Y para rebajar tensiones, que pueden nacer entre las personas, un medio que no hay que despreciar es el humor. Dice un texto rabínico: «El reino futuro pertenece a aquellos que bromean con gusto porque son constructores de paz entre las personas que pelean».

Además no estarás en paz hasta que las relaciones rotas, a menudo por una insignificancia, no se restablezcan.

Tal vez puedas ser constructor de paz haciendo nacer, en cualquier entidad o asociación de la que formas parte, iniciativas específicas, dirigidas a desarrollar una mayor conciencia de la necesidad de la paz. […]

Lo importante es que tú no te detengas viendo pasar los pocos días que tienes a disposición sin hacer algo por tus prójimos, sin prepararte convenientemente a la vida que te espera.

Chiara Lubich

(de Parole di Vita, Opere di Chiara Lubich, Citta Nuova Editrice, Roma 2017, pp. 196-197)

Una ciudad no basta. Chiara Lubich, ciudadana del mundo

Una ciudad no basta. Chiara Lubich, ciudadana del mundo

El viernes 9 de mayo, en el punto de encuentro de los Focolares, en el corazón de Roma (Italia), y mediante transmisión on line, se celebró la ceremonia de entrega de premios del concurso para escuelas titulado “Una ciudad no basta. Chiara Lubich, ciudadana del mundo ”. El concurso está dedicado a la figura de la fundadora del Movimiento de los Focolares, una mujer que supo unir la educación, la política y el diálogo por la paz.

El tema propuesto para la quinta edición fue: «Explorando el concepto de paz en relación con el pensamiento de Chiara Lubich». Se recibieron 118 trabajos (individuales y grupales), presentados por 35 escuelas de 15 regiones italianas.

El concurso, promovido por New Humanity, el Centro Chiara Lubich y la Fundación Museo Histórico del Trentino, se lleva a cabo en colaboración con el Ministerio de Educación y Mérito de Italia. Se consolida como una oportunidad para que docentes y estudiantes reflexionen sobre los valores de la fraternidad, la aceptación y el diálogo intercultural, temas centrales en el pensamiento y la acción de Chiara Lubich.

Trabajos premiados

Educación secundaria

1.er puesto: Construyendo el infinito, de 5º A Lingüístico, Liceo A. Maffei – Riva del Garda (Trento). Con imágenes relevantes, las alumnas presentaron creativamente su reflexión sobre el tema de la paz, combinándolo con elementos característicos del pensamiento de Chiara Lubich, que concedía tanta importancia a las relaciones de proximidad: donde hay amor hay unidad y donde hay unidad hay paz.

2° puesto ex aequo: Vivir la paz, de la clase 2º H, Liceo clásico Quinto Orazio Flacco – Bari. En el ensayo escrito, se aprecia el especial énfasis que la reflexión pone en la paz, como una tarea para vivir a diario. Son significativas las referencias escogidas del pensamiento de Chiara Lubich, quien deja un legado de fraternidad y un compromiso concreto por un mundo más unido.

2° puesto ex aequo: Mirada, de Elena Scandarelli, 3° AU, Liceo Maria Auxiliadora – Riviera San Benedetto (Padua). De forma sencilla y eficaz, la imagen comunica explícitamente la importancia que Chiara Lubich concede a saber mirar el mundo más allá de los desafíos humanos, viviéndolos con esperanza.

Escuela Secundaria

1.er puesto: 1920-2011, por Alessia Tombacco 3° C, IC Elisabetta “Betty” Pierazzo – Noale (Venecia). El texto presentado ofrece una reflexión original que resalta la actualidad del pensamiento de Chiara Lubich y la posibilidad de un encuentro vital con ella, incluso en una época diferente a la que vivió Chiara. Rico de confianza en el presente y esperanza en el futuro, es la imagen del hombre célula: portador de nuevas relaciones para un mundo sin fronteras.

2° puesto: Voces de fraternidad, de 3º D, IC Giovanni XXIII – Villa San Giovanni (Reggio Calabria). En el trabajo multimedia, se valora especialmente la participación activa de los estudiantes, como primeros testigos de un fragmento de un mundo más unido y fraterno. La referencia a la posibilidad de ser “constructores de paz” a partir de las relaciones más estrechas es especialmente significativa.

Escuela Primaria

1.er puesto: Una semilla de unidad, Aurora Pellegrino 5° A, IC Radice-Alighieri – Catona (Reggio Calabria). La composición poética expresa una reflexión original sobre el tema de la paz a la luz de la contribución específica de Chiara Lubich, mujer del diálogo.

2do. puesto: Una ciudad no basta, 4º grado A, IC Antonio Gramsci – Tissi (Sassari). La obra multimedia presenta, de forma original y eficaz, los espacios y valores de un mundo ideal donde, con amor, se puede superar cualquier forma de discriminación.

Por menciones honoríficas y mayor información sobre el contenido de los trabajos, clica aquí

Lorenzo Russo

El camino que une

El camino que une

Una Pascua de esperanza, pero sobre todo para vivirla juntos. A los 1700 años del Concilio de Nicea, en este 2025, las varias Iglesias cristianas celebran la Pascua el mismo día, el domingo 20 de abril.

Una coincidencia maravillosa que representa una invitación a todos los cristianos para que demos un paso decisivo hacia la unidad; es un llamado a reconocer que podemos estar unidos en la pluralidad.

En una época marcada por continuas divisiones en todos los frentes, pero más aún en esta ocasión en la que nos acercamos al misterio de la Resurrección, compartimos algunas palabras que Chiara pronunció en Palermo (Italia) en 1998 acerca de “Una espiritualidad para el diálogo”, y específicamente, una “espiritualidad ecuménica”.

Es una invitación directa a responder al llamado del amor recíproco, pero no cada uno individualmente sino de una manera colectiva. Es la posibilidad de mirar a ese Jesús Abandonado en la cruz como una luz que –aun en el extremo sacrificio– no sólo nos guía sino que también se vuelve el camino por el cual ir moviendo nuestros pasos.

Activar los subtítulos y escoger el idioma deseado.

Foto: © Carlos Mana – CSC audiovisivi

Chiara Lubich: “El prójimo es otro tú”

Chiara Lubich: “El prójimo es otro tú”

¿Con qué ojos miramos el mundo y a nuestros compañeros de viaje en la aventura de la vida? Es una pregunta de vital importancia, en una época como la nuestra, marcada por la polarización y los desacuerdos, por la soledad y las distancias entre los que tienen y los que no tienen. Por no hablar de la presencia cada vez más invasora de la inteligencia artificial. Sin embargo, crece al mismo tiempo la sed de armonía y de verdad.

Chiara Lubich decía que todo depende de los «ojos» con los que miremos a las personas. Si miro con el ojo del corazón, que es el ojo del Amor, no nos detendremos en las apariencias, sino que captaremos la realidad más profunda que se esconde en cada ser humano. Y de la mirada del corazón procede la acción, la calidad de la relación, el hacerse prójimos, cercanos al otro (1).

En 1961 Chiara escribe:

Mira el video

  1. Cfr. Vicinanza, lo stile di Dio nella vita e nel pensiero di Chiara Lubich, A cura di Povilus J. e Ciccarelli L., Città Nuova Editrice, Roma, p. 5.
  2. Ibid. pp. 99-100.