Nov 26, 2018 | Sin categorizar
La ola de violencia en el suroeste de Camerún no muestra signos de detenerse y los focolarinos tuvieron que abandonar la ciudadela, aunque permanecen en Camerún. “¿Cuánto tiempo podremos resistir? ¿Cómo evolucionará la situación? ¿Podemos seguir viviendo en Fontem? Hemos continuado perseverando incluso en las condiciones más adversas”. Con estas palabras, los focolarinos de la ciudadela en Camerún querían compartir el 16 de noviembre la difícil decisión de no regresar a la ciudadela por el momento, aunque permanecen en el país, porque no se dan “las condiciones básicas para poder seguir viviendo allí”. “Han ocurrido muchas cosas – continúa el comunicado – y en particular algunos incidentes graves nos han hecho reflexionar sobre las decisiones que se tomarán. (…) Con gran pesar decidimos no volver a Fontem por el momento, para recuperar fuerzas y tratar de entender lo que Dios quiere”. La ola de violencia que atraviesa el suroeste de Camerún, donde se encuentra Fontem, lamentablemente no muestra signos de detenerse. En los últimos meses, los obispos de Camerún han hecho oír sus voces repetidamente, alzando “un grito de angustia” por el empeoramiento de las condiciones de seguridad en las regiones de habla inglesa, y pidiendo una mediación política para evitar “guerras civiles innecesarias”. La ciudadela de los Focolares, de hecho, se encuentra en una zona de intenso conflicto armado y ha tenido que cerrar el complejo escolar desde hace tiempo, pero su estructura hospitalaria continúa operando y ofrece asistencia a los necesitados.
Nov 26, 2018 | Sin categorizar
Del 6 al 10 de noviembre de 2018, cuarenta Obispos amigos de los Focolares provenientes de 12 Iglesias y cinco continentes se han reunido en Sigtuna, en Suecia, llevando consigo los desafíos y las alegrías de su vida. ¿Cuál es el significado de estos encuentros? ¿Qué resultados logran obtener? Susan Gately, periodista irlandesa, nos lo cuenta. https://vimeo.com/301872431
Nov 24, 2018 | Sin categorizar
En los días en los que la Iglesia católica celebra la solemnidad de Cristo Rey, proponemos un texto de Chiara Lubich en el cual ella cuenta la importancia y el significado que tuvo esta fiesta en la historia del Movimiento de los Focolares desde sus orígenes, durante la Segunda Guerra Mundial. «Ustedes conocen el episodio de aquellos primeros tiempos durante la guerra, cuando nosotras –primeras focolarinas– nos encontrábamos en un refugio para repararnos de las bombas, y allí teníamos el Evangelio en la mano y lo abrimos; estaba todo oscuro y a la luz de una vela leímos el testamento de Jesús. Lo habíamos abierto al azar y lo leímos desde el principio hasta el final; para nosotras era un texto difícil, porque éramos jóvenes, preparadas sí, pero hasta un cierto punto; sin embargo tuvimos la impresión de que aquellas palabras se nos iluminaran, una a una. Ahora comprendemos que era efecto del carisma que había llegado, que da una luz nueva al alma que lo recibe, pero en beneficio de todos los demás a quienes les llega. Comprendimos sobre todo que Jesús pidió la unidad: “Que sean uno como tú, Padre en mí y yo en ti” Que sean uno. Y comprendimos fuertemente que aquella página del Evangelio: el testamento de Jesús era la carta magna del Movimiento que estaba naciendo. Naturalmente, enseguida nos dimos cuenta de que realizar la unidad no era fácil y no sabíamos cómo hacerla. Y nos pusimos nosotras, las siete u ocho primeras focolarinas, alrededor de un altar, recuerdo que era la fiesta de Cristo Rey –en nuestro pequeño misal era esa fiesta, ahora cambió un poco la liturgia– y allí le pedimos a Jesús: “Nosotras nos sentimos llamadas a realizar lo que Tú has pedido: la unidad, pero no sabemos cómo hacerla. Si lo ves oportuno, haznos instrumentos de unidad”. Y además, sabiendo que era la fiesta de Cristo Rey, recordábamos que en la Misa estaba escrito: “Pidan y les daré en herencia todas las gentes hasta los confines de la tierra”. Y recuerdo que nosotras, jóvenes, pero llenas de fe, creyendo en todo lo que Dios podía hacer, le pedimos, si era posible, servirlo hasta los últimos confines de la tierra. Ahora, después de 58 años de vida vemos que Él esto lo ha escuchado, porque, como ustedes saben, en nuestro Movimiento, que es católico, ecuménico, nos relacionamos con fieles de 350 Iglesias y con numerosísimos jefes de las Iglesias (…) Ahora vemos que aquella oración que hicimos, así, siendo tan jóvenes, el Señor la escuchó llevándonos por tanto a desarrollar este Movimiento entre las diferentes Iglesias, las otras religiones e incluso entre personas de otras convicciones, hasta los últimos confines de la tierra; prácticamente en todas las naciones del mundo”. (Chiara Lubich – Viena/Austria, 5 de noviembre de 2001) Fonte: Centro Chiara Lubich
Nov 24, 2018 | Sin categorizar
«El día en que los hombres, no ya como individuos sino como pueblos, […] sean capaces de posponerse a sí mismos, de posponer la idea que tienen de su patria […] y esto lo hagan por ese amor recíproco entre los Estados, que Dios pide, lo mismo que pide el amor recíproco entre los hermanos, ese día será el comienzo de una nueva era, porque ese día […] Jesús se hará vivo y presente entre los pueblos […] Éstos son tiempos […] en los que cada pueblo tiene que traspasar sus propios confines y mirar más lejos. Ha llegado el momento de amar la patria de los demás como la propia. Nuestros ojos tienen que adquirir una nueva pureza. No basta despojarse de sí mismos para ser cristianos. Hoy los tiempos exigen al seguidor de Cristo algo más: una conciencia social del Cristianismo […]. […] Nosotros esperamos que el Señor tenga piedad de este mundo dividido y desbandado, de estos pueblos encerrados en su propio cascarón contemplando la propia belleza – la única para ellos – limitada e insatisfactoria, defendiendo con los dientes sus propios tesoros – incluso aquellos bienes que podrían servir para los demás pueblos en los que se muere de hambre-, y haga caer las barreras y fluir ininterrumpidamente la caridad entre una tierra y otra, como un torrente de bienes espirituales y materiales. Esperemos que el Señor componga un orden nuevo en el mundo; Él, que es el único capaz de hacer de la humanidad una familia y de aprovechar esas diferencias entre los pueblos, para que en el esplendor de cada uno puesto al servicio de los demás, resplandezca la única luz de la vida que, embelleciendo la patria terrenal, hace de ella una antecámara de la Patria eterna ”.» Chiara Lubich
Fragmentos del escrit “María,vínculo de unidad entre los pueblos” verano de 1959 – Publicado en “La Doctrina espiritual” Ciudad Nueva, Madrid, 2002 págs. 300-30
Nov 23, 2018 | Sin categorizar
Una publicación trimestral dirigida a los que trabajan en diferentes niveles en el ámbito eclesial, en sinergia entre el Movimiento y el grupo editorial Città Nuova. ¿De qué hablará? “Caminos de comunión y diálogo” es el subtítulo que indica el estilo que caracteriza a los contenidos El objetivo es osado: dar vida a una nueva revista que pueda expresar y servir al compromiso eclesial no sólo de alguna rama, sino de todo el Movimiento. Se llamará Ekklesía. Caminos de comunión y diálogo y verá la luz a fines de este año. Esta nueva revista del grupo editorial Città Nuova pretende ser “fuente de inspiración, instrumento de formación y ayuda para la acción” no sólo para aquellos que conocen el Carisma de la Unidad, sino también para muchas otras personas comprometidas con una Iglesia en salida, en sintonía con el Concilio Vaticano II, con las pautas del pontificado del Papa Francisco y con la experiencia ecuménica. Carlos García Andrade, Hubertus Blaumeiser
Nov 23, 2018 | Sin categorizar
La “Jornada internacional para la eliminación de la violencia contra las mujeres”, instituida por la ONU en 1999, es celebrada todos los años el 25 de noviembre, como una invitación a los gobiernos, a las organizaciones internacionales y a las ONG a comprometerse a sensibilizar la opinión pública. Se ha hecho mucho, pero lamentablemente hay todavía mucho que hacer. Y no es necesario ir a países lejanos para encontrar esa cruel violencia que todavía se ensaña contra las mujeres, incluso muy cerca de nosotros en el más sórdido silencio. Resuenan con fuerza las palabras de San Juan Pablo II, en la carta apostólica Mulieris dignitatem (MD, 15/08/1988), en la que subraya que «Dios ha creado al hombre y a la mujer a su imagen, no sólo como individuos, sino, en su común humanidad, como “unidad de los dos”. La mujer y el hombre, por lo tanto, son esencialmente iguales. Ambos son personas, llamadas como tales a participar en el vida íntima de Dios y a vivir en recíproca comunión entre ellas, en el amor, según el modelo de Dios que es Amor, que es unidad en la Trinidad, y a reflejar en el mundo la comunión de amor que está en Dios (MD 7)». Una meta para tener presente todos los días, como individuos y como sociedad.