Jul 27, 2017 | Sin categorizar
Fue en abril de 2013. Estábamos paseando mi esposa Lucía y yo, cuando observamos en el suelo una monedita de 5 centavos, pero nos dio vergüenza agacharnos para recogerla. Después de recorrer otro tramo del camino, un señor con gran delicadeza, acercándose a los transeúntes, les mostraba una monedita de 5 centavos, como para indicar que se conformaría con ese monto. No sabemos decirlo bien: nos avergonzamos. Algunos días después, volviendo a pensar en ese episodio, afloró una chispa inspiradora: lanzar en nuestro pequeño mundo una iniciativa: “Operación 1-2-5- en la libertad”, así quisimos llamarla. Consiste en considerar libremente como superfluo 1, 2 ó 5 centavos que recibimos como vuelto cuando hacemos nuestras compras diarias, para invertirlos en gestos de fraternidad en apoyo a situaciones de pobreza cerca de nosotros o en naciones pobres. Una primera pequeña confirmación de que la Operación era fruto de una imborrable exigencia de amar, nos llegó cuando – tímidamente – llevamos las primeras 150 moneditas de un centavo, 36 de 2 centavos y 64 de 5, al dueño de un supermercado quien, intrigado, nos preguntó acerca de su proveniencia; se la explicamos y su respuesta fue que también él quería hacer algo para las necesidades de los pobres. Desde ese día, el señor Antonio empezó a donar siempre algo más de cuantas moneditas le llevábamos. Animados por ese gesto suyo, y por el apoyo de la familia, en el condominio, empezamos a hablar de ello con más amigos, de tal suerte que la iniciativa terminó por involucrar a varias familias de Andria y traspasó sus confines: ¡Lecce, Bari, Bríndisi, Santa María a Vico, Nápoles, Roma, Spinazzola, Trani, Corato, Barletta, Bolzano, Varese, Trento! Pero el amor concreto, el de recolectar moneditas, se demostró incluso “bello”. Vimos que la entrega de los centavos estimulaba la fantasía de muchos al entregarlos en envoltorios que el amor inspiraba: centavos recogidos en una bolsita de tul blanco; sobrecitos elegantes y de flores… Supimos que esta iniciativa empieza a realizarse en algunas escuelas y entre colegas de trabajo. Cuatro años después del nacimiento de la Operación, los centavos recogidos suman 5.225 euros, ya todos han sido donados. Pocos centavos que humanamente se pueden considerar insignificantes, los “sentimos sagrados” porque nos impulsan a amar, nos recuerdan varios textos del Evangelio: el óbolo de la viuda; los cinco panes y los dos peces; las migajas que la mujer cananea le pedía a Jesús como limosna. A nosotros nos parece vislumbrar que, paso tras paso, ésta del 1-2-5- es una iniciativa que, más allá de cualquier monto, puede contribuir al crecimiento de una comunión entre personas, talentos, capacidades… Y a propósito de comunión, nos impactó profundamente – en concomitancia con el inicio de la Operación – encontrar en un viejo cuaderno de apuntes de 1991, un pensamiento de nuestro amigo focolarino y sociólogo, el profesor Tommaso Sorgi quien – hablando de Economía de Comunión – decía: “El concepto de comunión es algo más profundo que el concepto de solidaridad. La hace viva, la ilumina, la pone en movimiento y también hace que sea posible, porque si no hay esta comunión de almas, tampoco la comunión de las economías se realizará jamás”. En conclusión, sentimos una alegría especial: hoy “la Operación 1-2-5- en la libertad– ha sido asumida por el Centro Igino Giordani de Andria – cada vez más tiene como motivación sólo el amor. Ese amor que, como un pequeño rayo de luz pasando a través de un prisma se refracta en los colores del arco iris, así la Operación 1-2-5- lo hace en los colores de la Fraternidad y de la Comunión. Gennaro y Lucía Piccolo (Centro Igino Giordani)
Jul 26, 2017 | Sin categorizar
En el preescolar «Sonia tiene 5 años. Un día le dice a la mamá: «No quiero ir más al preescolar, no tengo ninguna amiga». Después de algunos días su actitud cambia y va al colegio con gusto. «¿Qué cambió?», le pregunta la mamá. «Vi que hay una niña siempre en silencio y apartada. Nadie quiere jugar con ella. Entonces yo fui con ella y le dije que la quiero mucho. Ella me sonrió, después comenzó a jugar. Sabes, mamá, el amor calienta a todos». (Sonia – Eslovaquia) El amigo más pobre «Partiendo de Roma, dejé a Nicu, el más pobre de mis amigos, obligado a pedir limosna en espera de un trasplante de riñón. Permanecimos vinculados por teléfono. A menudo me preguntaba cómo hacía para seguir ayudándolo, dado que puedo contar sólo con una “pago” mensual de 20 euros. Recordando el episodio de Zaqueo, que dio la mitad de sus bienes a los pobres, comencé cada mes a poner aparte 10 euros para Nicu. Después de haber juntado 70, a través de un amigo se los hice llegar. Supe que él estuvo feliz más por el hecho de que me había acordado de él, que por la cantidad recibida». (Angiolino – Italia) Carrera de generosidad «Desde hace tiempo la situación económica no marcha bien. En un encuentro de vecinos, después de horas de quejas, propuse comenzar a realizar en nuestro edificio una “comunión de bienes”. Una señora que se quedó sola, ofreció su apartamento para recolectar los alimentos y la ropa y todos contribuimos con lo que pensábamos que era superfluo o dando aún algo que nos servía. Nació una verdadera carrera de generosidad y una oleada de optimismo entró en nuestras casas». (L. D. C. – Argentina) Trabajo y casa «Con mi esposa conocimos a una familia de emigrantes. El marido perdió el trabajo, posteriormente encontró otro, pero era precario y precisaban ayuda en alimentos y dinero. Hace tres meses tuve la ocasión de encontrar un trabajo mejor para él. Tiempo después esta familia me llamó pues la casa de una hermana se había deteriorado por lluvias torrenciales. Fui enseguida a ver cómo llevar un primer auxilio y ver qué precisaban. Los propietarios de la nueva vivienda no les tenían confianza y entonces debían pagar anticipadamente dos meses de alquiler y un mes de depósito. Yo sólo no podía ayudarlos pero con la comunidad del Movimiento en tres días pudimos recolectar el dinero necesario». (Juan Ignacio – España)
Jul 24, 2017 | Sin categorizar
Dar a todos, niños y adolescentes, la educación necesaria para rescatar la propia dignidad y construir el propio futuro. Éste es el compromiso que vincula a las numerosas actividades de Scholas Occurentes (escuelas de diálogo) y a la AFNonlus de los Focolares, con actividades e programas dirigidos a chicos de todo el mundo con una metodología basada en valores. Las raíces de Scholas, organización internacional que el pasado 9 de junio inició sus actividades en Italia, con una ceremonia inaugural oficial de su nueva sede en el Palacio San Calixto de Roma, se remontan a veinte años atrás. Jorge Mario Bergoglio era arzobispo de la ciudad de Buenos Aires y había intuido el valor de las así llamadas “escuelas de vecinos”. En el 2013 el Papa Francisco transformó esas escuelas de vecinos en una Fundación Pontificia para promover el modelo a nivel mundial. La red actualmente comprende más de 400 mil escuelas vinculadas entre ellas en los cinco continentes, de todas las confesiones religiosas y también laicas, públicas y privadas, presentes en 190 países. En la ceremonia, conducida por Lorena Bianchetti de Rai1, en la que participamos, el Papa quiso estar presente, y ante numerosas autoridades religiosas e institucionales y representantes del asociacionismo, dialogó espontáneamente en español con jóvenes de varios países del mondo conectados por Internet. “En esta sociedad” a menudo “instruir” es sinónimo de “seleccionar”, subrayó, en cambio es necesario “darse la mano: abrazar, no agredir y reconocer que ninguna persona en un ‘no’, todos con un ‘si’ y tienen un significado. A veces en la educación, “seleccionamos mal, creamos grupos cerrados”. “Somos incapaces –dijo el Papa-, de pensar con el otro, incapaces de trabajar con el otro”. La educación, en cambio es la capacidad de hablar “el lenguaje de la mente, del corazón, de las manos”. Por lo tanto, es necesario “unidad” dentro de cada uno de nosotros” dijo todavía Francisco: “Si creo en aquello que siento, en aquello en lo que pienso, en aquello que amo, entonces me comunico”. “Estamos en un mundo en el cual domina la globalización y la globalización es buena, -explicó el Papa-, pero el peligro es concebir la globalización como bola de billar, toda homogénea: una esfera donde todo es equidistante del centro, pero en la cual se anulan las características personales de los jovenes”. En cambio, “la auténtica globalización es un poliedro”, donde encontramos la unidad, pero cada uno mantiene su propia peculiaridad, su propia riqueza.
El presidente de Scholas, José María Del Corral, explica por qué este paso “es fundamental en el camino de crecimiento internacional de la fundación”. Es más, la cercanía del Santo Padre es un estímulo para “intensificar los esfuerzos en el frente de la educación participativa de los jóvenes”. También en Italia, agrega, “Scholas hace un llamado a todas las fuerzas vivas de la sociedad para unir esfuerzos y colaborar constructivamente”. Este es el desafío de Scholas y el desafío de AFNonlus de los Focolares, como compañeros en la iniciativa, con casi un centenar de intervenciones en cincuenta países del mundo y programas educativos a favor de los jóvenes menos favorecidos. “Se trata de un proyecto comprometedor, pero fascinante, dijo Andrea Turatti, presidente de AFNonlus. La realización de un aula global mediante la web, ayudará a desarrollar estrategias educativas y acciones de promoción humana en el espíritu de subsidiaridad en la perspectiva de la fraternidad universal.” Giovanna Pieroni Fonte: AFNonlus online
Jul 19, 2017 | Sin categorizar
Durante la primera Escuela de focolarinos casados, Chiara Lubich, parafraseando una expresión que el día antes, en la audiencia general, Pablo VI había dirigido a los jóvenes de los Focolares, anunció que en esa fecha (19 de julio de 1967) nacía en el seno de los Focolares “un Movimiento explosivo, apostólico y difusivo” orientado al mundo de la familia. Cincuenta años después se puede muy bien decir que las Familias Nuevas ciertamente concretaron esas palabras con su vida. En estos años, miles de parejas de casados, novios y todos los que están relacionados con el mundo de la familia, viviendo el Carisma de la Unidad han experimentado que el vínculo entre ellos se vigorizaba gracias al amor que brota del Evangelio, transformándolo en testimonio del amor de Dios por la humanidad.
Un amor que ha generado, como consecuencia, la difusión del Movimiento en la mayor parte de los países del mundo, llegando inclusive hasta las islas Fiji (Océano Pacífico). Familias Nuevas está comprometida en dar una respuesta a las necesidades de la familia de hoy, en línea con la exhortación “Amoris Laetitia”. No son palabras, es el fruto de la vida de una multitud de familias que en su testimonio cotidiano de unidad y en la realización de un centenar de proyectos de cooperación internacional mediante el apoyo a distancia a la infancia menos favorecida, contribuyendo así a la renovación de la sociedad y a la realización del testamento de Jesús: “Que todos sean una sola cosa”.
Jul 18, 2017 | Sin categorizar
El alcalde «Yo no estaba de acuerdo, pero mi marido aceptó postularse como candidato a alcalde, seguramente no por ambición, sino por el mero deseo de servir a la comunidad. Mi oposición se debía al temor de que, siendo el nuestro un pueblo muy difícil, semejante compromiso podía traer consecuencias negativas a la familia. No sirvieron de nada las amenazas y las peleas. Cuando, un sábado a la mañana, me enteré por el periódico de que él había firmado su candidatura, empecé a estar realmente mal. Al día siguiente, en la misa, el Evangelio hablaba de la higuera estéril. En ese momento me sentí como esa higuera, incapaz de fructificar. No sólo yo, sino que con mi actitud le impedía incluso a mi esposo que diera fruto para la comunidad. Entendí que Jesús me pedía que le donara también a mi familia, a pesar de los temores. Volviendo a casa, les comuniqué a mi esposo y a nuestras hijas la experiencia que había vivido y todos de acuerdo decidimos apoyarlo. Desde ese momento lo acompañé a todos los eventos públicos y las asambleas, y, ahora que es alcalde, lo sigo haciendo en todas sus visitas institucionales». (F.D. – Italia) Tensiones en la familia «Mi esposo y yo habíamos llegado a casa tan cansados y tensos que, perdimos el control y discutimos en forma violenta, hasta el punto de que parecía que nuestro matrimonio se hubiese acabado. Hice todo lo que pude para “recomponer” la situación, pero él seguía muy enojado por mi manera de actuar. Al día siguiente, tenía que ir a ayudar a una familia muy pobre. Pero ¿no era ésta una escapatoria, si antes no restablecía la concordia y la paz con mi esposo? Aunque me volvían continuamente a la cabeza todas mis buenas razones, traté de superarme. Entre otras cosas, ese mismo día él tenía programado un encuentro importante. Yendo más allá del temor por su reacción, lo llamé y le pedí perdón. Todo quedó borrado, experimenté la libertad de sentirme amada y esto le dio sentido incluso a mi trabajo en favor de los demás». (F. – Panamá) Pedazos de vidrio «Desde la ventana de mi oficina, puedo ver la calle. Un día veo que pasa Miguel, un indigente que, cuando está borracho, pelea con todo el mundo. Se detiene, recoge los fragmentos de una botella y los deposita en un basurero. Luego se aleja. Yo también los había notado, pero no me había detenido a recogerlos por la prisa. ¡Qué lección! Y además precisamente por parte de uno que es clasificado como marginado. Me imaginé a Miguel en el examen final del Evangelio, cuando Jesús le dirá: “Entra en mi reino: recogiste unos vidrios que podrían herir a un hermano mío. ¡A mí me lo hiciste!”». (P. O. – Italia) Medias sucias «En el vestidor de la piscina, un señora anciana, un poco descuidada, estaba sentada en un banco y a su lado había un par de medias más bien sucias. Todas las demás, incluida yo, nos quedamos bastante lejos. No lograba ponerse la camiseta por la espalda todavía húmeda, así que me acerqué para ayudarla. Agradecida, me preguntó si podía también ponerle las medias. Ay Dios mío, ¡precisamente aquéllas! Y en seguida un pensamiento: «Jesús, eres tú que quieres encontrarme en ella». Me arrodillé y le puse las medias y luego los zapatos. Todavía hoy tengo el recuerdo de la alegría que experimenté». (Rosemarie – Suiza)
Jul 15, 2017 | Sin categorizar
«En medio de juegos, a la sombra de las coníferas, bajo las rocas, Chiara a los suyos les hablaba siempre de Dios, de la Virgen, de la vida sobrenatural: la sobre-naturaleza era su naturaleza. Convivía siempre con el Señor: efecto de la caridad, que la edificaba completamente, molécula por molécula. Y entonces, cuando iban a los campos, esas selvas alpinas se transfiguraban en catedrales. Esas cimas parecían cumbres de ciudades santas, flores y prados se coloreaban de la presencia de ángeles y santos: todo se animaba en Dios. Se derrumbaban las barreras de la materia. Ésta también era una forma de aquella reconciliación de lo sagrado y lo profano, por la cual, eliminado lo feo, el mal, lo deforme, se recuperaban de todas partes los valores de la belleza y de la vida de la naturaleza, en todos sus aspectos. Los discursos y las obras de ella, resultaban ser frecuentemente un desalojo de escombros mortuorios para restablecer la comunicación, de por sí tan sencilla, de la naturaleza con la sobre-naturaleza, de la materia con el espíritu, de la tierra con el cielo. Una duplicación de los valores de la existencia en la tierra; la apertura de un pasaje hacia el paraíso. Era el verano de 1949. Ese descanso había sido posible gracias a una casita en Tonadico de Primiero, que Lia [Brunet] había recibido en herencia. En el mes de julio subieron allá Chiara [Lubich], Foco [Igino Giordani] y las focolarinas, para pasar unos días de vacaciones, estar un poco solas y descansar físicamente, después de los trabajos, realizados durante el año, para los pobres y para sí. La casita estaba compuesta por un granero superior, al que se accedía por una escalera de mano desde la planta baja, compuesta por una habitación con una pequeña cocina. Arriba se ubicaron algunos catres y un armario que se subió con una polea, y se transformó así en su dormitorio. Foco se hospedó en el Hotel Orsinger y tuvo ocasión de hablar en la sala de los Capuchinos. En esta iglesia, Foco expresó el deseo de vincularse estrechamente con un voto de obediencia que a Chiara, sin embargo, no le pareció conforme a los usos del focolar. Le propuso más bien un pacto de unidad, en el sentido que a la siguiente Comunión eucarística, sobre la nada de las almas, Jesús en ella pactaría con Jesús en él. Por la mañana, en la misa, al comulgar, los dos dejaron que Jesús pactara con Jesús. Fue, para ella, el inicio de una serie de iluminaciones». Igino Giordani, Historia del Movimiento de los Focolares, texto inédito.