Movimiento de los Focolares
Budistas y cristianos en diálogo/1

Budistas y cristianos en diálogo/1

IMG_8252 El evento siguió una fórmula inédita marcada por tres momentos distintos, tanto por el lugar como por el contexto religioso donde se desarrollaron las actividades, convirtiéndose en una especie de peregrinación de diálogo entendido como camino común, una fórmula apreciada por el Papa Francisco quien a menudo sugiere que hay que seguir caminando juntos, un binomio fundamental en la gran obra que es el diálogo interreligioso. La primera parte del evento tuvo lugar en la Fu Jen University, prestigiosa universidad católica de la isla. El título –Budistas y Cristianos en diálogo: de los escritos de los misioneros al diálogo interreligioso – era de por sí invitante. Hacía referencia a cuánto ha cambiado el mundo de las religiones desde cuando llegaron los primeros misioneros a Oriente a partir del siglo XV hasta hoy, cuando se trabaja en una de las necesidades fundamentales de la humanidad: el diálogo entre hombres y mujeres creyentes, sin importar cuál es su credo. IMG_8275La jornada de reflexión fue co-organizada por la Universidad Católica de Taiwán, el Instituto Universitario Sophia, el Centro del Diálogo Interreligioso del Movimiento de los Focolares, y el Dharma Drum Mountain, monasterio y universidad budista, que representa uno de los centros de renovación fundamental del Budismo Chan de China. Eran unos setenta los participantes, muy calificados: un nutrido número de monjes theravada y laicos budistas y católicos de Tailandia, un grupo de Taiwán, el Presidente del Dharma Drum Institute for Liberal Arts, además de autoridades en el campo académico. Los trabajos presentados enseguida suscitaron gran interés. Las presentaciones que se referían a los escritos de los misioneros se concentraron en aquellos entre el siglo XIV y el siglo XIX. Pero el centro neurálgico de la reflexión fue Mateo Ricci, jesuita, gran apóstol del cristianismo en esta parte del mundo, maestro del arte de la adaptación que le permitió llegar al alma de estos pueblos de China. Sin embargo, precisamente Ricci fue el centro de interés por su posición para nada conciliadora con respecto al budismo, que era visto por él y por muchos de sus contemporáneos, como un tropel de ritos y manifestaciones paganas. Los misioneros en los siglos que van del XV al XX no fueron para nada abiertos en relación con los seguidores de Buda y en sus debates estaban orientados a demostrar quién era el seguidor del verdadero Dios y de la verdadera religión. Las ponencias pusieron en evidencia también la posición crítica de los seguidores del Buda en relación a los cristianos. Y se puso de relieve cómo sobre estos puntos se nutrían sentimientos recíprocos. Precisamente este marco histórico, con respecto al cual también nosotros católicos no podemos negar la necesidad de hacer un adecuado examen de conciencia por los errores derivados de actitudes discriminadoras, puso en evidencia el valor de las experiencias de estos últimos 60 años. El diálogo hoy, se ha encaminado bien gracias a las relaciones de confianza recíproca, si bien todavía quedan puntos que es necesario aclarar y eventualmente defender para asegurar la auténtica identidad de cada cual y evitar sincretismos. A lo largo de los trabajos se presentaron experiencias concretas de diálogo en Hong Kong, en Corea, en Tailandia y en Filipinas, pero también se pusieron ejemplos de nuevos actores, como los movimientos eclesiales, y de protagonistas reconocidos que fueron los pioneros en la experiencia de diálogo que ha continuado siguiendo sus huellas. El ejemplo de la amistad espiritual entre Chiara Lubich y Nikkyo Niwano, fundadores, respectivamente, del Movimiento de los Focolares y de la Rissho Kosei Kai, puso en evidencia cómo los Movimientos de renovación, que caracterizan desde hace más o menos un siglo a las varias religiones, si bien en formas diferentes y con las características de las respectivas culturas y credos, son vehículos de encuentro y amistad entre personas y comunidades. Estos dos sentimientos caracterizaron el trabajo de la primera jornada del simposio-peregrinaje en un intercambio sereno sobre el camino hecho en estos siglos, abriendo a la esperanza de un futuro de recíproca comunión y colaboración de cara a los grandes desafíos de la humanidad: la justicia social, el medio ambiente y la paz. (Continúa) De Roberto Catalano

P. Mazzolari y P. Milani

20 de junio. El Papa Francisco visita a dos pequeñas ciudades italianas: Bozzolo (Mantua) y Barbiana (Florencia). «Para homenajear a los padres Primo Mazzolari y Lorenzo Milani, dos sacerdotes que hoy nos ofrecen un mensaje del cual tenemos necesidad. Agradezco a cuantos, en especial a sacerdotes, que me acompañarán con la oración», ha dicho el Papa en el Angelus del domingo 18 de junio. La visita privada a las tumbas de los dos sacerdotes, será un gesto muy significativo hacia estos hombres incómodos para su tiempo y por ello marginados. Precursores del Concilio Vaticano II, anticipadores de la Iglesia de los pobres, han sido indicados por Francisco como ejemplos para seguir.

Jornada Mundial del Refugiado

Cada año se celebra el 20 de junio esta Jornada programada por la ONU (UNHVCR) en el 2000, en ocasión del 50º aniversario de la Convención relativa al estado de los refugiados. La cita tiene como objetivo la sensibilización de la opinión pública sobre la condición de los emigrantes. Se trata de millones de personas obligadas a huir de las guerras y de la violencia, dejando los propios afectos, su propia casa y todo lo que formaba parte de su vida. Detrás de cada uno de ellos existen historias que merecen ser escuchadas, que encierran sufrimientos, humillaciones y el deseo de reconstruir un futuro. En la Relación Projectede Global Resettlement Needs 2017, se afirma que en el 2017 el número previsto de personas necesitadas de reubicación será de 1,19 millones, el 72% más respecto al 2014. Es ésa una de las soluciones mejores para los refugiados, junto a la acogida e integración en la sociedad y al repatriamiento voluntario.

Jesús Morán: La fidelidad creativa

Jesús Morán: La fidelidad creativa

FedeltaCreativaCon Alessandro De Carolis, periodista de Radio Vaticana, en calidad de moderador, dialogaron con el autor, el Padre Julián Carrón (presidente de la Fraternidad de Comunión y Liberación) y Maria Grazia Vergari (vice presidente del sector adultos de la Acción Católica). La periodista Giorgia Bresciani de “Radio InBlu”, entrevistó a Jesús Morán el 30 de mayo. Presentamos algunos fragmentos: G. B. – La presentación de su libro ha sido la ocasión para vivir un momento de diálogo y fraternidad entre Movimientos Eclesiales. En Pentecostés 1998, Juan Pablo II y el entonces Cardenal Ratzinger quisieron abrir un camino de comunión entre los Movimientos. Le pido que nos ayude a entender qué sucedió ese día y a qué punto estamos en ese camino. J. M. – Pienso que la jornada del 29 de mayo fue especialmente bendecida por el Espíritu Santo, una gracia para nosotros. Recuerdo muy bien la Fiesta de Pentecostés de 1998: pienso que fue la más bella de mi vida. ¡Parecía una actualización de la primera Pentecostés, por la presencia de tantas personas, por la jornada, que fue bellísima! Yo llegué de Chile, donde estaba viviendo. Efectivamente fue un momento histórico un evento eclesial, porque, por primera vez, los nuevos Movimientos se reunieron en la Plaza San Pedro todos juntos. Un encuentro fundamental entre el Carisma de Pedro y los carismas suscitados por el Espíritu Santo en este tiempo. Fue un salir a vida pública, dar visibilidad a los carismas eclesiales, un momento de “reconocimiento” de esta realidad. Desde entonces el camino ha avanzado, con momentos alternos. Esta experiencia se ha difundido también a nivel ecuménico e hizo nacer Juntos por Europa”. Por lo tanto nos comprometimos por la unidad de los cristianos. Pero se han creado muchos otros momentos de encuentro entre los movimientos. Pero en estos años, han fallecido algunos de los fundadores y esto, obviamente, ha enlentecido un poco el camino, la partida del Padre Giussani, de Chiara Lubich y de otros, obviamente ha tenido una influencia porque esta realidad de unidad y de comunión entre los Movimientos era decididamente querida por ellos. UNESCO_15Nov16_JesusMoran_02Una ocasión como la del 29 de mayo nos dice que debemos continuar. Ahora en una fase distinta, post-fundacional; debemos retomar esa “profecía”. Y el momento de la presentación de mi libro iba en esa dirección. G.B. – Usted hizo referencia al fallecimiento de algunos fundadores. Precisamente usted, María Voce, el Padre Carrón, están entre aquellos que están viviendo la “post-fundación”, la “segunda fase”, que es una fase delicada, la tarea de ustedes es compleja y apasionante. A la luz de lo que ha emergido del intercambio entre ustedes, ¿qué necesita en esta fase un Movimiento Eclesial? J.M.Creo que la fase “post-fundacional” es también una fase carismática. Existen gracias distintas vinculadas a la fundación, más en la perspectiva de la encarnación, el gran desafío es que el carisma, siguiendo la línea del fundador, se vuelva cada vez más “historia”. Por lo tanto es una etapa de servicio a la Iglesia y a la humanidad. Se necesita una madurez diferente. Tenemos que trabajar más juntos, poner en evidencia todos los talentos personales y comunitarios. Porque cuando está el fundador la luz del carisma es fortísima, lo “encarna” casi él solo. Ahora Dios nos pide poner en movimiento nuestra inteligencia del carisma, nuestras fuerzas. ¡Y tenemos que hacerlo juntos! Éste es el gran desafío. Y lo que he tratado de decir con ese concepto de “fidelidad creativa” (antes usado por Juan Pablo II), es decir, fidelidad al carisma y, al mismo tiempo, capacidad de innovación, de creatividad, siempre fruto del Espíritu. Implica una mayor inserción en la Iglesia y en la sociedad.

La Eucaristía para el mundo

La Eucaristía para el mundo


20170618-01«Un trozo de pan, en el que Jesús se transforma para saciar del hambre de todos los corazones: ésta es la biografía de Jesús reducida a lo escencial. Es la nuestra: la pequeña vía de su amor, amor fuerte en la debilidad». (de un artículo de mayo de 1980) «Cada vez que celebramos la Eucaristía, lo que sucede no es solamente una agradable comunión con los demás en el Espíritu de Jesús, entendido como una simple idea o sentimiento; no, cada vez que celebramos la Eucaristía se abate la barrera más radical de la realidad, la barrera de la muerte; lo que sucede es un don, un don que realmente viene a nosotros; es proximidad –proximidad en donde la distancia recíproca, interior y exterior, se anula. En la Eucaristía no sólo nos volvemos un único cuerpo los unos con los otros, sino que nos volvemos Su cuerpo para el mundo. Para quien verdaderamente está permeado por la Eucaristía, este mundo y esta sociedad no le pueden dejar indiferentes; él tiene en sí mismo esta dinámica y es la dynamis de Dios, que se ofrece, que se dona, que lleva con la humanidad, como algo que le es propio e íntimo, todo lo que la humanidad conlleva, todo aquello que ella hace». (de una conferencia del 31.8.1977) «Lo importante no sólo es que tengamos la Eucaristía aquí, en nuestra comunidad. Conservamos el espíritu de Jesús sólo si y cuando amamos concretamente la comunidad del otro como la nuestra, cuando nuestras comunidades se abren más allá de las barreras que las separan, cuando en el centro de la comunidad vive el Señor». (de un artículo de mayo de 1979)   De “La luce dentro le cose”, Klaus Hemmerle, Città Nuova, Roma 1998, págs. 190, 186, 187, 192.

Movimiento “John 17” en Castelgandolfo

Movimiento “John 17” en Castelgandolfo

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En el Jubileo de la Renovación Carismática Católica

John 17” quiere ser una voz que llama a las Iglesias a la reconciliación y a la unidad según la oración de Jesús: “Que todos sean uno” (Jn. 17,21). Se fundamenta en la convicción de que la evangelización es mucho más eficaz si es acompañada por el testimonio de la unidad entre los cristianos. Los miembros de este movimiento desean ser catalizadores de unidad y por esto se comprometen a establecer por doquier relaciones fraternas y de amistad, especialmente entre cristianos de distintas Iglesias. Unos sesenta miembros de este Movimiento, acompañados por Joe Tosini y Mike Herron, dos de los fundadores, vinieron a Roma en ocasión del Jubileo de oro de la Renovación Carismática Católica (RCC). El Papa invitó a la RCC a volver a encontrar sus propias raíces ecuménicas. De hecho, la primera experiencia de efusión y de bautizo en el Espíritu Santo que aconteció en un grupo de jóvenes católicos en la Universidad Duquesne en Pittsburg en 1967, fue también fruto de encuentros con personas pentecostales. Durante la vigilia de Pentecostés en el antiguo Circo Máximo, la presencia de pastores de varias denominaciones en el escenario era un signo visible de estos orígenes. El Papa Francisco les pidió a los carismáticos católicos que fueran en la Iglesia un lugar privilegiado para recorrer el camino hacia la unidad en una “diversidad reconciliada”: «Hoy en día es más que nunca urgente la unidad de los cristianos, unidos por obra del Espíritu Santo, en la oración y en la acción a favor de los más débiles. Caminar juntos, trabajar juntos. Amarnos. Amarnos. … el Espíritu quiere que estemos en camino».
Foto: © CSC Audiovisivi-Caris Mendes

Foto: © CSC Audiovisivi-Caris Mendes

El grupo John 17, compuesto en su mayoría por líderes de Iglesias pentecostales, quiso aprovechar su estadía en Roma para encontrarse con María Voce, presidenta del Movimiento de los Focolares, conocer y profundizar en el carisma de la unidad de Chiara Lubich. Por esto vinieron al Centro Mariápolis de Castel Gandolfo el 7 de junio, acompañados también por el pastor de la Iglesia Evangélica de la Reconciliación Giovanni Traettino de Caserta. Además este encuentro tenía como finalidad la de prepararse para una audiencia privada con el Papa Francisco, prevista para el 8 de junio; audiencia que se prolongó durante dos horas. La convergencia de intenciones y de espíritu entre los dos movimientos – Focolares y John 17 – era patente y las horas transcurridas juntos fueron momentos de alegría y de alabanza a Dios. El pastor Traettino recordó a todos que la unidad se edifica “empezando por los pies” y no por la cabeza, es decir, poniéndose a servicio del prójimo. Este compromiso fue sellado entre todos los participantes con un rito de recíproco lavado de los pies, acompañado por una oración de los unos por los otros. María Voce y otros miembros de los Focolares, de distintas Iglesias, pudieron darles lo esencial de la espiritualidad de la unidad y sus experiencias de vida a la luz del Evangelio.