Jun 12, 2017 | Sin categorizar
En Serbia central, Belgrado (“la ciudad blanca”) es una de las ciudades más antiguas de Europa, en el punto de confluencia entre los ríos Sava y Danubio. “Puerta de los Balcanes” o “Puerta de Europa” (así es definida por su posición en el límite entre el Oriente y el Occidente de Europa), renacida después de un reciente pasado de guerras, hoy es una capital de vanguardia, donde nuevas ideas, fermento y vitalidad circulan en el campo del arte, de la economía, de la arquitectura. Y del deporte. Con ocasión del vigésimo aniversario de su fundación, el College of Sport and Health, instituto de formación parificado con 600 estudiantes, organizó el 12 y 13 de mayo pasados una conferencia internacional con el título “Deporte, recreación, salud”. Entre los huéspedes, por invitación del prof. Alexander Ivanovski, estaba también Sportmeet, expresión en el mundo del deportes de esa renovación social y espiritual originado a partir de la experiencia de los Focolares: una red mundial de deportistas, profesionales y aficionados, profesores, instructores, periodistas, administradores y empresarios del mundo deportivo, que viven el deporte como realidad positiva de confrontación e intercambio, como una posibilidad para mover los músculos y los tendones, pero también las ideas de fraternidad universal e inclusión. “Sport moves people and moves ideas” titula su presentación Paolo Cipolli, presidente di Sportmeet, presente en la conferencia junto con una delegación serbo-croata. El “fenómeno deportivo” es una de las realidades más complejas, interesantes y cautivadoras de nuestro tiempo. 800 millones de practicantes, 5 millones de sociedades deportivas, 205 federaciones nacionales adherentes al Comité Olímpico Internacional, 208 a la FIFA.
Si se piensa que a las Naciones Unidas adhieren ‘sólo’ 192 naciones, se comprende su alcance y su omnipresencia, como una especie de nuevo poder planetario o, según algunos “una nueva religión”. Tierra de inagotables intereses económicos, lamentablemente algunos mal habidos, el deporte puede llegar a ser, en dirección contraria, un auténtico “gimnasio” de fraternidad, unidad e integración. Un “lenguaje de gestos” universal que destruye barreras, obstáculos, diversidades. En Belgrado entró en escena esta cara limpia del deporte: entre las numerosas intervenciones, sobre varios aspectos vinculados al papel y al potencial del deporte en la promoción de la salud, con expertos y docentes provenientes de Eslovenia, Croacia, Macedonia, Bulgaria, emergió una consideración común: la necesidad de definir políticas nuevas para una plena valoración del deporte dirigido hacia la promoción de un correcto estilo de vida y de todas las posibles formas de integración, especialmente entre los jóvenes. La conferencia fue la ocasión para establecer nuevas relaciones y un protocolo de acuerdos en vista de una colaboración futura, valorando experiencias positivas ya en acto, como la práctica del deporte en algunas casas de acogida para chicos. Después de Belgrado, Sportmeet apunta hacia una próxima etapa. De inclusión social, educación deportiva, integración de personas con habilidades distintas y relación entre generaciones. De estos temas se hablará del 13 al 16 de julio en España. Serán 4 días en los que deportistas y trabajadores en el campo deportivo se confrontarán, a partir del simposio internacional de Barcelona (en el Palau Robert, el 13 de julio) promovido en colaboración con otros patrocinadores locales, como la Universitat Autònoma de Barcelona, para proseguir con la Escuela de Verano de Castel d’Aro, a un centenar de kilómetros de la capital de Cataluña, con un rico programa para sensibilizar al deporte inclusivo y a las buenas prácticas. Con el sueño de que el “deporte” llegue a ser realmente, a todo nivel, un sinónimo de “encuentro”.
Jun 10, 2017 | Sin categorizar
Mons. Carlo de Ferrari, en aquel entonces arzobispo de Trento, fue el encargado de evaluar y de aprobar primeramente, a nivel diocesano, el Movimiento de los Focolares. El título del reciente volumen publicado por la Editorial Città Nuova “Aquí está el dedo de Dios”, evoca una expresión suya con respecto a la experiencia evangélica que se generaba alrededor de Chiara Lubich. Estamos en los inicios de 1951 y, en la Iglesia, no todos pensaban como el arzobispo de Trento. Al contrario, por parte de algunos eclesiásticos hay muchas perplejidades: una mujer joven, laica, seguida por religiosos, sacerdotes, laicos, hombres y mujeres, jóvenes y adultos, en tiempos preconciliares, es motivo de sospecha. La prudencia sugiere alejarla y, en su lugar, encargar quizás a un sacerdote. En este contexto se inserta la relación decisiva de Chiara con su obispo.
Tiene fecha del 5 de enero de 1951 la carta que escribe desde Roma, donde está viviendo, a Mons. Carlo de Ferrari. La misiva trasluce con fuerza el momento de prueba que atraviesa el Movimiento naciente y ella personalmente. Pero también, la actitud filial y obediente de Chiara hacia quien le representa la Iglesia, y su pleno abandono a los planes de Dios. La carta introduce el volumen apenas publicado. «Excelencia Reverendísima: Es verdad: la cruz fue pesada y lo es aún, y en estos días comprendí a Jesús “caído” bajo el peso de la cruz. Sin embargo, Excelencia, soy feliz, feliz. De Jesús he recibido la gracia de estar preparada para cualquier decisión que la Iglesia tome. No sólo: sino para dejar a “mis” (por algún tiempo puedo decir todavía esto) cincuenta focolarinos y focolarinas en una unidad tan perfecta, como para poder proseguir su camino sin que nadie se dé cuenta de un posible cambio. Soy feliz, Excelencia, por poder donar a Dios todo lo que Él, en el campo sobrenatural, ha obrado a través de mí. Le aseguro que, cualquier cosa suceda, Usted me encontrará siempre fiel a mi Jesús Abandonado y totalmente obediente a la Iglesia. He llegado hasta este punto porque, por mi parte, nunca he querido romper la unidad con la Iglesia, o mejor dicho, con quien me la representaba. Si no hubiese actuado de este modo, quizás la Obra no existiría. Pero Dios me dio la resistencia hasta lo inverosímil. Ahora la Obra existe y no morirá. Que sea una obra de Dios, lo demostrará, quizás, el hecho de que yo deba alejarme de ella. Si debo testimoniarlo anulándome, después de haberlo testimoniado con la unidad, soy feliz. El punto culminante de la vida de amor de Jesús fue la muerte: y nadie tiene un amor más grande de aquél que da la vida por sus amigos. Usted, Padre, fue verdaderamente un Padre y me mostró (lo que creía sólo por fe) que la Iglesia es Madre. Yo le consideraré siempre como un Padre, cualquiera que sea la Voluntad de Dios sobre mí. Nadie puede prohibirme que le obedezca, o sea, que obedezca a la Iglesia. Lo que importa para hacerse santos es obedecer: ser uno. Poco importa que nos ordenen hacer o no hacer, de un modo o de otro. ¿Verdad, Padre? Padre Tomasi es un santo varón. Sufre muchísimo en estos días y no come. Sufre por mí… Yo nunca habría pensado que en él albergaran estos sentimientos. Pero Usted no se preocupe, Excelencia, porque nosotros lo sostenemos y yo en su presencia río siempre. No sé decirle, a fin de cuentas, más que una sola cosa: soy muy, muy, inmensamente, feliz. Puedo asegurarle que Jesús Abandonado me sostendrá siempre. Por lo demás: “Dichosos cuando les separen y, mintiendo, digan todo género de mal contra ustedes, por mi causa. Regocíjense y alégrense, porque la recompensa de ustedes en los Cielos es grande.” Bendígame siempre, su hija Chiara». De “Qui c’è il dito di Dio”, Ed. Città Nuova, Roma 2017.
Jun 8, 2017 | Sin categorizar

Anne-Marie Pelletier
Trece teólogas de nueve países (Brasil, Canadá, Filipinas, Francia, Alemania, Italia, Kenia, Siria y EEUU), dieron vida al segundo Seminario internacional para empezar a elaborar una “teología intrínsecamente femenina”. Se llevó a cabo en la Universidad Urbaniana como respuesta a la invitación repetida varias veces por el Papa Francisco, quien subrayó, en distintas ocasiones, la necesidad de una “profunda teología de la mujer”, para no dejar este campo carente de la perspectiva femenina. Después del tema “Heart” del año pasado, el de la segunda edición fue “Tears” “Corazón” y “Lágrimas”, respectivamente. ¿Se trata de realidades meramente femeninas? Las lágrimas son un don hecho a todos, hombres y mujeres; y Jesús en persona lloró por la muerte de un amigo querido como Lázaro. Las ponencias ponen de relieve la manera como las mujeres, «lejos de un ‘dolorismo’ estereotipado», afrontan «la infelicidad, la desesperación, e introducen en el infierno el bálsamo de la compasión o, mejor dicho, de la consolación», afirmó Anne-Marie Pelletier. En sus palabras resaltó la figura de Zabel Essayan, mujer armenia de finales del Ochocientos graduada en la Sorbona, conocida en los ambientes literarios de la capital turca en los inicios del Novecientos. Había viajado a Cilicia como miembro de una comisión de la Cruz Roja, encargada por el patriarca armenio de investigar sobre las atrocidades perpetradas. Además tenía que organizar una forma de asistencia a los innumerables huérfanos que vagabundeaban, junto con unas pocas mujeres y ancianos, entre los escombros de Adana. Zabel, aun con los ojos empañados por las lágrimas, “ve” lúcidamente la infelicidad sin fondo, y a través de las miradas de los sobrevivientes, enloquecidos por el horror, logra volver a donar la historia de los muertos, que los asesinos torturadores querían hacer desaparecer en la nada del olvido. «¿Qué podíamos donar ante esa miseria vasta como el océano?», se preguntó Zabel. En Adana no había espacio para la consolación, sino sólo para la compasión. En la historia, en la vida del mundo existe también lo inconsolable. En su ponencia la teóloga francesa resaltó también una figura que es más cercana a nosotros en el tiempo: Etty Hillesum. Ella también quiso recorrer hasta el fondo el trágico camino de su gente, no por querer sacrificarse ni por altruismo, sino por la conciencia de la historia en la que estamos insertados y de la que es necesario aceptar los desafíos. Etty se siente impotente, pero sigue creyendo que la vida, a pesar de todo, es buena, es hermosa y es necesario ponerse a la escucha, sin dejarse jamás arrollar por la evidencia del mal. En ella impera la preocupación por el otro, que hay que ayudar con gestos de compasión y solidaridad. Porque el otro es nada menos que Dios. «Si Dios deja de ayudarme, me toca a mí ayudar a Dios. Él mismo pide ser consolado». Son algunas de sus expresiones de una extremada valentía. María Clara Lucchetti Bingemer, gran personalidad de la cultura brasilera, nos sumerge con fuerza y eficacia en la extraordinaria belleza del desierto de Atacama, en Chile, donde astrónomos y arqueólogos investigan los misterios de la naturaleza y las huellas de la historia. Pero en ese mismo lugar se encuentran también las Mujeres de Calama, mujeres que buscan sin descanso los restos de los cuerpos de sus seres queridos torturados y asesinados durante la dictadura militar que gobernó el país desde 1973, por 16 largos años. El desierto, único en el mundo por sus especiales condiciones climáticas, los conservó y, gracias a estas mujeres incansables, los está devolviendo a sus seres queridos y a la historia. También en Argentina, que cuenta treinta y seis mil personas oficialmente desaparecidas, las mujeres son las protagonistas. Son ellas las que jugaron un papel fundamental para la desestabilización de la despiadada dictadura militar. “Las locas”, las llamaban en un primer momento, desde que, a partir de 1977, cada jueves por la tarde caminaban en círculo delante de la Casa Rosada para llorar a sus hijos muertos. Con el paso de los años se convirtieron en las “Madres de la Plaza de Mayo”. Indomables, dieron vida a símbolos eficaces, como el pañuelo blanco en la cabeza, y a una lucha “pacífica” pero sin tregua. A ellas se unieron otras mujeres, madres espirituales, religiosas, algunas de las cuales pagaron con su propia vida la lucha en contra de la dictadura. Hacen pensar en las mujeres en las calles de Venezuela… «¿Cuál es el secreto de la extraordinaria fecundidad de Chiara Lubich quien dio vida a una Obra tan vasta y universal en pocos decenios? ¿Cómo pudo abrirse camino, cuando tenía poco más que veinte años, en la Iglesia pre-conciliar italiana, y resistir con una propuesta de vida evangélica que despertaba sospechas en muchos porque involucraba a personas de todos los estados de vida, laicos y religiosos, hombres y mujeres? El secreto reside en aquello que Chiara Lubich llama “Jesús crucificado y abandonado”, refiriéndose al grito de Jesús, mencionado por Mateo y Marcos». Así Florence Gillet empieza su ponencia sobre “Jesús Abandonado en el pensamiento y en la experiencia de Chiara Lubich”. Luego de su intervención, la impactante experiencia en Iraq, en los años de la guerra, de Mirvet Kelli, siria, quien, precisamente en la unión con Jesús Abandonado, encontró la fuerza para permanecer con amor a lado de la gente iraquí. En los encuentros por grupos, se subrayaron, diría con estupor, la novedad, la fuerza, el impacto de este punto fundamental de la espiritualidad de la unidad. María Rita Cerimele Fuente Città Nuova
Jun 7, 2017 | Sin categorizar
“El papel de la mujer en la formación de la fraternidad universal”, es el tema de la plenaria del Consejo Pontificio para el Diálogo Interreligioso, prevista en Roma del 7 al 9 de junio. El punto central del evento serán 4 conferencias: Sor Nuria Calduch-Benages, biblista española, sobre “La mujer educadora a la fraternidad universal”; Sor Raffaella Petrini, docente de Doctrina Social de la Iglesia, desarrollará el tema “Cualidades femeninas contra el paradigma tecnocrático: una perspectiva católica y social sobre el aporte de las mujeres a la fraternidad”; Marie Derain, abogada francesa y defensora cívica de la infancia, hablará del tema “Construir la paz: la parte de las mujeres”; finalmente, Clare Amos, del Consejo Ecuménico de las Iglesias, sobre “El papel de las mujeres en la educación a la fraternidad universal”. Los participantes serán recibidos en audiencia por el Papa.
Jun 5, 2017 | Sin categorizar
5 de junio: se celebra el Día Mundial del Ambiente (W.E.D., World Enviroment Day). La fecha fue elegida por las Naciones Unidas en recuerdo de la Conferencia de Estocolmo sobre el Ambiente, en 1972, cuando se suscribió el Programa Ambiente ONU. La celebración es una ocasión para estimular a nivel mundial la atención y el conocimiento de los temas ambientales. Una oportunidad más para refleccionar sobre el estado de salud de la Tierra, nuestra casa común, y también para comprometernos activamente en favor de una saludable convivencia entre todos sus habitantes.