Abr 7, 2017 | Sin categorizar
A veces, escuchando la historia de una persona, uno tiene la impresión de admirar el panorama de toda una época. Es el caso de Luigina Nicolodi. Originaria de Trento, ojos azules, nacida en 1925. Una mujer diminuta, fuerte y luminosa, como la abundante cabellera canosa que le enmarca el rostro. Recientemente Luigina, quien actualmente vive en Roma, entregó el relato de su vida en las páginas de un libro, publicado por Città Nuova, “Serás completamente nueva”. Mi vida con Chiara Lubich. El Novecientos que Luigina recorre es un siglo de contradicciones, guerras, tensiones fratricidas, que atraviesan y sacuden a las grandes potencias mundiales y a Europa. «Después de una infancia serena, toda hecha de juegos» se asoma a la juventud precisamente mientras acechan las nubes premonitorias de una nueva guerra. El 5 de mayo de 1936 las tropas italianas conquistan Adís Abeba. Miles de italianos se trasladan a Etiopía atraídos por las posibilidades del nuevo mercado. Entre éstos se encuentra la familia de Luigina. En junio de 1940 el segundo conflicto mundial irrumpe en la casa de la familia Nicolodi: «En seguida mi padre, como todos los hombres válidos, fue llamado a prestar servicio militar y tuvo que cerrar el taller». Es enrolado y combate, hasta que lo toman preso y lo envían a un campo de concentración. El resto de la familia, habiendo perdido todos sus bienes, tiene que someterse a una odisea para repatriarse a su ciudad natal, donde viven en la incertidumbre, bajo el continuo silbido de las bombas. Luigina se encarga de los trámites del seguro social de los agricultores y puede constatar las condiciones de explotación en las que viven. En 1945, la vigilia de Navidad, «hecho un trapo», reaparece el padre, irreconocible, doblegado por cinco años de guerra y los campos de concentración.
Mientras tanto, entre los escombros de una ciudad humeante por los bombardeos, nacía la primera comunidad focolarina. En 1947, invitada por una conocida, acontece el encuentro con Chiara Lubich. «Siempre había considerado – cuenta ella misma – que Dios estaba lejos, allá arriba, en lo alto del cielo. Para mí, había una distancia enorme entre tierra y cielo, con algo gris y opaco, como si en el medio hubiera nubes o cortinas, que se sobreponían. Escuchando las palabras de esa joven, me pareció que una infinidad de capas se corrían misteriosamente de un lado y del otro, como el telón de un escenario que se abre». El pequeño apartamento en el número 2 de plaza de los Capuchinos, en Trento, se convierte en el corazón de un grupo cada vez más numeroso. Decenas, luego centenares de personas atraídas por una manera nueva de vivir según la lógica del Evangelio. Luigina es la número dieciséis entre las compañeras de aventura de Chiara que entran a vivir de forma estable, en 1948, en el “focolar”, dejando decididamente a sus espaldas perspectivas de vida más seguras y adecuadas a la época.
Un día, mientras de la ventana observan a unos obreros que estaban excavando los cimientos de una casa, Chiara se dirige a Luigina, comparando ese trabajo de excavación en las almas, para «menoscabar, hacer que Dios penetre y se arraigue en ellas». Éste es, en síntesis, el trabajo al que Luigina se dedica desde entonces: la construcción de otra casa, la de Dios en el alma de las personas. Desde las montañas de Tonadico, a Trento, luego Milán, Turín, Roma, Bolzano, Trieste, Luigina, con su proverbial sencillez y autenticidad, es testigo de la difusión de una espiritualidad nueva en el seno de la Iglesia. En Trieste, tierra fronteriza con Yugoslavia, realiza numerosos viajes más allá de la “cortina de hierro”. Un día, «para no correr el riesgo de ser descubiertos y denunciados por los “ángeles de la guarda” omnipresentes, es decir los policías, en vez de reunirnos en el lugar establecido, nos encontramos en una lejana capillita abandonada. Fue en ese ambiente escuálido que anuncié nuestro revolucionario descubrimiento del Evangelio». Después de los años juveniles y la época de los inicios sorprendentes, durante muchos años Luigina ofrece su contribución en el Centro Internacional de Rocca di Papa, a lado de P. Foresi, primer copresidente del Movimiento, luego en la cercana zona de los “Castillos romanos”. En 1995, el encuentro con una enfermedad grave («me di cuenta de que todo lo que el mundo valora era basura y en cambio era una ganancia estar más cerca de Jesús»), de la que se cura completamente. La aventura de Luigina, compañera “de la primera hora” de Chiara Lubich, sigue preciosa. Todas las citas son extraídas de “Sarai tutta nuova”. La mia vita con Chiara Lubich, Città nuova, febrero de 2017.
Abr 6, 2017 | Sin categorizar
¡Ya empezó la cuenta regresiva hacia la 21ª Semana Mundo Unido! «¡Quisiéramos ir pasando la voz, y poco a poco ir haciendo ruido en el mundo!», escriben los Jóvenes por un mundo unido. Y también: «Presentemos gestos concretos que construyan puentes de fraternidad con el #fraternitychallenge. En el muro de Facebook escribe algo positivo e invita a tus amigos a hacer lo mismo, hasta la Semana Mundo Unido. Recuerda siempre mandar los hashtag #UnitedWorldProject, #FraternityChallenge, #Pulse, #4Peace».
Abr 6, 2017 | Sin categorizar
254 muertos (entre los cuales 62 menores), más de 400 heridos y otros tantos desaparecidos: éste es el dramático balance de las fuertes inundaciones que causaron, en días pasados, una verdadera catástrofe en la ciudad de Mocoa, a 500 kilómetros al sur de Bogotá, en el sur de Colombia. El presidente colombiano, Juan Manuel Santos se dirigió al lugar del desastre, reducido a una montaña de barro, y declaró que aún no se conoce el número de los desaparecidos. El ejército nacional trabaja sin descanso en la búsqueda de los sobrevivientes y de personas que han quedado aisladas, para hacerles llegar las ayudas humanitarias. Se declaró el estado de emergencia en toda la zona afectada, también para agilizar las operaciones de recuperación de las víctimas. «Es difícil lograr describir no sólo la gravedad de lo sucedido, sino también lo que están viviendo las personas, incluidas las de nuestras comunidades en el lugar», nos escribe Alejandra del focolar de Bogotá. «17 barrios de la ciudad de Mocoa (36.000 habitantes) quedaron destruidos. El terminal de buses fue arrasado. Intentamos retomar los contactos con cada uno, pero la situación es muy difícil para todos. En la zona, ya asolada por la pobreza y la guerrilla, hay muchos sacerdotes del Movimiento. P. Luis Fernando ofició uno de los funerales colectivos, P. Oscar Geovanny está todavía en búsqueda de sus familiares. P. Jorge nos envió algunas fotos de sus parroquianos mientras ayudan y les brindan apoyo a quienes lo perdieron todo. P. Oscar Claros contó que 5 de los 17 barrios desaparecidos hacían parte de su parroquia: familias enteras, que recibían la Palabra de vida, han desaparecido. Él está trabajando personalmente en la distribución de las ayudas, animando a sus parroquianos».
«En todo el país, las comunidades de los Focolares se están activando para realizar una recaudación de fondos que harán llegar lo más pronto al lugar del desastre, a través de los sacerdotes del Movimiento. Los focolarinos de Bogotá activaron también un canal rápido de comunicación con las personas del lugar, y tratan de animarlos y darles esperanza en estos momentos difíciles. Esta mañana hablamos con P. Oscar Claros: la situación sigue siendo muy caótica, la zona todavía está sin agua y luz, con un peligro real de epidemias».
Abr 5, 2017 | Sin categorizar
«Nuestro mundo, desgarrado por la violencia ciega —que también ha golpeado el corazón de vuestra querida tierra— tiene necesidad de paz, de amor y de misericordia». Lee el mensaje
Abr 5, 2017 | Sin categorizar
Un viaje en el signo de la Paz. Así se anuncia la visita del Papa a Egipto – País africano recientemente golpeado por graves atentados- en programa para el 28 al 29 de abril 2017. Será presente el Patriarca Bartolomé invitado por el Gran Imam de Al-Azhar Ahmad al-Tayyib. Un testimonio de cristianos unidos. El programa del 28 prevé: visita de cortesía al Presidente de la República Abd al-Fattah al-Sisi, al Gran Imam de Al-Azhar y al papa copto Tawadros II; seguirá la intervención del Papa Francisco a la Conferencia internacional sobre la Paz. Sábado 29: almuerzo con los obispos católicos egipcios, encuentro de oración con el clero, religiosos y seminaristas y ceremonia de despedida.
Abr 5, 2017 | Sin categorizar
«El año pasado –cuenta Jaime- tuve la oportunidad de vivir todo el año en una ciudadela de los Focolares, la Mariápolis Lía que surge en Argentina a las afueras de Buenos Aires. Fue una experiencia muy fuerte, precisamente porque la ley de la ciudadela es el Evangelio, a partir del mandamiento nuevo de Jesús: Ámense los unos a los otros como yo los he amado”». Pero regresando a El Salvador, Jaime se vio sumergido en un clima de peligrosa violencia: las calles, también en pleno día, no son seguras. Es riesgoso incluso tomar el autobús o jugar fútbol en la cancha municipal. «La situación se había vuelto tan difícil y riesgosa –prosigue Jaime- que pensé en emigrar. Al principio todos en casa estábamos de acuerdo pero meditando conmigo mismo advertía que Dios me pedía que me quedara para ser una pequeña luz en el ambiente donde vivo, junto a mis amigos gen que, si me iba, dejaría solos en esta situación. Pero lo que me convenció definitivamente fueron las noticias de la vida de los jóvenes del Movimiento en Medio Oriente, muchos de los cuales se han quedado en su tierra en situaciones mucho más difíciles que la mía. En casa lo volvimos a hablar y todos decidimos quedarnos en El Salvador y seguir confiando en Dios. Cuando le dije a los gen que me quedaba, surgió la idea de lanzar una campaña con el título: “Cambia tu m²” (metro cuadrado)”, convencidos de que si todos nos comprometemos a cambiar nuestro m², cambiará todo el país».
Quien cuenta ahora es Tuong, una joven maestra vietnamita de 13 niños quien relata: «Cada uno de ellos me recuerda a Jesús en su abandono en la cruz. ¿Por qué lo digo? Dos de ellos fueron rechazados en la escuela pública después de repetir tres veces el mismo año. Otros dos tienen una discapacidad, por lo que la escuela normal no los acepta y la escuela especial está muy lejos de su casa. Los otros tienen dificultades para aprender y sus padres están separados y son pobres. Todos viven en la total falta de amor, de interés y empatía, decoro, en un estado de abandono por parte de la familia y de la sociedad». ¿Tuong, qué te empuja a seguir enseñando a un grupo así, todos los días, sin ayuda de las instituciones? No debe ser fácil… «Efectivamente no lo es. Un día trataba de enseñar a un alumno una letra de la escritura vietnamita. Se la repetí una, dos, tres veces, pero no entendía y no lograba pronunciarla. Volví a intentarlo y se la enseñe nuevamente repitiéndola muchas veces, pero él no lograba seguirme. Estaba por enojarme, quería dejarlo e irme con otro niño. En ese momento, sus ojos se llenaron de lágrimas, advertí su necesidad de ayuda. Entonces pensé: si Jesús estuviera aquí con este niño que no entiende, no lo habría dejado diciendo: “¡No me importas!”, y me dije: “Empezamos de nuevo”. Después de un respiro me calmé y con la mente fresca y el corazón sereno dije una cosa divertida para hacerlo sonreír y después busqué otra forma para enseñarle esa letra. Un día me sentí mal. Entonces una chica dijo a los otros alumnos: “¡Quédense tranquilos! ¡Hagan silencio! ¡La maestra hoy no está bien!”. Un pequeñito de 5 años vino a traerme un vaso de agua diciéndome que descansara un poco. ¡Ohh! Estas pequeñas atenciones me hicieron sentir tan feliz, confirmándome que el arte de amar del Evangelio que trato de vivir empieza a penetrar en su estilo de vida. Todos los días ellos hacen lo mejor posible para aprender, estar en el amor y reír. Nos hemos convertido en una pequeña familia. Ahora ellos llenan mis días y mi vida se ha llenado de color y se ha vuelto sorprendente».