Periodistas, docentes, expertos de la comunicación: un laboratorio internacional en el camino sinodal“¿Qué tipo de comunicación para la sinodalidad?. Este fue el título de un seminario web el 7 de marzo en directo en Youtube, nacido tras un largo debate entre expertos en comunicación. El año pasado se inició un camino sinodal con reuniones mensuales. Así, por iniciativa de NetOne, la red internacional de comunicadores del Movimiento de los Focolares, surgió la idea del webinar. El Papa Francisco, durante la primera sesión del Sínodo del pasado octubre, les había pedido a los participantes el ayuno de la palabra. “La verdadera comunicación tiene un ritmo que hay que respetar: un tiempo para callarse y un tiempo para hablar –afirmó Mons. Brendan Leahy, miembro de la Asamblea sinodal, quien estaba conectado desde Limerick, Dublín–. La sinodalidad comporta una ascensión, esa capacidad de mirar dentro de nosotros y ofrecer el “vino destilado”. Por lo tanto, hay que usar las palabras correctas y no palabras vacías que conducen a los chismes. Pienso que el Papa nos invita, sobre todas las cosas, a imitar a María en su contemplación”. “Una Iglesia sinodal es esencialmente una Iglesia de la comunión, que se vuelve real cuando hay una comunicación de los aportes de cada uno – sostiene Mons. Piero Coda, secretario de la Comisión Teológica Internacional, quien tuvo una intervención en el evento–. Hay que apuntar a la calidad de la comunicación: no proponer respuestas arrogantes sino descubrir las verdaderas preguntas que viven en la sociedad para dar respuestas proféticas”. A las palabras de Mons. Coda se vinculan las palabras de Thierry Bonaventura,communication manager de la Secretaría General del Sínodo: “La comunicación está en la base de toda relación humana. Dios es comunicación, se auto-comunica, es diálogo entre las Personas de la Trinidad. Todas las cuestiones que surgieron durante la primera sesión del Sínodo del pasado octubre tienen que ver con el tema de lo relacional; la comunicación ha permeado el Sínodo, por más de que se haya privilegiado el hecho de hacer comunicación más que pensar la comunicación”. Desde la Argentina, seguía el evento Isabel Gatti, coordinadora internacional de NetOne: “Desde la teoría de la comunicación es posible ofrecer claves de lectura a fin de que los conceptos filosóficos y teológicos de la sinodalidad puedan mejorar nuestras prácticas eclesiales en la dimensión individual y en una dimensión más social”. “Nuestra Iglesia puede ser una familia si asumimos, como Jesús y María, los dolores de la humanidad que sufre y que hoy tiene tantos rostros vinculados a la comunicación: polarizaciones sociales, guerras, desigualdades sociales”. Un ejemplo de camino sinodal es la reforma de la comunicación vaticana. “El Papa desea una Iglesia que esté en salida, en la que haya sitio para todos – sostiene Mons. Lucio Adrian Ruiz, secretario del Dicasterio para la Comunicación–. Ello implica una comunicación que por un lado abraza a todas las nuevas tecnologías y por el otro no olvida a ninguna de las viejas, porque nadie debe quedar excluido. Luego está la experiencia del Sínodo digital, un proceso misionero para ir a llevar la caricia, el anuncio de Jesús incluso a las personas que no viven en las instituciones de la Iglesia”. Además, un espacio para la inteligencia artificial: ¿de qué manera nos interpela en nuestra profesión de comunicadores? “Tres palabras dan la respuesta: conocimiento, creatividad y responsabilidad –afirma desde Roma Giovanni Tridente, director de la Comunicación de la Pontificia Universidad de la Santa Cruz–. Esta innovación tecnológica hay que conocerla para entender cómo usarla. Debe ser utilizada con creatividad para mejorar nuestras existencias y se requiere la responsabilidad para utilizarla también desde el punto de vista ético, para hacer conocer y dejar libres a las personas de hacerse una propia opinión”. Por último, el discurso de Liliane Mugombozi, periodista de la República Democrática del Congo: “Cuando comunicamos estamos donando algo de nosotros, nuestra visión del mundo, los valores en los que creemos, nuestros miedos, las angustias, pero también las conquistas, las victorias, las dudas, las esperanzas y nuestras exigencias más profundas. Un acto de comunicación puede ser un regalo que favorece encuentros de personas, que crea contextos de diálogo y confianza incluso en las situaciones más difíciles, y caminar juntos. Un proverbio Amhara (Etiopía) dice que “cuando las telarañas se unen pueden atrapar hasta un león”. Por último, espacio para el diálogo y las preguntas, las experiencias y las impresiones. Hubo un deseo de transmitir y experimentar una comunicación más incisiva y sincera. Este seminario web es sólo el principio de un camino de sinodalidad y comunicación. Para info: net4synodcom@gmail.com
(…) Se acerca la Pascua, la fiesta más grande del año, y con ella la Semana Santa, rebosante de los misterios más preciosos de la vida de Jesús.
Esos misterios nos los recuerdan, sobre todo, el Jueves, el Viernes, el Sábado Santo y el Domingo de Resurrección, y representan para nosotros otros tantos aspectos centrales de nuestra espiritualidad, como la entrega del mandamiento nuevo, la institución del sacerdocio y de la eucaristía, la oración por la unidad, la muerte de Jesús Abandonado en la cruz, la Desolada, el Resucitado.
Nosotros los celebramos con la Iglesia a través de la santa liturgia, pero ya que el nuestro es un “camino de la vida” nos disponemos a honrarlos también con nuestra vida. (…)
¿Qué vivir, entonces, mientras se aproxima la Semana Santa y durante esos días benditos?
Yo creo que, si vivimos la Pascua, es decir, si dejamos que el Resucitado viva en nosotros, tenemos la mejor manera de vivirlos todos.
Para que el Resucitado resplandezca en nosotros, debemos amar a Jesús Abandonado y estar siempre –como decimos nosotros– «más allá de su llaga» donde la caridad es reina. Es esta la que después nos impulsa a ser el mandamiento nuevo en acción; la que nos impulsa a acercarnos a la eucaristía, la cual alimenta esta caridad divina en nuestro corazón y realmente nos transforma en lo que recibimos como alimento, que es precisamente Jesús resucitado. Es la caridad la que nos lleva a vivir la unidad con Dios y con los hermanos. Es por la caridad que, en cierto modo, podemos ser ‘otra María’.
Sí. No se pueden vivir mejor los distintos aspectos de la vida de Jesús, que se recuerdan durante la Semana Santa, que proponiéndonos hacer que el Resucitado viva en nosotros cada momento. (…)
Chiara Lubich
(Chiara Lubich, Para ser un pueblo de Pascua, 24 de marzo de 1994 en Un pueblo de santos, Ciudad Nueva, Madrid, 2001, pp. 14-16)
Un pasaje del discurso de Chiara Lubich en Roma, en el año 2000, durante la XV Jornada Mundial de la Juventud, en la que participaron más de dos millones de jóvenes de todo el mundo. (Tor Vergata – Roma, 19 de agosto de 2000). https://youtu.be/7FFTkYOvggA?list=PL9YsVtizqrYvkj6TeYx0cQNA9h-ueUYL8
A Monseñor Piero Coda, teólogo, Secretario de la Comisión teológica internacional, ex-rector del Instituto Universitario Sophia, se le acaba de otorgar el doctorado honoris causa por la Universidad Católica de Córdoba, Argentina. Una semana de eventos ha caracterizado el comienzo del mes de marzo de 2024 en la Universidad Católica de Córdoba (UCC), en Argentina. Entre ellos: el Seminario Itinerario Córdoba 2024, Universidad de los Jesuitas y antropología trinitaria, y el otorgamiento del Doctorado honoris causa a Monseñor Piero Coda teólogo, Secretario de la Comisión teológica internacional y ex-rector del Instituto Universitario Sophia. Otros eventos relacionados con éste han permitido hacer conocer el pensamiento y el aporte de Monseñor Coda, que no se limita a la antropología y a la teología, sino que alcanza a la Iglesia en su camino sinodal y en el del diálogo ecuménico e interreligioso. El Seminario de Antropología Trinitaria se llevó a cabo del 4 al 6 de marzo. El grupo de estudio, activo desde hace 11 años, está compuesto por 14 personas, mujeres y hombres, franciscanos, jesuitas, sacerdotes, religiosos, focolarinos y laicos de distintos movimientos eclesiales. Sonia Vargas Andrade, de la Facultad de Teología San Pablo de la Universidad Católica Boliviana, afirmó: “Nos encontramos para reflexionar acerca del recorrido que un teólogo latinoamericano debe seguir en el diálogo con la teología europea, en particular con la Antropología Trinitaria, teniendo en cuenta de lo que es típicamente nuestro, o sea la pluralidad”. El Seminario concluyó poniendo de relieve que el elemento distintivo de la Teología Trinitaria –objeto de estudio del grupo– es justamente la unidad en la pluralidad. “El pensamiento del otro vale como el mío, tengo que pensar desde el otro y en el otro”, añadió Vargas Andrade. Monseñor Piero Coda contó su experiencia directa y la lectura de la primera sesión sinodal, de la que participó como miembro de la Comisión teológica de la Secretaría General del Sínodo de los Obispos. Coda definió la primera sesión como una pausa para aprender a encontrarse, escucharse y dialogar en el Espíritu. Y añadió: “El viaje acaba de empezar. La paciencia y la perseverancia tienen que ir de la mano con la sabiduría y la prudencia, pero también con el entusiasmo y la valentía de arriesgar”. El Doctor Tommaso Bertolasi, docente en el Instituto Universitario Sophia de Loppiano (Italia), realizó el cierre de la discusión afrontando el tema “jóvenes y sinodalidad”, remarcando que los jóvenes experimentan al Dios ausente: “A Dios se lo experimenta como ausente, como el que no está”. Como consecuencia de ello, es necesario considerar la experiencia del abandono de Jesús en la cruz. “Justamente allí, en la muerte y en la resurrección es cuando Dios entra en todas las experiencias humanas; entonces, desde ese momento en adelante ya no hay una distancia con Dios, porque Dios es la ausencia de Dios”. Partiendo de esa tesis, dedujo varias implicancias para la Iglesia en general, sobre todo para la pastoral juvenil. El 6 de marzo fue el día del otorgamiento del doctorado honoris causa a Monseñor Piero Coda. En esa ocasión el CardenalÁngel Rossi S.J., Arzobispo de Córdoba, definió a Piero Coda como un “peregrino de la verdad, que ha vivido su vida en clave de éxodo y lo ha llevado a dejar su propia tierra para poner su pensamiento y sus intuiciones teológicas en diálogo permanente con culturas diferentes, con los que no profesan una fe explícita, o con otras disciplinas”. El Padre Gonzalo Zarazaga S.J., Director del Doctorado en Teología de la UCC, presentando el aporte de Coda, afirmó que “la Ontología Trinitaria de Piero Coda nos abre a la intimidad del Dios Trino y nos invita a participar de su amor en plenitud”. La Rabina Silvina Chemen, a través de un video-mensaje, expresó su afecto, su admiración y su gratitud a Piero Coda por su trabajo por reforzar los vínculos interreligiosos con el Movimiento de los Focolares. En sus palabras de agradecimiento, Monseñor Piero Coda declaró que consideraba el reconocimiento recibido como un aprecio por el estilo de comprensión y realización del trabajo filosófico y teológico, que se está manifestando como de gran actualidad en el proceso de reforma sinodal y misionera en el que está comprometida la Iglesia, bajo la guía del Papa Francisco. Además dijo: “Tenemos que aprender los unos de los otros, escuchando juntos lo que el Espíritu les dice a las Iglesias. Ello en el intercambio de los dones de las respectivas experiencias de inculturación de la fe y de la misión, de las que nuestras comunidades son portadoras”. Su lectio magistralis llevaba el título de “Habitar la reciprocidad del Padre y del Hijo en el Espíritu Santo para reavivar el sentido y el destino de la historia”.
María Laura Hernández Foto: gentileza UCC y Guillermo Blanco
Gracias a las donaciones de muchos, fue posible realizar intervenciones para aliviar el sufrimiento de las poblaciones afectadas por desastres naturales o guerras. La Coordinación de Emergencias de los Focolares hace balance de la situación de la recaudación de fondos en favor de Siria, Turquía, Ucrania, Italia, Paquistán y Filipinas. Los conflictos armados, las epidemias y los desastres ambientales como inundaciones o terremotos pueden poner a poblaciones enteras en graves dificultades con efectos inmediatos y a largo plazo. Para hacer frente a estas graves situaciones, en el seno del Movimiento de los Focolares se creó la Coordinación de Emergencias que, tras situaciones de emergencia humanitaria, lanza campañas de recaudación de fondos para ayudar a las poblaciones afectadas a través de programas apoyados por miembros del Movimiento de los Focolares o por organizaciones de los Focolares en todo el mundo, que operan por cuenta propia o en colaboración con otros. Recientemente, la Coordinación de Emergencias presentó el Informe 2023 donde resulta que, desde 2016 hasta finales de 2023, se recaudaron un total de 5.361.505 euros para emergencias en Siria, Turquía, Ucrania, Italia, Paquistán y Filipinas. En Siria, el proyecto “Semillas de Esperanza”, iniciado en septiembre de 2018, ha permitido ofrecer asistencia sociosanitaria a las familias, acceso a medicamentos esenciales, servicios sanitarios y quirúrgicos básicos para pacientes con enfermedades crónicas, apoyo educativo a los niños y adolescentes. Hasta el momento, 23.170 personas se han beneficiado del programa. Durante el terremoto de Siria y Turquía, ocurrido en febrero de 2023, 6.273 personas recibieron ayuda de diversas formas: asistencia financiera a 405 familias, distribución de detergentes a 490 familias y alimentos y ropa a 712 familias, además de apoyo psicológico a personas mayores, adultos y jóvenes y asistencia médica. Además, Work Empowerment (poniendo en valor las competencias laborales que cada uno tiene con el incentivo de los microcréditos) para 16 familias y 32 personas e intervenciones habitacionales para 138 familias. También se puso en marcha una granja comunitaria para proporcionar leche y generar ingresos para las familias de una aldea turca habitada por refugiados afganos. En Ucrania, en cambio, la situación de emergencia evoluciona constantemente: el conflicto se prolonga y las necesidades de la población son muchas y crecientes. En los últimos años, se ha proporcionado atención sanitaria básica a unas 12.000 personas y se ha proporcionado apoyo económico extraordinario a más de 2.000 familias. En Italia se han realizado diversas actividades de acogida para familias y niños desplazados de este país. También se realizó un campamento escolar en Austria con 30 niños de una escuela primaria de Kiev. Se ha inaugurado un centro de día protegido para niños y madres. Otra emergencia de este año fueron las inundaciones que azotaron varias regiones del planeta. En particular, durante la que afectó a Paquistán, se pudo contribuir con materiales de construcción para la restauración de 20 viviendas destruidas y apoyo a 1.150 personas. Durante la inundación de Emilia-Romaña (Italia) de 2023, se pudo ayudar a 16 familias con la compra o reparación de bienes materiales dañados por el agua y se realizaron obras de renovación en las viviendas de 7 familias. Además, se creó un campo de trabajo y se renovó una granja educativa. La Coordinación de Emergencia del Movimiento de los Focolares gestiona estos proyectos a través de Amu (Acción por un Mundo Unido) y AFN (Acción para Nuevas Familias), dos ONG nacidas del Movimiento de los Focolares que actúan en el sector social. Hasta la fecha, la recaudación de fondos sigue activa para las emergencias en Ucrania y después del terremoto en Siria y Turquía.
Hoy, 14 de marzo, día en que recordamos la partida al Cielo de Chiara Lubich, publicamos algunas de sus palabras, pronunciadas durante el encuentro del Movimiento Político por la Unidad, en Berna (Suiza), el 4 de septiembre de 2004. Una reflexión sobre el tipo de “amor” necesario para que sea posible la fraternidad universal. […] La fraternidad se realiza solamente con un amor especial. Es un amor que se dirige a todos, como Dios Padre que manda la lluvia y el sol sobre los sombríos malos y sobre los buenos. No es un amor que se dirige solamente a los parientes, a los amigos, a algunas personas, sino que se dirige a todos, y esto ya requiere una gimnasia. Si nos llevásemos hoy de esta sala únicamente el propósito de amar a todas las personas que encontremos, si es posible, y como somos cristianos, viendo a Cristo en ellos – porque Él dirá: “a mí me lo hiciste”, “a mí me lo hiciste”, “a mí me lo hiciste” -, a mi parecer, ya habríamos ganado mucho, porque de aquí partiría la revolución cristiana. Pero después, este amor que es necesario para la fraternidad, que no es tolerancia, pero es también tolerante; que no es solidaridad, pero también es solidaridad; es algo distinto, porque es el mismo amor de Dios – los cristianos decimos, difundido en nuestro corazón por el Espíritu Santo -, es un amor que es el primero en amar, no espera a ser amado, es el primero que se lanza, que se interesa por las personas, cuando… naturalmente, no hay que turbarlas. Éste es el primero que parte, no espera ser amado. En general, cuando uno ama, siempre espera ser amado para poder amar, en cambio éste es un amor que es el primero, que debe empezar… Y aquí está la revolución. Es por lo que nuestro Movimiento ha llegado, gracias a un carisma de Dios, no por nosotros, ha llegado hasta los últimos confines de la Tierra, porque si partimos de aquí pensando en amar a todos, en ser siempre los primeros, sin esperar, ¿eh? Aquí ya está el Evangelio, ¿Entienden lo que es el Evangelio? Esto es Evangelio. Además es un amor, que no es un amor sentimental, no un amor platónico, no es un amor evanescente, sino un amor concreto, que se hace uno con la persona amada: si está enfermo, se siente enfermo con ella; si goza, goza con ella; si conquista algo, la conquista también es suya. Como dice San Pablo: “Hacerse todo a todos”, “Hacerse todo a todos”, hacerse pobre, enfermo con los demás. Compartir, así es este amor, un amor concreto. Por lo tanto, un amor que se dirige a todos, que es el primero en amar, y un amor que debe ser concreto. Además, hay que amar a los demás como a uno mismo, así dice el Evangelio. A Eli, mi compañera, a quien veo en la sala, soy yo, porque debo amarla como a mí, como a Chiara, como amo a mí misma. Y lo mismo a Clara, debo amarla como a mí; a la otra señora, debo amarla como a mí, a la otra señora, como a mí, porque esto es Evangelio. También esto es fuerte, ¿quién ama al otro como a sí mismo? Y en cierto modo, casi que se traslada uno mismo a los otros para amarlos como a sí mismo. Además, es un amor que si lo viven más personas, se hace recíproco, porque yo amo a Marius, Marius me ama a mí; yo amo a Clara, y Clara me ama a mí. Este amor recíproco que es la perla del Evangelio – Jesús dijo: les doy un mandamiento nuevo: que se amen unos a otros como yo les he amado” y dijo que es el mandamiento suyo y nuevo, suyo, por tanto, sintetiza el Evangelio -, es la base de la fraternidad. ¿Qué queremos…? ¿Cómo podemos hacer para ser hermanos unos de otros sino amarnos, y amarnos como Él nos amó, dispuesto incluso a dar la vida por nosotros? Hay que tener presente todas estas cosas. Teniendo presente cómo es este amor, así respondo al señor que me ha hecho la pregunta ¿cómo hay que plantear la relación con los demás? Hay que plantearla como un diálogo. Yo tengo que ver al otro como alguien con quien tengo que dialogar pero, para poder dialogar, tengo que conocerlo, por lo tanto, tengo que entrar en el otro, no para imponerme, sino para tratar de entenderlo, dejar que el otro se exprese. […] es necesario entrar en el otro, dejar que se abra, dejar que hable y que sienta el vacío en nosotros, la capacidad de comprenderlo, de entenderlo. Entonces sucede – es nuestra experiencia – que también el otro comprende que es amado y entonces escucha con gusto también nuestro discurso. Y aquí el Papa dice una frase estupenda para el diálogo. Entonces es necesario que demos nuestra verdad, en la que creemos, pero que sea un “respetuoso anuncio”, es decir, un anuncio que respete el pensamiento del otro, que no quiere hacer proselitismo, en fin, que no quiere mortificar al otro. Éste es el diálogo que hay que hacer y es la base de nuestra vida, de la fraternidad universal.