Sep 17, 2021 | Sin categorizar
También es un llamado para nosotros: tener una mente y un corazón abiertos para reconocer y ocuparnos de las necesidades de los demás, usar nuestros talentos, nuestro tiempo, para el bien común en las casas y más allá. Es una invitación a ponernos en el último lugar para ser “primeros”, para impulsar a todos hacia el único futuro posible: la fraternidad universal. Escuchar Amar a un prójimo a veces significa simplemente escucharlo… ¡incluso durante horas! Me pasó esta mañana, cuando alrededor de las 9.30 me vino a visitar un amigo que pasa la mayor parte del año en el exterior. Me habló de su padre fallecido recientemente, de su cuidador, de varios problemas familiares, también que, para no perder la misa dominical, viaja dos horas de ida y dos de vuelta para llegar a la capellanía donde se celebra en italiano. Eran más de las 12 cuando nos despedimos. Solo entonces me di cuenta de cuánto tiempo me tomó escucharlo. (Umberto – Italia) Competición en la cocina Siempre, al volver a casa del trabajo, veía a mi esposa cansada. Le pregunté a Dios cómo ayudarla y una noche, durante la cena, se me ocurrió la idea de una semana de prueba en la cocina: cada uno tenía que preparar una cena diferente (junto con la abuela somos exactamente siete). Incluso nuestro tercer hijo, un adolescente siempre feliz con todo, estaba entusiasmado con la competencia. A medida que pasaba la semana, una de las hijas propuso continuar, incluso poniendo una calificación. Aquí se volvió aún más divertido. Con gran alegría noté a mi esposa aliviada y feliz de ver a sus hijos en acción. Una vez, hablando entre nosotros, me dijo que estaba descubriendo lados nuevos e inesperados de nuestros chicos. (G.B. – Eslovaquia) Esa mirada decía todo Me había retirado del trabajo antes de lo esperado solo para estar cerca de mi esposa, que desde hacía tiempo comenzaba a estar enferma. Desafortunadamente, la suya era una enfermedad degenerativa. Día tras día veía disminuir sus capacidades, el habla, los movimientos … ¿Dónde estaba la maravillosa mujer con la que había soñado una vida de felicidad, una familia numerosa y hermosa, un compromiso de ser una casa abierta para todos? Ahora estaba allí, inmóvil; movía los ojos y esa mirada decía todo. Mi fe no estaba viva, también porque, como profesor de filosofía, conozco los trucos de la mente y el peligro de las mistificaciones. Pero desde cuando la conversación con mi esposa se había convertido en silencio, sentí que se alegraba si yo rezaba junto a ella, por ella, en ella. Hace dos meses murió en silencio. Dejó un bien que ni mis hijos ni yo sabemos cuantificar. Ella plantó una semilla de luz en nosotros. Cuando apareció la enfermedad, dijo: “La vida ahora es cuesta arriba. Me gustaría recorrerla con ustedes. Pero Dios me pide que pueda decir con la vida mi gracias”. (G.d.P. – Italia)
Maria Grazia Berretta
(tomado del Il Vangelo del Giorno, Città Nuova, año VII, n.4, septiembre-octubre de 2021)
Sep 16, 2021 | Sin categorizar
La palabra del papa Francisco a los miembros de las diversas asociaciones de fieles, movimientos eclesiales y nuevas comunidades. Hemos pedido a Margaret Karram y a Jesús Morán sus primeras impresiones. Una mirada al futuro aunque manteniendo los pies bien arraigados en el presente. Este parece ser el comienzo de un camino de discernimiento sugerido hoy por el papa Francisco en la audiencia a los miembros de las diversas asociaciones de fieles, movimientos eclesiales y nuevas comunidades.
Esta mañana el Santo Padre se presentó inesperadamente en el encuentro con los moderadores de las asociaciones de fieles, de los movimientos eclesiales y de las nuevas comunidades, organizado por el Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida. A este momento de gran reflexión sobre el tema: La Responsabilidad de gobernanza en las agregaciones laicales: un servicio eclesial, participaron también la presidenta del Movimiento de los Focolares, Margaret Karram, y el copresidente, Jesús Morán Cepedano. “Fue una gran sorpresa –dijo Margaret Karran– ver que el Santo Padre llegaba justamente al comienzo del encuentro. Hizo una estupenda intervención, muy densa y clarificadora; nos dio la interpretación correcta del Decreto general que promulgó el Dicasterio, el pasado mes de junio, sobre la renovación de los cargos de gobierno en los movimientos eclesiales y en las nuevas comunidades”. Al renovar su estima y su agradecimiento a todos los presentes, sobre todo por el modo de vivir y testimoniar el Evangelio, el Santo Padre identifica como primera etapa en el arduo mandato de evangelización y apostolado de todos, precisamente el Bautismo, el medio que “nos hace sacerdotes juntos, en el sacerdocio de Cristo: el pueblo sacerdotal”. El Papa Francisco describe las variadas realidades eclesiales como un pueblo que camina, en continuo crecimiento, que también reconoce sus debilidades; un pueblo que no se detiene y tiende siempre a la conversión: “¡Recuerden siempre que construir el futuro no significa salir del presente que estamos viviendo! Al contrario, hay que preparar el futuro aquí y ahora, ‘en la cocina’, aprendiendo a escuchar y discernir el tiempo presente con honestidad y valentía y con la disposición al encuentro constante con el Señor y a una constante conversión personal. De hecho, si no se tiene esta actitud, se corre el riesgo de vivir en un ‘mundo paralelo’, destilado, lejos de los verdaderos desafíos de la sociedad, de la cultura y de todas las personas que viven junto a ustedes y que esperan su testimonio cristiano. El camino del Evangelio no es un viaje turístico. Es un reto: cada paso es un reto y cada paso es una llamada de Dios”.

Jesús Morán, Margaret Karram y Giovanni Ramonda (Moderador de la Asociación Papa Juan XXIII)
Un verdadero estímulo paternal que revela cómo la docilidad y la humildad sean una exhortación a seguir, y necesaria para profundizar continuamente en el carisma al que se pertenece y reflexionar sobre la mejor manera de encarnarlo en la vida cotidiana. El mismo Decreto promulgado el 11 de junio de este año –Las asociaciones internacionales de fieles–, va en esta dirección: aceptar algunos cambios y preparar el futuro partiendo del presente. La responsabilidad de gobierno en las agregaciones laicales sobre la que reflexiona hoy el Papa también invierte su pirámide o, podríamos decir, recompone el orden correcto colocando el servicio en su cúspide: “Gobernar es servir. (…) Aprendamos a decir ‘somos siervos inútiles’ (Lc 17,10). Tengamos presente esta expresión que hace mucho bien a la Iglesia y recuerda la actitud adecuada para trabajar en ella: el servicio humilde, del que Jesús nos dio ejemplo, lavando los pies a los discípulos”.
“Tras la intervención del Papa –dice Jesús Morán– no es posible leer solo el Decreto; hay que hacerlo agregando también las palabras que pronunció esta mañana. Es como un pequeño tratado sobre cómo se ejerce el gobierno a la luz del Evangelio”. “Estamos viviendo un acontecimiento profundamente eclesial de gran comunión –añade la presidenta Karram– con profundas reflexiones. En los próximos meses creo que tendremos que profundizar en este importante tema también para vivir mejor nuestro carisma”. “Debemos reconocer y expresar el gran amor y cuidado del Dicasterio hacia los movimientos; su intención es salvar los carismas y así lo demostró el Papa, quien reiteró varias veces su agradecimiento a las diversas realidades eclesiales presentes, especialmente por su compromiso en este momento de sufrimiento para toda la humanidad”, concluyó Morán. Para acceder a la transcripción completa del discurso del Papa Francisco: https://www.vatican.va/content/francesco/es/events/event.dir.html/content/vaticanevents/es/2021/9/16/associssioni-fedeli.html
Sep 13, 2021 | Sin categorizar
Más allá de la valla de la libertad y de la igualdad. A veinte años de la caída de las Torres Gemelas, las palabras de Chiara Lubich sobre el atentado que cambió el destino del mundo están más vigentes que nunca, y nos recuerdan cuál es el único camino por recorrer hacia la paz. Al día siguiente del 11 de setiembre muchos de nosotros advertimos la exigencia de reflexionar a fondo sobre sus causas, pero sobre todo de comprometerse por una verdadera, responsable y decidida alternativa al terror y a la guerra. (…) De modo análogo hoy, en Nueva York como en Bogotá, en Roma como en Nairobi, en Londres como en Bagdad, muchos nos preguntamos si es posible vivir en un mundo de pueblos libres, iguales, unidos, donde no solamente unos respeten la identidad de los otros, sino que también se interesen por las respectivas necesidades. (…) Desde muchos puntos de la tierra se eleva hoy el grito de abandono de millones de refugiados, de millones de hambrientos, de millones de explotados, de millones de desocupados que son excluidos y como ‘amputados’ del cuerpo político. Esta separación ̶ y no solamente las carencias y las dificultades económicas ̶ es la que los hace aún más pobres, que aumenta –si es que todavía puede aumentar– su desesperación. (…) La libertad y la igualdad no bastan por sí solas para los retos del presente y del futuro de la humanidad. Nuestra experiencia nos enseña que se necesita, creemos, un tercer elemento, olvidado desde hace tiempo en el pensamiento y la praxis política: la fraternidad. (…) Es la fraternidad la que puede hacer florecer proyectos y acciones en el complejo tejido político, económico, cultural y social de nuestro mundo. Es la fraternidad la que hace salir del aislamiento y abre la puerta del desarrollo a los pueblos que todavía están excluidos. Es la fraternidad la que indica cómo resolver pacíficamente las discordias y que relega la guerra a los libros de historia. Es por la fraternidad vivida que se puede soñar e incluso esperar en alguna comunión de bienes entre países ricos y pobres, ya que el escandaloso desequilibrio que existe en el mundo es una de las causas principales del terrorismo. La profunda necesidad de paz que la humanidad expresa actualmente, dice que la fraternidad no es solamente un valor, no es solamente un método, sino que es un paradigma global de desarrollo político. Por eso, un mundo cada vez más interdependiente tiene necesidad de políticos, de empresarios, de intelectuales y de artistas que pongan a la fraternidad –instrumento de unidad– como centro de sus acciones y de sus pensamientos
Chiara Lubich
(Chiara Lubich, Mensaje a la Primera Jornada Mundial de la Interdependencia, Filadelfia, EE.UU., 12 de septiembre de 2003 en Discorsi in ambito civile ed ecclesiale, por Vera Araujo, Città Nuova, Roma, 2020, pp. 111-113)
Sep 11, 2021 | Sin categorizar
La solidaridad compartida el 11 de septiembre por católicos y musulmanes en Indianápolis (EEUU) continua. Los días después de los ataques terroristas del 11 de septiembre de 2001, muchos musulmanes estadounidenses fueron víctimas de un contraataque agresivo y a veces violento por parte de sus compatriotas, porque los hombres que ese día pilotearon los aviones de la aerolínea eran extremistas musulmanes. El Nur-Allah Islamic Center de Indianápolis fue objeto de muchas amenazas de atentado los días después de los sucesos del 11 de septiembre. Por eso, cuando los musulmanes del centro se reunieron para la oración del viernes después de los ataques, sabían que ellos también podrían ser víctimas de un ataque. Pero no estaban solos.
Ese día se unieron a ellos algunos amigos católicos que eran miembros de los Focolares, un movimiento de la Iglesia, eclesial, internacional y laico, que entre otras cosas promueve una mayor unidad de la familia humana. “Fue una experiencia muy emocionante”, dijo un miembro del Nur-Allah David Shaheed, quien también es juez del condado de Marion desde 1996. “Se sintieron vinculados a nosotros. Sintieron que éramos amigos y vecinos de casa. Arriesgaron su vida para estar con nosotros en un momento históricamente tan tumultuoso y espantoso”. John Mundell, era miembro de la parroquia de San Pio X el 11 de septiembre y formaba parte del grupo de los Focolares que vino a Nur-Allah el 14 de septiembre de 2001. “Esa experiencia ha sido probablemente uno de los momentos más sagrados de mi vida”, dijo. “Cuando entramos como grupo y nos vieron, se advertía en su mirada y en sus rostros que se daban cuenta de que la relación que habíamos establecido era real. No había nada falso ni superficial”.
Los miembros de los Focolares sabían que decidir estar con sus amigos del Nur-Allah después de las amenazas de bombardear su centro podía poner en peligro sus vidas. Pero la relación recíproca era tan importante para ellos que decidieron aceptar ese riesgo. “Nuestra fe católica nos invitaba a estar ahí con ellos”, dijo Mundell, quien ahora es miembro de la parroquia de Nuestra Señora de Lourdes, en Indianápolis. “A partir de ese momento se abrió el camino. Dentro sabía que era justo hacerlo, pero a partir de ahí podía decir, ‘Sí, lo estamos haciendo’”. “Afortunadamente ese día no hubo ataques. Pero algunos miembros del Nur-Allah apreciaron tanto la expresión de solidaridad de sus amigos católicos que se reunieron con ellos en la misa dos días después, en la iglesia de San Pío X. “Era amor recíproco”, dijo Mundell. “Te expandes por amor y después recibes esa misma ola (de amor) de vuelta. Era una sensación sagrada. En cierto modo estaba la presencia de Dios en esta relación que se estableció”. Esa relación había iniciado en 1997, siguiendo el ejemplo de Chiara Lubich, la fundadora italiana de los Focolares, quien había ido a visitar a W.D. Muhammed, el líder de una rama de los musulmanes de Estados Unidos compuesta mayoritariamente por negros estadounidenses. Después del inicio de la relación con los miembros de los Focolares, durante los siguientes años, en el Nur-Allah se empezaron a realizar encuentros de católicos y musulmanes que atraían a personas de toda la región medioriental. Uno de estos encuentros había tenido lugar solo dos meses antes del 11 de septiembre. Pero los eventos de ese día hicieron que la relación se consolidara rápidamente en un modo que no se habrían podido imaginar. “Hay momentos en los que Dios nos llama a la unidad a través del dolor”, dijo Michael Saahir, el imán residente en el Nur-Allah. Para él, ésta es una lección que perdura desde el 11 de septiembre, y teme que se vaya olvidando con el pasar de los años. “Sucede demasiado a menudo que cuando el dolor se aplaca olvidamos”, dijo Saahir. “Tendemos a olvidar demasiado fácilmente. O ni siquiera sacamos el tiempo para estudiar las lecciones que se derivan de estos momentos. Y la unidad de la familia humana es la principal lección”. En los últimos años, los miembros de los Focolares de Indianápolis han tomado más conciencia del dolor experimentado por sus amigos musulmanes negros debido a su raza. “No somos perfectos como estadounidenses, ni como católicos, al abrazar esta idea de la fraternidad universal”, dijo Mundell. “Tenemos todavía mucho camino que recorrer. Hay un aspecto racial en el que tenemos que seguir trabajando y escuchar”. Los miembros de los Focolares y del Nur-Allah se han comprometido para que las lecciones del 11 de septiembre y otras lecciones se sigan recordando. A lo largo de los meses y de los años después de ese día, personas de ambas comunidades de fe han sido invitadas a las parroquias de toda la arquidiócesis y también de fuera, y a las universidades, para contar su experiencia de relación interreligiosa. Cuando Mundell empezó a recibir estas invitaciones, empezó a reconocer el significado de las relaciones personales sencillas que se habían creado con sus amigos musulmanes desde 1997. “Nos hicieron entender lo extraordinaria que era esta relación y que no estaba destinada sólo a nosotros”, dijo. “Había que compartirla con todos”. “La gente tiene necesidad de ver un modelo o un ejemplo”, dijo Saahir. “Agradezco que nuestra relación con los Focolares sea un modelo, no sólo para musulmanes y católicos, sino para cualquiera que quiera ver que es factible y por mucho tiempo”. Mundell y Saahir esperan que la longevidad de la relación entre sus dos comunidades continúe en la siguiente generación”. “Es como transmitir la propia fe”, dijo Mundell. “La próxima generación deberá asumirla como propia. Deben hacer la experiencia. Es algo que haremos durante el resto de nuestra vida. Las relaciones se deben renovar y reconstruir continuamente”.
De Sean Gallagher para “The Criterion”, 3 de septiembre de 2021
Al servicio de la Iglesia en Indianápolis central y meridional (EEUU) desde 1960
Sep 10, 2021 | Sin categorizar
A pesar de las fragilidades y los miedos de los discípulos, Jesús tiene confianza en ellos y los llama a seguirlo para compartir su misión, que es la de servir a todos. Servir, no tanto como un esclavo, que está obligado a su trabajo, sino como una persona libre que ofrece generosamente sus capacidades y sus fuerzas. Solidaridad con los gitanos La pandemia ha agudizado los problemas sociales de nuestro territorio. Y uno de los problemas más graves en nuestro ambiente es el habitacional. Mucha gente no sabe cómo resolverlo y vive en situaciones de angustia y a veces de gran deterioro. Con mi parroquia, en un momento ayudamos a una familia a mudarse de una choza húmeda y en ruinas, a una vivienda más digna. Ese gesto sirvió para superar ciertos prejuicios; porque era como si pensaran que si el Padre Peppino y los demás reciben a extranjeros gitanos, quería decir que son personas como nosotros, a quienes podemos y debemos ayudar. Para ellos se puso en marcha una verdadera competencia de solidaridad. Hubo quien donó muebles, quien se ocupó de transportarlos y armarlos, algunos se encargaron del contrato y otros de los servicios. M., madre gitana de dos niños preciosos, ni bien volvieron del hospital en donde había estado internada por el Covid-19, me dijo: “Estoy emocionada y quería agradecerles, porque nunca me sentí querida como me quieren ustedes y toda la comunidad”. (Padre Peppino – Italia) Haz a los demás… En el colegio tenía un compañero de clase perezoso y muy malo en matemática. Varias veces le había insistido en que debía poner más empeño en estudiar, pero nunca obtenía resultados. En las pruebas del primer semestre salió insuficiente. Se sintió humillado delante de todos y lloró. Aunque no había escuchado mi consejo y era culpa suya, una frase venía a mi mente: “Haz a los demás lo que quisieras que te hiciesen a ti” y pensé en ayudarlo. Me ofrecí para darle clase de matemática y él, sorprendido y feliz, enseguida accedió. No fue fácil llevarlo a un nivel aceptable, pero se dio un pequeño prodigio pues en el examen del segundo semestre obtuvo un resultado superior a la suficiencia. (Radu – Rumania) Proximidad Hace unos diez años, cuando vivir en Siria se había vuelto difícil para nosotros cristianos, nos preguntamos si debíamos quedarnos. Muchos parientes y amigos habían optado por partir y por las noticias recibidas parecía que habían encontrado ambientes tranquilos, sin ruidos de armas, terrores y peligros. Sin embargo, por más que hagamos poco, nos parece que nuestra presencia aquí, día tras día, es una verdadera misión. No es una cuestión de dar testimonio de nuestra fe o de fidelidad a la patria, sino de esa proximidad de la que habla el Papa Francisco. Estamos seguros de que para nuestros hijos –aunque siga siendo difícil– también será una gran maestra de vida. (V.M. – Siria)
Recogido por Maria Grazia Berretta
(extraído de Il Vangelo del Giorno, Città Nuova, año VII, número 4, septiembre-octubre de 2021)
Sep 6, 2021 | Sin categorizar
El Movimiento de los Focolares participa en varios países del mundo en la acogida de refugiados afganos. En Italia, hasta la fecha, unas 400 personas se han ofrecido a abrir sus puertas a los refugiados. Ha habido una respuesta inmediata de personas, familias y comunidades enteras, desde Milán hasta Ragusa. En Italia el Movimiento de los Focolares ha lanzado un llamamiento para concretar la acogida, enseguida después de los primeros puentes aéreos que trajeron a los refugiados afganos a nuestro país: desde el 26 de agosto se ha lanzado una invitación a través de las comunidades locales de los Focolares y de las muchas personas involucradas a varios niveles en redes locales o nacionales de acogida y acompañamiento de inmigrantes. El llamado nos invita a considerar la posibilidad de abrir los centros del movimiento, institutos religiosos, canónicas, casas parroquiales, pero también las propias casas; captar a quienes estén dispuestos a colaborar en esta emergencia apoyando a los refugiados que llegan; iniciar colaboraciones con autoridades y organizaciones locales. Un trabajo en marcha, que debe combinar la iniciativa privada con los sistemas de acogida preparados por el Ministerio del Interior, y que ya está dando sus primeros pasos concretos, en línea con lo que esperaba el papa Francisco en el Ángelus del domingo 5 de septiembre, que todos los afganos “tanto en patria, como en tránsito y en los países de acogida” pueden “vivir con dignidad, en paz y fraternidad con sus vecinos”. Las respuestas no tardaron en llegar: algunas personas pusieron a disposición su experiencia profesional, sus viviendas o viviendas desocupadas. Entre los primeros en responder al llamamiento, una enfermera de Bérgamo: “Entre un turno y el siguiente, estoy disponible para cualquier necesidad”. Otros ofrecieron sus competencias legales, de salud o relacionadas con la educación. Una familia de Lombardía, con cinco niños pequeños, dijo que estaba dispuesta a acoger a un niño. No solo familias, sino comunidades enteras que responden a la invitación del Papa para abrir canónicas e iglesias. El mundo religioso se pregunta cómo ponerse a disposición: este es el caso de un grupo de religiosos de los pueblos del Vesubio. También hay comunidades de focolarinas, como en Pesaro, Milán, Cosenza, que se unieron para unir fuerzas y encontrar un lugar para poner a disposición de alguien. También continúan los contactos con algunas organizaciones y cooperativas con ideales compartidos, que pueden sostener y apoyar esta acogida que se hace en familia con las herramientas adecuadas, como el Fo.Co. (Chiaramonte Gulfi, RG) y la asociación Nuevos caminos para un mundo unido (Roma). También en la región de Lacio, en Marino, la acogida es un hecho por parte de la cooperativa y asociación sin fines de lucro Una ciudad no basta, que se activó de inmediato. En el Centro Mariápolis de Castel Gandolfo, algunas familias afganas han sido acogidas desde los primeros días de la emergencia. En varias ciudades de Italia, el pasado 28 de agosto se participó en la iniziativa impulsada por la Economy of Francesco por los derechos y libertades de las mujeres afganas. Paralelamente, continúa la recaudación de fondos, con pequeñas y grandes cifras – hay quienes no pudieron abrir sus casas y cotizaron sus joyas familiares, destinándolas a asociaciones que a nivel local podrán utilizarlas para necesidades específicas, que no se pueden cubrir con las contribuciones estatales. La cuenta de referencia es la que ya está en uso para la emergencia del COVID. Los aportes se pueden depositar con el propósito ACCOGLIENZA AFGHANISTAN.
Maria Chiara De Lorenzo