Movimiento de los Focolares
Semana por la Unidad de los Cristianos 2021

Semana por la Unidad de los Cristianos 2021

“Permanezcan en mi amor: darán abundante fruto” (Jn 15, 5-9) es el pasaje evangélico elegido para este año. El énfasis está en “permanezcan”, porque buscar la unidad es un compromiso de tiempo completo. “No basta con reunirse para actividades de evangelización o caritativas. Lo que está detrás de todo lo que hacemos juntos es el amor. Podríamos hacer planes maravillosos; podemos reunir a cristianos de diferentes grupos; pero si no tenemos amor, nada tiene valor”. Quien habla es la Quezon City Ecumenical Fellowship (QCEF), la asociación ecuménica de la Ciudad de Quezón, ubicada en el interior de Manila (Filipinas) en la que participan varios miembros de los Focolares. El material elaborado este año por la comunidad monástica de Grandchamp[1], que contiene los textos de reflexión para la Semana de oración por la unidad de los cristianos 2021 (18-25 de enero), dice que “Permaneciendo en Cristo crece el fruto de la solidaridad y del testimonio” y los miembros de QCEF han hecho la experiencia. Queremos dar voz a algunos de sus testimonios, resaltar la variedad y fantasía, para que puedan inspirar a otros a trabajar cada día por la unidad entre las Iglesias. Reciprocidad Cuando comenzamos QCEF hace años – dice el pastor Kenneth Aguilera, superintendente regional de la Iglesia Metodista de UNIDA – realmente no pensamos en iniciar una comunidad de hermandad o asociación ecuménica. Era un simple encuentro con amigos de diferentes Iglesias para tomar un café. Pero esa reunión informal fue muy buena y comenzamos a hacerla con regularidad; así nació QCEF. Compartimos alegrías y dolores llegando a cuidar y amar la Iglesia el uno del otro. Inventamos ocasiones y eventos para estar juntos con regularidad, tanto que cuando llegó la Semana de Oración por la Unidad de los Cristianos fue la gran oportunidad para todos de caminar, trabajar y orar juntos. Así entendí que el verdadero ecumenismo es una especie de competencia entre los cristianos para hacer crecer nuestro amor recíproco. Es como trabajar con mi familia y me parece que hay una gran presencia de Jesús entre nosotros. Solidaridad La pandemia no nos ha impedido vernos regularmente – escriben Jane y Bert – seguimos reuniéndonos on line para reflexionar sobre la Palabra de Vida y compartir nuestras experiencias. Trabajamos juntos para proyectos de patrocinio comunes. Para ayudar a muchas personas que atraviesan momentos difíciles, hemos convocado a algunos expertos y organizado webinar y video-conferencias sobre diversos temas que enfrentamos en este momento, como el manejo de desafíos psicológicos en tiempos de crisis, incluyendo ansiedad y depresión; la prevención de la violencia doméstica y el maltrato infantil y el conocimiento del ecumenismo entendido como un camino hacia la unidad cristiana. Organizamos recolección de alimentos para las víctimas de los recientes tifones e inundaciones y, con una comunión de bienes entre nosotros, pudimos brindar una primera ayuda económica y alimentos de primera necesidad a los evacuados. Además, recaudamos fondos para una diócesis gravemente afectada por un tifón. Proximidad La familia de Hedy Ng vive junto a una iglesia metodista: “Nuestra relación de vecindad comenzó cuando su templo estaba en construcción. Inmediatamente ofrecimos la posibilidad de conectarse a nuestro pozo de agua y construimos un muro divisorio entre nuestras propiedades para garantizarles privacidad. Cada vez que el pastor cambia hacemos todo lo posible para hacernos amigos, considerándolos verdaderos hermanos y hermanas; nuestros hijos juegan juntos. Últimamente, el pastor Dione Padel participó en nuestros encuentros con QCEF y se mostró muy feliz de formar parte de la hermandad que vivimos. Recientemente perdió a su esposa y todos nosotros en QCEF hemos hecho lo posible para estar cerca de él y también ofrecerle apoyo financiero y moral y la unidad que hemos construido sigue adelante.

Stefania Tanesini

[1] www.grandchamp.org

El “Alfa” de nuestra espiritualidad

Dentro de pocos días  iniciará la Asamblea General del Movimiento de los Focolares. En el siguiente texto, Chiara Lubich subraya la virtud principal a la que están llamados todos los que se sienten parte de este Movimiento. San Pablo […] nos invita a no ser tímidos en el servir a Dios, sino fuertes, llenos de amor y sabiduría[1]. Ahora bien, ¿dónde podemos recurrir para adquirir y desarrollar estas y todas las demás virtudes que necesitamos? Es fácil […]: dejar vivir a Jesús en nosotros en lugar de nuestro ‘yo’. Pero ¿cuál es el modo para que Jesús viva en nosotros? Ser amor, como Dios es Amor (Cf. 1 Jn 4,16). Lanzarnos, entonces, fuera de nosotros para amar a los demás. Nosotros hablamos siempre de amor y podría parecer superfluo subrayarlo también esta vez. Pero no es así. El “hombre viejo” (Cf. Ef 4,22) – el no amor – está siempre dispuesto a aventajarnos escondido quizás detrás de mil excusas. El nuevo año que comenzamos debe ver resplandecer decididamente en cada uno de nosotros al “hombre nuevo” (Cf. Ef 4, 24). De esta manera actuaremos bien donde estemos; llevaremos adelante y construiremos la Obra y, con ella, la Iglesia. Volvamos, entonces, a lo que es el Alfa de nuestra espiritualidad: el amor. Por otra parte, este es nuestro carisma. Y este es el elemento que el mundo también hoy más necesita. Miremos a nuestro alrededor. ¿Donde encontramos el amor que Jesús trajo a la tierra? […] Leamos los periódicos: las crónicas reportan casi siempre, episodios tristes, de violencia. Sí, existe el amor humano que une todavía a muchas familias y crea amistades, pero es difícil encontrar el amor cristiano. Podemos descubrirlo en algún ‘oasis espiritual’ entre personas consagradas o comunidades de cristianos comprometidos; pero, en general, en el mundo no se lo encuentra. Nosotros hemos sido suscitados por Dios y elegidos, junto a otros, precisamente para llevar este amor. Es el don, el gran don que debemos hacer a la humanidad. […] El amor es el estilo de [nuestro Movimiento]. Entonces ¡lancémonos fuera de nosotros para amar! […] Volvamos a encender el amor en nuestro corazón. ¡Lancémonos a amar!, para que el mundo conozca pronto, en todas  partes, el amor verdadero.

 Chiara Lubich

(En una conferencia telefónica, Rocca di Papa, 9 de octubre de 1986) Extraído de: “El estilo de la Obra de María es el amor”, Cf. Chiara Lubich, Juntos en camino, Ciudad Nueva, Buenos Aires 1988, pág. 182-184.  [1] “Porque no nos dio el Señor a nosotros un espíritu de timidez, sino de fortaleza, de caridad y de templanza” (2 Tim 1,7).  

Evangelio vivido: compartir las necesidades

Jesús nos invita a seguirlo, a hacer de nuestra existencia un regalo al Padre como él; nos propone imitarlo en salir al encuentro con delicadeza de las necesidades de cada persona con quien compartimos una pequeña o gran parte de nuestra jornada, con generosidad y desinterés. El vecino Como le habían amputado la pierna, ante cualquier necesidad, nuestro vecino le pedía ayuda a mi esposo, quien a menudo llegaba tarde a casa porque estaba ocupado con él. Su hijo, aunque vivía cerca, no se interesaba por sus padres, pues entre ellos se interponían viejos rencores. Un día, todos en familia, decidimos celebrar el cumpleaños de nuestro vecino con nosotros e invitar, para la ocasión, a la familia del hijo y a otras personas del barrio. En el ambiente de amistad que se había creado, algunos de ellos se ofrecieron a dar una mano. Algunos se ocuparon del jardín, otro de la revisión del coche, otro encontró tiempo para ayudar con la limpieza. Ante tanta generosidad, incluso el hijo del vecino no pudo abstenerse de colaborar. Desde entonces hemos seguido celebrando cumpleaños y varios aniversarios en nuestra casa. Los rencores han desaparecido. También los niños se han beneficiado ya que ahora van a la casa del vecino a escuchar cuentos y aprender a trabajar con la madera. (F. F. – Eslovaquia) Recolección de basura Un domingo iba en bicicleta por un sendero de montaña cuando he visto la basura dejada por alguien que había estado haciendo un picnic, esto me indignó. Este descuido de la naturaleza, regalo de Dios, me parecía intolerable y en lugar de continuar comencé a recoger esa basura. Pero después aparecieron otras cosas: botellas de plástico y vidrio, bolsas vacías, rollos de papel, envoltorios de papas fritas… ¿Qué hacer? Cambié mis planes y mi recorrido en bicicleta se convirtió en una recolección ecológica. Una familia paseando, viéndome trabajar, sin decir nada se unió a mí para darme una mano, incluidos los niños que parecían divertirse mucho cuando veían un papel o una botella en el camino. Pronto me hice amigo de esa familia; luego se nos ocurrió la idea de futuras campañas de recolección de residuos en las que involucrar a otros interesados en ayudarnos. Y así, otros domingos nuestros paseos se convirtieron en limpieza de senderos. Siempre es así, basta empezar. (D. H. – Alemania) Olvidar las llaves Pedaleaba en bicicleta cuando me di cuenta de que me había traído las llaves de la casa que generalmente dejamos en un lugar del jardín. Mi esposa estaba en el trabajo y tampoco nuestra hija podría entrar después de la escuela. No podía más que volver y dejar las llaves. En el camino de regreso, desplomado en un banco, reconocí a un amigo mío. Estaba borracho y se quejaba de un esguince en el pie, que estaba muy hinchado. Lo recogí y lo llevé a casa de sus padres, afortunadamente no muy lejos de allí. Siendo ancianos y no podían acompañar al hijo a la sala de urgencias, me encargué de ello. Pero primero fui a casa para devolver las llaves. Mientras esperábamos nuestro turno en el hospital, mi amigo, que mientras tanto había recuperado la lucidez, me habló de su esposa e hijos que no lo aceptaban. Desde ese día, ocuparme de mi amigo y de sus padres se convirtió en un compromiso fijo para mí. También contacté a su familia: ahora parecen más dispuestos a reconciliarse. Olvidar las llaves había sido providencial. (R. N. – Bélgica)

Stefania Tanesini

(tomado del El Evangelio del Día, Città Nuova, año VII, n. 1, enero-febrero de 2021)

Pacto Educativo Global

El 15 de octubre de 2020 el Papa Francisco lanza una fuerte, renovada alarma por el agravamiento del desequilibrio educativo mundial. Solo una alianza entre todos los que componen la sociedad puede generar un cambio de dirección de la humanidad hacia la paz y la fraternidad: nace por eso el PACTO EDUCATIVO GLOBAL – un pacto educativo mundial. https://vimeo.com/490812586

Filipinas, renace la Mariápolis Pace

Filipinas, renace la Mariápolis Pace

Al año de la erupción del volcán Taal y en plena pandemia del Covid-19, en la ciudadela de los Focolares, la reciprocidad del amor realiza la reconstrucción de lugares y relaciones. “La vida continúa en la Mariápolis Pace.  El amor recíproco es vivido entre nosotros con una intensidad que antes nunca habíamos experimentado, tal vez por los grandes sufrimientos que hemos tenido que afrontar juntos y que han hecho que nuestras relaciones fueran más profundas y más simples, nuestro amor y el cuidado del uno por el otro más tangibles y concretos, las sonrisas y la disponibilidad a detenernos y escucharnos más espontáneas y naturales”. Ting Nolasco, focolarina del centro del Movimiento ubicado en la localidad de Tagaytay, en las Islas Filipinas, cuenta cómo vive hoy la comunidad de los Focolares en el territorio, al año de la erupción del volcán Taal, el 12 de enero pasado. La destrucción que siguió tras la erupción, y que dejó toda el área alrededor del volcán, por kilómetros, cubierta de cenizas y lodo, con poblaciones evacuadas sin alimento, agua, ni electricidad, no impidió que lugares y comunidades se vieran renovados por la exigencia de reconstruir juntos estructuras y relaciones. Ver la efusión de generosidad por parte de gente de todo el mundo que donaba bienes de primera necesidad –continúa Ting–  y ver por la mañana el convoy de camiones que llegaba de lugares lejanos para ayudar a las personas en las zonas afectadas fue algo impresionante”. Los mismos focolarinos, los jóvenes, las familias y los religiosos habitantes de la Mariápolis Pace se vieron obligados a abandonar el lugar y algunos fueron recibidos en una casa que luego “se transformó” en un centro logístico para la distribución de los bienes de primera necesidad. Una vez que pasó la emergencia se empezó la reconstrucción, ulterior ocasión para ver actuar la generosidad de muchas familias, estudiantes; gente que había recibido apoyo desde los centros, se ofreció para ayudar, incluso arriesgando su incolumidad, “como expresión de gratitud y de reciprocidad por lo que habían recibido”. El ambiente circunstante también parece haber adquirido vida: “Los alrededores, que antes eran grises y aparentemente estaban muertos, ahora han estallado en una manifestación de colores y abundancia de vegetación –dice Ting– ; flores, árboles, frutas y verduras crecen más vigorosos gracias al abono natural que la caída de las cenizas mezclada con el terreno ha producido.  Es una experiencia de resurrección”. meses después de la erupción, sin embargo, el estallido de la pandemia del Covid-19 volvió a poner de rodillas a la Ciudadela, pero sin frenar el camino de la nueva vida que había surgido: “Se notó un impulso a vivir por los demás –sigue contando Ting– sobre todo en quienes se comprometieron en primera línea. Los niños prepararon tarjetas alusivas para mostrarles su amor y su aprecio. Con la ayuda de nuestras familias, realizamos 2.500 viseras para repartir en los hospitales, centros sanitarios, la Cruz Roja, municipios y escuelas.  Como contrapartida llegaron donaciones que cubrieron los gastos y permitieron comprar otros bienes de primera necesidad y repartir dinero a las familias.  En todos los casos hemos constatado la mano de Dios que actúa”. “Dios nos ha permitido afrontar estas dos aparentes calamidades para que pudiésemos experimentar su inmenso amor y ver la bondad en el corazón de la gente”.

Claudia Di Lorenzi

Acciones de fraternidad – Parte 4

Vamos a Australia, Brasil y Madagascar para ver y escuchar algunas “pequeñas” acciones de varias personas que cuidan de los que están cerca de ellos. https://vimeo.com/490836610