Con motivo de la 52 Jornada Mundial de la Paz y en apoyo del mensaje del Papa “La buena política está al servicio de la paz”, proponemos una síntesis de Chiara Lubich del 2002, en el Coliseo de Roma, durante una reunión con chicos por la unidad del Movimiento de los Focolares. ¿Cuál es la clave para promover la paz? Vivir la regla de oro para construir la fraternidad universal. https://vimeo.com/148631351 […] La paz. Pero ¿es de tanta actualidad la paz? Sí, sin duda, y tal vez más que nunca. Y no solamente por las decenas de guerras que han estallado aquí y allá, en nuestro planeta, sino también porque hoy la paz está amenazada de otro modo más disimulado. […] La situación, por tanto, es seria. Porque, si las cosas están así, no es suficiente oponerse a tal peligro únicamente con las fuerzas humanas. Hay que movilizar las fuerzas del Bien con la B mayúscula. Y todos ustedes saben cuál es este Bien: es ante todo Dios y todo lo que tiene su raíz en Él: el mundo espiritual, de los grandes valores, del amor verdadero, de la oración. […] Pero la paz hoy es un bien tan valioso que todos nosotros, adultos y jóvenes, gobernantes y simples ciudadanos, debemos comprometernos en salvaguardarla. […] Naturalmente, para saber cómo comportarnos, debemos conocer bien las causas más profundas de esta dramática situación actual. También ustedes se dan cuenta de que en el mundo no reina la justicia, que hay Países ricos y Países pobres, que padecen hambre, mientras que el plan de Dios sobre la Humanidad sería el de ser todos hermanos, en una única gran familia, con un solo Padre. […] Entonces, ¿cómo crear mayor igualdad?, ¿cómo suscitar una cierta comunión de los bienes? Es lógico que los bienes no se mueven por sí solos si no se mueven los corazones. Por lo tanto, hay que difundir el amor, ese amor recíproco que genera la fraternidad. ¡Hay que invadir el mundo con el amor! Empezando por nosotros mismos, igualmente ustedes, jóvenes. Pero alguno de los presentes podría preguntarme: “El amor, amarse, ¿es compatible con el estilo de vida que nuestras culturas nos han transmitido?” Sí, es posible. Vayan a buscar en sus Libros sagrados y encontrarán – está en casi todos ellos – la así llamada “Regla de oro”. En el cristianismo se expresa así: “Haz a los demás lo que te gustaría que te hicieran a ti” (Cf. Lc 6,31). Y así dice Israel: “No hagas a nadie lo que no te agrada a ti” (Tob 4,15). En el Islam: “Ninguno de ustedes es verdadero creyente si no desea para el hermano lo que desea para sí mismo” (Hadith 13, Al Bukhari). En el Hinduismo: “No hagas a los demás lo que te causaría dolor si te lo hicieran a ti” (Mahabharata 5: 1517) Todas son frases que significan: respeta, ama a tu prójimo. Y si tú, joven musulmán, amas, y tú, cristiano, amas, y tú, hebreo, amas, y tú hindú, amas, seguramente llegarán a amarse recíprocamente. Y así entre todos, se realizará un fragmento de la fraternidad universal. […] Amar entonces: éste es uno de los grandes secretos del momento. Amar con un amor especial. Ciertamente no con ese amor que se limita únicamente a los propios familiares o a los amigos, sino el amor hacia todos, simpáticos y antipáticos, pobres y ricos, pequeños y grandes, de la propia patria o de otra, amigos y enemigos… Hacia todos. Y ser los primeros en amar, tomando la iniciativa, sin esperar ser amados. Y amar no sólo de palabra, sino concretamente, con hechos. Y amarse mutuamente. […] Si hacen así, si todos hacemos así, la fraternidad universal se extenderá, florecerá la solidaridad, los bienes serán mejor distribuidos, y el arco iris de la paz podrá resplandecer sobre el mundo: sobre ese mundo que, dentro de pocos años, ustedes tendrán en sus manos. Chiara Lubich (Collegamento CH – 5 de diciembre de 2015)
Ir más allá de nuestros esquemas
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