Ficha Cristianos en Comunión

Finalidad – La espiritualidad nacida del Carisma de la Unidad de Chiara Lubich ofrece un aporte específico a la realización de la oración de Jesús: “para que todos sean una sola cosa” (Jn 17, 21). Partiendo de la vida del mandamiento nuevo (cfr. Jn 13,34) es posible realizar su promesa “donde dos o más están reunidos en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos” (Mt 18,20) entre cristianos de distintas Iglesias.  Esa presencia suya derriba prejuicios y construye nuevos espacios de diálogo.  “Cada Iglesia en los siglos – constataba Chiara Lubich en1997 en Austria – de alguna manera se ha petrificado en sí misma por las oleadas de indiferencia, incomprensión, e incluso odio recíproco.  Por lo tanto, hay que poner en cada una un suplemento de amor; sería necesario – más aún – que la cristiandad se viera invadida por un torrente de amor”. Cristianos de varias Iglesias, viviendo esta espiritualidad, donándose recíprocamente las experiencias de Evangelio vivido, descubren el gran patrimonio común, valorizando las fuentes de vida espiritual de cada una.  Chiara Lubich define este diálogo como un “diálogo de la vida” que quiere sostener a los demás tipos de diálogo y “crear un pueblo ecuménicamente preparado”.

Historia – En 1961 en Darmstadt (Alemania) un grupo de evangélicos-luteranos escuchando a Chiara Lubich queda impactado por la propuesta de una vida que se apoya sobre la Palabra de Dios. Ese mismo año se funda en Roma el Centro “Uno” para la unidad de los cristianos, una “casa” en la que cristianos de las distintas Iglesias pueden sentirse acogidos en “casa”. Igino Giordani fue su director hasta su muerte en 1980.

Desde 1955 a través de un arquitecto suizo, el Movimiento se difundió en la iglesia reformada suiza. En 1966 Chiara se reunió con el Primado de la Iglesia de Inglaterra Michael Ramsey. Todos los arzobispos de Canterbury, alentaron la difusión de la espiritualidad de los Focolares en la Iglesia anglicana. En 1967 se realizó el primer encuentro de Chiara Lubich con algunos dirigentes del Consejo ecuménico de las Iglesias en Ginebra (Suiza).

La historia de las relaciones fraternas entre el Movimiento de los Focolares y los ortodoxos empieza con un encuentro entre Chiara Lubich y el Patriarca de Constantinopla Athenágoras I. “Era el 13 de junio de 1967 – cuenta la misma Chiara. Me recibió como si me hubiese conocido desde siempre.  ‘La esperaba’, exclamó y quiso que le contara los contactos del movimiento con luteranos y anglicanos”. Veinticinco en total fueron los encuentros personales de Chiara con Athenágoras I. Las relaciones continuaron con el Patriarca Demetrio I y con el actual Patriarca ecuménico Bartolomé I. La espiritualidad del Movimiento fue acogida por cristianos de las Iglesias ortodoxas orientales: siro-ortodoxos, coptos, etíopes, armenos y asirios.

Nuevos desarrrollos – En los años nacieron “Escuelas ecuménicas” y cursos de formación ecuménica en Europa, en Medio Oriente y en las Américas.

Anualmente Obispos de varias Iglesias se dan cita para profundizar el conocimiento del Carisma de la Unidad y para incrementar la comunión en Cristo.

En Ottmaring (Alemania) en 1968 nació una ciudadela ecuménica querida por los Focolares y por la “Fraternidad de vida en común”, fraternidad evangélica que hizo suya la oración de Jesús por la unidad (cf. Jn 17).

En 1999 se inició el camino de comunión entre Movimientos y comunidades de varias Iglesias: “Juntos por Europa”, una colaboración, basada en el amor recíproco, en favor del bien común, en el compromiso por la defensa de la vida, por la familia, la paz, los pobres, por una economía equitativa y la tutela del ambiente.

 

Contactos:
Centro “Uno” para la unidad de los cristianos

Via Frascati, 306 – 00040-Rocca di Papa (Roma)

Tel. 06794798-318 - Fax: 06/94749320

E-mail: centrouno@focolare.org