Movimiento de los Focolares
Silvana Veronesi en Argentina

Silvana Veronesi en Argentina

Silvana Veronesi y Gustavo Clariá de la Redacción Web

¿Cuáles fueron tus impresiones de la sociedad argentina? “Encontré un continente donde el cristianismo está vivo, es la raíz cultural de este pueblo. Las Misas, por ejemplo, son muy frecuentadas, participan muchos jóvenes, y el domingo es muy respetado también civilmente. Se podría decir que es un continente (¡considerando lo vasta que es Argentina!) nuevo y joven. Hay una apertura y libertad que la hace especialmente apta a acoger la espiritualidad de la unidad que nace del carisma de Chiara. Sabemos que fuiste invitada por numerosas comunidades de los Focolares de estas tierras… Si. El Movimiento en Argentina se presenta muy difundido y rico de las varias vocaciones de la Obra de María y de testimonios en distintos campos. Por ejemplo, en la “Ciudadela Lía”, que es el corazón de los Focolares para el Cono Sur, hay muchos jóvenes que dejan todo por un año, para “hacer la experiencia” –como ellos dicen. Es decir para formarse a una ‘vida nueva’ basada en el Evangelio. Por más que los sudamericanos sean más numerosos, hay muchachos y muchachas de Europa y de todo el mundo, y el empeño con el que viven este período suscita gran admiración.

Mariápolis Lia - O'Higgins

Ya Chiara Lubich ponía en evidencia el protagonismo de los jóvenes en la ciudadela argentina como una característica de ellos.

Silvana con los jóvenes gen

Visité todas las realidades de la Ciudadela y me encontré con los focolarinos, las escuelas de los jóvenes y con la comunidad del territorio aledaño. Quedé impresionada por la armonía y por las relaciones de unidad que encontré entre todos. Aquí triunfa el amor recíproco que Lía Brunet y Vittorio Sabbione –pioneros del Movimiento en Argentina- dejaron marcada en ella y que Chiara en su histórica visita de 1998 tan vehementemente subrayó. Puedo decir que experimenté la presencia espiritual de María Santísima. Y de Ella hablé en una conversación mía a todos presentándola así como se manifestó en nuestra historia: como modelo en el vivir la Voluntad de Dios.   También visité el Polo industrial “Solidaridad”, donde hay algunas empresas que se inspiran en los principios de la Economía de Comunión. Son todavía pequeñas, pero hay pureza y coherencia con los valores del Evangelio, que aseguran un futuro prometedor. El “socio escondido”, como ellos llaman a la intervención de la Providencia de Dio, se tiene muy presente y con fidelidad interviene. ¡Viviste la Pascua en Argentina…!

Un momento de encuentro

La transcurrí en el Centro Mariápolis de José C. Paz, en las cercanías de Buenos Aires. Fueron días intensísimos, de gran espiritualidad, junto a las focolarinas, alrededor de 90, incluidas las casadas. Después se sumaron los focolarinos y otros de las comunidades cercanas, alrededor de 400 personas. En medio de ellos sentí que tenía que subrayar cómo comprendimos en los primeros tiempos con Chiara la realidad de Jesús en medio nuestro y la de Jesús Abandonado. Me conmovió la gratitud y el amor que me expresaron de tantas formas. Puedo decir que quedé impresionada por la armonía que allí reina y contenta por la unidad que encontré entre todos. Aunque siempre se puede mejorar y crecer, pienso que Chiara desde el Cielo estará contenta.

Silvana Veronesi en Argentina

Ottmaring – Ciudadela ecuménica

Ottmaring, donde el diálogo es vital
Hoy son 140 los que habitan Ottmaring. Una experiencia que ya lleva 40 años de diálogo entre luteranos y católicos de distintas nacionalidades, en la ciudadela del Movimiento de los focolares y las iniciativas por la Semana de la unidad.
Refiriéndose al diálogo ecuménicoChiara Lubichacostumbraba hablar de diálogo de la vida, de pueblo. Es decir, de algo que naciera no solo de la reflexión teológica sino del estar codo a codo, del verse todos los días, y que el banco de prueba fuera la misma vida que pone en práctica las enseñanzas del Evangelio, común a todos los cristianos, sobre el amor al prójimo, un amor que no conoce límites eclesiásticos, ni de ningún tipo. Se refería así al consenso popular que nace en un contexto de este tipo.  Chiara Lubich dijo: “Sabemos que en la historia otros emprendimientos ecuménicos fracasaron, porque faltaba este consenso, esencial en la unidad” Cuando el Movimiento de los Focolares comenzó a extenderse in Alemania, los contactos con los miembros de otras iglesias fueron inmediatos. Y más tarde cuando además pareció factible construir allí una ciudadela tomando como modelo la ciudadela de Loppiano, nacida en Italia, pero que fuera  habitada por luteranos y católicos, la idea pareció que respondía a ese sueño de una convivencia caracterizada justamente por el amor cristiano. En 1968 esta idea se cristalizó  en Ottmaring, cerca deAugsburg. La ciudadela se compone de unas treinta construcciones y un centro de espiritualidad al servicio de muchos visitantes que vienen a comprobar en el propio lugar esta original convivencia ecuménica. Lo que caracteriza la vida en el Centro ecuménico es la unidad en Cristo y la diversidad  eclesial, en un espíritu de reconciliación. En Ottmaring viven casi 140 habitantes, que pertenecen al Movimiento de los Focolares y a la Fraternidad de vida comunitaria (Bruderschaft von gemeinsamen Leben) que tiene sus orígenes en el mundo evangélico. En ambos grupos hay jóvenes, adultos, familias y comunidades. Todos provienen de experiencias de fe y de tradiciones eclesiales profundamente distintas. Están también representadas numerosas naciones, una diversidad que enriquece.
Silvana Veronesi en Argentina

Mons. Stanislao Dziwisz: Chiara y Juan Pablo II

El 14 de marzo de 2009 recurría el primer aniversario de la muerte de Chiara Lubich. Con un evento en vivo con el título “Con Chiara. Un diálogo que continua” se hizo un recorrido de su vida. Uno de los testimonios más importantes fue precisamente el del Mons. Dziwisz, quien siguió de cerca, paso a paso a Juan Pablo II. Ordenado sacerdote por Wojtyla en 1963, estuvo a su lado durante casi 40 años como secretario. Hoy es obispo y cardenal de Cracovia, un papel que fue de su amigo Karol. He aquí cuanto nos dijo. Mons. Stanislao Dziwisz, cardenal de Cracovia: «El Santo Padre encontró primero a los focolarinos aquí en Polonia, en esta casa; venían en forma clandestina. El Papa trataba de leer los signos de los tiempos, y vio que Chiara hacía su misma lectura, la misma lectura de la Iglesia y también del mundo. Sentía siempre un gran respeto hacia ella, también hablando en forma privada y yo ví una gran sintonía, sintonía espiritual y también en el compromiso eclesial. Se creó una gran unidad entre estas dos personas. No necesitaban muchas palabras, ellos se entendían muy bien. Pienso que el Santo Padre encontró en ella y también en el Movimiento de los Focolares la confirmación de todo lo que él pensaba, de cómo él veía a la Iglesia; su apertura hacia el mundo, hacia las religiones cristianas y no cristianas. Chiara con sus más estrechos colaboradores venía donde el Santo Padre, no sólo oficialmente sino también en forma privada, para los así llamados almuerzos de trabajo. Eran siempre almuerzos familiares, no había ninguna oficialidad, como en familia. El Papa como sabemos tenía un espíritu artístico, el mismo espíritu que tenía Chiara. También por esto eran muy cercanos. El Papa daba gran importancia a los laicos porque no todos entendían la importancia de los Movimientos en la vida de la Iglesia. Ni tampoco de la mujer. Él hablaba del genio femenino. Chiara era este genio femenino, es increíble lo que pudo hacer pienso que fue el Espíritu Santo el que hizo a través de ella. Chiara no hacía discursos de filosofía, sino discursos sencillos pero llenos de amor, esto atraía a la gente. Mucha gente pide por intercesión del Siervo de Dios y obtiene gracias. Lo puedo confirmar yo mismo, pienso que lo mismo le pasa a los focolarinos, que cuando tienen un problema piden o buscan inspiración en Chiara. Quizás también su ayuda, y tal vez ahora su protección es más eficaz que antes. Esto lo veremos en el futuro. Yo creo que los dos nos miran, nos siguen, nos ayudan».

Silvana Veronesi en Argentina

Hacia Rusia

Liliana Cosi

“Un cisne italiano ha conquistado la URSS”, de este modo, titulaba un diario italiano su debut en Moscú en el lejano 1965. ¿Cómo fue?

Me encontraba en Moscú, haciendo el segundo año de prácticas en el Teatro Bolscioi, hacía poco que  se habían abierto los históricos cambios culturales entre la Scala de Milán y el Bolscioi de Moscú y yo estudiaba bajo la guía de Irina Tichomimova. Se le ocurrió enseñarme la parte de la primera bailarina del Lago de los Cisnes. Para mí, fue una experiencia novísima y durísima –era muy exigente, literalmente, ‘esculpía’ cada paso mío, cada gesto- pero ¡ahí estuve!.

Acercándose el debut (creo que ella estaba más emocionada que yo) me dice: “¡Ahora olvídate de todo lo que te he dicho y baila con tu alma italiana!”. Pocos minutos antes de entrar en escena, aún en el camerino, me toma la cabeza entre las manos y me hace tres signos de la cruz en la frente, ella no sabía si yo era creyente, no llevaba ningún signo que lo indicara.

Liliana Cosi y Rudolf Nureyev

El ideal de Chiara Lubich –que había conocido hacia poco- me había enseñado que el amor a Dios se vive, no se expone. El día después en el diario soviético Isvietzia, reseñando el evento escribían que mi modo de bailar estaba lleno de ‘espiritualidad’. ¡Me dijeron que aquella palabra no había sido nunca impresa en aquel diario! Aquel debut marcó el inicio de mi carrera.

En aquella época, ¿se encontraba sola en Moscú?

No. Además del grupo de bailarinas italianas que vivían en el internado de la Escuela del Bolscioi del cual yo era responsable, estaba conmigo Valeria Ronchetti –Vale- una de las primeras compañeras de Chiara, que vino a Moscú justo para acompañarme. Es difícil decir con palabras lo que fueron aquellos meses para mí: un radical cambio de mentalidad que influyó en toda mi vida, profesional, espiritual, humana, hasta hoy.

En Moscú con Valeria Ronchetti

Quizá puedo decir una frase de Vale que he transcrito en un diario de entonces: “No debes bailar por Jesús, sino debe ser Jesús en ti, el que baila”.

¿Has vuelto a Rusia desde entonces?

He vuelto regularmente hasta el 1989, invitada por el gobierno soviético para muchas giras no sólo en Rusia, sino en las capitales de toda la Unión Soviética, con más de 130 espectáculos, y tres veces como miembro del jurado en los concursos internacionales de ballet en Moscú.

La experiencia en Rusia ¿Qué le ha aportado?

Desde un punto de vista estrictamente profesional me ha dado mucho. En aquella época, había maestros y artistas de altísimo nivel, aún hoy cuando enseño, cuando corrijo los bailarines de nuestra Compañía o de la Escuela, tengo delante sus ejemplos. Para mi vida, me ha enseñado que en todas partes se puede vivir el Evangelio y que esta vida, fascina incluso a quien no lo conoce.

Silvana Veronesi en Argentina

Semana Mundo Unido 2011: balance de un cambio visible

¡Algo más! Involucrando con sus iniciatvas y proyectos a miles de jóvenes de toda cultura y tradición, supo presentar ese mundo unido que es el objetivo fundamental de los Jóvenes por un Mundo Unido (JMU), y que durante esta Semana –desde el ’95 en adelante- quiere salir cada vez más a la luz pública. Describir, incluso sólo brevemente, todas las iniciativas sería como darle la vuelta al mundo virtualmente. Apasionante seguramente, pero demasiado largo como para resumirlo en un artículo. Los centenares de eventos fueron reportados en una red social, multiplicando la visibilidad y las personas involucradas. Aquí nos limitamos a hacer una reseña, refiriendo al blog www.mondounito.net para ampliar la información. Empezamos por las muchas SMU que se desarrollaron en Medio Oriente, precisamente donde se está viviendo un momento de despertar y deseo de cambio, a partir de los jóvenes. Por lo tanto es rico de significado el título del video que los JMU de Egipto prepararon tomando el título del reciente congreso que tuvo lugar en días pasados y que dio inicio a la Semana Mundo Unido: “Make visible change”. (link http://www.youtube.com/watch?v=uYr664g4b6g&feature=player_embedded#at=63) Los jóvenes de Líbano en cambio animaron toda la Semana con un proyecto ecológico, un cine foro interreligioso, una jornada deportiva y una actividad social. Y a lo social se apuntó también en América Latina. Por ejemplo en la Habana, durante la SMU, los jóvenes de Cuba visitaron a los niños de un barrio marginal que nació bajo el puente de la ciudad. En Guatemala, en cambio, cada día tuvo un matiz distinto y una actividad correlacionada: Dar, los primeros en Amar, Paz, Morir por la propia gente, Perdonar, Ecología y Entretejer relaciones fueron los títulos de las varias jornadas. Un último ejemplo de este continente: Rosario, en Argentina. Aquí, divididos en dos grupos de 25 jóvenes cada uno, los JMU presentaron varios sketch sobre el Mundo Unido…¡ a los transeúntes y a las personas que esperaban delante de los semáforos! En varias partes del mundo se pensó en Japón, afectado el mes de marzo pasado por una grave catástrofe natural. En Los Ángeles, en los Estados Unidos, durante la SMU se lanzó la campaña “Hike a thon!”, una caminata para recoger fondos en favor de la población de Fukushima. En Florencia se realizó un maratón de baile en la plaza principal y en Frascati (Roma) animaron un taller abierto para descubrir la cultura japonesa. En Goa, en la región sur-occidental de India, se dedicó toda la jornada a Chiara Luce Badano. Para presentar a la joven de los Focolares que fue beatificada el pasado 25 de septiembre, los JMU de India prepararon canciones, danzas típicas indianas, experiencias y un vídeo sobre la vida de la joven. Y precisamente en Sasello, el pueblo natal de Chiara Luce, ante 1200 jóvenes, y con una transmisión en directo por Internet, se concluyó oficialmente la décimo sexta Semana Mundo Unido. Un musical, Living the dream, realizado por un grupo de muchachos de Génova después de la encantadora experiencia vivida en un taller del Gen Rosso, e inspirados por el ejemplo de dos jóvenes genoveses, también ellos encaminados hacia la beatificación: Alberto Michelotti y Carlo Grisolia. Es un tour especial, con Ruggero y María Teresa Badano, los padres de Chiara Luce, a visitar su casa. Para escuchar lo que ellos mismos cuentan, la repetición de la transmisión está disponible en: http://media.focolare.org/ClSMU2011.wmv. Como conclusión el gran anuncio: Genfest 2012 – 1 y 2 de septiembre en Budapest. Pero de esto hablaremos la próxima vez.

Silvana Veronesi en Argentina

Juan Pablo II y los Focolares en Polonia

(da sinistra) Anna Fratta y Barbara Schejbal con Juan Pablo II

«Recuerdo el primer encuentro, en los años 60, con el entonces cardenal Wojtila, cuando fuimos a presentarnos. El Movimiento de los focolares en Polonia estaba comenzando. Me impresionó su humanidad, su capacidad de escucha, el respeto hacia cada uno, que te hacía sentir enseguida a gusto. Nos escuchó con mucho interés, recogido en un silencio profundo. Se intuía que estaba impresionado por la grandeza del carisma que estaba en la base del Movimiento. Nos animó a ir adelante: “La gracia para llevar adelante el Movimiento la tienen ustedes, el carisma les ha sido dado a ustedes, no les pongo al lado un sacerdote. Nosotros podríamos estropearlo todo. Hagan, vivan y luego, me cuentan…”. Para entender el significado de estas palabras, que expresaban su confianza en el carisma de Chiara Lubich, es necesario pensar que en Polonia, entonces, todo estaba guiado por la Iglesia Institucional: como cabeza de cada grupo había siempre un sacerdote. Y esta confianza no disminuyó nunca. Nos ha seguido siempre con estima, respeto y amor. Permanece aún vivo en mí el último encuentro con él, en septiembre de 1978, poco antes que fuera elegido Papa. Vino a vernos a la tarde. Teníamos un encuentro con algunas familias, en un convento de monjas. Eran los tiempos del régimen comunista y el Movimiento tenía que moverse con prudencia en la ‘clandestinidad’. El Cardenal estaba visiblemente cansado pero quería estar entre nosotros. Estaba impresionado por la atmósfera, por las experiencias que algunas parejas contaron, tanto que en un momento dice, entre otras cosas: “Ustedes han puesto en el centro el hombre con su dignidad. Su carisma tienen las raíces en el Evangelio. Aquí se siente que el Espíritu Santo actúa…” Cuando estaba aún en Cracovia, Karol Wojtila conocía a Chiara Lubich sólo a través de sus escritos. Enseguida después de su elección quiso encontrarla. En aquel día, me encontraba en Italia y recibo una llamada de teléfono: era el secretario del Papa, Stanislao Dziwisc, que yo conocía muy bien. Me dice que el S. Padre nos invita a su misa, a Chiara y a mí, al día siguiente a las 7. Aquella mañana salimos prontísimo, Chiara, Eli Folonari y yo, emocionadas, se entiende Cuando llegamos estaban aún los andamios para el cónclave, y tuvimos que dar una larga vuelta para llegar al apartamento del Papa. Tengo aún en el alma aquella Misa, en la pequeña capilla privada del Papa. Había un recogimiento, una atmósfera particular, una presencia de Dios. Estábamos nosotras tres, el Papa con don Stanislao, y dos o tres monjas polacas. Después de la Misa, el Santo Padre saludó a Chiara. Recuerdo aún con qué respeto, que estima y que amor se dirigió a ella. La pidió que le consiguiera un mapa donde estuvieran señalados los lugares donde estamos: “Así, dice, ¡sé dónde apoyarme!”. Fue el inicio de una amistad, de una unidad siempre más fuerte entre dos personas llamadas por Dios para hacer obras grandes, dos personas a las que Dios dio dos dones para la Iglesia y para la humanidad entera” De Anna Fratta

Silvana Veronesi en Argentina

Papa Wojtyla: el testimonio de María Voce

En la vigilia de Pentecostés de 1998, Juan Pablo II llamó a los movimientos, grupos y nuevas asociaciones eclesiales, a encontrarse en la Plaza de San Pedro. Entre otros, estaba presente también el Movimiento de los Focolares, representado por la fundadora, Chiara Lubich. En aquella ocasión, el Papa Wojtyla reconoció públicamente el rol de estas realidades en la Iglesia, como nunca antes lo había hecho. En aquella ocasión, Chiara, se comprometió ante él, a acrecentar la relación de comunión entre los mismos movimientos.   Audio   Fue verdaderamente el protector de los movimientos, porque ha reconocido en éstos el soplo del Espíritu Santo para la Iglesia. Pero justo en aquella ocasión también pidió a los movimientos que salieran de una especie de infancia y que dieran frutos maduros de comunión y compromiso. Papa Wojtyla siguió de cerca al Movimiento de los Focolares a lo largo de todo su Pontificado… Podemos decir verdaderamente que hemos sentido a menudo su amor de predilección: en sus miradas, en sus saludos, también en muchos gestos concretos. Fue él –por ejemplo- quien quiso poner a disposición del Movimiento la ex-Sala de las Audiencias de Castelgandolfo, que se convirtió en nuestro Centro Mariápolis donde se suceden encuentros durante todo el año; después como no recordar la visita al Centro del Movimiento de los Focolares: en aquella ocasión, fue hermoso como él recordó justo el radicalismo del amor, que indicaba distintivo característico del Movimiento de los Focolares. Juan Pablo II tenía un entendimiento personal muy profundo con Chiara Lubich. ¿Cuál era el fundamento de esta sintonía espiritual? Yo creo que era justo por esta espiritualidad de comunión que él sentía presente por un carisma en Chiara, vivida por todo el Movimiento y que él anhelaba para toda la Iglesia. Después creo que también la apertura que encontraba en Chiara y en el Movimiento, hacia todos los hombres, sin diferencias de clases sociales, religiones, nacionalidad y que se correspondía con su mirada sobre el hombre, con su fe en el valor del hombre más allá de todo. María Voce, desde su punto de vista personal, ¿quién ha sido Juan Pablo II y que de modo particular, -piensa que quiera recordar hoy a la Iglesia y a toda la humanidad? Ha sido un grande, en todos los sentidos y bajo todos los aspectos. Lo que me parece muy importante en él  ha sido este  reconocer en cualquier hombre al Hijo de Dios y por tanto, esta altísima dignidad que él reconocía en los hombres a todas las latitudes y que le llevaba a privilegiar las relaciones con cualquiera y que ha dado también un grandísimo impulso a todos los diálogos en la Iglesia: yo estaba en Estambul cuando vino en el 79 a visitar al Patriarca Demetrio y recuerdo su alegría por encontrar a este Patriarca ecuménico. Pienso además que su figura puede dar a la Iglesia y al mundo esta esperanza y esta confianza en la acción del Espíritu Santo, que en los momentos más oscuros vuelve siempre a tomar en mano el destino de la historia. Esto él lo ha testimoniado, sobre todo con su apertura hacia los jóvenes que han acudido siempre de manera numerosa a sus invitaciones, porque sentían en él la Iglesia-joven. Por tanto, también a la humanidad, la Iglesia como una Iglesia joven, bella, capaz de dar sus respuestas a las exigencias del hombre de hoy. Del Radio periódico de Redio Vaticana del 30 de abril de 2011 Papa Wojtyla: testimonio de Kiko Argüello, Marco Impagliazzo, María Voce y Andrea Olivero