Feb 8, 2019 | Sin categorizar
Manso pero decidido, con la convicción de que el Evangelio es una de las páginas más revolucionarias de la historia, capaz de cambiar el mundo. Por esto vivió Marco Aquini. Nos ha dejado hace un mes, el 4 de enero pasado El encuentro con Marco dejaba una marca: era alguien de una muy poco común genuinidad que con su mirada profunda se dirigía directamente a tu corazón, y con pocas palabras, sin dar vueltas, respondía con gestos concretos a tus necesidades, te daba un consejo pero sin imponerte nada, por el contrario te suscitaba la respuesta desde tu interior. Había nacido en 1958 y fue uno de los primeros jóvenes de su región, el Friuli (norte de Italia) que adhirieron a los Focolares; una tierra en donde la gente es de una solo pieza, seria, trabajadora, disciplinada. Conoció pronto la crudeza que a veces la vida tiene reservada, como cuando perdió a su padre en un grave accidente. Pero el encuentro con la espiritualidad de los Focolares le dio un vuelco a su historia. Durante un encuentro con los Gen (los jóvenes de los Focolares) en1978, advirtió el llamado a donarse a Dios como focolarino y siguió la invitación de Chiara Lubich a firmar un compromiso de fidelidad hasta la muerte. Se trataba del “Pacto del hasta el final”, que quedó como algo histórico; en esa ocasión le escribió a Chiara: “Antes de conocer el Ideal* estaba encerrado en mi mundo dorado. Viviéndolo estoy saliendo de mí mismo. Vuelvo con la convicción de que cuento con la fuerza potencial de cambiar el mundo en donde vivo”. Ofrece con pasión su contribución, primero en Alemania, luego nuevamente en Italia, en el centro del Movimiento de los Focolares, especialmente en la fundación de dos organismos al servicio de los últimos y de la paz: AMU, “Asociación por un Mundo Unido”, y “New Humanity”, la ONG del Movimiento acreditada ante la ONU. Durante años actuó también en calidad de consejero central para el aspecto de la “Comunión de los bienes, Economía y Trabajo”; fue corresponsable del movimiento Jóvenes por un Mundo Unido. Desde el año 2000 estuvo al lado de Chiara y de Eli Folonari en la conducción de la Conexión CH, la video-conferencia que desde 1980 reúne periódicamente a la familia de los Focolares en el mundo. Pero la vida le tenía preparada otra inesperada experiencia, la muerte inexplicable de su hermana Chiara, ya frágil en su salud. Sufrió mucho junto a su madre, mientras proseguía la búsqueda hasta que se encontró el cuerpo. En esa tragedia, Marco logró reconocer el amor de Dios que le dio la fuerza de sostener a su familia. Con su madre Franca, Marco colaboró luego en el nacimiento de una casa de acogida con el nombre de su hermana, para la reinserción social de los discapacitados físicos y psíquicos y, aun a la distancia, mantuvo siempre la relación con la asociación. Se dedicó también a la enseñanza académica en la Pontificia Universidad Santo Tomás de Aquino de Roma y siempre en el ámbito de la economía dentro de los Focolares asumió el cargo de miembro del actual Consejo de administración de la revista Città Nuova. Su amor por los últimos lo comprometió también en su ofrecimiento de asistir en forma competente a un grupo de escucha de la Caritas. En noviembre de 2018 compartió con muchos amigos el descubrimiento de una grave enfermedad y afrontó esa nueva etapa con una renovada elección de Dios, que le dio profunda alegría, a pesar de los fuertes dolores físicos. María Voce, en el telegrama enviado a la comunidad de los Focolares en el mundo, pone en luz su vocación de focolarino, su estilo sobrio, claro y directo que se refleja en la palabra del Evangelio que Chiara Lubich le propusiera para vivir: “Que vuestro lenguaje sea: «Sí, sí», «No, no»” (Mt 5,37), y la manera extraordinaria como vivió su enfermedad. El último tramo de vida de Marco dejó a todos sin palabras, en la aparente imposibilidad de seguirle los pasos en el rápido agravarse de su salud, que en dos meses solamente lo llevó, la mañana del 4 de enero, a alcanzar la meta del Cielo. En su funeral había gente de todo tipo, todos vinculados a él de alguna manera y, juntos, escalando ya no sus amadas montañas, sino las cimas de la vida, acompañados por su ejemplo auténtico y luminoso.
Patrizia Mazzola
*La espiritualidad de los Focolares
Feb 8, 2019 | Sin categorizar
¿Qué tienen en común Medellín, Katowize y Kingersheim? A pesar de la distancia cultural, lo que los une es el proyecto social y civil. Están ubicados geográficamente en dos continentes diferentes y en tres áreas culturales distantes. Estos son Medellín (Colombia), Katowize (Polonia) y Kingersheim (Francia). Son ciudades que han aceptado el desafío de colocar el bien común en el centro en el sentido más auténtico y no como una suma de intereses privados. Las administraciones y la ciudadanía han trabajado para encontrar una manera de romper el egoísmo, la pobreza, la soledad y reconocerse mutuamente como hermanos. Los protagonistas en el campo son, respectivamente, Federico Restrepo, Danuta Kaminska y Jo Spiegel que en el congreso “Co-Governance. Corresponsabilidad en las ciudades de hoy” han contado sus tres historias, diferentes pero con un solo leitmotiv. La primera historia es contada por Federico Restrepo, ingeniero y ex director de EPM – Empresas Públicas de Medellín (Colombia), quien, junto con otros amigos, no se rindió ante la inevitabilidad de la situación que parecía más grande que sus fuerzas. Medellín, una ciudad con casi tres millones de habitantes, como muchas otras ciudades de América del Sur, demuestra una fuerte tendencia de crecimiento de las áreas urbanas en perjuicio de la población rural.
“En algunos barrios de Medellín se encuentran poblaciones que intentan construir su propia ciudad en las periferias de la ciudad”, dice Restrepo. Durante algunos años, se ha iniciado una experiencia piloto en los barrios nacidos de migraciones forzadas para implementar proyectos urbanos integrales. La inmigración, aumentando en Colombia también debido a la crisis venezolana, no se puede resolver construyendo muros: “Tenemos la responsabilidad, continúa él, de establecer relaciones entre las ciudades para resolver este problema social que está atravesando nuestra sociedad”. Pero no es solo una cuestión de planificación urbana, surgen otros desafíos para redescubrir el corazón de la ciudad y hacerla latir. La experiencia que narra Danuta Kaminska es el vínculo entre el continente americano y Europa. Administradora
pública del Consejo de la Silesia Superior, en Polonia, presenta historias comunes, pero al mismo tiempo extraordinarias, de la acogida por parte de los ciudadanos de Katowize para favorecer la inserción de inmigrantes, en su mayoría ucranianos. Sólo el año pasado alcanzaron la cifra de 700.000. “Para activar la co governance en nuestra ciudad, entendimos que hay que apoyar a los ciudadanos. Colaboramos con comunidades religiosas y organizaciones no gubernamentales para la integración, como el apoyo a las comunidades judías y musulmanas”. Katowize, dos millones de habitantes, ha sufrido un profundo cambio a lo largo de los años, se ha transformado de una ciudad industrial a sitio de la UNESCO y ha sido sede de la Conferencia de las Partes sobre el Clima de 2018 (COP24).
Si la ciudad es un espacio para la transformación, si la democracia debe ser fraterna, la participación y la espiritualidad deben ser alimentadas. Estamos hablando de administradores que son facilitadores de los procesos de toma de decisiones y Jo Spiegel, alcalde de Kingersheim, ciudadano francés de aproximadamente 13,000 habitantes, continúa gastando todas sus fuerzas para devolver a su ciudad un rostro multifacético donde pueden coexistir diferentes culturas y generaciones. “Hace veinte años, dice el alcalde, fundamos un ecosistema democrático participativo, dando vida a la ‘Casa de la Ciudadanía’, un lugar privilegiado donde se aprende a vivir juntos, ciudadanos y políticos”. Se completaron más de cuarenta proyectos, como la revisión del plan urbano local, la planificación del tiempo del niño, la creación de un lugar de culto musulmán. “La fraternidad no se delega, no se decreta. Está dentro de nosotros, está entre nosotros. Se construye”.
Patrizia Mazzola
Feb 6, 2019 | Sin categorizar
El complejo narra la experiencia en Gran Bretaña y Luxemburgo y luego en Panamá para la JMJ. Su viaje continúa ahora a Cuba, Guatemala y El Salvador. En el último álbum “From the inside outside” se ve una mirada positiva de las personas: todas tienen la oportunidad de encontrar en sí esa luz que pueden dar a los demás. ¿Es así?
Adriana: A menudo escuchamos que hoy la sociedad está atravesando una noche cultural, donde hay tanta “oscuridad” y las divisiones son más evidentes. Queremos que el mensaje de este álbum sea una invitación a sacar la esperanza que tal vez esté escondida bajo las cenizas, reavivándola. El álbum nace de la experiencia hecha con miles de jóvenes durante nuestras giras. Gracias al proyecto “Start Now”, un programa con talleres artísticos y un concierto final, tenemos la oportunidad de vivir en estrecho contacto con las nuevas generaciones. Nos damos cuenta de los desafíos que afrontan, pero también de sus bellezas. Generalmente, ofrecemos nuestra experiencia, pero nunca desde arriba como alguien que ya ha resuelto todo. Sino que junto a ellos miramos los desafíos e intentamos afrontarlos y darles una respuesta. Varios nos han dicho: “Cuando regrese a casa, las circunstancias externas no habrán cambiado, pero las afrontaré de manera diferente”. ¿Crees que la música, el canto, el baile funcionan para entrar en contacto con los jóvenes? Sally: Las disciplinas artísticas tienen estas características: facilitan el diálogo, la apertura y los resultados a menudo sorprenden. Una vez en una escuela, una estudiante sufría de mutismo selectivo, es decir, había decidido no hablar más. Cuando ella se inscribió en el grupo de cantos, nos preguntamos: ¿qué hará? El primer día no abrió la boca. El segundo agradeció, el tercero se ofreció a cantar una segunda voz. Al regresar a casa llorando, confió a su madre: “Encontré mi voz”. Incluso los maestros se conmovieron: “No podemos creer, ella siempre estaba sola, ahora comienza a hablar con los demás, a relacionarse…”. Esto es solo un ejemplo, pero habría muchos otros. En la canción “Not in my name” se aborda la relación entre cristianos y musulmanes. ¿Cómo nació? Adriana: Queríamos expresar solidaridad con nuestros amigos musulmanes y resaltar los valores que compartimos, sabiendo que muchos de ellos están sufriendo, porque se está difundiendo una imagen no correcta de los musulmanes y porque el corazón de su religión no es lo que difunden los medios de comunicación. Además, la misma experiencia al crear la canción fue un signo de diálogo: también nos inspiraron las palabras del Dr. Mohammad Ali Shomali, Director del Instituto Internacional de Estudios Islámicos en Qum (Irán) que conocimos en Loppiano. Afirma que todos somos gotas que reflejan el rostro de Dios y juntos podemos ser un océano de amor. Cuando leyó las palabras de la canción, dijo que se sentía expresado. Para el arreglo de la pieza hemos involucrado a Rassim Bouabdallah, miembro de los Focolares de religión musulmana, quien tocó el violín en la grabación.
Ahora están en América Central, donde también participaron en la JMJ, ¿cómo va el viaje? Alessandra: En Panamá, en las ciudades de Chitré y Colón, hemos realizado un concierto con jóvenes para miles de peregrinos con motivo de la JMJ: estar en el escenario con ellos ha sido escuchar y decir a tantos que podemos esperar juntos. La experiencia en el Instituto Penal de mujeres en la ciudad de Panamá también fue fuerte. Las mujeres realmente viven una vida difícil, pero hubo una escucha increíblemente profunda: cuántos aplausos espontáneos, cuántas lágrimas durante las canciones… Al final, muchas nos dijeron que parecía que habíamos vivido las mismas experiencias y que juntas podíamos levantarnos y mirar al futuro, en un lugar donde parecería imposible. Fue experimentar la misericordia de Dios que obra en nuestras vidas más allá de cualquier circunstancia.
Anna Lisa Innocenti
Feb 5, 2019 | Sin categorizar
Actuar en primera persona y vivificar de nuevo las relaciones heridas en el tejido de la ciudad Paliza Desde cuando en México empezó la lucha contra el narcotráfico ha habido muchas víctimas, y no siempre todas delincuentes. Hace un tiempo volvía de mi trabajo a casa, cuando se me acercó un muchacho para pedirme un cigarrillo. Justo en ese momento llegaron los agentes de la policía y nos registraron. Luego, empezaron a golpear e insultar al joven, dejándolo en la calle herido y ensangrentado. Yo había asistido a la escena impotente. Lo ayudé a levantarse y le di el poco dinero que tenía en ese momento. Él me abrazó y me dijo: “Con este dinero mi familia hoy comerá”. (Abraham – México) Intercambio de cartas Con los chicos del catecismo tratamos el tema de las obras de misericordia. Para ponerlas en práctica se nos ocurrió escribirles a algunas mujeres detenidas. Le expuse el proyecto al director de la cárcel, que enseguida rechazó mi idea. Pero luego, consultándose con otros, se convenció de lo bueno del proyecto, que podría tener efectos positivos en esas mujeres. De ese modo, el intercambio fue aprobado y desde entonces los chicos se pusieron manos a la obra, preparando dibujos y cartas para entregar a las detenidas. (Prisca – Suiza) Bazar Conocía algunas familias pobres y quería ayudarlas. En la oficina, una colega me pregunta si me interesaba algo de ropa usada pero en excelentes condiciones y juguetes de sus hijos ya mayores. Le hablé de mi deseo, y ella misma involucra a los demás. En resumen, recolectamos muchas cosas en un garaje, que entregamos o vendimos en un bazar. Con las ganancias ayudamos a muchas familias en dificultad. Otro colega, generalmente muy gruñón, después de esta experiencia dijo que no podíamos parar. Continuamos mirando alrededor para ver a quién ayudar. (R.A.R. – Brasil)
Recopilado por Chiara Favotti
Feb 4, 2019 | Sin categorizar
Muchos proyectos humanitarios tratan de aliviar las dificultades de la población. Desde el 2012, también el Movimiento de los Focolares ofrece apoyo y asistencia mediante el trabajo de las Asociaciones AMU y AFN. La fuerte devaluación de la moneda, el aumento imparable del costo de la vida ante una constante contracción de los servicios públicos son sólo algunos de los rubros que componen el balance social y civil de siete años de guerra en Siria. Entre la población los efectos son siempre más pesados. Existe quien ha perdido el trabajo y se ha visto obligado a gastar sus ahorros para sobrevivir y tratarse en un país donde los médicos, los profesores y muchos profesionales han tenido que emigrar al extranjero. En esta situación de extrema dificultad, como nos escriben los referentes de los proyectos que se llevan adelante en Siria por parte de la comunidad de los Focolares, a través de las Asociaciones sin fines de lucro AMU y AFN, florecen “valores maravillosos como la solidaridad, la acogida, la fraternidad. Dios trabaja dando a cada uno apoyo y valor”. Gracias al proyecto “Emergencia Siria”, más de 200 familias desplazadas de Damasco, Homs, Alepo, Kafarbo e del litoral, son visitadas regularmente por equipos de voluntarios que en varios momentos, nacimientos, cumpleaños y en las distintas fases de la vida escolar, les han hecho llegar su apoyo, siempre respetuoso de su sensibilidad y dignidad. Gracia a la ayuda del proyecto han podido pagar los gastos de los estudios, comprar electrodomésticos necesarios, cobijas, comida. Pero sobre todo se han sentido acompañadas en esta difícil fase de sus vidas.
A los programas de asistencia sanitaria, educación y de ayuda a la renta familiar, que funcionan ya desde hace seis años, se sumaron recientemente otros, especialmente en el sector de la formación profesional y la enseñanza. “Este compromiso nace con el objetivo de responder no sólo a las necesidades materiales más urgentes de las personas asistidas, sino para poder ofrecer también oportunidades de trabajo, especialmente a los jóvenes, que de lo contrario, dada la actual situación del país, estarían desocupadas”. En Dueila, durante el año pasado, más de 90 niños participaron en un programa de apoyo escolar logrando óptimos resultados. Durante los meses de vacaciones, el centro permaneció abierto y acogió hasta 115 niños. “Algunas madres nos dijeron que sus hijos, aunque estuvieran enfermos o tuvieran otros programas familiares, siempre preferían venir aquí”. En Homs, surgió otro centro para niños y adolescentes, que tomó el nombre de “Generación de la esperanza”. Los estudiantes que lo frecuentan han superado brillantemente los exámenes en sus escuelas de proveniencia. Aquí también se les ofrece la posibilidad de apoyo psicológico tanto para los niños como para sus padres. “Trabajamos especialmente con los traumas sufridos debido a la guerra. Estos momentos ayudan a hacer renacer la confianza y a encontrar una solución para tantos problemas”. Siempre en Homs, pero también en Kafarbo, desde hace más de dos años hay un proyecto de asistencia sanitaria que ha permitido conocer a más de un centenar de personas con necesidad de tratamiento médico especializado. “Tratamos de colaborar con otros organismos para poder ayudar a los pacientes también cuando el costo de los tratamientos o de las intervenciones quirúrgicas supera nuestras posibilidades”.
Chiara Favotti
Feb 4, 2019 | Sin categorizar
A los 70 años de la primera Mariápolis vuelve el evento en las montañas Dolomitas, en Italia, para todo el continente europeo. Hemos entrevistado a Peter Forst, delegado del Movimiento de los Focolares para la zona de Europa central y uno de los organizadores del evento. La Europa de hoy se presenta muy dividida (Brexit por un lado, murallas contra la acogida por el otro). ¿Qué sentido tiene hacer una Mariápolis europea? Constatar justamente lo dividida que está Europa hizo nacer la idea de la Mariápolis Europea. Nos dimos cuenta de que tenemos opiniones muy distintas, en parte contrastantes, acerca del desarrollo en Europa, sobre las migraciones, los valores, …. y la primera finalidad de la Mariápolis es fortalecer las relaciones, crear espacios de comunión y compartición, alentar a la humanidad para que tome, decididamente, el camino de la fraternidad universal y la unidad de hombres y pueblos. Esperemos así poder dar un testimonio de que es posible permanecer todos unidos por más que las diferencias sean muchas. Desde la primera en 1949 hasta hoy: ¿cómo han cambiado las Mariápolis? Las primeras Mariápolis eran muy espontáneas. Tal vez hoy se requiere un poco más de oganización logística y preparación del programa. Pero el espíritu de la Mariápolis europea quiere ser el mismo que el de 60 ó 70 años atrás: experimentar y dar testimonio de que la humanidad es una familia. ¿El camino para llegar? Un amor incondicional.. ¿Por qué justamente en las Dolomitas? La idea de hacer la Mariápolis en el mismo sitio en donde nació nos convenció enseguida a todos. Allí Chiara Lubich, hace 70 años, pasaba sus vacaciones con las primeras y los primeros focolarinos, y justamente allí, con ellos y con el diputado italiano Igino Giordani, en el verano boreal de 1949, vivieron una experiencia de luz, de particular unión con Dios y de profunda unidad entre ellos, que marcó la fundación del Movimiento naciente. No es la nostalgia lo que nos impulsó a escoger las montañas Dolomitas, sino más bien la convicción de que justamente en el “después de Chiara” es importante volver a las raíces para poder encontrar las formas y las respuestas para hoy. ¿Quién participará en ella? ¿Cómo es el programa? ¿Qué quieren decir con el título “Apuntar alto”? La Mariápolis está abierta a todos. Hay 600 plazas cada semana. La inscripción es posible hasta el 31 de enero (www.mariapolieuropea.org). En el programa habrá paseos, deporte, música, espiritualidad, oración, talleres creativos y fórums temáticos. Todo quiere ser una ocasión para un encuentro profundo. “Apuntar alto” nos parecía una imagen apta para la finalidad de vivir relaciones de alta calidad espiritual y humana. Y además: estando en las montañas, automáticamente se apunta a lo alto.
Lorenzo Russo
FECHAS
Feb 1, 2019 | Sin categorizar
La Palabra de Vida de este mes es una invitación a la acogida y la generosidad para con todos Escuchar Últimamente, a raíz de una enfermedad, tengo dificultad en el uso de la palabra, ¡y para mí comunicar es vital! No puedo hacer muchas cosas, pero, eso sí, puedo acoger y escuchar al que viene a visitarme. A veces la gente me cuenta muchos dolores, pero cuando se van parecen aliviados. Es entonces cuando agradezco a Dios por la condición en que me encuentro. (Marisa – Italia) Pullover Mi esposo se estaba preparando para ir a un congreso y necesitaba un par de zapatos y un sweater. Pudimos comprar los zapatos, pero no habíamos tenido tiempo para el sweater, porque nos pareció más importante ir a visitar a un grupo de familias, con quienes compartimos nuestras experiencias de Evangelio vivido. Pues bien, justamente allí, en el grupo, una señora trajo dos pulóveres para el que los necesitase. Probándonoslos, nos impresionó el hecho de que ambos le tocaran a mi esposo. (D. M. – Serbia) Oración Mi marido y yo estábamos buscando una vivienda para mi hermano que estaba por casarse, pero los precios y las condiciones hacían muy difícil la elección. El tiempo pasaba y en mí crecía la preocupación. ¡Cómo habría querido ayudarlo! Un día nuestro hijo más pequeño nos sugirió una cosa en la que no habíamos pensado: pedirle a Dios lo que tanto ansiábamos. Lo hicimos. Pocas horas después, mi hermano me llamó, muy contento, para decirme que había encontrado el apartamento justo. (M. N. – Libano)
Ene 31, 2019 | Sin categorizar
Lo que los empuja a salir para dar vida a un focolar temporal es el deseo de compartir el descubrimiento que ha dado sentido y alegría a sus vidas. Para que otros puedan experimentar que vivir por la fraternidad universal es la más bella aventura.
Son jóvenes, adultos y familias, que en pequeños grupos parten hacia países lejanos, donde los esperan comunidades y aldeas que quieren recorrer juntos una parte del camino y hacer la experiencia de la acogida y del intercambio entre culturas diferentes, de donarse al otro y “hacerse uno” en las alegrías y en los dolores. Porque –están seguros- de que el hombre se realiza plenamente a sí mismo amando al prójimo. Y la fraternidad es posible también para personas de credos y convicciones diferentes: “Haz a otro lo que quisieras que te hicieran a ti” es la Regla de oro que todos los hombres pueden hacer propia. Estos pequeños grupos son los llamados “Focolares temporales”, son la versión itinerante de los tradicionales Focolares, centros del Movimiento en un territorio y corazón palpitante de su vida interna. En los últimos años han nacido decenas. Siguiendo la huella de los “pioneros” del Movimiento de los Focolares, que a partir de los años ’50 fueron enviados por Chiara Lubich a los distintos continentes para llevar el carisma de la unidad. Como apóstoles modernos.
Nepal es punto de encuentro para las poblaciones móngolas de Asia y las caucásicas de la llanura india, la población tiene una espiritualidad profunda donde se suma al budismo, el cristianismo y el hinduismo. Allí viajó un grupo de focolarinos, del 20 de octubre al 7 de noviembre, a la capital Kathmandu a Dharan, en el sur, y después al norte hasta llegar a Pokhara. Sobre todo crearon vínculos. Provenían de India, Italia y Gran Bretaña, y enseguida los miembros del focolar se sumergieron en la cultura nepalesa. A su llegada estaba en curso el Dashain Hindú festival, el más grande festival hindú que involucra a todo el país, y participaron en el rito de la Tika, recibiendo la tradicional bendición. En Daharan el grupo fue acogido en algunas parroquias, donde contaron la historia del Movimiento y presentaron su compromiso por la fraternidad universal. Fue muy grande el entusiasmo suscitado tanto en las personas que encontraron como en los sacerdotes. En la capital se unieron al grupo dos jóvenes nepaleses que participaron en el Genfest 2018 de Manila, compartiendo su experiencia con los estudiantes de una escuela que tienen los padres jesuitas. En Pokhara se encontraron con algunas familias hindúes, pobres y sin recursos, pero la armonía y la dignidad llenaban sus casas. Los focolarinos hablaron del ideal de la unidad, antes de ser invitados a almorzar escucharon juntos música tradicional.
Después el grupo fue a visitar al Obispo Paul Simick, Vicario apostólico de Nepal, quien dijo que estaba feliz por su presencia en el país y los invitó a ir a visitar a los sacerdotes. El de Nepal fue un viaje de enriquecimiento recíproco, donde el ideal de la unidad se encontró con la cultura local. Un budista lo describe eficazmente: “Quienes tienen pensamientos ‘altos’, no se sienten felices quedándose en el mismo lugar, sino que, como los cisnes, dejan su casa y vuelan hacia una casa más alta”.
Claudia Di Lorenzi
Ene 30, 2019 | Sin categorizar
El 24 de enero, Moon Jae-in, Presidente de la República de Corea, visitó la Panadería Sung Sim Dang, que forma parte del proyecto Economía de Comunión. 
Para un empresario, la visita del Presidente de la República a su empresa es un evento excepcional, pero si la visita se realiza en el día de su cumpleaños, ¡aún más! Esto es lo que pasó en Daejeon a Amata Kim y a Fedes Im, empresarios coreanos de la Economía de Comunión (EdC) de la conocida panadería Sumg Sim Dang. Moon Jae-in, presidente de Corea del Sur desde mayo de 2017, conocido en Occidente por haber logrado iniciar el proceso de paz con Corea del Norte después de casi 70 años de guerra fría, celebró su cumpleaños en Sung Sim Dang con una magnífica torta y pudo conocer de cerca la historia y realidad. Su publicación en Instagram ha recopilado más de 76 mil “me gusta” en pocas horas. Su comentario en la foto es interesante: “Hoy me sorprendió celebrar mi cumpleaños en la panadería Sung Sim Dang, en Daejeon. Durante la guerra de 1950 mi padre y el fundador de la panadería (padre de Fedes ndr) estaban en la misma nave de evacuación, la Victoria, para escapar de Corea del Norte. Para nosotros es muy grato y precioso recordar aquel momento de la historia. El día de mi cumpleaños es un día como cualquier otro, pero hoy recargo con nuevas fuerzas gracias a los buenos deseos de muchos. ¡Gracias!”. El evento tuvo gran repercusión en los medios, también por el gran valor, universalmente reconocido, que la empresa Edc Sung Sim Dang representa para toda la ciudad de Daejeon.
Haga clic aquí para ver las imágenes del video de los aspectos más destacados de la visita.
Antonella Ferrucci
Fuente: www.edc-online.org 


Ene 28, 2019 | Sin categorizar
En Trieste (Italia) historias de acogida en la vida cotidiana. La narración de quien lo vive en primera persona. “Junto con Caritas y el Consorcio de Solidaridad Italiano (ICS), nos ocupamos principalmente de familias de migrantes y de refugiados con sus hijos, huéspedes en una estructura de recepción en nuestra ciudad, Trieste y en la provincia. Desde hace tres años, cada semana, con continuidad, hemos puesto en marcha algunas acciones concretas: un pequeño grupo de nosotros enseña italiano a las madres a fin de permitirles completar los cursos de estudio para ayudarles a afrontar la vida cotidiana; otros juegan con los niños y los ayudan en sus tareas escolares. Muchas familias han pasado por el centro y con casi todas ha continuado la relación, incluso después de su traslado a otras casas.
En colaboración con AFN – Asociación Familias Nuevas, comenzamos un proyecto, autofinanciado por algunas personas de la comunidad, para ayudar en particular a una familia de nacionalidad kurda en dificultades que, después de dos años de apoyo, ha logrado su autonomía, permitiéndoles vivir en un departamento rentado gracias al trabajo que finalmente tiene ahora el padre. Con otros proyectos pequeños, estamos apoyando las necesidades de otras familias, asegurándonos de que las madres puedan seguir cursos de especialización para un eventual trabajo y que los niños puedan integrarse en las diversas actividades con sus compañeros, por ejemplo, en actividades deportivas. Los seguimos en las visitas y la atención médica, en la búsqueda de la casa, encontramos algunos trabajos para las madres, pudimos inscribir a un padre en la escuela de manejo y hoy trabaja conduciendo los camiones en una empresa del puerto. Con la ayuda de algunas familias logramos que una madre viuda africana con dos hijos participara en unas “vacaciones familiares”, que necesitaban. Tratamos de vivir con ellos momentos de la vida diaria, como cumpleaños, excursiones a los parques los domingos, un viaje en bote, la fiesta de fin de año, el carnaval, pero también momentos de oración como con motivo del Ramadán con los de la religión musulmana. El domingo 25 de noviembre de 2018, quisimos responder concretamente al llamamiento del Papa Francisco, que convocó el Día Mundial de los Pobres: “El pobre llora y el Señor lo escucha” e invitaba a los cristianos y las diferentes comunidades a escuchar este clamor y tratar de ofrecer respuestas con gestos concretos. Añadió: “Para que este grito no caiga en vano”. Decidimos organizar un almuerzo, llamado “Festival de la Amistad”, en nombre del compartir con personas en dificultades: refugiados, prófugos, desempleados, pobres de nuestra ciudad. También logramos involucrar a nuestra comunidad de los Focolares solicitando ayuda concreta tanto para el almuerzo como para ayudar en el salón y también a los amigos que fueron invitados. Para aquellos que pudieron y disponían de una cocina, se solicitó contribuir con un puñado de comida típica de sus países de origen. Éramos unos ochenta: de Camerún, Nigeria, Egipto, Túnez, Rusia, Pakistán, Kurdistán, Kosovo. Para nuestra sorpresa, para Caritas nos estamos convirtiendo en un punto de referencia, un “proyecto” que va más allá del asistencialismo. Nos llaman para compartir programas, proyectos y, a veces, incluso para buscar soluciones. Nos parece que han sido involucrados en esta forma de acoger que, una vez que finaliza la fase de emergencia, apunta a la reciprocidad. Sentimos que, en medio de este caos, donde cada uno tal vez, no encuentra un punto de referencia de valor, como el de acoger a los últimos, no podemos detenernos, sino que debemos seguir dando esperanzas”.
Paola Torelli Mosca en nombre del grupo de acogida migrantes Trieste
Fuente: www.focolaritalia.it