
Ana y la cruz de Hugo
Ana tiene 19 años, vive en España. Empieza su relato, sin timidez, mientras camina por el palco del Aula Pablo VI. «Para conocer mejor el sector socio-sanitario, a principios de marzo fui al hospital de mi ciudad», cuenta. En el hospital, fue acogida por un trabajador social, quien en lugar de hacerle muchos discursos, le prestó una bata de enfermera, le puso en las manos una historia clínica y la acompañó a la habitación de su paciente: «Cuando entré y lo vi sentí que un escalofrío me recorría el cuerpo. Tuve que salir un momento para respirar profundamente». En la cama, había un chico un poco mayor que ella, enfermo terminal de cáncer. Ana se animó y regresó a la habitación: «¿Cómo estás?». Él la miró sorprendido y le hizo repetir la pregunta. «Antes que nada me presento –le respondió–, estoy aquí hace dos meses, tengo un osteosarcoma, me queda poco tiempo de vida y siento que lo estoy perdiendo todo: la familia, el trabajo, mi novia. La vida ya no tiene sentido». Ana quedó en shock. Millones de emociones y pensamientos pasaron por su corazón y su mente. Sin embargo, intentó entablar una conversación y contarle algo de ella y de su vida. Después de algunos minutos de silencio, el chico le preguntó: «¿Tú crees en Dios?». Una vez más tomó a Ana por sorpresa, pero le respondió que sí. «Yo, en cambio no, porque me abandonó –agregó él–, porque en pocos meses me quitará la vida. Me ha dejado muy solo». La joven andaluza se encomendó a Dios antes de replicar: «Lo que estás sintiendo ahora tiene un nombre, es ‘Jesús abandonado’. Dios no te ha abandonado. Sigue estando a tu lado más que nunca. Te está poniendo a prueba, y con lo que vives te hace una pregunta, a la cual quizás todavía no has respondido: “¿Eres capaz de seguirme también en el dolor más grande?”. Él eligió esta cruz para ti, por una razón, porque quiere que tú seas testigo de su amor. Quiere hacerte santo. Tú puedes ser santo si aceptas y acoges este dolor, si lo tomas como algo que viene de Dios y no como algo tuyo. Después sin pensar, empiezas a amar a las personas que tienes a tu alrededor, a tus padres, a tu novia, a tus amigos. Hazles ver que no le temes a la muerte porque has encontrado algo precioso que te ayuda a vivir momento por momento, sin pensar en qué será de ti mañana». «A través del trabajador social supe que algunos días después de mi visita, su salud empeoró –cuenta Ana– y que pidió recibir la unción de los enfermos, para poder irse en paz. Tiempo después, recibí esta carta…». En el palco del Aula Pablo VI un joven actor le prestó su voz a Hugo: «Hola Ana, te cuento algo de mí. Estos días han sido difíciles porque el cáncer ha avanzado velozmente, estoy más cansado, más débil, pero esas son las ocasiones en las que puedo amar más. Han sido jornadas difíciles porque he visto la muerte cada vez más cercana y esto me asustaba un poco, pero cuando sucedía, recordaba que no es la muerte quien llama, sino Dios: me llama a ir con Él al Paraíso, y esto me da la fuerza de sonreír, de amar. Ya me queda poco tiempo aquí, Ana, pero tengo que decirte que ahora no tengo miedo porque sé que estaré bien. Gracias por haberme sacado de ese hueco profundo, por haberme escuchado, pero sobre todo, gracias por haber devuelto a Dios a mi vida. Quiero que ahora tú vivas por ambos, que tú te diviertas por ambos y que realices todos tus sueños. Yo siempre estaré a tu lado y, desde el Paraíso, me haré cargo de ti todos los días, seré como tu pequeño ángel de la guarda. Le di al trabajador social una cruz para que te la entregue de mi parte. La llevo desde cuando hice la Primera Comunión, pero quiero que tú la tengas para que, cuando la mires, recuerdes que ésta es la Cruz que Dios ha querido para ti y que hay que llevarla con alegría y amando siempre. Te espero en el Paraíso, Ana». Tamara Pastorelli Fuente: www.cittanuova.it
Si estamos unidos Jesús está entre nosotros
Si estamos unidos, Jesús está entre nosotros. Y esto vale. Vale más que cualquier otro tesoro que pueda poseer nuestro corazón: más que la madre, que el padre, que los hermanos, que los hijos. Vale más que la casa, que el trabajo, que la propiedad; más que las obras de arte de una gran ciudad como Roma, más que nuestras ocupaciones, más que la naturaleza que nos rodea, con las flores y los prados, el mar y las estrellas; ¡más que nuestra alma! Él es quien, inspirando a sus santos con sus eternas verdades, hizo época en toda época. También ésta es su era: no la de un santo, sino la de Él; de Él entre nosotros; de Él viviente en nosotros, que construimos -en unidad de amor- su Cuerpo místico y la comunidad cristiana. Pero es preciso dilatar a Cristo, hacerlo crecer en otros miembros; hacerse como Él, portadores de Fuego, que es la caridad en acto. ¡Hacer uno de todos y, en todos, el Uno! Entonces, vivamos momento a momento la vida que Él nos da. El amor fraterno es un mandamiento: «Ante todo…». Por lo cual todo vale si es expresión de sincero amor fraterno. Nada vale, de todo cuanto hacemos, si en ello no se da el sentimiento de amor por los hermanos; porque Dios es Padre y tiene en su corazón siempre y sólo a sus hijos. Fuente: Centro Chiara Lubich

GenVerde Tour
Plymouth:
6-7-8 de noviembre: talleres artísticos con los jóvenes. 9: Concierto 10: Feedback
Welwyn Garden City:
16-17-18 noviembre: talleres artísticos con los jóvenes.
Birmingham: 20, 21 y 22 de noviembre: taller con jóvenes 23 de noviembre: concierto GenVerde Tours

Inesperado video-mensaje del Papa Francisco
Cherylanne (Doni) Menezes, india de Mumbai, forma parte de la delegación de 11 personas que representan a ese país asiático en el Sínodo de los jóvenes que se está realizando en Roma hasta el 28 de octubre. Cherylanne creció en una familia muy activa en la parroquia de su barrio, en una comunidad multi-religiosa; después de los estudios económicos y comerciales empieza a trabajar en el campo de la gestión. Pero sus intereses son más amplios y la llevan a hacer un máster en el Instituto Universitario Sophia de Loppiano, en Italia, con una tesis sobre el diálogo hindú-cristiano en el Movimiento de los Focolares. El mismo que ahora lleva adelante con empeño, especialmente con los jóvenes, en su país. Me encuentro con ella durante la pausa para el almuerzo, en el Sínodo. La delegación de la India está bajo la guía del Cardenal Oswald Gracias, arzobispo de Mumbai, y se compone de nueve obispos (de la Iglesia latina, siro-malabaresa y siro-malankaresa) y otro laico, Percival, presidente del Indian Catholic Youth Movement. Cherylanne está presente en el Sínodo representando al Movimiento de los Focolares de la India. Dos veces se encontró con el Papa Francisco, junto con la delegación. La primera al comenzar los trabajos («Los jóvenes hindúes de la comunidad de los Focolares también rezan por Ud y por este evento», le dijo en esa ocasión Cherylanne al Papa, arrancándole una exclamación de alegría) y la segunda cuando el Sínodo ya había entrado en plena actividad.
El 17 de octubre es el día de la esperada cita. La delegación es puntual, en la entrada del Aula Nervi, a las 16, junto con la sudamericana. La sesión vespertina empieza a las 16.30, y durante la media hora anterior el Papa Francisco se encuentra con los distintos grupos, en un coloquio alegre e informal que es parte del espíritu de este Sínodo. Percival le da al Papa una cruz de madera de sándalo con la imagen del Buen Pastor, obra de un artista hindú «También tengo algunas cartas para Ud, Santo Padre» interviene Cherylanne. Son cartas muy bonitas, llenas de afecto, de jóvenes y familias de la India. Entre éstas la de dos jóvenes, un hindú y un musulmán. Además de hablar de ellos mismos quisieron escribirle que rezaban por el Papa y por el Sínodo. «Sí, porque – explica Cherylanne – éste es el Sínodo de todos los jóvenes». Una vez entregadas la cruz y las cartas, Cherylanne se anima a hacerle una pregunta: «Santo Padre, ¿quisiera responderles con un video-mensaje a estos dos jóvenes?». «Sin duda» responde el Papa Francisco. Ella saca de su cartera un celular y el Papa dirige la mirada a la pantalla. «Agradezco mucho el saludo. Yo también os saludo. Rezo por vosotros, vosotros rezad por mí. Estamos unidos en la amistad. La unidad siempre es superior a las guerras. Trabajad por la unidad de la gente, respetad la identidad de cada uno, sin importar la religión que profesa. Que el Señor os bendiga. Rezad por mí». El breve video capta un último fotograma, la sonrisa del Papa Francisco por la misión cumplida. Grabar el saludo del Papa con un celular no se da todos los días, le digo. «No fue un acto de coraje – me responde – simplemente aproveché la ocasión. El Papa Francisco está siempre muy disponible». ¿Cómo sigue la experiencia del Sínodo?, le pregunto. «Estamos viviendo una experiencia de discernimiento en la que el Espíritu Santo está trabajando, y hace nuevas todas las cosas. La experiencia vivida por los discípulos en camino hacia Emaús describe muy bien lo que estamos viviendo. La Iglesia está tomando conciencia no sólo de sus desafíos, sino también de la riqueza y de su gran potencial interno. Veo una convergencia creciente en nuestro pensamiento, aquí en el Sínodo, y la urgencia de caminar juntos, jóvenes y obispos, clero y laicos, movimientos religiosos y asociaciones para ir hacia el mundo y mostrar nuestro amor concreto». Chiara Favotti Ver el video https://vimeo.com/295979829

Las raíces de Europa
La próxima cita con los Amigos de “Juntos por Europa” se llevará a cabo en Praga, tierra de los “husitas”, de la “primavera de Praga”, de la “revolución de terciopelo”. La gran historia del pueblo checo hará de fondo al diálogo entre los participantes. Es una historia atormentada, caracterizada por grandes despertares idealistas y espirituales, por la búsquda de la justicia y la verdad, que sin embargo, a menudo, terminaron con fuertes desilusiones. Ése es el caso de los tres momentos mencionados: el movimiento husita se desencadenó tras la muerte del sacerdote Jan Hus, quemado en la hoguera en 1415, considerado por sus seguidores como un mártir de la verdad; lamentablemente las guerras siguientes, en las que ya no se trataba de la verdad, sino del poder, devastaron completamente el país. Así también, muchos siglos después, en 1968, los actores principales de la “primavera de Praga” con el gran apoyo y el entusiasmo de toda la nación – como nunca se había visto antes – querían instalar un régimen socialista “con un rostro humano”, liberado de todas las mentiras y la crueldad del pasado reciente; desafortunadamente esa esperanza fue destruida bajo las ruedas de los tanques de guerra y terminó en la resignación general. Luego, la “revolución de terciopelo” de 1989, que aún muchos recordamos muy bien, fue conducida con el lema ideado por su principal protagonista, Vaclav Havel: “El amor y la verdad deben triunfar sobre la mentira y el odio”. Pero nadie esperaba que seguiría una lucha tan dura: los valores espirituales de los primeros meses, fuertemente amados durante las manifestaciones populares en las plazas, poco a poco se apagaron, sustituidos por el pragmatismo de la “tecnología del poder”. La bandera del Presidente de la República Checa lleva el lema: “La verdad triunfa”. Sin embargo, de la versión original se quitaron dos palabras: “La verdad de Dios triunfa”. Estamos seguros de que su verdad triunfará al final de la historia…

Jiři Kratochvil

GenVerde Tour
Roma
Participación en el evento: “Cuando la Caridad te llama”, promovido por la Familia Vicentina dentro del Festival Internacional de Cine “Finding Vince 400” (FV400). Auditorium Conciliazione. GenVerde Tours

Una invitación a una cena insólita
En las mesas servidas con gusto y simplicidad, las conversaciones se alternan en diversos idiomas. Durante tres noches, los jóvenes de los Focolares hicieron los honores de la casa, en una sala cercana al lugar donde se están desarrollando, hasta el próximo 28 de octubre, los trabajos del Sínodo. Después de algunas palabras de cálida bienvenida, las tres cenas fueron ocasiones de intercambio, conocimiento y comunión informal. En el momento del postre, se presentó el reciente Genfest y de algunas experiencias, historias de compromiso y coherencia de los jóvenes, que tenían como finalidad establecer un vínculo más estrecho con los Padres sinodales, en continuidad con un encuentro que ya habían tenido algunos días antes, en el cual se habían planteado preguntas, dudas, elecciones, esperando que del Sínodo puedan surgir algunas respuestas. Durante la segunda velada, Frantisek, de República Checa, tomó el micrófono. En sus palabras se siente una pasión auténtica por la política, y un compromiso concreto en vista a las próximas elecciones del Parlamento europeo. «Les pido que me sostengan con la oración, para que pueda permanecer siempre fiel a la elección de servir a mi gente, sin ningún interés personal». Continuó Nicola, de 33 años, originario de un pueblo cercano de Roma, terapeuta pediátrico en una institución hospitalaria universitaria. «Me ocupo de patologías raras en la práctica pediátrica, y por este motivo estoy continuamente en contacto con situaciones que a menudo se encuentran en el límite de la muerte. A veces es difícil comunicar a los familiares el diagnóstico y las expectativas de vida del niño. En estos momentos me confío a Dios para que me sugiera las palabras y la actitud justa. A veces mi fe se pone a prueba, pero después no tengo tiempo ni siquiera de reflexionar, “obligado” a ocuparme de las personas que tengo delante y amarlas. Es éste verdaderamente un rostro de Jesús Abandonado. Si logro acogerlo así, pobre y miserable, este rostro colma mi vacío. Son muchísimas las situaciones que debo enfrentar. Las familias del Este, son a veces las más desesperadas porque no tienen un sistema sanitario adecuado, ya sea desde el punto de vista económico como clínico, que los pueda ayudar. Por este motivo viajan con la esperanza de encontrar en nuestros hospitales un tratamiento, que en algunos casos representan para ellos costos altísimos, porque son erogables sólo para los ciudadanos residentes en Italia. Son situaciones que te llevan a reflexionar; a veces nacer en una parte o otra del mundo es sólo cuestión de suerte. Es en estos casos que Dios se muestra aún más grande y te pide lo imposible. No podemos ciertamente transgredir las leyes, pero podemos tratar de ayudar de otros modos, por ejemplo, aparatos que ayuden a contener lo mejor posible las deformaciones articulares, o estando siempre cercano y disponible». El tiempo se fue volando. Parecía que los invitados no querían marcharse. El desafío de la escucha profunda y recíproca entre generaciones, el motivo mismo del Sínodo, tomó forma y consistencia también en una cena. Y en las palabras de un canto entonado a María, Silencio altísimo de amor, con el que se concluyó la cena. Escrito por Chiara Favotti y Gustavo Clariá

La identidad reencontrada
La historia de Margarita Ramírez de Moreno, originaria de Santa María de Catamarca, en el Noroeste argentino, es muy conocida por nuestros lectores. Descendiente de los aborígenes calchaquíes (por el nombre de su caudillo Juan Calchaquí), pueblo de excelentes artesanos, ella ha heredado su espíritu de iniciativa y el arte del hilado. Era una joven egresada de la “Escuela Aurora” de su ciudad, institución reconocida por el Gobierno argentino por su contribución educativa en la recuperación de las técnicas y símbolos de la cultura “quechua”, pero que no tenía trabajo. No se rindió ante las dificultades personales y de muchas otras mujeres como ella, y se decidió a iniciar una hilandería y ser proveedora del taller de tejido de la escuela. Una ocasión para salir de la discriminación y recuperar su propia identidad cultural. El pasado 1 de octubre, en Tucumán, Margarita recibió un reconocimiento con ocasión del “Primer encuentro internacional de las mujeres por la paz”, organizado por la “World Federation of Ladies Grandmasters”, asociación que actúa en todo el mundo, que sostiene a mujeres, asociaciones y fundaciones que con su esfuerzo ayudan a crear vínculos de amistad, fraternidad y ayuda recíproca, favoreciendo su participación en la política, la paz, la seguridad, la protección.
«Sin justicia no hay paz, y sin paz no hay justicia» afirmó Mariela Martín Domenichelli, coordinadora de la federación en América Latina. «Fue muy importante escuchar las situaciones en las que viven las mujeres, que pueden transformar las ideas en futuras políticas públicas». La manifestación quiso hacer visibles las acciones positivas de algunas mujeres que trabajan en varios campos. Después de haber visitado la provincia, Margarita también fue elegida como rostro símbolo del compromiso por la plena integración de las mujeres y de toda la comunidad aborigen a la que pertenecen. «No fue fácil, al comienzo, convencer a las mujeres de mi tierra, desde siempre discriminadas, para que retomaran el trabajo del hilado – cuenta Margarita, que ahora es madre de siete hijos – pues para llegar a la hilandería había que cruzar ríos y caminar todos los días varios kilómetros. No teníamos medios de transporte. Poco a poco, cada una puso a disposición lo que tenía: un huso, lana, sus propias habilidades de algún arte tradicional».
«Sin embargo, seguíamos teniendo el problema de las máquinas, que eran muy costosas. Un día me vi obligada a pedir que me llevaran en coche y le confié al que conducía mi preocupación. Me respondió que él sabía hacer máquinas para hilar y que podríamos pagarlas más adelante, cuando para nosotras fuera posible». Obstáculos de todo tipo, y al mismo tiempo inesperadas confirmaciones de que estábamos por el buen camino. «Durante una mudanza encontramos una imagen de la Virgen. Me pareció muy significativo y les propuse a las demás que hiciéramos un pacto: trabajar todos los días con el amor recíproco entre nosotras. Poco después recibimos una donación con la que pudimos comprar un inmueble y maquinarias». “Tinku Kamayu” que en la lengua local significa “Reunidas para trabajar” es el nombre que tiene el taller. «Hemos vuelto a encontrar nuestra identidad y, con ella, la esperanza, el crecimiento cultural, la posibilidad de trabajo para nosotras y para los demás, y la riqueza de los orígenes de nuestro pueblo. Ahora nos sentimos personas útiles, ya no humilladas, sino valorizadas y capaces de expresar nuestro pensamiento». Ver también: EdC online

“¡Acción!” se rueda
En la pampa argentina, “Lia” sigue atrayendo a jóvenes de todas partes del mundo. La ciudadela del Movimiento de los Focolares, dedicada a Lia Brunet, pionera de los Focolares en América del Sur, recientemente celebró, a pesar del frío invernal de julio, sus 50 años de fundación. Y nuevamente abre sus puertas, en el tibio septiembre, preludio de la estación cálida, con una original propuesta, dirigida a los jóvenes: la invitación a convertirse en protagonistas de su vida, “hasta el último minuto”. «Esta expresión –cuentan en la Mariápolis Lia– nos la inspiró Guillermo Curti, un focolarino sacerdote que murió repentinamente a principios de año. Para todos, pero especialmente para los jóvenes, Guillermo fue un modelo de fidelidad y de amor hasta el último instante». El 22 y 23 de septiembre la ciudadela volvió a abrir sus puertas a 800 jóvenes, de los cuales 350 llegaron el primer día, y los otros 450 al día siguiente. Venían de Paraguay, Uruguay y Argentina. «El primer día se dividieron en grupos según los países de proveniencia y prepararon stand en todo el territorio de la Mariápolis, para presentar su cultura y estrechar un contacto más personal. A la noche tuvo lugar una presentación de danzas y expresiones folclóricas, muy bien lograda. Los jóvenes, como verdaderos protagonistas, se prodigaron con entusiasmo en la preparación de la segunda jornada,la del domingo, cuando llegaron también otros jóvenes provenientes de distintas provincias argentinas».
El programa del 23 preveía que los participantes fueran acogidos en un auténtico estudio cinematográfico, donde empezó la grabación de distintas películas, ambientadas en épocas distintas (Los años ’70, ’80, ’90, 2000 y 2010) y de géneros diferentes (terror, musical, ficción, fantaciencia). «Las cinco décadas representaban los cincuenta años de la ciudadela. En cada película se profundizaba un desafío para los jóvenes de hoy: dependencias, consumismo, elecciones de vida, medios de comunicación de masa, con la representación de experiencias e historias sobre estos temas. Al final participaron en la premiación y en el discurso final, no sólo los chicos que estaban presentes en la ciudadela, sino también en otros 200 puntos de escucha conectados en directo, con miles de visualizaciones que prosiguieron también en los siguientes días. Al concluir el fin de semana una gran alegría reinaba en todos. Habíamos hecho, aún en medio de muchas dificultades, una experiencia de unidad profunda que nos transformó, nos hizo experimentar la presencia de Jesús en medio nuestro. El lunes, después de una buena dormida, todos nosotros, habitantes de la Mariápolis Lía, cenamos juntos, en un clima de familia. Nuevamente las canciones y los bailes expresaron la inmensa alegría que había quedado en nuestros corazones por la experiencia vivida».