Oct 12, 2016 | Sin categorizar
Lionello nació el 10 de octubre de 1925, en Parma (Italia), en una familia acomodada de la que recibió una educación basada en la honestidad y la autenticidad. Cursó el bachillerato en los años marcados por la segunda guerra mundial, en los que advirtió un especial atractivo hacia los problemas sociales y civiles. En 1943 se inscribió en la facultad de Jurisprudencia y se graduó en 1947 con la máxima puntuación y “cum laude”, después de un periodo de pausa que pasó en la cárcel por haber apoyado el movimiento partisano. Después de la guerra se empeñó en las actividades formativas y culturales de la FUCI (Federación Universitaria Católica Italiana) y en las actividades políticas de la Democracia Cristiana, sin descuidar la asistencia a los pobres a través de la Conferencia de S. Vicente. Sin embargo temía aburguesarse. Adhirió por tanto a una iniciativa que reunía a jóvenes deseosos de ahondar espiritualmente en la luz del Evangelio. Allí se enteró de la existencia de la espiritualidad de la unidad de Chiara Lubich y, en enero de 1950, se encontró con Ginetta Calliari, una de las primeras focolarinas. «Ella nos habló de forma muy simple, pero con gran convicción. (…) El cristianismo que exponía era tan fresco y fascinante que me parecía casi escuchar por primera vez qué era el cristianismo mismo», recuerda. Junto a este crecimiento espiritual sigue también el profesional: llegó a ser el magistrado más joven de Italia. En 1953 participó en la Mariápolis de verano, en la que se profundizaba la espiritualidad de la unidad. Encontró a Chiara Lubich, Pasquale Foresi e Igino Giordani. Fueron días que marcaron por siempre su vida. Así los recuerda: «Esa convivencia, aun siendo de dimensiones reducidas, era completa: había vírgenes y casados, sacerdotes y obreros. Podía ser un modelo para la sociedad entera, porque contenía una ley de valor universal. Vi en ese “cuerpo” de personas unidas en Cristo, si bien pobre de medios materiales, aun compuesto por personas no faltas de defectos e ingenuidades, un organismo en el que el Señor había depositado una luz, una ley, una riqueza destinadas a difundirse en todo el mundo (…)». En esa ocasión decidió seguir a Dios en el focolar. En 1961 dio un paso que causó sensación: dejó la profesión (mientras tanto había sido nombrado Sustituto Procurador de la Magistratura en Parma) para dedicarse por completo al Movimiento. El semanal “Gente” publicó un artículo sobre este Magistrado que «había dejado la toga por la Biblia». En 1962 recibió el «Premio de la bondad» de la Región Emilia (Norte de Italia).
Luego Lionello estuvo en Roma, en la primera escuela internacional de Grottaferrata, después en Turín y finalmente llegó a la ciudadela de Loppiano en 1965 donde, por 15 años, dictó clases a los jóvenes focolarinos y dedicó todo si mismo al desarrollo de la ciudadela naciente con “el amor recíproco como ley fundamental”. Fue ordenado sacerdote en 1973 y para él esto consistía en «estar al servicio del carisma, ser una trasparencia de amor, ser “más Jesús” para los demás». En 1981 cubrió varios cargos en el centro del Movimiento en Rocca di Papa. Después de la licencia en Teología y Derecho Canónico, se volvió un experto de asociaciones laicales, desarrollando un trabajo precioso como consultor para la formulación de los Estatutos del Movimiento de los Focolares (Obra de María), en contacto con los mejores canonistas de la Santa Sede. En el último verano, en 1986, le diagnosticaron un tumor y a menudo le volvían a la mente y al corazón algunos pensamientos de Chiara Lubich, especialmente uno sobre María: «Es toda bella la oración del Ave María en cada expresión suya, pero hoy yo quisiera sugerir de subrayar con el corazón de forma especial ese doble pedido: “Ruega por nosotros pecadores ahora” y “en la hora de nuestra muerte”, para que María nos asista con su intercesión ante Dios en cada nuestro momento presente y para que en ese momento importante, que es la muerte, esté presente a nuestro lado de manera especial». Murió al improviso el 11 de octubre. Hay quien lo definió como el “hombre de las bienaventuranzas”, porque precisamente en ellas lo encontramos reflejado: en la pureza de corazón, en la mansedumbre, en la misericordia, en la paz, en el hambre y sed de justicia. De hecho, la frase del Evangelio que orientó su vida fue: “Buscad primero el reino y su justicia, y todo eso se os dará por añadidura” (Mt 6, 33).
Oct 12, 2016 | Sin categorizar
La decisión del papa Francisco de dedicar la XV Asamblea General Ordinaria del Sínodo de los Obispos a “Los jóvenes, la fe y el discernimiento vocacional“, en octubre de 2018, fue recibido con alegría e interés también por el Movimiento de los Focolares y, con acentos particularmente significativos, por sus ramas juveniles. Las nuevas generaciones siempre han sido esenciales para la vida de los Focolares, en la reciprocidad con los adultos que acompañan a los jóvenes en el discernimiento de su proyecto de vida. Las primeras reacciones de los jóvenes de los Focolares: “Es una buena noticia y también una respuesta. La elección corresponde a una necesidad. Ya estamos tratando de vivir la vocación no como una opción en sí misma, sino como realidad unida a la fe. Es hora de unificarla en nuestras vidas. ¡Estamos contentos de que el Papa piense en nosotros! “. (Gloria, Uganda) “Estupenda noticia. Si no se ofrece un ambiente bueno para los jóvenes en la Iglesia hoy, no habrá una cultura buena en la Iglesia mañana. Creo que el Papa quiere dejar la Iglesia en buenas manos. Se necesita buenos pensamientos acerca de cómo vivir la vocación. Y no sólo en lo referente a opciones futuras: casarse, ser sacerdote, religioso, focolarino… En la formación con los Focolares aprendí a considerar la vocación también en el presente, como una respuesta para vivir inmediatamente. Así que espero que el Sínodo se centre en este aspecto para dejar la Iglesia en buenas manos”. (Ryan, Estados Unidos) “Ha sido una sorpresa. Estoy segura de que el Papa sabrá llegar a todos los jóvenes. Muchos alejados de la Iglesia se interesaron por su encíclica sobre el medio ambiente. Veo en este Sínodo una gran oportunidad. Si se llega a todos será fantástico”. (Amanda, Brasil) “Lo que se aprende de la Iglesia católica en el Estado donde yo crecí, difiere en algunos aspectos de lo que se aprende en otro Estado. Los pensamientos son diferentes, aunque hay herramientas comunes como el Youcat. La globalización y las redes sociales nos ponen en contacto con lo que la Iglesia enseña en otras partes del mundo. La diferencia de enfoques sobre cuestiones importantes puede generar confusión ante la ausencia de una voz clara. Este Papa y la Iglesia universal juegan un papel importante, teniendo en cuenta la diversidad de culturas. Veo en el Sínodo una buena perspectiva”. (Aileen, India) “En los jóvenes crece la información sobre los problemas de la Iglesia, particularmente sobre temas candentes: escándalos, cuestión social, Iglesia y política. Son argumentos que en el Perú, por ejemplo, crean siempre más distancia entre la posición del clero y la realidad de los jóvenes. La noticia del Sínodo me da esperanza: podría mostrar un rostro más humano de la Iglesia, con la ayuda de jóvenes y de sus ideas, utilizando los medios y las redes sociales de manera transparente y convergente”. (Jorge, Perú) “Crecí en la parroquia. Creo que el tema vocación y juventud se tendría que haber abordado hace años. Hoy estamos en medio de una crisis de vocación en general: a la familia, también a la vida religiosa, como ciudadanos, etc. Por esto puedo decir: Gracias por la opción”. (Damián, Argentina) “La Iglesia ha demostrado apertura hacia la juventud con las Jornadas Mundiales. Con el papa Francisco creo que se desea pasar de la teoría a la práctica poniendo en primer lugar a los jóvenes. También porque seremos nosotros los que encontraremos soluciones para un mundo en conflicto. A veces se piensa que los jóvenes no somos capaces de afrontar los problemas, pero con gente con experiencia y madurez llegamos a soluciones. Es como si el Papa nos dijera: “Están listos para el desafío”. (Jorge, El Salvador) “Quién sabe cómo se desarrollará, de hecho, este Sínodo. Pero si los jóvenes pudieran participar en persona sería importante. Creo que el deseo de todos es tener una voz activa en este Sínodo”. (José Luis, Brasil) Los jóvenes de los Focolares gozan también de la coincidencia del Sínodo con la cita que se han dado en Manila para el mes de julio de 2018, el Genfest, donde convergerán de los cinco continentes. “Es una coincidencia maravillosa. Estaremos en las Filipinas, en un continente con muchos jóvenes y mirados con atención por el Papa. Este tiempo de preparación nos hará comprender cómo podemos dar nuestro aporte al Sínodo”. (José Luis, Colombia) Fuente: Notas de Prensa
Oct 11, 2016 | Sin categorizar
El Instituto Universitario Sophia tiene el agrado de invitarlo a la inauguración del Año Académico 2016/17. Para mayores informaciones y para seguir en directo la transmisión streaming, consultar la página que se dedicará al evento en el sitio www.iu-sophia.org Depliant invito
Oct 11, 2016 | Sin categorizar
El Congreso, que se lleva a cabo cada tres años, esta vez celebra los 50° años del Movimiento Gen: “generación nueva” del Movimiento de los Focolares. En 1966 Chiara Lubich les propuso a los jóvenes que hacían parte del Movimiento “Una revolución de amor”, que, como explicará luego, tiene como finalidad la de colaborar con la realización del testamento de Jesús: “Qué todos sean uno”. El Movimiento Gen nació de la adhesión a este programa de miles de jóvenes en todo el planeta. Ahora está esparcido en todo el mundo con miembros de las más diversas culturas, clases sociales, religiones y también jóvenes que no profesan una fe religiosa.
Oct 11, 2016 | Sin categorizar
La tempestad más violenta que en los últimos años impactó la isla – ya tan asolada – provocó al menos 900 víctimas. Ahora está amenazada por un peligro aún más grave, es decir las epidemias, en especial el cólera. Wilfrid Joachim Joseph, referente SAD en Haití – apoyo a distancia, promovido por las Familias Nuevas – nos informa que en los alrededores de Mont-organisé, zona rural en el distrito de Ouanaminthe, en el Nordeste de Haití, «donde AFN (Acción Familias Nuevas) apoya a distancia a numerosos niños, el ciclón Matthew no causó víctimas, pero sí muchos daños a las construcciones. En especial a las granjas y a los establos, afectando así, con graves consecuencias, las pocas fuentes de sustento de la población que, precisamente por ser rural, vive de la agricultura y la ganadería”. El Movimiento de los Focolares se ha movilizado de inmediato para ofrecer ayudas de todo tipo a las personas víctimas de esta grave calamidad natural. La “Coordinación ayudas para las emergencias humanitarias”, indica las siguientes cuentas corrientes a quienes deseen dar su contribución para Haití, especialmente para las comunidades de los Focolares: CAUSAL: Emergencia Haiti
Acción por un Mundo Unido ONLUS (AMU) |
Acción para Familias Nuevas ONLUS (AFN) |
IBAN: IT16 G050 1803 2000 0000 0120 434 De la Banca Popolare Ética |
IBAN: IT55 K033 5901 6001 0000 0001 060 De la Banca Prossima |
Código SWIFT/BIC: CCRTIT2184D |
Código SWIFT/BIC: BCITITMX |
Las cifras depositadas en estas dos cuentas corrientes con esa causal, serán administradas conjuntamente por AMU y AFN. Estas donaciones gozan de beneficios fiscales en muchos Países de la Unión Europea y en otros Países del mundo, según las diferentes normas locales.
Oct 11, 2016 | Sin categorizar
Lionello nació el 10 de octubre de 1925, en Parma (Italia), en una familia acomodada de la que recibió una educación basada en la honestidad y la autenticidad. Cursó el bachillerato en los años marcados por la segunda guerra mundial, en los que advirtió un especial atractivo hacia los problemas sociales y civiles. En 1943 se inscribió en la facultad de Jurisprudencia y se graduó en 1947 con la máxima puntuación y “cum laude”, después de un periodo de pausa que pasó en la cárcel por haber apoyado el movimiento partisano. Después de la guerra se empeñó en las actividades formativas y culturales de la FUCI (Federación Universitaria Católica Italiana) y en las actividades políticas de la Democracia Cristiana, sin descuidar la asistencia a los pobres a través de la Conferencia de S. Vicente. Sin embargo temía aburguesarse. Adhirió por tanto a una iniciativa que reunía a jóvenes deseosos de ahondar espiritualmente en la luz del Evangelio. Allí se enteró de la existencia de la espiritualidad de la unidad de Chiara Lubich y, en enero de 1950, se encontró con Ginetta Calliari, una de las primeras focolarinas. «Ella nos habló de forma muy simple, pero con gran convicción. (…) El cristianismo que exponía era tan fresco y fascinante que me parecía casi escuchar por primera vez qué era el cristianismo mismo», recuerda. Junto a este crecimiento espiritual sigue también el profesional: llegó a ser el magistrado más joven de Italia. En 1953 participó en la Mariápolis de verano, en la que se profundizaba la espiritualidad de la unidad. Encontró a Chiara Lubich, Pasquale Foresi e Igino Giordani. Fueron días que marcaron por siempre su vida. Así los recuerda: «Esa convivencia, aun siendo de dimensiones reducidas, era completa: había vírgenes y casados, sacerdotes y obreros. Podía ser un modelo para la sociedad entera, porque contenía una ley de valor universal. Vi en ese “cuerpo” de personas unidas en Cristo, si bien pobre de medios materiales, aun compuesto por personas no faltas de defectos e ingenuidades, un organismo en el que el Señor había depositado una luz, una ley, una riqueza destinadas a difundirse en todo el mundo (…)». En esa ocasión decidió seguir a Dios en el focolar. En 1961 dio un paso que causó sensación: dejó la profesión (mientras tanto había sido nombrado Sustituto Procurador de la Magistratura en Parma) para dedicarse por completo al Movimiento. El semanal “Gente” publicó un artículo sobre este Magistrado que «había dejado la toga por la Biblia». En 1962 recibió el «Premio de la bondad» de la Región Emilia (Norte de Italia).
Luego Lionello estuvo en Roma, en la primera escuela internacional de Grottaferrata, después en Turín y finalmente llegó a la ciudadela de Loppiano en 1965 donde, por 15 años, dictó clases a los jóvenes focolarinos y dedicó todo si mismo al desarrollo de la ciudadela naciente con “el amor recíproco como ley fundamental”. Fue ordenado sacerdote en 1973 y para él esto consistía en «estar al servicio del carisma, ser una trasparencia de amor, ser “más Jesús” para los demás». En 1981 cubrió varios cargos en el centro del Movimiento en Rocca di Papa. Después de la licencia en Teología y Derecho Canónico, se volvió un experto de asociaciones laicales, desarrollando un trabajo precioso como consultor para la formulación de los Estatutos del Movimiento de los Focolares (Obra de María), en contacto con los mejores canonistas de la Santa Sede. En el último verano, en 1986, le diagnosticaron un tumor y a menudo le volvían a la mente y al corazón algunos pensamientos de Chiara Lubich, especialmente uno sobre María: «Es toda bella la oración del Ave María en cada expresión suya, pero hoy yo quisiera sugerir de subrayar con el corazón de forma especial ese doble pedido: “Ruega por nosotros pecadores ahora” y “en la hora de nuestra muerte”, para que María nos asista con su intercesión ante Dios en cada nuestro momento presente y para que en ese momento importante, que es la muerte, esté presente a nuestro lado de manera especial». Murió al improviso el 11 de octubre. Hay quien lo definió como el “hombre de las bienaventuranzas”, porque precisamente en ellas lo encontramos reflejado: en la pureza de corazón, en la mansedumbre, en la misericordia, en la paz, en el hambre y sed de justicia. De hecho, la frase del Evangelio que orientó su vida fue: “Buscad primero el reino y su justicia, y todo eso se os dará por añadidura” (Mt 6, 33).
Oct 10, 2016 | Focolare Worldwide
«Conocemos a Khalid desde hace más de diez años. Un día tocó a nuestra puerta para vendernos algo, pero sobre todo para que lo ayudáramos a encontrar un trabajo. Estaba en Italia desde hacía más de un año, clandestino y sin un lugar donde vivir. Tenía 24 años y venía de Marruecos, donde había dejado a su madre, viuda con dos hijos menores. Después de una semana, volvió de nuevo. “Tenía hambre y me disteis de comer, era forastero y me recibisteis”…. Las frases del evangelio nos interpelaban con fuerza. En aquel momento lo que podíamos hacer era invitarlo a nuestra mesa. Por la tarde le ofrecimos que trabajara en el huerto y en el jardín. Estuvo con nosotros otros dos días. Así pudo enviar una pequeña suma de dinero a su mamá. Era la primera vez que lograba ayudar a su familia y eso lo hizo feliz. Nos movimos para buscarle un trabajo pero la respuesta era siembre la misma: es un clandestino, no podemos contratarlo. Al final ha encontrado un trabajo provisional en una empresa agrícola. Trabajaba en un invernadero, vivía en un contenedor con un hindú; su vida era dura pero estaba contento. Un día sonó el teléfono: su amigo hindú nos decía que Khalid no se encontraba bien. De nuevo era Jesús quien nos llamaba. Fuimos a verlo y lo acompañamos a la consulta de nuestra doctora que dio su disponibilidad; tenía una dolorosa otitis y había que tenerlo bajo control. Entonces decidimos ponerlo en la habitación junto con nuestro hijo. Al principio teníamos que levantarnos más de una vez durante la noche para cuidarlo. También nuestros hijos se han demostrado atentos hacia él. Mientras tanto, el dueño de la empresa no tenía intención de regularizar la situación. Nosotros nos habíamos convertido en la última esperanza a la que todavía podía recurrir. El Señor nos pedía un acto de amor todavía más radical. De modo que decidimos asumir a Khalid como empleado domestico y más tarde fuimos madurando la idea de alojarlo en nuestra casa como otro hijo más. Le pusimos a disposición algunos espacios de la casa donde pudiera tener su independencia; cuando preparábamos la comida, estábamos al tanto para respetar sus convicciones religiosas, así como sus momentos de oración y sus horarios de comidas durante el Ramadán. Así se fue profundizando también el diálogo a nivel religioso. La relación entre nosotros ha llegado a ser cada vez más confidencial: por la noche a menudo nos quedábamos hablando de su vida y de la nuestra, de sus tradiciones y de las nuestras. Dudas y dificultades no nos han faltado, pero, junto con la comunidad del Movimiento que nunca dejó de sostenernos, encontrábamos la fuerza de ir adelante. La providencia nunca faltó. Un señor desconocido nos regaló una motocicleta que después pusimos en regla. Personas del Movimiento le han procurado la ropa necesaria… Después le ofrecieron un trabajo que lo satisfacía, aunque era provisional, y que le ha permitido ayudar a su familia y también devolver parte de los gastos que habíamos hecho por él. Después de unos siete meses, quedó libre una casita en la que pudo transferirse con algunos de sus amigos. Después volvió a Marruecos donde se casó. A su regreso a Italia con su esposa, encontró un trabajo a tiempo indeterminado que le permite llevar una vida más tranquila. Nacieron tres niños, dos de los cuales ya están en la escuela elemental. También con su esposa se ha construido una hermosa relación, a pesar de las dificultades de la lengua. Un día quiso demostrarnos su agradecimiento y nos ofreció preparar en nuestra casa un almuerzo completamente marroquí, que hemos degustado junto con nuestros hijos. ¡Nos hemos convertido en los abuelos de sus niños, los cuales están a menudo en nuestra casa! Compartiendo con ellos, experimentamos continuamente la alegría de la presencia de Dios entre nosotros.» (G. de Mantova –Italia-)
Oct 9, 2016 | Sin categorizar
Oct 8, 2016 | Focolare Worldwide
La Palabra de vida de este mes nos invita a no responer a la ofensa que recibimos con una nueva ofensa sino – como sugiere Chiara Lubich – «con un acto de voluntad y lucidez, por lo tanto de libertad, recibiendo al hermano así como es, a pesar del mal que nos hizo, como Dios nos recibe a nosotros pecadores, a pesar de nuestros defectos». Algunos breves testimonios: Aquel muro se derribó «Viví una niñez y una juventud muy triste, a tal punto que no conservaba ni siquiera un recuerdo positivo. Incluso cuando me casé, las relaciones con mi familia de origen me dejaban siempre una profunda amargura; eran sólo críticas y desprecio. No fue fácil olvidar, pero traté de vivir las palabras del Evangelio: dar sin sin esperar la recompensa. Un día mis padres vinieron a pasar las vacaciones con nosotros. Decidí darles gusto sin esperar nada a cambio. Le di un beso a mi madre, algo que no sucedía desde mi infancia. Ella me abrazó y le saltaron las lágrimas. Sentí que el muro que nos dividía se derrumbaba. Y papá, el día de su cumpleaños, quiso que pusiera su música preferida y que bailara con él. ¡Fue una gran conquista lograr esta armonía con mi familia!» (Margherita . Suiza ) Una pelea que terminó dulcemente «Cuando estaba en la casa de mi hermana supe que mis padres se habían peleado. Desde hacía tres días no se hablaban y papá rechazaba comer la comida que mi mamá preparaba. Cuando llegué a casa, enseguida advertí una atmósfera pesada. Sin hacer preguntas, me puse a servir concretamente adelantando algunos trabajos; en la primera ocasión en que me encontré a solas con mi padre, traté de que me dijera qué había pasado. Se abrió conmigo y así también yo le pude decir mi compromiso en tratar de vivir las palabras de Jesús. Cuando mencioné el perdón del cual Jesús nos dio el ejemplo, se puso más atento. Al final nos pusimos de acuerdo en que cuando volviera mamá a casa la iba a escuchar atentamente. Desde la ventana de la cocina vi la escena de ella que volvía y de mi padre que le preguntaba dulcemente cómo le había ido en el trabajo» (P. F. – Camerun) Un simple “hola” «Existían desde hacía algún tiempo algunas incomprensiones entre mi hermana y yo, a tal punto que no nos saludábamos más. Un día decidí dar el primer paso para reconciliarnos. Pero no era nada fácil: yo era el hermano mayor, tenía mi dignidad…. Después de una noche agitada, de mañana en la cocina le dije “hola”, pero tan bajito que ella no escuchó. Armándome de coraje, repetí con más fuerza el “hola”. Ella se quedó sorprendida y enseguida hicimos las paces. Fue tal la alegría y el sentimiento de liberación que experimenté, que me puse a canturrear» (Dolfi – Italia)
Oct 7, 2016 | Sin categorizar
«La fiesta fue increíble! Llegó al corazón y se disfrutó de un hermoso clima de fraternidad que ayuda a recargar pilas!». «Me di cuenta que puedo optar por quedarme en la cueva o salir de ella. Descubrí qué importante es abrirme y compartir lo que me pasa adentro con otros». «Pude ver en el grupo de jóvenes de la ciudadela una gran vitalidad, radicalidad, alegría, profundidad, capacidad de enfrentar las dificultades…». «Una experiencia muy linda de vivir. Parto con la convicción que sí es posible una vida distinta y que no estamos solos para ser quien de verdad queremos ser y arriesgarnos». Son algunas voces de los mil jóvenes congregados, el 24 y 25 septiempre pasados, para la Fiesta de los Jóvenes 2016, en la ciudadela argentina de los Focolares sumergida en la pampa. Una tradicional cita que se renueva cada año con la potencia creadora de los jóvenes al momento de transmitir los ideales por los cuales quieren gastar sus vidas. La participación de jóvenes desde distintos puntos del Cono Sur de Latinoamérica a la edición 2016, es un clásico que se repite y que enriquece culturalmente la Fiesta de los Jóvenes. Este año, convocados por el lema “Arriésgate, existe lo que buscas”, más de 1000 jóvenes llegaron desde Paraguay, Uruguay, Chile, Brasil y de distintas ciudades de Argentina. ¿De qué se trata la propuesta? De una experiencia de fraternidad, compartiendo por 48 horas el estilo de vida evangélico de esta ciudadela permanente del Movimiento de los Focolares, donde viven actualmente 85 jóvenes de 17 países, además de familias y adultos. Y no sólo eso, porque con la experiencia compartida, y a través de música, teatro y danza, se ponen en común problemáticas actuales que atraviesan toda la realidad juvenil: las relaciones familiares, el estudio, los éxitos y fracasos de la vida, las adicciones, los momentos de dolor, y sobre todo el encuentro con un Dios cercano que tiene una respuesta personal para cada uno. La idea no termina allí, ya que se busca involucrar a todas las personas en la construcción de un mundo unido sin distinción de credo o religión. E
ste año el programa preveía una combinación de teatro, música y testimonios, con una impactante imagen que fue reproducida a gran escala a la entrada de la sala donde se llevaba a cabo la presentación, con un cartel que invitaba a todos: ARRIESGATE! El lenguaje elegido para transmitir las experiencias y armar las escenas de teatro, era directo e interpelaba a cada uno de manera personal. Las canciones, con mucha energía y musicalidad, ayudaban a hacer la síntesis de este compromiso en la búsqueda de algo grande para cada uno. Los momentos compartidos fuera de la sala como la visita a la ciudadela, los almuerzos, los paseos, sirvieron para este intercambio de jóvenes latinoamericanos que demostraron su deseo y capacidad de querer construir un mundo unido, una sociedad para todos. Como final, la propuesta a cada uno de los participantes de repetir este espacio de fraternidad en cada lugar del planeta donde estemos. Y los ecos no se hicieron esperar: “Desde Paraguay quiero darles las gracias porque nos hicieron vivir días inolvidables. Estamos emocionados y dispuesto a aceptar el desafío!» «Esta mañana viajando en el colectivo para ir al trabajo – escribe otro jóven participante – me volvían a a la mente los días vividos juntos y tenía ganas de vivir bien el día de hoy, de dar ese algo más, de arriesgar». Fuente: Cono Sur online