El Papa Francisco a través de la Carta Apostólica en forma de Motu Proprio Aperuit illis, establece que a partir de este domingo 26 de enero, cada III Domingo del Tiempo Ordinario estará dedicado a la celebración, reflexión y divulgación de la Sagrada Escritura. Se sitúa así “en un momento oportuno de ese período del año, en el que estamos invitados a fortalecer los lazos con los judíos y a rezar por la unidad de los cristianos”. En la carta, Francisco además invita a profundizar en la Palabra “para comprender la riqueza inagotable que proviene de ese diálogo constante de Dios con su pueblo”.

Origen y fruto al tiempo del Movimiento de los Focolares es la vida de la Palabra. Chiara Lubich y sus primeros compañeros empezaron a leer las sagradas escrituras –lo único que se llevaban a los refugios durante la II Guerra Mundial– y a vivirlas… vida que iluminaba a su vez las nuevas palabras. Como ella misma explica: “En aquel tiempo se vivía la Palabra como un impulso del Espíritu Santo… hasta el punto que casi no éramos nosotras quienes vivíamos, sino que la Palabra vivía en nosotros”.

De forma espontánea nace y se difunde la Palabra de vida: propuesta mensual de una frase de las escrituras comentada para vivir juntos al mismo tiempo. Y al ser la espiritualidad de los Focolares una espiritualidad de comunión, también se comunican; para ello en multitud de lugares del mundo se realizan los encuentros de Palabra de Vida, experimentando así que la palabra de Dios está viva y se actualiza en la vida de cada uno y todos juntos.

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