Santa Pascua de 2020
Queridas y queridos todos:
Este año Jesús, en su paso de la muerte a una vida completamente nueva, nos cuestiona y nos encuentra a la escucha.
Pero precisamente aquí es donde la fe y nuestro carisma vienen en nuestra ayuda: en Jesús crucificado y abandonado –el Dios de este presente que no comprendemos– encontramos la respuesta. Incluso la soledad, en la que tal vez ahora nos vemos obligados a vivir, si la vivimos con Él, puede poblarse y llenarse con su Reino[1].
Solo eligiéndolo, abrazándolo en cada dolor y amándolo de manera exclusiva, nosotros y toda la humanidad encontraremos el camino hacia la luz, hacia un nuevo nacimiento.
¡JESÚS HA RESUCITADO! Hagamos esta experiencia de pasar continuamente de la muerte a la resurrección y propongámosla a muchos, a todos.
Así nos preparamos para el mañana y ponemos bases sólidas al mundo que será después, cuando volvamos a encontrarnos y abrazarnos personalmente.
¡FELIZ PASCUA!
[1] Ver en: Chiara Lubich: ¿Dónde está la esclavitud?, Escritos espirituales, Vol./1. Ed. Ciudad Nueva: Madrid, 1995. P. 170